Jinrou E No Tensei Maou no Fukukan (NL)

Volumen 3: La Unificación del Sura

Capitulo 3: Nueva Virreyna

Parte 10

Ahora bien, aunque todo iba según lo planeado, todavía no podía relajarme. Normalmente, el Kraken Isleño permanecía en espera y atacaba a cualquiera que se acercara demasiado, pero ahora que estaba tan herido, sospeché que intentaría huir. Monstruo o no, seguía siendo un animal con instintos animales.

Si escapaba a las profundidades del agua, no podríamos perseguirlo. Así que necesitábamos capturarlo mientras aún tuviéramos la oportunidad.

“¡Pelotón de ballestas, empiecen a disparar!”

En el momento en que se disparó la bengala, los seis barcos mercantes comenzaron a desatar largos pernos en el arrecife.

Los caninos de los seis barcos corrían de un lado a otro, trayendo pernos de reemplazo y rebobinando las cuerdas de las ballestas. Si bien era un espectáculo cómico, trabajaban con una eficiencia excepcional. Sus pequeños cuerpos funcionaban a su favor, permitiéndoles navegar la cubierta concurrida sin chocar entre sí.

Las ballestas habían sido equipadas con pernos tan gruesos y largos como lanzas para esta batalla, así que, aunque los pernos no viajaban muy lejos, tenían mucho poder.

Las puntas de los pernos también habían sido afiladas, por lo que cualquiera que golpeara, se quedaría atascado en el Kraken. Además de eso, cada perno tenía una cuerda atada a su extremo.

Cualquier perno que fallara todavía se enredaría alrededor del Kraken, y aquellos que volaran completamente desviados podrían ser recuperados fácilmente. Básicamente había convertido a las ballestas en máquinas para disparar arpones.

El problema ahora era averiguar dónde enfocar nuestros ataques.

El arrecife era demasiado duro para que nuestros pernos penetraran y los tentáculos se agitaban demasiado para apuntar claramente. Sin embargo, el cuerpo principal del Kraken estaba a salvo bajo el agua. Pensándolo bien, el Kraken también tenía una defensa bastante sólida. No es de extrañar que los humanos lo llamen el Terror de las Profundidades.

Sin embargo, sabía que los cefalópodos tenían una resistencia bastante baja. De hecho, pocas criaturas podrían seguir luchando tanto tiempo como los mamíferos y las aves.

Estaba relativamente seguro de que este pulpo tampoco tenía mucha resistencia. Además, estaba luchando en una nube de ácido corrosivo. Supongo que podemos esperar y ver.

“¡El tercer barco mercante, Surging Seas, ha recibido un golpe en su mástil principal! ¡El cuarto buque de guerra, Pirate Queen, ha sufrido algunos daños en su costado de estribor!”

Al parecer, algunos de los barcos se habían acercado demasiado a los tentáculos. Pero como realmente no teníamos idea de lo lejos que podían llegar, era comprensible.

“¡Que todos los barcos se retiren a una corta distancia! ¡Rodéenlo en un semicírculo, pero no disparen!”

Aunque algunos barcos pudieron haber sido atacados, hasta el momento no habíamos tenido más bajas. Quería mantenerlo así.

“¡Almirante, ¿y ahora?!”

“¡Esto no se ve bien!”

Al ver a los marineros comenzar a entrar en pánico, me apoyé en la borda y me rasqué la cabeza.

“No se preocupen tanto. Tómense un breve descanso hasta que se canse.”

“¡¿Estás bromeando?!”

“Este tipo tiene nervios de acero…”

Lo siento, soy un fracaso de almirante que improvisa cosas ahora.

Una vez que el Kraken Isleño pareció calmarse un poco, ordené a los barcos mercantes que reanudaran su bombardeo. Si bien las ballestas no tenían mucha precisión, los caninos lo compensaron con su tenacidad.

Continuaron disparando sin descanso y en poco tiempo los tentáculos del Kraken estaban llenos de arpones.

Las cuerdas de los arpones estaban atadas a los barcos, por lo que, si el Kraken intentaba ir a cualquier parte, tendría que arrastrar seis barcos con él. Como estaban las cosas, dudaba que pudiera huir bajo el agua. Podría haber sido capaz de arrastrar seis barcos con toda su fuerza, pero en este momento probablemente estaba agotado.

“¡Recuperen los pernos que fallaron y disparen de nuevo! ¡Esta es nuestra única oportunidad de atrapar a ese pulpo monstruoso!”

“¡Sí, señor!”

Los caninos cercanos me saludaron alegremente mientras reconocían mi orden. Después de repetir el proceso varias veces, todos nuestros arpones se incrustaron en el Kraken o se rompieron; es decir, el trabajo del escuadrón balístico estaba hecho.

Ese maldito pulpo estaba atado a seis barcos, por lo que no iría a ninguna parte pronto. Además de eso, la mitad de sus tentáculos estaban atados. Además, la explosión y el baño de ácido resultante deberían haber causado mucho daño a sus órganos vitales.

Sin embargo, el Terror de las Profundidades demostró ser un enemigo mucho más temible de lo que había previsto.

“¡Almirante, mire hacia allá!”

Uno de los ingenieros señaló la superficie del agua. Algunos de sus tentáculos se retorcían de forma inquietante. Había un total de tres de ellos visibles.

Los mismos tres a los que habíamos disparado arpones. Mierda. Olvidé por completo que los pulpos podían cortar sus propios tentáculos en situaciones de emergencia. Sin embargo, el hecho de que estuviera dispuesto a sacrificar sus tentáculos significaba que lo teníamos acorralado. Después de separar sus tentáculos, el Kraken Isleño intentó huir. Estaba claramente desesperado. Garsh se volvió hacia mí con una mirada de pánico.

“¡Oye, almirante! ¡¿No deberías enviar a tus kentauros ahora mismo?!”

“No puedo, el agua a su alrededor se ha convertido en veneno. No podremos atacarlo hasta que salga de esta área.”

Además, los kentauros no tenían forma de atacar las partes del Kraken que estaban bajo el agua y las sirenas no eran combatientes. Si hubiera tenido otra bomba de sodio, podría haber usado eso. Nuestra única opción ahora era perseguirlo y seguir atacándolo con los kentauros hasta que se desangrara lentamente. Te perseguiré hasta los confines del mundo si tengo que hacerlo. ¡No te vas a escapar de mí, pulpo bastardo! Justo cuando pensaba eso, el aire a nuestro alrededor de repente se enfrió.

“¿Soy solo yo, o se puso más frío?” murmuró un marinero. La niebla a nuestro alrededor comenzó a brillar, luego se dispersó. No, no se dispersó. Se congeló. Las partículas de rocío congeladas cayeron al mar, haciendo que la niebla se disipara. Un clima como este era impensable en los mares del sur. El aliento de Kurtz salió en bocanadas blancas mientras murmuraba, “Sir Veight, esto es…”

“Sí.”

Nuestra querida Señora Demonio había llegado. Nadie más podría crear este fenómeno. No es como si alguien te hubiera pedido que aparecieras.

“Parece que llegué a tiempo después de todo.”

Gomoviroa descendió del cielo y aterrizó ligeramente en la cubierta del buque insignia. Mientras todos los demás temblaban por el frío, ella se veía perfectamente cálida a pesar del delgado vestido que llevaba. Supuse que eso tenía sentido, ya que ella era la que absorbía todo el calor.

“¡Maestra! ¡Oye, Maestra!” susurré furiosamente. Ella se volvió hacia mí y flotó.

“¿Qué pasa?”

“¿Estás segura de que deberías estar en la primera línea así?”

Aunque era sobreprotectora, esperaba que apareciera, pero eso no hizo que su entrada fuera menos sorprendente. La Maestra sonrió y respondió, “En este momento no soy más que una vieja sabia errante.”

¿Quién te crees que eres, Gandalf?

“Eventualmente necesitaré revelar mi identidad a los humanos. Si tal revelación es inevitable, sería mejor hacer una gran entrada.”

“¿Está segura de que no estás simplemente intentando copiar al mago de la historia que te conté hace un tiempo?”

“Porque ni el más sabio conoce el fin de todos los caminos.”

“Ahora no es el momento de citar líneas que suenan genial.”

El Kraken Isleño todavía estaba tratando de huir. La Maestra se alejó del buque insignia y se posó sobre el mar.

“No escaparás.”

La Maestra golpeó su bastón contra el agua y el mar comenzó a congelarse.

“¿Q-Qué diablos…?”

“Así que esta es la magia de un demonio…”

“¡Mierda, nunca había visto tanto hielo en mi vida!”

“¿Es ella un hada?”

Supongo que si vives tan al sur toda tu vida, el hielo sería un espectáculo bastante raro. Entregados por la actuación de la Maestra, los marineros olvidaron su miedo al Kraken Isleño. Al final, la especialidad de la Maestra era la nigromancia. Ella no era muy buena en otras formas de magia. Congelar tanta agua tan rápido sería imposible si estuviera usando magia normal.

Sin embargo, ahora la Maestra se había convertido en un vacío termodinámico, capaz de absorber cualquier forma de energía. Estaba convirtiendo la energía térmica del mar en mana y luego usaba ese mana para lanzar un hechizo de enfriamiento.

El calor que se perdió gracias al hechizo de enfriamiento fue absorbido por la Maestra, dándole más mana. Gracias a ese bucle infinito, la Maestra podía congelar todo el mar que quisiera. Una vez que terminó, nuestra querida Señora Demonio se volvió hacia mí con una sonrisa.

“Siempre había deseado probar esto al menos una vez. Teóricamente era posible, así que quería asegurarme de que se pudiera hacer en la práctica.”

“De veras que te dedicas a tu investigación…”

No exageres, o hundirás al mundo en una era glacial, Maestra.

***

El campo de hielo se extendía en un círculo, con la Maestra en su centro. El arrecife del Kraken Isleño y nuestros barcos quedaron atrapados en una capa de hielo. Mientras tanto, los tentáculos del pulpo quedaron atrapados debajo. No había nada que pudiera hacer para proteger su cabeza, el arrecife. Esta era nuestra oportunidad de terminar las cosas.

“¡Escuadrón de kentauros, ataquen! ¡Destruyan ese arrecife a pedazos!”

Firnir condujo a sus hombres por el camino de hielo y cargó. Mientras galopaba hacia adelante, presionó un pequeño interruptor en su lanza y una cuchilla afilada surgió de un extremo. Parecía que había instalado algunos trucos en su arma. Esa hoja plegable parecía obra de los ingenieros de Thuvan.

“¡Hagámoslo, chicos!”

“¡RAAAAAAAAAAAAAAAAAAH!”

Por lo que parecía, los otros kentauros habían cambiado sus armas por hachas, que balanceaban sobre sus cabezas mientras corrían. Recuerdo que Firnir me había dicho que las hachas eran el arma tradicional de los kentauros.

“¡Espera, Firnir! ¡Te dije que no te desnudaras en público!”

Realmente deseo que ella hiciera algo con ese mal hábito suyo. En cualquier caso, los kentauros rodearon al Kraken Isleño y empezaron a cortarlo.

“¡MUEREEEEEEEEEEEE!”

“¡POR MIS ANCESTROS!”

Las hachas se elevaban y caían, cortando trozos del arrecife. Cualquier pedazo que cayera al suelo congelado era pateado por un casco de los kentauros.

Encendidos como estaban, los kentauros eran avatares de la destrucción. Vi cómo el arrecife se hacía cada vez más pequeño a través de mi telescopio. Aunque lo llamé un arrecife, era más como el caparazón del pulpo.

Y por su aspecto, estaba hecho del mismo material que una concha de almeja. Mientras todos los demás estaban cortando trozos, Firnir corría apuñalando su lanza en los lugares más vulnerables del Kraken Isleño. Aun así, este Kraken era un hueso duro de roer. Justo en el momento en que los gritos de guerra de los kentauros se estaban volviendo roncos, uno de sus mensajeros se acercó a mí.

“¡Tengo un mensaje de la jefa Firnir! ¡Ella dice que el núcleo del caparazón del monstruo es demasiado grueso para que las armas de los kentauros puedan atravesarlo!”

“¡¿Qué?!”

No esperaba que su caparazón fuera tan fuerte. Mirando por encima, vi que una buena parte de los kentauros estaban parados a un lado para recuperar el aliento. Si esos monstruos musculosos estaban tan exhaustos, eso significaba que necesitaríamos una bomba o algo para atravesar ese caparazón. Como si sintiera mis pensamientos, Kurtz se volvió hacia mí y dijo, “No tenemos más explosivos.”

“Ya veo…”

Solo habíamos traído una pequeña cantidad de pólvora y esa pólvora era necesaria para encender las bengalas. También nos quedamos sin pernos, así que solo quedaba una opción. Hojeé mi grimorio y revisé el hechizo que quería usar. Luego me dirigí a los marineros beluzanos y dije con una voz lo suficientemente baja para que Kurtz no pudiera escuchar, “Está bien, me encargaré de esto.”

“¡¿Habla en serio, almirante?!”

Aunque los marineros parecían sorprendidos, era normal entre los demonios que el general mostrara su valor al final.

“Usaré magia, no se preocupen. De todos modos, quiero que me lancen usando la catapulta.”

“¡¿Qué?!”

“¡Miren, solo apúrense y háganlo!”

Si los demonios se enteraran de lo que estaba intentando, me detendrían con seguridad. Me subí a la cuchara de la catapulta y me transformé.

“Me ajustaré en el aire, así que no tienen que preocuparse por apuntar. Láncenme a toda potencia. Mientras sea en la dirección correcta, estaré bien.”

“¡S-Sí, señor!”

Los marineros prepararon la catapulta y echaron el brazo hacia atrás todo lo posible. En ese momento, Kurtz, que estaba preparando otra bengala, miró hacia atrás. En el momento en que me vio su expresión se congeló.

“¡¿Qué estás haciendo?!”

¡Mierda, me vio! Me volví hacia los marineros y grité, “¡Háganlo!”

“¡Sí!”

Soltaron la cuerda y yo salí disparado por el aire. Se sentía similar a cuando un ascensor caía bruscamente, pero con una sensación llevada al límite. Era como si estuviera flotando. Crucé los brazos y las piernas para reducir la cantidad de fricción causada por la resistencia del aire y solté un grito de guerra, “¡AWOOOOOOOOOO!”

Aunque la velocidad y la presión me marearon un poco, en realidad se sentía bien volar tan rápido en mi forma de hombre lobo. Ahora bien, será mejor que conjure el hechizo antes de estrellarme.

El hechizo para caminar sobre el agua se derivaba de la magia de fortalecimiento y para usarlo, uno tenía que saber cómo controlar su peso.

También había otras técnicas incorporadas en el hechizo, pero la manipulación del peso era la más importante.

Para aprender a caminar sobre el agua, los magos aspirantes primero aprendían cómo cambiar su peso. Sin embargo, el hechizo para manipular el peso de uno ejerce mucha tensión en el cuerpo del usuario, por lo que no era muy útil por sí mismo.

Dicho esto, ¿qué pasaría si un mago decidiera multiplicar su peso a unos cientos de kilogramos mientras volaba por el aire? ¿No sería una poderosa bala de cañón? Suponiendo que, por supuesto, la técnica no matara al usuario.

Mientras volaba, utilicé la magia de endurecimiento, la magia de fortalecimiento muscular y la magia de mejoramiento de daño en mí mismo.

Con esto, podría soportar el impacto sin causar daños indebidos en mi piel o articulaciones. Además, esta magia hacía que mis patadas y golpes fueran más fuertes.

Hice ajustes minuciosos en mi trayectoria cambiando mi postura según fuera necesario. Todo lo que quedaba ahora era asegurarme de que aumentara mi peso justo antes del impacto. Cuando llegué a la cima de mi ascenso, apunté a la cabeza del Kraken Isleño y me lancé.

Los kentauros me habían visto ahora. Pude ver a Firnir mirándome en shock.

“¡ALÉJENSE DE ALLÍ!”

Mientras gritaba eso, aumenté mi peso hasta el máximo que mis huesos fortalecidos podían soportar. Con la cantidad de mana que esto agotaba, solo podría mantener este estado durante unos segundos. Antes, cuando me convertí en aprendiz de la Maestra, usé este hechizo para matar a un monstruo jabalí, así que sabía que funcionaba. Mientras caía, escuché a Firnir gritándome algo, “¡Vaito, ¿qué diablos estás haciendo?!”

Solo un pequeño experimento de física.

“¡AWOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!”

Lancé mi pierna para dar una patada en el momento en que caí sobre el caparazón del Kraken Isleño, golpeándolo con la máxima fuerza.

Mi peso anormal, la velocidad de mi caída, el poder de un hombre lobo y la magia de fortalecimiento adicional que había usado se unieron para golpear al pulpo en un solo punto.

Con la cantidad de fuerza destructiva que había incluido en mi ataque, dudaba que algo en la Tierra pudiera soportarlo. El caparazón que los kentauros no pudieron romper sin importar cuánto lo intentaran fue destruido en un instante. Ante mi poder, era tan frágil como una cáscara de huevo.

Todos mis sentidos se adormecieron momentáneamente mientras caían trozos del caparazón del Kraken a mi alrededor. Cuando regresaron, me di cuenta de que me había hundido hasta la cintura en lo que quedaba de las partes exteriores del arrecife y que estaba parado sobre algo blando.

Gracias a mi magia de fortalecimiento, mis piernas quedaron ilesas. Mi cuello me dolía un poco, pero no era gran cosa.

La cosa blanda en la que estaba parado era probablemente el cuerpo del pulpo. Supongo que este es el punto débil, ya que se esforzó tanto por defenderlo. Ya era hora de acabar con este pulpo de una vez por todas.

“¡MUERE!”

Sumergí mis garras en el Kraken, cortando su suave piel. En el momento en que perforé su cuerpo, comenzó a sacudirse. No puedo creer que todavía le quede tanta energía. Oí a Firnir gritar algo desde arriba de mí.

“Realmente estás loco… ¡Chicos, sigan a Vaito! ¡Terminemos esto!”

“¡UWOOOOOOOOOH!”

“¡Apoyen al Vicecomandante!”