Haken no Kouki Altina (NL)

Volumen 11

Capitulo 3: Regis y Bastian

Parte 1

Con la presentación de Claude, Regis tuvo la oportunidad de conocer al hombre con fuertes conexiones dentro de la corte.

En la franja exterior de la capital, había muchas filas de residencias civiles. Después de entrar en un callejón y girar a la izquierda y a la derecha, llegaron a un bar.

Era un edificio construido con ladrillos rojos, varias veces más grande que las casas normales.

El sol se estaba poniendo y era casi la hora de cenar.

Los edificios a su alrededor habían cerrado sus ventanas, y los peatones en las calles se estaban volviendo escasos. Solo esta tienda tenía sus ventanas abiertas, y la luz de su lámpara de gas se filtraba.

Sobre la entrada de la tienda estaba el letrero ‘Provence’. Esta vez, Regis, Franziska y Claude llegaron aquí en grupo.

Esta era la base de los liberales, gente que detestaba a los nobles. Traer a la hija de un duque aquí podría provocar todo tipo de problemas. No tenía nada que ver con la forma en que Fanrine trata a los plebeyos. Después de todo, no todos pueden llegar a un entendimiento a través del diálogo.

Por lo tanto, ella regresó al campamento de Renard Pendu primero. Necesitaba informarle a Jessica que Regis y Franziska podrían regresar más tarde de lo esperado.

Como era peligroso, Regis quería que Franziska también regresara, pero todavía tenía el deber de ser una escolta y vigilar a Regis. “Podría ser peligroso”, tal razón no sería suficiente para hacerla regresar.

Al final, Regis (en su atuendo femenino) fue seguido por Franziska y Claude, y los tres se sentaron en un sofá.

Había una mesa redonda detrás de una cortina, con dos sofás de dos plazas uno frente al otro.

Como había barriles, baldosas y troncos apilados a su alrededor, daba una atmósfera de desorden.

Claude encendió su humo. Vertió tabaco en una pipa y luego lo encendió con el fuego de la vela. El humo se extendió lentamente.

En esta era, el tabaco era un artículo de lujo. Otras drogas eran más baratas que eso.

“Mi dolor de cabeza no desaparecerá si no tomo un soplido”.

“Hah…”

“Envié un mensajero por la tarde… Pero no sé si hizo contacto con éxito. ¿Tal vez no podamos ver a esta persona hoy?”

“Esperaré. Ya he molestado a la gente de la editorial, lo único que puedo hacer es esperar aquí. La fecha límite será en tres días”.

Uwah ~ Franziska le tendió la espalda. “Tan adormecida…”

“Está bien que regreses…”

“Si no traigo a Regina conmigo, Hermana me dará una reprimenda”.

“Voy a volver. Porque los necesito a todos ustedes también”.

“Como te dije, considera el número de mercenarios a la mitad… porque todavía no confío en ti, ¿entiendes?”

“Ya veo. No se puede hacer nada entonces”. El otro lado de la cortina se volvió ruidoso. Poco tiempo después, apareció una mujer.

Ella tenía un bastón en la mano. Un chal estaba cubierto sobre su blusa azul oscura, y un vestido largo cubría sus pies.

Parecía más vieja que Regis, pero más joven que Claude.

Sus piernas parecían débiles ya que sus pasos eran tambaleantes. Su cabello castaño caía sobre su pecho.

“Ha pasado un tiempo, Claude”.

“¡Usted, parece muy alegre, Professeur!”

— Así que esta es Madame Morgane Bourgine, pensó Regis.

Ella tenía solo treinta años de edad, pero parecía realmente digna.

“Desde que llegó ese chico, he podido comer con facilidad. Pero la cocina de High Britannia de la otra chica todavía falla”.

“¿No son los platos de High Britannia simplemente pescado frito y patatas fritas?”

“Hay más que eso. Pero como no son comestibles, le estoy enseñando platos Belgarianos por ahora”.

“¡Jajaja!”

“Bueno, entonces… ¿Está aquí la persona que quieres presentarme?”

“Ahh, al que tenemos que molestar es en realidad al estudiante del Professeur… Tiene estrechos vínculos con la corte. Sin embargo, creo que a Professeur también le interesaría conocer a esta persona– este es el estratega Regis d’Auric. A pesar de que él está vestido así.”

“Encantada de conocerte.”

Regis se puso de pie y asintió cortésmente. Bourgine asintió en respuesta.

“Oh… aunque tu afición me sorprendió”.

“¡N-no es eso!”

“Fufu, es broma. Debe haber alguna razón detrás de esto ¿cierto? Hay muchas personas que frecuentan este lugar, así que esto sucede con frecuencia. Ya le pedí a ese chico que viniera, él debería estar aquí pronto. Solo habla con él sobre la corte lentamente”.

“Muchas gracias.”

“Es una oportunidad única de conocerte, así que ¿puedo hablar un poco contigo?”

“Por supuesto.”

Claude ayudó a Bourgine a sentarse en el sofá.

Incluso cuando estaba sentada, su espalda era muy recta.

“Aunque eres un plebeyo, tienes conexiones profundas con el Príncipe Latreille y la Princesa Argentina, ¿no es raro?”

“Ahh, hablando de eso…”

Por cierto, Regis también jugó Ajedrez y Rummy con la Quinta Princesa Felicia.

Estaba acostumbrado, así que no lo pensó mucho. Pero ahora que ella lo mencionó, se dio cuenta de que nadie a su alrededor tenía una experiencia similar.

Regis fue el único que había actuado en calidad de oficial de estado mayor tanto en el campamento de Altina como en el de Latreille.

“Te pregunto porque tienes esa experiencia… ¿Cómo se vería el país por el que luchan?”

“… Al igual que el discurso del Príncipe Latreille a las masas, su objetivo es subyugar a las naciones circundantes y hacer que el Imperio vuelva a ser grandioso. Si se convierte en Emperador, los países vecinos con los que estamos familiarizados se convertirán en territorio imperial”.

“Él es un hegemónico después de todo. ¿Crees que puede lograrlo? “Escuché sus planes en detalle”.

“Desde la perspectiva de un estratega, ¿crees que se puede hacer?”

“Solo soy un oficial administrativo normal. Dejando eso de lado… Si los comandantes imperiales son tan competentes como el Mariscal de Campo Latreille, eso sería posible”.

“¿Estás diciendo que el Imperio es fuerte, pero le falta el personal talentoso?”

“Es lamentable”.

Lo que de hecho les faltaba no era talento, pero Regis no investigó más. Bourgine continuó:

“Bueno, entonces, ¿cuál es el ideal de la Princesa Argentina? Debido a que su madre es una plebeya, se dice en la calle que ella lleva un estilo de vida simple. Y obtuvo el apoyo de muchos plebeyos por eso, pero ¿es la verdad?”

“… Su vida no es tan extravagante. Ella no está viviendo exactamente como un plebeyo, pero no derrocha en fiestas innecesarias. Ella no detuvo la compra de piezas de arte y vestidos, pero está lejos de ser un desperdicio. Bueno, el Príncipe Latreille es ahorrativo también. Los dos no son tontos. Y la aspiración de la Princesa Argentina es…”

Bourgine escuchó en silencio.

Claude podría parecer indiferente, pero sus ojos tenían un brillo de seriedad. Franziska parecía que iba a quedarse dormida.

Regis abrió la boca:

“– El objetivo de la Princesa es la paz mundial”. Bourgine inclinó la cabeza.

“¿Esa es su postura en público? ¿O estás hablando en serio?”

“No tiene sentido regurgitar una historia destinada al público. La princesa realmente está apuntando a la paz mundial. No solo soñando o esperando, sino avanzando con ese objetivo en mente. Es lo mismo para mí también”.

Claude abrió los ojos de par en par. Bourgine bajó la cabeza.

“… ¿Y la paz mundial significa…?”

“Pacifismo. Vivir en armonía con los países vecinos y ayudar a cualquier país que sea invadido, y brindar ayuda si una de las naciones sufre un desastre natural”.

“Eso podría ser plausible… ¿Pero es eso lo que realmente piensa la Princesa?”

“Al menos estamos haciendo eso. No robaríamos a otros de sus posesiones, y Madame Bourgine tampoco es alguien que se apoderaría de la tierra de otros”.

“Sí… es cierto que siguiendo mi sentido de la moralidad, las personas que pierden el territorio de los vecinos son tan deplorables como los bandidos”.

“Correcto, el poder militar es necesario, pero usarlo para conquistar la tierra de otros me parece bárbaro. Sería criticado por otros, y haría difícil ganar confianza y amistades”.

“¿No es solo un ideal?”

“Correcto, es solo ideología. Pero si esta teoría no se sostiene, la humanidad probablemente se habría extinguido hace mucho tiempo”.

“Oh, así es como piensas”.

“Hasta ahora, las guerras se libran principalmente con flechas y lanzas. Cuando decimos que una unidad había sido aniquilada, en realidad significaba que la mayoría de los soldados habían sido derrotados por heridas, con menos de la mitad de ellos muertos en combate. Pero ahora estamos entrando en una era de guerra con fusiles. No habrá ninguna posibilidad de escapar antes de que los ataques sean más agudos que las lanzas y más allá de las flechas. El término aniquilado sería literal entonces… y la masacre de civiles sería más cruel y exhaustiva que en la época de las caballerías”.

Claude dijo con un ahogo: “… ¿Es esto cierto?” Bourgine asintió en serio.

“¿Entonces quieres decir que ahora mismo, la guerra es una competencia en el campo de batalla, pero una guerra futura significaría la destrucción total del enemigo?”

“Eso es lo que pienso. La mejora en la capacidad de los rifles ha alcanzado un nivel impresionante en solo unos pocos años. Predigo que mejorará aún más en el futuro. Después de todo, ya hay personas desarrollando modelos que pueden disparar tiros consecutivos”.

“¿Tiros consecutivos?”

“Haciendo la carga automática. Los diseños en este momento no son prácticos ya que es demasiado pesado para ser transportado por un solo hombre, pero creo que es solo una cuestión de tiempo antes de que se lo miniaturice para que una persona lo maneje. Usar términos políticos para explicar, eso significa que tenemos que considerar las cosas que sucederán incluso después de nuestras muertes”.

“Sí, tienes razón.”

Franziska quien había estado escuchando todo esto mientras se burlaba:

“Hmmp… Es un buen ideal, pero ¿cuántas naciones con rencor contra el Imperio Belga crees que hay? Después de luchar contra las naciones vecinas durante cientos de años, ¿y deseas trabajar con ellos ahora? Jaja… Si una nación ataca al Imperio, los otros países definitivamente se unirán al ataque”.

“Bueno, es difícil construir una alianza con otras naciones después de todo. Hay elementos de ideales involucrados, pero no estoy lanzando sueños vacíos”.

“¡Esto es obviamente imposible!”

“Si todos en el poder renunciaran a esto y escogieran el camino de la guerra, la humanidad ya estaría extinta”.

“¿Hah? Si la guerra sigue y sigue, los que viven al final son los vencedores, ¿verdad?”

Regis negó con la cabeza.

“Por ejemplo, el Imperio con una población de 1 millón gana al final… Y estalla una guerra civil. Si el lado con 500 mil gana, y otra guerra civil estalla…”

“¿Por qué estás tan seguro de que va a suceder?”

“¿No es eso un hecho? Después de todo, el grupo sobreviviente eligió la opción ‘guerra y saqueo’.”

Franziska estaba perdida por las palabras.

“Ah…”

“Guerra y saqueo– ¿Crees que un grupo que ganó después de elegir esta opción cambiará repentinamente su directiva? Esto no tiene nada que ver con el sistema de gobierno. El envejecimiento de los líderes, los desastres naturales y la invención de nuevas armas… Todos estos factores negativos y positivos estarían influyendo en ellos. E incluso sin la interferencia de estos factores… la guerra aun así estallará. Los rifles matarán a su enemigo”.

“… Hmm”.

“Los que viven serán los vencedores. Y como ganaron, no hay razón para cambiar su forma de pensar. Porque tienen un dominio absoluto sobre la riqueza. Un millón se convierte en 500 mil, la mitad en 250 mil… La población disminuirá gradualmente. Está claro cuál es el punto final del hegemonismo. Aquellos que eligen la guerra con la excusa ‘no podemos sobrevivir si no luchamos’, solo tendrán un futuro”.

“¿Y-y qué es eso?”

“Si la humanidad no se da cuenta de que no podemos seguir luchando guerras, con el tiempo, perderán la civilización, y será demasiado tarde. ¿Serían los momentos finales un apocalipsis o un ataque de bestias salvajes…? No sé cómo terminaría, pero es inevitable. No, tal vez… quizás nos convirtamos en animales que “una vez tuvieron civilización”.

“¿No estás pensándolo demasiado?”

“Sin embargo esto no es mi imaginación. Hay ejemplos de especies que se extinguieron en el pasado porque no pudieron adaptarse a su entorno. Existen numerosos casos de países que se debilitaron debido a la guerra civil y que fueron destruidos por otras naciones. Probablemente también lo sepas”.

Franziska nació en la Federación de Germania. Las guerras civiles estallaban allí con frecuencia, y con ellas llegó la caída y la fundación de las naciones.

Si siguieran combatiendo entre ellos, e incluso incorporaran rifles en su guerra, no pasaría mucho tiempo antes de que cayera la Federación de Germania– pensó Regis.

Él dijo firmemente:

“Aquellos que apoyan el hegemonismo no tienen ni idea de lo que significa pasar a la era de la guerra de fusileros. Incluso si siguen consiguiendo victorias, lo que les espera es solo un trono sobre un reino salpicado de huesos”.

Franziska no pudo decir nada. Bourgine asintió.

“No he visto los nuevos rifles utilizados por el Reino de High Britannia. Pero ya que lo dijiste, deben ser dignos de tu evaluación”.

“High Britannia todavía no ha liberado todo el potencial de los nuevos rifles”.

“¿Es así? Escuché que las fuerzas imperiales perdieron muchos hombres”.

“Fuimos suertudos. Si nos hubiéramos encontrado con un oponente que pudiera usar los rifles de manera más eficiente, habría habido incluso más bajas. Tal vez la capital habría caído”.

Claude se secó el sudor de las cejas.

“Gracias a Dios que no eres un High Britannian”.

“Creo que su comandante ya se había dado cuenta… Pero no tuvo más remedio que seguir el sentido estético de la reina”.

Ugh, Claude se inclinó hacia adelante. “¿Los rifles son realmente tan poderosos?”

“Incluso un niño puede matar a un caballero apretando el gatillo. Es necesario revisar nuestra comprensión de la guerra”.

“Ohh…”

Sus hombros temblaban.

El otro lado de la cortina se volvió ruidoso. Claude miró en esa dirección.

“¿Es ese el estudiante de Professeur? ¿Hmm? No… esto es…”

Los gritos furiosos de los hombres, los sonidos de metal y los gritos.

Franziska se levantó e inmediatamente sacó la pequeña ballesta desde su bolso. “¡Ese es el sonido de la armadura!”

Después de chasquear la lengua, Claude se levantó también. Él alcanzó la parte posterior de su cintura y sacó una daga.

La cortina fue derribada.

¡Soldados!

Todos llevaban una armadura negra. Había diez… No, ¿veinte de ellos…? “¡Lo encontré!”

— ¿¡Qué!? ¿¡No son la Guardia Imperial o el Primer Ejército!? 

Regis nunca había visto esta armadura. Sin embargo, los emblemas del Imperio se graficaron sobre ellos, por lo que deberían ser soldados regulares.

El líder de los soldados los miró con ojos penetrantes, sus labios se crisparon. “Bien… llegamos al premio mayor ¿eh?”

Él era un hombre con una nariz afilada. Era bajo y no usaba armadura, pero el pecho de su uniforme estaba decorado con medallas y gemas. Sus ojos eran tan estrechos como un zorro.

Regis recordó a este hombre.

Él era el inspector que sobornó con la carta de orden para atacar el Fuerte Volks hace 8 meses.

Cuando intentó asaltar a Clarisse, Regis se encontró con él. Al final, la crisis fue evitada gracias a Eric y Altina…

“¿¡Inspector Becker!?”

Regis soltó inconscientemente. Ese hombre lo miró furioso.

“¿Ah? ¿Qué, una mujer…? Hmmp, ¿te he visto en algún lado antes? ¡Y ya no soy más un inspector, sino el comandante de brigada del Cuerpo de Seguridad Pública!

“Qué, imposible… ¿¡No te enjuiciaron por intento de violación y solicitar soborno…!?”

“¿Hah? ¡Soy el sobrino del Chambelán Beclard! ¡El segundo hijo de una familia de Marqués! ¡Los pequeños asuntos que sucedieron durante mi recorrido de inspección no me relevarían!”

“… ¿No fuiste juzgado por tus crímenes?”

“¿Cómo se atreve una plebeya como tú a hablarme con tanta arrogancia? ¡Hey, agárrenla! Pero no la maten ¿bien? Tengan cuidado de no arañar su cara”.

Los soldados con armadura negra se acercaron con sus espadas en la mano.