Tokyo Ravens (NL)

Volumen 14: La Llegada Del Emperador

Capitulo 1: Resistencia Unida

Parte 1

Souma Takiko no recordaba las caras de sus padres.

No era que la hubieran dejado sola. Había vivido con sus padres. Pero siempre había muchos adultos alrededor de Takiko. Había habido nodrizas que cuidaban de ella y ancianos de aspecto estricto. Gente que vino de ‘afuera’ y aquellos que se esfuerzan por entrenarse en la magia. El resto de los adultos habían atendido a Takiko igual que su padre y su madre. Gracias a ello, Takiko no tenía una fuerte impresión de ninguno de los adultos que la rodeaban.

Era una hija de la línea principal de sangre y poseía una naturaleza excelente para convertirse en una yorishiro [Un objeto o recipiente para atraer a los espíritus].

Takiko era el punto de apoyo que su clan había estado esperando para hacer realidad sus sueños. Para sus padres, ella era simplemente la “sucesora”, en lugar de ser “su hija”.

“Cuando crezcas, te convertirás en un dios.

Desde que tiene memoria, los adultos que rodean a Takiko se lo habían dicho. La evidencia de que esas palabras no eran sólo una mentira o una broma mostró la atención que los adultos le prestaban y la reverencia con la que la trataban.

En cualquier caso, Takiko era una niña que necesitaba esa atención.

Takiko pasó su infancia en la base de una montaña venerada como sagrada, en una aldea que parecía separada del resto de la humanidad.

La zona estaba rodeada de naturaleza, ya que al ser un lugar donde se reunían los espíritus, estaba llena de aura todo el tiempo. Además, la zona tenía una naturaleza espiritual extraordinariamente especial debido a la magia que su clan había mantenido durante muchos años.

Nacida para ser yorishiro, Takiko se hizo cargo y fue poseída por un aura externa desde muy temprana edad. La habilidad de Takiko para servir como un recipiente espiritual, prueba de su excelente naturaleza shamánica, hacía las cosas bastante complicadas y difíciles para ella. Tuvo suerte si el aura que Takiko acogió era inofensiva, pero a menudo el aura causaba problemas.

Los adultos le prestaron mucha atención y le prestaron un nivel similar de respeto, como si fueran sus asistentes. Era como si fuera un ser de un nivel superior – en otras palabras, como si fuera adorada como un ‘dios’.

Ser un dios era solitario.

Pero en ese entonces, Takiko no conocía el concepto de ‘soledad’. No sufría de sentimientos de soledad. Siempre había muchos adultos alrededor de Takiko, pero ni una sola niña como ella. No pudo comparar su entorno con el de nadie más.

De hecho, Takiko no sabía nada del “mundo exterior”. No le habían enseñado. Por lo tanto, Takiko creció simplemente aceptando todo lo que la rodeaba, tanto lo normal como lo anormal. No diferenciaba entre lo especial y lo ordinario.

En aquel entonces, los adultos que rodeaban a Takiko parecían los mismos que los ciervos y los jabalíes de la montaña. Ahora, sorprendentemente pocos recuerdos quedaban de los que habían pasado mucho tiempo a su lado. Eso era especialmente cierto para sus rostros. Casi no podía recordar nada de cómo eran sus caras.

Eso fue también porque ella había vivido con un dios. Pero había una razón más.

Takiko notó por primera vez esa razón cuando conoció a cierto par de personas. “…¿Ella?”

“Correcto. Aunque cuando la conocí, aún usaba pañales”.

“Pero…. esto es…”

“Sí. He oído hablar de ella, pero está siendo abandonada. Estoy profundamente interesado en ella por el bien de la investigación, pero es bastante chocante. Como era de esperar, los principales miembros de la familia siguen viviendo en la Edad Media”.

Este era el altar favorito de Takiko.

Un edificio de aproximadamente veinte jou [Una medida de espacio en el suelo. Veinte jou significa veinte esteras de tatami.] fuera de la aldea, un lugar donde los adultos no podían acercarse sin el permiso de Takiko. Pero estas dos personas habían entrado casualmente en su territorio sin permiso y habían abierto la puerta del santuario.

En ese momento, Takiko estaba poseída por una energía yin algo malvada. La faja del traje tradicional de miko que los adultos le habían puesto estaba desatada, y los dobladillos estaban desgastados.

Las muchas grietas en la superficie del suelo de madera y el yeso pelado de la pared fueron gracias al poder espiritual de Takiko, que nadie le había enseñado nunca a perder el control.

El aura que la llenaba se coagulaba y se desequilibraba bruscamente hacia el yin, provocando aún más aura de yin. El aura dentro del santuario estaba cerca de miasma.

Y en medio estaba Takiko, con la espalda contra la pared y las piernas abiertas. Su cuello se giró hacia la puerta del altar mientras miraba a los dos hombres que estaban en la entrada.

Una chica cuyo pelo rojo brillante, como una llama, dejó una fuerte impresión.

Pero los ojos estaban en blanco y desenfocados y su boca estaba medio abierta. Fue el aura yin que poseía a Takiko lo que la movía ahora mismo, en vez de la propia Takiko.

Vete’. Un sonido bestial salió de la boca de la joven.

Una de las dos personas sonrió amargamente y se rascó la cabeza, mientras que la otra entrecerró los ojos.

“Jajaja. Parece que elegimos un mal día. ¿Deberíamos volver más tarde, Kurahashi?”

“…….Dairenji. Si no hacemos nada, a este ritmo se convertirá en una Tipo-Ogro”.

“Aah, no tienes que preocuparte por eso. Ella no es tan frágil. En cualquier caso, casi parece que podría aparecer una fase cinco. He probado muchas cosas en mi hija, pero no se puede comparar con la de verdad. Es una pena, pero esa chica no es buena”.

Diciendo eso, el hombre se puso una mano en el pecho y se inclinó respetuosamente hacia Takiko. Y con eso, se dio la vuelta y abandonó el santuario.

Pero el otro hombre no lo siguió. Quitándose los zapatos, se dirigió silenciosamente hacia el altar.

El hombre que se fue se dio la vuelta. “Oi, Kurahashi”, dijo. Pero el otro hombre no le hizo caso y se dirigió directamente hacia Takiko.

El aura dentro de Takiko se retorció y el aura a su alrededor se volvió inquieta. El aura reaccionó al hecho de que el hombre desobedeciera la orden y se acercara y sacara sus colmillos.

En ese momento,

‘Aplaudir’,

 El hombre juntó sus manos como si estuviera rezando.

¿Durante cuántos años Takiko no había sido capaz de olvidar su conmoción desde ese momento?

La palmada del hombre estaba llena de energía mágica. Esa energía mágica instantáneamente expulsó el aura yin dentro del altar y limpió el aura que poseía Takiko.

Era como si la hubieran rociado con una tremenda cantidad de agua fría sin previo aviso. Takiko estaba completamente sorprendida. Sus ojos se abrieron de par en par.

Solo había pasado un instante, pero un simple aplauso había purificado toda el aura. La habilidad de este hombre era asombrosa.

Los Takiko de entonces no habían sido capaces de entender el poder del Onmyoudou que el hombre le había mostrado casualmente. Los adultos que la rodeaban pudieron hacer cosas similares, si no con la experiencia de este hombre.

Pero la gente que la trataba como la princesa shamán del clan nunca le había mostrado esto.

Fue el primer acto claro de “resistencia” que ella experimentó desde su nacimiento. Una ‘voluntad’ mostrada por `alguien más’.

No era exagerado decir que la `adoración’ que este hombre le mostró a Takiko destruyó las leyes del mundo en el que había vivido con un solo aplauso.

El hombre que se había ido sonrió gratamente.

“Tómatelo con calma. Si la gente del pueblo viera algo asi, se armaría un gran alboroto”.

Como él esperaba, el hombre frente a él que no respondió a la línea está bromeando. Miró fijamente a Takiko, pensando, y luego se agachó y se sentó en seiza justo allí, mirando hacia ella.

Kurahashi. El hombre había sido llamado así. Era Kurahashi.

Takiko miró de cerca a Kurahashi, como si fuese la primera vez que veía a un ‘humano’. Y Kurahashi miró directamente a la cara de Takiko.

Su cara, severamente rígida como una estatua, “…Buenos ojos.”

…se aflojó un poco.

Y entonces Takiko se dio cuenta.

Ninguno de los adultos que habían estado a su alrededor hasta ahora había mirado a Takiko de esta manera. Sus rostros habían caído, y habían venido a atender a Takiko con el sombrero en la mano sin mirarla fijamente.

Pero Kurahashi no era así. Takiko podía ahora observar libremente el rostro de otro humano por primera vez.

“Encantado de conocerte, princesa de los Souma. Souma Takiko-kun. Mi nombre es Kurahashi Genji. El hombre detrás de mí se llama Dairenji Shidou. Vinimos aquí con la esperanza de caminar por el camino de Onmyoudou contigo.”

“…………”

Takiko escuchó la voz del sentado Kurahashi sin decir una palabra. Desde la entrada, dijo el otro hombre,

“Hey, Kurahashi. Esa chica aún tiene siete años”.

“Mi respeto no tiene relación con la edad. No es como si la estuviera criando.”

“….creí que tu chica tenía más o menos la misma edad que ella, pero esto es muy diferente a como eres en casa, ¿no?”

Aunque Dairenji dijo esto como si estuviera asombrado, Kurahashi no le respondió esta vez.

Siguió mirando a Takiko sin apartar su mirada ni una sola vez.

Takiko no podía entender lo que Kurahashi había dicho. Después de todo, Souma Takiko ni siquiera había sido capaz de recordar su propio nombre al instante.

Sólo otros tres nombres se las arreglaron para quedarse en su mente. Kurahashi Genji, que estaba justo delante de ella. El otro hombre, Dairenji Shidou.

Y también…

“…….¿Qué hay de Tsuchimikado Yakou?”

La pregunta de Takiko hizo que la expresión de Kurahashi se soltara de nuevo. La otra persona tras él – Dairenji – sonrió ante este inesperado acontecimiento. Hablando de quien, Dairenji también miró directamente a Takiko. Los dos eran adultos diferentes a los que Takiko conocía.

“Te lo diré.”

Anunció lentamente Kurahashi.

“Él es el que creó el destino de los tres. Él es el gran Onmyouji que una vez creó la edad de oro de la magia y que vive incluso ahora, en la era moderna”.

***

Espero que puedas transmitir el mensaje. Él’ le había dicho a ella.

Ella no había sido consciente de lo que “él” había dicho – “él” había hablado con ella muchas veces sobre cómo era eso para que ella no tuviera ningún recuerdo de ello. El movimiento de las estrellas se había alineado. Pero su conversación había sido más bien una transferencia primitiva de sentimientos, y parecía difícil de transformar en lenguaje. Así que parecía que era incapaz de recordar nada extraño.

Pero ‘él’ había vuelto a hablar.

Naturalmente, tendría que recordarlo esta vez. La conexión se había interrumpido antes, después de todo. Estaba perpleja. Fue muy duro para ella, que él le dijera de repente que hiciera algo que ella nunca había podido hacer. Pero ‘él’ había dicho ‘no te preocupes’ tan alegremente.

Los efectos de Taizan Fukun aún permanecen en este momento. Seguramente serás capaz de recordar.

¿De acuerdo?

Empezó a impacientarse más y más después de que “él” hablara tan despacio. Aunque él le dijera “no te preocupes”, ella no tenía ninguna confianza en sí misma. Además, su actitud relajada implícitamente lo hacía aún más importante, aunque `él’ no lo dijera expresamente.

Espere un momento. Eso no es posible. Pero él había seguido adelante, dejándola totalmente conmocionada.

La única manera en que podía reunirlo todo era transmitiéndole su alma. Los dioses estaban siempre presentes.

Esto era cierto para todos los mundos simultáneamente. Así que…

***

“… Así que… ¿eh? ¿Qué…?”

De repente se dio cuenta de que estaba murmurando en voz baja.

A medida que su conciencia resurgió abruptamente, sus pensamientos nublados se aclararon. Al mismo tiempo, algo que estaba en esas nubes se desvaneció como el humo.

Intentó agarrarlo, pero trágicamente el recuerdo se le escapó de las manos. Todo lo que quedaba era una pizca de humedad en la punta de los dedos [Todo metafórico, por supuesto] “…Nn.” Esa sensación de frío la inquietaba, y ella puso una mueca de dolor y se estremeció.

Entonces, Souma Akino abrió sus párpados.

……….¿Un sueño?

En su cabeza, que todavía estaba nublada al despertarse, había un vestigio del sueño que acababa de ver. Un sentimiento de nostalgia de un lugar u otro. El rastro de tristeza que surgió de ello hizo que le doliera el pecho.

En cualquier caso, la sensación fue momentánea. Akino inmediatamente enfocó su conciencia en la realidad que tenía ante ella.

…¿Huh? Este lugar es……..

Lo que Akino notó fue que estaba en un lugar que no reconocía. Una amplia habitación con tatami. Parecía haber estado durmiendo en la parte superior de un futón. Se levantó con sorpresa.

“Hola.” Prácticamente saltó.

La voz vino de la chica sentada en Seiza frente al escritorio en una esquina de la habitación.

Era una chica que conocía. Souma Takiko. Ese pelo rojo vivo era inconfundible.

….Claro. ¡Harutora-kun me estaba controlando!

Había sido por la tarde. Akino, que había escapado sola de su escondite, había sido tomada por la “full Moon” dentro de ella y se había conectado espiritualmente con el fugitivo Tsuchimikado Harutora. Harutora había usado magia a distancia. En medio de eso, Dairenji Suzuka había aparecido para llevar a Akino de vuelta, y luego ella -Souma Takiko- se había mostrado ante ambas.