Musume Janakute Mama ga Sukinano! (NL)

Volumen 2

Capitulo 4: La Loba Solicitaría y la Intrusión

Parte 2

 

 

Era duro en muchos sentidos… pero esa dureza era adictiva.

“Creo que te ves muy atractiva.”

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“…Uuh. Eso no me hace feliz.”

Aunque dijo eso, ella se veía un poco feliz.

No parecía disconforme con eso.

Y cómo decirlo… se veía tan linda actuado así. Y el hecho de que lo hiciera a su edad… me resultaba adorable.

Pero justo cuando estaba degustando nuevamente de su encanto (?)…

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“Oh, una colegiala”, la voz de Oinomori-san sonó.

Parece que finalmente había terminado de cambiarse y entró en la sala de estar.

“Fuajaja, ya veo, el uniforme de Miu-chan. No esperaba que hicieras cosplay de colegiala… Estoy sorprendida, Katsuragi-kun. Me alegro de que te tomes en serio esta estúpida competencia. Siempre me ha gustado esa honestidad y franqueza tuya.”

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Ayako-san y yo miramos en dirección a la puerta… y nos quedamos asombrados.

Por la apariencia de Oinomori-san.

“Qué… ¿P-Por qué…?” dijo Ayako-san con voz temblorosa. “¡¿Por qué… no te cambiaste de ropa?!”

Así es, como ella dijo… Oinomori-san llevaba el mismo traje que antes.

No ha cambiado nada desde que salió de la sala.

“Se suponía que debías cambiarte a tus ropas que trajiste contigo para esta competencia…”

“¿Hm? Ah… Bueno, era mentira”, respondió ella.

Despreocupadamente.

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Muy despreocupadamente.

Musume Janakute Volumen 2 Capitulo 4 Parte 2 Novela Ligera

 

“Como si anduviera llevando conmigo ropas extrañas tan convenientemente. Fufufu. Por el contrario, ¿cómo pudiste creerte esa ridícula mentira?”

“……”

“Ah, por supuesto, es mi derrota. Me has vencido completamente, Katsuragi-kun. Realmente no pensé que llegarías a ponerte una ropa así. Sí, parece bochornoso. Muy bochornoso… Fufufu, te queda muy bien… Jajaja.”

Incapaz de contenerse, Oinomori-san se echó a reír.

Parece que este duelo estuvo en la palma de su mano de principio a fin.

Desde el principio, ella solo jugó con nosotros.

Después de ganar la batalla, pero perder la guerra, Ayako-san se derrumbó abstraída.

“…¡T-Te odioooooooooo!” gritó entre lágrimas.

Delante de una sollozante colegiala de treinta años, no supe ni qué decir.

***

 

 

No pude recuperarme por un tiempo… pero pensé que una mujer de treinta años llorando vestida así debía ser penoso, así que me recompuse y volví a mi habitación en el segundo piso.

“Fufu. Vamos, Katsuragi-kun, anímate.”

Mientras me cambiaba de ropa, Oinomori-san entró en mi habitación.

“Vine a disculparme. Perdona, lo siento. Fufufu.”

“¡Por favor, no te disculpes con una sonrisa en tu cara!” grité enojada, quitándome la camisa y quedando en sostén.

Ah… Tu camisa está toda arrugada. Lo siento, Miu. La plancharé bien, así que por favor perdóname.

“¡Esta vez estoy realmente enfadada! ¡No te perdonaré a menos que dupliques mi salario!”

“Sí, no hay problema. El doble. Bien, de acuerdo. Lo arreglaré para que sea así a partir del próximo mes.”

“…Por favor, detente. Kanamori-san y los de contabilidad se enojarán conmigo.”

“Oh, lo dudo mucho.”

No puedo más…

¿Por qué tengo una jefa así?

¿Por qué nuestra compañía está dirigida por una presidenta tan irresponsable?

“Bueno, lo principal es que todo resultó bien. Pudiste mostrarle tu cosplay de colegiala a Aterazawa-kun. Y como tiene gustos tan peculiares, esto sin duda hará que te ame aún más.”

“…No me hace feliz que me ame más por esto.”

“¿Hmm? Así que te complace más que te ame por ti misma.”

“Eso es… ¡s-solo una forma de hablar!” Corté forzosamente la conversación.

Si seguíamos hablando así, temía que me sacara cada vez más mis verdaderos sentimientos.

Incluso mis sentimientos más íntimos de los que ni siquiera yo soy consciente.

“Fufu. Como siempre, vale la pena molestarte, Katsuragi-kun”, murmuró felizmente, y levantó las manos y se estiró. “Mmh. Valió la pena venir hoy. Pude ver el cosplay de colegiala de Katsuragi-kun y también conocí a la persona que quería ver, a Aterazawa-kun.”

“…Entonces, ¿viniste por Ta-kun?”

“Supongo. Es el hombre que podría convertirse en tu esposo. Tenía que evaluarlo.”

“¿Q-Qué estás diciendo? Nosotros todavía… no sabemos qué va a pasar.”

“Oh. Cierto, cierto. Ahora están disfrutando de uno de los mejores momentos, siendo más que amigos y menos que amantes.”

“Uuh…”

Cada vez que decía algo, ella se burlaba de mí, así que todo lo que pude hacer fue soltar un quejido.

Oinomori-san se rió, pero luego…

“Pero bueno—”

Suprimiendo su sonrisa, dijo con un suspiro.

“—Creo que él debería rendirse.”

Con una voz fría, llena de burla y esclarecimiento.

“¿Eh…?”

“Como te había hecho perder tanto la compostura, quería venir a ver qué tipo de hombre era… Pero honestamente, estoy decepcionada. Es solo un estudiante universitario ordinario, como el que encuentras en cualquier parte.” Oinomori-san continuó con un tono burlón, “No es feo, pero tampoco es muy guapo… Es un estudiante universitario, así que no tiene dinero. Además, vive con sus padres y no tiene coche. Puedo entender por qué decías que no podías verlo como un hombre. A menos que te gusten los hombres jóvenes, él no es alguien con el que una mujer de 30 años debería plantearse salir. Si es solo por diversión, está bien, pero no creo que sea el tipo de chico con el que querrías salir con tu futuro en mente.” Riendo burlonamente, continuó, “Además… no puedes confiar en él. Es un tipo decepcionante, sin nada especial. Que cogiera un resfriado el día de la cita también le quita muchos puntos. No hay nada más patético que un hombre que se enferma en los momentos cruciales. Y de alguna manera, es un poco repugnante escuchar que ha estado enamorado de ti durante 10 años sin ser correspondido. Es como una especie de acosador”, ella no se detuvo. “Hay muchos hombres mejores por ahí. Si quieres, puedo presentarte algunos. Alguien de tu calibre puede conseguir cualquier cantidad de hombres apuestos y ricos—”

“—Oinomori-san.” Mi boca se movió por sí sola. “Si continúas insultándolo, me enfadaré de verdad.”

Yo misma estaba sorprendida… de cómo mi voz temblaba.

Estaba enojada.

Una furiosa ira hirvió en lo profundo de mi pecho, causando que mi voz y mi cuerpo temblaran.

“Por favor, retráctate. Ta-kun es un hombre confiable. Él es serio, sincero, amable y muy responsable”, dije, frunciéndole el ceño.

A mí jefa, la presidenta de la compañía en la que trabajo.

Era la primera vez desde que me uní a la compañía que le hablaba beligerantemente así.

“En todos estos diez años desde que acogí a Miu… no sabes cuánto él me ha ayudado.”

En un instante, varias memorias pasaron por mi mente.

En todos estos diez años con Miu… Ta-kun siempre estuvo ahí.

Siempre estuvo a mi lado, apoyándome…

“No me había dado cuenta hasta hace poco… pero cuando tengo algún problema, la primera persona a la que contacto… es a él.”

Durante mucho tiempo, ni siquiera yo lo había notado.

Era tan natural que me di cuenta demasiado tarde.

“Siempre que tenía que dejar a Miu sola en casa por el trabajo, Ta-kun venía a jugar con ella… Siempre me ayudaba a prepararme para cada evento e incluso durante los exámenes de Miu, Ta-kun se lo tomó aún más en serio que yo…”

Había innumerables ejemplos.

Tenía muchos recuerdos de él ayudándome.

“No conozco a un hombre más confiable que él.”

“……”

“Y bueno, puede que no tenga una solidez económica… ¡P-Pero es porque todavía es un universitario! ¡Estoy segura de que en el futuro será increíble! ¡Encontrará un buen trabajo y ganará mucho dinero! ¡Lo sé! Y su cara… ¡M-Me gusta! ¡Ta-kun es apuesto! ¡Era nadador, así que tiene un cuerpo musculoso! ¡Es totalmente mi tipo!”

“……”

“Además… el hecho de que haya estado enamorado de mí durante diez años… no lo considero repugnante. Al principio me sorprendió y no sabía qué hacer… pero ahora estoy muy feliz por su devoción. Por amarme durante diez años…”

“……”

“¡E-En cualquier caso, Ta-kun es un hombre maravilloso! Y si sigues diciendo cosas malas de él, aunque seas tú, Oinomori-san, nunca te perdonaré—”

“…Pfft. Kuku. ¡Ajajaja!”

A gritos, expresé mis emociones, y Oinomori-san se echó a reír.

“Ajaja. Claro. Ya veo. En ese caso—”

Con una sonrisa en su rostro, puso su mano en la puerta.

“—deberías decírselo personalmente.”

Abrió vigorosamente la puerta y rápidamente extendió su mano, arrastrando con gran fuerza a la persona que estaba fuera de la habitación.

“Eh… ¡¿T-Ta-kun?!” grité sorprendida.

Ta-kun, que fue arrastrado a la habitación, tenía una expresión avergonzada en su cara.

“L-Lo siento… Estabas tardando mucho, así que vine a ver cómo estabas porque estaba preocupado, pero… bueno, la conversación empezó de repente y fue difícil entrar…”

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“Fufufu. Eres un chico malo, Aterazawa-kun, escuchando a escondidas una conversación secreta entre mujeres.”

Contrariamente a sus palabras, Oinomori-san tenía una sonrisa jovial en su rostro.

Como deleitándose de ver a su presa atrapada en una trampa.

“N-No me digas que sabías desde el principio que Ta-kun estaba aquí…”

“Me lo supuse cuando escuché sus pasos”, respondió con orgullo, sin ningún remordimiento.

Me la jugó.

Me engañó de nuevo.

Después de escuchar a Ta-kun subir las escaleras, ella me tendió una trampa.

Me hizo enojar y dejó que Ta-kun escuchara la conversación desde afuera.

Anticipando lo que diría en respuesta.

“Fufu. Siento haber dicho esas cosas terribles, aunque fuera mentira. Este…”

Puso una mano sobre el hombro de Ta-kun, disculpándose, y luego me miró.

“…Ta-kun, el hombre serio, sincero, amable y muy confiable, ¿verdad?”

“¡¿~~~~~~?!”

¡Se está burlando!

¡Ella se está burlando de mí!

¡Uwaaa~~! ¡Qué vergüenza! ¡¿Qué he dicho?! ¡Estaba tan enojada que dije muchas cosas vergonzosas!

“¡N-No lo malinterpretes, Ta-kun! Eso fue… ya sabes, e-ella me provocó, así que tenía que responderle… F-Fue solo eso, nada más… Aunque no es que tú no seas así, pero, este…”


“E-Está bien, lo entiendo.”

Los dos nos sonrojamos.

“Jajaja. Qué lindos e inocentes que son.”

Diciendo eso alegremente, Oinomori-san nos dio la espalda y salió de la habitación.

“Bueno, creo que es hora de que me vaya yendo. Ya he disfrutado de su juventud e inocencia más que suficiente.”

“Eh… Ah.”

“Disfruta de tu juventud, Katsuragi-kun.”

Pensé en seguirla para despedirla, pero mientras bajaba las escaleras, ella se dio la vuelta como para detenerme y dijo:

“La juventud no es una época de la vida; es un estado mental… Así lo dijo el poeta estadounidense Samuel Ullman, y ese es mi lema.”

Esas palabras… las conozco muy bien.

Ese poema está pegado en la pared de su oficina como lema de la compañía.

Y no solo esa famosa apertura, sino el poema completo.


“No importa la edad que tengas, mientras intentes disfrutar la vida al máximo, tu alma no envejecerá ni se desvanecerá. Así que, Katsuragi-kun, por favor disfruta del trabajo y el amor al máximo. Todavía eres demasiado joven para usar tu edad como un pretexto.”

Después de decir eso, se rió con satisfacción y bajó las escaleras con brío.

La mujer tomó el maletín que dejó en la entrada y se fue.

Ta-kun y yo no pudimos hacer otra cosa que verla salir galantemente de la casa en silencio.

Cómo decirlo… fue abrumante.

“O-Oinomori-san es increíble.”

“…De hecho.”

Coincidí, mitad con sarcasmo y mitad con admiración.

Al final, ella impuso su propio ritmo de principio a fin. Jugó cuanto quiso con nosotros en la palma de su mano.

En serio… Qué presidenta tan problemática.

Es descarada, arrogante y superficial con el dinero y el amor. No importa cuántos años pasen, siempre tiene esa personalidad de niñata mandona, una persona que va por ahí vestida con “capricho” y “sin sentido común”… Y sin embargo.

No podía odiarla realmente.

Al contrario, estaba agradecida con ella.

No tenía palabras suficientes para expresar mi gratitud.

Después de todo, cuando recién estaba comenzando y me convertí en madre soltera, fue gracias a Oinomori-san que pude mantener mi trabajo, el cual mantengo hasta el día de hoy.

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“Lo siento, Ta-kun. Mi jefa te arrastró a sus jugarretas.”

“…No, no pasa nada, p-por eso.”

Ta-kun se sonrojó y miró hacia otro lado.

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“¿Hm? ¿Qué pasa?”

“No, bueno… A-Ayako-san”, dijo vacilante. “Creo… que deberías ponerte algo.”

“¿Eh? ………¡Kyaaa!”

Lentamente bajé la mirada para revisar mi aspecto y luego grité.

¡N-No llevo nada!

Llevaba una falda en la parte inferior… Pero en la parte superior solo llevaba un sostén.

Uwaa… ¡No puede ser! Mientras me cambiaba de ropa, Oinomori-san comenzó a burlarse de Ta-kun, así que me detuve y comencé a objetar enfadada… ¡Y he estado así desde entonces!

¡Solo en sostén!

“Nooo… Uuh, Ta-kun, deberías habérmelo dicho antes…”

“L-Lo siento, no pude encontrar el momento… Ah. Iré a buscar mi chaqueta.”


Me agaché y lo vi salir corriendo.

No puede ser… ¿Oinomori-san planeó esto también?

Sabía que esto iba a pasar y puso su plan en acción en el momento en que empecé a cambiarme…

¡Uh~ah~, maldición!

¡Después de todo, sí la odio!

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