Saikyou Mahoushi (NL)

Volumen 3

Capitulo 14: Llegada Dolorosa

Parte 1

Las dos Muñecas que se dirigían hacia ellas empuñaban espadas cortas.

Tesfia y Alice ya habían encontrado su resolución de pelear. Sin embargo… o era más preciso decir a pesar de eso…

Muchas de las Muñecas no eran mucho mayores que ellas. Estas dos aún eran jóvenes. En otras palabras, su leve vacilación se debió a su falta de experiencia. Aparte de la lección extracurricular, no habían tenido ninguna experiencia real en el campo de batalla.

Alice echó un vistazo a Melissa, que aún estaba al lado de Godma.

“¡Alice!”

“Sí, estoy bien.”

Las chicas intercambiaron miradas y prepararon sus AAR.

Después de descubrir que su congelación requería una cantidad excesiva de maná debido a las paredes peculiares, Tesfia tuvo una idea y cubrió su katana con maná. La fórmula mágica grabada en la espada reaccionó al maná y brilló débilmente. Ella limitó su congelación a solo su espada, mientras el maná se convertía en hielo.

Luego, imaginó la forma ideal para esta situación… fuerte, dura y aguda. Estaba haciendo uso del entrenamiento para mantener su maná bajo control.

Una fina capa de hielo cubría la cuchilla, el cual de forma habitual tomaba forma. Este fue un hechizo de encantamiento conocido como Ice Blade. Era un tipo de magia ampliamente utilizada en muchos atributos. La versión del atributo de fuego, por ejemplo, se llamaba Flame Blade.

Ice Blade bloqueó la espada corta de la Muñeca, el hielo erosionó el filo de la espada corta, desequilibrándola y atenuando la agudeza.

“¡…!” Tesfia no esperaba ese tipo de efecto, por lo que empujó al enemigo hacia atrás y se distanció de ellos. “¿¡Que tal estuvo eso!?”

No estaba claro con quién se jactaba, pero como era el resultado del entrenamiento de Alus, tal vez estaba dirigido a él.

lus estaba peleando mientras las vigilaba, así que escuchó su voz, pero la ignoró.

Por supuesto, Alice tampoco tuvo tiempo para hacer nada más. Estaba ocupada interceptando la segunda Muñeca.

En comparación con la resistencia anormal del oponente, su manejo de armas no era nada especial. Con un arma en la mano, Alice no iba a quedarse atrás con sus habilidades manejando la naginata.

A pesar de hacer uso de su arma de largo alcance, todavía era una lucha por la supremacía. Ella estaba realizando corte tras corte en el cuerpo de la Muñeca, pero aún no podía ganar la delantera.

La razón de eso era obvia. No fue solo por lo duro que era el oponente, sino principalmente porque Alice dudó en matar gente. Ella no pudo dar ese último paso. Su miedo y su renuencia a dañar a una persona la impedían.

Alice estaba gritando en su mente a su oponente para que se detuviera. Sin embargo, las heridas menores no iban a hacer que alguien que no podía sentir dolor se estremeciera; continuarían atacando hasta su último aliento.

Cuando se formó una brecha entre Alice y el enemigo, el enemigo empujó su espada corta hacia adelante y usó magia.

Una bola de luz apareció en la punta, vapor saliendo de ella. Solo de mirarlo, estaba claro que la energía de la luz estaba siendo comprimida.

Como los muros absorbentes de maná usaban el atributo de luz, tenían una característica especial: los hechizos que no usaban fenómenos físicos como la combustión o la congelación, como los hechizos de atributo de luz, no eran tan afectados. Godma, usando estos muros, había tenido en cuenta esta característica. Eso también se aplicaba a Alice.

Alice miró al enemigo preparándose para lanzar su hechizo y respiró hondo mientras intentaba medir el tiempo.

Al momento siguiente, la bola de luz dejó la punta de la espada corta y voló hacia Alice. La Muñeca persiguió su hechizo, abandonando su defensa en un asalto imprudente.

Alice murmuró con labios temblorosos: “‹‹Reflexión››”

El brillante filo de la naginata recibió la bola de luz y la envió de vuelta a una velocidad aún mayor.

Alice podía ver los ojos de la Muñeca bien abiertos. Apretó los dientes, ya que fácilmente podía prever el horrible resultado. Y ella misma había sido la que lo hizo posible.

La bola de luz se estrelló contra el pecho de la Muñeca y explotó, enviando una onda de choque a través de la habitación.

“¡Eek!” Habiendo estado tan cerca, Alice quedó atrapada en la explosión. Ella rápidamente se levantó y miró delante de ella cuando…

“Argh… ack.”

La muñeca estaba de pie, inmóvil, como si el tiempo se hubiera detenido. Se había hecho un gran agujero en su ropa desde el pecho hasta el abdomen, y su piel blanca estaba carbonizada de negro. El hedor a carne quemada llegó a la nariz de Alice.

En poco tiempo, un líquido rojo goteó de su boca y colapso, cayendo de bruces.

“¡Imposible!” No había sido su intención, pero los resultados fueron obvios, ya que la Muñeca había abandonado su defensa y había tomado el ataque desde tan cerca. Al darse cuenta de que se había manchado las manos, Alice miró fijamente a la Muñeca inmóvil.

“¡Alice!”

Volviendo a sus sentidos gracias a la voz de Tesfia, Alice vio a otra Muñeca blandir su espada corta. Todavía estaba agachada, pero bloqueó el ataque balanceando su AAR de lado.

Debido a su postura, no pudo colocar ninguna fuerza en su bloqueo. Fue rápidamente desequilibrada por el choque, y la espada del enemigo venía rápidamente hacia su cara.

De repente se volvió mucho más liviana, y ella fue capaz de empujar la hoja con un poco de fuerza.

La razón de eso fue…

“Jaaa… aaa.” Tesfia, respirando agitadamente, estaba justo a su lado. Su katana había perforado el corazón de la Muñeca que atacaba a Alice. La espalda de la Muñeca estaba manchada de rojo, la cuchilla que la había atravesado sobresalía.

“¡Fia!”

“¿Estás bien, Alice?”

“Si…”

Después de haberle dado a la Muñeca lo que seguramente fue un golpe fatal, Tesfia tímidamente sacó su katana. Sus sentimientos de disgusto fueron rápidamente reemplazados por el alivio de haber salvado a su amiga. Sin siquiera mirar su espada manchada de sangre, Tesfia extendió su mano libre hacia Alice.

“Gracias.” Dijo Alice, mientras se levantaba.

De pie de espaldas, se enfrentaron al enemigo.

Al momento siguiente, Alice vio una pequeña bola de luz volar hacia Tesfia desde su punto ciego. “¡…! ¡Fia!”

Era la Muñeca que Tesfia había apuñalado, después de todo seguía sin estar muerta.

Su mano se movió por reflejo, alejando a Tesfia mientras vertía desesperadamente maná en su AAR. Ella cortó con su AAR con un movimiento ascendente diagonal, su fórmula mágica brillaba intensamente.

“‹‹Shiylereis››”

El corte diagonal desató un rayo de luz blanca, separando la bola de luz a punto de estallar y cortando profundamente al enemigo más allá.

La bola de luz explotó, enviando al lanzador que estaba cerca volando. Momentos después, se estrellaron contra la pared.

Grandes cantidades de sangre brotaron del pecho desollado de la Muñeca.

El silencio que siguió fue prueba de que su vida había terminado.

“Haah… haah…” Su naginata aún levantada, Alice no podía apartar los ojos del enemigo caído empapado en sangre.

Antes de que su sentimiento de culpa y remordimiento pudiera surgir…

“Gracias, Alice.”

Esas palabras le devolvieron a Alice los sentidos, y esta vez fue Tesfia, quien se había caído y estaba tratando de ponerse de pie, quien tiró de su mano. “Así que ese era tu nuevo hechizo, ¿eh…?” Se frotó el trasero mientras observaba el poder de ese nuevo hechizo. “Yo también quiero uno.” Dijo Tesfia, en una voz aparentemente desprovista de tensión.

Ese fue el mejor acto de valentía que pudo realizar. Ella hablaba frívolamente en un intento de no pensar demasiado en haber quitado una vida.

“… Fia. ¿Estás herida en alguna parte…?” Alice podía sentir su garganta temblar. Su ropa estaba teñida del rojo de la sangre, prueba de su pecado. Ella había usado magia y empuñaba un arma letal, una herramienta que cosechaba vidas.

Ella se había metalizado para esto. Pero todavía sentía que se le rompía el corazón. Tenía miedo de su poder. Ahora sabía que un nuevo hechizo significaba un nuevo medio para matar a un enemigo.

“Me salvaste, Alice.”

“¿¡Eh…!?” Alice dejó escapar una voz atónita, ya que aparentemente se le agradeció de la nada.

Sin embargo, Tesfia le estaba dando una sonrisa refrescante. También debería haberse asustado, pero se estaba obligando a parecer tranquila. Alice podía ver que las anteriores palabras frívolas de Tesfia habían nacido por consideración.

Alice había derrotado al enemigo quitándole la vida. De lo contrario Tesfia podría haber estado en peligro y sufrir el mismo destino. Ella habría hecho lo mismo sin importar cuántas veces sucediera. En comparación con la idea de perder a su amiga para siempre, el arrepentimiento y el remordimiento que tendría que cargar no era tanto.

Por eso ya tenía su respuesta. “Gracias, Fia.”

Las chicas asintieron la una a la otra. Todavía no estaban fuera de peligro. Solo habían derrotado a dos de todas estas Muñecas.

Sosteniendo firmemente sus AAR, Tesfia y Alice miraron hacia el chico que se enfrentaba a la mayoría de los enemigos por su cuenta.

Mientras tanto, ese chico, Alus, había vigilado su pelea por el rabillo del ojo.

No tuvo más remedio que admitir que había  cometido un error de cálculo afortunado.

Después de todo, habían derrotado a dos enemigos.

Sin lugar a dudas las chicas habían crecido. Pero aún quedan dificultades por delante.

Definitivamente serían arrinconados en las próximas batallas.

En ese momento, necesitarían determinación y resolución para salir del caos… serían presionados para tomar una decisión.

***

Tesfia y Alice miraron a Alus, que se estaba defendiendo de varios enemigos a la vez con su singular Bruma Nocturna. Al ver esa lucha feroz y unilateral, la idea de ir a ayudarlo nunca se les ocurrió.

Pero el arma que estaba usando ahora era demasiado grande para ser llamada espada corta. Maná se extendió desde su espada, cambiando su forma. Y usando hábilmente esa arma y la cadena, Alus desvió y bloqueó los ataques de los enemigos, derrotando a las Muñecas sin recibir un solo golpe. Sus diferencias de habilidad eran evidentes.

Loki estaba de pie detrás de Alus. Los cuchillos que arrojó perforaron con precisión los pechos de sus objetivos. Estos cuchillos podían perforar la gruesa piel de los Fiends, por lo que las Muñecas no eran rivales para ellos. Como tal, cayeron uno por uno.

Alus no estaba particularmente feliz de que Loki tomara vidas, incluso si fuera por el bien de una misión. Él creía firmemente que él era el único que necesitaba mancharse las manos.

Sin embargo, los resultados hablaron por sí mismos ya que la resolución de Loki se mostró vívidamente. Tampoco podía negar que su ayuda le era útil. Por eso, al menos por ahora, necesitaba aceptar sus actos. Tesfia y Alice no tenían otra opción que tomar esa decisión.

Al ver la resolución de las chicas, Alus se armó de valor. Por supuesto, no en el sentido de que había decidido no ensuciarse las manos. Se había ensuciado las manos desde hace mucho tiempo.

En cambio, tendría que tragar la amarga píldora de Loki, Alice y Tesfia pisando el camino manchado de sangre en el que se encontraba. El camino ya había sido elegido. Más tarde tendría que reprocharse a sí mismo.

Si alguna vez mataran a alguien fuera de la autodefensa… entonces esa sería sin duda su responsabilidad.

Después de decidir eso, los movimientos de Alus se hicieron más ágiles. Cada golpe mató al menos a una Muñeca. Cuando Tesfia y Alice se dieron cuenta, ya quedaban menos de diez Muñecas.

Estaba rodeado por ellas, con cuchillas mortales que caían hacia él desde todas las direcciones, pero Alus las bloqueó todas. Y entonces…

Antes de que nadie lo supiera, las cadenas corrían por la habitación y Alus había escapado del cerco de las Muñecas. Con un solo paso, desapareció de su vista.

Ni siquiera Tesfia o Alice habían podido verlo. Y cuando se dieron cuenta, las cadenas rodearon la pelea que se desarrollaba en la habitación.

Alus agarró casualmente la cadena que salía de la vaina. Cuando vertió maná en ella, la cadena comenzó a moverse a una velocidad extrema. La espada corta al final de la cadena se convirtió en un asesino despiadado, desgarrando los signos vitales de las Muñecas que habían perdido de vista a Alus.

Sus cuellos, sus corazones se rompieron en pedazos… sus vidas se acabaron para que nunca pudieran pelear de nuevo.

No había justicia o piedad en ese tipo de ataque. Eso es lo que sintieron todos los que lo observaron.

Por lo menos, la cara perfectamente compuesta de Alus mientras pisoteaba al enemigo era inaceptable.

Mató y cosechó vidas como si fuera la cosa más normal del mundo, mientras respiraba superficial y normalmente.

Cuando vio su rostro, Tesfia agarró su katana aún más fuerte que antes, tal vez con ira. Usando su otra mano, se agarró el pecho como si quisiera apretar su corazón. Esta era la otra cara de Alus que había visto antes.

Esa cara antinatural e inexpresiva descartó todo como si fuera basura, especialmente estas Muñecas que eran más máquinas que humanos, cortándolas con calma.

Tratando de controlar su respiración ahora desigual, Tesfia inhaló profundamente a través de su temblorosa garganta. A pesar de eso, no pudo calmar su corazón acelerado.

Alus, que había estado vigilando fríamente la batalla, se volvió hacia su compañera. “¡Loki!”

Habiendo terminado con una Muñeca, Loki reaccionó rápidamente a su voz y le lanzó un cuchillo.

Las Muñecas estaban atacando a Alus en una apertura después de que él había matado a varias de ellas. Él cortó a una de ellas con Bruma Nocturna. Luego, atrapó el cuchillo de Loki entre sus dedos, girándolo cuidadosamente para no interrumpir el encantamiento de maná, y lo envió al cráneo de la Muñeca atacándolo desde el otro lado.

Su brillante combinación fue maravillosa. Todo lo que Tesfia y Alice pudieron hacer fue mirar con asombro.

Incluso si lo estuvieran haciendo para protegerse, no podrían replicar lo que había hecho. Probablemente nunca podrían alcanzar el mismo estado mental para quitar vidas sin ninguna duda como él.

Pero también se preguntaban cuánta ayuda podrían ser para Alus si pudieran moverse como Loki.

“Loki, respondiste 0.1 segundos tarde.”

“Perdóname. Haré todo lo posible para mejorar.”

Pero incluso ella fue criticada.

“Jaja…” Todo lo que Tesfia pudo hacer fue soltar una risa seca. Pero todavía era incapaz de mantener su moral al grabar los movimientos de Loki en su mente y convertirlos en su próximo objetivo.

Unos minutos más tarde… una montaña de cadáveres yacía ante ellos. Era una escena horrible, y definitivamente habría algo mal con cualquiera a quien no le molestara.

Sin embargo, la persona responsable de ello, Alus, miró con frialdad sin pensarlo mucho.

Estos eran los enemigos… eso era lo único que reconocía.

Cuando vio a Tesfia y Alice detenerse por un momento cuando vieron su expresión, se dio cuenta de que le faltaba algo, o tal vez que estaba demasiado familiarizado con esto. Sin embargo, no fue alcanzado por emociones excesivas, y el pensamiento permaneció en su cabeza por solo un segundo.

Dejando eso de lado, Alus se volvió para mirar a cierta persona.

“¿Por qué…?” La cara de Godma estaba llena de asombro y desánimo por el hecho de que sus cálculos habían salido mal. Su bata de laboratorio tenía sangre que había salpicado sobre él durante la batalla.

“Soy demasiado fuerte.” Las duras palabras de Alus rechazaron la investigación de Godma en su raíz. Las Muñecas, estos títeres sin emociones, nunca alcanzarían las alturas en las que se encontraba. Alus lo había demostrado simplemente con su cuerpo.

Sin tener que mirar alrededor, Alus sabía que los únicos que quedaban eran Godma y Melissa. “Escuché de Lord Vizaist que podría haber una ruta secreta de escape. Al menos no la usaste para huir… Supongo que es digno de elogio.”

Incluso si existiera tal ruta, el escape ya no era posible. Las Muñecas que se habían vuelto locas y habían salido al exterior estaban enfrentando terribles probabilidades, con 60 contra 500.

Godma también podría haberse dado cuenta de esto, pero ya no estaba escuchando a Alus. “¿Fallé…? No, eso no puede ser. La gente me ha evaluado altamente. Nadie podría quejarse de mis resultados.” Murmuró a nadie en particular, en el ahora silencioso centro de investigación.

“No… Ni siquiera cuenta como un fracaso. En el momento en que tocaste a alguien con un bisturí, lo que estabas haciendo ya no podría llamarse investigación.”

“¡¡Cállate!!”

Godma levantó la voz ante el comentario de Alus, ya que la situación actual decía mucho de la realidad. Superado por la ira, barrió los materiales en un escritorio cercano. Entre los muchos trozos de papel que revoloteaban en el aire, un viejo libro cayó al suelo.

Cuando Alus vio esa cubierta distintiva, sus ojos se abrieron de par en par. ¿Uno de los Cuatro Libros de Fegel? ¿Y ese es el original? ¿Por qué tiene eso?

Hubo muchos tomos raros en el mundo que profundizaron en el corazón y los secretos de la magia y los Fiends, y algunos de los mejores fueron los Cuatro Libros de Fegel. Las copias de los libros se encontraban entre los materiales que Alus había solicitado a los militares, pero no tenía los originales. De hecho, algunas personas cuestionaron si los libros originales incluso existían.

Alus también estaba interesado en él, pero nunca había tenido ni leído los originales. Hubo rumores poco confiables de que los Cuatro Libros de Fegel no se hicieron con el tipo de papel comúnmente utilizado en el mundo, y por eso todavía existían hasta el día de hoy sin desmoronarse.

El viejo libro a la vista de Alus tenía una cubierta gruesa hecha de un material rojo oscuro, con grietas como telarañas extendidas sobre él.

¿En verdad será el real?

Se le reconocían como una extraña serie de libros debido a su sombría historia y a las muchas falsificaciones que existían. Como ni siquiera Alus había tenido la oportunidad de ver los originales, una persona normal no tenía ninguna posibilidad de evaluar su autenticidad.

Y si Godma lo poseía, no sería extraño para un coleccionista enloquecido tener una falsificación a mano.

Reteniendo su curiosidad, Alus miró a Godma, manteniendo su enfoque en la misión.

Los ojos inyectados en sangre de Godma ya no mostraban la misma fuerza de voluntad de antes. “Eso es cierto, es como tú dices… es horrible en términos de resultados.” Bajó la cabeza, sin resistir más. Pudo haber tenido una mente brillante, pero había perdido todas sus Muñecas, y siendo un simple investigador sin habilidades de Maestro Mágico, no era una amenaza para Alus y los demás.

Sus hombros cayeron, y como alguien que había sido vencido tenía un aura de pena lamentable sobre él.

Sin embargo, nadie aquí había entendido con precisión qué tipo de persona era.

Un fuego eterno seguía ardiendo en su corazón. No fue odio. Tampoco era enemistad. Por extraño que parezca… fue curiosidad. Era lo que poseía un investigador, la última razón importante para sus investigaciones.

“Sin embargo… solo cuando se habla de resultados. Todavía es muy temprano para decir que todo carece de sentido.” Ajustándose las gafas, una expresión fugaz apareció en el rostro de Godma mientras miraba a Alus. “Antes, dijiste que mi investigación estaba incompleta. Déjame corregirte… esa no es una verdad establecida. La perfección todavía está en proceso de hacerse. Es por eso que decidí pasar al siguiente paso. Como se esperaba, un humano de voluntad débil no podrá superar nada.”

Godma habló con su voz más tensa hasta el momento. “En este momento, mi investigación presentará un nuevo desafío.”

Levantó su mano previamente oculta, y vieron que sostenía algo. Luego balanceó su mano contra su pecho.

“¡¡¡…!!!” Loki, Tesfia y Alice reaccionaron.

“¡Tonto…!” Alus escupió.

En la mano de Godma había una jeringa con forma de pistola, ahora presionada contra su pecho. Tenía un receptáculo en lugar de un barril, con un líquido rojo oscuro similar a la sangre en su interior. Con un breve estallido, fue forzado dentro de su cuerpo.

“Todo esto es gracias a la Sra. Alice.” Dijo Godma, logrando mantener cierta compostura, sus ojos tranquilos.

Alice sintió que lo había visto mostrar esa mirada en su pasado.

“Sir Alus…”

“Sí, este es el peor tipo de resistencia inútil.” Dijo Alus, con un poco de piedad, tal vez porque simpatizaba con el compañero investigador que había en Godma.

Sin embargo, independientemente de qué tipo de líquido fuera… viendo cómo lo inyectaba directamente en su corazón, estaba tirando su vida. A Alus no le importaría si Godma tirara su vida, pero tenía el presentimiento de que no iba a ser tan fácil.

“¡Agh! Ahh… Aaaaaaaa… Grrkk, ahh…”

Tropezando mientras luchaba, Godma cayó de rodillas y se rascó el pecho. Se le cayeron las gafas y se clavó las uñas en la piel. La sangre descolorida comenzó a salir de sus heridas. Al pisar una Muñeca caída, una vena gruesa corrió por su frente. Su tez se estaba volviendo más oscura.

“¿¡Eh!? ¿¡Que está pasando…!?”

No se podía culpar a Tesfia por no entender esta escena absurda. Después de todo, un humano se estaba transformando en algo más ante sus propios ojos.

“…” Alice miró en silencio, pero no había odio en sus ojos. En todo caso, sintió lástima, miseria… incluso tristeza.

Los hombros de Godma se crisparon. Dejó de caminar y se agachó mientras su cuerpo se hinchaba. Su mano derecha se transformó en algo completamente inidentificable, lejos de la de un humano.