Jinrou E No Tensei Maou no Fukukan (NL)

Volumen 4: La Princesa de la Guerra

Capitulo 4: Una Vez que Tengamos a Meraldia en Nuestra Manos

Parte 9

Después de la lección de Shatina, volví a Ryunheit y solicité una audiencia con la Maestra. La saludé y luego le expliqué la situación.

“Es por eso que te pido humildemente que continúes incrementando el número de nuestras tropas.”

Agotada, la Maestra se sentó en la esquina de su estudio y comió los bocadillos que le había traído. Me lanzó una mirada de reproche y dijo, “¿Es esta una forma de tratar a tu Señora Demonio?”

Seguramente unos meros 12,000 esqueletos son pan comida para la todopoderosa Señora Demonio Gomoviroa. Después de terminar sus bocadillos, la Maestra se dejó caer sobre un montón de cojines que usó como cama improvisada y se quejó, “Así que esto es lo que se siente ser un líder…”

“Así es.”

Eso no era exactamente cierto, pero viendo que nos había delegado todos los deberes burocráticos del gobierno, tenía que ganarse su sustento de alguna manera.

“Por cierto, Maestra, ¿sabes qué es un Blast Grimoire?”

Sumergiéndose aún más profundamente en los cojines, donde nadie podía molestarla, la Maestra respondió, “Me temo que no.”

“Por lo que puedo decir, es una especie de arma de tiro que usa magia.”

Mientras discutía el arma de Eleora con la Maestra, escuché la voz de pánico de Jerrick a lo lejos.

“¡Espera, Monza, yo solo fui como guardia del jefe!”

“Ja, se supone que debes detenerlo cuando se pone así. De acuerdo, vendrás conmigo a ver a Fahn.”

“Si van a sermonear a alguien, sermonéenlo a él, no a mí.”

“Sí, el problema es que él no nos escucha a ninguna.”

Quería rebatirle, pero no tenía el coraje de salir y verme atrapado también en el sermón de Fahn. Ya tuve que escuchar uno cuando regresé, no quería pasar por otro. La Maestra asomó la cabeza fuera de la montaña de cojines y respondió, “Soy una nigromante ante todo, por lo que mi conocimiento de los artefactos mágicos se extiende solo a aquellos relacionados con la nigromancia. Además, no puedo analizar esta arma por ti a menos que la tenga enfrente.”

“¿Crees que Ryucco podría ser capaz de encontrar algo?”

Ryucco no era parte del ejército demoníaco, pero era otro de los discípulos de la Maestra. Su especialidad era crear herramientas mágicas. La Maestra negó con la cabeza y respondió, “Desafortunadamente, incluso Ryucco necesitaría verla al menos… Aunque planeo llamarlo a Ryunheit en un futuro cercano, así que, si todavía sientes curiosidad, pregúntale tú mismo.”

“Entendido.”

Ninguno de los espías enviados por los diversos virreyes había podido descubrir nada sobre el Blast Grimoire o el cuerpo de magos de Eleora. Más o menos me había dado cuenta de que era una pistola de algún tipo, pero realmente quería saber los detalles de su funcionalidad.

***

—El Sermón de Fahn—

“Jerrick.”

“¿Sí?”

Jerrick estaba sentado dócilmente delante de mí.

“¿Sabes por qué te llamé aquí?”

“Sí… Digo, sí, señora.” Parecía resignado a su destino. “Pero yo solo hice mi trabajo y protegí al jefe. ¿Por qué estoy siendo regañado…?”

“¡Ves, no sabes por qué te llamé aquí después de todo!”

Golpeé mis manos sobre la mesa. A pesar de que me contuve, la madera crujió.

“Veight es una de las personas más importantes en el ejército demoníaco. Lo sabes, ¿verdad?”

“Lo sé. Su vida es más importante que la mía.”

“Eso no es a lo que intento llegar aquí.”

Jerrick parece idolatrar demasiado a Veight. Aunque puedo entender por qué lo hace. Jerrick era como el rarito en nuestro pueblo, pero Veight lo respetaba de todos modos, así que ahora tiene una fe total en él. Pero saben, incluso yo creo que es extraño que un hombre lobo sea herrero. O sea, ¿cuál es el punto de que alguno de nosotros tenga espadas? De todos modos, eso no es importante en este momento.

“Veight es el Vicecomandante de la Señora Demonio Gomoviroa. No solo eso, es un concejal del Consejo de la Mancomunidad. ¿Entiendes lo que eso significa?”

“¿Que es importante?”

“Exactamente. Es por eso que debemos mantenerlo en un lugar seguro donde él pueda dar órdenes a otras personas.”

Incluso los hombres lobo como nosotros no enviamos a nuestros líderes a las líneas del frente. Un líder debe dirigir a la manada y asegurarse de que la caza tenga éxito. Excepto que Veight nunca actúa así.

“Veight necesita darse cuenta de lo importante que se ha vuelto…”

Él es un hombre inteligente, así que estoy segura de que lo sabe en su cabeza. Pero en cierta medida, es probable que él simplemente no quiera aceptarlo. Al menos, así es como yo lo siento. Jerrick observó mi rostro durante unos segundos y finalmente dijo, “Pero ya sabes, Fahn. Es porque el jefe asume todos los trabajos más peligrosos que ninguno de nosotros ha muerto todavía.”

“Bueno…”

Él tiene razón. Los 56 hombres lobo hemos participado en numerosas batallas feroces desde que nos unimos al ejército demoníaco. Veight es tan cauteloso que nunca nos hemos encontrado en una lucha verdaderamente desesperada.

Pero aun así, uno pensaría que después de tantos meses habríamos perdido un hombre lobo o dos. Pero los 56 de nosotros todavía estamos vivos y bien.

Ninguno de nosotros ha muerto. Y la razón de eso es exactamente como dice Jerrick. Veight se encarga de todos los combates más peligrosos, por lo que ninguno de nosotros tiene que luchar. Es más fuerte y más inteligente que el resto de nosotros, un verdadero Campeón de los hombres lobo.

Pero ese es exactamente el problema. Las cosas en las que Veight está pensando son demasiado complicadas para que yo las entienda.

En este punto, entiendo que los humanos tienen una sociedad muy compleja con muchas reglas. Tanto conquistar Ryunheit como convencer a todos los otros virreyes para que se unieran a nosotros habría sido imposible si Veight no hubiera estado con nosotros, luchando en las líneas del frente.

Lo que me hace preguntarme, ¿es tratar de sacar a Veight de las líneas del frente realmente lo que hay que hacer? Ya no estoy segura. Viéndome callar, Jerrick levantó la vista y dijo, “Oye, ¿puedo irme ya?”

Lo siento, pero no he terminado contigo todavía.

***

Después, Lacy vino a mi oficina para quejarse también.

“¡Si ibas a Krauhen deberías haberme llevado contigo! ¡Es mi ciudad natal!”

“Era demasiado peligroso llevarte.”

Parece que lo has olvidado, pero el Senado te busca, ¿sabes? La magia ilusoria de Lacy era potente, pero si la descubrían, estaría acabada. Dudo que la hubieran notado fácilmente, pero era un viaje largo. Traté de explicarle eso, pero ella no cedió. Finalmente, ella comenzó a hablar sobre los recuerdos que tenía de la ciudad.

“Tienes razón, pero aun así… Oh, lord Belken fue el que escribió mi carta de recomendación para la academia de magia.”

Al parecer, Belken había valorado mucho las habilidades de Lacy como hechicera y fue quien la empujó a ir a la academia de magia en Ioro Lange. Parecía que Lacy había sido una gran estudiante de honor allá. Mientras la escuchaba reprenderme por no haberla llevado, Parker entró en mi oficina.

“Hola, Lacy. La Maestra Gomoviroa necesita un asistente y he venido a ocupar tu lugar en la sala de descanso.”

La Maestra era tímida, pero también se sentía sola fácilmente, por eso prefería tener siempre al menos un discípulo a su lado. Por eso Parker, quien no tenía deberes reales de los que hablar, estaba a menudo en el deber de hablar con la Maestra. Estaba en medio de una montaña de papeleo, así que intenté con impaciencia sacarlo de mi oficina.

“¿Por qué todos vienen aquí a tomarse un descanso? Estoy ocupado, así que vete.”

Parker se encogió de hombros y suspiró, fingiendo estar ofendido.

“Te das cuenta de que los humanos a menudo necesitan descansos para vaciar sus cabezas y relajarse, ¿verdad?”

“No eres humano ni te cansas, así que vete antes de que te haga un agujero en esa cabeza vacía tuya.”

Parker sonrió y alegremente dijo, “¡Buena respuesta!”

Dios, este tipo me molesta.

***

Lo más probable es que la aterradora princesa de Rolmund estuviera tramando algo en Krauhen en este momento. No había duda de que se movería una vez que llegara la primavera, pero era posible que también intentara algo durante el invierno.

Necesitábamos fortalecer las defensas de las cuatro ciudades que bordean el norte y construir un ejército más grande. Además, necesitábamos vigilar los movimientos del Senado. Había mucho trabajo por hacer. Me hubiera gustado que Eleora se quedara allí hasta la primavera por lo menos, pero ella se movió tan rápido como había previsto.

“La ciudad minera de Krauhen, la ciudad de las cumbres, Draulight, la ciudad fortificada de Schverm y las ciudades agrícolas de Aryoug y Bahen han anunciado su independencia de la Federación Meraldiana.”

El informe de Airia un día confirmó que el enemigo había comenzado a moverse. La totalidad de las secciones norte y oeste de Meraldia habían abandonado el Senado. Sin embargo, los detalles de su secesión fueron diferentes de lo que yo esperaba.

“Estas cinco ciudades han anunciado la formación del Ejército de Liberación de Meraldia. Y la princesa Eleora que mencionaste antes se ha declarado oficialmente como su patrocinadora.”

“¿No están anunciando una alianza con el ejército de Rolmund?”

Airia negó con la cabeza, con una expresión pensativa.

“Correcto. Su posición oficial es que se trata de una rebelión de los meraldianos, con Rolmund solo brindando apoyo y nada más.”

Al parecer, Eleora tenía un plan bastante astuto para su invasión de Meraldia. Según la información que nos habían traído los peregrinos de Sonnenlicht, el ejército de Rolmund solo estaba oficialmente allí para proporcionar apoyo logístico y no militar.

“Los ciudadanos de Meraldia fueron originalmente sujetos del Imperio de Rolmund. El único objetivo de Rolmund como el imperio patrono de Meraldia es permitir que las personas independientes de Meraldia vivan bajo un sistema de gobierno justo, misericordioso y moral. La sexta princesa auxiliar del Sacro Imperio de Rolmund, Eleora Kastoniev Originia Rolmund declara por la presente que derrocará al corrupto Senado Meraldiano y traerá paz y prosperidad a la región.”

Uno de los peregrinos que podían leer y escribir había grabado la proclamación de Eleora para nosotros, que era lo que Airia leía en voz alta.

Fue una propaganda maravillosa. Tenía que aplaudir sus intentos de convencer a la población del norte para que se pusiera de su lado. Realmente admiraba cómo había añadido casualmente la parte “independientes”.

Desafortunadamente, discursos como este tendían a ser efectivos. Airia suspiró y dijo, “Bahen, Schverm y Aryoug guardan un profundo rencor contra el Senado y el ejército demoníaco. Estarán dispuestos a apoyar a un líder de un tercero, especialmente a uno que tenga el respaldo de los virreyes.”

“Esa princesa tampoco parece el tipo de persona con la que te gustaría cruzarte.”

Curiosa, Airia me miró.

“¿Parecía ella tan imponente?”

“Como dije antes, si bajas la guardia alrededor de ella durante un segundo, no hay forma de saber qué intentará. Pero imagino que, para sus aliados, ella es una líder confiable.”

Tuvo el carisma y la personalidad para renovar toda la estructura política y militar de esas ciudades en unos pocos meses. Airia sonrió amargamente y dijo, “Pareces bastante interesado en ella, concejal Veight.”

“Bueno, ella parece ser una dura enemiga.”

Realmente no quería encontrarme con ella en el campo de batalla, pero tampoco estaba seguro de poder vencerla en una batalla diplomática. La expresión de Airia se volvió aún más insatisfecha.

“Quizás debería volverme más fuerte entonces…”

“Confía en mí, ya eres lo suficientemente fuerte.”

Airia parecía dócil, pero estaría dispuesto a apostar que ella era la virreina más decisiva y decidida de Meraldia. Ella había sido la primera en declarar su independencia del Senado después de todo.

“Créeme, estoy eternamente agradecido de que seamos aliados y no enemigos, Embajadora Demoníaca Airia.”

“Fufu, me honra que pienses eso.” Sonriendo, Airia dejó caer una pila de documentos en mi escritorio. “Entonces estoy segura de que no te importará ayudar a esta fuerte Embajadora Demoníaca con algo.”

“¿Qué tienes en mente?”

Airia señaló la pila de documentos y dijo, “Creo que deberíamos dejar de exportar alimentos al norte. He consultado con los gremios de comerciantes y están dispuestos a ayudarnos en esto. Planeo presentar la moción en la próxima reunión del consejo.”

“Espera un segundo.”

Si bien eso ciertamente afectaría al norte, también afectaría nuestras ganancias y la gente de la industria agrícola aquí abajo. Sin embargo, Airia no cedió.

“Necesitaremos alimentos para alimentar a nuestros ejércitos en expansión, por lo que estaba pensando en comprar el excedente de productos con el dinero en la tesorería conjunta del consejo. Los granos y los alimentos en conserva nos durarán años, así que no hay daño en comprar más.”

“Las reservas de alimentos sin duda son esenciales en tiempos de guerra.”

Los bienes perecederos se deterioran demasiado rápido para el comercio, por lo que la mayoría de los comerciantes vendían granos y alimentos secos o en conserva. Ambos de los cuales eran perfectos para un ejército. Con lo cerca que está la guerra, probablemente sería mejor dejar de darle comida al enemigo. Miré el mapa.

Como la mitad norte de Meraldia no bordeaba grandes cuerpos de agua, les costaba más obtener alimentos. Fue por esa razón que mantuvieron sus ciudades agrícolas, Bahen, Aryoug y Welheim, bien protegidas y bien mantenidas.

Pero ahora que dos de las tres ciudades del norte habían desertado a Rolmund, la Federación del Norte solo contaba con Welheim. Si dejáramos de proporcionarles alimentos, probablemente no podrían alimentar a su población, generando resentimiento hacia el Senado dentro de las ciudades. Pero si hiciéramos esto, dañaríamos no solo al Senado, sino también a civiles inocentes. Fue por esa razón que había dudado en adoptar tal estrategia.

Sin embargo, Airia no tenía tales dudas. Ella realmente es decisiva. Al ver mi vacilación, Airia agregó, “Naturalmente, no estoy proponiendo que hagamos morir de hambre a los ciudadanos del norte. Tengo la intención de poner fin a este conflicto antes de que eso pueda suceder.”

Fue esta combinación de decisión y amabilidad lo que la convertía en una líder tan atractiva. Miré a Airia con renovado respeto.

“Realmente eres una mujer poderosa, lady Airia.”

“Muchas gracias, sir Veight.”

Airia sonrió alegremente.

Eleora y el Ejército de Liberación de Merladia se movieron rápidamente. Unos días después, Airia me trajo un informe de uno de los espías de la Mancomunidad.

“La capital religiosa de Meraldia, Ioro Lange está bajo el asedio del Ejército de Liberación de Meraldia.”

No habían pasado ni diez días desde la fundación del Ejército de Liberación de Meraldia.

“Son rápidos… ¿cuáles son sus posibilidades de éxito?”

Airia hojeó el informe.

“La mayoría de las tropas del ejército de liberación son milicias, pero también tienen miembros del ejército regular que estaban apostados en Schverm. Están planteando una gran amenaza.”

Ioro Lange era una ciudad santa para los miembros de la Orden de Sonnenlicht y posiblemente la ciudad más importante de Meraldia. Honestamente, esto me sorprendió un poco. Pensé que con sus maniobras de sal en Krauhen, habían estado planeando una guerra diplomática y económica a largo plazo.

Al día siguiente, mientras discutíamos las implicaciones de esta invasión con los otros virreyes, llegó otro informe.

“¡Ioro Lange se ha rendido al Ejército de Liberación de Meraldia! ¡Se las arreglaron para lograr una victoria incruenta!”

En el momento en que el mensajero, que había llegado aquí a caballo rápido, dijo eso, toda la sala de reuniones cayó en un alboroto.

“¡¿M-Maestro?! ¡¿Cómo podemos vencer a un oponente tan fuerte?!” gritó Shatina, agitada.

Por otro lado, Garsh se acarició la barba y negó con la cabeza.

“No, todo esto es un acto. ¿No es cierto, Petore?”

Petore asintió, con una mirada agria en su rostro.

“En efecto. Esos tipos de la liberación deben haber hecho un trato con Ioro Lange de antemano. Solo quieren que sus enemigos piensen que son tan poderosos que la mera amenaza de invasión hace que las ciudades se rindan. Déjame adivinar, esos bastardos hipócritas probablemente dijeron algo sobre cómo no querían matar a sus propios compatriotas para que la ciudad se rindiera, ¿verdad?”

Sorprendido, el mensajero asintió en afirmación.

“Eso es correcto, señor. Creo que su proclamación fue: No aprobamos derramar la sangre de nuestros hermanos en la tierra santa de Ioro Lange. Como miembros de la misma Orden de Sonnenlicht, Rolmund le ruega a la ciudad que abra sus puertas y dé la bienvenida a sus liberadores.”

Aram asintió en comprensión.

“Así como los virreyes de las ciudades del sur se conocen, hay fuertes lazos entre los virreyes de las ciudades del norte.”

Si todos los virreyes del norte estuvieran realmente de acuerdo, sería difícil detener esta invasión a través de la diplomacia. Forne suspiró y dijo, “Además, mientras la ira de Rolmund se dirija hacia el Senado, las ciudades restantes del norte no tienen ninguna razón para luchar y poner en peligro a sus ciudadanos. El deber primero y principal de un virrey es su pueblo.”

Si bien el Senado tenía mucho poder, dejaba el gobierno de las ciudades enteramente en manos de los virreyes. Lo que significa que, si uno podía ganárselos, el Senado no tenía ninguna posibilidad.

“La princesa Eleora entiende que, si destruye al Senado, puede hacer que el norte sea suyo. Ella ha hecho un buen trabajo al unir a las personas contra el enemigo correcto.”

Forne se volvió hacia mí y me miró fijamente.

“¿Cómo puedes sonar tan despreocupado? A este ritmo, nuestra Mancomunidad será la siguiente. Los perros de Rolmund parecen saber cómo ganarse a la población.”

Para ser honesto, yo también estaba bastante preocupado.

“Bueno, primero, permítanme comenzar explicando cuáles son las intenciones de Eleora que creo que son.”

Pasé los informes que escribí anoche a cada uno de los virreyes.