Nihon E Youkoso Elf-san (NL)

Volumen 6: Capítulo Del Verano I

Capitulo 5: Una Misión Repentina de Rango S

Parte 1

Se podían escuchar chasquidos a intervalos regulares en la habitación con poca luz. El sonido provenía de uno de los tesoros del antiguo laberinto colocado en la pared de la habitación.

El adorno con detalles artísticos mostraba el paso del tiempo en intervalos de segundos, minutos, horas, días y años. Era muy avanzado y, a pesar de los mejores esfuerzos de los ingenieros del país, no lograron reproducir su fuente de alimentación. Cualquiera podía ver que se trataba de un producto de la tecnología más avanzada que existía. Pero lamentablemente, ahora que se colocó en el salón de la familia real, solo servía como símbolo de autoridad para ser exhibido ante los invitados.

Dos hombres estaban en ese salón. Hakam, que tenía la tarea de gestionar la incursión del antiguo laberinto, y Aja, el mago anciano. Habían experimentado innumerables campos de batalla y poseían la sabiduría necesaria para comandar a cientos de hombres a la vez. Y la familia real les había asignado nuevas misiones a estos dos hombres. Como el reloj que descansaba en la pared.

“…¿Has visto? El hueso del brazo de Zarish quedó expuesto.”

“Sí, parece que está pasando por un buen tratamiento. Escuché que escupió la verdad tan pronto como llegó aquí. Entonces, ¿por qué hizo algo tan lamentable?” El anciano se frotó la barba mientras reflexionaba en voz alta, aunque no era como si estuviera preocupado por el bienestar de Zarish.

“Era como una persona diferente. Antes, habría intentado mentir para salir de los problemas”, asintió Hakam, el comandante.

“¿Hay más anillos que puedan controlar a otros?”

“Incluso se podría clasificar como una reliquia. Su capacidad para controlar a otros e incluso drenar sus niveles es demasiado poderosa. No es algo que deba permitirse a alguien usar. ¿Quieres saber si hay otros? Ni siquiera me di cuenta de que el Equipo Diamante los tenía en primer lugar. ¿Qué te hace pensar que lo sabría?”

El objeto ni siquiera podía ser detectado por un mago. Esto demostraba lo raras que eran las habilidades en forma de anillos y debido a su naturaleza única, era extremadamente difícil de notar.

“¿Crees que la familia real hará un movimiento sobre Eve por codicia?”

“Si Zarish muere, sí. El hecho de que él no esté oponiendo resistencia me dice que todavía está bajo su influencia. Ciertamente no tienen las agallas para renunciar a ese control y liberar a la bestia. Especialmente considerando que ni siquiera pueden matarlo debido a que su poder de guardián es demasiado poderoso. Sospecho que su brazo tiene el hueso expuesto porque estaba reprimiendo con fuerza su poder.” Había visto la sala de tortura antes y Zarish era como una bestia que gruñía en la oscuridad.

Zarish respondía cuando se le preguntaba, pero averiguar si sus palabras eran ciertas era parte del trabajo del torturador. Armados con herramientas especiales, los torturadores palidecieron mientras intentaban realizar su trabajo, pero es que se enfrentaban a algo demasiado poderoso. Cuando los torturadores intentaron usar el nombre de Eve para amenazarlo, la expresión del joven se volvió fría y se sintieron aterrorizados cuando cuchillas invisibles tallaron trozos en las paredes que los rodeaban.

Zarish ya había dicho la verdad, pero la familia real no le creyó. No, eligieron no hacerlo. Pensaron que se habían topado con un tesoro escondido, pero era solo un cebo. Zarish había revelado la verdad de que no solo Arilai, sino todo el continente estaba bajo la amenaza de ser destruido. Hakam y Aja pudieron ver que la tortura persistente provenía de la negación de la terrible verdad que acechaba bajo la superficie. Era su forma de hacer un berrinche, con la esperanza de que Zarish les dijera que todo era mentira.

“Y así, nos encomendaron nuestra misión.” Suspiraron profundamente.

Estaba claro por las expresiones en sus rostros que también entendían la triste realidad de las cosas. La verdad que Zarish había revelado era tan devastadora que cualquiera querría escapar de la realidad.

La razón por la que el antiguo laberinto había sido reabierto…

La razón por la que el oasis, el sitio de excavación de las Piedras Mágicas, había sido abandonado…

Y la razón por la que el país vecino de Gedovar había interferido en la incursión en el laberinto.

Las piezas se habían unido esta noche… de la peor manera posible. Y ahora, a los dos se les había confiado una misión. Se les había encomendado la tarea imposible de extraer aún más información del traidor Zarish y lidiar con la antigua catástrofe que se avecinaba. Pero no había forma de escapar de su deber. Incluso si se dirigían a la ruina, ya habían perdido demasiados hombres para contarlos. Cuando pensaban en sus compañeros que habían caído antes de que pudieran lograr su objetivo, rendirse no era una opción.

“La familia real es tan terrible como siempre. Se han estado beneficiando del laberinto todo este tiempo y luego se rindieron a la primera señal de problemas.”

“No importa lo deliciosa que sea una comida, no tienes más remedio que desecharla si está envenenada. Prepárate. Estamos a punto de perder un país entero. Es tu trabajo proseguir a pesar de todo”, Hakam levantó la cabeza y le lanzó a Aja una mirada que decía ‘Ese también es tu trabajo’. “¿Qué puede hacer un anciano como yo?” respondió Aja.

Estaban bromeando, como de costumbre, en un intento de recuperar un poco la compostura, por pequeña que fuera. Pero a juzgar por las miradas de sus caras, no estaba funcionando.

“¿Pero por qué? No debería despertar en este mundo, según las leyendas.”

“Y sin embargo, lo intentará. Dudo que realmente se despierte, pero algún tipo de factor externo puede estar en juego aquí. O tal vez un demonio…”

¡Bzz, bzzz, zzz!

Un ruido blanco sonó desde la Herramienta Mágica, cortando su conversación. El contenido del informe mezclado con los gritos de la unidad especial enviada por la familia real fue tal como lo habían imaginado.

“¡No podemos sellarlo! ¡Repito, no podemos volver a sellar el laberinto subterráneo!” Apenas podían ofrecer palabras de agradecimiento por los hombres que habían entregado la vida por su misión. Así de mal estaban acorralados estos dos… no, todo el país de Arilai.

Era imposible cerrar el laberinto. Arilai podía engullir todo el antiguo laberinto y acabar con la incursión, o no tener más remedio que recorrer el camino de la ruina. El comandante entendió esto y miró al anciano inexpresivo.

“Aja, primero acabaremos con cualquiera que se interponga en nuestro camino. Esta es la razón por la que se nos ha concedido la autoridad para hacer cualquier cosa, aparte de amenazar a la familia real.”

“Hm. Entonces podemos lograr eso con un solo movimiento. Aquellos que se pongan del lado de los países vecinos, como hizo Zarish, y los gamberros que andan por el tercer piso… Podemos arruinarles el día de un solo golpe. Y una cosa más… Teniendo en cuenta el enorme alcance de esta misión, puede que no les guste, pero deberíamos hacer uso del poder del rey, también. Aunque, la mitad de mi motivación para hacerlo es solo para molestarlos.”

Los dos finalmente estallaron en una risa ahogada. A pesar de la posición precaria en la que se encontraban, sus años de experiencia les permitieron reírse de ello, ya que consideraban el mejor movimiento posible a tomar.

“Entonces, comencemos. Ah, y hagas lo que hagas, no dejes que se den cuenta de lo que estamos haciendo”, dijo Hakam.

“Sí, hablaré yo mismo con el equipo de incursión. Sé lo que está en juego, pero no tengo ninguna intención de sacrificar al equipo. Quiero que jures que también traerás a tus hombres con vida.”

No era algo que pudiera cumplirse fácilmente, pero Hakam respondió que lo haría sin dudarlo.

No había tiempo. No había muchas personas para asignar a la misión. Necesitaban tomarse su tiempo para seleccionar al personal, pero al estar acorralados, los dos corrieron con sus instintos animales. Aja sonrió, habiendo decidido quién podría traer un destello de esperanza a esta desesperada batalla.

“Pero pensar que nos han concedido la autoridad para hacer cualquier cosa que no sea amenazar a la familia real. Jajaja, debían estar muy desesperados para aprobar eso. ¡Ojalá hubiera podido ver sus caras!”

“No habría podido tenerte conmigo, porque te habrías echado a reír. Ya está bien. Empecemos”, dijo Hakam, pero también había una sonrisa en su propio rostro. Sin embargo, la sonrisa no era tan alegre como su conversación hubiera sugerido, sino que era la de una bestia brillando en la habitación oscura.

***

Tenía la capacidad de viajar al mundo de mis sueños con solo irme a dormir.

Y durmiendo o muriendo del otro lado, podría regresar a Japón, a mi propio mundo. Por eso podía poner una manta en cualquier lugar y quedarme dormido y no me asustaba despertarme en un lugar desconocido. Ya sea en una montaña, o en un río… Bueno, en realidad, probablemente habría entrado en pánico si me despertara bajo el agua.

De todos modos, tenía que dar una medalla de oro por lo bien que me sentí al despertar esta mañana. Mi manta era acogedora y el sol de la mañana brillaba entre las cortinas. Había una sola flor junto a la ventana e incluso había un cojín debajo de mi cabeza. Y para colmo, estaba en una cama de lujo que probablemente fue hecha por un artesano experto. Tenía la reputación de dar altas calificaciones a las camas en general, pero esta era fantástica sin lugar a dudas.

“Hmm, entonces esta es la mansión de las rosas negras. Es difícil creer que esto sea solo una habitación de huéspedes, con este nivel de comodidad. Podría ser incluso mejor que las camas de lujo en Japón.” Estiré los brazos y luego dejé escapar un largo bostezo.

Uno podría preguntarse por qué un plebeyo como yo vivía así. Era porque el equipo principal de Arilai, el Equipo Diamante, nos había dado permiso para quedarnos aquí. Desde que habíamos derrotado al candidato a héroe, Zarish, y disipado el control que tenía sobre las mujeres del Equipo Diamante, Puseri nos había permitido quedarnos en la mansión todo el tiempo que quisiéramos. Estábamos increíblemente agradecidos por ello, teniendo en cuenta que no teníamos ningún lugar donde quedarnos.

Mientras estaba sentado apreciando nuestra situación de alojamiento, mi compañera parecía haberse despertado por fin y se revolvió a mi lado bajo la manta. Sus características orejas largas élficas se movieron y dejó escapar un gran bostezo. Sus largas pestañas blancas se estremecieron y finalmente revelaron sus ojos de color púrpura pálido. Esos ojos fantásticos y de hermosos colores que tanto amaba se enfocaron lentamente en mí.

“Hola. Buenos días, Marie”, dije, pero ella simplemente me miró adormilada sin pronunciar una palabra. Me pregunté si todavía estaba medio dormida. Luego, comenzó a trepar por mi cuerpo. Extendió la mano y la pasó por encima de mí hasta llegar a la almohada.

“Semillas de calabaza…”

Parecía que había algo que ocupaba su mente más que el habitual saludo matutino. Hablaba de las semillas de calabaza que habíamos preparado la noche anterior para ver si podíamos traerlas a este mundo. Aunque teníamos la capacidad de importar alimentos y bebidas, no tenía idea de si las semillas también contaban.

Pero había un problema. Los bultos de Marie se estaban acercando justo frente a mi nariz y amenazaban con tocarme la cara, a pesar de mis esfuerzos por apartarme del camino. Justo cuando me sentía cada vez más nervioso por su aroma débilmente dulce y femenino, Marie exclamó con una voz alegre.

“¡Oh, oh, están aquí! ¡Hay algo en la bolsa! ¡Creo que son las semillas!”

“¿Qué? ¿En serio? Me alegro de que hayamos podido traerlas.”

Marie agitó la bolsa de papel y, por el sonido, quedó claro que había algo dentro. Tal vez fuera porque se podían asar y comer, pero por suerte, parecían pasar las restricciones.

Consideré cuán impredecible podía ser el mundo a veces, cuando sucedió otra cosa inesperada. Marie se sentó… en mi estómago, con sus piernas a cada lado de mí.

“¡Sí, hay tantas semillas aquí! ¡Mira, mira, trajimos tantas!” Marie se rió y me mostró las semillas en su mano. Parecía completamente ajena a mi angustia al sentir el calor recién salido de la cama de su trasero en mi estómago. Esto era malo. Tenía que distraerme para no concentrarme en esa sensación.

“S-Sí, parece que funcionó. Entonces intentemos llevárselas a Shirley más tarde.”

“Sí, hagámoslo. Siento que a ella no le importaría que empecemos una granja si es pequeña.” Marie parecía ahora completamente despierta de la emoción y una sonrisa feliz se extendió por su rostro.

Había algo de paz en verla tocando las semillas de calabaza con la luz del sol asomándose por las cortinas. Parecía que Marie estaba entusiasmada con la agricultura, especialmente considerando su origen élfico. Por supuesto, yo también estaba interesado en la agricultura, aunque yo era lo que se podría llamar un hombre moderno. Los terrenos en los que se podía practicar la jardinería eran bastante raros en la ciudad.

Toc, toc.

Nos volvimos hacia el golpe en la puerta.

La habitación era bastante grande para ser una habitación de invitados, lo que hacía que la puerta pareciera aún más distante. La cama con dosel, los muebles elegantes y la luz del sol que entraba por las cortinas bordadas se sentían un poco por encima de mis posibilidades. Había algo muy cortés en la forma en que la dueña de la mansión nos trataba.

“Oye, Kazu, ¿estás despierto?”

“Sí, estoy despierto”, respondí. El pomo de la puerta giró con un clic y la puerta se abrió. La cara que se asomó, por supuesto, pertenecía a Evelyn, la elfa oscura. Llevaba el pelo rubio recogido hacia atrás y llevaba una diadema como la de una sirvienta que trabaja en la mansión. Sus hombros estaban expuestos en su traje de sirvienta, que parecía ser una modificación hecha a la medida de sus gustos.

Pero su cara se puso rosa tan pronto como nos vio y se escondió detrás de la puerta. Luego se asomó por la abertura de la puerta.

“Oh, lamento interrumpir. No pensé que ustedes dos estarían haciendo eso tan temprano en la mañana… pero es comprensible, considerando que ambos son jóvenes. Olvidé que no eras tan inocente como pareces, Kazu. Supongo que yo también tendré que tener cuidado…”

Marie y yo nos miramos durante varios segundos, completamente confundidos. Entonces, me di cuenta. Vio a Marie montada encima de mí y malinterpretó la situación. Todo el rostro de Marie se puso rojo de golpe.

“¡N-No! Nosotros no… Eve, ¡no te burles de nosotros! No es así, ¡así que vuelve aquí, por favor!”

“Lo siento, no creo que pueda entrar en su nido de amor. Estaban diciendo algo sobre semillas, ¿verdad? Suena como una charla de adultos. Entonces, ¿cuándo las plantarán?”

Vaya, no lo había visto venir. Marie ni siquiera sabía cómo reaccionar a las bromas sucias que nos dirigían. Tartamudeó, sin palabras, y me miró en busca de ayuda. Desafortunadamente, no tenía el valor de explicarle lo que acababa de suceder.

“Siento que se estaba burlando de mí, por alguna razón. Voy a darle una lección a Eve, así que quédate aquí.” Con eso, Marie se levantó de la cama. Luego se volvió hacia mí como si acabara de recordar algo y susurró, “Olvidé decirte algo: buenos días”, y salió corriendo por la puerta. Poco después, escuché una voz que gritaba “¡Vuelve aquí!” y la risa burbujeante de Eve. Noté lo enérgicas que estaban tan temprano en la mañana.

Al quedarme solo, no tuve más remedio que levantarme también. Solté un gran bostezo y me estiré. Era mi gesto rutinario al despertar y había comenzado otra aventura en el mundo de los sueños. La incursión en el antiguo laberinto aún no se había reanudado y mientras tanto disfrutaba de unos días tranquilos y pausados.

Me arreglé y salí de la habitación a un amplio pasillo de una mansión noble. Había ventanas a lo largo del pasillo para que entrara algo de luz natural del exterior.

“Para que lo sepas, Kazu, nadie se acercó a ustedes dos mientras dormían.”

Casi salté en el aire. No sentí que nadie se acercara, pero la voz había hablado justo a mi lado. Me giré para encontrarme con una mujer familiar parada allí con la espalda contra la pared, sonriendo con diversión.

“Creía que Marie te perseguía.”

“Bueno, yo soy uno de estos, después de todo.” Con eso, Eve juntó las manos para gesticular como lo haría un ninja. Sacó la lengua juguetonamente, pareciendo disfrutar del hecho de que su truco había funcionado. Marie probablemente estaba caminando en algún lugar de la mansión en este momento, luciendo perdida.

Eve se alejó de la pared y comenzó a caminar a mi lado. Yo era mucho más joven en este mundo, así que tenía que mirar hacia arriba para encontrarme con sus ojos.

“Gracias por cuidar de nosotros. No quería que la gente se enterara de que podemos viajar desde y hacia Japón.”

“Ah, no es nada. Ni siquiera te preocupes. Cuando eres tan hábil como yo, puedes reaccionar si alguien se acerca incluso mientras duermes. Pero ya sabes, hay algo entrañable en los chicos que guardan secretos.”

Las chicas de estos días sí que decían cosas raras. Sin embargo, nunca le había preguntado sobre su edad, así que podría haber sido más joven que ella. En cualquier caso, nuestra amiga que protegía nuestro secreto, Evelyn, también conocida como Eve, nos había estado vigilando incluso mientras dormíamos para asegurarse de que nuestro secreto no fuera revelado. Ella era una increíble ninja elfa oscura. Era gracias a su apoyo que podíamos disfrutar de manera segura y cómoda de nuestro tiempo en el mundo de los sueños.

“Puede ser de mala educación preguntar esto, pero ¿cuántos años tienes, Eve?”

“¿Qué edad crees tú? Te lo diré si lo adivinas bien. Tienes tiempo hasta que encontremos a Marie.”

Quizá fuera por la diferencia de altura, pero lo dijo con el tono de una hermana mayor. Decidí jugar a su juego de adivinanzas mientras buscábamos a la desaparecida Marie. Y así, empezamos a caminar bajo la luz del sol.

La base de operaciones del Equipo Diamante, que era conocida como la mansión de las rosas negras, era enorme en comparación con las casas de otros aristócratas y tenía una historia increíblemente profunda. Las rosas negras del jardín, que daban nombre a la mansión, habían florecido maravillosamente ahora que había pasado la temporada de lluvias.

Un rato después, nos guiaron hacia los mejores asientos para sentarnos bajo el sol que se filtraba entre el follaje. Marie, la gata negra y yo nos sentamos y nos emocionamos cuando nos trajeron inmediatamente té y aperitivos.

“Me siento un poco mal por hacer siempre que nos preparen todo”, dije.

“No te preocupes por eso. ¿Sabes qué? A estas alturas deberían unirse a nuestro equipo como miembros.” Eve, que todavía estaba en su traje de sirvienta con los hombros desnudos, apoyó la barbilla en las manos.

Tuve la suerte de hacerme muy amigo de ella desde el incidente del otro día. Era la primera vez que tenía una amiga elfa oscura y no solo me sentía cómodo interactuando con ella en un tono informal, sino que era sorprendentemente muy amable. Sinceramente, me pareció lo suficientemente maravillosa como para anular la mala reputación de toda su raza.

Aparte de eso, mis ojos se abrieron de par en par ante la repentina invitación a su equipo.

“¿Qué? Pero el Equipo Diamante ya tiene como diez miembros. ¿Tienen espacio para más?” pregunté y la mujer con un vestido sentada frente a nosotros levantó la vista mientras se servía un poco de té. La mujer de ojos y pelo crepusculares, ese pelo ondulado como lianas de rosa, se llamaba Puseri, la nueva maestra del Equipo Diamante desde hace unos días.

“De hecho, hay muchos equipos a los que les encantaría reclutarlos en sus filas. Como los responsables de derrotar al maestro de piso del primer y segundo piso, muchos no escatimarían en gastos para tenerlos en sus equipos.”

“En realidad, nos quedamos aquí porque queremos evitar eso mismo.”

La mirada en los ojos de Puseri me dijo que ella ya se lo imaginaba. Supuse que los demás equipos desistirían de intentar reclutarnos si nos familiarizábamos con el Equipo Diamante, que tenía fama de ser el más capaz que había. Marie, que estaba escuchando la conversación, tomó un sorbo de té y abrió la boca para hablar.

“Siento que nos quedemos en tu casa como si fuera un escondite. Es tan cómodo y encantador aquí.”

“Gracias. Sin embargo, también nos hemos beneficiado de su estadía. No queremos que se unan a otro equipo y amenacen nuestra posición en la cima, después de todo.” Me sorprendió la cantidad de crédito que nos estaba dando, pero saber que ambas partes estaban satisfechas me tranquilizó. Aunque también estaba el hecho de que estábamos un poco preocupados por las damas después de haber reformado su equipo.

Algo cruzó mi memoria en ese momento y miré a Eve.

“¿Zarish aún no ha regresado del castillo? ¿Cuántos días han pasado?”

“Cinco, creo… Creo que tomará un poco más de tiempo, pero él es duro. Sé que estará bien”, respondió Eve con un toque de tristeza en sus ojos y asintió. Sin duda, Zarish era un hombre cruel, pero gracias al hecho de que había estado bajo el control de estas mujeres, actualmente estaba siendo interrogado sobre el país vecino de Gedovar.

“Creo que es importante para él pagar por sus crímenes. Zarie siente remordimiento por esos crímenes, pero necesita mostrárselo a los que lo rodean.” Había dolor en la expresión de Eve, pero era porque lo amaba que quería que fuera debidamente castigado por lo que había hecho. Puseri tocó suavemente el hombro de Eve.

Los crímenes que Zarish había admitido debían de ser graves. Pero parecía que estas mujeres habían decidido no huir para poder seguir viviendo juntas aquí.