Haken no Kouki Altina (NL)

Volumen 13

Capitulo 1: El Octavo y Sexto Ejército

Parte 2

Entraron a la ciudad a través de las puertas abiertas. Altina estaba intrigada por las murallas de la ciudad. “Ehh-… en realidad es marrón.”

“Porque el suelo aquí contiene malmstone. Así que las rocas excavadas aquí son de color marrón claro-”

“¡Ah, hay un gato! ¡Es blanco nya!”

“… Ah, sí.”

“Parece ser más ágil que los gatos de la capital.”

“Eso es porque la especie es diferente. Hay un libro que estudia los gatos. De acuerdo con ‘En busca de gatos en el extranjero’ del profesor Giga Domingo, los gatos del sur están más cerca de los originales. Después de todo, los gatos son animales que se encuentran en países tropicales en primer lugar.”

“Ya veo-”

Pasaron por las puertas.

Todos los edificios fueron construidos con tierra y piedra marrón claro, emitiendo una cálida impresión.

Las estructuras más nuevas se erigieron al estilo del Imperio de Belgaria, con ventanas salientes y techos triangulares.

Los edificios más antiguos tenían techos planos y ventanas pequeñas, como un almacén.

La evolución de la cultura se podía observar en esta ciudad. Después de todo, esta tierra no era parte del imperio de Belgaria hace un siglo.

Con las carreteras principales llenas de giros y vueltas, era poco práctico y carecía de estética, por lo que era difícil discernir la intención de sus arquitectos, como si la ciudad hubiera sido construida por muchos individuos de forma natural.

No solo los ciudadanos, los soldados podrían verse aquí también.

Hubo quienes saludaron al ver al Cuarto Ejército, y aquellos que se apresuraron a esconderse en las casas.

Altina frunció el ceño. “Hmmm…”

“¿Qué ocurre?”

“Tal como dijo Eddie, no siento ningún aura de ellos en absoluto.”

“… ¿Descuidaron su entrenamiento?”

Regis no podía balancear espadas, empuñar lanzas o montar a caballo. Entonces él no podía decir los niveles de poder de los soldados sin importar cuánto observaba a los soldados individuales.

Altina comentó:

“No creo que sean débiles ya que hay pocos novatos. Si tengo que decirlo, son como veteranos que están tan familiarizados con la guerra que no se sienten tensos.”

“… Ya veo.”

“Ya estamos invadidos, ¿no están demasiado relajados al respecto?”

Incluso vieron a soldados con la parte superior del cuerpo desnudo y caras rojas por estar bebiendo en el día.

Regis le aconsejó a Altina:

“… Así es como son las unidades regionales. El Regimiento Fronterizo de Beilschmidt es disciplinado por el estricto General Jerome quien es especial.”

“¿¡No significa que el comandante aquí no está nervioso!?”

“… Eso es verdad.”

Llegaron al edificio en el centro de la ciudad.

Una unidad ordenada estaba en formación delante de ellos. “Ara, todavía hay soldados disciplinados aquí.”

“… ¿Son el Octavo Ejército?”

Altina los felicitó, pero la cabeza de Regis se mantuvo inclinada.

¿Fue porque estaban en una ciudad? No estaban armados con lanzas, sino que tenían espadas y escudos. Aunque había una necesidad de cambiar de equipo dependiendo de la situación, las armas populares en el campo de batalla en este momento eran las lanzas que eran más altas que el usuario.

– En otras palabras, el comandante del Octavo Ejército era un aristócrata del oeste. Y su estilo era poner gran énfasis en la tradición.

***

Ciudad Fortaleza Aroe Maroe, Sala principal.

Aunque la habitación era pequeña, estaba decorada con los colores vibrantes del Imperio de Belgaria y parecía extravagante.

Altina llegó a un punto elevado.

Regis estaba parado diagonalmente detrás de ella. Eric estaba a su lado como el Oficial de Escolta.

Y los comandantes del Sexto y Octavo Ejército formaban una formación ordenada ante Altina con sus oficiales de estado mayor.

El comandante del Sexto Ejército era el teniente general Bernard Jean de Dorval. Tenía unos 40 años.

Con una cabeza calva y un uniforme con muchas decoraciones, aún no podía ocultar su abultada barriga. Él tenía una suave sonrisa en su rostro.

“Gracias por hacer el largo viaje hasta aquí, Madam Généralissime Argentina.”

El comandante del Octavo Ejército era el teniente general Lorambert Abel de Rockhoward, de 35 años y tenía un cuerpo pulido estándar de un soldado Belgariano.

Saludó con fuerza.

“¡Este humilde yo es el comandante del Octavo Ejército, teniente general Rockhoward!”

Como ya habían discutido esto antes, Altina habló sin andarse por las ramas.

“Ya sé que las líneas de frente del sur se han reducido significativamente. También el nuevo emperador Latreille quien tomó la decisión de enviar refuerzos.”

“Ughh…”

Rockhoward apretó los dientes.

Parecía avergonzado por haber sido forzado a tal situación por el enemigo. Sin embargo, el principal responsable de esto, Dorval, no se inmutó.

Altina continuó:

“Como Généralissime del imperio, asumiré el comando de todas las unidades aquí. Cualquiera que se oponga puede hablar ahora.”

“¡El Octavo Ejército está listo para llevar a cabo sus órdenes!” Rockhoward respondió con su pecho en alto.

Dorval mostró una sonrisa que hizo que los demás se sintieran incómodos. “Tendré el honor de seguir el ejemplo de la famosa Généralissime.”

“Hmm… entonces preguntaré en mi calidad de superior jerárquico. ¿Por qué te retiraste tan atrás sin siquiera pelear una batalla adecuada?”

Rockhoward comenzó a sudar profusamente. Su cara se puso verde y parecía estar a punto de colapsar.

“Ah, bueno… el Octavo Ejército está listo para hacer todo lo posible para defender el territorio del imperio… solo estaba siguiendo las órdenes del teniente general Dorval.”

Dorval estaba inesperadamente tranquilo a pesar de que su nombre fue mencionado. Normalmente, alguien estaría un poco ansioso cuando se le culpaba.

– ¿Es porque es un gran noble del centro?

Su sonrisa nunca desapareció de su rostro.

“Mis más profundas disculpas. Luchamos algunas escaramuzas, pero los enemigos son fanáticos religiosos que luchan como bestias, por lo que priorizamos la seguridad de los ciudadanos. Nuestro número es demasiado pequeño para defender las vastas tierras del sur…”

Él zumbó sin cesar con sus excusas.

No había nada fuera de las expectativas de Regis.

En resumen, hicimos todo lo que pudimos— Eso estaba diciendo.

El enemigo no tenía nuevas armas o nuevas estrategias inesperadas. Simplemente no pelearon una batalla adecuada.

Altina cortó la explicación de Dorval.

“Basta, no voy a cuestionar lo que hiciste antes. ¡Como ahora estás bajo mi mando, no debe haber más ocasiones de renuencia para atacar al enemigo!”

“¡Por supuesto!” Rockhoward asintió.

Por otro lado, Dorval mostró una cara amarga.

“Ahh, mis más profundas disculpas. En realidad, el Sexto Ejército está agotado ya que hemos estado sosteniendo las líneas del frente durante un período prolongado de tiempo. Si es posible, deseo solicitar más tiempo para descansar…”

“¿Hmm? ¿Aunque no parece de esa manera? O más bien, se han aburrido de descansar demasiado.”

Altina lo fulminó con la mirada. Dorval negó con la cabeza.

“¡No hay tal cosa! Mi casa es también un noble empobrecido en el centro. Por lo tanto, tenemos muchos soldados antiguos en mis unidades, y no son tan listos como los jóvenes…”

“¿¡Cómo puede un comandante comportarse así!?”

Antes de arremeter, Regis intervino:

“Su Alteza… el agotamiento de los soldados no se puede discernir visualmente. Tomemos el consejo del general experimentado.”

“Muu… Si Regis lo dice.”

Dorval y Rockhoward mostraron una expresión de sorpresa que decía “Así que este tipo es Regis”.

Escucharon su nombre antes, pero esta fue la primera vez que lo vieron en persona. Probablemente se sorprendieron por su apariencia de no soldado.

Dorval inmediatamente hizo una sonrisa torpe.

“¡Como se esperaba del famoso estratega héroe! ¡Muchas gracias por su amable comprensión! Permítannos presenciar las heroicas batallas de las élites que sirven bajo el mando de Madame Généralissime.”

Lo que significaba que solo quería que el Cuarto Ejército luchara mientras miraba desde el costado.

Era obvio que no tenía intenciones de pelear.

Regis trató de calmar sus emociones tanto como fue posible, y dijo con calma:

“… Entiendo. Cuando el ejército de Etruria Theocracy ataque, el Cuarto Ejército atacará al enemigo con todo nuestro poder. Como sus dos ejércitos ahora están bajo el mando de la Princesa, por favor no actúen solos.”

” “¡Entendido!” ”

Los dos respondieron con un saludo.

Regis asintió también, luego se giró y saludó a Altina.

Altina a quien se le asignaron habitaciones privadas dentro de la ciudad Aroe Maroe, gritó:

“¿¡Qué demonios están haciendo!? ¿¡No tienen ninguna unidad!?”

“… Es más serio de lo que imaginaba.”

Regis suspiró.

Altina caminaba por la habitación como un oso que se había despertado durante la hibernación.

Clarice quien siempre la esperaba, no estaba en la habitación porque necesitaba preparar el almuerzo.

Eric estaba parado en la puerta con su fusil como su oficial de escolta. En sus manos estaba el《Snider Fusil》regalado a él por Regis.

Eddie y Abidal Evra atendían a las tropas. Los soldados estaban exhaustos e infelices después del largo viaje, por lo que tenían que vigilarlos.

En este momento, solo Altina, Regis y Eric estaban en la habitación. Eric dijo:

“¿Pero acaso el Teniente General Rockhoward del Octavo Ejército no parece estar lleno de empuje?”

“Sí, en comparación con Dorval.”

Cuando escuchó su conversación, Regis inclinó la cabeza.

“… ¿Es así? El Octavo ejército tampoco atacó directamente al ejército de Etruria Theocracy. Dijo que solo estaba siguiendo las órdenes del comandante en jefe.”

“¿Estás diciendo que es solo una excusa?”

“… No estoy seguro tampoco. Tengo que preguntarle a alguien que estuvo aquí cuando ocurrieron las escaramuzas.”

“¿Qué tal preguntarle a los oficiales de estado mayor de ambos ejércitos?”

“No… no importa lo que pase, no creo que ninguno de los oficiales blasfeme con su comandante.”

En este momento, Altina era la Généralissime, y tenía la autoridad para desestimar el nombramiento de ambos comandantes. Si un oficial del Estado Mayor dijera algo estúpido, se quedaría sin trabajo inmediatamente.

Regis sacó su reloj de bolsillo y lo miró.

“Todavía hay alguien en este conjunto que puede decir la verdad. Ya lo llamé, él debería lle…”

La puerta fue golpeada. Eric abrió la puerta.

Las pesadas puertas se abrieron, y un hombre vestido como un noble se inclinó con gracia.

“Este humilde es el Inspector Frank Ignatius de Duran del Ministerio de Asuntos Militares. Me siento honrado de conocer a la reconocida Madam Généralissime y al Sir Estratega.”

Era un hombre apuesto y elegante. Altina mostró una cara de detestar. “¿Inspector~?”

Regis medió:

“Bueno, no todos los inspectores son egoístas y codiciosos.”

El inspector Becker, asignado al Regimiento Fronterizo Beilschmidt, era un hombre exasperante. Esa fue la razón detrás de su prejuicio contra los inspectores o parecidos.

Frank se encogió de hombros.

“Entiendo. El simple hecho de presentarme como inspector da la impresión de que estoy buscando un soborno. Sin embargo, mi salario ya es suficiente para mi familia y no estoy buscando más. Mi esposa e hijo son como una diosa y un ángel, y no quiero nada más que sus sonrisas.”

¿Qué pasa con el asalto repentino de pensamientos aleatorios? Esta persona podría ser un bicho raro.

Regis se rascó la cara.

“Erm… el Inspector Duran fue presentado a mí por Miss Fanrine. Ella dijo que podemos preguntarle lo que sea después de que nos encontráramos con el Octavo Ejército.”

Fanrine era la Oficial de Administración General en el Ministerio de Asuntos Militares. Ella no podría estar equivocada.

No era agradable hablar en la puerta después de pedirle que viniera, así que Regis lo hizo pasar.

Se sentaron alrededor de una mesa para cuatro.

Altina se sentó en el interior, Regis tomó el asiento a su izquierda. Como oficial de escolta, Eric estaba diagonalmente detrás de ella a la derecha.

Frank quien estaba sentado frente a ella continuó.

“No soy soldado, así que no sé cómo puedo ser de ayuda… Viajé junto con el Octavo Ejército cuando fueron enviados al sur.”

Regis asintió.

“Cuéntanos lo que sabes. Cómo el Teniente General Dorval y el Teniente General Rockhoward ejercieron su comando. Espero aprender todo en detalle.”

Altina dijo en tono de disculpa.

“Fue un error de mi parte suponer que todos los inspectores son malos. Lo siento mucho.”

No no, Frank negó con la cabeza.

“Espero que todos puedan confiar en mí, pero yo no confío en mis colegas inspectores. Son solo ratas que viven en el barco llamado Ministerio de Asuntos Militares. Los retardados que finalmente hicieron un agujero en el fondo de la nave. Bueno, el Ministerio finalmente está pagando el precio y se disolvió por la factura que registró a lo largo de los años… Ah, oficialmente no tengo ninguna asignación en este momento. Cuando me presenté arrogantemente antes, eso fue solo una mentira.”

Parecía brillante y alegre, y no parecía importarle dónde sería su próxima asignación. Como si ya se hubiera asegurado un boleto ganador. Quizás ya tenía un plan de respaldo listo.

Regis agregó en un poco de conversación inactiva:

“… Normalmente, la organización se disolvería después de que el personal hubiera sido reasignado… Pero despedir a todos los empleados, eso demuestra que el Emperador Latreille se enojó mucho con el Ministerio de Asuntos Militares. ¿Cuánto dolor de cabeza le costaron cuando era mariscal de campo?”

Jajaja… Frank simplemente se rió, y evitó comentar sobre el nuevo Emperador. Volviendo al tema;

“Entonces, ¿puedes contarnos sobre el comando y las acciones del Octavo Ejército?”

“¿Qué pasó para llevar a esta situación actual?”

“El teniente general Rockhoward… es muy cauteloso, pero a veces da órdenes inesperadas.”

“… ¿Eh?”

“Es de una gran casa noble en el oeste, y debe estar bien versado en estrategias y tácticas… pero hay veces en que extraña el bosque por los árboles.”

“¿P-por ejemplo…?”

“Hay varios, el más crítico es cuando se unieron con el Sexto Ejército para la defensa de la ciudad de Sembione-”

***

Hace un mes.

La ciudad de Sembione era una gran ciudad fundada en una colina.

No tenía paredes altas, pero tenía pozos, depósitos de agua y mucha comida, lo que la convertía en una base militar adecuada.

Había 20.000 soldados del Sexto Ejército guarnecidos aquí. No estaba claro por qué Dorval se retiró aquí.

La base del Sexto Ejército debería ser un fuerte más robusto en las líneas del frente más al sur.

Pero se perdió en poco tiempo, y tuvieron que retirarse a través del río Calena hacia la ciudad de Sembione. Esta situación era enteramente su responsabilidad.

No importa qué, la ciudad de Sembione todavía tenía 50.000 ciudadanos y 20.000 soldados.

El Octavo Ejército se unió a ellos aquí. Rockhoward dijo:

“Nuestra unidad está aquí para ayudar en las órdenes del Mariscal Latreille. ¡Si el Sexto y el Octavo Ejército trabajan juntos, seguramente podremos repeler al ejército de Etruria Theocracy de un solo golpe!”

Dorval miró la unidad y preguntó: “¿Cuánta comida tienes?”

“Suficiente para que el Octavo Ejército pelee por un mes.”

“Hmm…”

A juzgar por el sentido común, esta cantidad no era un problema. Pero Dorval ordenó una evacuación de la ciudad como si sintiera algo.

Tal vez solo quiera reducir la tasa de consumo de alimentos en la ciudad mientras se desmoronaban en la ciudad, por lo que redujo el número de ciudadanos aquí.

Una semana más tarde, el ejército de Etruria Theocracy apareció ante la ciudad de Sembione con 20.000 tropas.

El Imperio tenía 40.000.

Rockhoward decidió terminar la guerra rápidamente y propuso abandonar la ciudad para enfrentarse al enemigo. Dorval aceptó esta propuesta.

Cuando Regis escuchó eso, no pudo evitar gritar: “¿¡Qué!?”

“Como pensé, ¿piensas que eso también es extraño?”

“Eso es porque… Tenían una fortaleza ahí mismo por sus defensas. Debían dejar que Etruria Theocracy atacara y reducir una parte de sus números. Después de que el enemigo estuviera exhausto, podrían abrir la puerta y forzar una batalla decisiva con los enemigos en las llanuras.”

Regis no estaba hablando de ninguna estrategia asombrosa. Esto era de sentido común.

Era una estrategia que se podía encontrar en cualquier libro de texto normal, los conceptos básicos de lo básico.

Frank asintió.

“Entonces, en cuanto a por qué el teniente general Rockhoward de repente propuso luchar fuera de la ciudad… escuché su conversación con sus oficiales de estado mayor.”

***

En una habitación asignada al Octavo Ejército.

El teniente general estaba sentado en una silla de cuero en el lado más interior, rodeado por sus oficiales de estado mayor que estaban alrededor de su mesa.

Era la conferencia de guerra del Octavo Ejército. Un funcionario informó:

“¡El ejército de Etruria Theocracy está aquí! ¡Hay 20.000 de ellos!”

“Hmmp… El Sexto Ejército sigue diciendo retirarse retirarse, lo que me hizo preguntarme cuán grandes son las fuerzas enemigas. Entonces es solo esto ¿eh?”

“¡No hay nada que temer, la victoria del Imperio de Belgaria es inevitable!”

“¡Jajaja! No podemos bajar la guardia ¿bien?”

Fue una advertencia, pero fue dicho con un tono de broma que hizo que los oficiales de estado mayor estallaran en carcajadas.

La batalla ni siquiera había empezado, y Rockhoward ya estaba animando como si la victoria fuera un hecho.

Los oficiales de estaod mayor también se deleitaron en la alegre atmósfera.

“El Teniente General del Sexto Ejército Dorval también nos lo agradecerá. Esta victoria es gracias a la llegada del Octavo Ejército. Los nobles y el Ministerio de Asuntos Militares también nos evaluarán altamente.”

“Hee hee… No me interesan las gracias y las alabanzas… ¡Pero no se puede evitar si me convierto en una estrella brillante!”

Rockhoward era un noble del oeste.

Él era parte de la facción del Primer Príncipe.

Como Auguste perdió sus derechos de sucesión al trono durante el Día de Fundación en abril, Rockhoward se convirtió en el hazmerreír en el mundo social.

Su estado era incluso más bajo que los nuevos nobles del sur. Anhelaba la oportunidad de salvar su reputación.

Ninguno de los oficiales de su equipo quería ser una manta húmeda, por lo que todos estaban entusiasmados y animados.

“Incluso en una pelea directa en las llanuras, el Imperio con el doble de sus números nunca perderá.”

“¡Así es! ¡Enseñemos a los reclutas que cambiaron sus azadas por lanzas lo que es una verdadera batalla!”

“¡Esta es una buena oportunidad para mostrarles el poder de nuestro tradicional manejo de la espada occidental!”

Sin siquiera beber un sorbo de vino, este grupo de oficiales de estado mayor comenzó a ser animado como si estuvieran borrachos.

Rockhoward gritó con gran ánimo:

“¡Bien! ¡Ataquen! Podemos ganar peleando en las llanuras, ¿¡por qué seguimos defendiendo el fuerte!?”

***

“… Me duele la cabeza.”

Había pasado mucho tiempo desde que Regis sintió un dolor de cabeza. Él suspiró.

Frank frunció el ceño:

“Lamentablemente, no estoy exagerando. Decidieron su plan de batalla con la misma atmósfera cuando decidieron ir a cazar zorros.”

“Sí… no puedo decir que sea una persona así.”

“Puede que no sea apropiado que un noble como yo diga esto, pero los aristócratas son como leones que se jactan en casa y actúan como perros leales en presencia de sus supervisores.”

“… Es verdad. ¿Pero por qué el Teniente General Dorval no rechazó esta propuesta retardada?”

“No tengo ninguna evidencia… pero parece que sus raciones se estaban agotando.”

“… ¿pensé que tenían suficientes suministros?”

“El hecho fue que cuando el Sexto Ejército se retiró en derrota, abandonaron casi todas sus raciones. Y también trajeron muchos refugiados con ellos. Pero el hecho de que todavía estaban protegiendo a nuestros ciudadanos cuando evacuaban fue digno de elogio.”

Si van a proteger a los ciudadanos, también deberían garantizar un suministro constante de alimentos y cubrir todos los rincones— Ese era el significado oculto en sus palabras.

Incluso Altina estaba tomando su cabeza.

“¿¡Qué estaban haciendo esos retrasados sin cabello!?”

“… Su Alteza, no hablemos de cabello… Al menos los ciudadanos y los soldados están a salvo. Es una buena cosa que haya tomado esa decisión… Bueno, trajimos muchas raciones con nosotros, lo cual debería ser suficiente para satisfacerlos.”

Ya habían recibido el informe de que se necesitaba una gran cantidad de raciones, por lo que el Cuarto Ejército trajo más comida que la habitual.

Frank se encogió de hombros.

“Aunque los fuertes y la ciudad de Sembione deberían tener tiendas de alimentos adecuadas…”

“… Ahora son raciones para el ejército de Etruria Theocracy.”

“Probablemente.”

No solo las tres personas sentadas, incluso Eric parado detrás suspiró. Altina comenzó a quejarse.

“¿Etruria todavía no ha atacado porque comieron demasiado y no pueden caminar?”

“Jaja… Bueno, tal vez están esperando que termine la temporada de lluvias. Es casi septiembre, por lo que debería terminar pronto.”

“¿Es así?”

El diálogo casi había terminado, pero Altina gritó: “¡Espera, espera, espera!”

Ella mostró cuatro dedos en su mano derecha, y dos dedos en su mano izquierda:

“Incluso si dejar la base para atacar es un error, el Imperio de Belgaria tenía 40.000 hombres, mientras que Etruria Theocracy tenía 20.000. ¿¡Por qué perdieron!?”

Frank respondió:

“Cuando las dos fuerzas se enfrentaron, se produjo un incendio en la ciudad de Sembione.”

“¿¡Incendio!?”

“Pareció haber sido causado por descuido. Pero después de los hechos, solo lo supe por los guardias de la ciudad… el teniente general Dorval, quien tenía el comando general fuera de la ciudad, consideró que ‘la base que había detrás de nosotros había caído’, y ordenó una completa retirada…”

“~~~!?”

Altina se sorprendió más allá de las palabras.

Regis dijo con un suspiro:

“Hmm… Esto es como la escena del famoso trabajo de Klone Milo ‘Heroes Elegy’. Es ampliamente elogiada por ser una novela heroica sobresaliente, pero en la batalla decisiva, fue criticada por la parte donde ‘el enemigo cayó en pánico debido a un incendio que estalló repentinamente, dándole al protagonista la oportunidad de girar la mesa’.”

Altina dijo enojada:

¡Si hubiese habido 40.000 tropas, los resultados de nuestra batalla con High Britannia habrían sido diferentes! ¿Pero un malentendido sobre un incendio se confundió con un ataque enemigo a pesar de tener un ejército tan grande? ¡Deja de bromear conmigo!”

“… Puedo entender que se equivocar cuando su base que tenía solo fuerzas mínimas se incendió.”

“¿¡En serio!?”

“… Pero deberían haber enviado un mensajero para verificar primero. Podrían ordenar el retiro después de asegurarse de que la base se había perdido.”

Y por supuesto, esto solo funcionaría si hubieran desplegado a sus tropas con cautelo para evitar ataques de pinzas.

Altina expresó su enojo por esa decisión, que en realidad fue demasiado retardada.

¿El nerviosismo resultó en el error del comandante en el campo?

Eso podría ser así, pero que un mal manejo de fuego condujera a una pérdida tan tremenda no era una broma de la que uno pudiera reírse.

¿Cuánta sangre necesitaría derramarse para apoderarse del fuerte?

Llovió un poco esta tarde, pero el clima estuvo despejado al día siguiente y al día siguiente.