Haken no Kouki Altina (NL)

Volumen 11

Capitulo 1: El Contrato con los Mercenarios

Parte 2

 

 

El soldado que sostenía el silbato en la parte posterior lo colocó de nuevo en su bolsa de la cintura y respondió:

“Un tipo de mi unidad dijo que habría una recompensa si capturamos personajes sospechosos que pasen por aquí”.

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“… ¿Cuánto está pagando?”

“Bueno, si los atrapara, él cancelaría mis deudas de juego”. Ellos fueron traicionados.

Jessica frunció el ceño al instante. Y murmuró.

“… Vendernos por solo esto… Qué tonto”. No importa qué, lo lograron. Regis les dijo:

“Lo siento, pero tenemos que llevar a cabo una misión especial. Por favor, mantén tu encuentro aquí con nosotros en secreto”.

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“S-sí”.

Ellos respondieron con un saludo. Regis devolvió el saludo.

“Bueno, entonces… Por favor mantengan su vigilancia”.

“¡Entendido!”

Los soldados dieron vuelta para irse. Phew, Regis exhaló en alivio.

Fanrine le dio unas palmaditas en el pecho también.

Jessica señaló a los soldados sin palabras.

–¿Qué?

Franziska también sostuvo su pequeña ballesta en silencio. Regis gritó sin pensar:

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“¿¡Tú–!?”

Chink, con un suave ruido metálico, un corto rayo metálico salió volando de las manos de Franziska. Le atravesó la garganta a un soldado por la espalda.

¿¡Están sellando sus gargantas!?

Los otros mercenarios salieron corriendo casi en el mismo instante. “¿¡!?”

“¿¡Qué, tú–!?”

Los soldados trataron de sacar sus espadas, pero todos los mercenarios en Renard Pendu eran élites. Y los seis de ellos eran lo mejor de la cosecha, aprovechando el elemento de sorpresa.

Incluso los soldados del Primer Ejército Imperial no podían durar ni una sola ronda.

El soldado que logró bloquear el primer golpe también murió antes de que tuviera la oportunidad de gritar.

“Yo ya… creía… tú…”

Él cayó después de arrojar sangre. Jessica lo miró con ojos fríos.

“… Qué tonto es sopesar tus dudas y confianza en la misma escala. La confianza es agua, la duda es barro… Solo un poco de lodo sería suficiente para volver el agua cristalina”.

La visión de los cadáveres de los soldados hizo que Fanrine gritara. “¿¡P-por qué!? ¿¡Por qué tenías que matarlos!? ¡Esto es demasiado…!”

“… Mantén tu voz baja. Será problemático si los otros centinelas nos notan. ¿O quieres que aumente la cantidad de cuerpos?

“No…”

Fanrine dijo tímidamente.

Pero Jessica ya había avanzado.

Urgido por los mercenarios, Regis también avanzó. Este no era un lugar para quedarse en primer lugar.

Si dejaban que los soldados se fueran así… ¿Qué harían después de regresar a su unidad?

¿Obedecerían las instrucciones de Regis y mantendrían su encuentro en secreto? Lamentablemente, tal posibilidad era muy baja.

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Las noticias probablemente llegarían a Latreille en poco tiempo.

El truco del cuerpo falso no tendría sentido y sabrían la dirección de su huida. Incluso podrían sellar los caminos de montaña que conducen a la capital.

— Sellar sus gargantas no tenía sentido. Pero… Regis suspiró.

“Aun así, hay formas en que no implica matarlos…” Jessica entrecerró los ojos y lo miró.

“… Como se esperaba de tu estilo”.

“¿Qué quieres decir?”

“… Escuché que la personalidad de Sir Auric no es como un soldado en absoluto… ‘Él quiere incluso perdonar al enemigo’. ¿No es hipócrita? Ya que apoyas a la Cuarta Princesa, esto se convertirá en una guerra civil algún día”.

“Pero quiero evitar la muerte innecesaria tanto como sea posible”.

“… ¿Crees que los asesinatos anteriores fueron innecesarios?”

“Tal vez.”

“… Aunque las personas que matas siempre son miles, pero crees que el puñado de hombres ante ti… Si la situación puede poner en peligro tu vida, no habría ninguna razón para dejarlos ir. Eso es hipocresía”.

“Por supuesto que sé que es inevitable cuando la situación requiere matar a otros para poder sobrevivir. Pero ‘no estar dispuesto a matar, incluso a riesgo de la propia vida’ – son cosas que dirían solo aquellos que no necesitan matar y están en una posición de seguridad”.

“… ¿Parece que crees que esos soldados mantendrían tu camino en secreto? Qué ridículo. De hecho, has sobrevivido tanto tiempo con tanta pedantería”.

“No, creo que lo informarían”.

“Entonces…”

“Está bien si informan. Esa será una buena finta. El Príncipe Latreille definitivamente pensaría que escapé y nos perseguiría. Como sus acciones se conocerán, podemos hacer uso de eso”.

“… Creo que la mejor estrategia es no hacerles saber que escapamos”.

“¿Es así? ¿Puedes garantizar que no se verá el truco del cuerpo falso?”

“… Entonces deberíamos actuar con la suposición de que se ha visto verdad”.

“Tienes una personalidad prudente, así que eso es lo que harías. En ese caso, no necesitaremos cambiar nuestro curso de acción, incluso si esos centinelas informaran correctamente ¿verdad?

“… Si fuéramos vistos, entonces matarlos mejoraría nuestra seguridad. Es mejor estar seguro”.

“¿De verdad? En lugar de matarlos para aumentar nuestras posibilidades de supervivencia, ¿no es solo para darles tranquilidad? No puedo estar de acuerdo con matar a otros para hacerte sentir menos incómoda”.

“……”

Era raro ver a Jessica sin responder.

Mientras caminaba hacia adelante, su expresión no se podía ver.

“… Para nosotros, no hay razón para dejar que los soldados Belgarianos se vayan con vida. Mataremos a cualquier enemigo que consideremos una amenaza. Incluyéndote.”

“Ustedes son mercenarios, pero no están en el empleo de nadie en este momento, ¿correcto?”

“… Sí… por eso… Todos los otros que no sean nosotros son enemigos. Para hacernos un aliado, tiene que haber un contrato”.

“Ya veo. Bueno, entonces, firmemos un contrato”.

“… La broma no es graciosa. No juegues conmigo”. La voz de Jessica se volvió severa.

Las caras de los mercenarios a su alrededor se volvieron siniestras. Franziska apuntó su pequeña ballesta hacia él.

“Recuerda esto bien si eres un estratega. ¡Los mercenarios arriesgamos nuestras vidas para trabajar! ¡Si haces una broma sobre la firma de contratos, estaré lo suficientemente enojada como para matarte!”

Regis se rascó la cabeza.

“De ningún modo. ¿Parece que no estoy arriesgando mi vida? Hay una ballesta apuntada hacia mí en este momento. No me gusta mentir y soy malo contando chistes. Estoy decidido a emplearlos a todos. Después de todo, no hay nadie más confiable que ustedes aquí”.

Jessica volvió al tema.

“… Eres nuestro prisionero. Solo una ficha de negociación, no un tema de negociación”.

“Quieres negociar usándome para comerciar por el rey mercenario, ¿correcto?”

“Sí… Solo desde tus méritos en esta batalla, esto es definitivamente posible. Gracias por lograr tales hazañas. La ayuda que brindé es muy significativa ¿verdad?”

Sus labios se levantaron en una sonrisa.

“Ahh, hablando de eso, la retirada repentina de los mercenarios jugó un papel importante en acabar la batalla”.

“… Si tu fama es lo suficientemente buena, aumentaría tu valor como una ficha de negociación”.

“Quieres venderme un favor — ¿A eso te refieres? Si la batalla continúa, sería difícil retirarse — ese es tu juicio ¿verdad?”

“… En una pelea seria, las fuerzas imperiales numéricamente inferiores lo pasarían mal ¿no?”

“Ya tenía un plan para eso”.

Y ella debía haber sabido de ese plan. Después de todo, consiguieron acceso a la sala de estudio de Regis al disfrazarse de sirvientas. No se limitarían simplemente a cambiar las sábanas.

Jessica no reveló su verdadera intención.

Aunque lo básico de la negociación incluye dejar que la otra parte crea que no estabas mintiendo, ocultar por completo tu verdadera intención no era un error.

Jessica estaba planeando reorganizar el grupo de mercenarios. Pero Regis no podía ver a través de sus verdaderas intenciones… Probablemente era por eso que necesitaba hacer semejante acto.


Sin embargo, Regis no retrocedió. Incluso si el mercenario tenía una espada en su cuello, no podía someterse tan mansamente.

“El precio por perder credibilidad en Grebauvar no es barato”.

“… ¿Es así? ¿Qué tiene que ver eso contigo?”

“Claro que lo hace. Después de todo, estoy negociando con ustedes… esa batalla fue vista por muchos países. Con la batalla en la línea, el cuerpo mercenario de Renard Pendu se retiró de la batalla. Qué cruel traición. Las naciones vecinas vieron esta escena claramente”.

“… ¿Y qué?”

“¿Cuáles son tus planes después de recuperar al rey mercenario usándome en un intercambio de rehenes?”

“… El hermano mayor descubrirá lo que sigue”.

“¿Crees que algún país contratará un cuerpo de mercenarios que haya cometido una traición tan devastadora?”

“… Subestimas la capacidad del cuerpo de mercenarios de Renard Pendu. Si el Hermano Mayor regresa, nosotros…”

“Durante el ataque al Fuerte Volks, se retiraron en solo una noche. A pesar de estar equipados con el último modelo de rifles en el oeste de Lafressange, aun así perdieron la unidad de suministro. Y en Grebauvar, todos ustedes desertaron cuando la batalla todavía estaba en un callejón sin salida. Con una fama tan nefasta, ¿crees que puedes regatear por un buen precio?”

Él presentó sus fichas de negociación. Jessica lo miró enojada.

“… ¿No es eso todo lo que tú hiciste?”

“Bueno, no lo niego”.

Podrían haber ganado todas sus batallas excepto las de contra Regis. Incluso si insistían en este punto, no repararían su reputación perdida.

Entraron al denso bosque.

“¿Qué tal? Para mí, deseo regresar al Fuerte Volks de manera segura, y me gustarían los medios de viaje y protección. Como estás segura de que el rey mercenario regresará, necesitarás nuevos empleadores. Querrás recuperar la oportunidad de recuperar su reputación ¿cierto?”

“……”

Jessica no respondió.

Regis la siguió mientras esperaba su respuesta. Ella no respondió de inmediato al final.

El grupo caminó en el bosque que gradualmente se hacía más brillante.


En este momento, Franziska quien estaba en silencio todo esto mientras levantó una mano.

“¡Son todos!”

Los otros mercenarios también parecían aliviados.

Parecían haberse reunido con el cuerpo principal de Renard Pendu. Regis estaba sorprendido de que estuvieran tan cerca del campamento base Imperial.

Su visión fue bloqueada por los árboles, por lo que era difícil distinguir su número, pero de la información que reunió antes de la batalla, deberían ser 700.

Eran pequeños en números. Pero este grupo tenía fama de ser el grupo de mercenarios más fuerte del continente. Durante la pelea con el Primer Ejército Imperial, también se colocaron en el centro de las fuerzas enemigas, fuertes como la columna vertebral de una unidad.

— Dado que luchar contra el Príncipe Latreille era ahora un hecho, él desearía obtener esta fuerza de combate que podría enfrentarse al Primer Ejército.

Pero él querría pagar lo menos posible.

Después de todo, el presupuesto del Cuarto Ejército era realmente ajustado. Regis calculó en su cabeza.

De repente, alguien tiró de la manga de su uniforme. “¿Hmm?”

“E-Erm… ¿estará bien?”

Fanrine parecía más nerviosa que cuando se encontraron con la patrulla imperial. Regis sonrió con ironía.

“Sí, no te preocupes. En lugar de negociar con los cadáveres, somos más valiosos vivos”.

“Ya veo.”

Ella exhaló de alivio.

— No serán asesinados. Si el intercambio de rehenes por el rey mercenario no falla… Pero…

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Regis no expresó su duda para calmar las preocupaciones de Fanrine–

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***

 

 

Año 851 del Imperio, 10 de Agosto–

Habían pasado 15 días desde que escaparon del campamento base del Primer Ejército.

El grupo de Regis caminó dentro del bosque, y para evadir las búsquedas persistentes del Primer Ejército, hicieron un gran rodeo en las colinas. Después de pasar mucho más tiempo del que debería, finalmente lograron regresar.

El clima era agradable y claro.

Podrían ver la capital desde la cima de la colina

“Hah… Finalmente estamos aquí… No puedo moverme más”.

“Sir Regis, solo un poco más, por favor resista un poco más”. “Sí, claro… ¿Estás bien?”

“Estoy cansada, pero quiero limpiar mi cuerpo con agua. Y cambiar mi ropa”.

Fanrine miró su cuerpo. Era imposible usar su vestido y caminar en las colinas, por lo que llevaba pantalones hechos de lino.

“Sería genial si pudiera usar ropa normal también”.

“Ara, creo que este atuendo le queda bien”.

“Es algo demasiado pesado”.

Regis no llevaba el uniforme del Primer Ejército, sino la ropa de un mercenario. No podría moverse aunque llevara armadura ligera, por lo que solo usó una armadura de cuero y una espada corta en su cintura.

Después de escuchar la conversación entre los dos, Jessica propuso: “… Bueno, entonces… ¿quieres usar ropa que sea más liviana?”

“Oh, ¿preparaste ropa civil para mí?”


“Hmmm… Estarás muerto si el Ejército Imperial te encuentra, así que ya hice los arreglos necesarios”.

Sus labios se torcieron por un momento, revelando una sonrisa desviada.

La cara de Regis se tensó por un momento.

Versailles, la capital de Belgaria, era una gran ciudad comercial.

Mientras las cargas y los mercenarios frecuentan este lugar, Regis y los mercenarios de Renard Pendu entraron fácilmente.

Pero 700 mercenarios serían demasiado prominentes, por lo que la mayoría de ellos acamparon en la naturaleza.

El grupo caminó por las calles de Versailles.

En la izquierda de Regis estaba Fanrine, a su derecha estaba Jessica. Más al costado estaba Franziska. En este momento, estaba ocultando su arma debajo de su túnica.

Había grupos de tres mercenarios enfrente y detrás de ellos, pero estaban a una distancia donde las conversaciones normales no podían ser escuchadas. Desde la perspectiva de otros, no pensarían que los mercenarios tenían algo que ver con el grupo de Regis. Después de todo, la gente se preguntaría si serían peces gordos si los guardias los siguieran demasiado de cerca.

Si Latreille sabía que Regis aún estaba vivo, podría enviar asesinos. Él no podía permitirse el lujo de ser descubierto.

También era peligroso en la capital.

Pero, ¿esto era realmente necesario?, pensó Regis. “Sé que esto es importante… Pero…”

Miró hacia abajo a su ropa y suspiró

***

 

 

— Hace dos horas–

Jessica negó con la cabeza.

“… ¿Sir Auric también quiere regresar a la capital? Lo siento, pero tengo que rechazarlo. No hay razón para llevarte. Aunque necesitamos reabastecernos en la capital antes de dirigirnos al Fuerte Volks”.

“Ya lo he explicado antes — lo que sucederá después de recuperar al Rey Mercenario también es importante, ¿verdad? No me diste una respuesta en ese momento, pero ya llegaste a la conclusión ¿no?”

“……”

Jessica miró hacia él con una mirada intimidante.

Regis lo soportó directamente. Podría haber retrocedido en el pasado, pero parecía ser más valiente ahora. Sin embargo, no estaba claro si eso era algo bueno.

El cuerpo mercenario acampó en una colina que domina la capital.

Eso podría ser así, pero no prepararon ninguna tienda, con solo una fogata temporal y quitando piedras del suelo para un lugar donde acostarse. Regis y Jessica conversaban bajo la sombra de un árbol a cierta distancia.

Parecían ser conscientes de Fanrine y Franziska.

“En cuanto a mí… sé que el Príncipe Latreille está detrás de mi vida. Dejando de lado tus métodos… Es innegable que obtuve ayuda de ti. Estoy agradecido por eso, y no planearé nada nefasto contra ti”.

“… ¿Quieres que confíe en ti?”

“Sí.”

“… ¿Estás bromeando? ¿Quién creería algo que dice un prisionero?” Regis sonrió con ironía.

“Hay innumerables ejemplos de esto en las historias. No terminaría incluso si empiezo a contar las historias antes de llegar al Fuerte Volks. Pero tenemos que visitar la capital antes de eso, por supuesto”.

Jessica frunció el ceño.

“Tales historias inventadas…”

“¿No es lo mismo contigo?”

“… ¿Qué estás tratando de decir?”

“Para que los mercenarios crean en tu estrategia, marca los resultados de tus deducciones como ‘la guía de las estrellas’. Cuando las cosas no van bien, lo cubrirás diciendo ‘ya lo sé, pero no se me permitió decirlo’.”

“… Lo siento por eso”.

“No, en realidad quería decir esto más amablemente”.

No debería haber nadie en los alrededores que haya escuchado esta conversación. Jessica bajó la cabeza.

“… No importa lo que digan los demás, los mercenarios me creerán. Sin embargo, no estoy segura de lo que dijiste. Especialmente después de que presenciaron esa batalla… Tal vez algunos de ellos dudarán de mis acciones”.

“Creo que me estás evaluando demasiado. Pero si piensas de esta manera, eso también será bueno para mí”.

“… Sé que es una mentira ridícula. Aun así, todavía necesito el título de Mago. Para que los mercenarios abandonados por la iglesia crean que prevalecerán en el campo de batalla, deben tener fe en que alguien increíble los está apoyando desde atrás”.

“Entiendo.”

Jessica lo miró furiosa.

“… Como era de esperar… Debería haberte matado al principio”.

“Q-que miedo. ‘Renard Pendu’ solo puede luchar con todo su potencial bajo tu mando y la destreza marcial del rey mercenario, ¿verdad? No haré nada tonto como incorporarte a nuestra estructura de mando y debilitar el cuerpo de mercenarios. Por favor, no te preocupes”.

“… Pareces inofensivo, pero tus tácticas son despiadadas, Sir Auric… Podrías estar hablando de negociación, pero lo que estás haciendo es intimidación ¿verdad? Pensar que un prisionero me está amenazando”.

“No, no, esto es una negociación. Tú tienes el derecho de hacer la elección. Solo estoy ofreciendo buenas condiciones para que no tengas nada de qué preocuparte”.

“… ¿Eso es seguir al Cuarto Ejército Imperial? No se puede ofrecer una buena remuneración de todos modos.”

Regis se rascó la cabeza. “Ya viste eso eh”.

“… Por supuesto. Había reunido al menos esta cantidad de información”.

“¿Puedo hablar de otra cosa entonces? Algo que probablemente no sepas”. Regis sonrió

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Jessica mostró una expresión de disgusto. “… Declara tu pieza entonces”.

“Si ‘Renard Pendu’ ayuda a la Princesa Argentina, ella te otorgará territorio y reconocerá a tu nación con su autoridad como Emperatriz cuando gobierne el Imperio de Belgaria. No es una colonia o un país subordinado, sino una nación de igual rango”.

“… ¿Estás… me estás mintiendo? Incluso Sir Auric, en quien la Princesa confía, no se le otorgaría tal autoridad. ¿Estás tratando de manipularme con promesas vacías?”

“No, no, esto es lo que Su Alteza le dijo al rey mercenario. Me dirigí a la capital antes de las negociaciones, pero parecía realmente interesado en esto. Si crees que estoy mintiendo, entonces puedes preguntarle tú misma”.

Ella abrió los ojos de par en par.

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