Musume Janakute Mama ga Sukinano! (NL)

Volumen 1

Capitulo 2: Confesion y Confusion

Parte 1

Al día siguiente… me quedé dormida.

“…Nmh… Awww… Ya son las siete y media… ¡¿Ehhhhh?!”

Alcancé mi teléfono al lado de mi cama y me sorprendí cuando miré la hora. Salté de la cama y bajé rápidamente las escaleras.

Esto es terrible. Simplemente terrible.

Cuando una ama de casa se despierta a las siete y media, el día ya se acabó en muchas maneras.

A las siete y media… ¡Mi hija ya debería estar saliendo de casa!

“Ah~~… ¿Qué hago, qué hago? El desayuno, el almuerzo… Ah, no, primero debo despertar a Miu…”

“…Ah. Buenos días, mamá.”

Cuando terminé de bajar las escaleras desesperadamente, vi a Miu en la sala de estar.

“Por fin te levantaste.”

“…Miu. L-Lo siento, haré el desayuno ahora mismo…”

“No te preocupes. He comido un poco de cereal”, respondió Miu con calma. Parece que ya había terminado de desayunar.

Cuando la miré de nuevo, noté que ya llevaba el uniforme. Estaba bien peinada y tenía una mochila en el hombro.

Parecía estar lista para ir a la escuela.

“Ayer me fui a la cama temprano, así que me levanté temprano. Ah, compraré algo para el almuerzo, así que no te preocupes.”

“…Ya veo. Lo siento, mañana cocinaré como siempre.”

“No pasa nada. Pero es inusual que te quedes dormida. ¿Te quedaste bebiendo hasta tarde con Taku-nii?”

“¡¿……?!”

En el momento en que escuché el nombre de Ta-kun, inmediatamente me tensé. Mi cabeza adormilada se despertó de golpe.

“E-Este… S-S-Supongo…”

Mi voz temblaba tanto que parecía una risa y mis ojos vagaban de un lado a otro.

No es como si hubiéramos bebido hasta tarde.

Me acosté alrededor de las once como siempre.

Es solo que… no pude conciliar el sueño.

Me pasé toda lo noche dándole vueltas a eso debajo de las sábanas.

—Te amo, Ayako-san.

La impactante confesión que recibí antes de ir a la cama, una confesión muy seria, siguió rodando en mi cabeza…

“…¿Qué te pasa, mamá? Estás toda roja, ¿estás bien?”

“¡¿Ehh?!”

Inmediatamente me toqué las mejillas y me sorprendió lo caliente que estaba mi cara.

“¿Tienes fiebre? ¿Te traigo un termómetro?”

“¡E-Estoy bien! ¡De verdad estoy bien!”

“Está bien, entonces… Ah. Taku-nii, buenos días.”

Mi mente perdida en el torbellino de anoche regresó a mí en un momento. Antes de que me diera cuenta, sonó el timbre y el amigo de la infancia de mi hija vino a recogerla como de costumbre.

“Sí. Buenos días, Miu.”

Y entonces, Ta-kun me miró.

“…B-Buenos días, Ayako-san.”

Su voz fue tensa y su expresión algo rígida. Parecía estar incómodo y avergonzado.

Y yo también… Mi cabeza estaba en blanco. A pesar de que veía su cara casi todos los días, no podía mirarlo a la cara ahora.

“B-B-B-Buenos días, Ta-kun… ¡¿Ah?!”

Cuando recordé mi aspecto actual, me sentí avergonzada. Todavía estaba en pijama y mi cabello estaba todo despeinado. Intenté peinarme con las manos apresuradamente.

“¡L-Lo siento! ¡Estoy horrible en estas fachas…!”

“…¿Por qué te preocupas por eso, mamá? No es como si fuera la primera vez que Taku-nii te ve en pijama.”

Después del frío comentario de Miu, de repente me volví consciente. Él había pasado muchas veces la noche con nosotras y me había visto a menudo en pijama. Me ha visto sin maquillaje y hasta me ha despertado antes.

U-Uwaa~~, ¡qué vergüenza!

¡¿Qué estoy haciendo?!

¡¿Por qué estoy reaccionando como una adolescente?!

Me sentí más avergonzada por haberme avergonzado de estar en pijama que de estar en pijama.

Es como si…

De repente fuera consciente de que Ta-kun es un hombre…

“…Miu. Lo siento, pero ¿podrías adelantarte?”

Ignorando mi vergüenza y confusión, Ta-kun se volvió hacia mi hija.

“Necesito hablar con Ayako-san.”

“¿Hm? Bueno, no me importa.”

Miu parecía extrañada, pero sin preguntar nada más, se puso los zapatos y se fue sola.

La puerta se cerró.

En el momento en que quedamos solos, una indescriptible tensión llenó la habitación.

Y después de un breve silencio:

“¿Te quedaste dormida?” dijo Ta-kun. “Es raro que eso suceda.”

“S-Sí… No pude conciliar el sueño.”

“…Yo tampoco pude dormir nada”, dijo, mirándome directamente.

Sus ojos eran tan terriblemente serios como ayer.

“Ayako-san, yo—”

“¡E-Está bien! ¡Lo sé, lo sé!” Levanté la voz inconscientemente.

Interrumpí sus palabras, como negándome a escuchar lo que diría a continuación.

“¡F-Fingiré que ayer no escuché nada!”

“¿Eh…?”

“Así que… no tienes que preocuparte por eso en absoluto, Ta-kun. F-Fue por eso, ¿no? Estabas borracho, ¿no es así? Por eso, bueno… te sentiste un poco raro y sucedió eso, ¿verdad? Lo entiendo… Lo entiendo todo.”

“Ayako-san… Yo…”

“O-Olvidémoslo. Olvidemos todo lo de ayer. E-Está bien, no pasa nada… Ya soy una vieja. No soy una niña que se toma en serio una charla de borrachos—”

“¡Ayako-san!”

Su fuerte y seria voz hizo que me congelara.

“¿Por qué dices eso…?”

Ta-kun… tenía una cara que nunca había visto. Parecía enojado y triste a la vez.

“Ayer, yo… ciertamente estaba un poco borracho y de buen humor. Y puede que lo haya dicho por el impulso del momento… No puedo negarlo.”

Pero, continuó.

“Todo lo que dije es verdad.”

“……”

“Te amo, Ayako-san. Siempre te he amado…” dijo Ta-kun.

Y continuó como si se hubiera desecho de su autocontrol.

Trató de transmitirme sus sentimientos por mí…

“Para ti, probablemente solo soy un niño, y he pensado en rendirme muchas veces… Sin embargo, no puedo parar de amarte. Me gustaría tener una relación seria contigo.”

“Ta-kun…”

“No tienes que responder ahora mismo… Pero… me alegraría que lo pensaras.”

Bueno entonces… Hasta luego, dijo.

Y se fue.

Y yo caí de rodillas débilmente en el acto.

“…¿Hablaba en serio?”

No parecía estar bromeando. Si la confesión de ayer había sido una broma… si todo fue por el alcohol, habría sido inesperado, pero para ser honesta, esperaba que lo fuera.

Por eso, casi inconscientemente, decidí considerar todo esto como una broma.

Le propuse que lo olvidáramos todo.

Pero.

Su sinceridad, su pasión… No permitieron que mi astuto plan de escape funcionara.

Y ahora estoy en una situación en la que no me queda más remedio que enfrentar su seria determinación.

Los verdaderos sentimientos de Takumi Aterazawa…

“Ta-kun… Él realmente me ama… Siempre me ha amado y ha sufrido por un amor unilateral… Uuh~, ah~, uwa~, ah~~~.”

Agarré mi cabeza en agonía. Antes de eso, estaba avergonzada por salir a la puerta en pijama, pero ​​ahora estaba tan confundida que mi cabeza no daba más de sí.

“…¿Q-Qué debería hacer~~?”

***

“Takumi, despierta”, me sacudieron los hombros y abrí los ojos.

Estaba en el salón 102 del edificio de la facultad de economía.

Tenía un curso de carrera de economía moderna… pero parece que me había quedado dormido. Levanté rápidamente la cabeza, pero no había rastro del profesor y los estudiantes ya se estaban yendo.

“Mierda…”

“Tomé apuntes de lo más importante, ¿quieres copiarlos?”

“Ah, gracias. Eso sería de mucha ayuda.”

“Está bien. Tú eres el que siempre me está ayudando”, dijo Satoya y sonrió dulcemente. El resumen que me entregó contenía lo más importante de la clase y estaba escrito con letras bonitas.

Satoya Ringou.

Era bajo y delgado. Su cara era tan aniñada que parecía un estudiante de secundaria y su largo pelo estaba recogido atrás.

Ni siquiera parecía que teníamos la misma edad.

Él llevaba ropa de moda y todo tipo de accesorios brillantes. Aunque era un hombre, y esto puede sonar como un prejuicio anticuado, tenía sus uñas pintadas con un esmalte oscuro.

En resumen, era un hombre guapo a la moda con una cara bonita.

Era un amigo de la misma facultad que conocí en la universidad y estábamos llevando el mismo curso juntos. Como llevábamos casi los mismos cursos, andábamos juntos a menudo.

“Aunque es bastante inusual. No puedo creer que te hayas dormido.”

“No pude dormir mucho anoche.”

“¿Hm? ¿Te desvelaste haciendo alguna tarea?”

“No, no era una tarea.”

“Entonces… ¿algún problema con la mamá de tu vecina?”

“……”

“Oh. Parece que adiviné.”

El rostro aniñado de Satoya se distorsionó y apareció una sonrisa maliciosa.

“Es fácil entenderte, Takumi. Definitivamente es imposible para ti tener una aventura.”

“…Cállate.”

Tirándonos veneno, salimos del salón y nos dirigimos a la cafetería.

La cafetería de la universidad estaba abarrotada a la hora del almuerzo.

Compramos los cupones de la comida e hicimos fila. Yo pedí curry y Satoya un donburi de loco moco, y después de encontrar unos asientos libres, nos sentamos.

“…¿Eh? No puede ser… ¿Te confesaste? ¿En serio?” Sus ojos se abrieron sorprendidos cuando escuchó mi historia.

Ya le había contado que he estado enamorado de Ayako-san, la mamá de mi vecina, durante los últimos diez años.

La última vez que tomamos algo, se me escapó accidentalmente.

“Heh. Heeeh… Uwa, ¿qué hago? Esto es muy interesante.”

“…No es nada interesante. Esto es serio para mí.”

“Lo sé. Lo siento, pero no puedo evitar emocionarme. Mi mejor amigo finalmente ha dado un paso adelante en su amor de 10 años.”

Satoya no pudo ocultar su emoción. Maldición. Habla como si fuera asunto de otra persona.

Haah.

De alguna manera… Todavía no me lo puedo creer.

Parece mentira que me le haya confesado. Solo de recordarlo, me quiero morir de vergüenza.

No me arrepiento de nada… sería genial decir eso, pero para ser honesto, me arrepiento. Mucho. Mucho, mucho. He estado agonizando desde que me fui a la cama anoche. Quería retroceder el tiempo una y otra vez.

Ayer crucé una línea de la cual no hay vuelta atrás.

“Realmente la amas, ¿no?” dijo Satoya con admiración, mirando a lo lejos.

“¿Qué, no me creías?”

“Bueno, no es que dudara… Pero como que no podía creerlo del todo. Digo, tienes un amor unilateral de diez años por la mamá de tu amiga de la infancia que vive al lado y que es diez años mayor que tú.”

“……”

Eso es… Bueno, supongo que sí.

Seguramente es extraño enamorarte de la mamá de tu amiga de la infancia.

Yo mismo entiendo eso.

Pero aun entendiendo eso… seguí amando a Ayako-san durante diez años.

Nunca dejé de pensar en querer salir con ella.

“¿Cómo fue que te enamoraste de nuevo? ¿Fue cuando tenías 10 años, se bañaron juntos y viste a Ayako-san desnuda?”

“N-No fue así. No me hagas sonar como una especie de pervertido.”

“Pero se bañaron juntos, ¿verdad?”

“……”

En efecto, eso pasó.

Entramos juntos y la vi desnuda.

Pero entonces yo tenía diez años, así que ella bajó la guardia y no intentó ocultar nada… Gracias a eso, vi todo lo que no debería ver.

“La viste desnuda hace diez años, no pudiste olvidarlo y desde entonces la has amado… Eres todo un pervertido, Takumi. Y un poquito acosador.”

“…Cállate. Y ese baño juntos no es la razón.”

Bueno… No puedo negar que después de bañarnos juntos comencé a percibirla como una mujer.

Pero esa no es la única razón.

No se limita a eso.

Estos sentimientos que he mantenido durante diez años no se pueden expresar con un par de palabras.

“Bueno, en cierto modo, es increíble. Durante diez años no has tenido ojos para otras mujeres, excepto una. Puede que la línea que separa la perversión y un amor puro sea sorprendentemente tan delgada como una hoja de papel”, dijo Satoya, con un tono como si hubiera comprendido algo. “Puedo entender que la hermosa y joven madre de tu amiga te parezca atractiva. Honestamente, a mí también me ha pasado que las mamás de otras personas me parecen extrañamente atractivas, a pesar de que no puedo ver a mi madre más que como una vieja… Pero, después de todo, eso no es más que una fantasía peculiar de la infancia. Normalmente despiertas de eso enseguida.”

“……”

“Pero tú te has aferrado a esa fantasía toda tu vida hasta los veinte. Después de tanto tiempo, estoy seguro de que tu fantasía se hará realidad.”

Hablando de una manera que hacía difícil saber si estaba impresionado o bromeando, Satoya extendió su mano a mi cabeza.

“En cualquier caso, me alegro de que hayas podido transmitirle tus sentimientos. Buen trabajo confesándote. Bien hecho. Déjame elogiarte.”

“…Cállate. Y detente.”

Aparté la mano que me estaba acariciando la cabeza.

“Pero, bueno, de alguna manera apesta que te le hayas confesado borracho.”

“Ugh… S-Supongo que sí…”

Eso es lo que más lamento.

Logré confesarme, pero bajo qué circunstancias.

“…A-Ayako-san también tiene la culpa. Me dio algo así como una orientación amorosa y me dijo, ‘Si tienes una chica que te gusta, tienes que decirle tus sentimientos’… Así que me motivé de golpe.”

“Bueno, ella seguramente ni se imaginaba que la amabas. Debe haber sido una verdadera sorpresa para ella.”

“…Sí, supongo.”

Viendo su comportamiento de anoche y esta mañana, era evidente que Ayako-san todavía estaba sorprendida y alterada.

Para bien o para mal, ella no tenía ni idea de que me gustaba.

“De alguna manera… me siento culpable ahora. Debido a mi confesión, le he ocasionado muchos problemas.”

“Eso es lo que significa confesarse”, dijo Satoya, como si lo supiera. “Armarse de valor y confesar tus sentimientos… La gente trata eso como una virtud, pero en realidad, solo estás tirando una bomba en tu relación por conveniencia. Espero que todo te salga bien, pero si no, solo se convertirá en un problema. No solo la persona que se confiesa, sino también la que rechaza, acumulará estrés y sufrirá porque no quiere herir a la otra persona.”

Sus desalmadas palabras me abatieron infinitamente.

Pero Satoya tenía razón.

Dejé caer una bomba enorme. Un arma mortal, decorada con hermosas palabras de confesión, que puede destruir las relaciones entre las personas…

Nuestra relación no volvería a ser la misma que antes…

Incluso si ella me rechaza y dice “dejemos todo como estaba”, y me sonríe como siempre… Nunca me volverá a ver como el simple amigo de la infancia de su hija.

He destruido la relación que hemos tenido durante diez años por mi propio interés…

“Tu futuro depende de la respuesta de Ayako-san.”

“Sí…”

Todavía no he recibido una respuesta.

O más bien, sería más exacto decir que tenía miedo de escucharla y la demoré. Ayer y esta mañana, me escapé sin escuchar una respuesta. Le dije tranquilamente que no tenía que responderme ahora mismo, pero no era así, solo tenía miedo de escuchar su respuesta.

Pero no puedo huir para siempre.

Suspiré profundamente.

Una confesión impulsiva debido al alcohol… Estaría mintiendo si dijera que no me arrepiento, pero hasta cierto punto estaba listo para ello.

Tarde o temprano, habría ocurrido.

Estaba casi en mi límite.

No podía continuar viviendo con este amor unilateral… y que ella ni siquiera fuera consciente de mí.

Era tan vacío, triste, frustrante y lamentable que la mujer que amaba no me tratara como a un hombre, sino como a un niño.