Mahouka Koukou No Rettousei (NL)

Volumen 17

Capitulo 2: Sonrisa Desprendía

Parte 3

Tal vez Mikihiko pensó que era lo mejor dispersarse rápidamente, terminó su almuerzo en un apuro y estaba a punto de levantarse de su asiento.

“Miki, espera un poco.”

Sin embargo, su movimiento se detuvo en seco desde Erika quien lo obligó a sentarse de nuevo.

“Qué ocurre.”

Con el fin de ocultar su temblor debido a su intento de fuga siendo descubierto, contestó con un tono fuerte.

“Espera hasta que Mizuki termine su almuerzo.”

Por supuesto, Erika no era el tipo de dar marcha atrás tan fácilmente. La que, temblando, calmó la discusión de los dos fue Mizuki.

Al final, Mizuki dejó los palillos en el plato que todavía tenía alrededor de un tercio de su contenido original a un lado.

En la actualidad, los cuatro estaban sentados en este orden, Erika y Mizuki estaban una junta a la otra, mientras que Leo estaba frente a Erika.

Erika dirigió una voz aguda hacia Mikihiko, quien estaba sentado en diagonal desde ella.

“Miki, simplemente ¿qué te parece que estás haciendo exactamente?”

“Qué quieres decir.”

Mikihiko respondió una vez más en un tono fuerte, sin embargo, su voz era poco natural y rígida.

“Ya veo, ¿por lo que no vas a entender a menos que lo diga directamente? ¡En ese caso, lo haré!”

La palma de Erika salió volando hacia abajo sobre la mesa.

Ella no le dio absolutamente ninguna atención a las numerosas miradas que se volvieron hacia ella debido al fuerte sonido que acababa de hacer.

“¡Te estoy preguntando por qué demonios estás evitando a Tatsuya-kun!”

El comedor se volvió instantáneamente en silencio. Las miradas de todos se concentraron en Erika y Mikihiko. Mientras que Erika podía ignorar las miradas de los demás, Mikihiko no tenía tal compostura.

“En realidad no… no lo estoy evitando ni nada.”

“¿Eh? ¿Así que vas a jugar al tonto?”

Mikihiko crispó su cara al mirar el fuego que había en los ojos de Erika.   “Es obvio que estás evitando a Tatsuya-kun, incluso a este idiota por aquí.” La persona a la que Erika estaba señalando con su dedo era Leo.

“¿¡A quien le dices un idiota!?… Pero, dejando eso de lado, Mikihiko. Es así como esta poca femenina dic–”

Una vez dicho esto como mucho, un grito salió de repente desde la boca de Leo. “Ay… ¡Bueno, has puesto algo en tus zapatos!”

“No te preocupes, no es una placa o algo por el estilo.”

Si se le preguntara lo que acaba de pasar, parece que Erika golpeó la pierna de Leo por debajo de la mesa.

La atmósfera se aflojó un poco. Para Mizuki y Mikihiko, esta no era una ocurrencia tan rara.

“Sigh… De alguna manera me siento agotado.”

Esto les permitió tomar un respiro antes de irse de nuevo, incluso para Erika, esto hubiera sido conveniente.

“Oh, bueno. Miki, para ser honesta, yo no quiero ni saber por qué estás evitando a Tatsuya-kun. Sin embargo, si es sólo porque Tatsuya-kun es de la Familia Yotsuba, entonces no es una razón para evitarlo como eso. Si piensas que lo es, entonces no hay ningún punto en llamarte su amigo por tí mismo”.

Erika se quedó en silencio mirando a los ojos de Mikihiko. Fue porque Erika había sido tan agresiva que Mikihiko había sido obstinado unos momentos antes. Sin embargo, con unos ojos tan sinceros dirigidos hacia él, la culpa que sintió en lo profundo no le permitió fingir más ignorancia.

“… No es porque él es un miembro de la Familia Yotsuba. No, para ser honesto esa es una de las razones. Más bien me molesta que Tatsuya no nos dijera a cualquiera de nosotros antes.”

A pesar de decir que estaba resentido, la expresión que Mikihiko llevaba era una de pesar.

Erika y Leo instintivamente se miraron entre sí.

“Espera un segundo, Mikihiko. ¿No te parece que es un poco mal?” Leo le siguió hablando a un Mikihiko que no podía mirarlo a los ojos.

“¿No crees que Tatsuya se sintió mal al ser obligado de ocultar esto de nosotros? Debes entender mejor que nadie que se trataba de una especie de tradición que tenía que cumplir ¿cierto?”

“Miki”.

Erika envió una voz aguda que voló hacia un Mikihiko que todavía no mostró ninguna reacción a las palabras de Leo.

“Vamos a suponer que habías oído hablar de esto directamente desde Tatsuya-kun, ¿Qué hubiera cambiado?”

Mikihiko estaba en una pérdida de palabras. No, a pesar de que trató de responder de nuevo, no fue capaz de formar una respuesta coherente. Aprovechando esta oportunidad, Erika presionó aún más.

“Si hubieras escuchado esto desde Tatsuya-kun directamente, ¿crees que habría terminado con un simple “Oh, ya veo”? ¿Piensas que habrías podido pasar el tiempo tal como antes? En cuanto a la forma en que reaccionaste a este asunto, realmente no creo que ese fuera el caso”.

Mikihiko no podía responder a su espalda. Ni siquiera podía llegar a una mentira improvisada.

“En otras palabras, Miki, tú sólo tienes miedo del nombre Yotsuba.”

“… ¿Y tú Erika?”

Mikihiko finalmente abandonó el acto duro que estaba poniendo hasta ahora. Tomando una actitud desafiante, le respondió de nuevo a Erika con una voz de una cara un tanto mala.

Sin embargo, esa era una pregunta tonta.

“¿Qué opinas? por supuesto que estoy aterrada.”

Para Erika, el engaño sobre sus propias debilidades era algo que simplemente no podía hacer.

“Él es un miembro de esa familia Yotsuba. Si alguna vez encontramos a alguien que no tuviera miedo después de oír eso, sería solamente un tonto gigantesco. Estamos camino más allá de los límites de las cosas que uno puede escuchar acerca de la primera vez y hacernos con ello”.

“Entonces, ¿¡cómo puedes simplemente seguir adelante como si nada!?”

“¿No es obvio? es porque somos amigos.”

Erika respondió a su pregunta que llevaba exactamente la misma expresión que tenía cuando admitió que tenía miedo antes.

“La familia Yotsuba es de miedo. Nadie sabe lo que hacen y me hace incómoda. Pero aún así, Tatsuya-kun es mi amigo. Incluso si no me fío de la Familia Yotsuba, confío en Tatsuya-kun. Y eso es cierto incluso si hay un montón de cosas que necesita ocultar”.

Erika seguía mirando a los ojos de Mikihiko y entregó el golpe final.

“Para empezar, hay cosas que Miki nos oculta así, y no están limitadas a unas escasas 10 o 20 cosas.”

“Eso es…”

“No voy a dejar que digas que ese no es el caso. Hemos estado saliendo desde hace mucho tiempo, despues de todo.” (No entiendan mal la oración, es por tanto tiempo que se conocen.)

“……”

“No hace falta para mí también. Cosas que no quiero que ustedes sepan, las cosas que absolutamente no tengo pensado en compartir con ustedes, hay un montón.”

Mikihiko se apartó torpemente. La razón era, que en realidad tenía una idea de lo que se refería con sus ‘cosas que no quería fueran conocidas’.

“¿Hay cosas que no puedes compartir con nosotros? Bueno, por supuesto, no estamos casados ni nada, así que en realidad es normal”.

Mikihiko apartó la mirada abatida. Como estaba en este momento, él no tenía ninguna excusa que le quedara.

“¿Cómo es que… Erika y Leo fueron capaces de encontrar tan rápidamente la forma correcta de tratar con todo esto?”

Fuera del campo de visión de Mikihiko, Erika le dio una mirada a Leo.

“Creo que eso es porque nunca he enfrentado a un Yotsuba. Ni siquiera sé lo peligroso que son los magos Yotsuba. Sin embargo, conozco a Tatsuya. A pesar de saber lo peligroso que podría ser Tatsuya, también sé que puedo confiar en él hasta el final”.

Leo se sintió avergonzado por su propio discurso y forzó una sonrisa torpe antes de continuar.

“Bueno, podría ser un malentendido. Aunque lo haya descubierto por mi cuenta. Entiendo por qué se mantuvo en silencio al respecto, y sobre todo, confío en Tatsuya porque es mi amigo. Dejar que esta “posibilidad” arruinara nuestra relación sería estúpido”.

“Leo… eres bastante impresionante, de verdad.”

Mikihiko no era el único observando a Leo con una expresión sorprendida. Erika fue igual. Cuando vio los ojos de Mikihiko girando hacia ella a toda prisa, recuperó la compostura.

“¿Fue lo mismo para ti Erika?”

“No exactamente… Incluso yo no fui capaz de salir de inmediato con una reacción adecuada. Sin embargo, yo no tuve necesidad de pensar en ello durante tres o cuatro días.”

Erika aprendió sobre el linaje de Tatsuya en febrero del año pasado. Incluso si ella era consciente de este hecho, el choque que recibió fue exactamente el mismo que los demás. Sin embargo, aun cuando sus situaciones eran diferentes, Erika logró recuperarse del daño mental en menos de un día.

Si Erika no hubiera sufrido el mismo tipo de golpe, después hubiera sido imposible para ella entender el dilema de Mikihiko en esa medida, eso es lo que él pensaba. Sin embargo, pudo llegar a un acuerdo con el hecho de que mientras él había estado indeciso, había superado el trauma.

“…Ya veo.”

Mikihiko cerró los ojos y cesó todo movimiento. Su postura no tuvo la serenidad de una persona meditando, sino el sufrimiento de un conflicto interno.

“…Entiendo.”

Después de abrir los ojos, Mikihiko le informó a Erika.

“Pienso también en Tatsuya como amigo. Yo haré todo lo posible. El lunes de la semana que viene, todo se resolverá.”

La expresión de Mikihiko parecía un poco relajada.

Erika sonrió con satisfacción, a lo que luego volvió los ojos hacia Mizuki cerca. “Mizuki, esto va para ti también.”

“¿¡Eh!?”

La reacción de Mizuki no fue la de alguien que acababa de ser abordada de pronto, más bien, era como si ella sólo había esquivado una lanza por un pelo.

“Debes dejar de tratar a Miyuki y Tatsuya-kun tan fríamente. Incluso Miki dijo que haría todo lo posible, por lo que debes ser capaz de hacerlo también, ¿verdad?”

“Hmm…”

“Tú-puedes-hacerlo-también, ¿verdad?”

“S-sí… ¡Entendido! ¡Voy a hacer algo al respecto!” Erika presionó a Mizuki con su aspecto indeciso.

“Shibata-san, haré lo mejor también. Vamos a hacerlo juntos.” Para responder a las palabras de aliento de Mikihiko,

“¡Sí…! Vamos a hacer nuestro mejor esfuerzo.” Mizuki alegremente asintió.

Después de haber culpado a Mikihiko de esa manera frente a Mizuki, había sido el plan de Erika. Erika esperaba que Mizuki sería difícil de convencer si hubiera tratado de hacerlo sola, es por eso que primero hizo que Mikihiko prometiera modificar su relación con Tatsuya, para conseguir que hiciera lo mismo.

El resultado fue tal como lo había predicho.

Sin embargo, como había planeado, frente a las dos personas que (mentalmente) llevaban a cabo sus manos en el estímulo, Erika mostró una expresión de “no lo haré” y giró la cabeza.

***

Debido a la persuasión de Erika (y Leo, un poco), Mikihiko y Mizuki decidieron abandonar su actitud actual hacia Tatsuya y Miyuki.

Sin embargo, luchar contra sus sentimientos no era tan fácil para Honoka.

Ella ya había decidido cómo iba a actuar hacia Tatsuya en el futuro. Sin embargo, con todo el coraje que tenía que reunir para realmente hacerlo, por no hablar de cómo debía actuar hacia Miyuki.

Honoka honestamente pensó en Miyuki como amiga.

Sin embargo, al mismo tiempo, era una fuerte rival en el amor. Por otra parte, ella estaba ya por dos o tres pasos adelante.

Después de haber sido regañada por Shizuku, ella ya no se preocupó por el hecho de que Tatsuya y Miyuki le habían engañado. Después de todo, parecía que Tatsuya y Miyuki por sí mismos habían sido engañados.

Aún así, no era posible que Honoka les sonriera a ellos como antes. Debido al comportamiento de Honoka, Miyuki por sí misma no sabía cómo actuar y la atmósfera se había vuelto incómoda entre ellos, era un círculo vicioso.

Debido a la persuasión de Erika (y Leo, un poco), Mikihiko y Mizuki decidieron abandonar su actitud actual hacia Tatsuya y Miyuki.

Incluso ahora, Honoka se estaba alejando de la Sala del Consejo Estudiantil y se dirigía hacia la sede del Club de Gestión. Honoka era la Tesorera del Consejo Estudiantil. Permitir un presupuesto suplementario para los diversos clubes era parte de su trabajo.

Como tal, no había nada extraño en su visita a la sede del Club de Gestión. Sin embargo, incluso si las personas en su entorno no pensaron que era extraño – ella misma sabía que estaba evitando a Miyuki. El hecho de que ella era realmente consciente de ello, la deprimió aún más.

El actual Jefe del Club de Gestión estaba en el mismo club que Honoka, un conocido de ella, por su primer año, su nombre era Igarashi. Un chico cuyo temperamento  era un sutil equilibrio de dulzura y timidez. Había un dicho que era “No es azúcar ni sal”, aunque en el caso de Igarashi, sin duda podría decirse que él era el azúcar.

Él no era del gusto de Honoka, pero en su estado emocional actual, era un compañero agradable. Se había convertido en una persona adecuada para hablar cuando quería un cambio de estado de ánimo.

“Disculpe. Es Mitsui del Consejo Estudiantil.”

“Por favor, puede entrar.”

Después de que informó de su visita a través del interfono, la respuesta no vino de los altavoces, sino que la puerta se abrió y fue invitada directamente dentro.

El estudiante que había salido era el estudiante de primer año Shippou Takuma.

A pesar de que, en un principio, se había producido una gran cantidad de malos rumores sobre él desde sus compañeros de clase, su actitud cambió en gran medida hacia el final de abril. (Claro, después de la violada psicológica que le dieron… xd)

Su auto afirmación era tan fuerte como de costumbre, sin embargo no se sentía en la necesidad de empujar más.

Su ambición y el deseo de hacerse cargo de la dirección todavía estaba presente, sin embargo, dándole un buen vistazo a él, se podía notar que su actitud anterior complaciente, en su mayor parte, había totalmente desaparecido.

Bueno, para empezar, su naturaleza de sangre caliente no podía ser cambiada fácilmente, pero había llegado a un punto en el que honestamente podría pedir disculpas y agradecer si le señalaras sus errores.

Por encima de todo, nadie podía decir que estaba poniendo el esfuerzo de “cambio” y “crecer”, que de este modo obtuvo la simpatía e incluso la confianza de sus compañeros de clase.

Se había acumulado hasta tal punto que durante la competencia de las nueve escuelas, se había convertido espontáneamente en el gerente de los nueve de primer año registrados en el equipo de la Primera Preparatoria.

Sin ningún tipo de arrogancia, aumentó constantemente sus habilidades. Al día de hoy, no sólo sus compañeros de clase, sino que también diversas personas mayores reconocían abiertamente sus esfuerzos.

Honoka así mostró mala voluntad hacia Takuma al principio, después del incidente con Tatsuya. Sin embargo, en este momento, no tenía una mala impresión de él.

Podía reconocer humildemente que él era un joven prometedor. “Discúlpeme, yo tenía una cita con el presidente Igarashi.”

“¿Con el Presidente? Hubo una llamada hace tan sólo unos minutos y tuvo que salir.”

Honoka informó que ella iba a venir después justo antes de irse de la habitación del Consejo Estudiantil. Sin embargo, parecía que algún tipo de problema se había aparecido. A pesar de los esfuerzos del ex presidente Hattori que se había concentrado en suprimir el estigma que sólo los mejores estudiantes podían alcanzar puestos importantes, Igarashi parecía haber tenido un efecto negativo en la voluntad de las personas.