Musume Janakute Mama ga Sukinano! (NL)

Volumen 2

Capitulo 7: Alojamiento y Pasión

Parte 1

El ascensor llegó al piso elegido.

“…Por allí, donde está brillando”, Ta-kun señaló nervioso el número de la habitación parpadeante. Parece que el sistema te decía la habitación que elegiste en la entrada mediante luces parpadeantes.

Caminamos lado a lado por el pasillo alfombrado, escuchando desagradables sonidos de goteo.

Los dos estábamos empapados de pies a cabeza. El interior de nuestros zapatos e incluso nuestra ropa interior estaban empapados.

Cuando entramos en la habitación, parecía la habitación de un hotel ordinario.

“Vaya… es más normal de lo que pensaba.”

“Sí, sorprendentemente… es así.”

“…Ta-kun, ¿ya has estado alguna vez en un lugar como este?”

“¡P-Por supuesto que no! ¿Y tú, Ayako-san?”

“¡¿Ehhh?! ¡N-No! ¡También es mi primera vez hoy!”

Después de un intercambio incómodo, dejamos nuestras cosas en el suelo.

Utilicé una toalla de la habitación para limpiar mi ropa y mi bolso.

“Bueno, entonces, Ayako-san”, dijo Ta-kun. “Por favor ve a ducharte primero.”

“…¿Eh?”

Probablemente fue por mi voz aturdida.

Ta-kun comenzó a explicarse apresuradamente.

“¡E-Eso no es lo que quería decir! Ah, bueno… sí es lo que quería decir, pero a pesar de cómo suena, no lo decía en ese sentido… Lo decía en el sentido de que no quiero que cojas un resfriado.”

“E-Entiendo. Yo también lo siento, por malinterpretarlo”, me disculpé apresuradamente. “…Bueno, entonces si no te importa, iré primero.”

Me dirigí al baño sola.

A diferencia de un hotel ordinario, no había una separación entre el vestidor y la habitación, y todo era completamente visible desde la habitación.

No sabía qué hacer, así que fui al baño con la ropa puesta y me quité la ropa mojada allí.

“…Haah~~” suspiré.

A pesar de que mi cuerpo estaba frío por la lluvia, mi cara estaba extremadamente caliente.

¿Por qué?

¿Cómo sucedió esto?

Pensé que la cita había acabado bastante bien.

Así que… ¡¿por qué estamos juntos en un motel…?!

***

Volvamos un poco en el tiempo.

Después de bajar de la noria, miramos algunos recuerdos… y salimos del parque de diversiones antes de que se pusiera el sol.

No teníamos más planes para el resto del día e íbamos a regresar directamente a casa.

Era un poco temprano para terminar una cita adulta, pero el pronóstico del tiempo decía que habría una fuerte lluvia en la noche.

Ta-kun dijo sería mejor regresar a casa temprano.

Por supuesto… no hubo ningún desarrollo como “¿Y si dijera que no quiero volver todavía?”. Sí. En absoluto. No hubo tal cosa.

¡Una cita que termina el mismo día es mejor!

“Lo siento, Ayako-san, por hacerte conducir.”

“Está bien, no importa. Me llevaste a todas partes hoy, así que esto es lo mínimo que puedo hacer.”

Dentro del coche, de camino a casa…

Me ofrecí a conducir como muestra de agradecimiento.

Salí de la autopista por la intersección y tomé la carretera general.

En otros 30 minutos, esta cita terminaría.

“Parece que llegaremos antes de que empiece a llover”, dijo Ta-kun desde el asiento del pasajero.

Nubes oscuras se estaban juntando en el cielo de enfrente.

“Sí, menos mal. No quiero que esta ropa nueva se moje.”

“Heh, conque esa ropa es nueva.”

“Eh… Ah. ¡E-Es casualidad! ¡Es mera casualidad que sea nueva! No la compré específicamente para la cita de hoy…” Comencé a poner excusas, pero inmediatamente después…

Pum.

El sonido de algo estallando resonó sórdidamente en el coche.

Y el volante en mis manos comenzó a comportarse de manera extraña.

“Eh… ¿Eh? ¿Q-Qué fue ese sonido…?”

“…Creo que se ha pinchado una llanta.”

“¡¿Ehh?! N-No puede ser… ¿Eh? ¡¿Qué hacemos ahora?!”

“¡Por favor, cálmate!”

Estaba a punto de entrar en pánico y Ta-kun habló con una voz confiable.

“No pises los frenos de golpe, solo disminuye la velocidad y estaciónate a un lado de la carretera. Un pinchazo no es el fin del mundo… No entres en pánico, todo está bien.”

“…S-Sí.”

Gracias a su voz tranquilizadora, de alguna manera me las arreglé para recuperar la compostura.

Nos detuvimos al costado de la carretera y salimos del coche… y vimos que una de las llantas traseras tenía un lindo pinchazo. El aire se había escapado y el neumático había sido aplastado por el peso del coche.

“Me pregunto si pisé algo…”

“Probablemente. Tiene un agujero bastante grande… Ayako-san, ¿cuánto tiempo has estado usando estas llantas?” preguntó Ta-kun después de examinar la llanta.

“Este, desde que compré el coche, así que supongo que unos cinco años.”

“Entonces ya han cumplido su vida útil. Los neumáticos están bastante gastados. Bueno, me alegro de que no hubiera sucedido en la autopista. Ayako-san, ¿tienes algún contrato con un servicio de asistencia en carretera?”

“Ah, sí… me lo recomendaron cuando compré el coche y lo contraté desde entonces. Aunque nunca lo he usado… Este, ¿en dónde puse la tarjeta…?”

“¿Quizás en la guantera? Parece que mucha gente guarda todo allí.”

“Ah. ¡Es verdad, ya me acordé! ¡Lo tenía guardado ahí!”

A diferencia de mí, que no sabía qué hacer, Ta-kun estaba muy tranquilo y me dio instrucciones con calma.

Me puse en contacto con el servicio de asistencia, pero…

“…Sí. Entiendo…”

“¿Qué dijeron?”

“…Parece que hoy han recibido muchas llamadas… No podrán venir de inmediato. Tendremos que esperar alrededor de una hora.”

“Ya veo…”

El sol se estaba poniendo y las nubes oscuras se estaban acumulando en el cielo. Si esperábamos una hora, la zona podría verse envuelta en un torrencial aguacero.

Ah, ¿por qué sucedió esto…? A pesar de que fue una cita tan divertida, no puedo creer que un accidente como este sucediera en el último minuto.

“Ayako-san.”

Estaba deprimida cuando Ta-kun se me acercó.

“¿Tal vez yo podría intentar arreglar el neumático?”

“…¿Eh?”

“Bueno, no arreglarlo, sino cambiar la llanta.”

“¿C-Cambiarla…?”

“Debería haber una llanta de repuesto en el maletero para estos casos”, dijo y abrió el maletero.

Y cuando volteó la alfombrilla… había un espacio misterioso.

Había una llanta bastante delgada y un gato y otras herramientas allí.

“Menos mal. Últimamente, muchos coches vienen con un kit de reparación como equipo estándar, pero no con una llanta de repuesto… El agujero es bastante grande, así que difícilmente hubiera sido posible parcharlo.”

“¿Eh? ¿Eh? ¿Qué es esto? ¿Esto… se podía abrir? ¿Por qué hay una llanta aquí…? ¿Eh? Yo no lo dejé allí.”

Entré en un leve pánico cuando algo que desconocía salió de un espacio del que no sabía de su existencia en un coche que había estado conduciendo durante años.

“Dependiendo del coche, algunos vienen con una llanta de repuesto y un kit de herramientas bajo el maletero. Bueno… mucha gente lo olvida. Aunque te lo enseñan en la escuela de manejo”, dijo Ta-kun con una sonrisa torcida.

Ahora que lo pienso… creo que aprendí algo así en la escuela de manejo, o no.

Ah, no tiene caso. No puedo recordarlo en absoluto.

Después de todo… han pasado más de diez años desde que me saqué la licencia.

“Bien.”

Sacó las llantas y las herramientas del maletero y las colocó delante de la llanta pinchada.

“Ta-kun… ¿Puedes arreglar la llanta pinchada?”

“Bueno, creo que puedo cambiarla.”

“I-Increíble…”

“No es nada especial. Es solo cambiar una llanta.”

“Pero… ni siquiera tienes tu propio coche. Entonces, ¿cómo sabes eso…?”

“He estado cambiando llantas para el invierno durante mucho tiempo. Tanto para el coche de mi madre como el de mi padre. En un taller te cobran dos mil yenes por vehículo por cambiarlas, así que yo lo hacía para ganarme algo de dinero.”

Ah… ahora que lo pienso, puede que sí lo haya hecho.

He visto a Ta-kun trabajando con llantas en el estacionamiento de la casa Aterazawa unas cuantas veces.

“Esta es la primera vez que cambio una llanta de repuesto… pero creo que puedo manejarlo. He estado practicando.”

“¿Practicando?”

“Este…”

Cuando le pregunté, hizo una cara de “metí la pata” por un momento y luego comenzó a hablar.

“Para la cita que se suponía que íbamos a tener la semana pasada, me había preparado para todo tipo de eventualidad… incluyendo una llanta pinchada…”

“¿I-Incluso pensaste en eso?”

“…Ajaja. Suena absurdo, ¿no? Y debido a que me preparé para todo tipo de accidentes como ese… no dormí lo suficiente y me enfermé”, sonrió burlonamente de sí mismo y puso el gato debajo del coche. “Pero parece que va a resultar de utilidad, así que está bien.”

“Ta-kun… ¿H-Hay algo que pueda hacer para ayudar? Haré cualquier cosa, solo dímelo.”

“Gracias. Entonces, ¿podrías alumbrarme con la linterna de tu teléfono? Se está poniendo un poco oscuro.”

“Sí, está bien.”

Encendí la linterna de mi teléfono y lo alumbré.

Ta-kun manejó hábilmente las herramientas y levantó el vehículo para cambiar la llanta. Mientras lo veía trabajar con una expresión seria en su rostro, me pareció muy confiable.

Las llantas de repuesto son solo para uso de emergencia y no se recomienda conducir largas distancias con ellas.

Así que después de cambiar la llanta, nos dirigimos a un taller a lo largo de la carretera nacional.

Estábamos en una ciudad local.

Había muchos talleres de este tipo cerca de la intersección.

Entramos en uno e hicimos que revisaran el coche… y nos dijeron que la llanta pinchada estaba en muy mal estado y que había que reemplazarla. También nos dijeron que ya era hora de cambiar las otras llantas, así que al final decidí cambiarlas todas por unas nuevas.

Parece que el trabajo tomaría hasta mañana al mediodía.

Dejamos el taller y caminamos a lo largo de la carretera hasta la parada de bus.

Desafortunadamente, ninguno de los coches de préstamo estaba disponible, así que tuvimos que ir caminando.

“Mañana te traeré de nuevo a este taller. Tomaré prestado el coche de mi madre.”

“Eso sería de mucha ayuda. Gracias.”

El sol ya se había puesto completamente.

Caminamos bajo las luces de las tiendas, acelerando gradualmente nuestro ritmo.

No podíamos relajarnos.

Porque ya estaba empezando a llover.

Y la parada más cercana… todavía estaba lejos.

“Lo siento, debí haber traído un paraguas mejor.”

“No, descuida. Más bien, perdóname a mí por olvidar mi sombrilla…”

“No, no tienes por qué disculparte. Después de todo, se suponía que volveríamos antes de que lloviera.”

El pronóstico del tiempo dijo que empezaría a llover por la noche, por eso no traje mi sombrilla. Así que ahora, los dos estábamos bajo el paraguas plegable que Ta-kun trajo con él.

Estábamos bajo el mismo paraguas… pero no se sentía romántico en absoluto.

No había suficiente espacio para ambos.

Si la lluvia se intensificaba como se predijo, sería imposible cubrir a dos adultos con un pequeño paraguas.

Así que corrimos rápidamente hacia la parada de bus… Sin embargo.

“…Ayako-san, ¿estás bien?”

“E-Estoy bien… tal vez no. Lo siento… vine con zapatos inadecuados para correr…”

“Entonces no te apresures demasiado.”

“P-Pero la lluvia—”

Y apenas dije eso…

Zaa zaa.

La lluvia se intensificó de golpe.

Se regó como un balde volteado y las gotas golpearon el asfalto con fuerza.

“Uwaa… Q-Qué aguacero.”

“Está lloviendo muy fuerte… Ayako-san, refugiémonos allí por ahora.”

Bajo el torrencial aguacero, corrimos hacia un lugar techado.

La lluvia racheada era tan intensa que el pequeño paraguas plegables no era suficiente para protegerme de ella. Ta-kun se esforzó por sostener el paraguas hacia mí y ese gesto me hizo muy feliz… pero la lluvia se deslizó a través del paraguas y cayó sobre mí, empapando despiadadamente mis ropas recién compradas como si le importara un bledo la amabilidad del chico.

Cuando llegamos bajo el alero de una tienda vacía con un prominente cartel de “buscando inquilinos”, ambos estábamos completamente empapados.

“Haa, haa… Vaya aguacero. Nunca pensé que llovería tan fuerte…”

“Yo tampoco…”

“Ta-kun, toma. Sécate con este pañuelo. Aunque puede que no sirva de mucho…”

“Ayako-san, por favor úsalo tú primero—¡¿……?!”

A mitad de sus palabras, Ta-kun se sonrojó y miró hacia otro lado.

“¿Qué pasa?”

“Este… Ayako-san, tus ropas…”

“Eh… ¡Kyaaa!”

Cuando miré hacia abajo… la parte superior de mi cuerpo era bastante transparente.

La ropa blanca mojada estaba pegada a mi piel y mi ropa interior era casi visible.

Esto no es bueno.

Ya era bastante malo que mis ropas estuvieran transparentes… pero el sostén que llevaba ahora era aún peor que eso. Porque hoy… solo por si acaso, por si existía la improbable posibilidad de que pasara algo, me había puesto mi ropa interior de la suerte…