Saihate No Paladin (NL)

Volumen 4: El Elenco de Torch Port

Extra 6: Un Día en la Ribera

Me senté sosteniendo una caña de pescar hecha a mano y escuchando el sonido refrescante del agua balbuciente. La boya flotaba en la superficie del río, que brillaba a la luz del sol de la tarde que se filtraba a través de los árboles. Había estado en esto desde hace ya un tiempo.

Estábamos en Beast Woods. Para darnos un descanso después de todo tipo de aventuras, hoy Menel y yo habíamos venido a un pequeño río a pescar.

Con las cañas de pescar hechas apresuradamente en la mano, cada uno de nosotros tomó posiciones separadas en algunas rocas, lanzamos nuestros sedales y miramos nuestras boyas. Los árboles se balanceaban al soplo del viento, sus frescas hojas verdes susurrando. Era un momento tranquilo y pacífico.

“Oh, aquí vamos”, dijo Menel mientras su boya se hundía. Le dio a su sedal un rápido tirón. Una trucha de unos veinte centímetros de largo estaba atrapada en el anzuelo. Con un movimiento experimentado, sacó el sedal, quitó el anzuelo y arrojó la trucha en su canasta, que ya contenía varios peces. Yo había atrapado cero. Prácticamente podía oírle sonreír y me sorprendió lo amargado que me sentía. Saqué mi propio sedal, con la intención de comenzar de nuevo, y me di cuenta de que algo ya se había comido el cebo y había dejado el anzuelo intacto.

“¿Qué estoy haciendo mal?” ¿Era el cebo, el anzuelo, el sedal? Jugueteé con mi equipo mientras trataba de averiguarlo.

Menel se rió entre dientes. “Inquieto, ¿no?” dijo con una burla definitiva en su voz. “Incluso un pez podría decir lo que estás pensando, amigo. Todos van a nadar lejos de ti. Solo hazlo. Como si estuvieras ligando a una chica en la ciudad.” Él sonrió, con sus jubilosos ojos de jade.

“¡Bueno, yo puedo decir lo que estás pensando, también!” Di un paso atrás y seguí pescando por un tiempo más sin resultado. Hubo solo un momento en el que pensé que había capturado algo, pero mi entusiasmo rápidamente se convirtió en confusión.

“Sí, se te quedó enganchado”, dijo Menel. El anzuelo simplemente quedó atrapado entre algunas malezas.

La pesca tenía mucha profundidad.

Cuando la canasta de Menel comenzó a llenarse razonablemente, finalmente levanté las manos en señal de derrota y dije, “Me rindo. Supongo que debes estar acostumbrado a este tipo de cosas.”

“¿Eh? ¿No estás acostumbrado a pescar?”

“Si soy honesto, no.”

“Eso es una sorpresa.” El semielfo de cabello plateado parpadeó, un poco sorprendido. “Tienes un buen control sobre las actividades al aire libre.”

Blood ciertamente se había asegurado de que supiera cómo nadar, escalar, atravesar bosques densos, acampar, cazar—en resumen, todo lo que necesitaba para sobrevivir. Incluso podría remar un bote si es necesario. Sin embargo…

“Solo aprendí los conceptos básicos de la pesca. Nunca lo practicamos mucho. A mi papá no le gustaba estar sentado. Era más del tipo de bucear bajo el agua con un arpón en la mano.” Debo añadir que encontrarse cara a cara con Blood en las oscuras profundidades se sentía vagamente como una película de terror.

“Vaya, sin paciencia, ¿eh?”

“Así que, desde la perspectiva de alguien criado como un elfo, ¿te parezco impaciente?”

“La mayoría de la gente de donde vengo pasaría todo el mes, ni hablar de todo el día, simplemente charlando con hadas con un sedal en el agua”, dijo Menel, recordando el Gran Bosque que era su antiguo hogar. “Así que…”

“Eso es demasiado paciente”, le dije, sin saber si sonaba más impresionado o incrédulo. De cualquier manera, no debería haber esperado nada menos de los elfos. Eran el ejemplo de personas que vivían largas vidas y tardaban en envejecer. Su sentido del tiempo estaba en otro nivel. “Bueno, creo que voy a seguir con esto por un poco más de tiempo.”

“Seguro. Buena suerte.”

Levantándome, até un cebo fresco al anzuelo y lo arrojé al río. Y pesqué mientras disfrutaba de una charla ociosa con mi amigo.

El tiempo fluyó sin esfuerzo. Estos momentos eran seguramente algo que había anhelado en mi mundo anterior y que nunca pude obtener, y fue sin duda el resultado de varias fortunas que estuviera incluso aquí. Bajo la cálida luz del sol, me deleité en esa dicha diaria.

Con mi caña de pescar en la mano, pensé en Blood, Mary, Gus y todas las personas que había conocido hasta ahora, y oré silenciosamente para que cada uno de sus futuros estuviera lleno de felicidad.

Entonces, de repente, mi boya se movió. Sin atreverme a hablar, me apresuré a tirar. Se sentía excesivamente pesado, y la resistencia parecía hacerse más fuerte y más débil. No parecía que se hubiera enganchado el sedal.

“Yo… ¡Yo atrapé algo!” dije.

“¡¿Es uno grande?!”

Tiré tan fuerte como pude. La caña se dobló. Hubo un fuerte chapoteo y un chorro de agua. Y saltó hacia mí: un cuerpo grueso cubierto de barro y malas hierbas; escamas puntiagudas y protuberantes; y filas de dientes largos, delgados y afilados en una boca que parecía que podría tragar a una persona entera. Era, para decirlo sin rodeos, una enorme serpiente marina. Y, además, obviamente era una bestia.

La serpiente de barro y yo nos miramos por un momento en un silencio de asombro. Entonces, de repente, grité, la serpiente se abalanzó e intentó morderme con sus colmillos, y salté lejos de mi roca en pánico, lanzando la caña de pescar a un lado.

¡Sus colmillos rozaron mi espalda justo ahora! ¡Eso estuvo cerca!

“¡Lanza! ¡Lanza!”

¡Beast Woods, en serio, dame un respiro!

“¡Maldita sea, héroes! ¡¿Por qué el peligro los ama tanto?!”

“¡No me culpes!” Grité y grité en pánico nuevamente mientras esquivaba otro mordisco. Agarré una lanza corta que había apoyado cerca y me enfrenté a la serpiente de barro. Aparentemente esta área todavía era demasiado peligrosa para permitirme pasar un día en paz.

“¡Pero una captura es una captura! ¡Te convertiré en mi cena!” Cargué contra la serpiente de barro con mi lanza en la mano.