Musume Janakute Mama ga Sukinano! (NL)

Volumen 2

Capitulo 2: Habitación y Cuidado

Parte 2

 

 

Pero…

“……”

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Sentí una punzada en mi corazón.

Él estaba cabizbajo y deprimido… pero por alguna razón, me parecía increíblemente encantador.

“Gracias, Ta-kun.”

Cuando me di cuenta, había puesto mi mano sobre la suya.

“Por esforzarte tanto por mí.”

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“Ayako-san… Pero yo…”

“Está bien. Como dije antes, no me molesta para nada. Ciertamente puede que no haya salido bien… pero tus sentimientos fueron transmitidos perfectamente. Me hace muy feliz que te hayas esforzado tanto para esta cita.”

“……”

“Así que no te deprimas y descansa bien. Y cuando te mejores… este, bueno… ¡T-Tengamos una cita apropiadamente!”

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“¿Eh?”

Ta-kun levantó la cabeza de golpe.

Uuh… Q-Qué gran reacción.

Es como si la luz hubiera regresado de repente a sus ojos apagados.

“¿E-Estás segura?”

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“…Sí.”

“¿Podemos tener otra cita?”

“…Sí.”

“¿De verdad—?”

“D-Dije que sí, cielos.”

¡Deja de preguntar una y otra vez!

¡Es embarazoso!

Uuh… Qué extraño. ¿Por qué está sucediendo esto? Se suponía que yo era a la que estaban invitando a una cita, ¡pero ahora es como si yo lo estuviera invitando a él!

¡No, no es así! Es solo porque Ta-kun estaba completamente deprimido y no tenía otra opción… ¡Sí, simplemente no tenía otra opción, eso es todo!

“Si no te sientes bien, no se puede hacer nada. Lo normal es posponerlo, no cancelarlo. Sí, eso es lo normal. Creo que es muy común.”

“…Ya veo. Posponerlo”, Ta-kun sonrió aliviado.

Ah, cielos… Se nota claramente lo feliz que está.

Está sonriendo tan alegremente que cuesta creer que hasta hace poco se veía tan deprimido… De alguna manera, me siento mareada.

“…Ah. Ta-kun, ¿tienes hambre? H-Hice un poco de gachas de arroz, ¡así que iré a calentarlas!”

Incapaz de soportar este buen ambiente, salí de la habitación.

***

 

 

He usado la cocina de la familia Aterazawa varias veces.

Cuando nos invitaban a Miu y a mí a cenar, ayudaba a limpiar y lavar los platos.

Y hoy, cuando le dije que iba a venir a cuidarlo, Tomomi-san me dijo que podía usar la cocina libremente, así que no dudé en hacerlo.

Después de recalentar las gachas de arroz en una olla, las serví en un tazón y volví a su habitación.

“Siento la espera. Aquí tienes, come.”

“Lo siento y muchas gracias.”

Ta-kun se sentó en la cama y extendió las manos para coger las gachas.

“Ah. Espera un minuto, todavía está un poco caliente.”

Tomé el tazón, recogí un poco de gachas con una cuchara y me la llevé a la boca.

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Y entonces.

“Fuu, fuu.”

Soplé un par de veces para enfriar las gachas.

“Bien, ya está. Ahora abre bien la boca.”

“¿Eh…?”

Cuando llevé la cuchara a su boca, Ta-kun se puso rojo y se congeló.

Al ver su reacción… me di cuenta de mi error.

“Ah. ¡L-L-Lo siento! ¡F-Fue sin querer! Siempre lo hago con Miu, así que yo… ¡Esa chica cuando se enferma, se vuelve una niña muy mimada…!”

“¡E-Está bien! ¡Lo entiendo!”

Después de sonrojarnos y alzar la voz, Ta-kun tomó la bandeja y empezó a comer las gachas.

Esta vez, con sus propias manos.

“Huff… Está delicioso.”

“¿De veras? Me alegra escucharlo.”

Ta-kun comió las gachas con gran apetito. Era bueno que tuviera apetito. Su tez tampoco se veía mal, así que era señal de que se estaba recuperando.

Mientras lo veía comer, de repente recordé el pasado.

“…Antes, solía ser normal que te diera de comer.”

“¿Eh?”

“Hubo muchas veces en las que te di de comer yo misma, ¿recuerdas?”

“Eso fue… cuando era pequeño, ¿no? Y como eras tú, no podía negarme…”

“Fufu. Cierto. Siempre te avergonzabas mucho, pero abrías la boca obedientemente y decías ‘aah’, te veías tan lindo.”

“……”

Ta-kun se sonrojó, sin saber qué decir.

Su reacción fue tan linda que no pude evitar seguir molestándolo.

“Por cierto, Ta-kun… Hace un rato me llamaste ‘mamá Ayako’, ¿verdad?”

“Pffh… Cough, cough.”

Aunque se atragantó, de alguna manera se las arregló para tragarse las gachas en su boca. Y luego me miró avergonzado.

“¿E-Escuchaste eso?”

“Sí. Lo escuché.”

“…¿En serio? Bueno, es que me confundí. Estaba soñando con el pasado, así que por eso…”

“Fufufu. Ha pasado mucho tiempo desde que me llamaste así. Antes de que me diera cuenta, empezaste a llamarme ‘Ayako-san’.”

“Bueno, es natural… No podía llamarte mamá Ayako para siempre.”

“…Tienes razón.”

Eso realmente… es natural.

El chico, que solo tenía diez años cuando nos conocimos, ahora tenía veinte.

Había pasado de ser un niño a ser un hombre.

Pero en algún lugar de mi corazón siempre lo he tratado como a un niño.

Por eso… no me di cuenta en absoluto.

No me di cuenta de sus sentimientos.

Por eso ahora mismo estaba tan confundida y perdida.

Por supuesto, Ta-kun no tenía la culpa de nada. Él solo estaba viviendo su vida con dedicación y devoción. Simplemente creció y se convirtió en un hombre.

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El problema… estaba en mí.

En mi forma de verlo y percibirlo.

No era nada complicado. Al fin y al cabo, todo estaba en mi corazón…

“Oye, Ta-kun. ¿Con qué estabas soñando?” pregunté, sintiendo curiosidad de repente.

Me preguntaba con qué tiempos estaba soñando.

Durante los diez años que pasamos juntos… pensé en él solo como un hijo o un hermano menor, pero él siempre me vio como una mujer.

Pasamos el mismo tiempo juntos durante una década percibiéndonos de manera diferente.

Así que me preguntaba qué estaba recordando en su sueño febril.

“Este… Bueno”, Ta-kun dudó en decirlo. “Con cuando… te pusiste el bikini de Santa.”

“Pffgh”, resoplé.

Toda mi seriedad se disipó y grité con todas mis fuerzas:

“¡¿E-Ehh?! ¿El bikini de Santa…? ¡¿C-Con eso?!”


“Sí. Con… eso.”

“¡Noooo! ¡¿Por qué soñaste con eso?!”

“Aunque me lo preguntes, simplemente lo soñé y ya…”

¡Uuh~~!

¡No puedo creer que el sueño de Ta-kun fuera un sueño de ese día!

Ahora he recordado vívidamente esa página oscura de mi vida que había enterrado en lo profundo de mi memoria y quería olvidar por completo.

Mi página más vergonzosa que sucedió hace unas Navidades.

Quería comprar un atuendo normal de Santa, pero terminé comprando accidentalmente uno con el vientre abierto.

Me alegro de que solo Ta-kun me haya visto. Si alguien más me hubiera visto, podría haberme muerto… Eso es lo que pensaba… Pero si Ta-kun era consciente de mí como mujer desde los diez años, la historia cambiaba considerablemente.

Uwaa. ¡Uwaa~~~~!

“Uuh… Ta-kun, eres un tonto. ¿Por qué te acordaste de eso?”

“Lo siento… Pero fue bastante impactante.”

“P-Pues perdona. ¡Lamento que me viera rara y no me quedara bien!”

“No, no lo decía de esa manera… Fue impactante en el buen sentido. Ayako-san, tienes una buena figura, así que te veías muy bien en ese traje…”

“Qué… E-Está bien, no necesito ese tipo de consideración.”

“¡No lo digo por consideración! Realmente eres hermosa y tienes un buen cuerpo… Por eso quedé fascinado…”

“¡~~! E-Está bien. Lo entiendo.”

No pude soportar más sus halagos letales. Ah, no puedo más. Detente. En serio, detente. Si continúas elogiándome así… no sé qué va a pasar.

“Cielos… eres un pervertido, Ta-kun”, dije avergonzada, haciendo un puchero.

“A-Aunque me llames así…”

“Además, dijiste que me miraste los pechos cuando nos bañamos juntos…”

“…Bueno, es verdad que miré, pero lo del baño y lo del bikini de Santa me lo mostraste tú misma.”

“¡D-Deja de poner excusas! ¡Y olvídate ya de eso!” grité fuertemente.

Aunque no importa como se mire, yo era la que estaba poniendo excusas.

“L-Lo siento…”

Ah… Lo hice disculparse. Lo siento, Ta-kun. La vergüenza me está haciendo decir tonterías.

“Pero…” Ta-kun continuó mientras yo me llenaba de culpa. “No es culpa mía… ser así.”

“¿Eh…?”

“Ver a la chica que te gusta delante de ti con una ropa tan reveladora… bueno, haría que cualquier chico se excitara.”

“Eh… ¿Ehhh?”

“Es absolutamente imposible de olvidar. No se irá de mis recuerdos. Es algo con lo que he soñado muchas veces.”

“¿M-Muchas veces…?”

Me desconcerté y Ta-kun me miró fijamente.

Se ruborizó de vergüenza, pero no desvió la mirada.

Mirando fijamente.

Con ojos llenos de pasión, me miró como atravesándome.

“Yo… bueno, no me enamoré de ti solo por tu apariencia… Pero tu aspecto también… me gusta mucho. Tanto tu rostro como tu figura son muy atractivos…”

“Qué, uh, ah… auh…”

Con una mirada ardiente en sus ojos, volvió a ensalzarme y no supe qué hacer.

Mi cuerpo estaba ardiendo.

Y mi cabeza ofuscada.

La vergüenza y la excitación aumentaron y mi juicio se apagó…

“…¿De verdad?” Cuando me di cuenta, había abierto la boca.

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Puse mi mano en mi pecho, como señalándome a mí misma.

“Ta-kun, de verdad… este, ¿te gusta mi cuerpo?”

“¿Eh? Bueno… s-suena un poco sórdido decirlo así, pero… sí. Me gusta…”

“…Ya veo. Entonces—” dije, sentándome en la cama.

Justo al lado de Ta-kun, bastante cerca de él.

“—¿Quieres tocarlo ahora?”

***

 

 

No entendía lo que ella estaba diciendo.

¿Tocar?

¿Qué cosa?

Según el contexto… ¿se refería a su cuerpo? No, no puede ser. Ayako-san nunca diría eso. Es imposible. De ninguna manera.

En un instante, muchos pensamientos pasaron por mi cabeza, pero…

“Dame tu mano.”

En el momento en que su mano me tocó, todos mis pensamientos se disiparon.

Con sus dos manos, tomó la muñeca de mi mano izquierda.

Y entonces… la acercó hacia ella.

“¿Qué? ¡¿A-Ayako-san…?! ¿Qué estás haciendo?”

“Por favor, solo guarda silencio y extiende la mano.”

“Pero, e-espera un minuto—”

“¡Y-Yo también estoy avergonzada! Pero quiero… que me toques y me sientas.”

“¿Que te toque…?”

¿Eh? ¿Eh? ¿Qué es esto? ¿Qué está pasando aquí?

Ignorando mi extrema confusión, Ayako-san jaló mi mano hacia ella. Mi mano se aproximó gradualmente a ella y mi mirada también fue naturalmente atraída hacia ella.

Y lo que entró inevitablemente en mi línea de visión… fue su enorme pecho.

Era imposible apartar la vista de esos enormes bultos que empujaban violentamente su blusa de punto hacia arriba. Y cuando se movió apenas un poco, esos bultos se agitaron muchísimo, al igual que mi razón.

Son grandes.

Realmente son… demasiado grandes.

Esas enormes frutas prohibidas estaban a solo unos centímetros de mi mano.

“Quizás no quieres… tocar a una vieja como yo.”

“Eh… No, no es que no quiera, pero…”

Por supuesto que quiero tocarla.

Para ser sincero… no sé cuántas veces he fantaseado con ello.

No es que me haya enamorado de Ayako-san solo por su cuerpo… Pero yo también soy un hombre. No todos mis pensamientos pueden ser puros.

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Por supuesto que quiero tocar… los pechos de la mujer que amo.

Pero.

Es por eso… ¡que no me gusta este extraño desarrollo!

“¡P-Por favor espera, Ayako-san! ¿Q-Qué te pasa de repente…?”

“¡Está bien! ¡S-Solo déjate sucumbir a tus impulsos!”


“¿Impulsos…?”

“¡Vamos, deja de resistirte!”

Hablando violentamente con una cara avergonzada, ella siguió tirando de mi mano.

Si me hubiera puesto serio, podría haberme quitado fácilmente sus manos de encima.

Pero… no pude.

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