Saikyou Mahoushi (NL)

Volumen 2

Capitulo 6: Mundo Exterior

Parte 3

Su aspecto malvado, su naturaleza depredadora que exuda de su cuerpo, desgarró la voluntad de los estudiantes de luchar por su supervivencia.

“Esto no puede estar sucediendo… No puedo morir en un lugar como este.” Dijo Cabsol, poniendo un frente audaz mientras agarraba con fuerza su espada AAR. Mana fluyó tímidamente, mientras desataba el tercer hechizo de Disparo Ardiente de día.

Mientras bajaba su espada, varias bolas de fuego volaron hacia la araña Fiend. Fue un hechizo de ataque intermedio que creó múltiples bolas de fuego al mismo tiempo. Al ser impulsadas hacia adelante, las bolas de fuego absorbieron y quemaron el aire circundante mientras volaban.

La araña gigante ni siquiera intentó evitar el ataque, abriendo ferozmente su boca como para intimidarlos.

Las explosiones de las bolas de fuego no tenían sentido contra el Fiend. En el mejor de los casos, salía algo de humo de su piel ligeramente chamuscada.

Estaba claro que el hechizo de Cabsol carecía severamente de poder de fuego contra el tamaño abrumador del Fiend.

“¡Aaaaahh!” Al ver que su hechizo no tenía efecto, Cabsol se quebró, tambaleándose y cayendo de espaldas. Su AAR se le escapó de la mano y se cubrió la cabeza con la mano ahora libre, temblando.

Tesfia también miró al Fiend con la cara pálida. Los únicos ataques que podía usar de inmediato estaban en el mismo nivel que los de Cabsol. Su Espada Carámbano era más fuerte, pero no haría mucha diferencia contra esa piel. Sin embargo, no tendría la oportunidad de usarla, debido al tiempo que necesitaba para usarla. La araña era sorprendentemente ágil para su tamaño. No sería extraño que ataque si siente que se está lanzando un hechizo.

Sin embargo…

Todos los estudiantes entendieron que esto era una verdadera desesperación. “Se acabó…” Sus lágrimas de miedo eran prueba de que habían perdido la voluntad de luchar. Frente a las puertas del infierno que se abrían ante ellos, todos cayeron de rodillas, escuchando los gritos de deleite de los Fiends con la cabeza caída.

“Todavía no, todavía tenemos una oportunidad. ¡No se rindan!” Las palabras de aliento de Tesfia fueron terriblemente débiles. Ella sabía lo desesperada que era la situación, por lo que no había poder detrás de sus palabras.

“Pero… ¿Cómo?” Preguntaron los estudiantes, como si culparan a Tesfia por decir algo tan irresponsable.

Tesfia se mordió el labio pálido. Por supuesto, ella no tenía un plan en mente. Derrotar a un Fiend Clase B era imposible para ellos. Eso estaba claro por el nivel de los hechizos que podían usar.

Pero Tesfia simplemente no podía perder la esperanza. Ella no creía que pudiera ser perdonada por eso. “No lo sé… ¡Pero si nos rendimos aquí, moriremos!”

Como para ridiculizar su angustia, los Fiends se acercaron gradualmente hacia ellos. La abrumadora presión de estos depredadores les impidió pensar con claridad.

No había tiempo que perder. Lo único en su mente era: no podemos rendirnos.

¡¡Ya sé!! Tesfia recordó algo y corrió hacia Cabsol. Ella rebuscó a la fuerza en sus bolsillos, sintiendo los ojos compuestos del Fiend que miraban casualmente su espalda.

En este momento, todo lo que podía hacer era aferrarse al recuerdo de lo que la directora había dicho al comienzo de la lección extracurricular… que los supervisores estaban equipados con una señal de emergencia.

“¡Aquí está!” El dispositivo era una semiesfera que cabía en la palma de su mano. Recordando lo que decía el manual que había leído de antemano, vertió todo el mana que pudo en la joya finamente cortada.

En un instante, comenzó a parpadear blanco. Luego, Tesfia sintió alguna forma de ola de mana llenando sus alrededores.

Así es, con esto, la ayuda vendrá… probablemente. “La ayuda está en camino, así que hasta entonces…”

Sin embargo, nadie escuchó lo que ella tenía que decir. La razón estaba clara para todos. No había tiempo. Nadie iba a llegar a ellos. Estaban fuera del área de operaciones, y lejos de la sede central.

No había forma de que pudieran detener a los Fiends hasta que la señal llegara a la sede, y se pudieran enviar refuerzos. Todavía estaban en una situación desesperada. Todos los estudiantes, aparte de Tesfia, habían cedido a su miedo, incluso soltando el símbolo de un Maestro Mágico, sus AAR.

Habían perdido la voluntad de pelear y estaban apartando la vista de la realidad.

Se habían rendido al mundo.

Solo quedaba Tesfia, y vertió toda su fuerza en su mano mientras agarraba el cuello de Cabsol y gritaba: “¡Eres nuestro supervisor, así que danos una mano!”

Pero los ojos de Cabsol estaban llenos de lágrimas y sus pupilas dilatados por el miedo ni siquiera la miraban. De repente se miró los pies y vio los pantalones de Cabsol manchados con un líquido tibio.

“¡…! ¿¡Por qué…!? Si no nos hubieras traído hasta aquí…”

Tesfia apretó los dientes, las lágrimas finalmente se formaron en sus ojos también.

La araña gigante, capaz de atacar en cualquier momento, simplemente estaba vigilando esta patética escena. Incluso los innumerables Fiends a su alrededor dejaron de moverse, como si esperaran el descenso de su rey. Quizás fue debido a sus instintos como depredadores para evaluar la fuerza de su presa, pero al menos habían tenido la inteligencia para atraerlos.

O tal vez simplemente disfrutaron jugando con sus presas tontas.

Tesfia reunió su voluntad y le dijo al grupo que se reuniese en un solo lugar, incluso arrastrando aquellos que no pudieron llegar a pie a sí mismos, incluyendo algunos que estaban inconscientes.

“Bien. Lucharé hasta el final.”

Sin importar cuántas veces se las limpiara, sus lágrimas estas no se detendrían, así que dejó de intentarlo.

Coloco fuerza en sus piernas, se levantó y levantó la cabeza.

Vertiendo mana a través de su katana, se enfrentó al Fiend, sintiendo una desesperación totalmente negra. De un momento a otro su corazón se llenó de determinación. La victoria o la derrota ya no importaban.

Es por eso que su mana le respondió.

La araña gigante no mostró signos de movimiento. Soltó un sonido espeluznante, sacudiendo su gran cuerpo hacia arriba y hacia abajo como si se burlara de ella.

En ese caso… Tesfia pensó para sí misma, y corrió hacia la manada de Fiends. Por lo que podía ver, había varias docenas de Fiend Clase D y C. Pero ya no podía aceptar esperar su muerte.

Los Fiends, agitados por su acto imprudente, soltaron gruñidos profundos en respuesta.

“¡Haaaaaaa!”

Tesfia congeló el suelo y detuvo a los Fiends. Pero fue solo por un momento. En cuanto a los Fiends con aspecto de Clase C, simplemente moverse un poco fue suficiente para romper el hielo y liberarse.

Pero Tesfia no mostró signos de pánico. No se había imaginado que el efecto sería tan débil, pero para empezar, ni siquiera tenía la compostura para idear un plan. Lo único que podía hacer era seguir adelante luchando de forma desesperada.

Esquivando los ataques de los Fiends, ella balanceó su katana.

La diferencia en el resultado fue enorme entre estos Fiends Clase D y C en comparación con la Clase E y los Fiends inferiores que había derrotado antes. No era tanto una cuestión de poder, ya que se trataba de que sus cuerpos no permitían que su espada penetrara.

Si bien sus ataques dejaron rasguños en su piel negra, estaba muy lejos de poder perforar hasta su núcleo. Incluso si ella se limitaba a los Fiends de Clase D, sus números hacían difícil lograr algo. Podía sentir agotar su mana en su intento de ganar tiempo.

“¡…!”

De repente, la afilada garra de un Fiend se acercó a su rostro. Ella de alguna manera logró desviarla con la parte posterior de su katana, pero…

“¡Ahh!” Su mundo se puso patas arriba. La fuerza masiva del Fiend fácilmente envió a la delicada Tesfia a volar.

Ella rodó y rebotó en el suelo, finalmente deteniéndose un poco en el estanque. Su mente estaba confusa… los alrededores no dejaban de girar. Mientras respiraba débilmente, notó que las esquinas de sus ojos estaban manchadas de rojo.

Se tocó con una mano temblorosa, y miró vio sangre. Parecía que en algún momento se había cortado la cara. Pero no era una lesión que amenazara su vida, por lo que Tesfia se dijo a sí misma que aún no podía darse por vencida y usó su katana como apoyo para volver a levantarse.

Ante ella apareció un globo rojo.

Esa bola de fuego mágica iluminó su cuerpo. Sintió como si su piel se quemara por el calor emitido por la bola de fuego. Era una manifestación del mal, un hechizo desatado por uno de los Fiends que no estaba dispuesto a dejar que Tesfia descansara ni por un momento.

La bola de fuego, casi tan grande como el Disparo Ardiente de Cabsol, estaba justo encima de ella.

Preparando su katana de inmediato, Tesfia preparó un hechizo.

“‹‹ ¡Muro de Hielo…!››”

Sin embargo, antes de que la pared de hielo que se elevaba del suelo pudiera completarse, la bola de fuego se estrelló contra ella. La explosión resultante del fuego y el choque contra el hielo volvió a enviar volando el cuerpo de Tesfia.

El humo surgió de la explosión, cuando la chica que volaba por el aire finalmente aterrizó en el suelo con un ruido sordo. El musgo junto al agua sirvió para amortiguar la caída, pero Tesfia apenas se mantuvo consciente.

Su mente ya no funcionaba. El dolor le hacía latir la cabeza.

Pero ella fue afortunada. Si la bola de fuego la hubiera golpeado directamente, el daño habría sido mucho peor.

Todavía tirada en el suelo, Tesfia levantó la cabeza. Su mano estaba ligeramente quemada, pero todavía estaba bien. Como prueba de eso, sus dedos y su cuerpo temblaron y se movieron mientras ponía fuerza en ellos.

“Aaagh…” Tesfia dejó escapar un gemido, aguantando el dolor. Su cabello estaba hecho un desastre, su cara estaba sucia y su uniforme quemado aquí y allá. Habiendo recibido todo el peso de la explosión, no podía decir exactamente dónde estaba sufriendo.

A pesar de eso, Tesfia se puso de pie tambaleándose y preparó su katana.

“¡¡¡¡Aaaaaa!!!!” Escurriendo un grito, ella movió sus piernas hacia adelante.

Podía ver a los Fiends dirigiendo su atención a su grupo incapaz de pelear, acercándose a ellos.

Sus números solo estaban aumentando. Hasta ahora, sus ataques apenas los habían afectado, y no había podido acabar con ninguno de ellos, ya que no podía destruir sus núcleos. Los Fiends que había herido se retorcían y se arrastraban, preparándose para unirse al ataque. Sus ojos brillaban rojos de ira.

“No, para… ¡No te dejaré!”

Tesfia blandió su katana con desesperación. Ella no dejaría que nadie muriera. Si bien sabía que no era algo que pudiera detener, lucharía hasta el final.

Ella vertió su desesperación en un solo golpe. Sin embargo, ese swing no tenía ninguna técnica detrás. Ella simplemente balanceó su arma.

Los Fiends no mostraron signos de estremecerse por su acción, ni siquiera se vieron afectados; Tesfia miró su AAR. Era la cristalización del espíritu de la familia Fable, algo que había usado desde la infancia. Sin embargo, ahora, no había rastros de mana fluyendo por ella.

Ella se derrumbó sobre sus rodillas. El mana que había estado usando tan desesperadamente finalmente se había secado.

Ella, sin que nadie se lo pidiese, se había hecho la fuerte. Pero al final, no cambiaría la realidad de la jerarquía entre Fiends y humanos, una de depredador y presa, un hecho que ahora estaba claro para ella.

Antes de que ella lo supiera, la araña gigante se le acercó para matarla. Soltando un fuerte grito, levantó varias de sus piernas. Y como si presentara un sacrificio a un dios malvado, soltó un rugido espeluznante y ridículo.

Mientras lo hacía, manadas de algo cayeron del árbol. Eran como versiones en miniatura de la araña gigante delante de ella. Estos pequeños demonios araña, probablemente los hijos de la araña gigante, parecían haber estado esperando que su presa se debilitara.

Tesfia ya no tenía la fuerza de voluntad para sorprenderse de como la situación iba a peor. Pensando en ello, su resistencia era totalmente inaudita. Habiéndose forzado a superar sus límites, su mente ya no podía sentir conmoción por algo como esto.

Estar de pie era lo mejor que podía hacer… Cuando se dio cuenta del estado en que se encontraba, sintió que su dolor se alejaba.

Finalmente, el Fiend araña gigante atacó a Tesfia como para atormentarla.

Con sus piernas vacilantes, no pudo evadir el ataque.

Su visión comenzaba a desvanecerse, y el ataque del Fiend no le parecía real, ya que todo lo que podía ver era que algo se movía por el rabillo del ojo.

Al momento siguiente, las garras del Fiend rasgaron la manga de su uniforme y le arrancaron la horquilla, dispersando un poco de cabello carmesí en el aire. Después de perder el equilibrio, Tesfia vio que su cabello desgarrado alzado en el aire parecía flotar en cámara lenta. El rojo de su cabello mostraba un brillo rojo, aunque no similar al de los ojos rojos de los Fiends.

Esos eran de un color rojo oscuro espeluznante. En cambio, su cabello rojo absorbió la luz, desatando en su interior un color escarlata.

Era del color del sol y la vida, una luz poderosa que no permitía que se rindiera.

Sin embargo… ese rojo brillante finalmente desapareció, y el cuerpo de Tesfia cayó al suelo, sobre su espalda.

Cambiando su mirada, pudo ver a la mayoría de su grupo profundamente conmocionado y en trance, o desmayado por miedo. Qué afortunada sería si pudiera hacer lo mismo…

Ella ni siquiera podía mover un dedo. No podía cerrar los ojos antes del final.

Fiends se acercaron a ella. Se notaba desde el suelo temblando. La muerte se acercaba a ella, pero no parecía que le preocupara. Los gritos chirriantes y espeluznantes sonaban como si vinieran de algún lugar lejano.

Se acabó. Pero hice lo que pude… Ella se elogió sin consuelo.

Quedó cautivada por el cielo azul del Mundo Exterior que vio entre las ramas.

Es bonito…

Pero esa vista pronto fue bloqueada. Las extremidades de los Fiends, con las garras extendidas, se acercaron a su cara. Y se detuvieron justo antes, como para medir el ángulo y la distancia necesarios.

Aunque incluso ahora, Tesfia estaba pensando en otra cosa mientras yacía a las puertas de la muerte.

Incluso en esta situación desesperada, puedo sentir que mi magia me responde. ¡Nunca más te dejaré decir que no soy apta para ser un Maestro Mágico!

Por alguna razón, ella sonrió. La sangre que corría por su mejilla se mezcló con sus lágrimas.

Las garras afiladas que la enviarían al más allá lentamente se alzaron para reunir suficiente fuerza. En el momento siguiente, su debilidad se agudizó e intentó aferrarse, incapaz de renunciar a su vida.

Ella no quería que su final estuviera en el medio de la nada.

Acababa de empezar.

Todavía había tanto que ella quería hacer. Haber hecho las paces y alabarse a sí misma fue solo un farol.

En el momento en que pensó eso, sus dientes comenzaron a castañear. Eso no fue miedo.

Ella estaba rechazando el destino.

¡No! ¡No quiero morir! ¡No quiero morir!

Hablando en su mente, dejó todo lo demás a un lado y rechazó la dura realidad.

Ella reunió el poco poder que le quedaba para levantarse. Las lágrimas se desbordaron de sus ojos y distorsionaron su vista.

Pero la realidad era cruel, y ese grito triste en su mente fue ignorado.

Finalmente las garras del Fiend alcanzaron la altura óptima, y después de una breve pausa, se balancearon sin piedad.

Al… “¡…!”

Tesfia no podía entender lo que sucedió en ese momento. Aunque no había podido cerrar los ojos, no pudo ver lo que sucedió.

Las puntas de muerte que se balanceaban hacia ella habían desaparecido repentinamente.

Oyó un grito lejano y dolorido de parte de un Fiend, y un fuerte ruido sordo sonó, cuando la araña gigante se estrelló contra un árbol.

Y no solo del Fiends que estaba a punto de acabar con ella. Las pequeñas arañas, así como todos los demás Fiends, habían volado en la misma dirección, como si la gravedad misma hubiera cambiado.

“Veo que llegué un poco tarde.”

Una voz tranquila y familiar llegó a sus oídos.

Era la voz de un joven cuyo tono era arrogante e insolente, sin siquiera tratar de ocultar lo cansado que sonaba.

Levantando la cara mientras temblaba, Tesfia vio una extraña máscara que era impresionantemente blanca. En poco tiempo, sintió un brazo en la espalda y la levantó lentamente.

“… Puedes decir eso de nuevo.”

Los brazos que podrían describirse como delgados y no musculosos se sintieron terriblemente tranquilizadores.

Tesfia sonrió y se limpió las pestañas mojadas. Otra lágrima salió de su ojo y goteó por su mejilla. Ella se dio cuenta de quién era. O más bien, ni siquiera necesitaba pensar en eso.

Estaban lejos del cuartel general, y la verdad era que los refuerzos nunca los habrían alcanzado lo suficientemente rápido después de enviar la señal de emergencia.

Ella lo sabía mejor que nadie. Es por eso que sabía que solo había una persona en el mundo que podía lograrlo.

“Si tienes suficiente sentido común para ser tan descarada, entonces estarás bien.” Dijo Alus, que ya se había asegurado de que no estuviera gravemente herida. Tenía un pequeño corte en la frente, y el corte en la mejilla no era tan profundo como el sangrado hacía que se viera. Sus quemaduras no fueron leves, pero estaban dentro del ámbito de tratables.

No tener la aptitud para utilizar hechizos de curación era lamentable, pero esto era el frente. Este tipo de cosas era la norma, por lo que rápidamente Alus cambió de marcha. Como su papel era el de instructor, no le importaba si Tesfia se rendía al miedo y lo duro que eran los Fiends.

Sin embargo, eso no significaba que él quisiera que ella muriera. Por eso tenía una expresión ligeramente aliviada debajo de su máscara.

Llevó a Tesfia y su katana con el resto del grupo, luego recogió lo que probablemente era el AAR del supervisor y lo clavó en el suelo para usarlo como respaldo. “Como recompensa, te mostraré cómo vencer a los Fiends, así que no te duermas.”

Él había dicho en serio, ¿no te alegra que hayas sobrevivido?, pero no estaba seguro de si ella lo entendió. Incluso comenzó a pensar que podría haber sido un poco duro para ella cuando estaba cubierta de heridas, pero Tesfia lo miró con seriedad y asintió.

Después de confirmar que Tesfia estaba bien, Alus sacó la espada corta de debajo de su túnica y miró a los Fiends. “Como pensé, eso no sería suficiente para acabar contigo.”

Era posible confiar sólo en la direccionalidad de la energía cinética para utilizar Enlace Morshonell, el poder oculto del AAR de Alus, Bruma Nocturna.

En otras palabras, era posible usar la energía cinética en la línea directa en la que se arrojó la espada corta, y amplificar, duplicar y aplicarla a todos los Fiends objetivo, volando en la misma dirección. Este fue otro uso aplicado de la magia de distorsión espacial.

Sin embargo, como era un hechizo relativamente débil, los Fiends que habían quedado impresionados ya mostraban signos de volver a levantarse.

“Un Clase B, ocho Clase C, treinta y ocho Clase D o inferior, eh… Qué amable de su parte reunirse en un lugar como este.” Dijo Alus, exasperado, mientras escudriñaba la araña gigante en el centro de la multitud de Fiends. Esa araña probablemente estaba haciendo de este estanque su nido. Que Fiends de clase superior tengan Fiends de clase inferior siguiéndolos no era tan raro en el Mundo Exterior.