Ryuuou No Oshigoto! (NL)

Volumen 14

Capítulo 2: Second Score

Parte 8: Fiesta De Agradecimiento

El día después de que el Maestro nos prohibió tener una cita …

Más de 60 personas se han reunido en un edificio cercano a la Asociación de Shogi de Kansai para celebrar la promoción de Ginko y Sota-kun a 4-dan.

………… Pero la presencia de uno de ellos hace que la celebración cobre un significado completamente nuevo.

Porque el recién retirado Hiuma Kagamizu está aquí, sonriendo felizmente–––

“Ugh……*Hic* …… ¿C-Cómo puedes aparecer aquí luciendo tan guapo?”

“¡¿Guapo……?! ¡¡Vuelve con los rechazados, debilucho!! ¡¡Waaaaaah…… !!”

Sota-kun, uno de los invitados de honor, llora mientras corre para darle a Kagamizu-san un abrazo menos de dos minutos después de que comenzara la fiesta.

Ahora, el discurso programado para el evento de apertura del programa no se llevará a cabo en el corto plazo. La guinda del pastel es cuando Ginko, que ha estado de un humor horrible desde nuestra reunión con el Maestro ayer, dice:

“Sota-san me supera en rango, así que si él no habla, yo tampoco”

Así que el plan original se esfuma.

La única persona en Japón con una agenda más ocupada que el primer ministro en este momento tiene que ser la Blancanieves de Naniwa. Teniendo en cuenta que el organizador, Nanzeki 5-dan (también conocido como Chuni), tuvo que hacer malabarismos con los horarios de todos junto con sus propios deberes como secretario de la Sub Liga de Kansai para tener este evento en los libros, me imagino que está sufriendo mucho en este momento

……

Bueno, el verdadero invitado de honor es Kagamizusan.

Al menos 20 de las personas aquí han venido de lugares tan al norte como Hokkaido o tan al sur como Okinawa solo para verlo.

“¿Entonces ustedes todavía están peleando? Los veteranos de la Sub Liga de Kansai seguro que lo están”

Los ex jugadores de la Sub Liga siguen el ejemplo de Kagamizu-san y contraatacan.

“Tú, Hiuma, eres el rey cuando se trata de ser terco”

“¡Maldita sea! Escuché que finalmente mordiste el grande, ¡Así que tuve que pasar a ver cómo estabas!”

La mayoría de ellos estaban fuera de la Sub Liga antes de que yo apareciera, por lo que Sota tiene aún menos idea de quiénes son estas personas.

Kagamizu-san no los ha visto en más de 10 años, pero no se está complaciendo con la unión.

Por supuesto, no les deja ver lo molesto que está por no llegar a los profesionales.

Están charlando como si tuvieran partidas en la sala de jugadores ayer y ahora están de regreso para continuar donde lo dejaron …

Espero el momento oportuno y espero a que Kagamizu-san termine de charlar con los adultos antes de acercarme a él.

…… Sin embargo, Sota todavía está colgando de su cuello.

“Kagamizu-san. ¿Qué es ese accesorio que tienes alrededor del cuello?”

“Oye, yo soy el que quiere llorar, pero de todos modos lo está haciendo por mí”

Bromea con una sonrisa forzada y él hace una mueca en respuesta.

Sota no capta la indirecta y sigue gimiendo.

Riendo para no llorar, sirvo un poco más de té oolong en el vaso de Kagamizu-san.

“…… Entonces, ¿te vas a casa? ¿A Miyazaki?”

“Kiyotaki-sensei trató de convencerme de que consiguiera una de esas licencias de enseñanza para poder trabajar en su salón de clases”

“¿El Maestro te ofreció un trabajo ……?”

“Oishi-sensei también me dijo que podía comer hasta que me aflojara el cinturón como maestro de calderas certificado en su casa de baños”

Sabaki no Maestro seguro que tiene una forma única de hacer ofertas de trabajo. Pero, ¿Qué tiene eso que ver con Shogi?

“Machi dijo que me ayudaría a convertirme en periodista y Tsukimitsu-sensei extendió la alfombra roja para que me uniera a la asociación. No valgo todos los hilos que la gente se ofrece a tirar. Sin embargo, es una gran sensación”

“Pero … ¿No te vas a quedar?”

“Me hice una promesa. Prometí que siempre amaría al Shogi”

En lugar de responder directamente, dice Kagamizusan.

“Si tuviera un trabajo aquí en Osaka que involucrara directamente al Shogi… sé que perdería mi amor por él. Por eso necesito un poco de distancia, para poder seguir amando al Shogi por el resto de mi vida”

Al escuchar eso, Sota-kun lo miró con ojos rojos brillantes y mejillas empapadas de lágrimas para gritar:

“¡¿Por qué te alejarías de lo que amas?! ¡Te estás contradiciendo! ¡Es normal querer estar con lo que amas para siempre!”

“Algún día, tú …… No. Espero que nunca llegue el día en que ustedes dos comprendan cómo se siente esto”

Dice Kagamizu-san con una punzada de tristeza mientras mira entre Sota-kun y yo.

Casi me escapé del mundo del Shogi cuando perdí mi combate de debut profesional ante Natagiri-san, pero no me vi obligado a retirarme contra mi voluntad como Kagamizu-san.

Fingir entender sería fácil.

Pero, como profesionales …… fingir empatía barata es algo que simplemente no podemos hacer.

“Ai y Keika-san realmente querían estar aquí hoy. Tu significas mucho para ellas”

Keika-san está trabajando como registradora de partidas en este momento.

Ai Hinatsuru está en Tokio para una partida de la Liga de Leyendas Femeninas.

“Hicieron unas galletas para que las llevaras en el avión”

“Eso fue amable de su parte. Si tuviera que ser alguien, me alegro de que fueran esas dos las que no pudieron hacerlo hoy”

“¿Eh?”

Kagamizu-san sonríe y se acerca a mi oído.

“…… Mis papilas gustativas no son fanáticas de la cocina de Ginko”

“…… Doufu”

Digo lo más silenciosamente posible para que no haya posibilidad de que ella me escuche estar de acuerdo desde el otro lado de la habitación.

“Te espera una vida difícil, entonces …… tendrás que comerlo todos los días a partir de ahora”

“¡¿Eh?! Bueno…Eso es cierto. A-Hahaha……”

Como no tiene sentido negarlo, me sonrojo un poco y asiento. Después de todo, Kagamizu-san es quien sugirió la secuencia de movimientos de sellado como una forma de transmitir mis sentimientos en primer lugar …

Siempre nos ha cuidado y ha estado allí con un suave empujón cuando lo necesitábamos desde el día en que nos conocimos.

Sin embargo, ¿cómo le pagamos por su bondad? Al quitarle continuamente las cosas que más aprecia –––.

“Disculpen”

Kagamizu-san y yo nos giramos hacia la recién llegada, que resulta ser la última persona que esperaba.

Ai Yashajin.

Además, ha abandonado su personalidad alta y poderosa habitual por algo más parecido a un gatito contento.

Justo cuando me pregunto qué está pasando … Ai se vuelve hacia Kagamizu-san y dice:

“Hola … Querido Hiuma-Onii san”.

¡¿Querido Onii-san?!

“Ah, Ai-chan. Me alegro de que pudieras venir… Tu padre hizo tanto por mí, así que lamento no haber podido hacer más”

“No lo estés. Estoy segura de que mi padre ya está muy orgulloso de tus logros”

“…… ¿Aunque no me convertí en un profesional?”

“Tampoco lo fue mi padre. Por supuesto, creo que estaría encantado si lo lograras, pero …”

Ai mira a Kagamizu-san directamente a los ojos y declara:

“Te mantuviste fiel a tu propio Shogi hasta tu última partida en la división de 3 dan. Mi Padre … creo que estaría aún más orgulloso de eso”

“¡¡……!! Ya veo…Tienes un punto. Conociéndolo, él realmente haría……”

La persona que convirtió a Hiuma Kagamizu, un niño de 13 años de Miyazaki sin conexiones en Osaka en absoluto, en un formidable jugador de Shogi no fue otro que el padre de Ai, un jugador aficionado muy condecorado por derecho propio. Recuerdo que Kagamizu-san me dijo lo estricto que era Yashajinsan con él en esos días.

Habiendo dejado la casa de mi familia para el entrenamiento de Shogi, entiendo por lo que paso.

Los adultos tienden a ser fáciles con los niños una vez que descubren que se fueron de casa para entrenar. Toneladas de jugadores llegaron a la Sub Liga solo para ser expulsados después de ser mimados por todo ese trato especial.

Tener a alguien cerca para ser quisquilloso y ser duro es increíblemente importante. Sin varios de ellos en su círculo social, la capacitación no irá a ninguna parte.

“Querido Hiuma-oniisan, si quieres…”

Ai comienza a decir algo, cuando de repente…

“¡¡KAGAMIZU-SEEENSEEEIII!!”

Una mujer joven vestida con un elegante traje negro se lanza desde detrás de Ai y agarra la pierna de Kagamizu-san. Ella también está llorando.

“¡¡Sensei!! ¡¡Por favor, no te vayas!! ¡¡NOOO MEEEE DEJEEEEESSSS!!”

¡¡Murmullo……!! 

“¡¿Quién es esa?!”

“¿Es la novia de Kagamizu? …Hasta donde yo sé …”

“Todavía conquista, ¿no?”

Otros asistentes comienzan a hablar, pero sé la verdad.

Kagamizu-san le ha estado enseñando a Akira-san algunas estrategias después de que ella le suplicara para vencer a los estudiantes de primaria que se habían convertido en sus rivales.

“Hahah. Una vez que me instale, te prometo que jugaré algunas partidas contigo en línea, ¿de acuerdo?”

“¡¡Más te vale!! ¡¡Te estoy sujetando por eso!! ¡¡Si estás mintiendo, no tengo ningún problema en perseguirte hasta el borde del infierno y volver hasta que me enseñes tus estrategias invencibles!!”

Akira-san estaba a punto de obligar a Kagamizu-san a darle la dirección de su casa en Miyazaki cuando Ai se la llevó.

“¡Detén esto ahora mismo!”

agrega mientras Sota patea a Akira-san en la espinilla y grita:

“¡Vete, aliento de burro!”

No quiero que termine, pero la fiesta está terminando.

“¿Qué tal unas últimas palabras de Kagamizu-san antes de despedirnos?”

Chuni anuncia a la multitud y Kagamizu-san salta sorprendido.

“Oye, oye. ¿Pensé que era el trabajo de la secretaria de la Sub Liga terminar con estas cosas en una buena nota?”

“En ese caso, uso mi poder como secretaria para asignarte el último discurso, Kagamizu 3-dan”

“…… Sí. Sabes que ya estoy jubilado, ¿verdad?”

Se queja, pero puedo decir que parte de él está feliz mientras se aclara la garganta.

“Veamos …… Primero me gustaría felicitar a Ginkochan”

“!!…………… Uhm”

Los buenos deseos repentinos golpearon a Ginko como un rayo. Ella está congelada en su lugar.

Probablemente se sienta culpable por poner el último clavo en el ataúd de Kagamizu-san. Ella miró todo hoy desde la esquina de la habitación sin decir mucho.

Kagamizu-san también estuvo muy consciente de ella todo el tiempo.

Lo vi mirar hacia la esquina innumerables veces durante la fiesta. Estoy seguro de que otras personas también lo notaron.

Pero nadie puede decir una palabra.

Es un tema que ninguno de nosotros está autorizado a traspasar.

Un reino donde solo los dos que compartieron el tablero del último día del 3-dan puede estar……

“Me alegro de que mi última partida durante mi tiempo en la Sub Liga haya sido contra ti, Ginkochan. Estoy seguro de que estará conmigo…Por el resto de mi vida”

Perder una partida de Shogi duele.

Perder partidas importantes duele tanto que aparece en tus sueños.

Pero, extrañamente, perder cuando sabes con certeza que hiciste todo lo que estaba en tu poder …… A veces se siente más como un logro que como una derrota.

Caminando hacia Ginko en la esquina, Kagamizusan sonríe y dice:

“Fue un gran discurso el que dijiste en la conferencia de prensa. Tengo grandes esperanzas por ti … Al igual que todos los demás en esta sala”

“……………… Gracias…”

Eso fue como magia.

Con solo hablar con Ginko …… Las palabras de Kagamizu-san la convirtieron de una estatua completa a lo que era hace una década en un abrir y cerrar de ojos.

Ginko baja un poco la cabeza, arruga la cara y comienza a llorar como una niña de seis años …

“Lo siento …… H-Hiuma-san…… ¡¡Lo siento mucho!!”

“No has hecho nada malo, Ginko-chan”

El hombre cuyo sueño terminó en fracaso consuela a la niña que se disculpa por hacer realidad su sueño.

No son solo los derrotados. Los vencedores se van con cicatrices igualmente profundas. Así es la Sub Liga.

Todo el mundo aquí hoy … lleva esas cicatrices.

“En realidad, te debo una disculpa. Escuché que te rompiste las costillas durante nuestra partida. ¿Estás segura de que estás bien?”

“…………………………”

“Tienes que llevarme el título, ¿recuerdas? Cuídate mientras tanto”

“…… Lo haré ………… ¡Tú también …… H-Hiumasan……!”

Kagamizu-san acaricia suavemente a Ginko en la cabeza.

Al igual que lo hizo cuando se conocieron.

Como solía hacer con ella cuando ella tenía seis años y yo cuando yo tenía ocho después de que nos ganó en una partida de Shogi.

“A continuación, Sota-kun. Creo que es hora de que me des algo de espacio”

“¡¡No quiero !!”

Ese momento fue demasiado perfecto, y todo el lugar estalla en risas. Pero surge un coro de sollozos mientras se apaga.  “Hiuma-san……”

“¡Kagamizu-san……!”

Todo el mundo lo va a extrañar.

“…… Honestamente, he debatido si ir o no a casa …… Durante semanas.”

El Anideshi de la Sub Liga de Kansai comienza tranquilamente su discurso final.

“No puedo contar la cantidad de veces que quedarse aquí en Osaka y conseguir un trabajo relacionado con Shogi sonaba como la mejor opción. De hecho, todavía lo estaba pensando hoy”

La razón por la que sigue yendo y viniendo–––

“Da miedo … Ya no pertenecer a la Sub Liga …… Sin estar involucrado en el mundo del Shogi, sentí que estaba perdiendo lo que me hacía……”

El fracaso lo cambia todo.

Las historias sobre exjugadores cuyas vidas cayeron en picada después de retirarse de la Sub Liga no son difíciles de encontrar.

“Levantarse por la mañana y resolver algunos tsumeshogis antes de salir por la puerta. Tomando una rosquilla y un poco de café en esa tienda a las afueras de la estación de Fukushima. Haciendo mandados o trabajando como registrador de partidas entre semana, o tal vez una sesión de práctica en la Sala de Jugadores. Luego jugar Shogi como si mi vida dependiera de ello dos veces al mes. Estos últimos 17 años se han desarrollado así. Pasé más de la mitad de mi vida en ese ciclo y pensé que nunca terminaría. Nunca consideré seriamente la posibilidad de que pudiera, así que…Estaba asustado”

Su voz vacilante, una lágrima rueda por la mejilla de Kagamizu-san. Sota-kun aprieta sus brazos alrededor de esos hombros dignos.

Pero ––– dice Kagamizu-san con una sonrisa.

“¡Pero me siento mucho mejor después de ver a mis compañeros amigos jubilados hoy! Todos ustedes son exactamente como los recuerdo de nuestros días juntos en la Sub Liga. Tan sencillos como siempre lo fueron…”

El fracaso cambia a las personas.

Sin embargo, hay algunos que no cambian. Estoy seguro de que algunos nunca lo hacen.

Los ex miembros de la Sub Liga aquí son una prueba viviente.

“Ese es el mejor regalo de despedida que pude haber pedido. ¡Gracias por darme valor!”

Ahí es cuando me doy cuenta de que todos aquí están llorando.

Kagamizu-san no se molesta en secarse las lágrimas de sus mejillas mientras se despide por última vez con una gran sonrisa en su rostro.

“Seamos fieles a lo que somos: Niños a los que les encanta jugar al Shogi. Si podemos, entonces …… Nos volveremos a encontrar algún día”

No importa cuántos años, cuántas décadas pasen. Se sentirá como si retomara donde lo dejamos ayer.

Esas fueron las últimas palabras de Kagamizu-san como miembro del mundo del Shogi. Era más como una promesa de que lo volveríamos a ver. Lo garantizamos.