Jinrou E No Tensei Maou no Fukukan (NL)

Volumen 5: El Imperio de Hielo

Extra 1: La Flor y el Lobo

Mi nombre es Ashley. Ashley Voltof Schwerin Rolmund. Primero en la línea para ser emperador del Sacro Imperio de Rolmund. En otras palabras, soy el príncipe heredero.

“Su Majestad está descansando, Su Alteza. Mis disculpas, pero…”

El viejo médico de la corte me lanzó una mirada de disculpa y sacudí la cabeza.

“Está bien, lo entiendo. Solo deseo ver la cara de mi padre, eso es todo.”

Estaba parado frente a una lujosa cama con dosel. Escondido debajo de la pila de mantas estaba mi padre, el emperador Bahazoff el cuarto. En su juventud, había sido considerado un príncipe sabio, pero después de ascender al trono se le llamó “El emperador estancado”. En estos días, nadie lo tenía en alta estima. En lo que respecta a los ciudadanos, ya estaba muerto.

Pero a pesar de todas sus deficiencias, él todavía era mi padre. Hizo todo lo posible para cumplir con sus deberes, respetó a sus antepasados ​​y valoró la tradición. Cuando mi madre murió, él nos abrazó a mí y a mi hermana mientras llorábamos. Todavía recordaba lo feliz que se veía cuando le ofrecí ayudarlo con sus deberes. Mis recuerdos de él eran todos cariñosos. No quería que muriera. Ese era mi único deseo ferviente.

“Doctor, ¿cómo está mi padre?”

“Ningún tratamiento que he probado ha funcionado y sus síntomas están empeorando.”

El médico de la corte sabía que era completamente franco conmigo. El grupo de médicos que trabajaban bajo su ala eran los mejores del imperio. Sabían de todas las hierbas medicinales del mundo y su conocimiento de las enfermedades y el cuerpo humano era incomparable. Si incluso ellos no podían curar a mi padre, entonces nadie podría.

“No está sufriendo, ¿verdad?”

Los magos imperiales que estaban parados detrás de los médicos dieron un paso adelante.

“Permítame responder eso. Le hemos dado a Su Majestad una anestesia mágica para calmar su dolor. Estamos tomando turnos para renovar el hechizo para que siempre esté activo.”

“Gracias. Supongo que es una pequeña misericordia.”

Cuando dije eso, noté la mirada de disgusto que el médico de la corte les dio a los magos. Algunas cosas nunca cambian. Las personas que trabajaban en el palacio tenían diferentes posiciones sociales, ocupaciones y creencias. Era el trabajo de la familia imperial asegurarse de que todos trabajaran juntos. Sin embargo, me faltaba la capacidad de hacerlo.

***

Hace solo unos días, la condición de mi padre había empeorado. Hasta entonces, sus síntomas habían ido y venido en ciclos. Pero de repente, su cuerpo se había debilitado drásticamente y había comenzado a sentir un dolor constante. Apenas podía hablar. Y anoche, los magos imperiales se habían visto obligados a dormirlo a través de la magia. Tenía un pie en la tumba.

Regresé a mi oficina con el corazón encogido y encontré a mis ayudantes esperándome.

“Su Alteza, la princesa Eleora ha regresado a la capital. Ella ha traído un general meraldiano con ella.”

“Ese debe ser el representante de Meraldia.”

No estaba seguro de qué hacer.

“Tanto recompensar a Eleora por sus servicios como reunirse con un diplomático extranjero es algo que el emperador debería hacer, no el príncipe heredero. Deberíamos esperar hasta que Su Majestad se recupere antes de…”

Me detuve. Sabía tan bien como cualquiera que no se recuperaría. Los médicos no estaban seguros de cuál era exactamente su enfermedad, pero todas las enfermedades crónicas tardaban en curarse. Y con la condición de mi padre como estaba, estaba claro que se había quedado sin tiempo. Casi no había posibilidad de que se recuperara. Lo que significa que sus deberes recaían en mí, el príncipe heredero.

“Muy bien. Escucharé su informe.”

A pesar de que el sueño de mi padre de conquistar Meraldia se ha cumplido, él ni siquiera está despierto para celebrarlo. Solté un suspiro de cansancio mientras me cambiaba a vestimenta formal.

El representante de Meraldia me pareció un soldado común que había subido de rango. Era un joven llamado Veight Gerun Friedensrichter. Y aparentemente, estaba en el Consejo de la Mancomunidad.

Realmente se ve joven. Por supuesto que lo sabía, yo también era joven, pero este extranjero me fascinaba. Según Eleora, él era un general famoso que la había ayudado a conquistar Meraldia. No sabía nada de guerras, por lo que sus logros me sorprendieron. Como era tradición para los nobles de los estados conquistados, le concedí a lord Veight el título de Conde Honorario en lugar de mi padre. El título era tanto un honor como una declaración. Era Rolmund quien tenía la autoridad de otorgar poder y prestigio a los meraldianos, no al revés.

“Con esto, Meraldia se ha convertido oficialmente en un vasallo de nuestro imperio.”

“Ahora simplemente necesitamos usar a lord Veight para difundir nuestra influencia en toda la región.”

Los ministros estaban discutiendo sus planes para el futuro de Meraldia. Parecía inevitable que Meraldia fuera devorada. Sin embargo, no pude evitar preocuparme. ¿Realmente habíamos logrado ponerle una correa a ese joven tan temible?

***

Después de la audiencia, volví al lado de mi padre enfermo. Mientras miraba su rostro dormido, le conté cómo había ido.

“Padre, Eleora logró conquistar toda Meraldia. Tu deseo ha sido concedido.” Naturalmente, él no respondió, pero seguí diciendo, “Honestamente, todavía creo que el tío tenía razón. No deberíamos haber invadido. Por eso lo ayudé a evitar que los refuerzos llegaran a Eleora. Pero se las arregló para ganarse a la población local.”

Mi prima era una genio cuando se trataba de ingeniería mágica y también era una estratega experta. Pero sus habilidades de diplomacia eran muy deficientes. Era demasiado lógica para su propio bien y no entendía el arte de la negociación.

“Nunca hubiera imaginado que Eleora de todas las personas lograría ganarse a un general tan temible.”

Por lo que parece, él también la ayudó a construir una base sólida de apoyo en Meraldia. Cuando lo vi por primera vez, me preguntaba si quizás Veight era el amante de Eleora, pero después de ver sus interacciones, estaba seguro de que ese no era el caso. Solo era leal a su deber y nada parecía asustarlo.

“Ese general extranjero, Veight, no es un simple diplomático. Es experto en diplomacia, claro, pero también es un maestro guerrero.”

Incluso si lograste domar a un tigre, prima, ¿fue realmente sabio traerlo a nuestra puerta? Debe haber habido una razón por la que ella lo trajo. Necesitaba ser cauteloso.

“Recuerdo que ‘El fondo del lago contiene las respuestas’ siempre fue uno de tus dichos favoritos. Si hay un pez saltando a la superficie, eso significa que algo está sucediendo bajo el agua.”

Si los peces salían a la superficie, eso significaba que había una bestia feroz en el fondo del lago o que el agua se había vuelto fétida. Por supuesto, también había momentos en que no significaba nada. Era importante saber distinguir la diferencia. Suavemente tomé la mano de mi padre y le sonreí.

“Pero de cualquier manera, tu sueño de siempre se ha cumplido. Felicidades, padre.”

Bahazoff el cuarto todavía estaba vivo y todavía era emperador. Esta hazaña pasaría a la historia como su logro. Si bien todavía no estaba de acuerdo con la conquista del sur, por el momento estaba feliz de que mi padre hubiera conseguido lo que quería. Todavía sonriendo, miré por la ventana. La luz del sol de finales de otoño que iluminaba los jardines estaba teñida por el frío del invierno.

***

El noble meraldiano extranjero, Veight, se metió en problemas el día después de llegar a la capital. Por increíble que fuera, se había batido en duelo con un vizconde de la facción de Doneiks.

Al principio todo el mundo lo consideraba un bárbaro grosero, pero a medida que iban saliendo más y más detalles, su opinión sobre él mejoraba. Parecía que Veight estaba sirviendo como asesor estratégico de Eleora.

Entonces, cuando se encontró con un grupo de nobles de los Doneiks que la despreciaban, se vio obligado a pelear contra ellos por su honor.

Y parecía que había ganado su duelo espectacularmente. Había derrotado al vizconde Schmenivsky de un solo golpe. Unos pocos nobles de mi facción habían estado presentes para mediar en el duelo y todos me contaron lo fuerte que él era.

“Se movió como un rayo, Su Alteza. Un segundo estaba ahí parado y al siguiente lord Schmevinsky volaba por los aires. Le rompió todos los dientes delanteros al vizconde. Su honor ha sido completamente destrozado.”

“Lord Veight le permitió al vizconde Schmenivsky el derecho de elegir armas primero y aun así logró ganar sin un rasguño. También lo hizo parecer tan fácil, como si ni siquiera estuviera sudando.”

El vizconde Schmenivsky no era en modo alguno un luchador débil. Tenía un excelente historial militar y muchos de los nobles sin tierra de la facción de Doneiks lo admiraban. ¿Qué tan fuerte es Veight, si se las arregló para vencer al vizconde en un ataque? Ojalá hubiera estado allí para verlo.

La fuerza sobrehumana de Veight ya dejó una gran impresión en los nobles del palacio, pero los enloquecidos reclamos del vizconde Schmenivsky sobre él se sumaron a los rumores.

Aparentemente, la derrota del vizconde había sido tan humillante que había perdido la cabeza. De hecho, había pedido una audiencia con el emperador, lo que naturalmente había rechazado. Parecía pensar que Veight era un hombre lobo.

Después de haber visto a los magos imperiales confirmar su identidad personalmente, no podía dejar que las afirmaciones del vizconde Schmevinksy no fueran cuestionadas. Poner en duda la credibilidad de los magos imperiales equivalía a insultar al emperador al que servían.

Hice censurar inmediatamente al vizconde Schmenivsky. Por si acaso, también le envié un mensaje privado a mi tío, lord Doneiks. Como el vizconde era un miembro de alto rango de su facción, necesitaba el permiso de mi tío antes de deshacerme de él.

Todo este calvario me había dejado exhausto, pero parecía que mis pruebas no habían terminado. Hubo nuevos rumores extendiéndose dentro del palacio.

“¿Has oído hablar del duelo de lord Veight?”

“Sí, es un vasallo leal.”

“Nunca imaginé que un noble extranjero arriesgaría su vida por nuestra princesa.”

“La regia princesa Eleora y el encantador y gentil lord Veight. Los dos son una combinación perfecta, ¿no te parece?”

“Se nota por cómo actúa que lord Veight no es un hombre que depende de la fuerza para resolver todos los problemas. Solo recurre a ella cuando es necesario. La princesa tiene un aliado verdaderamente fuerte a su lado.”

“Subestimamos las habilidades de la princesa. Necesitamos ser más cuidadosos o…”

“Tienes razón, necesitamos saber qué tan fuerte es su facción.”

A los ministros dentro del palacio les encantaba chismear, por lo que los rumores se extendieron como un incendio forestal.

Cuando mis ayudantes me informaron que Eleora se había convertido en la charla del palacio, decidí dar un paseo y ordenar mis pensamientos. En el imperio, Eleora no tiene popularidad y carece de un núcleo fuerte de seguidores. Pero parece que en Meraldia ella tiene ambos. Eso provocará un cambio de poder dentro del imperio…

Los otros miembros de la familia imperial que tenían derecho a suceder al trono también eran amenazas potenciales. No quería una lucha de poder dentro de la familia imperial, ni tenía ningún deseo de matar a ningún rival potencial. Sin embargo, aún necesitaba cuidar mi propia seguridad.

Pensando en las diversas formas en que necesitaba protegerme, caminé por uno de los casi infinitos corredores del palacio. Cuanto más caminaba, más frío parecía ponerse.

***

Al día siguiente, llamé a Veight al palacio. Quería escuchar sobre el duelo directamente de él. Todos los nobles tenían derecho al duelo y un conde honorario no era la excepción.

Así que no había habido nada inapropiado sobre el duelo en sí. Sin embargo, no esperaba que él usara su nueva autoridad en el momento en que se la otorgué. En verdad, era un hombre sin aberturas. Por lo que había escuchado, él también había ido a hacer una visita de cortesía al vizconde Schmenivsky después del duelo. Realmente había pensado en todo.

Parece que cada uno de sus movimientos está calculado… Si hubiera sido una persona sencilla y de buen carácter, entonces no habría desafiado al vizconde a un duelo.

Y el duelo en sí había sido una hábil maniobra política. Acababa de llegar a Rolmund, por lo que la forma más rápida de hacerse un nombre había sido dar un espectáculo a los nobles de menor rango.

El impacto que había dejado aseguró que hablaran de él y como la mayoría no estaban involucrados en la política nacional, no les preocupaba lo que su popularidad pudiera hacer a nuestra posición negociadora como imperio.

Podría ser un individuo peligroso. Mientras caminábamos por los terrenos del palacio, lo miré con cautela. Sus músculos parecían tan duros como el acero y caminaba con el porte de un guerrero.

Pero su expresión era gentil y su comportamiento amable. Se sentía como si una cálida brisa del sur lo acompañara a donde quiera que fuera. No es de extrañar que haya tantos rumores sobre él. Sin embargo, lo que más me sorprendió fue su perspicacia.

“Esto se siente más como un museo imperial que un jardín de palacio.”

Esa frase decía mucho. Con una sola mirada, se dio cuenta de que el invernadero de la familia imperial no estaba cultivando flores bonitas para que la gente admirara. Era un centro de investigación destinado a cultivar plantas medicinales y probar cultivos que podrían ayudar a la situación agrícola de Rolmund.

Sabía que era un experto tanto en el manejo de la espada como en la diplomacia, pero no esperaba que él también fuera un erudito.

Qué hombre tan interesante. Si bien me di cuenta de que era una persona peligrosa, no pude evitar querer probarlo. Recordando que aquí se cultivaba fruta fuera de temporada, lo llevé a una planta que se parecía engañosamente a una venenosa y arranqué una de sus bayas.

“Aquí tienes, lord Veight.”

“¿Príncipe Ashley?”

Estoy seguro de que alguien tan conocedor de plantas como tú debe saber lo que es esto. Había una planta venenosa común en Meraldia conocida como moruja. Y en Rolmund, crecía una planta nativa que se parecía a ella, la baya de nieve. Sin embargo, nuestras bayas de nieve no eran venenosas.

La fruta que le había ofrecido provenía de la inofensiva baya de nieve. Estas bayas eran deliciosas y tenían propiedades medicinales. Sin embargo, alguien de Meraldia no debería tener forma de saber sobre la existencia de la baya de nieve.

Ahora bien, ¿qué vas a hacer, lord Veight? ¿Tienes el coraje de rechazar una fruta ofrecida por el príncipe heredero? Para mi sorpresa, Veight simplemente sonrió y tomó la baya de mi palma. Luego, sin dudarlo, se la metió en la boca.

¡¿Qué?! Me tomó todo lo que tenía para no dejar que mi sorpresa se mostrara. Por lo que leí, la moruja era bastante común en Meraldia y todos los que vivían allí sabían que era venenosa. Incluso los niños sabían que no debían comerlas. Naturalmente, Veight debía haberlo sabido también. Y sin embargo, él solo me sonrió con calma y dijo, “¿Qué sucede, Su Alteza?”

“Bueno… no pensé que realmente te la comerías.”

Veight respondió casualmente, “Esta planta se parece bastante a la moruja de Meraldia, pero las hojas tienen una forma diferente. Me imagino que no tienes motivos para envenenarme, Su Alteza, así que asumí que me estabas ofreciendo una baya inofensiva.”

No solo sus poderes de observación eran sobrehumanos, sino que también era valiente. No era alguien a quien pudiera poner a prueba con mi capacidad. Esta es mi derrota.

***

Eso tampoco fue lo único sorprendente del hombre conocido como Veight. Mientras caminábamos por el invernadero, a menudo se detenía a mirar la tierra dentro de algunas de las macetas. También la olfateaba, como si tratara de identificar los componentes de la tierra por el olor.

“Debe haber sido bastante difícil para ti adquirir esta tierra.”

“¿Puedes saberlo?”

Veight acarició las hojas de la planta y dijo, “El olor de la tierra es diferente. Huele a los campos que tenemos en el sur de Meraldia. Pero lo has enriquecido con vermiculita hervida, ¿no?”

Increíble. Eso es absolutamente correcto. No pensé que la vermiculita hervida emitiera un aroma, pero Veight debe haber conseguido identificarla solo por el olor, ya que estaba escondida debajo de la capa superior de la tierra.

“Sí… es tierra traída de Meraldia. Esta planta en particular no crece bien en suelo rolmundiano. Aunque estoy impresionado de que hayas podido notarlo.”

Veight sonrió tímidamente.

“Puede que ahora sea miembro del Consejo de la Mancomunidad Meraldiana, pero originalmente solo era un soldado común. Cuando era niño, ayudaba a mi madre a cultivar los campos.”

“Ya veo…”

Así que Veight era un hábil guerrero, diplomático, noble, erudito e incluso agricultor. También tenía un ojo astuto y parecía capaz de ver a través de las mentiras. Ya veo, por eso lo trajiste aquí, Eleora. Ella había querido mostrarle a Veight el estado actual del imperio, para que él pudiera aconsejarle la mejor manera de proceder. Ningún diplomático normal sería capaz de eso.

Veight realmente era un hombre peligroso. Sería mejor para el imperio si lo enviáramos a casa lo antes posible. Si mi padre estuviera aquí, me recomendaría desterrarlo de inmediato.

Pero yo deseaba algo diferente. Quería hacerlo mío. Si pudiera reclutar a Veight como aliado, sería de gran ayuda para fortalecer el imperio. Lo quería como mi vasallo sin importar el costo. Pero Veight no me hizo caso y continuó examinando las plantas dentro del invernadero.

“A pesar del color oscuro, el aroma de este suelo es suave… se ha diluido. Tienes jardineros muy hábiles, Su Alteza.”

“Gracias. Los jardineros de este invernadero han servido a la familia imperial durante generaciones y algunos de ellos también sirven como médicos imperiales. He reunido a todos los expertos que pude encontrar en el cultivo de hierbas medicinales extranjeras.”

“Ya veo. Estoy celoso del talento que has reunido.”

Había sido un error invitar a alguien que entendiera el valor de este invernadero aquí. Esperaba que Veight no supiera que se trataba de plantas medicinales, o que no eran nativas de la zona. Si bien quería hacer que Veight fuera mío, si realmente lo alejaba de Eleora, ella se resentiría conmigo. Por mucho que me doliera, probablemente era mejor renunciar a reclutarlo. El noble extranjero continuó hablando, aparentemente inconsciente de la agitación dentro de mi corazón.

La condición de mi padre solo ha seguido empeorando.

“¡Por favor, que los magos cancelen su magia!”

El médico jefe irrumpió en la habitación de mi padre y le gritó al mago imperial que lo supervisaba.

“La condición de Su Majestad es tan severa que no puede ser despertado. ¡Las criadas tienen que darle la vuelta mientras duerme para que no le salgan llagas! Si lo despertamos y se debilita, ¡no podrá luchar contra su enfermedad en absoluto!”

“¡No podemos darle una infusión a menos que esté despierto!”

Los dos discutieron por algún tiempo. Sin embargo, el mago imperial se negó a deshacer el sueño mágico de mi padre.

“¡Increíble! ¡Su Majestad está sufriendo mucho y quieres que lo despertemos! ¿No tienes corazón?”

“¡Pero sufre igual cada vez que tienen que volver a lanzar el hechizo de sueño! Esta infusión al menos le permitirá descansar fácilmente en los períodos de transición antes de que sus hechizos surtan efecto.”

Tanto el médico como el mago tenían razón y no estaba seguro de qué hacer. Sabía que mi padre estaba más allá de cualquier esperanza de recuperación. Pero al menos en este momento, todavía estaba vivo. Todavía podía sostener su mano o mirar su cara dormida. Mientras estaba debatiendo qué hacer, el obispo presente de Sonnenlicht siguió con la única cosa que no quería escuchar.

“Su Alteza, debe hacer los preparativos para su ceremonia de coronación.”

Los obispos adjuntos al castillo me habían estado pidiendo que celebrara la ceremonia.

“Mi padre todavía está enfermo. Prepararse para tomar el trono mientras está en este estado es el colmo de la falta de respeto.”

El obispo sacudió la cabeza.

“Si lo celebramos después de su muerte, será demasiado tarde. Si no hace los preparativos ahora, tendrá que esperar hasta después del funeral de Su Majestad.”

“Lo entiendo, pero…”

“En ese caso, tendremos que ocultar su muerte y mantener su funeral en secreto. Ni siquiera se le permitirá llorarlo en público, dejando que su espíritu sufra.”

Las palabras del obispo agregaron otra preocupación a mi lista de preocupaciones interminables. Era un devoto seguidor de Sonnenlicht y ciertamente quería que el alma de mi padre descansara en paz. Su alma necesitaba pasar detrás del sol y alcanzar las puertas celestiales de la transmigración para poder reencarnar. Pero aunque entendía lo que decía el obispo, mi padre todavía estaba vivo.

***

Le escribí una carta a mi tío pidiéndole consejo, pero su respuesta fue la que esperaba. “Como nuevo emperador, debes hacer todo lo que esté a tu alcance para no alienar a la Orden de Sonnenlicht. Digo esto como tu vasallo leal, tu tío amoroso y como el hermano menor de tu padre. Haz los preparativos para tu ceremonia de coronación.”

Lord Doneiks también me había aconsejado que, después de hacer los preparativos para la ceremonia de coronación, debía suspender el tratamiento de mi padre.

Afirmó que era demasiado cruel prolongar el sufrimiento de mi padre cuando era obvio que no se recuperaría. Honestamente, mi tío probablemente tenía razón. Mi padre era el emperador y yo era el príncipe heredero. Independientemente de si estaba o no en su lecho de muerte, tenía el deber de gobernar el imperio.

Había asumido sus deberes por el momento, pero eventualmente necesitaría establecerme formalmente como el emperador.

El tiempo se acababa. Lo entendía lógicamente. Pero mi corazón se negaba a aceptarlo. Después de agonizar por mi decisión durante siglos, decidí confiar en Veight de todas las personas.

“Ciertamente es relajante beber té en un invernadero, Su Alteza.”

Había invitado a Veight al invernadero y se estaba relajando en uno de los muchos bancos. Había una mesa de cristal entre nosotros y sobre ella estaba el juego de té más caro del imperio. La última vez que sacaron estos utensilios fue hace 30 años. Por supuesto, Veight no lo sabía, pero esta era mi forma de mostrarle hospitalidad. Pero para mi sorpresa, él sonrió con ironía y dijo, “Esta taza de té es tan impresionante que ni siquiera estoy seguro de cómo sostenerla. Solo soy un soldado rural, así que, por favor, perdóname si hago algo grosero.”

“¿Estás familiarizado con el té?”

“La virreina de Ryunheit, Airia, es una maestra de la ceremonia del té Mikhaila. Y ella me prepara té todos los días. Así que tengo algunos conocimientos de hojas de té y juegos de té formales.”

Veight examinó la taza de té más cara del set.

“Esta taza de té está hecha de porcelana blanca, ¿no? He oído que ya no hay artesanos capaces de hacer tazas de té tan translúcidas, o darles este brillo azul. Aunque aparentemente hay algunas falsificaciones hechas de materiales más baratos.”

“Tu conocimiento es más profundo de lo que afirmas.”

“Lady Airia mencionó que el artículo genuino aún podría existir en Rolmund, eso es todo.”

La sonrisa de Veight se volvió algo melancólica. Solo parecía ponerse así cuando hablaba de la mujer conocida como Airia. Quienquiera que fuera, él parecía preocuparse mucho por ella. Aun así, a pesar del matiz de soledad, era una buena sonrisa. Le devolví la sonrisa, pero su expresión de repente se volvió seria.

“Por cierto, noté que este juego de té está protegido por magia. Un encantamiento bastante poderoso también. Lo que significa que debe ser real y no falso.”

“Una observación astuta.”

Veight incluso se dio cuenta de que el juego de té tenía protecciones para evitar que se erosionara con el tiempo. Realmente parecía saberlo todo. Pero lo más importante es que me las arreglé para echar un vistazo a la vida personal de Veight. Parecía que su vida privada era tan rica y variada como su vida pública parecía ser. Incapaz de reprimir mis sentimientos por más tiempo, decidí hablar con él sobre mis preocupaciones.

“Lord Veight.”

“¿Sí?”

Su sonrisa regresó. Casi dije “Quiero preguntarte algo sobre mi padre…” en ese mismo momento, pero me las arreglé para detenerme. Yo era el príncipe heredero, estaría mal de mi parte divulgar que mi padre estaba mortalmente enfermo en múltiples niveles. Después de todo, la verdad seguía siendo un secreto. En cambio, elegí un enfoque más indirecto.

“Lord Veight, ¿están tus padres bien de salud?”

“Mi mamá vive tranquilamente en el campo. He estado tratando de invitarla a Ryunheit, pero ella insiste en que quiere permanecer en su pueblo… Está bastante apegada a sus campos.”

“¿Y tu padre?”

“Murió cuando yo tenía solo un año. No recuerdo nada de él.”

¿Toqué un tema delicado? Ahora me sentía culpable por preguntar eso. Sin embargo, para mi sorpresa, Veight me sonrió suavemente.

“Sin embargo, había alguien en quien pensaba como un padre. Era mi superior y lo respetaba más que a nadie, pero el año pasado falleció.”

“Oh… lamento muchísimo escuchar eso.”

Como Veight estaba en el consejo, supuse que se refería a uno de los otros virreyes. Le pregunté, “¿Te sentiste triste cuando murió?”

“Por supuesto que sí. Fue uno de los momentos más dolorosos de mi vida. Su fallecimiento fue tan repentino que ni siquiera tuve tiempo de decir nada. Incluso ahora, desearía que hubiera sido un sueño.”

Los ojos de Veight se volvieron brumosos. Esta fue la primera vez que lo vi expresar pena. Bajó la mirada hacia el vapor que salía de su taza de té y dijo, “Pero mientras las personas sean mortales, algún día morirán. Yo también moriré eventualmente. Es inevitable.”

“De hecho, ese es el destino del hombre.”

“No estoy seguro de si los que se preocupan por mí seguirán vivos cuando la parca finalmente venga a por mí, pero solo imaginar su tristeza me aterroriza morir.” La mano libre de Veight se cerró en un puño. “Si es posible, me gustaría que aquellos que dejo atrás no lloren mi muerte y sigan avanzando.”

“Ciertamente. Yo también deseo eso, cuando se trata de mí.”

“En ese caso, deberías hacer lo mismo con aquellos que lo están dejando atrás, Su Alteza.”

Esas palabras me dieron un momento de claridad. Él tiene razón. Mi padre siempre estaba deseando que llegara el día en que yo sucediera al trono.

“Si es posible, me gustaría pasarte el trono mientras aún estoy vivo, para poder verte con túnicas imperiales.”

Había perdido la cuenta de cuántas veces me había dicho eso. Veight suspiró y me dio una sonrisa tímida.

“Por eso también estoy tratando de seguir adelante. Por el bien de los que murieron antes que yo.”

“Ya veo…”

Ahora que mi padre había conquistado con éxito Meraldia, las únicas preocupaciones que le quedaban eran si el imperio era estable o no. La situación actual, en la que yo realizaba los deberes de emperador sin serlo en realidad, probablemente le haría preocuparse innecesariamente. Mis dudas y temores se desvanecieron, dejando en su lugar una nueva resolución.

“Lord Veight, muchas gracias por reunirte conmigo. El tiempo que paso contigo siempre es productivo.”

“Me honras, Su Alteza.”

El noble extranjero sonrió levemente y se bebió el té de un trago.

***

Después de que él se fue, fui a visitar a mi padre nuevamente. Aunque los sirvientes habían dejado el incienso ardiendo para enmascarar el olor, él desprendía el olor único de aquellos que estaban mortalmente enfermos. La gente a menudo lo llamaba olor a muerte y por buenas razones.

La sombra de la muerte también oscureció la cara de mi padre. No había duda de que solo le quedaban días. Agarré la mano huesuda y demacrada de mi padre y le dije mi decisión.

“Padre, finalmente me decidí. No sé si puedo encargarme de este imperio o no, pero voy a tratar de seguir adelante.”

Mi padre debería haber estado inconsciente. Pero por un momento, se sintió como si me hubiera agarrado la mano.

“¡¿Padre?!”

Pero luego sus dedos se aflojaron y se quedó quieto. Seguía respirando, pero apenas. El médico de la corte puso una mano sobre mi hombro.

“Su Alteza, debería dejarlo descansar. Su condición se ha deteriorado hasta el punto en que se necesitan enormes cantidades de infusiones de mana y medicinas para mantenerlo con vida.”

Si no fuera atendido las 24 horas del día, no sobreviviría ni unos minutos más.

“Entiendo. Lo dejo a tu cuidado.”

Salí de la habitación de mi padre y me dirigí a los obispos y funcionarios que esperaban afuera.

“Comiencen los preparativos para la ceremonia de coronación. Manténgalo en secreto para todos menos para los señores más influyentes.”

“Como desee, Su Alteza”.

Al unísono, se inclinaron ante mí. Mirándolos, murmuré en voz baja, “Avanzar por el bien de los que murieron antes que tú… ¿verdad?”

“¿Dijo algo, Su Alteza?”

“No, solo hablaba conmigo mismo.”

Sonreí y en mi corazón me despedí de mi padre. De aquí en adelante, seguiré adelante. Por su bien también. Así es como honraré tu memoria, padre.

En ese momento, no tenía idea. No tenía idea de que mi decisión terminaría sacudiendo al imperio hasta sus cimientos. Ni que eso pondría al imperio y mi futuro en un camino completamente diferente.