Musume Janakute Mama ga Sukinano! (NL)

Volumen 4

Capitulo 2: El Doctor y las Cortinas

Parte 1

“…Haah, realmente no entiendo nada…” me quejé en voz alta, sosteniendo un vaso de highball en mi mano.

Satoya, que estaba sentado a mi lado, se reía de mi patético estado.

La primera noche del Obon…

Estábamos bebiendo alcohol juntos en la habitación de Satoya.

Como típicos estudiantes universitarios, estábamos bebiendo en un apartamento.

Su casa quedaba fuera de la prefectura, así que vivía solo en un apartamento para estudiantes. Este año, él ya había regresado a casa a principios de agosto para evitar las aglomeraciones del Obon.

Había escuchado antes de él que su novia regresaría a casa de sus padres, por lo que él estaría libre durante el Obon.

Así que lo llamé y fui a beber a su apartamento.

Ni Satoya ni yo somos particularmente bebedores, pero hoy me apetecía beber algo.

“Maldición… ¿Por qué me deja sufriendo así…?”

“Fufufu. Es muy raro verte perder la compostura”, Satoya inclinó su vaso y se rió como si fuera el problema de alguien más.

Por cierto, él estaba bebiendo Chu Hi enlatado.

Parece que le gusta el alcohol dulce que sabe a jugo.

“Pero es inusual que quieras beber así.”

“…A veces me apetece beber algo”, dije, vertiendo más whisky en mi vaso vacío y añadiendo un poco de agua carbonatada.

Cuando suelo beber un highball, lo preparo pensando un poco más en el equilibrio, pero en este momento no me importaba el sabor. Mientras pudiera emborracharme, estaba bien.

“Realmente… no entiendo a Ayako-san.”

Debido al alcohol, dije cosas que normalmente no diría.

“Al día siguiente de que me besara de repente, ella se mostró evidentemente incómoda y cuando creía que iba a decir algo, mi madre nos irrumpió… ¿Qué fue todo eso? ¿Qué pasa con todas esas insinuaciones? ¿Qué se supone que debo hacer ahora…?”

En los últimos días, mi cabeza ha estado llena de pensamientos sobre mi beso con Ayako-san.

El inesperado y primer beso de mi vida.

Además, fue la persona que amo quien me besó.

Es imposible que no esté contento.

No sé cuántas veces he fantaseado con besarla en los últimos años. He tenido un montón de fantasías pervertidas en un montón de situaciones diferentes.

Pero… nunca he fantaseado con una situación como esta.

Sobre ser besado de repente y luego ser evitado.

“Ya, ya. Ella te escribió, ¿no? Que quiere hablar contigo cuando regrese, así que solo aguántate un par de días.”

“…Bueno, es verdad.”

Recibí un mensaje esta mañana.

“Cuando regrese, quiero hablar contigo. Es una conversación importante”.

Si me dice eso, no tengo más remedio que aceptar.

Tendré que tener paciencia durante dos días más hasta que termine el Obon.

Considerando que he esperado diez años, esto no es nada.

Pero…

“Ahora… un par de días parecen tan largos como la vida misma.”

¿De qué quiere hablar?

¿Qué está pensando ahora?

No puedo evitar pensar en todo tipo de cosas y realmente me moría por saber las respuestas.

Estos tres días de Obon se sentían como una eternidad.

“Ayako-san no entiende… lo mucho que hace latir mi corazón con cada acción inconsciente que hace. Siempre ha sido así…”

Llevo diez años enamorado de ella sin ser correspondido.

No sé cuántas veces se me ha acelerado el corazón por esos gestos inconscientes.

Para Ayako-san, yo solo era un niño… por eso siempre estaba indefensa y llena de aperturas, y de alguna manera, hubo muchos eventos picantes debido a eso.

Su ropa interior… para ser honesto, la he visto muchas veces.

“Ciertamente. Ayako-san definitivamente tiene la culpa esta vez”, convino Satoya. “Cuando me dijiste que has estado enamorado durante diez años de una mujer que es diez años mayor que tú, me pregunté qué clase de mujer adulta maravillosa era, pero… Ayako-san no parece una adulta en absoluto.” Se rió entre dientes. “Por supuesto, como miembro de la sociedad y como madre, creo que ella es una excelente persona… Pero cuando se trata de amor, no sé si es inmadurez o inexperiencia, pero siento que es muy boba… Para ser honesto, creo que es una mujer muy problemática.”

“Oye, es suficiente. No digas cosas malas sobre Ayako-san.”

“¿Eh…?”

Cuando protesté, el rostro de Satoya pareció como si lo hubieran traicionado.

“Solo trataba de apoyarte… O mejor dicho, tú fuiste el que empezó a hablar mal de ella.”

“Me cabrea cuando otros lo hacen.” Tomé un trago y continué, “…Pero para ser honesto, yo también pienso un poco lo mismo. Ayako-san es bastante problemática… Me hace preguntarme si realmente tiene más de treinta. Pero… no puedo evitar amarla, ¡incluyendo ese lado problemático suyo!”

Sí, es irremediable.

Me molestaba un poco su actitud insinuante e incomprensible… pero la alegría de ser besado superaba con creces eso.

Mis sentimientos por ella seguían haciéndose más fuertes, mientras que mi enfado se atenuaba rápidamente.

“Mierda… es inútil, la amo demasiado. Sin importar lo mucho que me haga sufrir, no puedo dejar de amarla… ¿Qué pasa con ella, es una vampiresa? Para tenerme así de loco, ¿no será ella una formidable maestra del amor?”

“No, no, eso es poco probable”, refutó Satoya de inmediato. “Su relación claramente no está en ese nivel… cómo decirlo, es más como un ‘tira-tira’ entre amateurs que no entienden las reglas y por eso no avanza.”

“…Glup.”

Solo pude tomar otro trago. Sentí que había dicho algo bastante horrible, pero no pude replicar nada.

Un tira-tira entre amateurs.

Quizás lo era.

Llevo diez años con un amor no correspondido, así que no hace falta decir que soy un amateur en el amor.

Nunca he oído hablar de las relaciones amorosas de Ayako-san, pero no parece que haya salido con nadie en estos últimos diez años y Miu también me lo ha corroborado.

Ella y yo somos como amateurs cuando se trata del amor.

Y cuando dos amateurs como nosotros convergen, puede parecer gracioso desde fuera. Así que es inevitable que parezca un tira-tira de bajo nivel.

“Volviendo al tema”, dijo Satoya con un tono tranquilo. “Dices que ella, sin saberlo, te ha estado haciendo sufrir durante estos diez años. Y todo porque no era consciente de tus sentimientos. Pero… ahora es diferente, ¿no?”

“……”

“Ayako-san sabe ahora cómo te sientes. Estoy seguro de que ella es consciente de ello esta vez. De lo mucho que debes estar sufriendo… y de lo angustiado que debes estar.”

“……”

Eso… quizás sea así.

El día después del beso.

Cuando nos encontramos al frente de su casa, ella parecía incómoda y me evitaba.

Y para decirlo sin rodeos, pensé que la había cagado en algo.

Pero su cara, mientras repetía excusas incoherentes… estaba llena de impaciencia y culpa.

Pude sentir tanto su desesperación y seriedad que me dolió el pecho.

Estoy seguro de que Ayako-san no me evitó porque quisiera, sino porque tenía sus propias preocupaciones, conflictos y angustias.

“Entiendo que te sientas frustrado… Sé que quieras obtener alguna respuesta lo más pronto posible, pero no seas tan impaciente. Si esperas dos días más, estoy seguro de que escucharás la respuesta que tanto quieres.”

“…Bueno, nunca se sabe. También existe la posibilidad de que me rechace.”

“Eso no pasará… creo, aunque no puedo asegurarlo. Todo depende de Ayako-san”, Satoya se rió entre dientes. “En cualquier caso, solo tienes que creer y esperar. También creo que es un buen momento para tomarse un respiro después de lo intensas que han estado las cosas últimamente.”

“¿Tú crees?”

“Por supuesto. Este descanso también le permitirá a ella poner en orden sus sentimientos. Además, Miu está con ella, así que definitivamente no pasará nada malo”, dijo Satoya llanamente, pero había una evidente confianza en Miu en sus palabras.

Hmm. Ahora que recuerdo, escuché que Satoya y Miu se reunieron después de nuestro viaje familiar… ¿Sucedió algo entonces?

¿Algo que le haga pensar que Miu es una persona de confianza?

“En fin, es solo cuestión de tiempo.”

“…¿En qué sentido? ¿En que ‘todo se resolverá pronto’ o que ‘es necesario más tiempo’?

“Hmm, en ambos.”

“¿En ambos?”

“Falta poco, pero ese poco tiempo es importante.”

Sonaba contradictorio, pero podía entenderlo.

Falta un poco más, pero ese poco más era totalmente necesario.

Puede incluso parecer una nimiedad, pero es un tiempo que no se puede ignorar.

Por eso… es una cuestión de tiempo en un doble sentido.

Me impresionó un poco esa forma de verlo.

“Bueno, pero yo qué sé”, agregó Satoya, arruinando todo con esas palabras exonerantes de responsabilidad.

“¿No lo sabes?”

“Ajaja. Takumi, déjame decirte algo. Es mejor no escuchar a los borrachos. Parece que hablan con pasión, pero en realidad solo hablan con el calor del momento. Es una tontería tomárselos en serio.”

“…Oh, ya veo.”

Dejando escapar un profundo suspiro, volví a tomar un trago.

Después de eso, los dos seguimos bebiendo, manteniendo conversaciones improductivas hasta que el reloj marcó las nueve pasadas.

“…¿Hm? ¿No suena muy fuerte la lluvia?”

“Es verdad… Vaya, está lloviendo más de lo que pensaba.”

Cuando abrí las cortinas, afuera llovía bastante fuerte.

Como estábamos bebiendo en una habitación cerrada con la televisión encendida, no me di cuenta hasta que empezó a llover con fuerza.

“¿En serio…? El pronóstico no decía que iba a llover.”

“¿Qué vas a hacer, Takumi? ¿Quieres que te preste un paraguas?”

“Con tanta lluvia, me voy a empapar incluso con un paraguas.”

“Entonces, ¿te gustaría pasar la noche aquí?”

“Sí, voy a hacer eso, gracias… y perdona las molestias.”

Como un típico universitario, tomé fácilmente la decisión de pasar la noche fuera de casa.

“Fufu. Ha pasado un tiempo desde la última vez que te quedaste. Estoy empezando a emocionarme”, dijo Satoya alegremente mientras yo le escribía a mi madre y volvía a la mesa. “No te dejaré dormir esta noche.”

“…La última vez que dijiste eso, te quedaste dormido enseguida.”

“¿Qué hacemos? ¿Quieres probar maquillarte hoy?”

“Para nada.”

“¿Eh, por qué? Es divertido. Ahora los chicos también se maquillan. No está bien ser prejuicioso.”

“Puede que se vea bien en un tipo con una cara bonita como tú, pero se vería fatal en un tipo grande como yo.”

“Eso es discriminación. Hay muchos travestis altos.”

“De todos modos, no lo voy a hacer.”

“Booo. Bueno, está bien. No te voy a forzar”, dijo ligeramente enfurruñado. “Entonces cuéntame alguna anécdota interesante en su lugar.”

“…Deja de pedir cosas absurdas.”

“Pero si no es nada complicado. Cuéntame alguna anécdota con Ayako-san.”

“¿Con Ayako-san?”

“Sí, cuéntame… alguna historia picante con ella.”

“…Al final, sigue siendo un pedido absurdo.”

Cielos, suspiré.

No estoy seguro de si es por el alcohol, pero Satoya parece haberse puesto algo calentón.

Aunque no sé si está borracho o no porque no se le nota en la cara.

Una historia picante.

Bueno… ¡sí tengo!

¡Tengo muchas historias picantes con Ayako-san!

He estado guardando en mi cerebro cada uno de esos eventos durante la última década.

Ayako-san solo me veía como un niño, por lo que siempre estaba indefensa y llena de aperturas, lo que me dio el privilegio de experimentar muchos escenarios llenos de fanservice.

Pero hay tantas historias que es difícil elegir solo una…

De repente, una historia apareció en mi cabeza.

Sí, vayamos con esa.

Sucedió hace casi diez años.

Cuando me refería a mí mismo de una manera más infantil.

Y llamaba a Ayako-san “mamá Ayako”.

Al igual que hoy, fue un día en el que empezó a llover de forma imprevista.