Jinrou E No Tensei Maou no Fukukan (NL)

Volumen 4: La Princesa de la Guerra

Capitulo 4: Una Vez que Tengamos a Meraldia en Nuestra Manos

Parte 2

 

 

Después de terminar mi almuerzo, me dirigí al antiguo distrito donde me esperaba otra tarea problemática.

Había una reunión del consejo de la mancomunidad hoy. Según los informes de los virreyes, cada ciudad estaba bien. Shardier había logrado ganarse a los nómadas locales como aliados y algunos incluso habían comenzado a vivir en la ciudad.





De los nuevos migrantes, algunos habían expresado su interés en unirse a la guarnición de la ciudad. En cuanto a Veira, algunos nobles del norte habían pedido muebles de alta calidad a la ciudad. Pero según Forne, la orden era solo una fachada; lo que realmente querían los nobles era establecer conexiones con nuestro consejo.

Parecía que cada virrey estaba usando sus talentos únicos para ayudar a la mancomunidad a crecer y expandirse. Desafortunadamente, eso no significaba que todas las ciudades se llevaran bien.

“¿Puedes creerlo, Veight?”

El virrey de Beluza, Garsh, se inclinó hacia delante y di un paso vacilante hacia atrás.

“¿Qué pasa?”

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“Los pescadores de Lotz se han instalado en nuestras aguas. Cada vez que los ahuyento, simplemente vuelven. Estoy en mi derecho de hundir el próximo barco de pesca que vea, ¿verdad?”

El virrey de Lotz, Petore, se cruzó de brazos y dijo, “Mmm, estoy seguro de que fue la marea la que los llevó hasta allí. No estaban tratando de infringir tus derechos.”

“¡Mentiroso! ¡Están apareciendo cada maldito día!”

“Mocoso, si crees que esas son tus aguas, ¿por qué no trazas una línea para mostrarme dónde está la frontera?”

“¡Si pudiera, no tendría que lidiar con tus estúpidos pescadores!”

¿Por qué siempre soy yo el que tiene que mediar estas disputas?

“¿No pueden hablarlo como lo han hecho antes?”

Ambos virreyes sacudieron la cabeza.

“Prefiero que el consejo decida las cosas de una vez por todas que seguir negociando con este viejo.”

“Pues esto es lo único en lo que estamos de acuerdo. Por supuesto, todos sabemos que el consejo estará del lado de Lotz.”

Veo que has venido preparado, viejo. Miré a Aram, el virrey de Shardier, y él tímidamente desvió la mirada. Ahora estaba seguro de que había sobornado a los miembros del consejo de antemano. Forne, el virrey de Veira, sonrió. Shatina, la virreina de Zaria, se puso de pie y abrió la boca para expresar su opinión también, pero Forne la agarró por el cuello y la calló. Parecía que Petore había hecho un trato con los virreyes de las ciudades del este para ganarse su apoyo.

Sin embargo, no había intentado ganarse el favor de las virreinas demoníacas y Firnir y Melaine estaban analizando sus respectivas observaciones mientras intentaban decidir qué lado tomarían. Airia, por otro lado, solo me miraba con una leve sonrisa.

Parecía que ella era la única a la que Garsh había intentado convencer.

Tal como estaban las cosas, parecía que había cuatro votos garantizados para Lotz, y solo dos votos garantizados para Beluza. Garsh estaba en desventaja aquí. Pero eran sus aguas de pesca las que estaban siendo expoliadas, así que me sentí un poco mal por él. Aunque no quería parecer parcial, decidí que me pondría del lado de Beluza esta vez.

Especialmente porque parecía que Petore estaba tratando de ver hasta dónde podía llevar las cosas antes de que el consejo lo reprendiera.

Me aclaré la garganta y dije con mi voz más solemne, “Si pretendes afirmar que no se pueden trazar fronteras en el agua, Virrey Petore, ¿no estarían también los buques de guerra de Beluza en su derecho a expoliar las pesquerías de Lotz?”

Había escuchado que Lotz había comenzado a crear zonas de pesca de mariscos con la ayuda del ejército demoníaco. Aunque aún estaban en la fase de prototipo, estaba seguro de que serían una gran fuente de ingresos en poco tiempo. Al oír mis palabras, Garsh sonrió.

“¡Ooh, ese es un buen punto! ¡Nuestros buques de guerra son mucho más grandes que los de Lotz! ¡Supongo que, si vas a robar nuestros peces, nosotros solo robaremos los tuyos!”

Petore hizo una mueca, me lanzó una rápida mirada y luego suspiró.

“Veo que tienes el voto más importante de tu lado. Bien. Les diré a esos jóvenes engreídos que se mantengan en la línea.”

Garsh le dirigió a Petore una mirada confundida.

“¿Eh? ¿Por qué te estás retirando tan fácilmente, viejo?”

Petore le lanzó a Garsh una sonrisa.

“No hay necesidad de ser tan desconfiado, mocoso. Me di cuenta de que estábamos equivocados, eso es todo.”

“¡Oye, ¿qué pasa con esa sonrisa?! ¡Estás planeando algo, ¿verdad?!”

Si me ponía del lado de Beluza, había una buena posibilidad de que Melaine y Firnir también lo hicieran. Lo que significa que tres votos más irían a Beluza. Lotz solo tenía cuatro, pero esto le daría a Beluza cinco. En otras palabras, la mayoría.

Los votos del consejo tenían autoridad legal sobre todos los miembros de la mancomunidad y todos los votos se registraban públicamente. Perder un voto que él inició dañaría la reputación de Petore. Por eso había decidido dar marcha atrás y dejar el asunto oficialmente decidido. Qué viejo tan astuto.

***

 

 

Todos los virreyes humanos se conocían bien y con mucho gusto se ayudarían mutuamente en caso de una crisis real. Aunque tenían sus problemas internos, estaban completamente dispuestos a cooperar militarmente. Sin embargo, no podían olvidar que también eran representantes de su gente.

Era su responsabilidad asegurar que sus ciudadanos vivieran una vida lo más pacífica y próspera posible.

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Por eso siempre estaban peleando cuando se trataba de cuestiones económicas o de derechos sobre la tierra, ya que afectaban directamente la prosperidad de su gente. No puedo creer que tenga que ser niñero de un grupo de humanos incluso después de reencarnarme como un hombre lobo.

Como siempre, una vez que terminó la reunión formal, los virreyes volvieron a ser amigables entre sí.

“¡De acuerdo, cenemos en uno de los restaurantes de Ryunheit esta noche!”

Negué con la cabeza en respuesta a la sugerencia de Garsh.

“Es un gran riesgo de seguridad para todos los virreyes que comamos en la ciudad.”

Garsh sonrió.

“¡Jajaja, no necesitas preocuparte tanto, Veight! El restaurante que tengo en mente es el más seguro que hay. ¡Ya que está a cargo de quinientos de mis mejores luchadores!”

Oh, ya veo. Luego se dirigió a los otros virreyes y añadió, “¿No quieren ver cómo se siente la fusión de la cocina de Beluza y Ryunheit? ¡Yo invito la cena, amigos!”

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Debería haber adivinado que querría visitar ese restaurante. Todos, excepto Airia y yo, parecían emocionados por probar la comida.

“Realmente se te ocurren algunas ideas interesantes, mocoso. Nunca pensé usar la cocina para expandir mi influencia. Tal vez Lotz también debería enviar algunos chefs a la capital demoníaca.”

“Vaya, si desean tener una sesión de intercambio cultural, no pueden permitirse el lujo de dejar a Veira fuera.”

“¡Vaito, este lugar suena bien!”

Pero acabo de almorzar allí…

***

 

 

—Garsh y la Fiesta de sus Alegres Piratas—

“¡Jajajaja!”

Sonriendo, tomé un buen trago de mi jarra. Logré resolver el problema de los pescadores de Lotz, por lo que puedo volver a Beluza con la cabeza bien alta. Barrí mi mirada sobre el restaurante de mis hombres, luego me volví a la mesa.

“¡¿Qué te parece, Veight?! ¡¿Es sabrosa la comida de Beluza o qué?!”

“Sí, lo es.”

Eso es todo lo que dice mientras devora silenciosamente su pato asado. El pato viene con un plato colmado del famoso guiso de verduras de Beluza. Está lleno de deliciosos tomates secos y cebollas dulces. De hecho, ningún plato beluzano está completo sin esos dos.

Y ahora mis chicos han comenzado a mezclar la comida de Ryunheit en sus platos para hacerlos aún más deliciosos. Están haciendo comida al estilo beluzano con champiñones frescos, papas, pollo, ternera, pato y ciervo de Ryunheit.

“¡¿Es sabroso o qué?!”

“Acabo de decir que lo es. No me hagas repetirlo.”

Hombre, ¿nada emociona a este tipo? ¿O podría ser que este tipo es tan conocedor que incluso alimentos como este no le hierven la sangre? Ahora que lo pienso, la primera vez que visitó Beluza, ya sabía qué salsa iría bien con nuestra comida.

Nunca puedo subestimar a este tipo. Solía ​​pensar que todos los demonios eran monstruos bárbaros, pero ya he aprendido que este tipo es un héroe. No puedo permitirme ser parcial. Pero te juro, Veight, que algún día te mostraré comida que te dejará boquiabierto.

Después de hacerme esa promesa a mí mismo, miré al viejo Petore.

“Oye, te gusta la comida, ¿verdad?”

“Hmph, está bien, supongo.”

El viejo frunció el ceño y comió su pasta. Tiene hongos y salsa de tomate. Lotz es conocida como la capital gastronómica de Meraldia, por lo que lograr que incluso diga que está bien es un gran logro. Cualquier lugar que él no odie está destinado a ser un gran éxito para la gente normal. Lo sabía, este lugar es increíble. Sonreí y Petore me miró.

“Los tomates secos pueden ser un ingrediente poderoso, pero los utilizan en exceso. Cada uno de sus malditos platos tiene algo de tomate.”

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“Mira, viejo, es difícil llevar productos beluzanos hasta Ryunheit. Mis cocineros están trabajando con ingredientes limitados aquí.”

Esto era originalmente solo una cocina que mis hombres hicieron para cocinar para sí mismos. Cuando escuché que estaban anhelando la comida beluzana, les envié tantos ingredientes como pude. Pero parece que el viejo Petore no está satisfecho con eso.

“Si estás sirviendo a la gente de Ryunheit aquí, no hay necesidad de preocuparse tanto por hacer todo al estilo beluzano. Diles a tus tontos hombres que necesitan hacer mejor uso de los ingredientes locales. Si no innovan, pasarán de moda.”

“Ugh… tienes un punto.”

Ryunheit es una ciudad comercial, por lo que los residentes están acostumbrados a las comidas exóticas. Se cansarán de la cocina beluzana en poco tiempo. Mierda, no puedo creer que fui tan descuidado.

“Piénsalo por un segundo, mocoso. A tus clientes no les importa lo que quieran comer tus chicos, ellos quieren comer lo que quieren comer.”

“Sí, tienes razón.”

Maldita sea, me ha vuelto a sermonear. Solo espera, viejo, te lo demostraré uno de estos días.

Después de calmarme un poco, me dirigí a Shatina y Firnir para ver si les gustaba la comida. Firnir tenía salsa de tomate por toda su cara y Shatina la estaba ayudando a limpiarse.

“¡Oye, Shatina, esto sabe muy bien! ¿Cómo se llama?”

“Este es un plato hecho cubriendo pan plano con queso y salsa de tomate. Creo que su nombre era… un momento, ¿no es este plato de Lotz?”

Yo mismo robé esa receta. Mis antepasados ​​eran piratas. Está en mi sangre robar lo que quiero. De todos modos, es mejor que les dé un poco de jugo de naranja a estas mocosas para que dejen de pensar en Lotz.

“Oigan, mocosas. ¡Tomen un poco de jugo de naranja beluzano! ¡Tiene miel de rosas!”

“¡Guau! ¡Eso suena asombroso!”

Firnir pisoteó el suelo con sus cascos en anticipación. Ella puede ser una demonio, pero actúa como cualquier otra chica. Saben, creo que me está empezando a gustar. Oh, sí, eso me recuerda, ¿qué le parecerá la cocina de mis hombres a la otra demonio? La noble vampira Melaine.

“Hola, guapo, ¿me estás invitando a chuparte la sangre? No puedo imaginarme ninguna otra razón por la que dejarías tu cuello al descubierto.”

Parece que nuestra “noble vampira” está borracha y tratando de ligar con Forne. Sin embargo, él no parece estar interesado en sus insinuaciones. Todo lo que le importa son los cubiertos de la tienda.

“Lo siento, cariño, pero me temo que por estas frías venas mías no corre sangre, así que no hay nada para que bebas—Oh, qué plato tan maravilloso. Si no me equivoco, esto es del Taller Magiella de Veira. Reconocería un uso tan elegante del esmalte de zafiro en cualquier parte. No es de extrañar que pareciera de calidad.”

Nunca pierde la oportunidad de anunciar a los artesanos de su ciudad, ¿eh? Supongo que no puedo culparlo, Veira produce algunas de las platerías más atractivas. Además, es funcional. Sus cosas no se rompen incluso cuando se manejan con brusquedad, así que puedo ver por qué Veight las compró para estos tipos, incluso si son caras.

Odio admitirlo, pero Beluza no puede hacer cerámicas tan buenas. Cuando estos tipos solían trabajar con nuestras herramientas, gastaban diez juegos de vajillas al día.

Pero es raro. Escuché que cuando el ejército demoníaco invadió Ryunheit por primera vez, lo gobernaron con puño de hierro. No sé qué pasó, pero definitivamente no parece que ese sea el caso. De hecho, la ciudad se ha vuelto aún más grande. Apuesto a que todo es gracias a Veight y su extraño carisma. Este chico es un tipo interesante.

“¡Oye, Veight, ¿está sabroso o qué?!”

“¡¿Eso es lo único que dirás toda la noche?!”

***

 

 

Recientemente, estuve ocupado no solo con mis deberes como vicecomandante de la Señora Demonio, sino también con mis responsabilidades como miembro del consejo de la Mancomunidad. Además de eso, también tenía que asesorar a Shatina sobre cómo ser una buena virreina. Por supuesto, lo único que estaba capacitado para enseñar era cómo negociar diplomáticamente. Sin embargo, mi trabajo más importante era vigilar a la Federación Meraldiana.

Por cierto, ahora que habíamos declarado la independencia y empezamos a llamarnos la Mancomunidad Meraldiana, la gente comenzó a referirse a la federación como la Federación del Norte.

En cambio, nosotros nos habíamos convertido coloquialmente en la Mancomunidad del Sur. Después de todo, era difícil decir quién era quién si solo usábamos los términos federación y mancomunidad.

Prácticamente significaban lo mismo. Sin embargo, el hecho de que era necesario hacer esta distinción significaba que la Mancomunidad Meraldiana era lo suficientemente grande como para que el norte necesitara tomarnos en serio.

Esto era menos una secesión y más una reivindicación de independencia. Tenía pocas dudas de que el Senado estaba tratando esto como una situación de emergencia.

A pesar de eso, no habían hecho un solo movimiento desde la invasión de Zaria. O al menos, no habían tomado ninguna acción militar. Desafortunadamente, teníamos muy poca información de la que partir. El Senado meraldiano había prohibido al norte comerciar con nosotros.

Como resultado, nuestros comerciantes ya no podían traernos información. Y como el ejército demoníaco no tenía espías humanos, no teníamos a nadie que pudiéramos enviar al norte.

Mientras estaba agonizando sobre cómo proceder, el Obispo Yuhit se ofreció a que su Orden de Sonnenlicht nos ayudara a recopilar información para nosotros.

“La mayoría de las personas que viven en el norte siguen la Orden de Sonnenlicht. Además, hay muchos de nuestros seguidores que critican al Senado. Puedo pedir a algunos miembros de mi congregación que hagan una peregrinación al norte y aprendan lo que puedan de estos disidentes.”

Me sorprende que pueda decir ese tipo de cosas con una sonrisa. Por otra parte, supongo que este es el mismo tipo que incitó a 400 residentes de Thuvan a levantarse. Por supuesto, sabía que Yuhit no estaba ofreciendo ayuda simplemente por buena voluntad. Antes de que pidiera una recompensa, decidí ofrecerle una de mi elección.

“Para garantizar que estos peregrinos puedan viajar con seguridad, necesitaré garantizar su protección. Si estás dispuesto a hacer esto por nosotros, me encargaré de que se construyan ciudadelas a lo largo de las rutas comerciales de la Mancomunidad. Si algún peregrino se siente en peligro, puede encerrarse allí.”

“Gracias por tu generosidad. Si es posible, también me gustaría asegurar el derecho de todos los peregrinos religiosos a poder moverse libremente dentro de las fronteras de la Mancomunidad Meraldiana.”

Aunque actuaba dócilmente, este obispo sabía cómo conseguir lo que quería. No tuve más remedio que aceptar. Necesitaba información tan desesperadamente que me tragaría la mayoría de las demandas.

“Creo que eso se puede arreglar, al menos para los ciudadanos de la mancomunidad. Aunque tendré que discutirlo primero con el consejo.”

Yuhit asintió amistosamente y agregó, “Oh, sí, casi lo olvido. Tengo otra petición.”

¿Hay más? Yuhit sonrió.

“¿Sería posible extender estos mismos derechos y protecciones a los miembros de la Iglesia de Mondstrahl también? Creo que aquellos que son piadosos deben recibir la bendición del Sol, independientemente de su fe.”

De veras que ha cambiado. Sonreí y respondí, “Por supuesto. Mientras no supongan una amenaza para la seguridad pública o la inteligencia nacional, todos los peregrinos, independientemente de su fe, serán libres de usar las ciudadelas y moverse libremente dentro de nuestras fronteras.”

Como esperaba, el consejo no vio ningún problema en conceder la petición de Yuhit. Gracias a eso, tanto la Orden de Sonnenlicht como la Iglesia de Mondstrahl me convirtieron en uno de sus santos patronos.

Me di cuenta de que el título era más una cortesía que cualquier otra cosa, pero me alegré de finalmente obtener un título que no tenía que ver con lo sanguinario que era. Aunque era un poco embarazoso ser llamado santo.

Aunque el comercio entre el norte y el sur había sido oficialmente prohibido por el Senado, no todas las ciudades estaban dispuestas a cortar el comercio.

Hacerlo causaría un golpe demasiado grande a sus ingresos fiscales y a la calidad de vida de sus ciudadanos. Aunque unas pocas rutas comerciales se habían vuelto inutilizables, un cierto nivel de comercio continuaba entre los dos. Probablemente por eso Mao vino a visitarme después.


“Algo extraño está sucediendo en la ciudad minera de Krauhen, al noreste. Aunque continúan extrayendo sal de roca al mismo ritmo que antes, sus comerciantes no están vendiendo casi la misma cantidad.”

“Entonces, ¿qué están haciendo con toda la sal extra?”

Mao negó con la cabeza.

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“Eso es lo que es extraño. Por lo que puedo decir, tampoco está siendo utilizada por los residentes. La única explicación que se me ocurre es que están almacenando todo.”

Eso ciertamente era extraño. Decidí que Mao investigara en secreto.

“Mantenme informado sobre todo lo que está sucediendo en Krauhen. Si hay problemas en el norte, quiero aprovecharlos.”

“De acuerdo. Pero a cambio, me gustaría que…”

“Adelante.”

“La sal de Lotz se ha vuelto demasiado cara. ¿Podrías convencer a Beluza de crear sus propias salinas?”

¿Así que quiere que las dos ciudades empiecen una guerra de precios y beneficiarse? Hombre, ¿por qué todos a mi alrededor son tan sinvergüenzas?

Sin embargo, la propuesta de Mao también era beneficiosa para nosotros.

La sal era un recurso valioso y como el comercio con Krauhen se había vuelto difícil, las salinas de Lotz eran nuestra única fuente confiable de sal. Si algo les sucediera, tendríamos una crisis en nuestras manos. Esta era una buena oportunidad para protegernos contra esa situación. Además, a Garsh probablemente le encantaría tener sus propias salinas.

El problema era convencer a Lotz para que lo permitiera. Probablemente tendría que darles algo a cambio para obtener su acuerdo. Tal vez algo de la tecnología del ejército demoníaco sería suficiente.


“Está bien, le pediré al consejo que lo considere. Si me rechazan, encontraré otra manera de compensarte. ¿Está bien eso?”

“Pero por supuesto.”

Con esto, el ejército demoníaco ahora tenía una forma de monitorear a Krauhen, así como de recopilar información menos detallada del resto de las ciudades del norte. No tenía dudas de que el Senado estaba vigilando nuestros movimientos a través de medios similares. Aunque no era mucho, estaba haciendo todo lo posible por difundir información falsa para que el Senado no lo supiera.

Lamentablemente, esta era la primera vez que yo o cualquiera de los otros virreyes nos habíamos involucrado en una guerra de inteligencia a escala nacional, por lo que todos éramos amateurs.

***

 

 

Después de unas pocas semanas, la información comenzó a llegar, tanto de los peregrinos de Yuhit como de los comerciantes de Mao.

Lento pero seguro, pude reconstruir lo que el norte estaba tramando. Parecía que las ciudades del este y oeste del norte no eran tan partidarias al Senado como yo pensaba. Habiendo fracasado en su invasión, las ciudades del noreste temían represalias de Zaria.

Por otro lado, las ciudades del noroeste todavía se estaban recuperando de la invasión de los demonios y estaban cansadas de luchar.

Krauhen, que estaba en la punta noreste de Meraldia, parecía especialmente insatisfecho con el Senado. Su virrey se había negado a comparecer ante el Senado cuando fue convocado, causando fricciones entre los dos poderes.

Sin embargo, no había podido averiguar por qué. Me costaba creer que una sola carta que Lacy había enviado a su familia fuera suficiente para causar tanto alboroto.

El Senado solo podía ejercer influencia sobre el norte porque controlaba a los virreyes de las ciudades. Si esos virreyes empezaran a rebelarse, el Senado estaría en apuros. Solo espero que no intenten asesinar a más virreyes.

***

 

 


Con tales pensamientos girando alrededor de mi mente, me dirigí a Zaria. Me había acostumbrado a visitar Zaria con regularidad, tanto para ver cómo iban los progresos en los muros como para darle lecciones a Shatina sobre negociación. Ella incluso había preparado una oficina personal para mí allí, por lo que se había convertido en algo así como mi base de operaciones avanzada.

“¡Maestro, por fin has llegado! ¡Las cosas van muy bien por aquí hoy también!”

“¡Ah, hola, Vaito! ¡Shatina está haciendo un gran trabajo aquí!”

¿Por qué Firnir siempre está jugando aquí siempre que vengo de visita? ¿A ella le importa gobernar su ciudad adecuadamente? Supongo que, ya que ella está aquí, también le daré una charla sobre tácticas de negociación adecuadas.

“¿Por qué tengo que sentarme aquí y escuchar también?”

“Habrá momentos en los que tendrás que arreglar las cosas sin tener que recurrir a tu lanza y cascos.”

Hoy enfoqué la lección en sobre cómo manejar una situación en la que un criminal de Zaria se escapó a Thuvan.

“Firnir, supongamos que este criminal es un asesino atroz, pero también es un ingeniero experto. Viene a Thuvan en busca de asilo.”

Firnir me dio una mirada confusa.

“Pero él es un tipo malo, ¿verdad? Así que simplemente debería matarlo.”

“¿Ni siquiera vas a pensar en ello?”

Por eso es difícil enseñar a los demonios. Antes de que pudiera responder, sin embargo, Shatina interrumpió.

“Un momento, él es un criminal de Zaria, ¿verdad? ¡Entonces Zaria debería ser quien se ocupe de él! ¡Deberías entregárnoslo, Firnir!”

“Aww, vamos, eso suena como una molestia.”

“Bien, entonces si uno de los criminales de Thuvan viene a Zaria, ¡tampoco te lo devolveremos!”

“Por mí está bien. Si se han ido de Thuvan, ya no son mi problema.” Firnir respondió con una sonrisa. Shatina se quedó sin palabras. Agarré la cabeza de Firnir y gruñí, “¡Este es tu problema! ¡Ven conmigo por un segundo!”

Había olvidado que Firnir era una niña más problemática que Shatina. Mientras arrastraba a Firnir, Shatina levantó la vista y murmuró, “Maestro, realmente soy una inexperta. Si ni siquiera puedo negociar la liberación de un solo prisionero… entonces tengo mucho que aprender.”

“Ese es el tipo de actitud que quiero.”

Asentí en aprobación y Firnir le sonrió a Shatina.

“¡Buena suerte, Shatina!”

“No he terminado contigo. Ya es hora de que aprendas sobre la sociedad humana.”

“¡Vaito, eso duele! ¡Owww!”

Supongo que todavía tomará algún tiempo antes de que los humanos y los demonios puedan entenderse realmente.

***

 

 

Después, asigné a Shatina y Firnir una nueva tarea. Debían tratar de convencerse mutuamente para definir el menú de la cena de hoy según sus preferencias. Shatina quería legumbres, mientras que Firnir quería papas. Quien presentara un argumento más convincente para su plato particular sería recompensada con su cena deseada.

Por supuesto, lo que realmente esperaba era que, en el transcurso de la discusión, aprendieran a transigir. Solo espero que esto funcione.

Mientras tanto, había decidido investigar algo que había estado pensando por un tiempo.

Específicamente, el botín de guerra que había ganado durante la defensa de Zaria. Tenía curiosidad por las propiedades de esa espada encantada. Las armas mágicas eran difíciles de producir en masa y se necesitaba mucho tiempo y dinero para mantenerlas.

Si bien eran extremadamente poderosas, eran demasiado costosas para ser un equipamiento estándar para los soldados. Debía de haber una razón importante por la que a ese caballero se le dio esa espada.

No era exactamente un experto en armas mágicas, pero sabía cómo analizar una al menos. El hechizo para activar el encantamiento del arma debería estar grabado en algún lugar de la espada, así que solo tenía que conjurarlo para ver qué era. Como era de esperar, encontré el hechizo tallado en la empuñadura de la espada.

Conjuré el hechizo y un patrón rojo complejo apareció en la hoja de la espada. El centro del patrón formó una cadena de letras en el lenguaje de la magia.

Esas letras eran la función del encantamiento, mientras que el resto del patrón era el circuito por el cual se aplicaba la función. Si bien el circuito en sí era demasiado complicado para mi análisis, pude desarrollar la idea general a partir de las palabras.

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“Cortar… ¿Cambio? No, Transformación… Y Lobo…”

Tratar de leer el patrón era como tratar de leer inglés, o japonés antiguo. Todavía tenía el diccionario que la Maestra me había dado cuando me convertí en su discípulo y lo usé para revisar mis lecturas varias veces. No fue fácil, pero al final me di cuenta del significado del hechizo.

Esta era una espada mágica diseñada para matar hombres lobo. No era diferente de una espada normal cuando se usaba contra otros demonios, pero contra los hombres lobo, tenía un poder de corte fortalecido. Incluso un humano normal podría infligir una herida mortal en un hombre lobo con esta espada, siempre y cuando lograra asestar un golpe. La mera idea de ser cortado por esto envió un escalofrío por mi espina dorsal.

Sin embargo, los hombres lobo poseían una visión cinética avanzada. La mayoría de los movimientos humanos parecían estar sucediendo en cámara lenta para nosotros.

La gente normal nunca podría golpearnos con esta espada. Dicho esto, el hecho de que el ejército del norte la hubiera traído a Zaria significaba que tenían mucho miedo de luchar contra los hombres lobo. A riesgo de sonar arrogante, parecía que el norte me tenía miedo. Incluso si no me temían específicamente, claramente tenían miedo de los hombres lobo en general.

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