Haken no Kouki Altina (NL)

Volumen 11

Prologo: El Cadáver de Regis d’Auric

El Mariscal de Campo Allen Deux Latreille de Belgaria tenía una banda de caballeros de escolta absolutamente leales.

Incluso cuando él asesinó al Emperador, ellos estaban a su lado.

Recibieron órdenes de asesinar a Regis d’Auric y agarraron sus espadas con fuerza.

El que transmitió esta orden fue el hombre de confianza del Príncipe, el estratega jefe Germain Laurentis de Beaumarchais.

Por supuesto, esta orden no podía ser conocida por muchas personas. Incluso tenían que evitar la atención de los soldados del interior del Primer Ejército.

Por lo tanto, sus números se limitaron a 30. Podrían ser pocos, pero cada uno de ellos era el más fuerte de las élites.

Obviamente, estaban exagerando por el asesinato de un estratega que ni siquiera podía empuñar una espada. Ese debería ser el caso.

La mayoría de los oficiales del Estado Mayor permanecían en tiendas de campaña cerca de la base central, no lejos de los aposentos de Latreille.

Pero Regis d’Auric se sintió distanciado del grupo y se quedó en una tienda un poco lejos de allí.

Grandes tiendas que podían acomodar a varios soldados estaban dispersas por aquí y allá.

Normalmente, los soldados ya estarían durmiendo. Sin embargo, estaban bebiendo de todo corazón por la gran victoria de hoy. Era peligroso encender un fuego cerca de sus tiendas, así que todos se dirigieron a la orilla del río y celebraron junto a la hoguera.

Aun así, debería haber guardias cerca de las tiendas… Uno de los caballeros murmuró suavemente.

“… ¿Qué está pasando? ¿No hay nadie aquí?”

“En efecto…”

Por lo general, esto sería un asunto trivial, pero para el grupo encargado de esta misión secreta, esto era muy alarmante.

Todos aceleraron su paso.

Como bestias acechando a su presa, se acercaron a la tienda del objetivo. Las antorchas en su mano izquierda iluminaron los alrededores.

Si su fuente de luz no fueran las antorchas parpadeantes, sino la brillante luz del sol, podrían notar las innumerables huellas alrededor de esta tienda.

Y ahora mismo, estas pisadas han sido cubiertas por este grupo de caballeros.

Esta tienda podría albergar a 6 personas y era lo suficientemente grande para un oficial administrativo de 3er grado, pero demasiado pequeña para un oficial de personal. Rodearon la tienda.

Fue asignada para el estratega Regis y esa funcionaria de asuntos generales. Las sirvientas que atendían sus necesidades se quedaban en otro lugar.

Los caballeros del frente se miraron como una señal. Y desenvainaron sus espadas en silencio.

– Matarían al objetivo primero. Luego, la oficial de asuntos generales femenina. Si las sirvientas estuvieran presentes, también las matarían. Finalmente, incendiarían la tienda.

Si bien sus logros no se exageraban al llamar al estratega el mesías del Imperio, era tan poderoso que se convirtió en una amenaza para su señor. No debían dejarlo vivir.

Los caballeros entraron a la tienda. “¡Sir Regis d’Auric! ¡Prepárate!”

Podrían ser asesinos, pero también eran caballeros. Por lo tanto, levantaron su voz. Estaba negro como el carbón en la tienda y las luces estaban apagadas.

Iluminaron la zona con sus antorchas.

Solo una de las dos camas improvisadas tenía una manta. Desde la forma abultada, alguien debería estar durmiendo allí.

¿Estaban los dos durmiendo en la misma cama?

– Tales cosas ocurren. El caballero levantó su espada. “Sir Estratega, estás despierto, ¿¡verdad!?”

Querían darle la buena voluntad de decir sus últimas palabras… Pero eso no era todo. La verdadera razón era esta tienda de oficial de personal. Si se dieran cuenta de que ‘tomaron al hombre equivocado’ después de apuñalar con sus espadas, sería un grave problema.

Sin reacción.

¿Estaba durmiendo profundamente después de experimentar esa intensa batalla? “¡Hey, levántalo!”

“¡S-sí Señor!”

Siguiendo sus órdenes, el caballero más bajo se acercó a la cama. Él avanzó abiertamente.

Pero en realidad estaba tenso, como si extendiera su brazo hacia una bestia.

Escucharon que el estratega tenía un manejo de la espada más débil que un niño. Durante las batallas, ni siquiera llevaba una espada, mucho menos una armadura. Esto debería ser más fácil que estrangular a un conejo.

Sin embargo, él era conocido por nombres escalofriantes como ‘Mago’ o ‘Monstruo’. El estratega que logró una cantidad de victorias milagrosas. Justo en la batalla ese mismo día, jugó con las fuerzas enemigas con sus comandos terroríficos y precisos.

Sería extraño encontrarlo indefenso.

El joven caballero sintió una pared invisible entre él y la cama.

— ¿Es esto una trampa? 

Su frente sudaba.

Podía sentir la presión de los caballeros detrás de él. No pudo obligarse a huir.

El joven caballero avanzó cautelosamente, agarró la manta con su mano temblorosa y la sacó.

Revelando un cadáver sangriento. “¡¡Uwaaaahhhhhh—-!!”

El caballero retrocedió con un arranque, luego se tropezó y cayó. El caballero mayor que dio la orden abrió los ojos de par en par. “¿¡Que pasó!?”

Salió presa del pánico.

El cadáver llevaba un uniforme verde oscuro. Como este era el uniforme usado por el Cuarto Ejército Imperial (antes el Regimiento Fronterizo Beilschmidt), era obvio que Regis d’Auric era el único que lo usaría en el Primer Ejército Imperial.

Este era indudablemente el objetivo.

Pero no había forma de confirmar su cara.  Porque la cabeza del cadáver había desaparecido.

Incluso los caballeros que habían experimentado innumerables batallas y visto muchos cadáveres sentían ganas de vomitar.

Los Escoltas de Caballeros comenzaron a entrar en pánico.

Vinieron a asesinarlo. En ese sentido, sus objetivos se habían completado sin que tuvieran que llevarlo a cabo. Eso no era un problema.

¿Pero quién hizo esto?

¿Quién le cortó la cabeza?

¿Este cadáver era realmente el objetivo?

Los guardias alrededor de la tienda faltaban, pero debería haber al menos dos o tres capas de seguridad que separaran este lugar del exterior.

Si no se encontró a nadie, ¿significa que fue obra de alguien adentro? “¿¡Qué hay de esa mujer!?”

“¡Ah!”

Ella era Fanrine Veronica de Tiraso Laverde.

Si ese fuera el caso, sus motivos no serían claros. Ella parecía haber sido despachada por el Ministerio de Asuntos Militares para vigilar al estratega y su Casa estaba alineada con la Cuarta Princesa. Ella tenía razones para proteger al estratega, pero no tenía motivos para matarlo.

No había signos de ella, ¿lo hizo esa mujer? “– ¿¡Uwah!?”

Uno de los caballeros que buscaban en la tienda gritó. “¿¡Qué pasa!?”

“¡M-miren esto!”

Empujó el tanque de agua.

Había un cadáver sin cabeza dentro. No solo eso, no tenía brazos y el torso estaba cubierto de heridas, se distorsionó hasta dejarlo irreconocible. A pesar de estar cubierto de sangre, el vestido que llevaba parecía ser de alta calidad.

Probablemente pertenecía a la Oficial de Asuntos Generales.

¿Era este un cadáver que se odiaba?

— ¿Esto fue hecho por alguien que tiene un gran rencor?

¿O tal vez alguien más ordenó este asesinato? ¿Y la cabeza fue retirada como prueba de haber logrado el trabajo?

Llegaron demasiado tarde… Ese es el hecho. Ser revuelto sobre eso solo profundizaría su vergüenza.

“Mantente en guardia aquí. Informaré de esto al Jefe Estratega Beaumarchais”.

“¿Qué hay de simplemente quemar la tienda de esta manera?”

“¿Qué?”

“Incluso si no sabemos quién hizo esto, el resultado final es el mismo. Solo necesitamos quemar todo”.

“Bueno… aunque no hará ninguna diferencia…”

“El objetivo principal de asesinar al estratega está completo… No podemos permitir que los malos rumores se extiendan entre los rangos”.

De hecho, si el grupo de caballeros rodeaba esta tienda mientras buscaba el consejo del estratega jefe, era claro lo que pensarían los soldados.

Otro hombre alzó la voz también.

“¡Está bien informar después de encender el fuego!” Los otros caballeros asintieron con la cabeza.

Un curso de acción apropiado. “… Es verdad.”

Después de presionar la antorcha sobre la mesa donde estaban las velas, se incendió inmediatamente.

Ellos luego incendiaron la cama donde estaba el cadáver. Todo esto se quemaría en un instante.

Los Caballeros Escoltas miraron el cuerpo en la cama.

“… Es un final demasiado horrible para el estratega que salvó al Imperio”.

***

Antes del amanecer–

Dentro de la tenue carpa, Germaine susurró. “Informan que el plan fue un éxito”.

Latreille exhaló. “Es así…”

“Como se esperaba, ¿todavía sientes que es una pena?”

“… ¿Lo siento? Tal vez sea más apropiado decir que me siento aliviado de haber enterrado a mi enemigo más fuerte. Pero siento la sensación de pérdida. ¿Es por perder un oponente digno, o lamentar la pérdida de tal talento?”

“Ya veo.”

“Pero, hay una cosa de la que estoy seguro– El estratega en quien puedo confiar eres tú”.

Germain se congeló por un momento. “… Erm… ¿Parece que estoy celoso?”

“Puedo sentir que estás inquieto, porque la expresión de tus ojos cambió… O más bien, puedo sentir que estás revelando tus pensamientos intangibles”.

“En verdad…”

Latreille apretó el puño.

“No te preocupes. No soy tan tonto como para dudar de en quién debería confiar”.

“S-sí mi señor… mis disculpas”.

Germaine extendió un trozo de pergamino en blanco.

“Príncipe Latreille, ¿deberíamos notificar al Cuarto Ejército sobre esto?”

“… Sí… tenemos que hacerlo”.

Por un momento pensó en decir ‘Te dejaré esto’, pero Latreille decidió hacerlo por sí mismo. Debido a que esta era una manera problemática, no quería presionar a su subordinado.

“… Debido a circunstancias que escapan a mi control, Regis d’Auric, oficial de administración de tercer grado, murió en acción en el campo de batalla. Estoy increíblemente triste por su pérdida”.

“Lo he anotado. Enviaré un mensajero al Cuarto Ejército con prisa… ¿Y qué hay de los restos y sus cosas personales? Aunque han sido quemadas más o menos…”

“Simplemente trátalo como siempre”.

“Entendido. Ah, sí, tendremos que enviar esto a su pariente más cercano”.

“¿Tiene una esposa o hijos?”

“Parece tener una hermana que se casó en la ciudad de Rouen. Eso parece ser todo. Sin embargo, no sé si tiene una chica de lado”.

“Hmm…”

“Con todo lo que él había logrado, no sería extraño para él tener una novia… Sin embargo, nuestros espías no nos enviaron tal información. Parece que principalmente se queda adentro para trabajar en sus días libres, o simplemente lee libros”.

“Basta, solo envíalo a su hermana”.

No quería enterarse de la vida cotidiana del hombre que ya había sido asesinado. Germaine bajó la cabeza.

“Sí mi Príncipe”. (Sonó tan homosexual xd)

— Leería libros cada vez que tuviera tiempo eh. 

¿Era este el motivo de su talento excepcional?

“Simplemente murió sin tácticas contrarias eh… Se siente inquietante. No estoy cuestionando la lealtad de mis Caballeros Escoltas, pero ese estratega siempre pensaría en estrategias que excedieran nuestra imaginación”.

“Eso es cierto– Emitiremos una orden para asegurar los perímetros del campamento y enviar a un grupo de búsqueda al bosque. Diles que tengan cuidado con la gente que abandona el campamento”.

“Sí… Pero no podemos usar la razón de que estamos buscando al estratega ¿no?”

“Usa la razón de que los cautivos de High Britannia escaparon. Sospechamos que tuvieron ayuda desde el interior, por lo que a nadie se le permite abandonar el campamento. Solo den esta orden”.

“Eso debería estar bien. Bien hecho.”

“Muchas gracias. Transmitiré las órdenes de inmediato”. Germaine saludó y salió de la tienda.

Latreille se reclinó en su silla solo y miró hacia el cielo.

“Está muerto eh… ¿Si hubiera hecho las cosas mejor, tal vez las cosas hubieran sido diferentes? Una vez más, yo… perdí a alguien que tanto deseaba”.

Abrió un cajón y sacó una pequeña tabla de madera. Era una pintura.

Pero era más pequeña que las pinturas normales, solo del tamaño de una palma. En el lienzo estaba — una mujer con cabello negro atado por una banda de pelo con motivos florales. Llevaba un delantal ancho, y sostenía una paleta de colores y un pincel en la mano.

Latreille suspiró.

“Beatrice… no te dejaré esperar demasiado…”