Isekai Maou to Shoukan Shoujo Dorei Majutsu

Volumen 14

Interludio 1: Morir

Una intensa lluvia caía en el gigantesco Castillo Magimatico Viovix. Allí, un lancero Pantherian conocido como Chobi, se arrodillo y empezó hablar entre jadeos de dolor.

“Thanatos… creí… que no podías morir…”

En toda la parte externa del castillo había grandes agujeros por el cual los fuertes vientos azotaban la estructura. Con el suelo completamente hundido, todo el edificio estaba distorsionado y grandes grietas hacían que su estructura fuera cada vez más débil. En el suelo se podía ver como un elfo vestido de negro estaba acostado.

“Ugh… haa… ¿Dónde está esa maldita cosa dorada…?” su voz sonaba cada vez más distante.

Su estómago estaba completamente desgarrado y además de allí salían cantidades alarmantes de sangre. Al parecer ya no podía ver a pesar que sus ojos permanecían abiertos incluso con esta intensa lluvia.

Chobi, se giró para observar a su enemigo. En el suelo tirado había ser magimatico: Era Goldinus el dorado, quien crujía y rechinaba mientras luchaba por ponerse de pie.

—Esta maldita cosa aún se puede mover…

“Lo hemos derrotado… así que iré a darle el golpe final” Él le dijo a Thanatos eso, pero en realidad estaba mintiendo.

“¿En serio…?” Thanatos respondió con una voz débil. “Entonces… te lo dejo… a ti…”

“Pensé que no podías morir…”

“Bueno… esta ya es… la novena…”

—Lo sé.

La capa que llevaba Thanatos consigo le permitía revivir hasta ocho veces al día, sin embargo, cada vez que esto pasaba tenía que pagar 2 cosas muy importantes para toda persona: Eliminaba parte de sus recuerdos y le obligaba a bajar de nivel.

“Me protegiste a pesar de ser tu novena muerte…”

Chobi negó con su cabeza. “Eres un idiota Thanatos”.

“Je… me moví para protegerte… sin siquiera saberlo…”

“Y por eso te asesino… es una forma muy triste de morir…” Dijo Chobi mientras tenía el ceño fruncido.

“…Puede ser” Respondió Thanatos con cautela.

Chobi levanto su lanza mientras limpiaba las lágrimas que salían de sus ojos.

“Lo que dijiste es mentira” Ella continuo. “Estabas bien ahí atrás al lado mío”.

“…Bueno… pero… me vi genial… ¿no?” Thanatos logro mostrar una leve sonrisa. Desde este punto, Chobi ya no pudo escuchar su dificultosa respiración.

Ella intento con todas sus fuerzas evitar llorar, ya que no tenía tiempo para lamentarse. Fue allí cuando Goldinus el dorado finalmente se puso de pie, mientras crujían todas sus partes. El pecho y donde estaba la cabina de mando había sido arrancada, dejando ver a una mujer siendo sostenida por tentáculos… ella era Alicia.

Chobi la había apuñalado con su lanza hace unos momentos, sin embargo, el golpe había sido muy poco profundo.

“Ugh…” Alicia miro a la pantherian. “¿Aun sigues viva…?, que mujer más tenaz”.

“¡Eso te lo digo yo!” Chobi grito mientras se lanzaba corriendo hacia adelante.

Sin embargo, antes de poder alcanzar su objetivo, un extraño resplandor dorado empezó a salir desde Goldinus.

—¿Aun tenías un as bajo la manga? Chobi pensó eso mientras saltaba hacia atrás con cautela.

A cada segundo que pasaba el resplandor se hacía más y más brillante.

“Guh…” La expresión de Alicia empezó a contraerse a una de disgusto. “¿Acaso… acaso intentas comerme?”.

Los tentáculos que sostenían su cuerpo empezaron a enredarse cada vez más a su alrededor, provocando que espantosos sonidos de chapoteo resonaran por todo el lugar. Alicia tiraba de ellos haciéndolos retroceder temporalmente.

—¿Acaso está peleando contra los tentáculos que hay en su armadura…?

“Puedo estar bajo tus ordenes, pero no te voy a dar mi carne y mucho menos mi sangre. ¡Este cuerpo le pertenece a Lord Diablo!, ¡DETENTE!”

“¡¿Q-Que…?!” Chobi miraba con asombro.

Goldinus dejo de moverse, dándole una oportunidad de oro para terminar con él y apagarlo de una vez por todas.

—¡Debe ser ahora!

Pero justo cuando ese pensamiento cruzo por su cabeza, ella sintió como un peso extra era añadido a sus piernas. Al mirar hacia abajo, pudo ver como una de las manos de Thanatos se posaba sobre uno de sus tobillos.

“¡¿Por qué…?!”

Fue solamente un pequeño momento de vacilación, pero fue suficiente para decidir entre la vida y la muerte, ya que en ese momento Goldinus exploto fuertemente, o bueno, mejor dicho, todos los tentáculos explotaron fuertemente.

“¡¿Kaha?!”

“… ¡¿Qué…?!”

Chobi sintió un fuerte escalofrío recorrer todo su cuerpo. Ya que, si ella hubiera ido hacia Goldinus, muy seguramente la explosión de los tentáculos la hubiera golpeado, llevándola directamente hacia la muerte.

“Me salvaste… Thanat…”

Cuando volteo a verlo, vio que su rostro era completamente pálido, dejándola sin explicación de cómo pudo haberla salvado, sin embargo, a pesar de eso, su rostro tenía una gran sonrisa, indicándole que todo iba a estar bien. Fue en ese momento que bajo la intensa lluvia que Goldinus empezó a levitar, dejando atrás a algunos tentáculos y a la misma Alicia.

“¡¿Y ahora?!” Chobi se puso en guardia rápidamente.

Goldinus simplemente se convirtió en una enorme esfera de luz y salió volando. Si prestaba atención, Chobi había estado escuchando explosiones en el fondo del castillo desde hace algunos minutos, estas explosiones eran tan poderosas como para sacudir el enorme castillo. Ella pensó que era porque Noah y los demás estaban luchando contra el emperador, sin embargo, justo ahora ella no podía acudir en su ayuda, ya que no tenía fuerzas para hacerlo.

Alicia, quien ahora estaba tendida en el suelo, vomitaba con mucha fuerza trozos pequeños de tentáculos.

“Contéstame, ¿Quién eres?”, Chobi le grito mientras mantenía su lanza a la defensiva, “¡¿Eres un enemigo?!”.

“Haa… haaa… soy…” Alicia hablo entre suspiros, debido al fuerte dolor. “Yo soy… Alicia Cristela… miembro de los caballeros imperiales… los odio… a ustedes caballeros… del palacio… los odio… con todo mi corazón…”

“¡Nng!”

“Pero… antes de vengarme… de ti… Ngh… Ah…” Alicia cerro su boca con fuerza y grito después de eso. “¡Prefiero despedazar al emperador Gelmed…!”

Chobi soltó un suspiro de alivio y bajo su lanza, al parecer el emperador había aplicado alguna magia de esclavitud en ella.

“¿No… me vas… a… matar?” Alicia la miro fijamente mientras aún estaba acostada sin fuerzas en el suelo.

“¿Eh?, ¿Y porque te iba a matar?” Chobi se sorprendió por esa pregunta.

“Ese… elfo espadachín… tu amigo… murió por mi culpa…” Alicia le dijo mientras tomaba grandes bocanadas de aire.

“…Bueno… si… está muerto, pero…” Chobi respondió débilmente.

“¿No era el tu amigo?”

“Un muy buen amigo” Chobi asintió. “Tanto como para que llores por el… ya veo…”

“Tch…” Chobi se secó sus ojos.

No podía llorar en el campo de batalla. Alicia estaba acostada boca arriba mirando hacia el grisáceo cielo. Por su parte, Chobi no sabía bien que era lo que ella estaba pensando.

“Siempre creí que… la venganza era una forma de vida para las personas” Alicia dijo suavemente.

“…Te entiendo” Chobi apretó el agarre en su lanza.