Jinrou E No Tensei Maou no Fukukan (NL)

Volumen 6: La Rebelión

Capitulo 6: Hombres Lobo

Parte 5

 

 

A la mañana siguiente, me dispuse a conquistar el Castillo Sveniki. Primero, les envié un mensaje pidiéndoles que se rindieran. Cuando eso no funcionó, regresé a mi base donde encontré a Fahn esperándome.

“¿Cómo te fue?”

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“Amenazaron con dispararme.”

Fui en persona a pedirles que se rindieran. Pero cuando el conde Ryaag me vio, se puso pálido y comenzó a gritar amenazas. No había podido negociar en absoluto. Kite, que había venido conmigo, sacó su libreta con un suspiro.

“Pero no puedo decir que me sorprenda. En este punto, aunque volviera al lado del príncipe Ashley, seguiría siendo castigado.”

“Sí. Incluso si se rindiera ahora, definitivamente le confiscarían sus tierras. Demonios, tendría bastante suerte si logra escapar de la ejecución. Sabía que no se rendiría.”

Fahn ladeó la cabeza.

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“Entonces, ¿por qué fuiste a pedirle que se rindiera?”

Ella me entregó una jarra de vino. En este momento, estábamos acampando en una montaña cercana. No podíamos encender una fogata o nos verían, así que la única forma de calentarnos era con alcohol. Tomé un sorbo de vino y le sonreí a Fahn.

“Para hacer más fácil la entrada al castillo. Kite, memorizaste el diseño de las puertas delanteras, ¿verdad?”

“Ah, sí. Tienen un puente levadizo y dos portones de hierro. El mayor obstáculo serán las dos torres de vigilancia que flanquean las puertas. Vi muchos arqueros apostados en cada una.”

Kite me mostró el bosquejo de las puertas principales que había dibujado en su libreta. Aunque apenas habíamos tenido la oportunidad de echarle un vistazo antes de entrar en el castillo, había notado casi todos los detalles.

“No puedo creer que te las arreglaras para conseguir todo eso.”

“La mayoría de los castillos se construyen de la misma manera. Un poco de magia de tiempo y algunas conjeturas son suficientes para tener una idea general del diseño.”

Siempre lo olvidaba, pero él había sido uno de los magos de élite del Senado. Tomé la libreta de Kite y se la entregué a Jerrick.

“Nuestro objetivo es derribar esta puerta y dejar el castillo indefenso. Quiero que encuentres una manera de hacer estallar esta cosa. El escuadrón de Hamaam te protegerá mientras lo haces.”

Jerrick echó un vistazo al dibujo y luego sonrió.

“Entendido, jefe. Una puerta de mierda como esta ni siquiera se resistiría a un ariete. Y podemos asegurarnos de que el puente levadizo permanezca abajo cortando las cadenas. Tengo todas las herramientas que necesito para esto.”

Según Jerrick, todos los castillos en Rolmund habían sido construidos para defenderse solo de los humanos y no tenían en cuenta a los demonios o monstruos. Tenía sentido, ya que habían pasado siglos desde que Rolmund había visto por última vez un monstruo o demonio. Aun así, eso no cambiaba el hecho de que especializarse en la guerra humana los había hecho susceptibles a las tácticas de los hombres lobo. De acuerdo, Ryaag, no te rendiste cuando te lo pedí amablemente, así que espero que estés listo para que te patee el trasero.

***

 

 

Una vez que se puso el sol, reuní a mi escuadrón de hombres lobo.

“Jerrick y Hamaam, sus escuadrones están a cargo de destruir las puertas del castillo. El resto de ustedes, encárguense de los vigías. Si no pueden evitar que suene la alarma, causen un alboroto para llamar la atención.”

Un escalofrío de anticipación recorrió a los hombres lobo. Decidí decir todos los detalles importantes primero antes de que se pusieran demasiado emocionados para escuchar.

“Usaremos los silbatos para perros para mantenernos en contacto, pero si el sigilo falla y ustedes necesitan pelear, pueden comenzar a usar aullidos. Entonces no habrá necesidad de contenerse.”

“¿Estás seguro? ¿Podemos masacrarlos a todos?”

Monza me lanzó una mirada suplicante. Ella realmente disfrutaba mucho matar. Pero por una vez, asentí.

“Estamos montando un asalto en territorio desconocido usando tácticas a las que no estamos acostumbrados. No podemos darnos el lujo de contenernos. Si no tenemos cuidado, seremos nosotros los que moriremos.”

No tuve tiempo de elegir una estrategia más eficiente. Ryaag se había negado a rendirse y ahora tendría que enfrentar las consecuencias.

“Si alguien en su escuadrón resulta herido, llámenme de inmediato. No quiero que nadie muera aquí. ¡Ahora, vámonos!”

“¡Entendido!”

Todos nos transformamos y saltamos a través de la llanura nevada. El Castillo Sveniki se había construido en las llanuras por conveniencia, por lo que no era un castillo muy defendible. Una vez que estuvimos cerca del castillo, nos desviamos hacia un bosque cercano y nos reunimos con el grupo de avanzada, que consistía en Lacy y sus guardias. Cuando nos vio, me asintió. Parecía que las cosas habían ido bien por su parte. Me volví hacia mis hombres lobo y dije, “Lacy lanzó su ilusión desde este árbol hasta esas rocas. Mientras estemos adentro, los soldados no podrán vernos. Asegúrense de permanecer en una sola fila, o terminarán fuera del rango del hechizo.”

La ilusión de Lacy tenía solo unos cinco metros de ancho, pero nos permitiría acercarnos al castillo sin ser vistos. El sudor goteaba en la frente de Lacy mientras luchaba por mantener su magia.

“Quería hacerlo más amplio, pero crear una ilusión que oculte cualquier cosa dentro desde todos los ángulos es más difícil de lo que parece…”

“Ningún mago ilusorio normal podría lograr algo así. Definitivamente eres digna de llamarte discípula de la Gran Sabia Gomoviroa.”

“Jejeje.”

Una vez que llegáramos al castillo, el resto sería fácil. Tanto el foso como los muros del castillo no estaban diseñados para detener a los hombres lobo.

El foso era lo suficientemente poco profundo como para que pudiéramos saltar a través de él y los muros eran lo suficientemente desiguales como para poder escalarlos fácilmente. Los castillos más antiguos de Rolmund también habían sido diseñados para evitar incursiones de monstruos y demonios, pero el Castillo Sveniki estaba lleno de aberturas.

Nos dividimos en nuestros respectivos escuadrones y comenzamos nuestro asalto.

Tan pronto como destruyéramos las puertas, estaba planeando que los 7000 hombres que el príncipe Ashley me había prestado asaltaran el castillo.

El Castillo Sveniki tenía apenas 2000 soldados apostados dentro de él, por lo que una vez que nos encargáramos de las puertas, Ryaag no tendría ninguna posibilidad.

Mientras Jerrick estaba trabajando duro saboteando las puertas, fui a completar mi propia misión. Cuando me encontré con Ryaag a primera hora de la tarde, memoricé su aroma. El olor me llevó a la ventana de su estudio. Cancelé mi transformación y arreglé mi ropa. Luego me colé por la ventana y miré al conde. Era un hombre regordete y de mediana edad y actualmente dormitaba junto a la chimenea.

“Buenas noches, conde Ryaag.”

“¡Reconozco esa voz!”

Ryaag se despertó al instante y se dio la vuelta. Le hice una reverencia sarcástica.

“Esta noche no he venido aquí como mensajero, sino como tu enemigo. Por favor, ríndete. Esta es tu última advertencia. Si te niegas, te mataré.”

Al ver mi falta de armadura, Ryaag agarró apresuradamente el estoque que colgaba de su pared.

“¿Cómo entraste aquí?”

“Por la ventana.”

“¡Este es el tercer piso!”

Sí, puedo saltar muy alto. Cuando Ryaag se puso en posición, dije, “Entonces, te niegas a rendirte. ¿Estás preparado para pelear entonces?”

“¡Por supuesto! ¡No creas que te dejaré salir de aquí con vida, maníaco de los duelos!”

“Debes estar bromeando.”

Con eso, me transformé. Los ojos de Ryaag casi se salieron de su cráneo cuando vio mi forma de hombre lobo.

“¡¿Qué?!”

Salté hacia adelante y cerré la brecha entre el conde y yo en un instante. Clavé mis garras en su garganta y murió antes de que siquiera tuviera la oportunidad de gritar.

“Te dije que te quitaría la vida si te negabas a rendirte.”

Fue mala suerte que tuviera que luchar contra un hombre lobo, pero, sinceramente, probablemente era mejor que lo mataran en combate en lugar de ejecutarlo como traidor. Espero que no me guardes rencor por esto.

“¡Lord Ryaag, ¿qué pasa?!”

“Te escuché gritar—¡¿Waaaaah?!”


“¡Es un monstruo!”

Maté a los guardias que entraron corriendo cuando escucharon la conmoción. No podía dejar vivir a nadie que hubiera visto mi verdadera forma. Parecía que los otros hombres lobo también habían comenzado, ya que podía oler la sangre que flotaba por el castillo. Espero que todos estén bien. Justo entonces, escuché el aullido de Jerrick cerca de las puertas.

“Presa abatida.”

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Supongo que también derribó las puertas. Justo a tiempo. Ahora que el castillo estaba indefenso, no tenía sentido quedarse aquí. Ya había eliminado al señor del castillo, por lo que la cadena de mando de la guarnición estaba en desorden. No podrían defenderse. Levanté la cabeza y aullé la señal de retirada.

“Caza completada.”

Todos mis escuadrones aullaron su confirmación a la orden. Parecía que nadie había resultado herido. Me reuní con el escuadrón de Fahn, que eran mis guardias para esta misión y me alejé del Castillo Sveniki.

“Hermano, ¿a cuántos mataste?”

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“Ocho. ¿Y tú?”

“¡Ja, yo doce! ¡Finalmente te gané, hermano!”

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Salpicados en sangre, mis hombres lobo se regodearon con sus logros. Naturalmente, los hermanos Garney fueron los más entusiasmados del grupo.

“Oye, Vodd, ¿a cuántos mataste?”

El viejo hombre lobo blanco se volvió hacia los hermanos Garney con una sonrisa y dijo, “No sé… dejé de molestarme en contar después de cuarenta.”

“¡¿Cuarenta?!”

Vodd y los otros hombres lobo mayores se rieron por la sorpresa en los rostros de los hermanos Garney. La caza no se limitaba solo a la fuerza física. Nosotros los jóvenes no podíamos competir con los veteranos. Aun así, me sorprendió que el viejo Vodd lograra matar a 40 en ese corto tiempo.

Naturalmente, nuestras bajas fueron cero. Emboscar a los humanos en espacios cerrados era nuestra especialidad después de todo. Dicho esto, algunos de mis hombres lobo habían resultado heridos en la lucha, así que los curé a todos en el camino de regreso.

“¡Hombre, eso fue divertido!”

“¡Sí, ojalá pudiéramos divertirnos así todo el tiempo!”

Mientras mis hombres lobo se deleitaban después de la cacería, los Guardias Imperiales de Rolmund comenzaron a marchar hacia el castillo. Eligieron el momento perfecto.

Una vez que regresamos a nuestro campamento, me cambié de ropa y me subí a un caballo. De aquí en adelante, volví a actuar como un humano. Realmente no importaba quién estuviera al mando de la Guardia Imperial, ya que nuestra victoria estaba casi garantizada. Sin embargo, tenía que hacerme cargo para poder ocultar toda evidencia de que hombres lobo habían atacado el castillo antes de que entraran los hombres del príncipe Ashley.

“Yo me encargaré de las tropas humanas. Ustedes quédense aquí y descansen. Kite, Lacy, oh y tú también Parker. Lo siento, pero necesito que vengan conmigo.”

“De acuerdo, Veight.”

“¡D-Daré lo mejor de mí!”

“¡¿Por qué es que me estás tratando como una ocurrencia de último minuto?!”

Me llevé a mis magos para encontrarme con el ejército de la Guardia Imperial.

***

 

 

—Los Temores del Príncipe Woroy—

“¿Dijiste que el Castillo Sveniki ha caído?”

Escuché con incredulidad el informe de mi explorador. Estaba acampado frente a uno de los castillos donde se escondía el ejército de Ashley. Mi plan era conquistar este castillo y luego detenerme en el Castillo Sveniki para descansar. Saber que no habrá descanso incluso después de esta batalla afectará la moral de mis hombres.

“Su Alteza, ¿qué debemos hacer?”

“Si no podemos reabastecernos en el Castillo Sveniki, nuestras tiendas de comida se agotarán en unos días.”

Todos los señores bajo mi mando parecían agitados.

Esto puede ser malo. El conde Ryaag, el señor del Castillo Sveniki, siempre había sido partidario de los Doneiks. Papá lo había hecho unirse a la facción de Ashley como espía hace años en caso de que necesitara un informante.

Sin embargo, solo Iván y yo lo sabíamos. Afortunadamente, su lealtad había permanecido con nosotros y Ryaag había desertado a nuestro lado justo después de aplastar al ejército de Ashley en el campo. Aunque parecía que su traición acababa de terminar con él siendo derrotado. Bueno, es lo que es. Si todo saliera según lo planeado en la guerra, no necesitaríamos generales.

“Entonces, ¿quién conquistó el castillo?”

“Lord Veight. Se infiltró en el castillo con sus tropas personales y destruyó las puertas principales.”

Debería haber sabido que eras tú. No haces las cosas a medias, ¿verdad?

“¿Qué pasó con el conde Ryaag?”

“Fue asesinado por Veight.”

Bastardo, mi padre pasó toda una década preparando estos complots, ¿y tú los estás revirtiendo todos en un día? Es por eso que le insistí a Iván que necesitaba ganarse a lord Veight como aliado antes de ir a la guerra. Bueno, ya era demasiado tarde para cambiar eso.

“Oye, ¿cuánto tardarán en llegar nuestros vagones de suministros?”

“Vienen tan rápido como pueden, pero aún están a unos días de distancia.”

Había hecho que mi ejército marchara por delante de los vagones de suministros para aprovechar nuestro impulso, así que mis soldados solo llevaban un pequeño número de raciones con ellos.

Sería bueno si nuestros suministros llegaran a tiempo, pero si se retrasaran, mis tropas estarían luchando con el estómago vacío. Podría comenzar a pedir comida a los pueblos cercanos, pero los suministros eran escasos durante el invierno. Si mataba de hambre a los ciudadanos para alimentar a mi ejército, el alma de papá no podría descansar en paz.

“Prepárate para el peor resultado para que puedas obtener el mejor.”

Ese había sido uno de los dichos favoritos de mi padre. Apresurar el avance de mi ejército había sido un error. Un error que necesitaba rectificar ahora mismo.

“¡Cancelen el ataque a la fortaleza y suenen la señal de retirada! ¡Volveremos al Castillo Creech!”

“Su Alteza, ¿está seguro de que eso es prudente?”

Mis señores parecían agitados por la decisión, pero asentí con firmeza.

“Incluso si tomamos esta fortaleza, no hay nada más que enemigos por delante. Nuestros suministros no están aquí y no tenemos ningún lugar donde podamos atrincherarnos para dejar descansar a nuestras tropas. Ni siquiera es lo suficientemente grande como para albergar a todos.”

“¡Tiene razón, pero si nos retiramos, iremos en contra de las órdenes del príncipe Iván!” Uno de mis nobles argumentó. Para los señores de Rolmund Norte, las órdenes de la familia Doneiks eran absolutas. Pero yo también era miembro de la familia Doneiks.

“Hemos topado con un obstáculo inesperado. Si intentamos continuar con nuestro plan anterior, terminaremos derrotados con seguridad. No se preocupen, le explicaré las cosas a mi hermano.”

Tranquilicé a mis nobles y aplaudí.

“¡Ahora continúen con la retirada! La velocidad es lo más vital en la guerra. ¡Si tardamos demasiado, estaremos en problemas! ¡Sin embargo, asegúrense de que el enemigo no se dé cuenta de lo que estamos haciendo, o nos perseguirán durante nuestra retirada!”

Mis generales comenzaron a correr de un lado a otro, mientras que algunos de los nobles que no estaban en posiciones de comando se me acercaron.

“Su Alteza, ¿y si le pedimos refuerzos al príncipe Iván?”

“Si Meraldia se une a Ashley, entonces esta guerra podría prolongarse por mucho tiempo. Necesitaremos a esos hombres más tarde.”

“Además, lord Veight es el vicecomandante de la princesa Eleora. Deberíamos asumir que ella también se ha unido a la causa del príncipe Ashley.”

Había evitado deliberadamente mencionar eso, pero parecía que mis nobles estaban preocupados por esa posibilidad de todos modos. Esto definitivamente no es bueno.

Para ser honesto, temía que Eleora se hubiera unido a Ashley también, pero no había forma de saberlo con seguridad en este momento. Y realmente, eso era lo más aterrador de lord Veight. Nunca se sabía lo que estaba tramando.

Al principio, todos habían asumido que era un diplomático menor de una nación conquistada. Pero no solo se burlaba de los nobles de Rolmund y hacía lo que quería, Eleora ni siquiera se molestaba en frenarlo. Y ahora también había puesto a Ashley en deuda con él. A juzgar por la libertad que Eleora le había dado, definitivamente había hecho algún tipo de trato con ella.

No tenía idea de qué trato exactamente, y sinceramente, preferiría mantener en secreto la cercanía de lord Veight con los miembros de la realeza de Rolmund de los nobles de menor rango. Aun así, era mi trabajo tranquilizar a estos muchachos y mantener su moral en alto.

“No se preocupen. Lord Veight solo tiene unas pocas docenas de hombres con él. Y no puede solicitar refuerzos a Meraldia hasta la primavera como mínimo. Solo necesitamos terminar esta guerra rápidamente y luego negociar la paz con Meraldia.”

Aunque cada vez era más difícil llegar a una rápida conclusión de este conflicto. Te maldigo, lord Veight.

“Podemos dejar la diplomacia a mi hermano. Nuestro trabajo es asegurarnos de ganar cada batalla que peleemos. Aplastar al ejército de Ashley es la condición mínima que debemos cumplir si queremos ganar esta guerra. ¡Y eso es algo que definitivamente podemos hacer!”

“¡S-Sí, señor!”

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“¡Haremos todo lo posible, Su Alteza!”

Mis nobles finalmente estaban recuperando su moral. Cielos. Aunque incluso si pudiera mantener su moral alta, aún podríamos necesitar refuerzos. Eleora era una general hábil y su tío lord Kastoniev tenía mucha influencia. Él podría reunir muchas tropas para ella.

“Probablemente tendrán alrededor de diez… no, quince mil hombres.”

“¿Pasa algo, príncipe Woroy?”

“No, solo estoy hablando conmigo mismo.”

No podía dejar que mis hombres descubrieran que de repente tenían 15,000 enemigos más con los que luchar. Al menos no todavía. Supongo que no tengo otra opción. Hará las cosas más difíciles para Iván, pero creo que necesito que reclute más tropas para mí. También necesitaré más comida. Llamé al escriba del ejército.

“Necesito que le escribas una carta a mi hermano pidiéndole refuerzos. Está bien si son solo infantería, pero necesito otros veinte mil hombres.”

“¡Sí, señor!”

Salí de mi tienda y miré hacia el sur. Tú ganas esta vez, Esgrimista Astral. Me retiraré por ahora. Pero la próxima vez te derribaré. Solo espera.

***

 

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La imparable marcha del ejército del príncipe Woroy se detuvo el día después de que recuperé el Castillo Sveniki. El príncipe Woroy llevó a su ejército de regreso al Castillo Creech, donde fortificó a sus hombres. No estaba seguro de por qué recuperar el Castillo Sveniki lo había convencido de retirarse, pero así fue. Su retirada había sido tan rápida que las tropas que custodiaban el castillo que había estado asediando ni siquiera habían tenido tiempo de reaccionar. Uno de los hombres que habían estado luchando allí había venido para dar su testimonio.

“Las flechas se detuvieron de repente y cuando pensamos mirar por la ventana, ya se habían ido.”

¿Qué son, fantasmas? Las subunidades que el príncipe Woroy había enviado para asediar otros castillos también se habían retirado. Habían retirado completamente sus líneas de batalla. Mientras pensaba por qué harían eso, el príncipe Ashley se volvió hacia mí y dijo, “Muchas gracias, lord Veight. Gracias a ti, pudimos resistir el asalto de Woroy.”

“Ni lo menciones. Simplemente hice lo poco que pude.”

El príncipe Ashley sonrió con pesar.

“Si conquistar un castillo con una fuerza tan pequeña es un logro ‘pequeño’, entonces sin duda eres un dios de la guerra.”

Digo, solo usé hombres lobo para abrumar a un par de guardias. Cualquiera podría hacer eso si tuviera a mis hombres. En todo caso, mis hombres lobo merecían todos los elogios por llevar a cabo mis órdenes imprudentes. Le sonreí torpemente al príncipe Ashley y él pareció tomar eso como un signo de humildad.

“Realmente eres un hombre humilde.”

En realidad, no.

“¿Hay algún secreto sobre cómo te volviste tan hábil en la guerra?”

“No realmente.”

Rápidamente cambié el tema.

“Por cierto, cuando estaba investigando el Castillo Sveniki, me di cuenta de que había una reserva de alimentos anormalmente grande en su despensa. ¿Leíste el informe que te envié?”

“Sí. Creo que dijiste que había más comida de la que las 2000 tropas apostadas allí podrían terminar en un invierno entero.”

Ryaag claramente había esperado que un ejército más grande estuviera apostado en su castillo. Naturalmente, el ejército del príncipe Ashley no tenía planes para usar el Castillo Sveniki como base de avanzada. Lo que significa que solo había una razón para que Ryaag hubiera almacenado toda esa comida.

“Parece que ha estado haciendo preparativos para ayudar al ejército del príncipe Woroy durante mucho tiempo.”

“En efecto. Probablemente había hecho un trato con el príncipe Woroy antes de que comenzara la guerra. A juzgar por lo preparado que estaba, había estado del lado de los Doneiks durante al menos un año antes de esto.”

La única forma en la que Ryaag habría podido reunir tanta comida sin llamar la atención era almacenando pequeñas cantidades durante un largo período de tiempo. El príncipe Ashley suspiró.

“El conde Ryaag sirvió bien a mi padre durante décadas. Dudo que hubiera tenido una razón para traicionarlo durante ese tiempo, así que supongo que en realidad había sido un espía de los Doneiks desde el principio.”

Sentí que el príncipe Ashley lo estaba pensando demasiado, pero considerando lo astuto que había sido lord Doneiks, podía ver el porqué de eso.

“Ya no sé en cuál de mis aliados confiar. No puedo permitirme poner a otros a cargo de mis tropas.”

Parecía que el príncipe Ashley dudaba de todos ahora. No es que lo culpe. Después de todo, incluso yo no era realmente su aliado. Miré a los ojos al príncipe Ashley y dije suavemente, “No te preocupes, Su Alteza. La princesa Eleora pronto estará aquí con sus quince mil tropas de refuerzo. Si combinamos eso con tus fuerzas restantes, tendrás cerca de cuarenta mil tropas. Eso es suficiente para rivalizar con el ejército de la familia Doneiks.”

Señalé un punto en el mapa y comencé a explicarle la situación a Ashley, que sabía poco de guerra.

“En este momento, el príncipe Woroy y sus hombres se han atrincherado en el Castillo Creech, que es el castillo más al sur de Rolmund Norte.”

El castillo se encontraba en una isla artificial en el centro del lago Creech, por lo que era casi inexpugnable. Y como estaba en un lago, los defensores siempre tendrían suficiente agua y podrían pescar para comer. Realmente lo tenían fácil. Pero, por supuesto, esto era Rolmund. El imperio más septentrional del continente. Es decir, donde había agua, había una debilidad explotable.

“En este momento, el lago Creech está tan congelado que los soldados pueden caminar sobre él. Además, no hay otros castillos grandes cerca de las líneas del frente. Si podemos capturar el Castillo Creech ahora, podremos asestar un gran golpe a Rolmund Norte.”

Los castillos lo suficientemente grandes como para albergar a decenas de miles de tropas no eran demasiado comunes. Era obvio que la familia Doneiks había invertido una gran cantidad de recursos en la construcción del Castillo Creech, probablemente debido a su ubicación ideal.

Por otro lado, los castillos circundantes eran todos patéticos. En el mejor de los casos, podrían albergar a 2000 o 3000 hombres cada uno, lo que no es suficiente para resistir un asedio a gran escala. El resultado de esta guerra dependía completamente de si podríamos o no derribar el Castillo Creech. Después de escuchar mi explicación, el príncipe Ashley preguntó, “¿Crees que puedes conquistarlo?”

Para ser honesto, no estaba seguro. El castillo albergaba una guarnición de 30,000. No era demasiado hábil para liderar ejércitos masivos, y por lo que podía ver, el castillo era inexpugnable. Pero era un mal hábito mío intentar cumplir con las expectativas de la gente.

“Por supuesto. Déjamelo a mí. Tengo un plan.”

Aunque no confiaba en mi victoria, al menos tenía un plan. Sin embargo, era un plan bastante aburrido. Solo iba a hacer uso de las habilidades especiales de mis hombres lobo. Si eso no funcionaba, arrastraría la guerra a una batalla de desgaste y desgastaría a ambos lados. Como ya había tenido éxito una vez, esperaba que el príncipe Ashley perdonara un solo fracaso.

***

 

 

—Carta de Veight a Airia: 6—

Querida Airia,

Gracias por tu carta anterior. Me he estado moviendo mucho últimamente, así que me disculpo por haber tardado tanto en escribir una respuesta. Me hubiera gustado enviar algo antes, pero todo Rolmund está envuelto en una guerra ahora. Los inviernos en Rolmund son lo suficientemente agradables si puedes permitirte pasarlos bajo techo, pero una vez que tienes que acampar afuera, te das cuenta de lo duros que son.

Cualquier cosa que se moje se congela instantáneamente, por lo que, si sumerges tu ropa o una soga en agua, puedes ponerla afuera por unos segundos y de repente tendrás un palo.

Tu aliento se congela en el momento en que sale de tu boca también. Se convierte en pequeños cristales de hielo y cae al suelo.

Honestamente, a pesar del frío, es bastante entretenido. Ah, pero los alimentos con alto contenido de agua tienden a congelarse, por lo que, si estás acampando afuera, las únicas raciones que puedes comer son las cosas secas y saladas. Me estoy hartando del sabor de la sal ahora. Además, aunque hay nieve por todas partes, las fuentes de agua sin congelar son realmente preciosas.

Un tiempo antes de que llegara tu última carta, uno de los nobles del príncipe Ashley desertó al lado de los Doneiks y tuve que reconquistar su castillo.

Me colé por la ventana de la misma manera que cuando llegué a tu mansión, pero no pude resolver las cosas tan pacíficamente con él, lamentablemente. Si bien podemos estar en guerra, se siente bastante mal tener que matar a alguien que no odio.

Por supuesto, sé que es el trabajo de un soldado acostumbrarse a matar, pero realmente no me siento como un soldado. En todo caso, soy más un mago y un erudito, por lo que es difícil aceptar el asesinato de personas.

Las cosas también han sido bastante difíciles para Kite y Lacy por la misma razón. Los dos están exhaustos. En retrospectiva, no debería haberlos llevado conmigo al campo de batalla. Sé que es extraño que un general del ejército demoníaco diga esto, pero realmente me gustaría que esta guerra acabara ya. Quiero ir a casa a Meraldia y ver tu sonrisa otra vez.

Sinceramente, Veight.

***

 

 

Mientras el príncipe Ashley reorganizaba sus fuerzas, Eleora llegó a la capital con sus tropas. Su ejército de 15,000 soldados consistía en soldados de las tierras de su propia familia Originia, así como las tierras de su tío lord Kastoniev.

“Te agradecería por cuidar de mi mansión mientras estuve fuera, lord Veight, pero…” Eleora suspiró. “Escuché que ya saliste a recuperar un castillo. Intenta dejar algo de gloria para mis hombres también.”

“No te preocupes, la verdadera batalla está por venir. Nuestro objetivo es capturar el Castillo Creech y aplastar a la familia Doneiks. Definitivamente necesitaremos la ayuda de Rolmund Este para eso.”

Eleora me sonrió gentilmente.

“Perdón por la espera. Pero mi tío y yo hemos reunido con éxito a todos nuestros nobles. Definitivamente no nos traicionarán.”

Un tono de confianza entró en la sonrisa de Eleora. Muy bien, veamos de lo que es capaz la futura emperatriz. Tan pronto como llegó Eleora, el ejército conjunto de Ashley-Eleora avanzó hacia el Castillo Creech.

Esperaba que el primer castillo realmente grande que viera en este mundo fuera como los castillos de fantasía de los que leí en los cuentos de hadas, pero en realidad, el Castillo Creech se parecía mucho al Castillo de Osaka. Excepto que estaba situado en un lago tan grande como el lago Biwa. Honestamente, aun así era bastante impresionante.

El castillo incluso tenía su propia marina para protegerse de los ataques navales. Afortunadamente, el lago estaba lo suficientemente congelado como para que la infantería pudiera caminar sobre él. Los buques de guerra del castillo tampoco podían moverse, por lo que estaban siendo utilizados como pretenciosas torres de vigilancia.

Sin embargo, si el ejército de los Doneiks lograba romper el hielo de alguna manera, todos los soldados que estaban parados en la superficie del lago se hundirían bajo el peso de su armadura, por lo que teníamos que tener cuidado con nuestra posición.

Además, no podíamos construir fortificaciones sobre el hielo. Así que, en vez de eso, hice que el ejército se instalara alrededor de la orilla del lago.

El lago en sí era tan grande que solo pudimos rodear la mitad antes de que se nos acabaran los soldados. Quería cortar todas las rutas potenciales de suministro al castillo, pero el lago era tan grande que mi cerco terminó lleno de agujeros.

El príncipe Ashley tenía alrededor de 20,000 tropas, mientras que Eleora tenía 15,000. Parker miró con curiosidad alrededor del lago mientras observaba a los soldados alinearse y preguntó, “Oye Veight, ¿soy solo yo o el ejército de Ashley es aún más pequeño que antes?”

“Perdió muchas tropas en la batalla de Nodgrad y luego perdió algunas más cuando Ryaag lo traicionó.”

Todas las tropas que habían pertenecido a Ryaag habían sido sometidas a una corte marcial por traicionar al príncipe Ashley. Los rolmundianos no mostraban piedad con los traidores.

Originalmente, todos ellos habían sido programados para ser ejecutados, pero el príncipe Ashley parecía que no quería matarlos, así que pedí clemencia en su nombre. Al final, los generales del príncipe Ashley me habían dado a los prisioneros para que hiciera lo que mejor me pareciera.

Sin embargo, fueron despojados de su rango y expulsados del ejército del príncipe Ashley, lo que sigue siendo bastante cruel. Así que le di a Eleora unos 2000 hombres y ella los incorporó a su ejército. Después, el príncipe Ashley me agradeció por perdonarles la vida.

Debido a su derrota anterior y la posterior traición de Ryaag, la moral del ejército del príncipe Ashley estaba baja. Además, su ejército no era tan grande como podría ser porque sus aliados eran reacios a enviar sus tropas. El ejército de Eleora, por otro lado, estaba de muy buen humor.

Estaban más que listos para ganar honor y gloria para sí mismos. Mirando hacia atrás, vi a ser Lekomya y algunos otros nobles estudiando detenidamente un mapa cercano. Todos estaban adornados con brillantes armaduras nuevas.


“Por fin ha llegado la hora.”

“Esta batalla decidirá si permanecemos sin tierras para siempre o si ganamos nuestro propio territorio.”

Le había prestado a la mayoría de los jóvenes nobles unos cuantos escuadrones para comandar. Aunque solo tenían unas pocas docenas de tropas bajo su mando, ahora eran al menos oficiales de verdad. Me acerqué a ellos y les di un poco de aliento y una advertencia.

“Caballeros, la princesa Eleora les ha otorgado el mando porque cree en sus habilidades de liderazgo. Asegúrense de liderar bien a sus soldados y evitar desperdiciar sus vidas.”

Debido a que los comandantes eran recompensados ​​por sus logros individuales, los nobles aliados a menudo competían entre sí para acumular el mayor mérito. Como resultado, sus tropas a menudo sufrían bajas más grandes de las que serían necesarias. Había tomado medidas para asegurarme de que nuestros aliados no se pelearan entre sí, así que esperaba que nadie hiciera nada imprudente.

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