Musume Janakute Mama ga Sukinano! (NL)

Volumen 5

Capitulo 2: Desnudez y Delantal

Normalmente, deberíamos proceder inmediatamente a la siguiente parte de la historia.

Nuestro primer día de convivencia aún no ha terminado.

Hay muchos eventos que debemos hacer juntos, como ir de compras, cenar, bañarnos y demás.

Y sobre todo, después de todo eso, nos esperaba nuestra primera noche.

Nuestra primera noche de convivencia, no de bodas.

Nos aguardaba nuestra primera noche bajo el mismo techo.

Estoy seguro de que todo el mundo se está preguntando qué pasará con nosotros dos en esta noche.

Sin embargo.

Antes de nuestra emocionante “primera noche de convivencia”, hay una historia que realmente quiero contar.

Incluso si no sigue el orden cronológico de los eventos, hay un recuerdo del que quiero hablar.

Se trata del delantal al desnudo de Ayako-san.

Hablé un poco sobre ello en el capítulo anterior… pero creo que no se habló lo suficiente o la información fue bastante fragmentada.

Y así como están las cosas, existe el riesgo de que se piense en ella como una pervertida que se vistió con un atuendo muy depravado.

Pero no. No es así.

Hay una buena razón por la cual Ayako-san se vistió con esa ropa vergonzosa.

Y una razón muy propia de ella, además.

Por eso, me gustaría hablar sobre ello. Para aclararlo. No me importa que a mí me malinterpreten, pero no puedo soportar que Ayako-san sea malinterpretada.

Les pido perdón por devolverme abruptamente al pasado.

Y si no les importa… acompáñenme un rato en este corto relato, como aquella vez con el bikini de Santa.

Esto sucedió cuando Ayako-san aún no sabía nada sobre nuestra convivencia.

En el último día de nuestra semana de coqueteo.

En otras palabras… esto es algo que sucedió ayer.

***

Domingo por la tarde.

“…Haah.”

Mientras estaba de pie frente a la entrada de la casa Katsuragi, no pude evitar suspirar.

Iba a encontrarme con Ayako-san en su casa hoy.

Esto es lo que comúnmente se llama una “cita en casa”.

Normalmente, estaría extremadamente emocionado por ver a Ayako-san y tener una cita con ella que nunca suspiraría… pero recientemente, he estado sufriendo con algunas circunstancias complicadas.

Por supuesto, estoy feliz de poder verme con Ayako-san.

Más aún hoy, que es el día antes de que se vaya a Tokio.

El último día para reunirnos antes de la relación a distancia.

Con ese trasfondo, la “cita en casa” de hoy posiblemente sea una bastante animada. Posiblemente nos esforzaríamos para pasar un rato íntimo para compensar el tiempo que no podríamos vernos.

Pero algo en mí no me permitía emocionarme tanto.

No podía dejar de sentirme culpable, aunque tratara de levantarme el ánimo.

Porque, en realidad… nosotros no tendremos una relación a distancia.

Es más bien todo lo contrario.

¡A partir de mañana empezaremos a vivir juntos!

En vez de estar lejos, estaremos bastante cerca.

Ayako-san aún no sabe este hecho, solo yo lo sé.

Haah… Me siento muy culpable.

Mi corazón ha estado sufriendo durante toda la semana.

No podía soportar ver a Ayako-san, que parecía tan triste creyendo que íbamos a estar separados. Para ser honesto, hubo momentos en los que pensé confesárselo todo.

Pero… no podía romper mi promesa con Oinomori-san.

No la conozco tan bien, pero aun así lo entiendo.

Me lo dice mi instinto.

Tengo la sensación de que si rompo mi promesa con esa persona… sería terrible.

Aunque bueno, parece que ella está pensando seriamente en Ayako-san y, sobre todo, incluso se ha ocupado de mi pasantía.

Así que no puedo traicionar su confianza.

“…Bien.”

Recobré el espíritu y me preparé mentalmente.

Suprimí la culpa y puse mi mejor cara expresiva. Hasta el día de hoy, he tenido que interpretar el papel de un “novio justo antes de que su novia se vaya a Tokio y tengan que estar separados”. Así que a seguir esforzándome.

Presioné el intercomunicador con determinación.

“¿S-Sí?”

Escuché la voz de Ayako-san desde detrás de la puerta.

“¿Ta-kun? Eres Ta-kun, ¿verdad?”

“Sí.”

“…Menos mal. Entonces entra. La puerta está abierta”, dijo como con prisa.

Hmm. Me pregunto qué pasa, normalmente ella me abre la puerta.

Con esa duda en mi mente, abrí la puerta y me quité los zapatos.

Y cuando entré a la sala, todas mis dudas se desvanecieron. Ya veo, no hay manera de que pueda salir a abrir la puerta y recibirme luciendo así.

Ayako-san estaba vistiendo solo un delantal.

Desnuda, con un delantal encima.

No hay otra forma de describirlo.

No llevaba ninguna prenda más, solo un delantal blanco sobre su cuerpo desnudo. Sus hombros, su escote y sus muslos estaban expuestos, dándole un aspecto extremadamente sensual.

Al ver la impactante escena, me quedé en silencio durante unos segundos.

Quedé hipnotizado. La apariencia de Ayako-san desnuda con solo un delantal tenía un encanto feroz y violento.

“…Eh. ¿Q-Qué estás haciendo, Ayako-san…?”

“¿Que qué estoy haciendo…? P-Pues, un delantal al desnudo.”

Cuando logré exprimir la pregunta, Ayako-san respondió de una manera muy avergonzada.

Su rostro estaba teñido de rojo por la vergüenza y parecía que iba a salir huyendo en cualquier momento, pero no lo hizo.

Se quedó allí y me mostró su apariencia actual.

Un delantal al desnudo, un atuendo que encarna el deseo de los hombres.

“No estoy segura, pero… a los hombres les gusta esto, ¿verdad? Este es el romance de los hombres, ¿verdad?”

“E-Eso es, bueno…”

¡Lo es!

¡Es el romance de los romances!

Ayako-san desnuda en delantal… No sé cuántas veces he fantaseado con eso en la última década.

Para ser honesto, Ayako-san a veces parecía llevar un delantal al desnudo cuando usaba un delantal sobre sus ropas ligeras en el verano y siempre me ponía muy nervioso cuando la veía.

“¡N-No te preocupes! ¡Es un ‘falso’ delantal al desnudo…! ¡Estoy usando ropa interior por debajo como es debido!” Ayako-san alzó la voz en un tono avergonzado y movió levemente la parte del hombro de su delantal.

Pude ver la tira de su sostén en la parte que quedó expuesta.

Ella no estaba realmente desnuda y parecía llevar ropa interior.

Me sentí aliviado y decepcionado.

Aunque eso… también es erótico a su manera.

“D-Después de todo, no soy tan pervertida como para vestir de repente un auténtico delantal al desnudo a plena luz del día…”

No dejó de excusarse, pero creo que hacer de repente “un falso delantal al desnudo” a plena luz del día es también un acto bastante agresivo.

Aunque no voy a decirlo.

“Por eso, bueno… como es uno falso, por favor no mires desde demasiados ángulos, ¿de acuerdo? Quiero que disfrutes de la vista desde el frente…”

“……”

“Ah, no, mentira… Después de todo, tampoco mires mucho de frente… me da tanta vergüenza que podría morir…”

Ayako-san se retorció tímidamente. Como resultado, la parte interior de sus muslos, axilas y otras partes peligrosas quedaron visibles bajo su delantal, lo que alteró por completo mi estado mental.

“Uuh… Ta-kun, ¿no doy pena? ¿No te disgusto? ¿No estás pensando en algo como ‘¿Qué rayos está haciendo esta vieja?’?”

“¡N-No estoy pensando nada de eso!”

Traté de animar a toda prisa a Ayako-san, que se estaba volviendo emocionalmente inestable.

“Pero, ¿por qué de repente estás vestida así…?”

“P-Porque… hoy es el último día”, dijo Ayako-san con una cara que parecía estar a punto de llorar en cualquier momento. “Quería hacer algo memorable para el último día… Quería dejar un fuerte impacto en ti para que no me olvidaras, para que me recordaras vívidamente, aunque estuviéramos separados. Cuando pensé en ello, se me ocurrió que… n-no tenía más remedio que hacer algo como un delantal al desnudo.”

“Ayako-san…”

Parece que el delantal al desnudo era su propia forma de ser considerada conmigo.

Como era el último día antes de la relación a distancia, se atrevió a dar un paso intrépido.

Todo por mí.

Estaba muy feliz por eso.

Pero al mismo tiempo, me dolió mucho el pecho.

Uwaa… me siento muy culpable.

Porque.

Porque… realmente no vamos a estar separados.

“Uuh… Me voy a sentir muy sola. No quiero ir a Tokio…” dijo Ayako-san con una voz muy triste. “A partir de mañana, ya no podremos vernos así, ¿verdad?”

Podremos.

Podremos seguir viéndonos.

Nos veremos todos los días durante tres meses a partir de mañana.

“P-Por supuesto, planeo volver tan a menudo como pueda, pero… no puedo regresar más de una vez a la semana… ¡A partir de mañana, me tomará unas dos horas en shinkansen para poder verte!”

No tomará tanto.

Podremos reunirnos en cero segundos todos los días.

“Tampoco podremos hablar así. Por mucho que pueda hacer una llamada telefónica… ¡es muy diferente escuchar tu voz real…!”

Podremos hablar.

Podremos hablar en persona todo lo que quieras.

“Ni tampoco abrazarnos… o b-besarnos…”

Podremos hacerlo.

Y creo que será más frecuente que ahora. No he dejado de fantasear con pedirte que me des besos de despedida.

“…Desearía que pudieras venir conmigo a Tokio. Desearía que pudiéramos vivir juntos.”

Lo haremos.

Viviremos juntos a partir de mañana.

“…Oh. Lo siento, Ta-kun. Solo estoy diciendo cosas egoístas.”

“D-Descuida.”

¡C-Cómo me duele el pecho…!

Estoy a punto de morir por la culpa. ¿Qué rayos estoy haciendo, mintiéndole a mi amada y haciéndola sentir tan sola?

“No puedo seguir quejándome así, ¿verdad? Hoy es el último día que podemos vernos así, así que debemos hacer que sea un recuerdo agradable…”

“T-Tienes razón. Vamos a pasar un buen rato hoy.”

“Sí. Tengamos una cita divertida en casa. Voy a irme a cambiar de ropa, así que espera un momento.”

“…¿Eh?”

Las palabras salieron de forma natural y no pude evitar preguntar de nuevo.

“¿Te vas a cambiar de ropa?”

“V-Voy a cambiarme. Es lo normal, ¿no? Esto es… ya sabes, es como si formara parte de un sketch cómico.”

Un sketch cómico.

Bueno, ciertamente se siente como sacado de un sketch cómico, pero ¿no crees que te estás menospreciando demasiado?

“No puedo seguir llevando este vergonzoso atuendo para siempre, ¿verdad? Además, no sé cuándo podría regresar Miu.”

Ayako-san de repente dijo algo con sentido común.

…En ese caso, creo que es extraño que se haya puesto un delantal al desnudo en primer lugar, pero dejémoslo así.

¿En serio?

¿Vas a cambiarte de ropa?

¿Se acabó el delantal al desnudo?

“…Este.” Sentí un arrepentimiento feroz, así que abrí la boca y pregunté, “¿Puedo tomar una foto antes de que te cambies de ropa?”

“¡¿Una foto?! ¡¿D-De mi delantal al desnudo?!”

“Sí.”

“¡N-No, absolutamente no!” Ayako-san se negó rotundamente.

“Por favor.”

“¡No, es imposible! ¡No puedo hacerlo!”

“…¿No te pareció bien cuando estabas usando un traje de sirvienta?”

“N-No es lo mismo, ¿cierto? Ese era un disfraz hecho para hacer cosplay. Si alguien te viera, aún podrías salirte con la tuya diciendo que es un hobby… p-pero un delantal al desnudo es un atuendo que solo se pondría una mujer penosa que se echó novio y se dejó llevar… como yo ahora…” dijo Ayako-san, hiriéndose a sí misma.

“¿Es absolutamente imposible?”

“…E-Es imposible. No me mires así… N-No es no. No importa cuánto me lo pidas, es imposible…”

A medida que su rechazo se hacía más y más débil, me sentí impulsado por una emoción indescriptible.

Oh~~, ¡me pregunto qué es esto!

¡Siento ganas de seguir presionándola!

Sé que estoy siendo egoísta, ¡pero Ayako-san también tiene la culpa!

Si se niega de esa forma… ¡solo hace que quiera presionarla más!

¡Porque si la presiono, creo que terminara aceptando!

“…Por favor.”

La obsesión por el delantal al desnudo… y el débil rechazo que parece ser ya una invitación.

Esos elementos se mezclaron y despertaron al diablo dentro de mí.

“No podremos vernos a partir de mañana, así que quiero un último recuerdo tuyo. Quiero un recuerdo que me ayude a superar nuestra relación a distancia.”

“Ta-kun… pero eso es…”

Ayako-san lucía avergonzada y aproblemada.

La culpa palpitó en mi pecho, pero aun así no pude resistir la tentación del diablo.

¡La tentación de grabar la exquisita escena frente a mis ojos!

“Es… verdad. No podremos vernos a partir de mañana… En ese caso… ah, pero, uuh… uuh~~.”

Mientras sufría de una angustia intensa, levantó la vista y me miró a los ojos.

“¿E-Estás seguro de que este es el último recuerdo que quieres de mí?”

“Sí.”

“¿Realmente quieres tomarme fotos vestida así… y mirarlas una y otra vez?”

“Sí.”

“…Cielos, Ta-kun”, dijo Ayako-san.

Se sonrojó de vergüenza, con un rostro que no parecía disconforme.

“…Entonces, solo unas pocas.”

Después de eso…

Empecé a tomarle fotos vergonzosas.

Aunque internamente me disculpé una y otra vez… le tomé muchas fotos porque “solo unas pocas” no me bastaba.

Fin del recuerdo.