Death March kara Hajimaru Isekai Kyusoukyoku (NL)

Volumen 15

Extra: Tifaleeza

 

 

El trabajo es un sufrimiento. Al menos eso es lo que pensaba en mi antigua ciudad natal. Pero la Compañía Echigoya es diferente. Aquí tengo un trabajo que vale la pena, colegas que respeto, y sobre todo, a Lord Kuro…

“Tifaleeza, hemos terminado de entrevistar a los trabajadores de la fábrica. ¿Qué debo hacer con estos documentos?”





Mientras ordenaba el papeleo en la oficina de la Compañía Echigoya, Merina trajo una pila de papeles.

“Déjelas ahí, por favor. Los clasificaré por nombre y especialidad, y luego los pasaré.”

“Si quieres puedo ordenarlos, ¿sabes?”

“No, está bien. Me gustaría hacer una lista para adjuntar para que sea menos trabajo para la gerente.”

“Vaya, eres realmente minuciosa, Tifaleeza. No me extraña que Elu dependa tanto de ti.”

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Refiriéndose a Eluterina con un apodo, Merina me dio una palmadita en el hombro y salió de la habitación.

Miré los documentos, que contenían listas ordenadas de información y puntos importantes de las entrevistas.

Todos los altos cargos de la Compañía Echigoya estudiaron en la academia real de la capital real, por lo que tenían mucho más talento del que su llamativa apariencia podría dar a entender.

“Tifaleeza, hemos conseguido un joyero y un grabador.”

Mientras ordenaba los documentos de la entrevista, Louna, una noble de baja estatura montada en un lobo de piedra, entró a continuación en la sala.

“¿Te importa encargarte de los contratos?”

Me entregó unos papeles, todavía pegados a un portapapeles.

Al echar un vistazo a sus credenciales, tanto el joyero como el grabador parecían cumplir todos nuestros requisitos.

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Aunque Louna parecía una niña, en realidad destacaba por su capacidad para engatusar a los malhumorados artesanos.

A pesar de lo poco sociable que soy, tuve que envidiar su talento.

“Por supuesto. ¿Está bien si se los paso directamente a la gerente una vez que los haya redactado?”

“Sí, por favor.”

Con eso, montó el lobo de piedra fuera de la habitación, declarando alegremente: “¡El trabajo ha terminado! Ahora es la hora de la merienda.”

Sonreí un poco para mis adentros.

Tengo tendencia a trabajar sin hacer descansos, así que probablemente podría aprender de su ejemplo.

“Muy bien, sólo un poco más…”

Mientras seguía trabajando en los documentos que se acumulaban, el sol comenzó a ponerse y la habitación se oscureció.

Justo cuando me preguntaba si debía cargar el candelabro de piedra con magia para conseguir algo de luz, un suave viento entró en la habitación.

“… Vas a forzar la vista.”

Al mismo tiempo, la habitación se iluminó de repente.

Era Lord Kuro.

Aunque su tono era un poco frío, era un hombre amable que estaba constantemente pendiente de nosotros.

Antes de asomarme por detrás de las montañas de papeles, comprobé rápidamente mi reflejo en un espejo de mano y me arreglé el cabello. “Bienvenido de nuevo, Lord Kuro.” Me puse de pie para engrandecerlo.

Me hubiera gustado darle la bienvenida con una cálida sonrisa como a Eluterina y a las demás, pero eso era demasiado para alguien como yo.

Maldiciéndome en silencio por ser siempre tan formal, saqué unos documentos de un cajón.

“Hmm. Tifaleeza, te ves un poco pálida. ¿Estás tomando suficientes descansos?”

“… Sí.”

Lo siento. Eso fue una mentira.

No quería preocupar a Lord Kuro, así que dije una pequeña mentira sin pensar.

Luchando contra mis sentimientos de frustración, me centré en el trabajo que había que hacer.

“Me gustaría que echara un vistazo a esto, por favor, Lord Kuro.”

Mientras le entregaba a Lord Kuro unos papeles que necesitaban su aprobación, oí unos pasos frenéticos que corrían por el pasillo.

Los pasos se detuvieron frente a la puerta del despacho y, tras una breve pausa, Eluterina entró en la habitación con expresión serena.

Su cabello y su ropa estaban bien colocados, pero sus mejillas sonrojadas delataban los pasos de antes. Era impresionante que fuera capaz de recuperar el aliento tan rápidamente, teniendo en cuenta que debía de haber subido corriendo desde el salón del primer piso hasta este despacho en la última planta.

Al encontrar extraño que siempre fuera capaz de detectar el regreso de Lord Kuro desde el primer piso sin ningún contacto previo, una vez le pregunté cómo lo hacía, pero ella respondió que era “el poder del amor” con una cara perfectamente recta. Desde entonces había renunciado a interrogarla sobre ese tipo de cosas.

“¡Bienvenido, Lord Kuro!”

Eluterina esbozó una sonrisa radiante al saludar a Lord Kuro.

“Gracias. Me alegro de que te vaya bien. ¿Alguna novedad?”

“Sí, hubo algunos residentes locales que se opusieron a la construcción de la fábrica, pero conseguimos convencerlos con un razonamiento sincero. Podemos empezar la construcción mañana mismo.”

“Gran trabajo, señorita Gerente.”

La sonrisa de Eluterina se volvió aún más brillante ante los elogios de Lord Kuro.

Admito que me dio un poco de envidia que Lord Kuro la felicitara. Su mano en el hombro de ella sólo añadió combustible a las llamas de los celos.

“Muchas gracias, Lord Kuro. Pero no podría haberlo hecho yo sola. Es gracias a todos los demás ejecutivos, especialmente a Tifaleeza aquí presente.”

“Sí, por supuesto. Buen trabajo, Tifaleeza.”

“En absoluto.”

Eluterina también tuvo la amabilidad de darme algo de crédito.

Me avergonzaba haber estado celosa de ella por algo tan tonto.

“¡Lord Kuro realmente está aquí!”

“Lo sabía. Sus visitas son la única vez que Elu va a toda velocidad por el pasillo de esa manera.”

Louna entró en la sala montada en su lobo de piedra, seguida por los demás ejecutivos, y todos empezaron a hablar alegremente con Lord Kuro.

“¡Lord Kuro! ¡Hemos encontrado un joyero y un grabador para producir las gemas de luz rúnica!”

“… ¿Gemas de luz rúnica?”

Lord Kuro miró a Louna con incertidumbre.

“Lord Kuro, es el nombre del producto que elegimos para estos.”

Le mostré la piedra de luz grabada con una runa que había hecho.

“Ah, ya veo. Un buen nombre.”

“E-je-je-je, gracias… ¡soy yo quien lo ideó!”

Louna hinchó el pecho con orgullo, todavía sentada en el lobo de piedra. Cuando Lord Kuro le dio una palmadita en la cabeza, ella arrugó la cara en una muestra de felicidad infantil.

“Entonces es el momento perfecto. Podemos probar las habilidades de los artesanos haciendo que hagan identificaciones para la Compañía Echigoya. Dejaré esta muestra y estas piedras para usarlas como base.”

Lord Kuro colocó sobre la mesa un elegante broche con una piedra preciosa incrustada, junto con un número de gemas ligeramente superior al de los ejecutivos de la empresa.

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“Tan bonito…”

“… ¿Eh?”

“¿Hay una rosa dentro de la piedra preciosa?”

“Y el escudo de Echigoya está en el centro de la rosa.”

Todos, excepto Louna, exclamaron sorprendidas al mirar las piedras.

Dentro de las piedras preciosas transparentes había rosas hechas con gemas azules, y en el centro de cada rosa había una gema blanca que formaba el escudo de la Compañía Echigoya.

Probablemente había sido modificada con magia, pero aunque existiera un hechizo que pudiera refinar gemas tan pequeñas para darles forma de cresta, nunca había oído hablar de ninguna magia que pudiera encerrar una gema más pequeña dentro de otra, a menos que fuera de cristal. A juzgar por sus reacciones de sorpresa, Eluterina y las demás tampoco lo habían oído.

“L-Lord Kuro, ¿qué es esto?”

“Lo mandé hacer al mismo artesano que creó las gemas de luz rúnica. Si la cargas con magia, la piedra de luz con la forma del escudo de Echigoya brillará, haciendo que el escudo aparezca en la superficie. Debería ser bastante difícil falsificar esto.” Dijo Lord Kuro con indiferencia. “Deberían ser una identificación perfecta para todos ustedes, ¿verdad?”

Ciertamente no tendríamos que preocuparnos de que alguien lo reprodujera, pero no podía imaginarme llevando algo que parecía valer cientos de monedas de oro como identificación.

“Tifaleeza, ¿podrías guardarlas hasta que podamos pasarlas a los artesanos?”

“No, creo que usted debería estar a cargo de objetos tan valiosos, señorita Gerente.”

Eluterina me tendió el broche y las piedras preciosas, pero se los devolví, tratando de mantener la compostura.

“¿Ah, sí?”

“¡Eluterina! ¡Yo, yo! Yo me ocuparé de ellos.” Louna agitó la mano con entusiasmo.





Ignorándola, Eluterina aceptó ocuparse ella misma de ellas y guardó las gemas y el broche en la caja fuerte del despacho.

Lord Kuro la vio terminar y luego nos miró a todas.

“… Escuchen con atención, señoras. Les voy a dar una tarea especial mañana por la noche.”

Eluterina y las demás murmuraron sorprendidas por un momento, y luego se callaron.

¿Todo el mundo, menos yo, sabía lo que quería decir con “tarea especial”?

“Empezaremos en el primer ciclo de la noche y terminaremos en el segundo, pero es muy probable que no puedan trabajar al día siguiente. Traten de terminar sus deberes para ese día temprano. Si alguna de ustedes no podrá llegar a esa noche, avísenme y haremos otros planes.”

No es normal que Lord Kuro nos asigne tareas nocturnas, pero como su esclava, no podía negarme.

Mirando a mi alrededor, vi que los ejecutivos parecían sentir lo mismo, aunque no fueran esclavas.

“L-Lord Kuro. ¿Esta tarea especial es para todas nosotras?”

“Así es. Todos los ejecutivos que puedan.”

Justo cuando pensaba que era probable que me excluyera de esto por no ser un ejecutivo,

Lord Kuro me miró y añadió: “Eso también te incluye a ti, Tifaleeza.”

Tal vez Lord Kuro pueda leer la mente.

Intenté enviarle mentalmente algunos avances, pero no reaccionó.

“Muy bien. ¿Qué tipo de ropa prefiere que llevemos?”

Eluterina se acercó extrañamente a Lord Kuro al hacer la pregunta.

Tal vez demasiado cerca, ¿eh?

“Lo que quieran llevar está bien.”

Mientras respondía, Lord Kuro se distanció con tacto de Eluterina.

Ese es Lord Kuro para ti.

Lo sentí un poco por Eluterina, que parecía ligeramente decepcionada, pero nuestra gerente debería dar el ejemplo adecuado no mezclando los negocios con los asuntos personales.

Sí, eso es todo. Ciertamente no lo digo por celos.

“Lo siento, pero tengo que ocuparme de algo.”

Mientras mis pensamientos se desbordaban, Lord Kuro se excusó abruptamente y se teletransportó fuera de la oficina.

El papeleo que le había dado estaba apilado en el escritorio, de alguna manera ya rellenado con su sello de aprobación, aunque no tengo ni idea de cuándo lo hizo.

Como prueba de que los había revisado correctamente, había incluso algunos formularios con notas adjuntas, explicando la razón por la que debían ser revisados o rechazados.

Cuando levanté la vista del papeleo devuelto, oí que un chillido alegre llenaba la habitación.

“Entonces, ¿era lo que creo que era?”

“Tiene que serlo. A fin de cuentas Lord Kuro también es un hombre.”

“Elu, ¿qué te vas a poner para captar su atención?”

“Yo… voy a ir a por todas.’

¿De qué demonios están hablando?

Me quedé perpleja cuando un ejecutivo me hizo una extraña pregunta. “Tifaleeza, ¿qué tipo de traje vas a llevar para seducir a Lord Kuro?”

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“¿Seducir…?”

“¡Oh, vamos! ¡Todas somos mujeres, así que no hay necesidad de hacerse la inocente! Tú también sientes algo por Lord Kuro, ¿verdad?”

“¿Q-Qué estás…?”

¡¿Qué demonios estás diciendo?!

Me tapé la boca para no exclamar.

“Tifaleeza, si no tienes nada que ponerte, ¿te gustaría tomar prestado algo mío?”

“No, estoy bien, gracias.”

Eluterina se ofreció a ayudar, pero negué con la cabeza.

“Pero es la primera vez que Lord Kuro solicita nuestra compañía. También necesitarás ropa interior y camisones bonitos, ¿no?”

En este punto, incluso yo me di cuenta de lo que querían decir.

Deben haber malinterpretado las palabras de Lord Kuro como una invitación a una aventura nocturna.

Pero sabía que el íntegro Lord Kuro era la última persona que haría algo así. Incluso cuando Neru y yo nos acercamos a él desnudas con algunas de las otras chicas, se limitó a poner cara de incomodidad y nos hizo ponernos abrigos.

Levanté la cabeza para aclarar su malentendido, pero entonces me sorprendieron las brillantes sonrisas y las voces femeninas de Eluterina y las demás.

Tal vez si fueran ellas, en lugar de una chica de cara hosca como yo…

“Tifaleeza, ¿qué pasa?”

“Estoy un poco cansada, y he trabajado más allá de mi tiempo asignado para el día. Si me disculpan.”

Con eso, prácticamente hui de la oficina.

***

 

 

“… Todo lo que tengo es tan sencillo.

De vuelta a mi habitación, miré decepcionada la ropa interior y los camisones que había sacado del armario y de los cajones de la cómoda.

“Una ropa interior como ésta no hará que Lord Kuro—”

No, no. No lo pienses así.

Pensaba irme a la cama enfadada en cuanto volviera, pero no pude conciliar el sueño. En lugar de eso, me paseé por mi habitación hasta que terminé tratando de elegir la ropa interior y los camisones.

“¿Qué demonios estoy haciendo…?” Me tiré encima de la ropa con desesperación.

Se van a arrugar.

Al darme cuenta, me puse de pie de un salto.

Por ahora, la ropa interior que compré cuando fui de compras con Eluterina y las demás hace un tiempo era la más bonita, así que elegí esa y el camisón que conseguí en la Mansión Ivy, guardando todo lo demás en el armario y la cómoda.

No me hacía ilusiones, pero al menos quería asegurarme de que no quedaba mal al lado de Eluterina y los demás ejecutivos.

“Con esto, tal vez Lord Kuro…”

Me daba demasiada vergüenza terminar la frase, así que me metí en la cama y cerré los ojos.

***


 

 

“Siento haberle hecho esperar, Lord Kuro.”

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Me coloqué junto a Eluterina y los demás ejecutivos, que iban vestidas con trajes muy provocativos, para saludar a Lord Kuro.

… No, supongo que mi atuendo no era muy diferente al de ellas.

“Srta. Gerente, hoy todas están muy… audazmente vestidas.”

“P-Por supuesto. Ya que pregunto por nosotras, todas hicimos lo posible por arreglarnos.” Ante la respuesta de Eluterina, Lord Kuro se llevó una mano a la frente.

“… Parece que no fui lo suficientemente claro. Nunca forzaría a ninguna de ustedes a unirse a mí en el dormitorio. La tarea especial es algo diferente. Vayan a ponerse ropa más normal, por favor. Y pónganse zapatos con lo que les sea fácil caminar.”

Observé cómo las chicas reaccionaban a las palabras de Lord Kuro con gritos silenciosos y caían de rodillas.

Lo sabía. Esa es la clase de hombre que es Lord Kuro. Sinceramente…

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***

 

 

Después de cambiarnos de ropa, Lord Kuro nos teletransportó a todas a un lugar que parecía una caverna oscura.

“¡¿Estamos en el laberinto?!”

“Así es. Esta es una sección inexplorada del estrato superior.”

Mis piernas casi ceden debajo de mí.

Puede que Lord Kuro sea súper poderoso, pero para alguien como yo, que ni siquiera había estado en una pelea a puñetazos, el laberinto lleno de monstruos era un lugar aterrador. “No de preocupen. Ya me he deshecho de los monstruos peligrosos.”

Las palabras de Lord Kuro me tranquilizaron un poco.

Eluterina y compañía también dejaron escapar suspiros de alivio. Incluso las antiguas exploradoras parecían tener miedo de este lugar.

Aceptamos las armas mágicas que nos dio Lord Kuro, y comenzamos el extraño trabajo que nos asignó: formar una línea para atacar a los monstruos en el fondo de un pozo, de uno en uno.

La masa que se retorcía de monstruos negros y brillantes era visceralmente perturbadora a la luz del arma mágica, pero como sólo teníamos que estar de pie sobre el pozo durante unos segundos, me las arreglé para no gritar ni vomitar.

“Tifaleeza, ¿estás bien?”

Mi rostro debía estar notablemente pálido, porque Lord Kuro me miró con preocupación. “S-Sí, estoy… estoy bien.”

Forzándome a no concentrarme demasiado en la mano de Lord Kuro mientras tocaba mi cara, apenas conseguí responder con calma.

“Lord Kuro, todas hemos tenido un turno.”

“Muy bien. Esto será peligroso, así que todas, retrocedan un poco.”

Al escuchar el informe de Eluterina, Lord Kuro retiró su mano.

Mientras me ponía roja al darme cuenta de que mis ojos habían seguido desesperadamente su mano, Lord Kuro se dirigió al frente del agujero y utilizó una magia increíble.

Hubo una ráfaga de viento frío que agitó nuestros cabellos y ropas.

Lord Kuro es realmente el seguidor de un héroe.

Esa tardía constatación me hizo tomar conciencia de la distancia que nos separa.

Era como si me hubieran dejado solo en la oscuridad.

“Tifaleeza, ¿estás bien?”

“… Me siento un poco mareada.”

Mientras mis sentimientos se hundían, empecé a sentirme mareada y con náuseas.

“Sí, yo también me siento extraña…”

“Mi cuerpo se siente pesado.”

Los demás ejecutivos también empezaron a quejarse de los síntomas.

Lord Kuro me explicó que se trataba de un fenómeno llamado “enfermedad de subida de nivel”, una enfermedad temporal que se producía cuando el cuerpo no podía seguir el ritmo de la rápida subida de nivel. Así que no eran sólo mis sentimientos.

“Eso será todo para el entrenamiento especial de hoy.”

Lord Kuro nos llevó a todos a la sede de la Compañía Echigoya en la capital real, nos explicó quién había conseguido qué habilidades y cuánto habíamos subido de nivel, y nos despidió.

“Tienes suerte, Tifaleeza. Parece que has aprendido la rara habilidad ‘Caja de Objetos’.”

“Gracias…”

Seguía sintiendo náuseas y desvanecimiento, y los párpados me pesaban tanto que sentía que podría desmayarme en cualquier momento.

Por desgracia, incluso respondí brevemente a los elogios de Lord Kuro.

***

 

 

“¿Pueden volver a sus habitaciones sin problemas?”

“No por un tiempo.”

Eluterina respondió en nombre del grupo.

“En ese caso las llevaré a todas.”

Lord Kuro acabó levantando a cada uno de los ejecutivos por turno y llevándonos a nuestras habitaciones.

El puñado que se había quedado dormido se fue bastante tranquilo, pero…

¡Detente! ¡Seguramente va contra las reglas presionar tu cara contra el pecho de Lord Kuro!

¡Hey! ¡Es impropio usar esto como una oportunidad para agarrarlo tan fuerte!

¡Merina! ¡No toques el trasero de Lord Kuro! ¡Qué suerte… quiero decir, qué lujuriosa!

¡Eluterina! No creo que sea muy de doncella fingir estar dormida para poder oler el aroma de Lord Kuro.

Mientras protestaba en mi mente, debí quedarme dormida, hasta que no quedó nadie más en la habitación que yo.

“Parece que Tifaleeza es la última…”

Escuché la voz de Lord Kuro, que sonaba un poco cansada.

A través de mis párpados apenas abiertos, pude verle con un aspecto digno y distante, como siempre.

Tal vez sea sólo mi imaginación, pero su ropa parecía un poco erizada.

Estoy segura de que algunas de las chicas más proactivas habrán intentado seducirlo a la fuerza en sus habitaciones.

Cuando Lord Kuro se acercó a mí, el aroma de su colonia me hizo cosquillas en la nariz.

Entonces me levantó en sus brazos.

Eran más finos de lo que esperaba, pero podía sentir sus firmes músculos debajo.

Un sentimiento de satisfacción me llenó mientras me apoyaba en Lord Kuro, que caminaba suavemente mientras me llevaba para no despertarme.

Pero esa felicidad no duró mucho.

Lentamente, me bajó a la cama.

“Lord Kuro…”

La decepción que sentí cuando su calor se alejó de mí fue tanta que murmuré su nombre sin pensarlo.

Por un segundo, temí que se diera cuenta de que no estaba realmente dormida, pero se apartó sin decir nada.

No podía intentar seducirlo, ni siquiera impedir que se fuera.

Todo lo que hice fue ver cómo salía de la habitación.

“… Cobarde sin carácter.”

Me maldije en silencio por no ser tan asertiva como las otras chicas.

“Todavía no puedo hacerlo. Pero algún día, seguramente…”

Una vez que tenga la suficiente confianza en mí misma para expresar mis sentimientos con claridad…

… entonces me olvidaré de mi posición de esclava y entraré en el campo de batalla llamado amor.

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Al igual que mis queridas colegas.

-FIN DEL VOLUMEN 15-

 

Death March Volumen 15 Extra Novela

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