Jinrou E No Tensei Maou no Fukukan (NL)

Volumen 6: La Rebelión

Capitulo 6: Hombres Lobo

Parte 12

Vi a través de mi telescopio cómo el ejército del príncipe Woroy se dio la vuelta y comenzó a dirigirse hacia nosotros. Debido a lo pequeño que era el camino, sus tropas necesitaban marchar en una columna angosta. Sin embargo, todos marchaban en formación de combate.

Estaban preparados para cualquier emboscada que pudiéramos lanzarles. Me retiré a la seguridad de los árboles y volví a sonar mi silbato.

El cuerpo de magos se dividió en pelotones de 20 hombres y se cubrió con las telas blancas que habían traído para mezclarse con la nieve. El 208º Cuerpo Imperial de Magos estaba situado cerca del borde del bosque para atacar a los soldados en el camino, por lo que necesitaban especialmente el camuflaje. Mi puesto estaba justo al lado de ellos.

“Ignoren las primeras filas de caballeros que pasen”, le dije al cuerpo de magos. “El terreno alrededor del lago es desventajoso para ellos. Serán inútiles en un asedio. Si quieren volver al castillo, déjenlos. No son una amenaza.”

“¡Sí, señor!”

Todos parecían aliviados al saber que no tendrían que luchar contra los caballeros. No los culpo. La caballería era aterradora.

“También pueden ignorar a los lanceros.”

“¿Está seguro?”

Los lanceros eran menos móviles y tenían menos alcance que el cuerpo de magos, por lo que eran blancos perfectos. El capitán del cuerpo me miró confundido y le expliqué, “Mis exploradores han descubierto que los arqueros enemigos están en la retaguardia. Ellos son a los que queremos eliminar primero.”

Los arqueros podrían arrojar flechas sobre nosotros si intentáramos atacar su castillo, y si vinieran a atacarnos, podrían disparar sobre nuestros muros.

Eran el tipo de soldado más adecuado para la guerra de asedio. No quería que ninguno de ellos regresara al Castillo Creech. Afortunadamente, el bosque en el que nos escondíamos nos ayudaba a protegernos de los arqueros, por lo que este era el lugar perfecto para emboscarlos. Estarían atrapados a la intemperie, mientras que nosotros teníamos un bosque entero para usar como cobertura.

Si quería eliminar a los arqueros del príncipe Woroy, ahora era mi única oportunidad. Solo espero que no nos vean demasiado pronto.

Tenía gente escondida dentro de los troncos de los árboles, gente escondida en las ramas e incluso gente escondida en la nieve. Había tanta gente escondida al borde del bosque que los pequeños ruidos que hacían mientras respiraban y se movían sonaban como una cacofonía para mí.

Pero aunque sus ruidos sonaban fuerte para mis oídos de hombre lobo, mis oponentes eran solo humanos. Humanos con armadura pesada y resonante. Probablemente no escucharían nada. Esperamos en las sombras del bosque, buscando nuestra oportunidad.

Los caballeros llegaron primero, manteniendo sus escudos en alto. Observaron con cautela el bosque, pero todos pasaron sin ver a ninguno de mis hombres. Después de ellos, los lanceros. Llevaban lanzas que triplicaban su altura y se movían lo suficientemente despacio como para ser un objetivo perfecto para el cuerpo de magos. Por muy fácil que fuera eliminarlos, necesitábamos dejarlos pasar por ahora. ¿Cuánto falta para que lleguen los arqueros…?

No mucho después de pensarlo, escuché dos largos silbidos a poca distancia. Unos segundos después, la señal se repitió. Esta era la señal de que el príncipe Woroy se acercaba.

Si bien quería guardar a mis hombres para los arqueros, el comandante del ejército era un premio aún mayor. Muy bien, es hora de cambiar de objetivo. Eliminaremos al príncipe Woroy. Lo siento, príncipe, pero no puedo permitirme contenerme esta vez.

Había adjuntado un hombre lobo a cada uno de los pelotones del cuerpo de magos, para poder usar mi silbato para perro para transmitirles órdenes y ellos podrían transmitir esas órdenes a los magos. Agarré el silbato y me asomé por el matorral en el que me escondía.

El príncipe Woroy cabalgaba por el camino, flanqueado por sus guardias imperiales. Definitivamente era él. Aunque estaba bastante lejos, estaba dentro del alcance máximo del cuerpo de magos. Soplé dos notas largas en el silbato para perro, luego tres breves. La señal significaba “Cambiar de objetivo al príncipe”.

El cuerpo de magos apuntó sus Blast Canes a los guardias del príncipe Woroy y abrieron fuego. Incontables balas de luces salpicaron a los caballeros. Las balas atravesaron sus pesadas armaduras, bajándolos de sus caballos. Los que permanecieron erguidos rápidamente entraron en formación de batalla.

“¡Ataque enemigo! ¡Dispérsense!”

“¡Están a medio tiro de arco!”

Era obvio por lo rápido que reaccionaron que esperaban un ataque. La descarga inicial del cuerpo de magos no había reducido sus números tanto como esperaba. Los caballeros que habían sido golpeados habían sido derribados de sus caballos, pero al menos la mitad de ellos estaban relativamente ilesos y se pusieron de pie en segundos. El cuerpo de magos también se había dado cuenta de eso y parecían agitados por lo ineficaz que había sido su ataque.

“¡Lord Veight, el enemigo está ileso!”

“¡Cálmense, solo están usando equipo defensivo! ¡Disparen una descarga más y luego retrocedan!

“¡S-Sí, señor! ¡Todas las unidades, prepárense para una segunda descarga! ¡Apunten al centro de la caballería! ¡Fuego!”

Los Blast Canes disparaban balas mágicas, lo que significaba que una armadura encantada con magia podría desviarlas fácilmente. Sin embargo, debe haber costado una fortuna equipar a todos estos caballeros con armaduras encantadas.

Además de eso, unos pocos disparos serían suficientes para atravesar incluso una armadura encantada. Una persona pobre como yo ni siquiera podía comprender el uso de tácticas tan derrochadoras. Sin embargo, derrochadoras o no, estaban demostrando ser efectivas.

Hice que el 208º cuerpo de magos se retirara al bosque, esperando que el enemigo fuera atraído al bosque. En este momento, sus opciones eran retirarse al Castillo Creech o atacar nuestra posición.

Si atacaban, mi cuerpo de magos los reduciría hasta que sus números fueran lo suficientemente bajos y luego los terminaría con mis hombres lobo. Por otro lado, si se retiraban, los dejaría pasar. Perseguir al príncipe Woroy demasiado lejos llevaría mi unidad a la aniquilación.

Supuse que los Guardias Imperiales llevarían al príncipe Woroy en retirada, mientras que otra unidad nos perseguiría para ganarles tiempo. Mientras el otro grupo enviado a perseguirnos estuviera compuesto por infantería, no podrían alcanzarnos. El cuerpo de magos viajaba ligero, por lo que podrían dejar atrás a arqueros o lanceros. Sin embargo, el siguiente movimiento del enemigo fue uno que no esperaba.

“¡A la carga!”

“¡Mátenlos a todos!”

Gritando, los guardias imperiales se precipitaron al bosque. Por un momento pensé que se habían olvidado por completo de su misión de proteger al príncipe Woroy, pero luego vi al propio príncipe en el centro de la carga. Blandiendo su lanza, el príncipe Woroy gritó: “¡La caballería de la familia Doneiks es la más fuerte del imperio! ¡No necesito cobardes! ¡Síganme solo si tienen el coraje de luchar hasta la muerte!”

Era un caballero modelo, pero también estaba siendo innecesariamente imprudente. Estábamos peleando en un bosque nevado. No había terreno menos adecuado para caballos que este. La caballería del príncipe Woroy no podría montar una carga adecuada aquí.

El suelo estaba tan irregular que ni siquiera había podido traer mi ametralladora aquí. Sin embargo, por otro lado, había muchos lugares para escondernos. Levanté mi Blast Rifle y grité, “¡Continúen disparando mientras retroceden! ¡La armadura encantada del enemigo no durará mucho! ¡Unos pocos disparos deberían ser suficientes para perforarla!”

El cuerpo de magos valientemente luchó contra los caballeros atacantes. La caballería del príncipe Woroy llevaba abrigos de colores brillantes para distinguirse de sus aliados. Desafortunadamente, eso también los hizo destacar en el bosque. Por otro lado, mis hombres estaban todos camuflados con una tela blanca, por lo que era difícil incluso verlos hasta que dispararan.

Mientras el 208º cuerpo de magos retrocedía, el 207° salió de su escondite y disparó otra descarga. Algunos de los caballeros que habían llegado a lo más profundo del bosque cayeron al suelo. Una vez que dispararon, el 207° siguió al 208° en la retirada. Pero luego el 206° salió de su escondite para disparar su descarga. Después de eso, el 205° hizo lo mismo, y así sucesivamente.

Cada vez que un nuevo cuerpo de magos disparaba, caían más caballeros del príncipe Woroy. Por supuesto, mis tropas no salieron ilesas. Aquellos que fueron demasiado lentos para retirarse fueron recompensados ​​con una lanza en la espalda. Y los que se retiraron accidentalmente a campo abierto fueron atropellados por la caballería enemiga.

Además, unos pocos pelotones fueron atrapados por los caballeros del príncipe Woroy y fueron eliminados completamente. Con lo pobre que era el equilibrio y la visibilidad, era difícil organizar una retirada organizada. Ni siquiera yo tenía idea de cómo era la situación general.

“¡Ahí está! ¡Es lord Veight!”

“¡Derriban al comandante del Torreón de la Nieve Carmesí!”

Oh, hombre. En el momento en que un caballero gritó eso, todos los demás se dieron la vuelta y comenzaron a congregarse a mi alrededor.

No tenía idea de por qué se estaban centrando tanto en mí, pero al menos esto me permitió ganar algo de tiempo para que el cuerpo de magos escapara. Adelante. Apunté a uno de los caballeros y disparé mi Blast Rifle. El mana que vertí se convirtió en una esfera de luz y salió disparada hacia el caballero. Fue un golpe directo. Aunque el caballero bloqueó el disparo con su escudo, la fuerza de la bala lo obligó a salir de su silla.

Sin embargo, el caballero amortiguó su caída con un giro y al instante se puso de pie. Realmente están bien entrenados.

Pero antes de que el caballero pudiera dar más que unos pocos pasos, le disparé otro tiro. Esta vez su escudo se hizo añicos cuando lo bloqueó. La fuerza de la explosión lo tumbó sobre su espalda y no se levantó.

Pero en el tiempo que me había llevado eliminar a un solo caballero, aparecieron algunos más en el claro en el que me encontraba. Los pocos miembros del cuerpo de magos que estaban cerca intentaron detenerlos, pero su precisión estaba disminuyendo.

Era difícil apuntar a alguien que no estaba cargando directamente hacia ti. Necesitabas poder apuntar al lugar en el que estarían un segundo después. Y en este momento, todos los caballeros de los alrededores me estaban atacando. Esto podría ser malo…

“¡Protejan a lord Veight!”

“¡Mantengan al enemigo a raya!”

Los miembros del cuerpo de magos dejaron de retirarse, formaron líneas y comenzaron a disparar nuevamente. ¡Esperen, no peleen! ¡Estaré bien solo! En el peor de los casos, siempre podría transformarme y escapar.

“¡Fuego! ¡Disparen con todo lo que tengan!”

“¡Muéstrenles a esos bastardos de los Doneiks el orgullo del cuerpo de magos!”

Realmente no tienen que hacerlo.

“¡No vacilen, hombres! ¡Nuestro objetivo es solo un hombre!”

“¡Con mucho gusto daremos nuestras vidas por el bien de Su Alteza el príncipe Woroy!”

Realmente tampoco tienen que hacer eso. Realmente deseaba que la gente dejara de pelear por mí. Solo podía ver con impotencia cómo estallaba una gran batalla campal a mi alrededor.

Aparentemente, algunos de los otros miembros del cuerpo de magos habían escuchado que estaba en problemas y regresaron para ayudarme también. Balas de luz surcaban el sombrío bosque como estrellas fugaces. Por otro lado, los caballeros se abalanzaron intrépidamente contra el aluvión, empeñados en matarme.

La vista se veía inusualmente pintoresca, aunque en realidad la gente moría en todas partes. O más específicamente, las personas de un lado estaban muriendo. Como los caballeros solo cargaban contra mí, mis aliados se habían posicionado detrás de mí, lo que hacía que fuera más fácil apuntar.

Sus balas pasaron a mi lado, derribando a los caballeros que me atacaban. Ahora que había llegado a esto, probablemente era más seguro para mis aliados si todos mis enemigos supieran dónde estaba. Reforzando mi resolución, me puse de pie y subí a una roca cercana.

Con la voz más fuerte que pude hacer, grité, “¡Los que no pueden verme, escuchen! ¡Y los que pueden, he aquí! Soy Veight Gerun Friedensrichter—¡el valiente Esgrimista Astral! ¡Enfréntenme si se atreven!”

***

Casi al instante, los caballeros comenzaron a congregarse en mi ubicación. Sus caballos levantaron nubes de nieve mientras cargaban contra mí. La única salida ahora era matarlos a todos. Cargué en mis hombros mi Blast Rifle y comencé a disparar. A un lado había un muro de caballería cargando. En el otro había una línea de pistoleros disparando rayos de luz.

A medida que la batalla continuaba, quedó claro qué lado tenía la ventaja. Evitar las lanzas de los caballeros fue una tarea sencilla para mí. Gracias a mi posición elevada, era difícil para ellos golpearme. Las cargas de caballería estaban destinadas a derribar cabos de infantería situados a nivel del suelo. No estaban preparados para alcanzar objetivos por encima de ellos. Desafortunadamente para los caballeros, el aluvión de disparos de los Blast Canes fue tan denso que no tuvieron tiempo de desenvainar sus espadas y atacarme con ataques más precisos. Si no cargaban, serían derribados incluso antes de que me alcanzaran.

Bien, bien. Sigan viniendo directamente hacia mí. No me importaba ser el único centro de atención de mis oponentes, ya que eso significaba que habría menos bajas entre mis aliados.

De vez en cuando un perno de ballesta volaba en mi dirección, pero los caballeros no eran arqueros, y disparaban a caballo, por lo que su puntería era atroz. Además, de todos modos, me había lanzado magia de protección contra flechas por si acaso.

En poco tiempo, los sonidos de la lucha comenzaron a desvanecerse. Mirando a mi alrededor, me di cuenta de que los números del enemigo habían disminuido considerablemente. Habíamos derribado a muchos caballeros, pero un número aún mayor se había retirado fuera del alcance.

Su objetivo principal era ganar tiempo, por lo que no vieron la necesidad de desperdiciar sus vidas en una carga desesperada. Una decisión inteligente.

Sin embargo, lo que no sabían era que la mayoría de mis magos estaban prácticamente sin mana. Después de esa feroz batalla, no les quedaban demasiados disparos. Aunque nuestras pérdidas fueron leves, aún no habíamos logrado completar nuestro objetivo principal.

El príncipe Woroy todavía estaba a salvo y no habíamos aniquilado a sus arqueros. Mientras estos caballeros ganaban tiempo, el resto del ejército del príncipe Woroy regresaba a salvo al Castillo Creech. Puede que hayamos hecho un daño serio a la caballería del príncipe Woroy, pero a este ritmo, volveríamos a un punto muerto. Justo cuando pensaba eso, escuché a Monza gritar, “¡Jefe, parece que aún no hemos terminado! ¡Se acercan más enemigos!”

Dejé de elaborar estrategias y alcé la vista. Varios miembros de la caballería restante se habían reagrupado a poca distancia y estaban reformando sus líneas. Por lo que parece, todos ellos eran parte de la guardia de honor de élite del príncipe Woroy. No había soldados regulares entre ellos. Eran unas cuantas docenas, como mucho. ¿En serio quieren seguir? Los cuerpos de magos buscaron sus Blast Canes, tratando de apuntar lo más rápido posible. Tampoco esperaban un segundo ataque.

“¡Cualquiera que pueda disparar, apunte!”

“¡Atráiganlos lo más cerca posible antes de disparar!”

Comencé a dar forma a mi mana y preparé mi Blast Rifle para otra descarga. Me quedaba suficiente mana para algunos disparos, pero no quería gastarlo todo. Si lo agotaba por completo, no podría curar a ningún aliado herido. Todos los pelotones permitieron que el enemigo se acerara todo lo posible antes de dar la orden de disparar.

“Listos… ¡Ahora! ¡Fuego!”

“¡Pelotón 3, fuego!”

“¡Pelotón 5, apunten! ¡Fuego!”

El capitán de cada pelotón sabía cuál era el rango ideal y esperaron hasta que la caballería entrara en él antes de dar la orden. Estallidos intermitentes de disparos salpicaron a los guardias imperiales y cada descarga provocó la caída de más de ellos. Lentamente, pero de forma segura, sus números se estaban reduciendo. Honestamente, me sentí mal por los caballeros que estaban siendo asesinados unilateralmente.

¡Huyan, idiotas! No desperdicien sus vidas. Fue solo cuando los caballeros se redujeron a menos de 10 que me di cuenta de lo que estaba sucediendo.

Montando en el centro de la formación había un caballero adornado con una costosa armadura. También estaba encantada y el estandarte grabado en el peto hacía obvio que el caballero en el centro era el príncipe Woroy. ¡De ninguna manera! Que el comandante en jefe de un ejército cargara contra la formación enemiga solo con su guardia de honor era algo inaudito. Estaba estupefacto.

Por otro lado, sin embargo, yo estaba fuera de la seguridad de mis muros de nieve y mis guardias estaban sin mana. Y aunque dudaba que el príncipe Woroy hubiera planeado que esto sucediera, mis hombres lobo también estaban dispersos. Esto era lo más vulnerable que había estado desde que comenzó esta guerra.

“¡Fuego!”

El último pelotón restante en disparar lanzó su descarga y los caballeros se movieron frente al príncipe Woroy para protegerlo.

“¡Su Alteza, manténgase a salvo!”

“¡Use nuestras vidas para alcanzar la victoria de las fauces de la derrota!”

Escuché claramente las últimas palabras de los guardias imperiales. ¿Me están diciendo que el príncipe Woroy sacrificó todo su séquito de élites solo para crear esta oportunidad? El príncipe levantó su lanza y escudo y cargó directamente hacia mí. Su caballo de guerra era uno de los mejores que había visto. Era completamente posible que fuera capaz de saltar directamente sobre la roca en la que estaba parado.

“¡Todos, protejan a lord Veight!”

“¡No me importa si se quedaron sin mana, sigan disparando!”

Los capitanes de pelotón gritaron desesperadamente órdenes a sus magos agotados. Algunas balas volaron hacia el príncipe Woroy, pero en el momento en que lo golpearon, su armadura y escudo brillaron, dispersando los disparos de luz. Su armadura estaba claramente encantada con mayor protección que la de sus caballeros.

De hecho, el resplandor que lo rodeaba se expandía hacia afuera, creando una barrera brillante que continuó deteniendo todas las balas que se dirigían hacia él. Parecía una estrella fugaz que cruzaba la tierra.

“¡VEIIIIIIIIGHT!” El príncipe gritó mientras cargaba. ¿Cuál es el punto de tirar tu vida a la basura solo para matarme? Solo soy un miserable vicecomandante. No un gran general que valga la vida de un príncipe. Sin embargo, estaba claro que el príncipe Woroy había sacrificado todo para tener la oportunidad de matarme.

“¡Mierda! ¡Protejan a lord Veight con sus propios cuerpos si es necesario!”

“¡Lord Veight, por favor escape mientras todavía tiene la oportunidad!”

Mis hombres me suplicaron que corriera.

Para ser honesto, podría escapar fácilmente de esta situación. Mientras me transformara, podría escapar del caballo de guerra del príncipe Woroy. Diablos, ni siquiera necesitaría correr. Podría simplemente eliminarlo.

Sin embargo, no podía permitirme mostrar mi verdadera forma a estos soldados. Pero lo más importante es que un príncipe rolmundiano lo había apostado todo para tener la oportunidad de retarme a un uno contra uno. Si huyera aquí, la gente de Rolmund perdería la fe en mí y, por ende, en la nobleza de Meraldia.

Bien, si tanto quieres un duelo, te daré uno. No me transformaré. Tiré mi capa hacia atrás y salté de la roca. Con una voz lo suficientemente fuerte como para ser escuchada en todo el bosque, grité, “¡Alto el fuego! ¡Me enfrentaré al príncipe yo mismo! ¡Que nadie interfiera!”

Aunque no podía ver su expresión, estaba casi seguro de que mi proclamación hizo que el príncipe Woroy sonriera. No sabía cómo, solo lo sabía. Agarré mi Blast Rifle como una espada y lo sostuve frente a mi cara. En Rolmund, esta era la pose formal que tomabas antes de participar en un duelo. El príncipe Woroy giró su lanza, que era la respuesta estándar para indicar que el duelo había sido aceptado.

Su cara sonriente pasó por mi mente.

No era un mal tipo y realmente no quería pelear contra él. Pero no tenía elección. Dicho esto, no era lo suficientemente hábil en la esgrima como para desviar su lanza y no podía usar mi Blast Rifle, ya que su armadura estaba encantada.

El aura de mana en el que estaba envuelto el príncipe Woroy lo hacía parecer el último jefe de un RPG. No había forma de que un solo golpe fuera suficiente para atravesarlo. Demonios, un golpe limpio probablemente ni siquiera haría que se estremeciera. Para empeorar las cosas, incluso su caballo estaba protegido por esa aura mágica.

¿Qué debo hacer? ¿Cómo lo golpeo? Un momento… Espera un segundo. Hay un lugar que no está protegido. Al darme cuenta de algo que probablemente debería haber hecho desde el principio, me puse rápidamente en acción.

Rápidamente hice algunos gestos con mi mano izquierda y lancé un hechizo de coerción en mi brazo derecho. Normalmente, este hechizo estaba destinado a ser usado en oponentes para sellar sus movimientos, pero lo estaba lanzando sobre mí mismo.

El hechizo hizo que todo, desde mi hombro hasta mi muñeca, se endureciera, convirtiendo mi brazo en una barra de acero endurecida.

Una vez hecho esto, empujé mi Blast Rifle hacia adelante. El rifle era tan largo que normalmente no podría mantenerlo firme de esta manera, pero había fijado mi brazo en su lugar usando magia de coerción. Gracias a eso, mi puntería no estaba flaqueando en lo más mínimo. Idealmente, habría lanzado magia de coerción en mis dos brazos, pero necesitaba una mano libre para hacer los gestos necesarios para activar los hechizos.

Planté mis pies firmemente en el suelo y me giré para que la menor cantidad posible de mi cuerpo estuviera frente al príncipe Woroy. El príncipe continuó cargando hacia mí, luciendo como un cometa brillante. Era obvio que no planeaba regresar vivo de este duelo, incluso si lograba vencerme.