Haken no Kouki Altina (NL)

Volumen 11

Capitulo 3: Regis y Bastian

Parte 3

Pero se sintió aún más avergonzado ya que llevaba un vestido, por lo que se lo puso de nuevo.

Bastian abrió mucho los ojos. “¿¡Ehhh!?”

“¿Algo más parece extraño?”

“Ya es extraño que un hombre use ropa de mujer”.

“Ajaja… eso es…”

“Hmmm, ¿nos hemos visto antes?”

“¿Huh?”

Fue el turno de Regis para mirar a la otra parte. Pupilas carmesí y cabello castaño.

“Eres el tercer príncipe de Belgaria, Heinrich Trois Bastian de Belgaria ¿correcto…?” Él mismo lo dijo durante la pelea en el bar, así que probablemente sea así.

“¡Sí, pero ese no es el problema! ¡Dentro de la biblioteca del palacio! Ah, tal vez puedas recordarlo de esta manera”.

Bastian se puso sus gafas de sol. “¿Hmm?”

“¿Realmente no te acuerdas? ¡Dijiste que si escribía una obra maestra increíble en el futuro, la leerías!

“… Ah… ¿Podría ser, eres ese niño que pidió prestada la ‘Espada de Lluvia Congelada y las Nueve Alas’? Me sorprendió cuando escapaste sin pasar por los procedimientos de préstamo, pero aun así dije que no vi nada cuando entró el Ministro de Ceremonia”.

“No te preocupes, devolví ese libro a la biblioteca correctamente. Lo leí hasta la última página”.

“Eso es genial. Entonces… El chico que conocí entonces fue el tercer Príncipe… Qué sorpresa.”

Regis miró a Bastian con nostalgia.

Pero la otra parte tenía una expresión desconcertada. “Eres realmente un hombre extraño”.

“¿Ehh? Bueno, otros me dicen eso a menudo…”

“La gente normal sería educada y reservada ante la realeza. Bueno, no soy bueno para manejar una atmósfera solemne, así que mantente de esta manera. Eso es incluso mejor”.

“Tienes razón… hablé mucho con otros miembros de la realeza y me dejé llevar… Mis disculpas”.

“Ya es suficiente, ya dije que no soy bueno con la atmósfera solemne ¿verdad? Tengo curiosidad. Por cierto, eres el estratega de Argentina y Latreille, y estás acostumbrado a interactuar con la realeza ¿cierto?”

“Es cierto, mi actitud podría ser diferente si no fuera el estratega de Su Alteza”.

“Jaja… Deja lo molesto al palacio. Por favor llámame Bastian. ¡Regis es el maestro después de todo!”

“¿¡M-maestro!?”

“Me enseñaste sobre libros. Después de eso, leí muchos de ellos… incluso me dedico a escribir”.

“¡Ohh, eso es maravilloso!”

“No he escrito nada satisfactorio aún… Es difícil encontrar un buen protagonista”.

“Ya veo, eso es muy importante. Las tendencias populares recientemente–”

“Ejem.”

Mientras se calentaban durante la discusión de su historia, Elise intervino:

“Bastian, hablemos de esto más tarde. Tenemos asuntos más importantes para discutir en este momento”.

“Ara, cierto”.

“Jaja… no me di cuenta…”

Con una tos, terminaron su conversación antes de comenzar su historia. Bastian le pidió a Regis que confirmara:

“¿Mencionaste que Latreille está detrás de tu vida?”

“Podría haberlo enojado al rechazar su pedido de ser su estratega”.

“Hermano sigue siendo el mismo eh”.

“… ¿Hubo incidentes similares?”

A medida que avanzaba la conversación, Bastian divulgó su información libremente. Esto fue como hacer negocios sin indicar ninguna solicitud.

Él debe ser un hombre rico. Realmente no parecía querer cosas de los demás. “Latreille… Mató a su propio padre…”

“Este rumor ya se está extendiendo en la corte”.

“Regis lo sabía también. Pero no hay ninguna prueba. Justo como ese tiempo con mi hermano Auguste. Al final, nada salió a la luz debido a los grandes nobles que lo respaldan”.

“Bueno… ¿quién sabe?”

“¿Eh?”

“Es cierto que la autoridad puede ocultar la verdad. Pero tenemos que decirle al Príncipe Latreille que una nueva era está sobre nosotros”.

“Oh.”

Bastian estaba estupefacto. Fufufu… Bourgine se rió.

“Qué palabras atrevidas para decir sobre el Príncipe Heredero que será coronado en tres días. Esto no es una jactancia vacía en un bar, ¿lo piensas en serio?”

“Puede que solo sean palabras atrevidas… Pero para hacerlo realidad, espero que todos puedan ayudarme”.

“Si coincide con nuestros ideales”.

Bourgine asintió.

Elise incluso preparó la cena. Ella colocó los sándwiches en la mesa. “¿Que planeas hacer? Ah, por favor, ten uno”.

Pensando en eso ahora, Regis ni siquiera había tomado la cena. “Gracias, voy a comer ahora”.

“No se puede evitar ¿¡eh!? ¡Voy a comer uno entonces!” Bastian tomó el sándwich.

Muu, Elise frunció el ceño:

“No está tan mal ¿de acuerdo?”

Ellos son realmente muy cercanos– Regis comenzó a comer el sándwich con una sonrisa irónica.

Si él fuera a expresar sus pensamientos sin filtrarse.

— ¿Esto está podrido?

Lo que más se parecía a esta cosa maloliente sería la basura húmeda. Las verduras podridas, y esta textura tan áspera como la arena, ¿era esa carne?

“… Uwah”.

Regis quiso escupirlo por reflejo, pero logró retenerlo. Bastian terminó su sándwich de una vez.

“El truco es no respirar ni masticar demasiado”. No te sobre esfuerces ¿bien? Esto debe ser difícil de aceptar para un noble”.

“No, no, soy un plebeyo. Aunque me dieron un título de chevalier recientemente”.

“Ah bien. Cuando te conocí en la biblioteca, llevabas el uniforme militar para los plebeyos”.

“Sí— sí…”

Regis bebió el café para lavar el hedor persistente en su boca.

“Madame Bourgine es una famosa liberal. Si eres su alumno, ¿entonces el príncipe Bastian también es liberal?”

“¿Crees que eso también es extraño?”

“No, la princesa a la que sirvo también está en contra del sistema actual, pero aun así, no piensa en abolir el sistema aristocrático”.

“¿Por qué crees que sería mejor mantener a la aristocracia?”

“Los ciudadanos no son capaces de discutir la política todavía. Sin la actual aristocracia, el poder político caerá en manos de la gente, luego estafadores con la simpleza para incitar a las masas se convertirán en dictadores”.

Claude levantó su mano.

“Perdón por interrumpir… Qué quieres decir con la simpleza para incitar a las masas… ¿Puedes dar un ejemplo?”

“… En pocas palabras, les das a las masas un enemigo fácil de entender. Y la verdad no importa. Por ejemplo, pronunciando discursos sobre la realeza despreciando a los ciudadanos, difundiendo noticias tan ficticias”.

“¿No serían refutadas las mentiras?”

“Su plan es correr después de decir su pieza. Porque es difícil probar cosas tan infundadas. Y las mentiras en tal nivel serían suficientes para engañar a la multitud. Además, las masas quieren un enemigo. La gente es engañada porque quiere ser engañada”. (Es engañada porque es estúpida…)

“… Ya veo.”

“Por ejemplo, decir que un país vecino actuó de manera inapropiada… Eso sería suficiente. Todo vale. Solo dale a las masas un enemigo, y diles que quieres reunir el poder de todos para luchar contra el enemigo, si dices eso… gradualmente ganarás más seguidores. Y ahora, las masas podrían ser incitadas así de simple. Por eso no podemos dejarles la política”.

“Jaja… Si Sir Regis hubiera nacido en High Britannia, la historia podría haber sido diferente. Los ciudadanos en esa nación tienen derechos”.

“Y ellos se vieron envueltos en una guerra invasiva imprudente. El grupo incitado a menudo se moverá torpemente hacia acciones agresivas. Solo les espera un destino trágico”.

“Si hubieran derrotado al Imperio de Belgaria, su evaluación sería… No, detengámonos aquí. Perdón por entrometerme”.

Claude se encogió de hombros. Regis bebió su segunda taza de café.

“No… En cualquier caso, creo que todavía es demasiado pronto para abolir la aristocracia”.

“¿Así que quieres hacerlo en el futuro?”

“Para lograr mis ideales de pacifismo, es necesario que los ciudadanos tengan derechos después de todo”.

Bastian asintió.

“Tuve un amigo. Estudió con Professeur Bourgine– y quería llevar la libertad al Imperio de Belgaria. Lo haré realidad algún día… su objetivo… en el futuro”.

“Sí.”

“Las personas que nacen en familias aristocráticas pueden vivir vidas extravagantes, mientras que aquellos que nacen plebeyos serán oprimidos toda su vida. ¿No es injusto?”

“Este es un problema de libertad al elegir la propia carrera. Y también, el problema de la carga tributaria y los derechos individuales”.

Bourgine asintió en silencio. Al igual que un profesor que mira a sus alumnos intercambiar sus puntos de vista, ella no participó en esta discusión.

Bastian dijo irritantemente:

“Pero… Latreille dijo que es natural que sea injusto”. Regis se sorprendió momentáneamente.

“¿Hablaste con el Príncipe Latreille sobre el liberalismo?”

“Ahh, estaba pensando en cargar en línea recta– pero fui quebrado”.

“¿Que dijo él?”

“Los aristócratas aprenden desde pequeños cómo manejar a las personas, a la tierra y a las tropas. Para los plebeyos, solo lo más excepcional de la excepción podría hacer eso”.

“No todos tienen las mismas oportunidades de educación”.

“Eso es verdad… Es imposible para todos los ciudadanos del Imperio recibir el estándar de educación de los nobles. ¡Yo mismo investigué, no se puede hacer!”

Bastian quien se emocionó se puso triste. Bourgine complementó el hecho en un tono tranquilo desde la banca:

“Trabajé como profesora en el pasado, y solo los niños de familias adineradas podían pagar la escuela”.

En el Imperio de Belgaria durante esta época, no había escuelas públicas.

Las escuelas financiadas por plebeyos y aristócratas ricos requieren una gran cantidad de aranceles escolares.

Y las escuelas creadas por la iglesia, donde las clases se llevan a cabo después de las oraciones, no cobraban ninguna tarifa, sino que solo tenían una sesión por semana.

Los grandes nobles contratarían tutores para educar en el hogar a sus hijos. Y, por supuesto, las tarifas involucradas serían en otro nivel.

Por cierto, aparte de los hijos de los nobles, el maestro es una vocación que muchas personas desean tomar, y las maestras plebeyas eran raras en este campo.

Regis asintió.

“El Príncipe Latreille tiene razón. Al brindar educación especial a los nobles, podemos nutrir a personas talentosas. El Imperio de Belgaria se hizo fuerte gracias a tal sistema”.

“¿Crees que hermano está en lo correcto?”

“Bueno, fue cierto en el pasado. Pero los tiempos han cambiado”.

“¿Ehh?”

Bastian inclinó la cabeza.

Regis recogió los libros amontonados en el suelo.

“Son libros. Ellos pueden cambiar el mundo. Es imposible que todos los plebeyos empleen maestros orientadores, lograr que todos asistan a la escuela también es difícil. Pero enseñarles a leer y escribir todavía es posible. Después de eso, pueden aprender por sí mismos leyendo libros. Los libros pueden ser caros, pero su precio caerá con la llegada de la tecnología. Un día, incluso los niños podrán comprar libros”.

Bastian miró fijamente los libros. “Esta cosa eh…”

“Su Alteza también brilló con más conocimiento leyendo libros ¿verdad? Los libros pueden cambiar a las personas y cambiar el mundo, así es como me siento”.

“¿Alguien puede llegar a ser como tú?”

“Ah, no… Si todos se vuelven como yo, la existencia de este país estará en peligro. Pero como plebeyo, tuve que trabajar duro para leer libros… Pero si alguien ajusta su presupuesto, no será imposible”.

“No sé si ese estilo de vida es algo bueno… Pero si los libros se vuelven más baratos, habrá más personas que los lean, ¿entonces podremos cambiar la nación?”

“Creo que el país definitivamente cambiará”.

“… Así es… si hay libros, sus sueños… se harán realidad”.

Los ojos de Bastian se humedecieron, y se frotó la esquina de los ojos con la mano. Regis se dio cuenta de algo de sus acciones, pero no lo mencionó.

Bourgine murmuró:

“Yo… creo que los libros también pueden cambiar el mundo. Las personas que sigan ciegamente a los aristócratas lucharían por la libertad y la igualdad después de leer libros e intercambiar opiniones… Entonces habría más liberales”.

“Así es.”

“Pero al final, los discursos fueron suprimidos”.

“Casi morimos en este momento”.

Luego le preguntó a Regis directamente:

“Regis d’Auric… Tú eres un estratega sobresaliente, bien versado en política, economía, ciencia y buen sentido de la ética. Por favor dime tus puntos de vista–

¿qué se necesita hacer para cambiar esta nación?” Sus palabras estaban atrapadas en su garganta.

Él sabía la respuesta.

Pero, ¿cómo podría decirlo en voz alta?

“……”

Claude se inclinó hacia adelante.

“Bueno, ¿qué tal esto? Regis planea asestar un gran golpe a Latreille o declarar la guerra contra él ¿no? Es por eso que necesitas la ayuda del Príncipe Bastian. Y a cambio de su ayuda, lo que puedes hacer es responder la pregunta de Professeur Bourgine. ¿Es lo que dices?”

Como se esperaba de una propuesta de un periodista. Su sustento implica tratar con información después de todo.

Bastian se encogió de hombros.

“Solo te ayudaré si creo que es lo correcto”.

“Realmente no puedo juzgar si implicar algo en juego durante un intercambio de puntos de vista es algo bueno o malo…”

Regis suspiró.

Su habilidad para establecer tal atmósfera era un testimonio de cuán buena era la habilidad oral de Claude. En lugar de un periodista, ¿podría ser más adecuado para ser diplomático?

Te ayudaré incondicionalmente– Incluso si la otra parte lo dice, Regis no pudo guardar sus pensamientos para sí mismo.

Regis arregló las palabras en su mente.

“… Dado que los libros pueden cambiar este mundo, pueden cambiar esta nación, por supuesto. Sin embargo, incluso si los ciudadanos están profundamente informados, no será suficiente cambiar el sistema. Simplemente serían oprimidos… Soy un pacifista y detesto la guerra. No quiero ver morir a nadie… Entonces, aunque no quiero decir esto… Pero para cambiar este país, lo que los ciudadanos deben hacer… es una rebelión armada”.

Rebelión armada.

Lo que significa que los ciudadanos tenían que recoger armas y atacar a la Administración. (Tal como cuando se creó la URSS, masacraron a toda la realeza…)

Bourgine frunció el ceño.

“Tal movimiento sucedió en muchas otras ciudades. Y luego, el ejército vino y muchos murieron… Este país aun así no cambió”.

“Bueno, incluso si los ciudadanos recogen arcos y lanzas, no pueden derrotar a los caballeros. Sin embargo, cien de ellos podrían ganar contra un caballero”.

Bastian señaló con su dedo índice derecho. “¿Qué pasa con los rifles?”

“… De eso es de lo que quiero hablar”. Regis suspiró:

“No quiero que esto suceda de verdad… Es por eso que espero que Su Alteza  pueda convertirse en Emperatriz, y mejorar las relaciones con las naciones vecinas pacíficamente. Y luego reducir la desigualdad entre aristócratas y plebeyos en etapas… Espero lograr una revolución sin derramamiento de sangre. Pero hay otra manera que es viable: aumentar la sabiduría de la gente con libros, luego usar rifles para iniciar una rebelión armada…”

“¿Y abolir la aristocracia?”

“Si pides eso, los nobles se resistirán con toda su fuerza. Para ganar una guerra, no es aconsejable dejar que el oponente pelee con todas sus fuerzas. Por ejemplo, sería realista proponer la formación de un senado para que los representantes del pueblo puedan participar en la política”.

“¿Y eso sería suficiente?”

“Si ellos pueden participar en política, pueden construir escuelas para educar aún más a los plebeyos. Y habría más comandantes militares que sean plebeyos.

Después de que los plebeyos obtengan más influencia y derechos, habrían nobles querrían ayudar. El Senado sería como un agujero en el fondo de la nave aristocrática”.

Claude se levantó de su silla. “¿No es una buena idea?”

“No seas tonto… Al igual que la forma en que las tropas de High Britannia con fusiles perdieron ante la caballería Belgariana, al final, no es tan simple”.

“¿No es porque el estratega Regis d’Auric los estaba guiando?”

“Los puntos débiles de los rifles se encuentran en su suministro. Si no hay municiones, los rifles no pueden dispararse. Y ahora mismo, el Imperio no tiene las instalaciones para producir balas para los nuevos rifles. Incluso si se pueden producir, será difícil para ellos caer en manos de los ciudadanos”.

“¿No se puede hacer?”

“El Mariscal de Campo dio sus órdenes para que los herreros de la ciudad de Rouen lo investigaran… Pero probablemente llevará algo de tiempo”.

“Los herreros eh”. Hmm, Claude asintió.

Bueno entonces– se puso en cuclillas ante Regis.

“El hombre llamado Regis d’Auric… Debe haber más que solo esto”.

“¿Qué estás tratando de decir?”

“Los libros pueden cambiar las opiniones de los ciudadanos. Los rifles y las municiones pueden aumentar enormemente el índice de éxito de una rebelión armada. Pero otras personas pueden entender esto también. Es por eso que los rifles y las balas no caerán tan fácilmente en manos de los plebeyos, y los aristócratas no abrirán las escuelas por el bien de los plebeyos. ¿Eso es todo? Debes haber pensado más que eso”.

“Como dije, mi objetivo es que la Princesa se convierta en Emperatriz”.

“No, eso no. Debería tener un plan más práctico para hacer que una revolución armada sea un éxito. Es por eso que has dudado en este momento”.

“… Sir Claude, ¿lo sabe?”

“Estoy preguntando porque no sé. Sólo soy un reportero que captó el olor de que la otra parte está ocultando algo”.

“… Hah… ¿Puedes prometer mantenerlo fuera de los registros? Esto es solo algo compartido entre Madame Bourgine, Bastian y algunos de nosotros en esta sala. Si se lleva a cabo, conducirá a un derramamiento de sangre masivo”.

Bastian y Elise asintieron. Bourgine dijo:

“Sin embargo, no estoy a favor de una rebelión armada”.

“No se puede evitar. No lo anotaré, es una pena”.

Claude colocó su mano sobre su pecho. Este gesto significaba que estaba jurando por dios.

Regis asintió.

“Por lo que escuché, el Príncipe Latreille planea atacar a todas las naciones vecinas en los próximos dos años. Una gran cantidad de rifles estarían preparados para entonces. En ese caso, muchos plebeyos serán contratados para fabricar rifles y municiones. Dado que la artillería tiene menos prestigio que la caballería, los fusileros serían en su mayoría plebeyos”.

“¿Hmm? Hey… eso significa…”

“Sí… la producción y el uso de rifles serán confiados a los plebeyos. Y si los miembros centrales de la rebelión armada se infiltran dentro…”

“Ci-ciertamente. Si podemos producir rifles, entrenar con ellos y aumentar el número de nuestros camaradas…”

Regis negó con la cabeza.

“Sin embargo, la gente aun así morirá. Y los plebeyos que se alzan en una rebelión armada son diferentes de un ejército disciplinado. Participarán en violencia innecesaria fácilmente. No podemos permitir que suceda tal tragedia”.

Claude regresó a su asiento y se reclinó en su silla.

“… Gracias. Lo usaré como referencia. Como prometí, no lo grabaré. Como mucho, lo usaré en futuros estudios de temas”.

“Bien.”

“Bueno, tampoco creo que los aristócratas se abstengan de la violencia innecesaria”.

“… Eso podría ser así”. Bourgine asintió.

“Es cierto que hay una gran posibilidad de éxito si seguimos tu plan. Pero subyugar a otros a través de la fuerza será lo mismo que los nobles. Sin embargo, no creo que esto mejore la nación”.

Bastian asintió con la cabeza.

“¡Así es! Bueno, creo que debemos pelear si es necesario, pero también deberíamos considerar otras formas. Los ciudadanos que combaten a los caballeros con rifles solo deberían seguir siendo una escena en las historias”.

“– Bueno entonces, la próxima sería una estrategia más indirecta y pacífica en la que pensé. ¿Quieren escuchar?”

Todos asintieron.