Jinrou E No Tensei Maou no Fukukan (NL)

Volumen 3: La Unificación del Sura

Capitulo 3: Nueva Virreyna

Parte 23

En los días siguientes, continuaron llegando refuerzos.

“¡Firnir el Vendaval Veloz, la primera de los refuerzos solicitados, ha llegado!”

“En realidad, querida, eres la segunda en llegar.”

“¡¿Q-Quién es este humano tan raro?!”

Firnir gritó mientras miraba a Forne. Ella había venido con un gran contingente de sus guerreros kentauros.

“¡Arrr! ¡El equipo de asalto de Beluza está aquí para causar estragos en tus enemigos, jefe!”

“¡La guardia imperial del ejército demoníaco, los Caballeros Azure, reportándose al servicio! ¡Aseguraremos el perímetro de inmediato!”

“¡Ah, sir Veight! ¡Traje a los gigantes e ingenieros de combate caninos conmigo!”

“¡Trajimos piedras con nosotros, lord Veight!”

Una mezcolanza de soldados había venido de Ryunheit. Aunque la amenaza inmediata había desaparecido, ya que estaban aquí, decidí que ayudaran a construir los muros de Zaria.

“Naturalmente, la ciudad laberíntica estaría incompleta sin mí, Parker el Laberíntico. Después de todo mi título…”

Solo voy a ignorar a este tipo.

“Aunque, sorprendentemente, no nací en esta ciudad. Por supuesto, cuando estaba vivo, Zaria no se parecía en nada a esto.”

No estoy escuchando, lalalala.

“Este… ¿Veight? Llamaré a setecientos soldados no-muertos para ti, así que, ¿podrías dejar de ignorarme?”

“Lo pensaré si puedes llamar un poco más.”

Una vez que las defensas inmediatas de la ciudad fueron atendidas, celebramos el funeral de Melgio. El discurso conmemorativo de Shatina fue tan emotivo que asustó a algunos de los miembros que asistieron, pero eso demostró lo enojada que estaba con su muerte. Aun así, ella tiene que hacer algo con respecto a esa racha emocional o se aprovecharán de ella… Forne prometió cuidar de Shatina, así que después del funeral dejé algunas tropas de reserva en Zaria y regresé a Ryunheit con Airia.

***

Unos días después, Airia convocó a todos los virreyes de las ciudades del sur a Ryunheit. La primera en llegar fue la virreina de Thuvan, Firnir.

“No puedo hacer esto más. La sociedad humana es demasiado complicada para mí… Nunca debí haber dicho que sería virreina…”

“Si vas a llamarte líder, tienes que asumir la responsabilidad.”

A pesar de todas sus quejas, sabía que Firnir estaba feliz en Thuvan, ya que ella podía probar nuevos equipos todo el tiempo.

“¡Mira esto, Vaito! ¡Los ingenieros de Thuvan fundieron una nueva armadura para mí! ¡Es mucho más fácil moverse con esta que con la anterior!”

“Ya veo… te queda bien.”

No es que importara cómo se viera, ya que ella se la quitaría cuando luchara de todos modos.

La siguiente en llegar después de Firnir fue Melaine, quien estaba reemplazando al virrey de Bernheinen.

“Espera, Melaine, ¿por qué no vino el virrey de Bernheinen?”

“Según sus palabras: ‘¡¿Finalmente me convertí en vampiro y quieres que siga trabajando como virrey?! ¡Me niego!’ Él solo está manteniendo la biblioteca real ahora.”

El virrey de Bernheinen también servía tradicionalmente como guardián de la biblioteca real. Ahora que el virrey de esta generación se había convertido en un vampiro, no solo era inmortal, sino que podía subsistir solo con sangre. Gracias a eso, pudo enfocarse completamente en su investigación e ignorar el mundo exterior. Aunque me sorprende que Melaine le permitiera delegar todos sus deberes de virrey en ella.

“Tú eres la maestra del virrey, ¿verdad, Melaine?”

“Lo soy, pero eso no significa que él esté obligado a obedecer mis órdenes. Tengo tanto control sobre él como una madre sobre un niño rebelde.”

“Me temo que no puedo relacionarme con esa analogía.”

***

Después de Firnir y Melaine, todos los virreyes humanos empezaron a llegar.

“Gracias por tu ayuda el otro día, sir Veight.”

Shatina se inclinó cortésmente hacia mí mientras caminaba por las puertas de Ryunheit. A pesar de que se veía un poco demacrada, sus ojos aún brillaban con determinación.

“Espero que continúes ayudándome en el futuro.”

“Por supuesto…”

Me di cuenta por el brillo en sus ojos que ella planeaba usarme como un arma táctica contra los asesinos de su padre.

“Eh, Veight. ¡Veo que te las arreglaste para ganarte el apoyo de ese mariquita también!”

El capitán de la ciudad corsaria de Beluza, Garsh, llegó después de Shatina. Forne se acercó por detrás de él y cruzó sus brazos amenazadoramente.

“¿A quién llamas mariquita? A pesar de lo duro que actúas, sé que eres un alma sensible en el fondo, así que preferiría que no me insultaras así.”

“¡No escucharé nada de lo que digas hasta que dejes esa voz espeluznante y aguda!”

Petore se acercó y los separó a los dos.

“¡Ya basta, idiotas! ¡Sus ancestros llorarían si los vieran ahora, mocosos! Los virreyes en estos días son muy aficionados a la actuación, de verdad. Eso no es lo que significa ponerse la máscara de un líder, ¿saben?”

El virrey de Shardier, Aram, se metió en la refriega y trató de calmar a todos.

“Tanto sir Garsh como sir Forne han servido como virreyes durante más de una década. No son ‘mocosos’.”

Petore caminó alrededor de Aram en círculo.

“Tú eres el que más me preocupa, chico. Intentaste actuar como un maquinador como tu abuelo y te patearon el culo por eso. Si vas a actuar, ¡al menos elige una actuación que puedas hacer!”

“Él tiene razón, sir Aram. Si adoptas una voz más femenina como yo, podrás decir lo que quieras sin miedo a reproches.”

“Idiota. Lo último que quieres es que la gente te subestime. Si quieres ser escuchado, tienes que actuar con firmeza.”

Suspirando, guié al grupo de virreyes pendencieros a la mansión de Airia.

“Si quieren enseñarle cómo actuar, háganlo cuando estén en Shardier. Ahora entren.”

***

Nuestra primera tarea fue coronar oficialmente a Shatina como virreina de Zaria. Normalmente, sería el Senado el que realizaría la ceremonia, pero como Zaria se había separado del Senado, eso ya no era necesario. En cambio, Airia, la virreina de la capital de los demonios, hizo los honores.

Shatina se puso nerviosa mientras Airia leía en voz alta algunos de los viejos tomos ceremoniales. Luego, en nombre de todos los virreyes de las ciudades del sur, Petore reconoció oficialmente a Shatina como virreina de Zaria.

Todo lo que quedaba era que alguien colocara la diadema de Zaria sobre la cabeza de Shatina. Mientras observaba los actos con desinterés, Forne se volvió hacia mí y me preguntó, “¿Qué estás esperando? Es tu turno.”

“¿Qué quieres decir?”

“La Señora Demonio es el miembro más importante de nuestra alianza, por lo que, como su representante, te corresponde a ti realizar la coronación.”

“Oh, ya veo.”

“La ceremonia también te consolida oficialmente como su tutor.”

“Espera, no escuché nada de esto.”

Shatina me miró, con sus mejillas enrojecidas.

“¡S-Sir Veight!”

“¡¿S-Sí?!”

Sorprendido, miré hacia abajo para ver lágrimas en los ojos de Shatina.

“¡P-Por favor guíame!”

¡¿Por qué tengo que hacer esto?! Al ver mi reacción, Shatina agregó desesperadamente, “¡Es solo gracias a ti que todavía estoy viva! ¡Me protegiste a mí y a Zaria! ¡Todavía no tengo la fuerza para proteger a Zaria por mi cuenta! ¡Así que, por favor, enséñame cómo ser una virreina capaz de liderar a otros!”

Ella se inclinó profundamente, con su cabeza prácticamente raspando el suelo. Bueno, cuando lo pones así, no puedo negarme… Suspirando, tomé la diadema de Airia.

“Ciertamente necesitas un mentor que te guíe, lady Shatina. Y viendo que mis responsabilidades son las más ligeras entre los virreyes, supongo que puedo cumplir ese papel.”

“¡Muchas gracias, sir Veight! ¡No, Maestro Veight!”

“¿Podrías por favor no llamarme así?”

“¡Pero me estarás impartiendo tu sabiduría! ¡Gran Maestro Veight!”

Estaba planeando hacer todo lo que pudiera por Shatina, pero realmente no quería que me llamaran “Maestro”. Mientras intentaba que ella dejara el título, Forne se metió.

“Si no aceptas tu nuevo título, solo se le ocurrirá algo aún más loco.”

Shatina me miró seriamente y dijo, “Un mentor es como una figura paterna. S-Si lo deseas, incluso estoy dispuesta a llamarte padre. ¿Cómo suena eso… P-Padre?”

Ahora las cosas se estaban poniendo incómodas.

“Me sentiría como si le estuviera haciendo un flaco favor a tu difunto padre, sir Melgio, si te dejara llamarme padre. No estoy preparado para asumir una gran responsabilidad, por lo que Maestro está bien.”

“¡Maravilloso! ¡Muchas gracias, Maestro!”

Forne sonrió mientras observaba a Shatina saltar de alegría.

“Vaya, qué espléndido. Ahora que es tu maestro, puedes estar segura de que sir Veight nunca abandonará a Zaria.”

“¡Sí! ¡Muchas gracias, sir Forne! ¡Prometo que cumpliré esa petición por ti!”

“Este, ahora no es el momento de hablar de eso, querida.”

Hijo de—Me la jugaste bien, travesti. Parecía que Forne me había utilizado como moneda de cambio para fortalecer las relaciones entre Zaria y Veira. Este tipo es astuto. Sin embargo, ahora no era el momento de quejarse. Shatina se inclinó ante mí y dijo, “¡Maestro, espero con ansias tu continua guía!”

“Está bien, está bien, cálmate para que pueda ponerte esta diadema.”

Me di la vuelta y vi a Firnir mirándome.

“Hmm. Maestro, ¿eh?”

No me gusta cómo suena eso. Será mejor que la detenga antes de que se le ocurra algo raro.

“Los dos somos compañeros discípulos, así que no puedo ser tu maestro.”

“¡Tienes razón! ¡Buen punto, Vaito!”

¿Por qué estás tan feliz por eso? Shatina se volvió hacia Firnir y dijo, “Eso puede ser cierto, pero soy la primera discípula del Maestro Veight, lady Firnir.”

“¡¿Gwah?! Maldita sea, eso suena bien…”

“Eres más que bienvenida a convertirte en la segunda, por supuesto.”

“Oh, esa no es una mala idea.”

Por favor, deja de convertirte en mi discípula. La extraña rivalidad de Shatina y Firnir estaba arruinando la solemnidad de la ceremonia. Los otros virreyes también estaban sonriendo. Esto se sentía más como una reunión de amigos que como un ritual digno. Supongo que depende de mí disciplinar a nuestros niños problemáticos.

“Ustedes dos niñas dejen de pelear y llévense bien ahora.”

Firnir y Shatina se volvieron hacia mí y dijeron simultáneamente, “¡No somos niñas!”

Claaaaaaro.

***

La ceremonia concluyó y Zaria ahora tenía una nueva virreina. Con esto, las ocho ciudades del sur tenían virreyes. Aunque dos de ellos eran demonios. Finalmente, con todas las formalidades preliminares acabadas, Airia pudo hacer su proclamación.

“¡Por la presente declaro que nuestras ocho ciudades, junto con el ejército demoníaco, ahora son parte de una nueva nación, la Mancomunidad Meraldiana!”

Los ocho virreyes firmaron el documento que presentó Airia. Una vez que terminaron, firmé como representante del ejército demoníaco. Con esto, la mitad sur del continente meraldiano se había convertido oficialmente en su propia nación. Una nación donde los demonios podrían vivir en paz.

Airia luego explicó qué tipo de gobierno tendría esta nueva nación. Para luchar contra el Senado unificado, necesitábamos estar igual de unificados.

“De aquí en adelante, los virreyes de cada ciudad también serán concejales en el consejo de gobierno de la Mancomunidad Meraldiana y juntos decidiremos las leyes y políticas de esta nación. Todas las mociones necesitarán la aprobación de Su Majestad la Señora Demonio antes de que se implementen, y de manera similar, las políticas del ejército demoníaco serán revisadas por nosotros antes de ser aprobadas.”

Lo más importante era la comunicación. La política de la Maestra era tomar decisiones solo después de consultar con sus homólogos humanos. Por cierto, el que propuso este modelo de gobierno fue el anterior Señor Demonio. Para ser honesto, la Maestra no era una política muy buena, por lo que probablemente era lo mejor. Sin embargo, solo había una cosa sobre este nuevo consejo que no me terminaba de convencer.

“Lady Airia, ¿por qué debo estar en este consejo también?”

“El consejo necesita a alguien que represente los intereses de los demonios.”

Melaine y Firnir representaban a la gente de Berheinen y Thuvan respectivamente.

En otras palabras, no podían hablar por los demonios en su conjunto. Sus posiciones exigían que pusieran en primer lugar los intereses de sus ciudadanos y yo estaba planeando asegurarme de que lo hicieran.

Aunque, por supuesto, eso significaba que los demonios necesitaban su propio representante. Como la Maestra era aparentemente el demonio con mayor autoridad en esta nueva nación, le correspondía a su ayudante—a mí—representarla a ella y a sus intereses en el consejo recién formado de la Mancomunidad.

Eso lo entendía. Sin embargo…

“¿Podrías dejar de darme tantas responsabilidades? Quiero seguir siendo un simple vicecomandante.”

Airia sonrió en respuesta.

“Dentro del ejército demoníaco, por supuesto, no serás nada más que el vicecomandante de la Señora Demonio. Pero fuera del ejército, nos gustaría que fueras uno de nuestros consejeros.”

“Si insistes…”

Parece que no hay forma de salir de esta.

“Todos los miembros del consejo, independientemente de si son propietarios de tierras o no, se les otorgará el título de Barón. Barón Veight, espero que trabajes junto con nosotros para traer prosperidad a las ciudades del sur de Meraldia.”

“De acuerdo…”

¿Cómo llegamos a esto? Solo quería vivir una vida tranquila con mis amigos. ¿Por qué cuanto más trabajo, más trabajo consigo?