Mushoku Tensei: Isekai Ittara Honki Dasu (NL)

Volumen 13

Capítulo 11: Día De Graduación

Parte 2

Al final, Pursena estalló primero. Esa sola palabra, “gordito”, la había llevado al límite.

“¡Grrrah!”

Saltó hacia Linia, retirando su puño para asestarle un poderoso golpe.

“¡Hissss!”

Linia reaccionó con toda la agilidad de una pantera, arremetiendo con su propio puño…

“Guh…”

“Ngh…”

Y acabaron golpeándose mutuamente con un doble golpe cruzado

Los dos se tambalean hacia atrás… y entonces el duelo comienza en serio.

“¡Oh, Dios! ¡Pursena carga ferozmente hacia adelante! ¡Pero Linia la esquiva limpiamente! Pursena se lanza hacia ella como un tanque, pero… ¡ella la esquiva! Linia sigue con la táctica de golpear y huir, amigos. ¡Pursena le pisa los talones! Pursena tiene la ventaja en poder, y su oponente es un poco más rápida. Si se trata de un combate a golpes, Linia no tiene ninguna oportunidad. Pero la potencia no es lo único que cuenta. Tienes que atraparla primero, ¡o tu fuerza es inútil!”

“¡Mira ese juego de pies! ¡Un hermoso golpe! ¡Y otro! ¡Y un recto! ¡Wow, Pursena simplemente se encoge de hombros! Linia no puede acercarse lo suficiente. ¡Está un paso más allá! ¡Oh, Dios! ¡Qué brutal derecha de Pursena! ¡Dios se apiade de ella!

“¡Linia se tambalea hacia atrás! ¡Ella sintió esa, damas y caballeros! ¡Y Pursena no se rinde! ¿Y ahora qué, Linia? ¿Corres por ella? ¡No! ¡No, ella se mantiene firme! ¡Un golpe de izquierda! ¡Y otro! ¡Oh, ese es uno afilado! ¡Pursena está recibiendo algunos golpes aquí! ¡Linia es una boxeadora tenaz por derecho propio! Puede que no tenga la potencia de Pursena, ¡pero ha terminado de huir!

“Pursena se echa atrás. Y, sin embargo, sus ojos brillan. Es un sabueso, amigos, ¡y tiene a su presa contra las cuerdas! Linia arremete con su derecha mientras Pursena se adelanta…

“¡Oh, Dios mío! ¿¡Quieres ver toda esa sangre!? ¿Linia acaba de cortarla con un cuchillo?

“¡No! ¡No, fueron sus garras! ¡Extendió sus garras y arañó a Pursena cuando ese golpe aterrizó! Es el golpe mortal del gatito, perfeccionado. Y es legal, amigos. ¡No hay límites en esta pelea!

“¡Linia golpea y acuchilla! ¡Puños y tajos! ¡Es un aluvión de ambos lados! ¡Ahora tiene a Pursena haciendo muecas! Este es un nuevo tipo de dolor, y ella no lo esperaba. ¡Dios mío! ¡Linia acaba de romper un gran rasgón en su uniforme! ¡Estamos en el territorio de las disfunciones de vestuario! ¡Tenemos que ir a la publicidad, amigos!

“¡Oh, Dios, ¡Pursena va a por ello de todos modos! No le importa. Ahora es una boxeadora, no una adolescente tímida. ¡Bam! ¡Le pega un gancho de derecha al cuerpo de Linia! Puedes ver la agonía en su cara. ¿Esto es todo? ¿¡Va a terminar Pursena!?”

“Si esto no tiene límites, ¿por qué no están usando ninguna magia?” Preguntó Nanahoshi.

“Ah, buena pregunta. Cuando Pursena convirtió esto en una pelea cuerpo a cuerpo al principio, hizo que su magia fuera casi irrelevante. No se están dando el tiempo que necesitarían para completar un encantamiento. Sylphie o yo podríamos lanzar algunos hechizos silenciosos en esta situación, pero estos dos son luchadores por naturaleza. Y con todo este ejercicio extenuante, les resultaría difícil decir una sola palabra en este momento. ¿Puede un corredor de maratón recitar un poema mientras trota por la carretera? No, sería…”

“De acuerdo, lo entiendo. Siento haberte interrumpido así. Puedes seguir ahora”.

“¡…Linia ha dejado de moverse por completo! ¡Ahora es una pelea interna, amigos! ¡Están intercambiando golpe por golpe! ¿Se ha perdido toda esperanza? ¡Los golpes de Pursena han neutralizado la velocidad de Linia! ¡Ya no puede jugar al juego de golpear y huir! ¿Ha perdido la mariposa sus alas? ¿Ha caído indefensa en las fauces de su enemigo?”

“¡No! ¡Todavía no ha terminado! ¡Está esquivando los golpes, amigos! ¡Los está esquivando! Con sus reflejos felinos, se agacha y se mueve. ¡Con su técnica bien afinada, se desliza y rueda! ¡Todavía no ha recibido un golpe sólido! ¡Y ahora, el contragolpe! ¡Un brutal golpe de gatito! ¡Un chorro de sangre! Atrapó la mejilla de Pursena y la hizo saltar hacia atrás.

“Linia” da un paso adelante para presionar su ventaja. ¡Oh, una patada alta brasileña! ¡Quiere noquear a esa chica! ¡Oh! Pursena… ¡Pursena se lanza hacia adelante! ¡Se lanza al ataque! ¡Dios mío, ha mordido la pierna de Linia! ¡La mordió mientras se balanceaba hacia su cuello! ¡Es un perro de ataque, amigos! ¡Es una bestia! ¡Es una loba! ¡Sus puños no son su única arma!

“Pursena” presiona hacia adelante, y… ¡arrastra a su presa al suelo! ¿¡Linia se acercó demasiado!? ¡Pero Pursena no es la única con dientes asesinos! ¡Ella también muerde! ¡Mira esos dientes! ¡Es un combate de lucha libre ahora, y sólo se va a poner más vicioso!”

“Para ser honesto, a mí me parece que están dando vueltas y golpeándose…”

“Bueno, sí. También se podría decir así”.

“Mira, odio ser un aguafiestas, pero ¿puedo preguntarte algo?”

“Claro. ¿Qué pasa?”

“Parece que se están tomando esta pelea muy en serio. ¿Por qué lo convierten en una gran broma?”

“…Lo siento.”

***

El duelo se prolongó durante bastante tiempo.

En cierto modo, había comenzado con el intercambio de insultos y luego había pasado a la fase de los puñetazos. Al principio parecía un combate de boxeo de alto nivel, pero al final se convirtió en algo más parecido a una desagradable pelea de patio de recreo, con arañazos y mordiscos.

Durante lo que parecieron horas, los dos rodaron por la nieve, forcejeando el uno con el otro… pero entonces, por fin, se detuvieron.

Sólo una de ellas se levantó.

“Lo hice, carajo…”

Era Pursena.

Estaba cubierta de pies a cabeza de arañazos, mordeduras y moratones. Sus ropas estaban raídas, mojadas por la nieve y manchadas de sangre. Algunas de sus heridas aún sangraban.

Era un espectáculo impresionante.

Era una mujer que había luchado por su vida… y había salido triunfante.

“…”

Pursena miró a su enemiga caída, y se mostró conflictiva por un momento. Pero luego giró su cara hacia un lado con altivez.

Un momento después, se tambaleó hacia nosotros.

“Soy la ganadora, jefe”.

“Eh, sí. Enhorabuena… Siéntate un momento, ¿vale? Te curaré”.

Alargué la mano para tocar una herida abierta en su hombro, pero me apartó la mano de un manotazo. “Gracias, pero no gracias. Son cicatrices de honor. Prefiero conservarlas”.

“Oh… claro.”

Cicatrices de honor, ¿eh?

Realmente habían hablado muy en serio. Me sentí un poco avergonzado por asumir casualmente que nadie saldría herido aquí.

“No sé si volveré a ver a Linia, ¿sabes? Al menos tendré esto para recordarla”.

“Eh, bueno… ¿no vais a estar juntos hasta que salgáis de la ciudad, al menos?”

“No, vamos a ir por caminos separados aquí y ahora. Tenemos las maletas hechas y todo.”

Deben haber acordado eso de antemano. Este era el lugar donde sus caminos se separarían, así que también podría ser el lugar donde se despidieran. Había algo de poesía en eso.

Parecía que tendría que cancelar mis planes para una fiesta de despedida. Arruinaría todo el asunto.

“…Asegúrate de conseguir a alguien que te remiende, ¿de acuerdo? Aunque no sea un mago”.

“Sí, lo sé”.

Con eso, Pursena se tambaleó en dirección a los dormitorios.

Mientras miraba, Nanahoshi corrió para unirse a ella. Colocó su chaqueta sobre los hombros de Pursena y salieron juntas, con Pursena apoyándose en ella. La chica tenía un lado amable.

Ahora bien…

Me acerqué a donde estaba Linia y la estudié desde arriba. “¿Estás viva?”

No estaba inconsciente ni nada, sólo miraba al cielo con una mirada distraída.

“Sí”, dijo después de un momento. “Supongo que sí”.

La chica tenía tan mal aspecto como Pursena, si no peor. Sus ropas estaban rasgadas y hechas jirones; uno de sus hombros sangraba profusamente, manchando la nieve de rojo; y su cara estaba hinchada por todos los golpes que había recibido. También le salía sangre de la boca. Me pareció que probablemente era de un corte dentro de ella, más que de alguna lesión interna.

“No te ves tan bien, sabes”.

“Tampoco tengas mucho calor”.

Al examinarla más de cerca, me di cuenta de que la ropa de Linia ya no ocultaba adecuadamente ciertas partes de su anatomía. Me quité el abrigo y lo puse sobre ella. No quería distraerme aquí. Hacía un poco de frío sin él. Con suerte, Nanahoshi no iba a empeorar su resfriado.

“Gracias, jefe”.

Linia movió lenta y temblorosamente los brazos hacia arriba y juntó las manos detrás de la cabeza. También cruzó las piernas. Casi parecía que estaba descansando en un sofá, en lugar de un montón de nieve sucia.

“Hombre… supongo que he perdido, mew”.

Sus palabras flotaron en el aire como una nube de vapor, y luego se disiparon.

“Sin embargo, fue una gran pelea”, dije.

“Dame un respiro, jefe. Escuché todo tu comentario. Parecía que te estabas divirtiendo de verdad”.

Me parece justo. Quizá no me lo había tomado demasiado en serio.

Sin embargo, su partido fue emocionante de ver. Fue algo así como… una pelea de gatas realmente viciosa, ¿tal vez? ¿O una lucha apasionada entre dos contendientes desesperados por el título?

Uh, vamos a tratar de evitar las metáforas de boxeo, en realidad. Probablemente sólo la enojaría…

“Al menos te he dado algunas risas para que me recuerdes, ¿eh?”

“Lo siento. Me siento un poco mal ahora”.

“No pasa nada. Estoy seguro de que sólo parecía una pelea loca desde el banquillo, ¿no? Y de divertirse se trata la vida”.

Mientras decía esas palabras, Linia hizo una mueca. Se giró para lamerse un feo corte en el brazo.

“¿También quieres pasar la magia curativa?” pregunté con cautela.

“Bueno, no me gusta llevar recuerdos de mis derrotas, para ser sincero… pero sí, supongo que haré una excepción con esto. Tal vez pueda presumir de ellas dentro de un par de años”.

Yo mismo había dejado unas cuantas cicatrices en guerreros bestia a lo largo de los años. Me preguntaba si alguno de ellos las mostraba con orgullo.

“…”

Linia guardó silencio y miró al cielo.

Yo también miré. Hoy estaba gris, un cielo típico de los Territorios del Norte. Esta noche nevaría más, sin duda.

“¿Qué piensas hacer ahora, Linia?”

“Hmm. ¿Qué quieres decir?”

“Bueno, dijiste algo sobre vivir como quieres. ¿Tienes algo en mente?”

“Sí, claro. Supongo que viajaré un tiempo y luego montaré mi propia tienda”.

Era… muy difícil imaginar a Linia dirigiendo un pequeño negocio con éxito. Podría verla como aventurera, tal vez, pero…

“Espero que tengas un plan real elaborado”.

“¡Claro que sí!”

Bueno, al menos sonaba confiada. ¿Tal vez estaría bien si tuviera un plan?

Todavía no me sentía demasiado tranquilo. Tenía el presentimiento de que iba a meter la pata con un montón de ideas a medias y a meterse en un buen lío.

“Como yo lo veo, voy a estar rodando en el dinero en cinco años más o menos.”

“…Hmm. Bueno, está bien. Siempre puedes venir a pedirme ayuda si lo necesitas, para que lo sepas”.

“Myahaha. Una vez que me vaya a lo grande, ¡te dejaré que me prestes dinero!”

A pesar de que acababa de perder el duelo más importante de su vida, Linia no parecía demasiado deprimida. Tal vez estaba feliz de estar libre de sus responsabilidades con la tribu Doldia, al menos por ahora. O tal vez sólo estaba poniendo una cara valiente en las cosas.

En cualquier caso, parecía que había aceptado que un capítulo de su vida había llegado a su fin.

***

Linia y Pursena no se despidieron de los demás.

Se dirigieron directamente a su dormitorio después del duelo, una un poco más tarde que la otra. Allí se desinfectaron y vendaron sus heridas, cogieron sus maletas y salieron del campus a distintas horas.

Yo despedí a Linia y Nanahoshi hizo lo mismo con Pursena.

Ninguna de las dos estaba especialmente habladora. Nos pidieron que nos despidiéramos de Zanoba y Cliff de su parte, pero eso fue todo. Probablemente nuestros amigos estarían un poco tristes por haber perdido la oportunidad de devolverles el favor.

Pursena se dirigía presumiblemente de vuelta al Gran Bosque, donde se entrenaría a fondo para asumir el liderazgo de la tribu. El futuro de Linia era más incierto, pero quería creer que encontraría su propio camino.

Parecía que se habían resignado a no volver a verse. Era una verdadera lástima, teniendo en cuenta lo unidos que habían estado. Sin embargo, no pude evitar admirar su resolución y determinación.

***

Un poco de digresión aquí, pero: Esa misma noche, escuché por casualidad a alguien hablando en la calle.

Para citar: “Sí, he visto a estas dos mujeres beastfolk cubiertas de vendas discutiendo sobre algo en la parte trasera de un vagón de pasajeros”.

Seguramente se habían olvidado de comprobar los horarios de los vagones que salían de la ciudad, y acabaron atrapadas en el mismo.

Así que su dramática separación de caminos.

Leyendas de la Universidad #11: El Jefe siempre arregla sus cuentas.