Isekai Ryouridou (NL)

Volumen 14

Capitulo 2: Vínculos Entrelazados

Parte 2

Myme y Mikel finalmente aparecieron a la misma hora que ayer. Y cuando Myme escuchó que Ai Fa y Donda Ruu habían dado su permiso, estaba tan abrumada por la emoción que agarró mis manos.

“¡Gracias! ¡Nunca esperé que nos dieran permiso tan rápido!”

Da la casualidad de que la costumbre de evitar tocar a miembros del sexo opuesto innecesariamente era particular de la gente del borde del bosque. Por eso Myme podía agarrar mis manos ahora, luciendo como si las lágrimas de alegría estuvieran a punto de comenzar a fluir de sus ojos.

Y junto a ella, Mikel dio un profundo suspiro, con el ceño claramente fruncido.

“Así que realmente tienes permiso, ¿eh? Ustedes, los habitantes del borde del bosque, están sorprendentemente faltos de precaución”.

“Es porque ustedes dos nunca causarían daño a la gente del borde del bosque”, respondí, y de repente me sentí preocupado por lo que Mikel podría estar sintiendo en ese momento. Pero, eh, ¿te parece bien, Mikel?

¿No te preocupa dejar que tu preciosa hija venga al asentamiento en el borde del bosque?”

“Ustedes tampoco tienen ninguna razón para hacernos daño… Me avergüenzo de lo inquieta que puede ser esta idiota hija mía”.

Ante eso, Myme volvió a sus sentidos y se volvió hacia Mikel.

“¡Estaré bien! ¡Lo juro, no causaré ningún problema a nadie! Entonces, ¿está bien, papá…?” Mikel no respondió.

“¡Por favor! ¡Solo tengo que ver a Asuta cocinar! ¡Es la primera vez que alguien menos tú me prepara comida que me ha conmovido tanto!”

Después de dar otro suspiro, Mikel miró a su suplicante hija.

“Te lo digo, no puedo engañar a una marimacho como tú con otras personas por tu cuenta”.

“¡Sí, naturalmente! ¡Tú también vas a venir, por supuesto, papá!” Myme replicó, extendiendo ambos brazos y abrazando a su padre.

Mikel simplemente se dio la vuelta, con una mirada profundamente disgustada en su rostro.

“Naturalmente, queremos invitarlos a los dos. Es un verdadero honor para mí poder darte la bienvenida al borde del bosque, Mikel”.

“Hmph. Solo estaré allí para estar atento y asegurarme de que esta marimacho no haga nada estúpido”, replicó Mikel tan francamente como siempre.

Y después de haber abrazado con fuerza el cuerpo huesudo pero sólido de su padre, Myme se volvió hacia mí.

“Bueno, entonces, ¿cuándo deberíamos programarlo? Mi papá no debería trabajar mañana”.

“¿Ah en serio? Por nuestra parte, no tenemos ningún problema en invitarlo cuando sea”.

“¡Entonces mañana es! Está bien, ¿no es así, papá? ¡Ooh, es como si estuviera soñando!”

Myme se veía tan dichosa que solo mirarla me levantó el ánimo. Realmente me sentí honrado de que ella estuviera tan feliz solo con la idea de verme cocinar.

“¡Ah, si no te importa, tengo algo que me gustaría que probaras de nuevo! ¡Por hoy, traje un plato de karon!”

El plato en cuestión ya estaba en el vagón. Una vez más, me había escabullido de los puestos un rato para hablar con la pareja padre-hija.

Seguí adelante y saqué el recipiente de la canasta tejida, y efectivamente estaba muy caliente. Al igual que ayer, había usado un recipiente de arcilla que realmente parecía aguantar el calor. Y cuando abrí la tapa, un olor dulce una vez más llenó mis fosas nasales.

“Hmm, este parece ser muy parecido al plato de ayer”.

La carne de karon todavía estaba empapada en una espesa sopa roja. Aunque la carne de kimyuus de antes había sido cambiada, el color y el olor de la sopa parecían idénticos a los de ayer.

Aun así, la carne de karon era similar a la carne de res. Mientras tanto, kimyuus era como pollo, y eso solo era suficiente para causar un cambio en el aroma general. Y ese olor más rico de la carne de karon realmente estaba aumentando mis expectativas.

Aun así, esto debe ser carne de pierna de karon…

Al comienzo de mi tiempo aquí, solo se vendía carne de pierna de karon en la ciudad postal. Esa restricción se había levantado desde entonces, pero como la carne del torso costaba más del doble, dudaba que mucha gente la comprara. Y además, las cosas que se usaban aquí se parecían a la carne de pierna de karon que había visto en las posadas.

La carne de la pierna de Karon no tenía nada de grasa y, a cambio, era muy nervuda, lo que la hacía bastante dura. De hecho, era tan duro que había que cortarlo lo más fino posible al asarlo o dejarlo cocer durante bastante tiempo al hervir.

Aun así, tenía un sabor más rico que la carne de kimyuus, y había algo de atractivo en la textura masticable. Así que mis expectativas eran bastante altas cuando presioné la cuchara de madera preparada contra la carne.

La carne había sido cortada en rodajas iguales y no ofreció resistencia cuando la cuchara se clavó en ella. Realmente estaba tan tierno como la carne de kimyuus de ayer.

Me lo llevé a la boca junto con un poco de sopa roja… y me llamó la atención un sabor indescriptible.

Realmente fue fantástico. Incluso más que el plato de ayer, de hecho. El sabor de la carne de karon trabajó para acentuar aún más el esplendor de la sopa. La dulzura del vino de frutas, con la cantidad justa de sal y el puñado de verduras ralladas… Todo estaba en asombrosa armonía con la carne de karon.

“Ah, esto es fantástico… Pensé que el plato de ayer no podría perfeccionarse más, pero esto es aún más sabroso”.

“¿Eh? Entonces el plato de ayer fue un fracaso. ¿Qué dirías exactamente que está mal en eso?” Myme cuestionó con una mirada seria, presionando más cerca.

“Oh, no, no hubo nada malo con el de ayer. Este plato es tan maravilloso…”

“Pero preparé cada uno de ellos de acuerdo con las cualidades de la carne kimyuus y karon. Entonces, si el de hoy es más sabroso, eso significa que algo salió mal con el plato de ayer”.

Definitivamente estaba más que un poco sorprendido al escuchar eso.

“¿Ajustó el caldo entre ayer y hoy? Estaba seguro de que debían ser iguales…”

“Los conceptos básicos son todos idénticos. Pero modifiqué un poco la cantidad de ingredientes y el tiempo de calentamiento”, respondió Myme, luego se detuvo y pensó un poco. “La carne de Karon, por supuesto, tiene más sabor que los kimyuus, así que si los comparas, podría tener sentido ver ese plato como mejor. Pero el kimyuus tiene un sabor delicioso por sí solo, y me esforcé al máximo para extraerlo por completo… Sin embargo, parece que todavía necesito pensarlo más”.

“Yo diría que ambos son deliciosos… Lamento el comentario innecesario allí”.

“No, esas impresiones son justo lo que estaba buscando. Podría haber sido un problema con las proporciones que usé. Probaré una variedad de cosas cuando regrese a casa”.

Cuando Myme me miró, una vez más tenía una sonrisa alegre. Y pude espiar una mente verdaderamente inquisitiva brillando detrás de sus ojos castaños claros.

Ella realmente es otra cosa. Esa pasión suya debe ser la razón por la que pudo preparar platos a este nivel, pensé mientras acababa con el resto de la comida.

Una vez que terminé, le di a Myme una sonrisa.

“Gracias por la comida. Realmente estaba delicioso. Espero ver finalmente sus habilidades de primera mano mañana”.

“¡Apenas puedo contenerme incluso ahora!”

“En ese caso, me gustaría establecer un horario aproximado… ¿Podría hacer que cocine dos veces, Myme?”

“Por supuesto. ¿Pero por qué dos veces?”

“Una vez para el clan Ruu, ya que nos han ayudado mucho, y luego otra vez en la casa del Fa donde vivo. Siempre tenemos gente que se reúne en el asentamiento de Ruu para sesiones de estudio de cocina, así que me gustaría que participaras allí primero”.

“¡¿Una sesión de estudio?! ¡Tengo muchas ganas de hacerlo!” Myme respondió con una sonrisa radiante.

Mientras tanto, Mikel seguía frunciendo el ceño y luciendo como si nada de esto fuera su problema.

“Entonces, una vez que termine, ¿podría hacer que venga a la casa del Fa a preparar un plato para la cena? Yo también haré uno, por supuesto, y luego podremos probar el uno al otro para nuestra comida. Y una vez hecho eso, el jefe de mi clan dijo que los escoltará a los dos de regreso a las tierras de Turan”.

“¡Gracias! No solo poder ver tus habilidades de primera mano, sino incluso cenar juntos… ¡Estoy realmente, profundamente feliz!”

Le devolví la sonrisa mientras sentía lo mismo, pero luego recordé algo importante que aún teníamos que discutir.

“Oh, hay una cosa más que me gustaría proponer. Si no le importa,

¿podríamos hacer que cocine con carne de giba? La gente del borde del bosque no tiene mucho interés en la carne de karon o kimyuus, así que creo que lo apreciarían más”.

Después de mirar estupefacto por un momento, Myme una vez más tomó mi mano.

“¿Me dejarías cocinar carne de giba? Pero es mucho más caro que la carne de pierna de karon o los kimyuus sin piel, ¿no es así?”

“Sin embargo, tenemos más que suficiente en el asentamiento al borde del bosque. Tanto es así que nos resulta más barato si somos nosotros los que lo proporcionamos”.

Los ojos de Myme se llenaron de lágrimas cuando gritó por enésima vez: “¡Gracias! ¡Siempre he querido probar a cocinar con carne de giba! Pensar que voy a poder usar un ingrediente tan maravilloso… ¡Realmente es como un sueño!”

“Entonces, ¿quieres llevarte un poco de carne de giba para prepararte para mañana? Sería difícil en muchos sentidos actuar sin práctica”.

“¡Ah, no! ¡No creo que pueda mejorar mucho con una sola noche de estudio! Y no quiero desperdiciar carne tan preciosa, ¡así que la oportunidad de usar un poco mañana ya es suficiente!”

Si Myme estaba de acuerdo con eso, entonces no tenía ninguna objeción.

“Está bien, entonces espero trabajar juntos mañana. Pasamos por los puestos hasta la segunda hora más baja, así que ¿podrías llegar entonces?”

“¡Comprendido! ¡Tengo muchas ganas de hacerlo!”

Luego, al igual que ayer, Myme y Mikel compraron platos de giba en los puestos y regresaron a Turan.

Mientras observaba a Yamiru Lea entregar una envoltura de poitan de carne giba completa tras otra a la ola de clientes que la apretaban, le ofrecí una disculpa. “Perdón. Hoy he tenido que dejarte mucho el puesto. No ha tenido ningún problema, ¿verdad?”

“No. Afortunadamente, ningún rufián ha intentado amenazarme con espadas ni nada por el estilo”, respondió Yamiru Lea con una expresión serena mientras continuaba con su trabajo. Dado que el sol se acercaba a su punto máximo, la cantidad de clientes solo estaba creciendo todo el tiempo. “Entonces, ¿de verdad invitaste a esa pareja de padre e hija al asentamiento en el borde del bosque?”

“Sí. Vendrán mañana. Y ella participará en nuestra sesión de estudio habitual, así que espero que tú también la estés esperando, Yamiru Lea”.

“No soy lo suficientemente apasionado por manejar la estufa como para estar emocionado por tal cosa”, replicó Yamiru Lea, y luego suspiró de repente.

Su perfil orgulloso tenía una especie de expresión pensativa. “¿Qué pasa?” Yo pregunté.

Su respuesta llegó en voz baja. “No es nada. Solo… Ciertamente es difícil pensar que llegaría un día así, considerando cómo los miembros del clan

Suun solían intimidar a la gente del pueblo. En aquel entonces, a nosotros, la gente del borde del bosque, se nos temía tanto como a giba”.

Por un momento me quedé sin palabras, pero pronto le devolví la sonrisa. “Eso es cierto. Y todo es el resultado de las dificultades que ha superado la gente del borde del bosque. Así que sigamos trabajando juntos y dándolo todo”.

Después de quedarse en silencio por un momento, Yamiru Lea se encogió de hombros con un, “Hmph. No es como si tuviera fuerzas para prestarle a nadie. Soy una mujer débil y patética que ni siquiera puede llevar una olla de metal por sí misma”.

“Eso no es cierto en absoluto”, respondí, sintiéndome seriamente de esa manera.

Y luego, de repente, hubo una extraña conmoción proveniente de la calle.

Cuando me volví para mirar, encontré un enorme carro tirado por totos que se acercaba desde el norte. Era un fino vehículo rectangular de madera, tirado por dos de los enormes pájaros. Un soldado con armadura formal y casco llevaba las riendas, y la carrocería de la carreta estaba decorada con el emblema de la casa de un conde.

“Oh vaya. ¿Qué noble es hoy, me pregunto?” Yamiru Lea susurró sarcásticamente.

Actualmente solo había dos nobles que vendrían a comprar comida en nuestros puestos: Polarth de la casa Daleim y Leeheim de la casa Saturas.

Sin mostrar preocupación por la conmoción de la multitud que los rodeaba, el carro totos se detuvo. El hombre que emergió tenía más de mediana edad, sostenía un gran ramo y estaba flanqueado por dos guardias armados con espadas.

La multitud frente a los puestos agacharon la cabeza y comenzaron a moverse a un lado, pero el hombre suavemente gritó: “Ah, todos, por favor permanezcan como estaban. No he venido como cliente de este puesto, así que les pido que no me hagan caso”. Después de hacer esa declaración, se acercó a un lado para hablar con nosotros. “Mis disculpas por interrumpir su trabajo. ¿Hay algún miembro del clan Ruu presente?”

Lala y Sheera Ruu compartieron una mirada.

La norma en situaciones como esta era que un miembro de la casa principal se hiciera cargo, sin embargo, en este caso, Sheera Ruu estaba a cargo de los puestos. Después de que Lala Ruu le susurró algo con el ceño fruncido, Sheera Ruu asintió y dio un paso adelante.

“Sí, soy miembro del clan Ruu, la hija mayor de la casa de Shin Ruu. Mi nombre es Sheera Ruu. ¿Qué negocios tienes conmigo, exactamente?”

“Actúo como enviado del primer hijo de la casa de Saturas, Sir Leeheim. Si lo desea, le pido que le entregue este ramo a Lady Reina Ruu”.

Ante eso, los ojos de Sheera Ruu se abrieron de par en par. “¿A Reina Ruu? Sin embargo, hoy no está aquí en la ciudad…”

“Soy consciente. Sir Leeheim también está ocupado hoy con otros asuntos y no puede salir de la ciudad del castillo, así que me enviaron a entregar este artículo”, dijo el hombre con una sonrisa refinada mientras le ofrecía el ramo. La colorida variedad de flores estaba envuelta en seda de aspecto verdaderamente caro. Era una magnífica colección de flores como rara vez se ve, no solo en el asentamiento en el borde del bosque, sino también en la ciudad postal.

“¿Estas flores son para Reina Ruu? Mis disculpas, pero ¿cuál es la razón detrás de este regalo? No tenemos la costumbre de regalar flores en el borde del bosque para cualquier ocasión que no sea un cumpleaños…”

“Sir Leeheim no ha podido visitar este lugar desde hace diez días, por lo que deseaba ofrecer estas flores en disculpa. Por favor, adelante y acéptelos sin reservas”.

Con una mirada preocupada, Sheera Ruu se volvió hacia Lala Ruu. Con un suspiro agitado, la joven se encogió de hombros exasperada.

“Muy bien… Entonces, por el momento, las aceptaré”, dijo Sheera Ruu con una sonrisa indiferente mientras tomaba las flores.

Aparentemente satisfecho, el hombre mayor hizo una reverencia.

“Entonces, por favor envíele nuestros saludos a Lady Reina Ruu. Y por ahora, me disculparé”.

Y con eso, el hombre y los dos guardias que lo acompañaban regresaron al vagón de los totos. Después de verlos irse, Sheera Ruu regresó al puesto.

“Buen trabajo allí, Sheera Ruu. Sin embargo, ¿qué vas a hacer con ese ramo?”

“Por ahora, no tengo más remedio que devolvérselo a Reina Ruu. Después de eso, supongo que la decisión dependerá de Donda y Mia Lea Ruu”.

Debió haber decidido que no podía simplemente rechazar un regalo de un noble únicamente por su propia discreción. Y si hubiera estado en su posición, estoy seguro de que habría hecho lo mismo.

“¿A qué vinieron exactamente de todos modos? Ni siquiera compraron comida ni nada”, dijo Lala Ruu mientras sacaba la lengua mientras preparaba hamburguesas giba. Efectivamente, si fuera Polarth, habría ordenado a sus subordinados que compraran un montón de platos de giba.

Bueno, para empezar, Polarth no estaría enviando un ramo.

Leeheim de la casa Saturas fue uno de los participantes en la cena celebrada en la ciudad del castillo. Pero antes de partir, pasó a saludarnos a nosotros, los chefs del borde del bosque, que fue cuando pareció captar sentimientos por Reina Ruu.

Roy y Welhide también se enamoraron de sus encantos, pero que él fuera a enviar un ramo… pensé para mí, solo para que Yamiru Lea me susurrara al oído.

“El individuo bastante problemático ha puesto sus ojos en Reina Ruu. Si no tiene cuidado, podríamos terminar en guerra con los nobles nuevamente, ¿no crees?”

“Bueno, sí, eso es cierto… Pero el heredero de la casa de un conde nunca le pediría a una mujer del borde del bosque que se casara con él. Así que estoy seguro de que todo irá bien”.

A través de la cadena de dificultades que habíamos superado, la gente del borde del bosque realmente había formado lazos con todo tipo de personas. Aunque la mayoría de esas eran cosas por las que podíamos alegrarnos, supongo que tenía sentido que de vez en cuando algunas personas tuvieran sentimientos que no fueran correspondidos.

Aun así, eso es lo que significó abrirse al mundo exterior. Solo tenías que seguir aclarando los malentendidos que surgieron uno por uno. Y la gente del borde del bosque acababa de comenzar por este nuevo camino.

Si se trata de eso, siempre podemos discutir el asunto con Polarth o Marstein. Así que realmente no es lo mismo que cuando parecía que estábamos rodeados por todos lados por enemigos, pensé mientras colocaba un poco de carne fresca de giba encima de la bandeja.

Y cuando el carro totos de la casa Saturas partió hacia la ciudad del castillo, la multitud intimidada recuperó los nervios y comenzó a regresar al puesto.

***

No hubo ningún otro incidente de importancia después de eso, por lo que pudimos terminar con seguridad el trabajo del día.

Pero cuando regresamos al asentamiento en el borde del bosque y nos dirigimos a la cocina de la casa principal de Ruu, el ramo de Leeheim naturalmente se convirtió en un tema de discusión.

“¿Ese noble envió esto por mí? ¿Qué demonios podría querer?” Reina Ruu cuestionó con una mirada muy preocupada mientras aceptaba el ramo, habiendo estado trabajando en los preparativos para mañana.

Como era de esperar, Reina Ruu no fue la única en problemas. Mia Lea Ruu y los demás no pudieron evitar inclinar la cabeza mientras trabajaban en sus propias tareas.

“No puedes aceptar flores cuando ni siquiera es tu cumpleaños. Más aún cuando no son de la familia”, dijo Mia Lea Ruu, y luego se volvió hacia Bartha. “¿De qué se trata todo esto? ¿Tiene usted alguna idea?”

“¿Eh? Que me estas pidiendo Ciertamente no es nada de lo que presumir, pero nadie me ha regalado flores en toda mi vida. Tampoco se los he dado a nadie”.

“Pero te criaste en una ciudad, ¿no es así? Entonces al menos deberías estar familiarizado con las costumbres de ese lugar”.

Con un encogimiento de hombros, Bartha se rio entre dientes, “Ha ha. Puede que haya nacido en Masara, pero la mitad de mi infancia transcurrió en la montaña. Supongo que con cosas como esta, ¿no se las envías a alguien que te gusta?”

“Hmm, así que eso fue todo, ¿eh? Incluso yo fui capaz de adivinar eso…” Dijo Mia Lea Ruu con una risa tensa, inusual como eso era para ella. Y luego, se volvió hacia Reina Ruu. “Bueno, adelante, pon esas flores en agua por ahora. Podemos dejar lo que venga a continuación para el jefe del clan”.

“Bien… Pero dado que esto va en contra de las costumbres del borde del bosque, ¿no sería mejor devolverlos?”

“Es el trabajo del jefe del clan decidir eso. No es como si él te pidiera que te casaras con él, así que no tienes nada de qué preocuparte”, respondió Mia Lea Ruu con una sonrisa. “Solo para estar seguro, incluso si ese noble te pidiera que fueras su novia, no lo aceptarías, ¿verdad?”

“Por supuesto que no,” respondió Reina Ruu de inmediato, enérgicamente y sin la menor vacilación. “Papá nunca aceptaría que me casara con alguien de la ciudad del castillo, e incluso si me diera su permiso, no querría hacerlo”.

“Hmm, ¿entonces ese noble no es especialmente encantador?” Sin piedad, Reina Ruu asintió en respuesta. “Eso es correcto.”

Por cierto, Leeheim era un joven demasiado delgado que siempre lucía una leve sonrisa de aspecto cínico. Era difícil decir exactamente cómo era su verdadera naturaleza, y él era del tipo en el que parecía que tomaría algo de tiempo hasta que pudiéramos entendernos de verdad.

Además, no hay forma de que le pida a una mujer del borde del bosque que se case con él en primer lugar. Ni siquiera puedo imaginar a un noble de la ciudad del castillo haciendo tal cosa “, continuó Reina Ruu.

“Cierto, y ese hombre también tiene una posición bastante alta entre los nobles, ¿no es así?”

“Sí. Como el hijo mayor de la casa de un conde, se supone que es bastante importante. Así que probablemente solo se esté burlando de mí, ¿verdad?”

“No, en absoluto”, intervino Bartha. “No ha pasado tanto tiempo desde que el señor de Genos declaró que se deben formar lazos adecuados entre los nobles y ustedes, la gente del borde del bosque. Así que no hay forma de que uno de ellos se meta contigo en un momento como este”.

“¿Entonces estás diciendo que este noble realmente quiere casarse conmigo?”

“No, probablemente solo esté expresando su afecto por ti; no es nada tan serio como lo que estás pensando. Me imagino que a la mayoría de los hombres les agradaría alguien como tú, después de todo”.

Aunque la afirmación de Bartha era completamente obvia, era una noción que sería difícil de aceptar para la gente del borde del bosque. Después de todo, para ellos, las aventuras amorosas entre hombres y mujeres estaban directamente ligadas al matrimonio.

Pareciendo no comprender completamente el asunto, incluso todavía, Reina Ruu miró el ramo en sus manos.

“Tengo un mal presentimiento sobre esto de alguna manera… Oye Asuta, ese noble de Leeheim es el que trató de comprar mucha carne de giba, ¿no es así?”

“Ah, sí, eso es lo que me dijeron”.

“No quiero creer que esto pueda ser cierto… pero él no habría planteado esa idea para endeudar a la gente del borde del bosque, ¿verdad?”

“Realmente no puedo imaginarme que ese sea el caso. Creo que simplemente reconoció el valor de la carne de giba como un producto para la venta”.

Aun así, en última instancia, el duque Marstein Genos puso fin a eso. Ahora, después de reevaluar el precio del giba, estábamos observando el impacto que tendría en las ventas de carne de karon y kimyuus.

“Como dije, no es nada por lo que debas preocuparte. Deje temas tan difíciles en manos del jefe del clan. Estoy segura de que arreglará todo sin problemas”, dijo Mia Lea Ruu con una sonrisa brillante mientras palmeaba a Reina Ruu en la cabeza.

Con vergüenza por ser tratada como una niña, Reina Ruu se encogió de hombros y respondió: “Sí…”

“Nunca entenderemos lo que piensan los nobles, no importa cuánto lo intentemos. Solo tenemos que seguir haciendo nuestro propio trabajo. Y cuanto más estemos holgazaneando, menos tiempo tiene Asuta para ayudarnos a instruirnos”.

Y así, bajo las órdenes de Mia Lea Ruu, se reanudó el trabajo.

Mientras tanto, mi grupo también comenzó con los preparativos para mañana.

Mientras cortaba la carne de giba junto con Toor Deen, Reina Ruu pareció recuperar el ánimo y gritó: “Por cierto, ¿lograste hablar con Myme y Mikel?”

“Sí. Terminé invitándolos al asentamiento en el borde del bosque mañana. Primero pasaremos por el asentamiento de Ruu, así que nos veremos luego”.

“¿Ah, de verdad? Lo estaré esperando”.

Mientras que Toor Deen parecía muy feliz, Reina Ruu ahora tenía una expresión seria. Como todavía dudaba de las habilidades de Myme, lo vio como una oportunidad para que la chica mostrara lo que podía hacer.

Aun así, si Reina Ruu reconoce la cocina de Myme, seguramente esto la emocionará seriamente. Especialmente porque, desafortunadamente, encontró que la cocina de Timalo era tan decepcionante.

Había sido una gran sorpresa para Reina Ruu cuando probó por primera vez la comida del puesto de Yang en el pasado. Y dado que ella era mucho más apasionada por la comida deliciosa que la mayoría, conocer a Myme seguramente sería grandioso para ella.

“Por cierto, parece que podremos hacer que Myme prepare un plato con carne de giba, así que si no te importa, me encantaría que todos lo probaran”, comenté.

“Ooh”, dijo Mia Lea Ruu con los ojos muy abiertos. “¿Entonces una chica de la ciudad va a cocinar con carne de giba? Eso ciertamente es algo que esperamos”.

“Bien, aunque ya hay dueños de posadas de la ciudad postal que cocinan con él”.

“Las cosas han cambiado mucho en tan solo unos pocos meses… Por cierto, Dan Rutim volvió a aparecer hoy, antes de dirigirse al asentamiento del norte”.

“¿El asentamiento del norte? Oh, ese asunto de acoger a una mujer Dominante, ¿verdad?”

“Sí. Eso terminó siendo aprobado también. Los preparativos al final tomarán un par de días, y luego se supone que la traerán aquí al asentamiento de Ruu”, respondió Mia Lea Ruu con una sonrisa divertida. “Una chica de la ciudad está siendo invitada a cuidar nuestra estufa, y le damos la bienvenida a un miembro del clan Dom en nuestras casas. Hace un momento, todo eso hubiera sido imposible de imaginar. Y luego está el noble que envía flores también”.

“Sin embargo, esa cosa con el noble no es exactamente algo por lo que estar feliz”, replicó Reina Ruu en un tono malhumorado, pero su madre siguió sonriendo y negó con la cabeza.

“Eso puede ser un poco complicado, pero todavía estamos hablando de que le gustas a alguien. Así que, al final, diría que es algo por lo que estar feliz. Después de todo, hasta ahora ninguno de nosotros, excepto los principales jefes de clan, habíamos mirado siquiera a un noble”.

“Pero aun así… realmente no será una buena noticia si lleva a algún tipo de disputa”.

“¿Qué es un asunto de disputa de todos modos? Se nos ha concedido una felicidad mucho mayor de la que podría arruinarnos algo así. Y a pesar de todo, no es como si pudiéramos evitar cada pequeño problema a medida que seguimos avanzando, por lo que solo tenemos que seguir siguiendo el camino que creemos que es mejor”.

“Estoy de acuerdo”, intervino sin pensar, ganándome una mirada de reproche de Reina Ruu.

“Eso me hace parecer un niño irracional o algo así”.

“Ah, no, realmente lo siento por ti, Reina Ruu.”

“Lo que sea”, replicó la chica, dándose la vuelta.

Si bien fue una respuesta muy adorable, realmente me disculpé por ella. Quiero decir, si la hija de algún noble fuera y me regalara flores de la nada, tampoco estaría exactamente feliz por eso.

“En cualquier caso, nuestros visitantes de mañana son lo primero. Y ciertamente estoy deseando ver qué tipo de plato preparará, Asuta”.

“Cierto. Definitivamente yo también lo estoy”.

Mañana a esta hora, Myme y Mikel ya estarían aquí en este espacio. Solo imaginarlo fue suficiente para emocionarme. Y estaba eufórico no solo por mi interés personal en Myme, sino también por el hecho de que había gente del pueblo invitada al asentamiento en el borde del bosque como invitados.