Haken no Kouki Altina (NL)

Volumen 13

Capitulo 3: La Batalla de Aroe Maroe

Parte 1

15 de septiembre del año 851 del Imperio —

La temporada de lluvias había terminado hace varios días. Mientras los defensores se preguntaban por qué Etruria Theocracy todavía no había atacado, finalmente aparecieron.

“¡El ejército enemigo se cuenta en 30.000!” El explorador gritó.

Todos los oficiales estaban reunidos en la sala de reuniones dentro del fuerte Aroe Maroe.

Había una gran mesa en el medio del pasillo.

Altina estaba de pie al final de la habitación, y no se sentó a pesar de que había asientos vacantes.

Al ver a su comandante en jefe de pie, los otros también permanecieron de pie. Regis estaba a su izquierda.

Eric estaba en guardia con un fusil detrás de ella.

A la derecha estaba el teniente general Dorval y los oficiales claves del Sexto Ejército. El teniente general Rockhoward y los oficiales del Octavo Ejército estaban parados en el otro extremo de la mesa.

Eddie y Abidal Evra también estaban presentes, y se pusieron de pie a la izquierda de Regis.

Con su ayuda, se abrió un gran mapa.

“Pensé que no necesitaríamos esto… Así que llegaron al final.”

“Y con números más grandes.”

Eddie murmuró.El teniente general Dorval lo miró.

Hablando de eso, cuando estaban reprimiendo la rebelión del Conde Trosa, Eddie fue asignado al Sexto Ejército.

Y él no tenía ningún logro para demostrarlo.

Parecía que Eddie le dejó una mala impresión. Después de todo, nunca había visto la actuación destacada de Eddie.

Regis colocó tres piezas azules en el mapa.

Se dirigían directamente a la ciudad de Aroe Maroe desde el sur.

“… Entrarán en el rango de flechas del muro mañana.”

Como se había establecido una amplia red de detección de enemigos, comprendieron la situación de batalla rápidamente.

Altina se cruzó de brazos.

“No parecen estar planeando ningún ataque furtivo.”

“… Están planeando una invasión directa. Su victoria hasta ahora probablemente aumentó bastante su confianza.”

Dorval, quien le regaló estas victorias al enemigo, no pareció importarle en absoluto.

Como había victorias y derrotas durante las diversas guerras, probablemente sintió que no sería castigado por algo de esta magnitud.

Era conocido como un “valiente general experimentado” en la capital, pero este término no se asociaba con “muchas victorias”.

Como el comandante era así, las tropas del Sexto Ejército tampoco parecían demasiado molestas.

– Bueno, no tenía sentido desplegar soldados que no tenían la voluntad de luchar en primera línea.

Rockhoward preguntó:

“¿Por qué el enemigo ha aumentado en número?”

“¿Ehh? Eso es porque…”

Deben ser refuerzos enviados el mes pasado. La respuesta era demasiado obvia, lo que dificultaba discernir sus intenciones.

Altina respondió:

“Son refuerzos de su país de origen, ¿verdad?”

“Hmm ya veo. Han estado ganando las batallas, pero todavía están enviando refuerzos… El comandante enemigo es cauteloso.”

“Ese parece ser el caso–”

– ¿Mal, ¿él comprometió sus reservas por el bien de esta batalla decisiva? Sentían que el ejército imperial no retrocedería más.

Eso fue lo que Regis pensó, pero decidió ignorarlo ya que Rockhoward no parecía tener intenciones profundas.

Incluso si le molestaba el aumento de los números enemigos, no había nada que ganar al discutir el motivo. Al menos, esto no era algo que deberían discutir ahora.

Su prioridad debía ser cómo lidiar con este problema. “Hmm…”

De todos modos, el punto de enfoque de Rockhoward era un poco extraño. Como si tuviera el hábito de actuar sobre cualquier cosa que se le ocurriera.

Había algo que no podía decirle al comandante de un ejército y al jefe de una casa aristocrática. Que él era “tal como un niño”.

Regis suspiró en su corazón.

Dorval no tenía la voluntad de luchar, y el pensamiento de Rockhoward era demasiado superficial.

Sin embargo, las fuerzas del Cuarto Ejército eran menos de la mitad que las del enemigo. Entonces, el Sexto Ejército también debería contribuir.

Regis preguntó:

“…… Teniente General Dorval, ¿tiene algún buen plan en mente?”

“¿Hmm? Bueno… el Ejército Imperial tiene 50.000 hombres mientras que el enemigo tiene 30.000. Estará bien si defendemos el fuerte.”

“… Un plan estable. ¿Por cuánto tiempo defenderíamos?” Pensó por un breve momento.

“Cuánto tiempo defender… ¡Hasta que se retiren, por supuesto!”

“… Ya veo.”

Entonces la victoria se eludiría para siempre de la mano de la defensa.

Según los libros de estrategias, los fuertes debían defenderse durante un tiempo adecuado, y debían atacar cuando el enemigo se cansara.

O hasta que llegaran los refuerzos.

Había otros factores involucrados esta vez también. Y Eddie declaró este factor en forma de pregunta.

“Si seguimos defendiendo el fuerte, pero el enemigo no ataca, ¿entonces qué?” Dorval mostró una cara impaciente.

“Entonces no habrá guerra, ¿no será eso?”

“¿Hmm? Hay 50.000 soldados imperiales y muchos ciudadanos. El suministro de alimentos presentado por el Cuarto Ejército durará como máximo 2 meses, ¿correcto?”

Eddie inclinó la cabeza.

De acuerdo con los cálculos de Regis, eso era más o menos correcto. Si racionaban sus suministros, tendrían una duración de cuatro meses como máximo.

“Entonces date prisa y evacua a los ciudadanos.”

“¿Podemos hacerlo a tiempo?”

“¡Todavía eres el mismo! ¡Sigues señalando los problemas en los planes de los demás, por qué no nos dices tu plan!”

Eddie se rascó la cabeza. “Bien, eso es cierto.”

– Aunque no había un plan alternativo, estos problemas aún estarían allí. Este plan aún necesitaba ser discutido.

Altina hizo avanzar la discusión: “Regis, tú decides.”

– Eso será más rápido, eh. 

La escena de continuar la discusión, hacer que los oficiales de estado concurran, y entrar en la batalla con una moral alta era demasiado idealista.

Regis de repente se dio cuenta. Que estaba bajo una gran presión. Tal situación tampoco era rara.

Teniendo esto en cuenta…

– Ah, es porque comandé al Primer Ejército antes. La diferencia es muy grande.

 Los subordinados de Latreille eran soldados endurecidos que estaban listos para dar sus vidas. Ellos morirían fácilmente para defender su país.

Regis se dio cuenta de que su pensamiento era demasiado idealista. Recordó lo que dijo Altina antes, y se precavió a sí mismo:

“Así es como son los ejércitos locales”.

Regis resolvió sus pensamientos y propuso un plan de batalla.

“… El enemigo cree que la Ciudad Aroe Maroe es el sitio de la batalla decisiva. Podemos deducir esto ya que comprometieron sus reservas aquí. Probablemente no necesite decir esto, pero la movilización de 10.000 soldados requerirá fondos y preparativos masivos. Etruria Theocracy planea ganar esta batalla y reclamar el sur del Imperio de Belgaria como su propio territorio a largo plazo. — es fácil deducir su intención de volver a dibujar las fronteras.”

“¡No voy a dejar que se salgan con la suya!”

Los oficiales de estado asintieron cuando oyeron a Altina decir eso. Lo mismo hizo Regis.

“… Está bien. Entonces mi propuesta para esta batalla no es defender el fuerte, sino enfrentarlos en las llanuras”.

“¿¡Ehhh!?”

La sorprendida por eso fue Altina.

Ella y Regis escucharon del inspector Frank lo que sucedió realmente durante la defensa de Sembione.

Fue retrasado que Rockhoward propusiera dejar la base, el que dijo eso fue el mismo Regis.

Los otros también se sorprendieron.

Incluyendo a Rockhoward quien perdió debido a tal plan hace algún tiempo.

“El Sir Estratega aún es joven. Incluso si tenemos la ventaja en números, es mejor para nosotros defender el fuerte. De lo contrario, no podremos reaccionar si ocurre alguna circunstancia imprevista.”

– ¿Como un accidente de fuego?

 Sería demasiado grosero preguntarles eso.

Regis asintió.

“… ¿Por qué no dejamos la responsabilidad de defender la Ciudad Aroe Maroe al Octavo Ejército del Teniente General Rockhoward?”

“¿¡Qué!?”

“… ¿No señaló que deberíamos defender nuestra base, teniente general? Entonces, es correcto dejar esta responsabilidad a la unidad más preocupada por este problema.”

“Hmm… pero cuando suceda la evaluación para ganar esta batalla, el Octavo Ejército será criticado por solo mantener el fuerte, no puedo aceptar esta propuesta como general.”

Su preocupación fue en realidad la evaluación después de ganar la batalla.

¿Era esta la actitud correcta como un soldado… O era este el epítome del egoísmo…?

Como era de esperar, el punto de enfoque de este hombre es extraño– Regis pensó una vez más.

“… Por favor, no te preocupes. El arrogante Ministerio de Asuntos Militares que imponía recompensas y castigos basados en rumores ha sido disuelto, y Su Alteza la Généralissime, asumió sus responsabilidades. Ella es una persona que entiende completamente la importancia de defender el fuerte en una batalla como esta. ¿No es así, Madam Généralissime?”

“¿Hmm? ¿Estás hablando de mí?”

Ella no estaba acostumbrada a ser tratada como Madame Généralissime. Altina asintió.

“¡Sí! ¡Por supuesto que entiendo! Proteger el fuerte es muy importante.”

“¿Quieres decir que es de la mayor importancia?”

“¿Ehh? Probablemente… ¡Ah, por supuesto, la protección del fuerte es de la mayor importancia!”

Ella cambió su tono cuando vio la cara de Regis.

Después de escuchar a Altina decir eso, la cara de Rockhoward se relajó un poco.

“Si me evaluarán de manera justa, entonces podré entrar en la batalla a gusto. ¡Por favor dejen la responsabilidad de defender la Ciudad Aroe Maroe al Octavo Ejército! ¡No importa cuántos enemigos haya, no los dejaremos dar un solo paso!”

El inspector Frank, quien estaba al final de los asientos de los oficiales del Octavo Ejército, sonrió con ironía.

Excluyendo la unidad del comandante no confiable del campo de batalla, vio a través de la intención de Regis.

Pero esto no era solo deshacerse de la molestia.

Él planeó asignar más tropas para defender el fuerte.

Si fueran atacados por detrás cuando salieran de la base para enfrentarse al enemigo, su moral se vería afectada, lo que generaría confusión.

Era un plan que Regis solía usar, y si el comandante enemigo también era capaz, harían lo mismo.

Regis no era el único que utilizaría tácticas inesperadas, por lo que tenía que evitar que el enemigo también lo hiciera.

Por el bien de la moral de las tropas, valía la pena asignar 20.000 hombres a la defensa de la Ciudad Aroe Maroe.

Dorval preguntó preocupado:

“¿En ese caso, tendremos que luchar contra el enemigo de 30.000 con menos de 30.000 hombres de nuestro lado…?”

“… Eso es cierto en términos de números.”

“¿No es demasiado imprudente?”

“… Los soldados imperiales son élites. Tenemos números similares, por lo que es difícil imaginar que perdamos ante el ejército de Theocracy con reservas mezcladas. Y el Sexto Ejército ha descansado mucho.”

“No, no, en realidad tenemos muchos heridos, por lo que simplemente descansar durante una semana o dos no sería suficiente.”

“… Entiendo. Entonces el Cuarto Ejército permanecerá al frente, mientras que el Sexto Ejército estará en la parte posterior.”

Regis colocó una pieza de ajedrez roja y una pieza de ajedrez amarilla en el mapa. La pieza roja que representaba al Cuarto Ejército estaba al frente.

El Sexto Ejército amarillo estaba detrás. “Hmm.”

Dorval parecía preocupado, pero era de conocimiento común que el Imperio de Belgaria “nunca perdería en una lucha con igual número”.

Y los hechos mostraron que el Ejército Imperial rara vez había perdido batallas cuando las fuerzas estaban igualadas.

Altina infló su pecho.

“¡El Cuarto Ejército es lo suficientemente fuerte para que no perdamos incluso si el oponente es el primer ejército! ¡Será un pedazo de pastel!”

“… Así es. El Sexto Ejército podría no tener la oportunidad de luchar, pero manténgase alerta.”

Dorval continuó pensando en eso. “En ese caso, también estará bien.”

No quería ofender a la Généralissime si se resistía a ir al campo demasiado duro. Eso era probablemente lo que pensaba.

Dorval asintió a regañadientes.

***

A la mañana siguiente-

Era una llanura sin fin a la vista.

El sol de la mañana proyectaba largas sombras desde la ciudad.

El Cuarto Ejército se formó al borde de la sombra, a unos 50Ar (3573m) al oeste de la Ciudad Aroe Maroe.

Estaban posicionados horizontalmente para enfrentar al enemigo proveniente del sur.

A la izquierda de la unidad había un gran río.

El Sexto Ejército comandado por el Teniente General Dorval fue desplegado detrás del Cuarto Ejército.

Como no estaban en primera línea, los veteranos del Sexto Ejército estaban muy laxos.

Detrás de ellos-

Más al norte, había un gran lago.

Delante de ellos estaba el enemigo, a la derecha estaba el río, a su izquierda estaba la Ciudad Aroe Maroe, y a sus espaldas estaba el lago, así era como estaban posicionados.

Cuarteles generales del Cuarto Ejército. Altina montaba a caballo.

Regis estaba montado en un caballo y de pie a un lado, aunque Eric era el que sostenía las riendas.

Regis no podía montar a caballo, pero no podía seguir cabalgando junto con el comandante. También necesitaba mostrarlo a veces.

Eddie vino.

“Yo Regis. No estamos ni muy cerca ni lejos de la ciudad, ¿verdad?”

“… Así es.”

“Nuestra artillería no alcanzará, pero aún pueden ver la batalla con claridad. ¿El fuerte es parte del campo de batalla? ¿O este lugar está un poco cerca de la ciudad, por lo que deberían concentrarse en la batalla en las llanuras?”

“… Será un éxito si el comandante enemigo se da cuenta de eso.”

“¿Oh-? ¿Entonces está bien?”

“… Esta es una batalla en las llanuras.”