Jinrou E No Tensei Maou no Fukukan (NL)

Volumen 6: La Rebelión

Capitulo 6: Hombres Lobo

Parte 2

Le hice otras sugerencias a mi padre, pero él las rechazó todas. La única otra carta que me quedaba por jugar era mi carta de triunfo. Pero esta última sugerencia era la única que no quería hacer.

“Padre, si hemos llegado a esto, tal vez deberías usurpar el tro—”

“No. Absolutamente no.”

Mi padre rechazó rotundamente mi propuesta.

“Si Ashley fuera un gobernante incompetente, podría haberlo considerado, pero es un político experto. Las luchas sin sentido solo servirán para debilitar más al imperio.”

“Pero a este ritmo, el imperio se marchitará independientemente. Ashley no tiene interés en expandir el territorio de Rolmund. Es probable que le permita a Meraldia el derecho de gobernarse a sí mismo.”

Casi me levanto sin pensarlo, pero mi padre extendió una mano para detenerme.

“Incluso si lo hace, simplemente tenemos que socavar la economía y el ejército de Meraldia con el tiempo. Todavía tenemos algo de tiempo. Estoy seguro de que Ashley también es consciente de esto.”

“Pero padre, Meraldia tiene a lord Veight.”

De todas las personas, Meraldia había elegido a lord Veight para ser su primer diplomático en Rolmund. Sin embargo, sentí que era una figura demasiado importante para arriesgarla en una misión diplomática preliminar como esta. Aunque no quería considerar esta posibilidad, ¿qué pasaría si Meraldia estuviera llena de nobles tan astutos y hábiles como él? Si lo fuera, no podríamos subestimar a la pequeña nación del sur.

Por otro lado, si realmente era el mejor de Meraldia, significaba que el gobierno de Meraldia estaba dispuesto a arriesgar incluso su mayor activo si eso significaba fortalecer su posición. De cualquier manera, Meraldia no podía ser subestimada.

“No podemos permitirnos tomar a Meraldia a la ligera. Puede que se hayan rendido a Rolmund, pero me temo que, si cometemos el más mínimo error, nos clavarán una daga en la garganta.”

“Iván”, la voz de mi padre era tranquila, pero fría. “Tu impaciencia ha nublado tu juicio. Como tu padre, no puedo permitir que cometas un error del que luego te arrepentirás. Tómate un tiempo libre de gobernar y refresca tu cabeza.”

“¡¿Padre?!”

¡¿Me está sacando del gobierno en esta coyuntura crítica?! Reforzando mi resolución, llamé tres veces a la puerta del carruaje. El carruaje se detuvo. Actualmente estábamos en medio de las montañas. No había nada a nuestro alrededor excepto nieve. En silencio, mi padre preguntó, “Iván, ¿qué estás haciendo?”

Temblando de miedo, respondí, “Padre, por favor sal.”

Suspirando, se puso de pie y salió del carruaje. En segundos, mis guardias desenvainaron sus espadas y lo rodearon. Si bien no eran tan fuertes como el Santo de la Espada Barnack, todos eran élites cuidadosamente elegidos del ejército de la familia Doneiks. Todavía completamente compuesto, mi padre miró a los guardias.

“Su lealtad a mi hijo es admirable. En deferencia a esa lealtad, estoy dispuesto a perdonar sus transgresiones. Así que, por favor, ayúdenme a evitar que mi hijo cometa un grave error.”

Por un momento, las expresiones de los guardias flaquearon. Esto no es bueno.

“¡Córtenlo!”

Antes de que terminara de gritar, mi padre sacó su espada.

“¡Aaaaaaah!”

De mis cuatro guardias, uno arrojó su espada y se rindió. Unas pocas oraciones de mi padre habían sido suficientes para despojarlo de la voluntad de pelear. Los tres restantes ahora tenían que preocuparse por un traidor potencial que los apuñalara por la espalda.

Mi padre atacó con destreza, con su espada zigzagueando de un lado a otro. Antes de que los guardias pudieran atacar, cortó a uno de ellos. Al ver caer a su compañero, los otros dos se lanzaron apresuradamente contra lord Doneiks. Sin embargo, también acabó en un instante con ellos.

Se movió tan rápido que ni siquiera pude lo que había sucedido. La esgrima de mi padre era nada menos que divina. Ni siquiera las ventiscas más duras de Rolmund Norte eran tan feroces. Luego, mi padre apuñaló su espada a través del pecho del guardia que se había rendido.

“Perdóname. Pero nadie puede saber lo que sucedió aquí.”

Solo con palabras y esgrima, mi padre había derrotado a cuatro asesinos en un abrir y cerrar de ojos.

“Hay muchos que creen que pueden asesinarme siempre y cuando me quiten a Barnack de mi lado. Tengo a Barnack para mostrar sus habilidades precisamente para llevar a la gente a creer eso.”

Mi padre se volvió hacia mí y levantó su espada manchada de sangre.

“Sin embargo, a menudo he asesinado a mis enemigos yo mismo. Si quieres realizar hechos que quieres mantener en secreto, no tienes otra opción que hacerlos tú mismo.”

¿Así que este es mi verdadero padre? Qué monstruo.

“Tu error fue elegir matarme con espadas y no veneno, Iván. ¿Por qué tomaste tal decisión?”

“V-Veneno… Eso debería reservarse para tontos como Schmevinksy. ¿No dijiste siempre que cuando llegara tu fin, querías que fuera en batalla, padre?”

Quería ofrecerle al menos ese respeto, pero parecía que mis métodos habían fracasado. Mi padre sonrió.

“Cuando deseas quitarle la vida a alguien, no debes dejar que el sentimiento enturbie tu juicio. Hasta su último aliento, no pienses en nada más que en cómo matarlos.”

Mi padre me miró y suspiró, “Si realmente quisieras matarme, no deberías haber dejado a Ryuunie en la capital. Incluso pequeños detalles como este son suficientes para alertar a la gente.”

“P-Pero…”

“¿No querías que presenciara a su padre matando a su abuelo? Eres demasiado blando. Planear asesinatos no es lo tuyo.”

No pude decir nada a cambio. Desenvainé mi espada, pero sabía que no tenía ninguna posibilidad contra mi padre. Con la voz aún tranquila, dijo, “Envaina tu espada, Iván. No tengo intención de matarte. Hablemos de esto.”

“¡Y-Ya no puedo dar marcha atrás!”

En el momento en que decidí matar a mi padre, me preparé para ser asesinado por él. Blandí mi espada. Pero entonces, fui abrumado por un tremendo ataque de tos. Parecía que incluso el más mínimo ejercicio era suficiente para provocarlo ahora. ¡Maldición! ¡No puedo morir aquí! ¡Por el bien de Ryuunie y Rolmund Norte, necesito actuar mientras todavía pueda hacer cualquier cosa! Pero cuando mi padre vio que empezaba a toser, en lugar de atacarme, dejó caer su espada y corrió a mi lado.

“¡Oh, no, ¿es otra convulsión?! Por eso es que…”

Ahora mismo, está completamente indefenso. En el momento en que pensé eso, mi cuerpo se movió antes de que pudiera pensar. Desenvainé mi daga y la hundí en el corazón de mi padre.

“Ngh…”

Mi padre se llevó una mano al pecho y luego me sonrió débilmente.

“Mira, así es como se hace… Nunca olvides lo que hiciste aquí hoy.”

Todavía tosiendo, vi como una mancha roja se extendía por el pecho de mi padre.

¿Qué he hecho? Mi padre se puso en pie tambaleándose y se apoyó contra la pared del carruaje.

“Si estás lo suficientemente decidido a matarme, entonces supongo que puedo dejar el destino de la familia Doneiks y el imperio en tus manos… Pero Iván, hagas lo que hagas, no movilices al ejército. Al menos no todavía.”

Un hilo de sangre se derramó de los labios de mi padre y lo limpió sin miramientos con su manga.

“Y si las circunstancias te obligan a hacerlo, asegúrate de ganar, no importa lo que cueste… De la misma manera que lograste matarme…”

La luz comenzó a desaparecer lentamente de los ojos de mi padre.

“Oh sí, Iván… tengo una última petición…”

“¿Q-Qué es, padre?”

Mi padre cerró los ojos y sonrió.

“Le prometí a Ryuunie… que en su próximo cumpleaños… le enseñaría a hacer marquetería… Por favor, enséñale… en mi lugar…”

Mi padre se calló.

“…¿Padre?”

Pero no hubo respuesta. La fuerza se drenó de sus piernas y se desplomó en el suelo. Mi padre, lord Doneiks, estaba muerto.

***

Me dirigí a la mansión de los Doneiks, pero todo lo que pude hacer fue conseguir una audiencia con el príncipe Woroy.

“Sí, mi papá y mi hermano regresaron a nuestras tierras para resolver algunos problemas. Dijeron que volverían antes de que la nieve empeore.”

A pesar de que éramos rivales políticos, él me sonrió amigablemente. Realmente deberías ser más cauteloso conmigo, ¿sabes?

“Por cierto, lord Veight, escuché que hablaste con mi hermano sobre nuestros problemas agrícolas el otro día.”

“De hecho, lo que tenía que decir era bastante preocupante.”

Debatí si decirle o no al príncipe Woroy sobre cómo la caída en la producción podría estar relacionada con el proyecto fluvial de lord Doneiks. Al final, decidí no hacerlo. Si no era cuidadoso con mis palabras, mis declaraciones podrían interpretarse erróneamente como insultos.

“Realmente he estado tratando de ver si puedo ser de alguna ayuda.”

“Oh, ¿en serio? Gracias, realmente me gusta ese lado tuyo.” El príncipe Woroy sonrió de nuevo. “Puede que estemos en lados políticos opuestos, pero como líderes, es nuestra responsabilidad evitar que la población se vea envuelta en nuestros conflictos. Tanto para proteger nuestro honor como nobles como para evitar que el estado se debilite. ¿No es así?”

“Estás absolutamente en lo correcto.”

El príncipe Woroy asintió y respondió, “Me alegra que alguien virtuoso como tú sea nuestro rival, lord Veight.”

“¿Debería tomar eso como un cumplido?”

No sabía cómo actuar con este tipo. Él era demasiado honesto. Pero al mismo tiempo, utilizaba esa honestidad como arma. Aunque parecía que él no estaba pensando, siempre estaba analizando las reacciones de las personas a sus declaraciones. No podía permitirme bajar la guardia.

Si bien hablar con el príncipe Woroy era más relajante que tratar con otros nobles, no podía permitirme quedarme mucho tiempo. Me pregunto si Hamaam logró alcanzar el carruaje de lord Doneiks. Incluso para Hamaam, hubiera sido difícil determinar qué camino tomó el carruaje por la ciudad, e incluso si lo lograra, era posible que los guardias en la puerta no lo dejaran irse. Por supuesto, sería pan comido si se transformara, pero… El príncipe Woroy se acercó a un gabinete cercano y sacó una costosa botella de vidrio.

“Ya que mi quisquilloso padre no está cerca, ¿por qué no te quedas a tomar algo? Tengo una botella de brandy destilado de Cavaranta aquí.” Agitó la botella, burbujeando el líquido ámbar que había dentro. “Odio beber alcohol cortado con agua, pero papá siempre se queja de que me emborracho demasiado rápido porque no lo hago. ¿Ustedes también tienen problemas así en Meraldia?”

Sonreí para mí mismo mientras pensaba en la cultura de bebida en casa. Sacudí la cabeza y dije, “De hecho, el alcohol es un artículo de lujo incluso en Meraldia. Alguien a quien le pagan tan poco como a mí no puede darse el lujo de beber con frecuencia.”

El ejército demoníaco se aseguraba de que sus soldados estuvieran vestidos, alimentados y protegidos, pero pagamos más en bienes que en efectivo, así que no era muy rico. Por supuesto, mi trabajo en el consejo no era remunerado, por lo que mis ingresos también eran bajos. Ser un vicecomandante significaba que recibía un poco más de dinero que los soldados normales, pero la mayor parte lo gastaba en tratar a otras personas. Si bien tenía curiosidad de cómo sabía ese brandy, no podía permitirme emborracharme en este momento. Me puse de pie y le hice una reverencia al príncipe Woroy.

“Aprecio la amable oferta, pero me temo que debo rechazarla. Mi trabajo del día aún no ha terminado. Además, si acepto tu buena voluntad, la princesa Eleora me regañará de nuevo.”

“Si ella se enoja demasiado contigo, solo ven a nosotros. Te haré mi vicecomandante.”

Oh, un vicecomandante… Me gusta ese título, pero desafortunadamente ya soy el vicecomandante de la Señora Demonio.

“Me honras, príncipe Woroy. Ahora estoy en un conflicto.”

“¡Jajaja! Supongo que debo haber crecido un poco si puedo ponerte nervioso ahora, ¿eh?”

El príncipe Woroy se puso de pie y llamó a una criada para que me escoltara. Por la forma en que habló, dudé de que estuviera involucrado en cualquier plan que lord Doneiks y el príncipe Iván estuvieran haciendo. Mientras seguía a la criada, el príncipe Woroy gritó, “Soy demasiado tonto para saber lo que estás tramando, lord Veight. Pero creo que llegará el día en que nuestros intereses se alineen. ¡Entonces espero que te unas a mí!”

Me volví y le hice una reverencia al príncipe Woroy nuevamente y le dije, “Espero que llegue ese día también, Su Alteza.”

Aunque dudaba que fuera así. Cuando salí de la mansión de los Doneiks, encontré a Hamaam esperando en un callejón cercano.

“Lo siento, vicecomandante. Perdí de vista el carruaje.”

“¿Se las arreglaron para escaparse de ti?”

Con un aspecto inusualmente arrepentido, Hamaam explicó, “El carruaje que perseguíamos era falso. Lo único que había dentro eran los abrigos del príncipe y del archiduque.”

Así que lord Doneiks había predicho que podría ser seguido. Definitivamente había algo sospechoso.

“Hamaam, llama a todos a la mansión de Eleora. Diles que no pueden ser vistos regresando.”

“Sí, señor.”

***

Una vez que todos mis hombres lobo se reunieron, los envié a buscar el carruaje de lord Doneiks. Al anochecer, un escuadrón finalmente había pillado los rastros del carruaje. Conducían a las montañas, a una buena distancia de la capital. Allí, encontramos rastros de sangre cubiertos por nieve fresca y surcos profundos que solo podían hacerse con ruedas de carruaje. No había cuerpos.

“Supongo que alguien atacó el carruaje de lord Doneiks”, murmuré. Fahn ladeó la cabeza.

“¿Pero quién?”

“Ni idea. Con la ceremonia de coronación acercándose, hay docenas de personas que lo quieren muerto.”

El príncipe Ashley podría haber estado detrás del ataque, o tal vez alguien de la facción de Eleora actuó sin permiso. También era posible que alguien dentro de la familia Doneiks lo hubiera planeado. Me volví hacia Monza, que tenía la nariz en el suelo y olfateaba la sangre.

“¿Puedes rastrear dónde fue el carruaje después de esto?”

“Je, fácilmente. El hedor de la sangre aún se cierne sobre ese carruaje. Dame un segundo.”

Monza me asintió con confianza y se fue.

“Eh…” Pero unos momentos después ella regresó, confundida. “La nieve hace que sea imposible rastrear el olor.”

Los otros hombres lobo también ladearon la cabeza. En realidad, yo tampoco pude rastrear el olor. Mientras tanto, Kite estaba lanzando magia de tiempo sobre las manchas de sangre para ver si podía deducir algo de observar eventos pasados. Teniendo en cuenta su habilidad y el hecho de que apenas había pasado medio día desde el ataque, supuse que pronto descubriría algo. Cuando terminó, la sangre se drenó de su rostro y se volvió hacia mí.

“Veight, lord Doneiks fue asesinado.”

“¿Entonces ese viejo finalmente estiró la pata? ¿Y el príncipe Iván?”

“Bueno… el príncipe Iván fue el autor.”

¿Qué? Crucé los brazos y reflexioné sobre esa revelación, ignorando la nieve que había comenzado a caer nuevamente. Los otros hombres lobo me dispararon miradas preocupadas, pero necesitaba resolver las cosas antes de poder decirles algo. Cuando hablé con el príncipe Iván, él estaba preocupado por el futuro de Rolmund. Además, su salud era mala. Había notado que su respiración ocasionalmente se volvía irregular cuando hablaba. Sin embargo, era algo lo suficientemente leve como para que no lo notaras sin la audición mejorada de un hombre lobo.

“Kite. ¿Qué razones crees que tendría el príncipe Iván para matar a lord Doneiks?”

“No soy bueno para conjeturas… pero el príncipe Iván no era como esos viejos imbéciles que dirigían el Senado. Dudo que estuviera tras el poder. Debe haber tenido una buena razón para lo que hizo.”

Kite se ajustó el grueso abrigo de lana a su alrededor. Estaba de acuerdo con su evaluación. Por lo que sabía del príncipe Iván, no había forma de que hiciera esto para ser emperador.

“Partiendo de la información que tengo, siento que el príncipe Iván se estaba impacientando.”

“¿Impacientando sobre qué?”

El estado de salud del Príncipe Iván era un secreto por lo que yo sabía.

“El príncipe Iván no goza de buena salud. No vivirá mucho más tiempo. Además, su padre era viejo y cauteloso, mientras que su único hijo, el príncipe Ryuunie, pronto será un adulto.”

“Ah… ya veo. Quiere hacer algo por su hijo mientras todavía está vivo, ¿no?”

“Eso creo.”

No tenía idea de lo que el príncipe Iván estaba planeando, pero fuera lo que fuera, era una tarea lo suficientemente grande como para necesitar eliminar a su padre para que sucediera. Los hermanos Garney, que no habían mantenido el ritmo de la conversación, dejaron de jugar en la nieve y me miraron.

“Oye, Veight. ¿Qué se supone que debemos hacer ahora?”

“Esa es la cuestión, ¿no? Los eventos van a girar en torno al príncipe Ryuunie por un tiempo. Mi conjetura es que el príncipe Iván lo llamará de regreso a las tierras familiares de los Doneiks. Cuando lo haga, tenemos que seguirlo.”

Ahora que había llegado tan lejos, no había forma de que el príncipe Iván se arriesgara a dejar a su hijo en la capital. Querría a Ryuunie en un lugar seguro. Y el lugar más seguro para él eran las tierras de los Doneiks en el norte de Rolmund. Siguiendo a Ryuunie, podríamos averiguar qué castillo el príncipe Iván consideraba su fortaleza más inexpugnable. Lo más probable era que la única razón por la que había dejado a Ryuunie atrás esta vez era que no quería que su hijo viera a su padre matar a su abuelo. Pero gracias a su ingenuidad, podríamos reunir información.

“Por si acaso, voy a asignar a alguien para que vigile y proteja al príncipe Woroy. Dudo que el príncipe Iván intente matarlo también, pero es mejor prevenir que lamentar. Me sentiría mal si él muriera.”

“Oye, jefe. Él es nuestro enemigo, ¿no es así? ¿Por qué vamos a protegerlo?”

Jerrick tenía razón, por supuesto, pero me agradaba bastante el príncipe Woroy. Sin embargo, naturalmente, esa no era una razón suficiente para arriesgar a mis camaradas.

“Tenemos que determinar si él estaba o no en el complot. Hasta entonces, debemos vigilar sus movimientos y mantenerlo con vida. Además, aunque puede ser un enemigo, es un enemigo con el que podemos razonar. No podemos dejarlo morir.”

“¿Así es como funcionan las cosas?”

“A menos que planeemos masacrar a todos, es mejor dejar vivos a los enemigos así. O de lo contrario, la lucha continuará para siempre. Si matamos a todos los enemigos razonables, ¿con quién vamos a negociar la paz?”

Para los demonios, a quienes les gustaba eliminar a fondo a todos los enemigos, este era probablemente un concepto difícil de entender. Me volví hacia mis hombres lobo y dije, “Salgamos de aquí antes de que lleguen las tropas de los Doneiks. Una vez que volvamos a la mansión de Eleora, podemos analizar lo que hemos aprendido. Todos, estén listos para pelear en cualquier momento.”

“¡Sí!”

No tenía idea de qué movimiento haría el príncipe Iván a continuación, pero había pasado el punto de no retorno. Esta tierra cubierta de nieve pronto estaría inundada de sangre.