Mahouka Koukou No Rettousei (NL)

Volumen 16

Capitulo 2: Nueva Unión Soviética

Parte 4

29 de diciembre de la noche del miércoles.

Chui Yaguchi de la base Matsumoto del Ejército de Defensa Nacional arrojó su cuerpo completamente cansado con la formación hacia la cama.

Los oficiales debían establecerse a sí mismos como un ejemplo para los otros soldados, incluso cuando se tratara de apariciones personales, decía el don de su formación de oficiales, que lo tendrían que llevar a cabo incluso cuando se bañaran por sí mismos, entre otros, pero Yaguchi no tenía la motivación para hacer cualquier cosa como esas.

Él cayendo en un estado letárgico era debido a un cierto incidente de este verano cuando un oficial que respetaba cayó de esa gracia.

Hasta ese incidente, Chui Yaguchi pertenecía a una facción llamada “Sin compromisos con el gran partido de la alianza Asiatica.” Esa facción, quien tenía a Taisa Sakai como su líder, era un grupo de patriotas incorruptibles que se quejaban abiertamente y por encima de la amenaza GAA y los riesgos de comprometerse con otros países y nunca habían manchado sus manos con actos ilícitos no importando lo inhospitables que pudieran ser tratados dentro de las Fuerzas Nacionales de Defensa. Taisa Sakai y sus confidentes nunca vacilaron y continuaron predicando  sus afirmaciones, incluso cuando sus principales líderes terminaron llamando a un alto el fuego temprano a pesar del hecho de que tuvieron en sus manos una oportunidad de oro durante el “Halloween Incandescente”, tal como llegó a ser llamado.

Y así, al final, hubo un acontecimiento crucial que aumentó su número de simpatizantes dentro de las Fuerzas Nacionales de Defensa.

Las sospechas sobre la utilización de los ciudadanos privados y también los estudiantes de secundaria menores de edad como un campo de pruebas para el desarrollo de los parásitos (nuevas armas).

Sin embargo, eso es lo que la familia Kudou planeó todo el tiempo. Debido a que ese incidente fue visto como nada más que un marco por Taisa Sakai y los otros, los líderes del grupo “Sin compromisos con el gran partido de la alianza Asiatica”, fueron encarcelados en una prisión militar.

Fueron condenados a un máximo de cinco años de prisión, pero era probable que no podrían volver al servicio militar incluso después de terminar sus sentencias. En cambio, era dudoso si alguna vez podrían salir de prisión con vida.

En la realidad, algunos de los altos mandos ya habían desaparecido las circunstancias no naturales, incluso antes de su encarcelamiento.

Chui Yaguchi logró escapar de ser implicado porque era joven y a la vez bajo en su rango. También ayudó en gran medida el hecho de que no estuviera en la escena del crimen en ese momento.

Fue reasignado al regimiento Matsumoto para ser un piloto de prueba en la Unidad de Prueba de la Infantería Mecanizada Especial, la cual estudiaba el despliegue de batalla real de armaduras mecanizadas (es decir, trajes de poder).

Excepto, que nunca fue degradado; en cambio, una parte de su formación oficial se realizó para estudiar el servicio militar ordinario. Pero él mismo había perdido la motivación al verlo como un destierro desde la capital.

Incluso entonces, él nunca menospreció su trabajo y se unió a la formación como un soldado ejemplar. Él estaba convencido de que iba a hacer todo lo posible en la medida de sus capacidades para evitar deshonrar a sus superiores del partido falsamente acusados.

Yaguchi estaba cansado. Desde el punto de vista externo, estaba empujándose a sí mismo demasiado duro.

Él continuó empujando su cuerpo con la fuerza de voluntad a pesar de tener su motivación humedecida. No sólo su cuerpo físico estaba exhausto, sino que también su espíritu. No había confusión que era por esa razón -sin duda- el que había prestado oídos a rumores cuestionables que habían estado ocurriendo a su alrededor.

“¿¡Quién es!?”

Sintiendo la presencia de una persona en una habitación donde no debería haber estado ninguna otra persona que él, energéticamente se levantó de la cama.

Cansado tal como estaba, su movimiento que le fue incrustado por el entrenamiento no tuvo tiempo para realizarse.

“Los responsables de la caída de los Sin compromisos con el gran partido de la alianza Asiatica, incluyendo a Taisa Sakai, son los Diez Clanes Maestros y la familia Yotsuba”.

Fuera de la esquina de la habitación había una voz extrañamente ronca. La voz sonaba como algo que una persona podría confundir con el viento frío que soplaba a través del bosquecillo en el invierno.

“… ¿Es eso cierto? ¿Quién y qué eres tú para empezar? ¿Tienes alguna base para eso?”

“Aunque no puedo demostrarlo, es la verdad.”

El que Yaguchi no tratara de ocultar su desconfianza era la reacción natural para cualquier soldado, para cualquier persona, incluso.

“… Sin embargo, ¿por qué los Diez Clanes Maestros, ¿por qué incluso los Yotsuba? …”

Pero los contenidos detallados por esa voz también eran algo que Chui Yaguchi nunca podría solo ignorar.

“La mente maestra que ordenó la represión de Taisa Sakai por los Yotsuba todavía no está satisfecha.”

Si trataba de forzar los ojos, veía una sombra, una silueta de un hombre en la oscuridad, en la esquina de la habitación.

Lo que se hizo eco desde esa sombra era la voz que sonaba como el frío viento.

“¿Mente maestra? ¿¡Quién iba a hacer eso!? ¿¡Quién es el responsable de la caída de Taisa!?”

Reduciendo el volumen de su voz para que las personas cercanas no lo oyeran, Chui Yaguchi preguntó en un tono fuerte.

Pero la respuesta nunca llegó.

“Tiene la intención de asesinar a la cúpula del partido, incluyendo a Taisa Sakai quien está encarcelado en una prisión militar”.

La sombra parecía estar determinada en compartir sólo la información que quería.

Más bien, Yaguchi al menos sospechaba que se tratara de un mensaje grabado, pero pronto comprendió que se había equivocado.

“Qué estupidez. Las prisiones militares están estrictamente aisladas del mundo exterior. Su nivel de seguridad no es ni siquiera comparable a las que tiene la residencia del primer ministro. No deberían ser capaces de simplemente traspasar las prisiones”.

“Los Yotsuba lo harán posible.”

Con una sola declaración, la sombra desestimó el contraargumento de Yaguchi sin pensarlo.

“Las paredes de la prisión militar, las barras de hierro, el sistema de seguridad, los soldados en patrulla, todos ellos no frustraran a un usuario de magia de los Yotsuba. Se necesita la voluntad de otros medios de fuerza bruta con el fin de frustrar el asesinato”.

Antes de que Yaguchi reaccionara a las palabras de la sombra:

“29 de diciembre a las 13:00,” la sombra continuó hablando.

“Un Yotsuba VIP irá con un pequeño número de guardianes con ella antes de llegar y bajar en la estación Kobuchisawa. Allí, se transferirán en un coche que va a estar allí para recogerla, entonces van a dirigirse a un complejo de aguas termales lleno de Yotsubas, por lo que se tiene planeado”.

“… ¿Qué quieres decir?”

“Ese VIP es una niña.”

¿Fue la declaración de la sombra una respuesta a la pregunta de Yaguchi, o era algo que él había preparado de antemano? Eso no fue capaz de discernir.

“Esa chica no es alguien que la familia Yotsuba pueda permitirse el lujo de renunciar. Si la llevaras como rehén, sería posible que consigas que Taisa Sakai se libere”.

“Posiblemente no pueda…”

No hay manera de que pueda hacerlo, Yaguchi quería proclamar. Sea como fuere que Taisa había sido acusado falsamente, fue condenado oficialmente culpable y encarcelado por una corte marcial. Era impensable que cualquier número de esos Yotsubas podría revocarlo. No, él no quería pensar que fuera posible.

“Puedes hacerlo.”

Pero Yaguchi no podía decir “no puedo”. Terminó diciendo “yo puedo”. Así fue cuando oyó esas palabras.

“Sin embargo, ¿cómo se supone que voy a tomarla como rehén?”

Ya estaba engatusado por la sombra no identificada. Yaguchi reconoció que él quería rescatar a Taisa, para rescatar a los altos mandos debía hacerlo él mismo, manchando sus manos con estos medios ilegales.

“¡Yo no tengo los medios para hacer eso!”

“Cerca de esta base Matsumoto hay un centro de detención para los psíquicos artificiales(espers).”

“¿¡Qué!? ¿En serio piensa utilizar…”

Los psíquicos artificiales, como parte de la investigación del desarrollo de los magos durante los 20 años del período en que duró el brote global de la guerra, se les dotó con el fortalecimiento de los dispositivos con el objetivo de lograr ciertas superhabilidades para producir con prontitud una ventaja sobre el campo de batalla.

Los que estaban en la clandestinidad de las operaciones de la Fuerza de Defensa Nacional fueron después de la guerra detenidos en una serie de instalaciones de investigación de las mismas Fuerzas de acuerdo con el nivel de amenaza de sus capacidades.

También había una instalación como tal cerca de la base Matsumoto, y habían psíquicos artificiales detenidos quienes habían sido objeto del tratamiento de fortalecer sus cuerpos y poseían niveles relativamente bajos de amenaza.

“Los psíquicos artificiales albergan un reselo contra los Diez Clanes Maestros que casi raya en la enemistad. Sería fácil utilizarlos como peones para infligir daño a la familia Yotsuba.

Yaguchi negó con la cabeza ante la instigación de la sombra.

“No, yo no puedo hacerlo después de todo. Ni siquiera puedo entrar en los laboratorios con mi nivel de autorización”.

“Te presentaremos los medios para ello. Como mucho, no podemos adquirir una habitual orden judicial, pero…”

“… ¿Vas a convertirme en un criminal?”

La voz de Yaguchi estaba empapada en peligro. Sin embargo, el camino que elegiría estaba decidido por el punto de que no podía rechazar de inmediato los medios ilícitos.

“Los hombres de Taisa Sakai en sí son cosas fabricadas por medios ilegales. Si pudieras conseguir nuestro objetivo, sería posible obtener la victoria aunque sea por medidas extralegales.

En otras palabras, Taisa Sakai podría no sólo ser salvado; sino que los propios actos criminales de Yaguchi también podrían ser anulados.

“Estamos simplemente corrigiendo la justicia torcida por los errores del poder judicial de nuevo hacia su forma que corresponde. Incluso si se tratara de un crimen, no sería una mala cosa la que se hiciera”.

“… Entiendo.¿Qué tengo que hacer?”

Yaguchi sintió como si la sombra impalpable sonreía en sus ojos, la nariz, la boca y toda la cara.

***

Fue casi al mismo tiempo cuando Chui Yaguchi de la base Matsumoto se decidió en ir en contra de la ley militar.

La misma sombra también hizo su aparición en la segunda base de suministros de la Fuerza de Defensa Nacional en Uji. La persona a la que la sombra se mostró fue Taii Hatae, el que había escondido al líder detrás de los eventos de la Alianza Asiatica.

Hatae fue acusado de dejar en la base a un mago de un país extranjero enemigo, pero él fue diagnosticado de haber estado con su conciencia manipulada a través de magia de interferencia mental y por lo tanto habían reducido su castigo.

Fue castigado con la reducción de la mitad del salario de un año, además, el no poder conducir un vehículo militar sin las órdenes del comandante de la base.

Era un castigo financiero grave. Pero fue visto como una medida muy indulgente por no haber sufrido un descenso de categoría; Hatae también pensó en ello de ese modo.

Sin embargo, su postura no cambió porque sí. Sea como fuere, había estado en una tregua a la fuerza con la hostil Gran Alianza asiática y Hatae estuvo recibiendo advertencias de funcionarios y colegas que tener demasiado apoyo de la gente de ese país sería malo para su propia posición dentro de la Fuerza de Defensa Nacional. Pero incluso entonces, él no dió sus afirmaciones.

Aunque él nunca dudó acerca de la idea de que un día fielmente se martirizaría a sí mismo, sintió que su propia posición había ido empeorando día a día. A este ritmo, a pesar de que no le castigaran más, pronto vería la miseria de ser mantenido en su inútil deber, pensaba mientras se impacientaba.

Ese era el momento cuando la sombra hizo su aparición ante él. “¿Una proyección fantasmal?”

Hatae estaba más experimentado en la magia que Chui Yaguchi de la base de Matsumoto. Y por eso vio de una sola mirada a través de la verdadera identidad de la sombra que hizo la repentina aparición.

“¿Dónde estás?”

Pero a pesar de que entendía las cosas como los fantasmas, tampoco sabía cómo comprender la verdadera identidad de su operador. A este respecto, Hatae no era mejor que Yaguchi.

“Los que atacaron esta base el otro día eran subordinados de los Diez Clanes Maestros y la familia Yotsuba”.

La sombra no contestó la pregunta de Hatae. “Lo se.”

Hatae no tomó interés en ello; era algo que esperaba después de todo. Si había alguien interesado en revelar sus orígenes, no iba a fijar ni un ojo en ello y mucho menos a una silueta de un fantasma.

Además, que el ataque fuera perpetrado por los Diez Clanes Maestros y los Yotsubas era algo que Hatae poseía por lo menos una idea aproximada.

Los intrusos utilizaban claramente magia moderna. Los atrevidamente pretenciosos magos modernos y similares que se atrevieron a invadir una base de las Fuerzas Nacionales de Defensa, él no podía pensar en nadie más que los Yotsuba.

“Mientras hablamos, los Yotsuba siguen a la caza de los hombres conectados con la Gran Alianza Asiatica”.

Sin embargo, no fue capaz de hacer caso omiso de esta siguiente declaración:

“¡¿Estás diciendo que todavía se dirigen hacia mis compañeros?! ¡Mierda, esos perros!”

“¡Qué bien compuesto Taii Hatae! a pesar de que tú también serás blanco de los Yotsuba nuevamente”.

La agitación se extendió a través de la cara de Hatae. Pero inmediatamente se preguntó de nuevo.

“Yo podría haber sido tambaleado en su trampa, pero yo estaba tratando de incitar una rebelión. Estoy ya preparado”.

“Con que una muerte honorable has preparado para ti. Sin embargo es una muerte mancillada con la humillación la que está esperando por ti.”

“Maldición…”

“Mientras eres un oficial de las Fuerzas de Defensa Nacional, también eres un sucio traidor que sirvió útilmente para un mago de un país enemigo. Tus familiares y tus hermanos sin duda pensarán en ti con vergüenza”.

“¡Dejalo!”

“Ahora, se pondría fin a la misma, incluso si aceptaras tu destino de refugiarte en la muerte después de haber sido incapaz de soportar el pecado de tu traición. Si mueres, será inmediatamente después de que se den cuenta de ese incidente. Si te mataras a ti mismo en ese momento, probablemente te verían como un soldado que conoció la vergüenza de expiar sus pecados a través de la muerte. Pero es demasiado tarde. Ya has incitado tu cambio para que te eliminen como una pena de muerte”.

“¿¡Qué se supone que debo hacer entonces!?”

En el rostro de Hatae hubo un destello de la expresión de un hombre al caer en la desesperación.

Él perdió su sentido normal de la evaluación ante la denuncia de la sombra.

“Vas a vivir mucho tiempo. Es precisamente porque vivirás mucho tiempo que también ganarás la capacidad para eliminar tu estigma”.

“¿¡Pero como!?”

La sombra sonrió. Sin embargo, su sonrisa carente de expresión no fue capaz de mostrarse de una manera en que se diera cuenta de que lo estaba haciendo.

“El 30 de diciembre, por la mañana, tres días a partir de ahora, el mago que atacó esta base tendrá contacto con la casa principal de los Yotsuba en la estación Kobuchisawa”.

“¿Qué?”

“El objetivo del contacto es la comunicación y la dispensación de las nuevas funciones. Nuevas funciones donde se consideran la reanudación del exterminio de los partidarios de la Gran Alianza Asiática”.

“¿Qué te gustaría que hiciera?”

Hatae preguntó mientras aprietaba los dientes. “¿Estás diciendo que asesine al mago?”

“No podemos continuar con el primer paso con esa actitud. Si vas a vivir mucho tiempo, tendrías que resistir a ello. Si no, el contraataque que sería hecho sería peor. Es así de simple.”

“¿¡Me estás diciendo que por mí mismo me redusca al nivel de un asesino!?”

“Taii Hatae, es tu propi decisión.”

En ese momento, Hatae se había convertido en incapaz de realizar su respuesta en palabras. Con los dientes apretados obstrujo su voz.

“Deberías ser más feliz. Tus nuevos aliados son poderosos, no unos magos obsoletos. Ellos con mucho gusto estarán a tu servicio”.

El fantasma desapareció sin esperar la respuesta de Hatae. A diferencia de los seres cambiantes, los meros fantasmas no dejaban ningún rastro de su existencia.