Haken no Kouki Altina (NL)

Volumen 12

Capitulo 1: Atronador

Parte 1

Hace cuatro horas–

Regis se sentía realmente feliz ahora.

En la mañana del día 12, se publicó el periódico con el testimonio del Realeza Chambelán Beclard.

La capital se volvió ruidosa cuando esta grave acusación apareció de repente antes de la coronación.

Muchos ciudadanos presionaron al palacio para obtener respuestas, pero nadie de la administración se levantó para aclarar la situación.

Todo estaba yendo tal como estaba planeado.

Regis estaba inmerso en su libro mientras sorbía café en la sección de bebidas de la librería de Carol.

Su carta debería llegar al Fuerte Volks en unos pocos días. En él había noticias de que Regis todavía estaba vivo y de los planes a partir de ahora, escritos en código.

Así que podría pasar sus días en paz por ahora, al menos ese era su plan. Fanrine entró corriendo en estado de pánico.

“¡Sir Regis!”

“Sigh… ¡Por favor no hagas eso, eres demasiado ruidosa!”

“¡Wahh, lo siento! ¡Miss Regina, algo terrible está sucediendo!”

Para ocultar su identidad dentro de la capital, Regis todavía estaba travestido. Aunque ahora podía abandonar la capital, todavía fue a la librería y se sumergió en ella con la excusa de recolectar información. Si pudiera leer, no le importaría travestirse.

“… ¿Cuál es el problema, Miss Fanrine? ¿Hay algo más aterrador que ser reprendido fuertemente por la dueña de la librería?”

“¡La caballería de la Princesa Argentina se formó en la colina al este de la capital!”

“¿¡Qu—qué!?”

Su dichoso tiempo duró menos de medio día.

Luego corrieron hacia el campamento base de “Renard Pendu”.

Por cierto, el tercer príncipe Bastian, su amiga Elise, la activista Bourgine, el periodista Claude, la herida Franziska y su hermana menor Martina se quedaron en la capital.

***

Campamento base–

Jessica quien estaba liderando a los mercenarios miró a Regis.

Su rostro era hermoso, pero había una mortaja de intimidación en su expresión. “Sir Auric, llegas tarde. El sol casi se está poniendo.”

“B-bueno, ya te informé de la situación de mi parte por correo… ¿Todavía no los recibiste?”

“Probablemente solo quieras leer libros de todos modos”

“Ugh…”

Solo se conocieron por un corto tiempo, pero ella vio a través de él. Su título de “Mago” no era solo para el espectáculo. Sus habilidades de observación eran incluso mejores que las de Regis.

Ella extendió el mapa.

“El cuarto ejército tiene 500 unidades de caballería y los 4.000 infanterías detrás de ellos se han formado en la colina al este… Los “Caballeros Liebre Blanca” del Primer Ejército están ubicados en la parte inferior de la colina.”

“Cuando salí de la ciudad, los vi reuniendo a la infantería. El Primer Ejército probablemente enviará 10.000 soldados. ¿Tal vez ya se han movido? Después de todo, salimos del otro lado de la capital y tomamos un desvío aquí, así que nos tomamos bastante tiempo”.

“¿Está tratando la Princesa Argentina de iniciar una guerra civil?”

“De ninguna manera”

“¿Tal vez es por tu problema?”

“Bueno, ya envié una carta… De la situación aquí, probablemente se la perdieron”

“¿Qué debemos hacer? ¿Mirar desde el otro lado?”

“¡No podemos hacer eso! Vamos a reunirnos con la princesa” Jessica probablemente esperaba que Regis dijera eso y asintió. “Según lo prometido, te ayudaremos”

Los mercenarios ya estaban preparados para partir, y podían hacerlo de inmediato.

Regis insistió en ir, incluso si tenía que ir solo, por lo que aceptó con gusto su ayuda.

Después de abandonar el campamento base, se dirigieron a las colinas del este. Eran aproximadamente 700 unidades fuertes.

Regis, Fanrine y Jessica se sentaron juntos dentro de un carro tambaleante. No hacía falta decir que Regis no podía montar a caballo.

El conductor dijo:

“¡Subcomandante, el Cuarto Ejército está a la vista!”

“¿Qué deberíamos hacer, Sir Auric?”

“¡Por favor, levanten la bandera blanca! Seremos atacados si continuamos avanzando así.”

“¡Aye Sir!”

Afortunadamente, el Primer Ejército no hizo ningún movimiento, y el grupo de Regis llegó al Cuarto Ejército de forma segura.

No, no era seguro que las cosas terminarían de forma segura todavía…

Los soldados del Cuarto Ejército levantaron sus lanzas y levantaron sus arcos contra los mercenarios que nunca antes habían visto.

Un movimiento en falso y probablemente serían atacados. Regis bajó de su carruaje.

Él reconoció a algunos de los soldados.

Si notaran a Regis, probablemente se reportarían a Altina. Regis saludó.

Esos soldados se sonrojaron.

Su reacción fue diferente de lo que esperaba.

Aunque ellos eran los soldados del Cuarto Ejército, él lo sabía.

Pensó que el estado de ánimo sería como volver a casa, pero algo parecía estar mal.

Como si hubiera entrado en la casa equivocada. Fanrine quien estaba parada detrás de él susurró: “… ¡Sir Regis, tu atuendo!”

“¿¡Ahh!?”

Él lo olvidó por completo. Regis no parecía un estratega en este momento. Incluso los periodistas de ojos agudos no pudieron ver a través de su disfraz.

Pero, qué pensarían los soldados si se quitara la peluca aquí… La columna de soldados imperiales se separó.

Alguien salió desde las profundidades de la unidad.

Su ardiente cabello carmesí se balanceaba, y una espada más grande que su cuerpo estaba colgada en su hombro. Los ojos carmesí miraron a Regis.

“… ¿Regis?”

“Sigh… ¡A-Altina!”

“¡Regis! ¡Regis! ¡Regis! ¡Regis! ¡Regis! ¡Regis!” La joven corrió y lo atrapó en un abrazo.

Con todo su poder–

“Croak”, Regis hizo un sonido como el de una rana aplastada.

***

Base del Cuarto Ejército Imperial– Había 6 personas en la tienda.

Eran Regis, Altina, Eddie, Abidal Evra, Jessica y Fanrine. Eric hizo guardia en la entrada.

Altina quien finalmente se había calmado miró a Regis. Él había sido mirado por damas todo el día.

“¿Bien? ¿Qué pasó? Regis, quien se supone que murió en la batalla según el informe de Latreille, se convirtió en una mujer y está junto con los mercenarios que eran nuestros enemigos… ¡Ah, no entiendo nada!”

“… Sí, tienes razón.”

Era natural que ella estuviera confundida.

La expresión de Regis se relajó cuando vio a Altina así. “¿Qué? ¿¡Por qué eres todo sonrisas!?”

“¿Eh? ¿Realmente me veo así? Qué preocupante…”

“¿Verme perturbada te divierte tanto?”

“… Me alegra verte de nuevo”

“¿¡Qué!?”

La cara de Altina se puso roja. Wajaja, Eddie se rió.

“¡Esa es una gran línea! Le diré esto a esa persona después de que regrese al Fuerte Volks.”

Su querida Quinta Princesa se quedó en el fuerte. Regis dijo en pánico:

“¡Wahh… N-no, eso no es lo que quiero decir…!”

“Tienes una manera con las palabras después de convertirte en mujer, Regis.”

“Por favor, no te burles de mí, Sir Eddie.”

Después de que la conversación se volvió así, una fría voz intervino:

“… ¿Está bien estar así de relajado? El sol se está poniendo. ¿Desean continuar con este enfrentamiento?”

Jessica preguntó en un tono frío, como de costumbre. Regis sonrió con ironía.

“… Es cierto que no hay ninguna razón para este enfrentamiento. Deberíamos dejar que los soldados duerman en un lugar cálido esta noche. ¿Alguien tiene bolígrafo y papel?”

Una sirvienta entró a la tienda.

Como si supiera lo que necesitaba Regis, colocó un juego completo de papel en la bandeja.

Regis jadeó. “Ah…”

“……”

Clarisse fue quien puso la bandeja sobre la mesa.

Cuando otros estaban presentes, ella sería inexpresiva. A pesar de eso, Regis todavía notó que las comisuras de sus ojos estaban un poco rojas, y había manchas de lágrimas.

Una sonrisa apareció en la cara de Regis. “Gracias. Miss Clarisse. Erm… he vuelto.”

“…… Sí. Bienvenido de vuelta.”

Luego agregó ‘Sir Regis’ con una voz apenas audible. Después de inclinarse profundamente, dejó la tienda como si nada hubiera pasado.

Altina se encogió de hombros.

“Aunque ha pasado mucho tiempo desde que ustedes dos se conocieron, ¿no deberían hablar un poco más?”

“… Está bien.”

La alegría de encontrarlo a salvo significaba mucho más que palabras.

Regis tomó el bolígrafo.

— Este es el que siempre he estado usando.

 El agarre se sentía familiar. Este era el bolígrafo usualmente usado que se dejó en el Fuerte Volks.

Aunque se recibió la notificación de la muerte y el ejército se movilizó, Clarisse aún así creía. Creía que Regis todavía estaba vivo, y el momento en que usaría este bolígrafo volvería.

O tal vez, ella quería ponerlo junto a su tumba… Regis pensó sobre esto cuando comenzó a escribir.