Mushoku Tensei: Isekai Ittara Honki Dasu (NL)

Volumen 13

Capítulo 7: La Ceremonia De Boda

HABÍA PLANEADO dormir solo la noche en que me convertí en Rey del Agua. Esto se debía principalmente a que Roxy y Sylphie estaban agotadas, por lo que no parecía el momento para el romance. Yo también estaba agradablemente cansado, pero sabía que no podría mantener las manos quietas si me metía en la cama con alguna de ellas, así que decidí que dormiríamos en habitaciones diferentes.

Sin embargo, cuando se lo mencioné a Aisha, insistió en dormir conmigo. Este tipo de cosas ya habían ocurrido muchas veces. Nunca la invité activamente, pero cuando me pidió dormir conmigo, nunca la rechacé. No había ninguna razón para negarse, así que le di mi permiso.

Por supuesto, esto iba a ser el tipo de sueño estrictamente platónico. Sin embargo, mientras Aisha lo celebraba, me di cuenta de que Norn miraba con algo que parecía envidia en sus ojos. Se suponía que Norn se quedaría aquí esta noche. Conociéndola, sin embargo, probablemente no tenía mucho sentido sugerirle que se uniera a nosotros.

Esa era mi suposición, al menos. Pero cuando le hice la oferta sólo por cortesía, Norn aceptó.

Aquella noche acabé metido entre mis hermanas. Aisha estaba acostada a mi derecha, y Norn a mi izquierda. Al poco tiempo, estaban roncando con sus cabezas apoyadas en mis brazos.

Aisha era una cosa, pero me quedé un poco perplejo de que Norn hubiera aceptado esto. Su carita tranquila tampoco me daba ninguna pista. Quizá era su forma de decirme que me había aceptado como una especie de padre sustituto. Confío en ti lo suficiente como para dormir acurrucada contra ti, o algo así. Tal vez.

Me quedé inmovilizado con los brazos extendidos, pero me sentí profundamente feliz en ese momento.

Era casi como si hubiera encontrado una parte de mí que me faltaba. Al igual que un pájaro necesita dos alas, quizás un hombre necesita dos hermanas en sus brazos.

Este pensamiento dio lugar a una idea que hizo que una sacudida recorriera mi columna vertebral.

Viejo, quiero hacer un trío con Sylphie y Roxy.

Era la voz del diablo, sin duda, que me susurraba estas palabras al oído. Alguna serpiente maligna, con su lengua oscilando sugestivamente, estaba haciendo todo lo posible para llevarme por el mal camino.

No podía permitirme seguir pensando en esto.

En teoría, era algo que me interesaba desde hacía muchos años. Pero en la práctica, no tenía ni idea de cómo empezar la conversación. Ambos me querían, pero eso no significaba que se sintieran cómodos con una petición así.

Podía aceptar un “no” como respuesta, por supuesto, pero ¿qué pasaría si el hecho de pedírselo destruía nuestra relación?

No creía que eso fuera probable, pero no podía evitar preocuparme por ello.

No es que estuviera insatisfecha con nuestro acuerdo actual. Después de todo, pasaba noches alternas con dos mujeres muy hermosas.

Además, estaba enamorado de las dos. Una ya me había dado un hijo. ¿De qué tenía que quejarme? De nada, eso es.

Dicho esto… quise intentar acostarme con las dos a la vez.

En parte era que ambas lo enfocaban de forma muy diferente.

Sylphie era un poco del lado sumiso. Como regla general, hacía todo lo que yo le pedía en la cama. Cuando le sugería que probáramos algo nuevo, a menudo bajaba los ojos con ansiedad, pero nunca se oponía.

Sin embargo, eso no quiere decir que fuera un pez muerto. Una vez que empezamos, siempre se divierte. Al cabo de un par de minutos, jadeaba y se aferraba a mí desesperadamente. Era obvio lo mucho que quería complacerme, y era adorable.

Roxy, en cambio, era una especie de técnica. No paraba de hacer uso de las cosas que había aprendido de Elinalise, tratando de aumentar sus habilidades. Cuando le pedía que intentara algo, pensaba en la mejor manera de hacerlo. Cuando le proponía hacer algo yo misma, me hacía todo tipo de sugerencias. Dada la diferencia de nuestras tallas, teníamos que superar algunos retos físicos, pero ella era lo suficientemente creativa y trabajadora como para encontrar formas de superarlos. Y eso era igual de adorable, a su manera.

Sylphie era de las que se complacen, y Roxy de las que experimentan. Ambas eran maravillosas. No prefería a una sobre la otra.

Era posible que con el tiempo empezara a disfrutar más de mi tiempo con una de ellas, pero incluso entonces, no pensaba descuidar a la otra. Mi intención era tratarlos de la manera más equitativa posible.

Así es. Los quería a los dos por igual. Entonces, ¿era realmente tan malo pensar en acostarse con los dos a la vez?

Seguramente la respuesta era no. Cualquier hombre de sangre roja tiene algún interés en esas cosas. Simplemente está en nuestra naturaleza.

Sin embargo, eso no significaba que fuera a expresar estos pensamientos. A veces es más sabio guardarse los deseos más extremos para uno mismo si quiere mantener relaciones sanas.

Esta era la razón por la que nunca me había permitido sacar el tema.

A partir de este momento, al menos, estaba seguro de que eso no iba a cambiar.

***

A la mañana siguiente, me dirigí al laboratorio de Cliff.

La investigación de Cliff se centraba en el desarrollo de instrumentos mágicos, en concreto, capaces de contrarrestar maldiciones.

Había insistido en que podía visitarlo en cualquier momento, pero siempre que pasaba por allí me aseguraba de escuchar atentamente la puerta. Dependiendo de los ruidos que escuchaba desde el interior, a veces tenía que dar la vuelta y marcharme.

Hoy no parecía haber nada problemático ahí dentro, así que llamé a la puerta.

“Pasa. La puerta está abierta”, dijo una voz desde el interior.

Entré en el laboratorio y encontré a Elinalise sentada junto a la ventana del fondo. Apoyaba la mejilla en la mano y miraba la calle, con su larga melena rizada brillando al sol.

La mujer era muy pintoresca cuando no hablaba. Pero la conocía demasiado bien como para impresionarme; probablemente estaba pensando en cosas muy sucias.

“¿Eres la única que está en casa, Elinalise?”

“Así es”.

Cliff estaba muy ocupado estos días, y no había avanzado mucho en su investigación. Llevábamos meses hablando de encontrar tiempo para mejorar sus prototipos existentes utilizando las piedras de absorción, pero aún no había ocurrido.

“Cliff está trabajando de nuevo en los preparativos de la boda”.

Esa era una de las principales razones. Cliff y Elinalise se iban a casar pronto.

“Sigo ofreciéndome a ayudar”, continuó, “pero está decidido a hacerlo todo él”.

“Intenta no echárselo en cara. Los hombres pueden ser orgullosos con estas cosas, ¿sabes?”

Antes de partir hacia el continente Begaritt, Cliff había prometido a Elinalise que se casaría con ella cuando volviéramos. Sin embargo, cuando volvimos, ni siquiera había empezado a prepararse. Eso no fue su culpa de ninguna manera. Le habíamos dicho que estaríamos fuera dos años, pero acabamos volviendo en seis meses. Hubiera sido extraño encontrarlo listo y esperando.

Sin embargo, Cliff era el tipo de persona que se tomaba en serio sus promesas. Con notable concentración y terquedad, había conseguido que todo se arreglara en los últimos meses.

En primer lugar, les había encontrado un lugar para vivir, había comprado los muebles y había planificado todo lo que necesitaban para mudarse. En su mayor parte, se encargó de todo esto por su cuenta, aunque yo le ayudé un poco en la búsqueda de la inmobiliaria.

A diferencia de mí, él no estaba interesado en comprar una casa; al final se decidió por alquilar un apartamento en el distrito estudiantil. Si alguna vez les resultaba demasiado estrecho, pensaba que podrían mudarse a un lugar más grande.

Me sorprendió un poco esa actitud, teniendo en cuenta que Cliff era un fanfarrón por naturaleza. Pero, por otro lado, no estaba nadando en efectivo en ese momento, así que era perfectamente razonable. No podía comprar una casa cara. No sin la ayuda financiera de Elinalise, al menos. Sabía que ella era bastante acomodada.

“Oh, y en esa nota… Felicidades, Elinalise.”

Ahora estaban en las etapas finales. La boda estaba programada para el próximo mes. Algo de que Elinalise llevara un vestido blanco puro me parecía un poco fuera de lugar, pero mientras los dos fueran felices, eso era lo único que realmente importaba.

“¿Te importa si espero hasta que Cliff vuelva?”

“En absoluto”.

Elinalise mantenía su parte de la conversación, pero aún no había mirado en mi dirección. Y ahora, todavía mirando por la ventana, dejó escapar un largo y profundo suspiro.

Era el tipo de suspiro que venía con sus propios subtítulos: Estoy muy preocupada. ¿Nadie me va a preguntar qué me pasa?

“¿Tienes dudas sobre el matrimonio o algo así?” aventuré.

“Oh, por supuesto que no. Cliff es tan dulce y entregado que casi siento que no lo merezco. No podría estar más feliz de que nos casemos”.

Es justo. Yo sólo era un espectador, pero por lo que pude ver, Cliff no era más que cariñoso y leal con Elinalise. Eso no quiere decir que fuera una persona perfecta. Tenía muchos defectos. Pero todavía era un hombre joven, de hecho, no tenía ni siquiera veinte años. Si se tiene en cuenta su potencial de crecimiento en el futuro, el tipo era un verdadero partido. “Entonces, ¿por qué sigues suspirando?”

“¿No es obvio?”

“Ah. Ya veo”.

Eso significaba que era algo sexual, presumiblemente.

“¡Cliff ha estado tan ocupado que sólo se acuesta conmigo dos veces por semana!”

Sí. Me lo imaginaba.

“Es una pena, pero ¿qué puedes hacer? Lo hace todo por ti, Elinalise”.

“Sí, sí. Entiendo todo eso, créeme”.

“Y una vez que finalmente te mudes a tu nido de amor, probablemente no saldrás durante una semana sólida, ¿verdad?”

Hablaba por experiencia. En cuanto volvimos del continente Begaritt, Elinalise y Cliff se habían encerrado aquí durante días. Era suficiente para preguntarse si lo único que les importaba era el sexo. No es que tuviera derecho a decirlo, dada mi propia libido saludable.

“Suspiro… no puedo evitar estar celoso de ti, Rudeus”.

“¿Por qué? A veces yo también estoy sin sexo durante un par de días”.

“Sí, pero tú puedes tontear con Sylphie y Roxy a la vez, ¿no? Yo me conformo con Cliff, claro, pero seguro que los tres se divierten mucho juntos”.

“Espera, ¿qué? No. No hacemos tríos ni nada parecido”.

“¿Qué, de verdad? Es una pena. Es un buen momento, te lo aseguro. ¿Por qué no lo intentas?”

¡Oh no! ¡El diablo me está tentando de nuevo! No la escuches, Rudeus. ¡Vete, Mara! ¡Amén!

“¡Escandaloso! ¡Desgraciado! ¡Voy a hacer que te expulsen de la biblioteca, Elinalise!”

“No creo que a Sylphie o a Roxy les importe, sabes.”

“¡Es fácil para ti decirlo, mujer! ¿Y si destruyo mis matrimonios?”

“Hmm. Supongo que Roxy puede ser un poco tensa a veces. Puede que no reaccione muy bien si le sueltas la idea de repente”.

“¡Sí! ¡Eso es lo que estoy diciendo!”

Sylphie solía estar de acuerdo con todo lo que le proponía. Era difícil saber lo que sentía por las cosas, y a veces me preguntaba si sacrificaba sus propios deseos para complacerme…

pero si le decía que quería probar esto, confiaba en que estaría de acuerdo.

Sin embargo, las cosas eran diferentes con Roxy. A pesar de su personalidad tan estricta, tenía un lado sorprendentemente inocente. Por lo que yo sabía, en el momento en que le propusiera hacer un trío, empezaría a hacer las maletas para irse a casa de sus padres.

“Ahora que lo mencionas”, murmuró Elinalise, “podría hablar con ellas sobre esto. Ya sabes… preparar el terreno para ti”.

¡Dios mío! Por supuesto. ¡Es brillante!

Roxy podría no reaccionar bien si sacara el tema de la nada, pero estaba aprendiendo activamente nuevas técnicas de dormitorio de Elinalise. Elinalise podría fácilmente empezar a dejar caer algunas lecciones sobre tríos en el plan de estudios. Y Sylphie también confiaba plenamente en sus consejos.

Esto era perfecto. Casi demasiado perfecto. Estaríamos luchando juntos en la cama en poco tiempo, ¡y ni siquiera tendría que sentirme incómodo al respecto!

“¡Elinalise! ¡Eres una diosa!”

¿Era un halo lo que veía sobre su cabeza? Emocionada, me incliné profundamente ante mi salvadora.

Elinalise respondió con un tono de voz divertido: “Vaya, vaya. Qué halago. Sin embargo, no estoy tan segura de querer ayudarte. No es que vaya a obtener nada del trato”.

“¡Guh!”

¿Ella había planteado la idea, y ahora se negaba a ayudarme? Qué mujer tan terrible.

Pero ahora no podía resistirme. Me tenía en la palma de su mano, y lo sabía. Tenía toda la fuerza de voluntad de un caballo con una zanahoria colgando delante de su nariz.

“¿Hay… algo… que pueda hacer por ti, Elinalise?”

Mientras miraba ansiosamente su rostro, Elinalise sonrió con maldad.

La mujer era realmente una villana. Ni siquiera mis sonrisas parecían tan malvadas. Probablemente.

“Bueno, creo recordar haber oído algo sobre un raro afrodisíaco del Reino de Asura”.

“Cierto. Todavía lo tengo. Nunca llegué a usarlo”.

“¿Te importaría dármelo? ¿Como un regalo?”

Ella tenía que estar hablando de esa pequeña botella de poción que había recibido de Luke.

Para ser honesto, nunca sentí la necesidad de depender de esa cosa. Tenía más resistencia que cualquiera de mis esposas, así que temía acabar perjudicándolas si lo tomaba. La idea de obligarlas a tomarla también me parecía un poco mal. Nunca había descubierto una buena manera de usarlo.

“¿Cómo quieres usarlo?”

“Para condimentar mi noche de bodas”.

“¿Acaso eso va a ser necesario?”

“Es una ocasión especial, querida. Más bien me gustaría tener a Cliff sobre mí como una fiera durante toda la noche”.

A veces me sorprendía la libertad con la que Elinalise abrazaba su propia calentura. Quiero decir, no era como si Cliff anduviera constantemente en un estado de excitación.

“Pregunta delicada, Elinalise, pero ¿alguna vez te preocupa que alejes a Cliff con tu…apetito?”

“En absoluto. No habríamos terminado juntos en primer lugar si él no pudiera soportarlo”.

“¿Alguna vez consideraste tratar de bajar el tono de las cosas por su bien?”

“Podría intentar contenerme, pero acabaría explotando. Prefiero ser consistentemente honesta sobre mis sentimientos”.

Eso fue Elinalise para ti, sin duda.

Sin embargo, ahora que lo pensaba, Cliff tampoco parecía forzarse a seguir su ritmo. Hacía todo lo posible por complacerla, pero me parecía que conocía sus propios límites.

Ambos se amaban intensamente, a su manera. Parecía una dinámica divertida para una relación. Los envidiaba.

“Bien, de acuerdo entonces. Tienes un trato. Lo traeré la próxima vez que me pase por aquí”.

“Eres muy amable, cariño. Oh, no puedo esperar a ver cómo es Cliff cuando ya no pueda controlar su pasión…”

Elinalise empezó a babear, con los ojos vidriosos de pasión. Empezaba a sentirme un poco preocupado por mi amigo, pero con suerte los dos saldrían de esto aún más unidos que antes.

***

Un mes después, me encontré en la única iglesia de Millis de la ciudad de Sharia.

Era un lugar majestuoso y solemne; no muy diferente a una catedral cristiana. Filas de bancos sencillos llenaban la mayor parte del espacio. Al frente, el símbolo sagrado de la fe de Millis se encontraba en un charco de luz solar que entraba por una enorme ventana de cristal. Y frente a ese símbolo, un sacerdote ofrecía una letanía de alabanza a Dios.

“San Millis siempre te guiará y velará por ti”.

Un hombre y una mujer estaban de pie frente al sacerdote, vestidos de blanco puro. Detrás de ellos, una veintena de espectadores miraban en silencio.

“Si alguien quiere dividirte, su escudo sagrado te protegerá. Si alguien quiere haceros daño, su santa espada lo juzgará. Y si vuestro amor es una mentira, su dolor ardiente atravesará los cielos”.

Yo era uno de esos espectadores. De hecho, estaba en la primera fila, vestido con las mejores galas de Asura.

Sylphie estaba a mi derecha y Roxy a mi izquierda. Ambas llevaban vestidos modestos y formales. No teníamos ninguna de esas prendas de antemano, así que habíamos salido a comprarlas para la ocasión. No estaba seguro de cuándo tendríamos que volver a usarlos, pero no estaba de más tenerlos cerca.

Ariel y Luke estaban de pie al otro lado de Sylphie, llevando lo que parecía ser ropa muy cara. Detrás de nosotros había otra fila de VIPs, incluyendo a Zanoba, Linia y Pursena. Y detrás de ellos, había una fila de invitados varios: Ginger, Julie y dos chicas que aparentemente eran las asistentes de Ariel, entre otros. No podía verlas desde mi posición, pero Norn y Aisha también estaban en algún lugar allí atrás.

Ambas llevaban también hoy bonitos vestidos, pero yo había optado por alquilarlos. Las dos estaban creciendo, así que me parecía prematuro comprar algo. No les había hecho mucha gracia, por supuesto.

También había algunos invitados que no reconocía. Pero, como era de esperar, Nanahoshi no había aparecido.

En las bodas de la iglesia de Millis, las filas de invitados estaban aparentemente divididas por rangos. La primera fila estaba reservada para los espectadores de mayor rango, así como para los familiares más cercanos de los novios.

La presencia de la princesa Ariel en la primera fila era natural, en otras palabras. Y Sylphie era la única pariente de Elinalise en la sala, lo que le valió un lugar. Por otro lado, yo sólo estaba aquí arriba porque era el marido de Sylphie. Eso me hacía sentir un poco fuera de lugar.

Sin embargo, Roxy lo tenía peor que yo. Estaba aquí como mi segunda esposa, y la Iglesia de Millis no tenía muy buena opinión de la bigamia. Creo que la situación le resultaba un poco incómoda, ya que había permanecido rígida en su sitio desde el comienzo de la ceremonia.

Luke había dicho que no había necesidad de cohibirse, ya que muchos nobles asurianos tomaban varias esposas a pesar de las doctrinas de su iglesia.

Tampoco creía que Roxy tuviera que sentirse culpable, que conste.

A medida que la ceremonia avanzaba con paso firme, un intercambio me llamó la atención.

“Cliff Grimor. ¿Juras amar a Elinalise Dragonroad, y sólo a ella, mientras ambos vivan?”

“Juro amarla hasta mi muerte”.

Aparentemente, la Iglesia de Millis también tenía votos matrimoniales. Y la elección de palabras de Cliff me pareció realmente pesada. Conociéndolo, mantendría su palabra al pie de la letra. Elinalise sería la única mujer que tocaría por el resto de su vida.

Yo admiraba esa clase de fidelidad… aunque aparentemente yo no era capaz de ella.

“Elinalise Dragonroad. ¿Juras amar a Cliff Grimor, y sólo a él, mientras ambos vivan?”

“Juro amarlo toda mi vida”.

No estaba seguro de qué pensar sobre el voto de Elinalise, sin embargo.

Sabía que trataría de mantener su palabra. Pero tenía que lidiar con su maldición, y también estaba el asunto de su tiempo de vida. Cliff probablemente iba a morir antes que ella, y sentí que eventualmente buscaría a alguien nuevo a quien amar. Y nadie podría culparla por ello, seguramente.

Sin embargo… era un poco extraño verla casarse, teniendo en cuenta que la razón por la que se había matriculado en la Universidad era para acostarse con un montón de jóvenes vigorosos. La vida está llena de sorpresas, ¿no?

“En ese caso, el novio puede colocar el Collar de Millis a su novia”.

Cliff aceptó con cuidado un collar grande y muy ornamentado del sacerdote. Era un accesorio ceremonial estándar, supuestamente hecho a imagen y semejanza de un collar que el propio San Millis había llevado una vez. Cada iglesia tenía su propia copia.

“Inclínate un poco, Lise”, susurró Cliff en voz baja.

“Ah, claro. Lo siento”.

Elinalise bajó un poco la cabeza y Cliff se puso de puntillas para colocarle el collar al cuello. No fue el momento más elegante. El pobre no parecía estar creciendo.

“Y ahora, la novia puede dar a su novio el beso promisorio”, dijo el sacerdote.

“Por supuesto”.

Inclinándose lentamente, Elinalise besó a Cliff en la frente, en lugar de en los labios.

Esta parte de la ceremonia se basó en una historia de la vida de San Millis.

El día de su partida al campo de batalla, Millis había entregado su collar a su “Amadísima”. A cambio, ella le besó en la frente, rezando al hacerlo por su regreso seguro.

Más tarde, cuando Millis estaba en grave peligro, su Amadísima levantó su collar hacia el cielo. Conmovido por su belleza y la profundidad de su amor, Dios intercedió para salvar a Millis.

Se decía que la historia estaba basada en hechos históricos reales, pero era difícil decir cuánto de ella era literalmente cierta.

“¡Dios del cielo, escucha mi súplica! Concede a estos dos el don del amor y la felicidad eternos”.

Al pronunciar estas palabras, el bastón de madera del sacerdote dejó escapar una brillante ráfaga de luz que iluminó toda la iglesia. Los recién casados se perfilaron contra el resplandor; con sus ropas blancas y puras, casi parecía que se fundían en él.

Fue un momento encantador y onírico que pareció durar mucho más de lo que fue. Incluso después de que la luz se desvaneciera, Elinalise y Cliff permanecieron como estaban, sonriéndose mutuamente. Parecían realmente felices. Y era obvio que iban a seguir así.

Casi me sentí culpable por pensar “¿Eh, ese bastón es un instrumento mágico, no?” en lugar de arrullar el espectáculo. Tal vez me estaba volviendo demasiado pragmático.

Una vez terminada la ceremonia, los invitados salieron de la iglesia mientras los recién casados miraban. Fue un evento bastante corto, a pesar de todo. Su objetivo era únicamente demostrar su amor mutuo a Dios, con nosotros como testigos. No hubo una recepción posterior ni nada por el estilo. Los miembros de la nobleza probablemente aprovecharían la oportunidad para una fiesta posterior, pero desgraciadamente Cliff era sólo un estudiante.

Aun así, si Badigadi hubiera estado aquí, tenía la sensación de que habría exigido a gritos que hiciéramos una fiesta. Y yo tenía ganas de celebrarlo por una vez. Era una ocasión feliz, después de todo.

“¡Eso fue increíble!”

“¡La novia se veía tan hermosa!”

Aisha y Norn también estaban de buen humor. Habían estado charlando con entusiasmo sobre la ceremonia desde que salimos de la iglesia. Nunca habrías adivinado que había alguna tensión entre ellas.

Aunque, pensándolo bien, no los había visto pelearse últimamente. En todo caso, se llevaban bien.

“Las bodas Millis son tan románticas, ¿no?”

“¡Sí! Quiero llevar un vestido así”.

Mientras mis dos hermanas se desahogaban, las miré furtivamente.

Podía ver a Norn enamorándose de alguien y poniéndose su propio vestido blanco puro algún día. No era el más agradable de los pensamientos. Tendría que darle al afortunado un puñetazo en la cara como regalo de bodas.

Aisha, sin embargo… no estaba tan seguro de ella. Era difícil imaginarla huyendo para casarse. Tal vez pasaría toda su vida como la criada de la familia.

“Supongo que las chicas sueñan con ese tipo de ceremonia, ¿no?” dije, volviéndome hacia Sylphie.

“Bueno, claro. Pero no me quejo”, respondió con una sonrisa. “La nuestra fue bonita a su manera. Me gustaba lo íntimo que era”.

Por supuesto, si ella quería su propia ceremonia de boda, podíamos hacer algo parecido. Aunque no éramos miembros de la Iglesia de Millis, así que sería más una imitación que otra cosa. Cliff probablemente aceptaría oficiar la ceremonia si me arrodillara y se lo rogara.

Tampoco dudaría en arrastrarme por el bien de Sylphie. Un buen hombre antepone su esposa a su dignidad.

“…”

Alguien había tirado silenciosamente de mi manga izquierda. Me giré para encontrar a Roxy mirándome.

Se había maquillado para la ocasión, lo que no hacía sino realzar su belleza. Sin embargo, el rubor de sus mejillas parecía ser puramente natural.

“¿…quieres tener tu propia ceremonia de boda, Roxy?”

Los dos nunca habíamos llegado a celebrar formalmente nuestro matrimonio. El momento tuvo mucho que ver con ello; después de todo, acabábamos de recibir la noticia de la muerte de Paul. Pero, además, los Migurd no tenían tradición de ceremonias matrimoniales. Roxy me había dicho por adelantado que no sería necesario.

Sin embargo, no me habría sorprendido que hubiera cambiado de opinión después de hoy.

“No, no será necesario. Pero… trata de leer entre líneas, ¿quieres?”

Con eso, Roxy cerró los ojos y frunció el ceño.

No estaba del todo seguro de lo que había provocado esto, pero no iba a dejar pasar una invitación tan deliciosa. Tomando a Roxy por los hombros, la acerqué y la besé en la frente.

“¿Qué…?”

“Perdona por eso. Tu frente está especialmente adorable hoy”.

“¿Es…? Hee hee.”

Roxy parecía un poco confundida al principio, probablemente por el lugar donde había plantado mi beso. Pero una vez que la felicité, una gran sonrisa bobalicona se extendió por su cara.

La mujer era realmente fácil de manipular. Pero eso era sólo otra parte de lo que la hacía encantadora.

Bien, creo que me he decidido. Tiene que ser Roxy esta noche…

“¡Oh! ¡Rudy, dame uno también!”

Aferrada a mi brazo derecho, Sylphie empujó su cabeza hacia mí expectante.

Naturalmente, no iba a decepcionarla. ¿Por qué iba a dudar en plantar un beso en la frente de una mujer hermosa?

“Hee hee hee…”

A pesar de que ella había iniciado el beso, Sylphie se llevó una mano a la frente y soltó una risita tímida.

¿Tenía que ser tan linda todo el tiempo? Vaya. Ahora quiero acostarme con ella esta noche. Pero también con Roxy…

Hmm. ¿Qué tal las dos a la vez?

No estaba seguro de si Elinalise había terminado de preparar el terreno para mí. Sin embargo, hacía tiempo que no se lo pedía y hacía tiempo que le había dado el afrodisíaco.

Tal vez era seguro darle una oportunidad a esto…

“Rudeus, ¿podrías intentar controlarte?” dijo Norn, interrumpiendo mi sesión de miradas lascivas. “Estamos en público”.

La mirada en su cara transmitía claramente la parte tácita de su mensaje: Acabo de ver una boda muy bonita, pero tu degeneración está acabando con el ambiente. Comprendí cómo se sentía. No es muy divertido ver a tu hermano seduciendo a una mujer, y mucho menos a dos de ellas a la vez.

“Aw, ¿alguien está un poco celoso?”

“¿Qué…? ¡Gah! ¡Déjalo!”

A modo de disculpa, le di a Norn un gran abrazo y le planté un beso en la frente. Sonrojada, se apartó y empezó a frotarse furiosamente en el lugar donde mis labios la habían tocado.

Qué espectáculo tan espléndido.

“…”

Aisha asimiló todo esto con una mirada extremadamente envidiosa. Era obvio que quería ser incluida, pero temía que yo la rechazara. No es que tuviera ninguna razón para estar preocupada, por supuesto.

“¡Aisha!”

Con mi mejor intento de sonrisa cálida y cariñosa, me volví hacia ella y abrí los brazos.

“¡Rudeus!”

Con su cara brillante de alegría, Aisha saltó hacia mí. Después de recibir su beso en la frente, se acurrucó contra mí como un gato feliz. ¡Fwahaha! Ven. ¡Sufre en mi abrazo!

Sin embargo, no puedo decir que apruebe que enrede sus piernas alrededor de las mías en público. Llevaba un vestido y todo, así que probablemente estaba exponiendo su ropa interior.

“Aisha, basta con tus piernas. Llevas un vestido, ¿recuerdas? Supongo que no quieres exhibir a todo el mundo en la calle”.

“¡Está bien! ¡Entendido!”

Alejándose de mí con una sonrisa de satisfacción, Aisha volvió a trotar por la calle.

¿Qué iba a hacer con ella? Es cierto que sólo tenía once años, lo que la convertía en una niña. Pero, por desgracia, hay algunos caballeros que consideran que cualquier persona de más de diez años es un juego limpio. Necesitaba que fuera más cuidadosa.

“…”

Mientras me ponía en marcha tras mi hermana, me vino a la cabeza un pensamiento perdido.

En una carta que escribió hace algún tiempo, Paul había sugerido que celebráramos una vez que nuestra familia estuviera reunida. Tenía la intención de hacer algo en ese sentido, pero de alguna manera habían pasado seis meses sin que ocurriera.

Tampoco habíamos celebrado una fiesta para Aisha y Norn en su quinto o décimo cumpleaños. Me sentí culpable por ello, sobre todo porque a su edad me habían agasajado con una gran fiesta.

Siempre es bueno que alguien lo celebre por ti, ¿no?

Sí, de acuerdo. Hagamos una fiesta.

Leyendas de la Universidad #7: El Jefe es un pez gordo.