Haken no Kouki Altina (NL)

Volumen 9

Capitulo 4: La Batalla para Liberar a los Ciudadanos de la Ciudad Grebauvar

Parte 1

Año 851 del Imperio, 20 de Julio–

Había pasado medio mes desde que Regis dejó la capital para la expedición.

Aunque acampar fuera era inconveniente, era normal pasar de dos a tres meses atacando una fortaleza. No sería extraño si se prolongara durante medio año.

Los soldados no se quejaron demasiado.

Sin embargo, no podían permitirse usar seis meses en la operación de recaptura.

Esa fue la razón por la cual Latreille estaba liderando la campaña personalmente y comprometió a los élites del Primer Ejército Imperial.

Sería difícil decir cómo actuarían las otras naciones después de tres meses.

Ya sea la Federación de Germania, el Reino Langobalt o el Imperio de Hispania al suroeste, todos tenían la posibilidad de invadir.

Una campaña larga requería una extensa preparación. Tendrían que conseguir armas y comida, luego inspeccionar las rutas y emplear una gran cantidad de trabajadores para transportar los bienes.

Aunque el Imperio de Belgaria estaba librando una guerra dura, estas naciones probablemente no podrían atacar de inmediato.

Ellos necesitarían programr y planear su invasión. Si el lugar al que atacaban coincidía, eso requeriría una nueva ronda de discusión…

High Britannia ya había conspirado con algunas naciones de la Federación de Germania. Es por eso que el Gran Ducado de Varden atacó el Fuerte Volks al comienzo de la guerra.

Y ahora, combinaban sus fuerzas con el reino de Langobalt.

Los otros estados seguían observando la situación. Si pasa agosto y todavía no podían tomar el fuerte antes de septiembre, los otros países probablemente invadirían… Regis especuló.

Él no tenía intención de pasar tanto tiempo, lo que conduciría a tal destino. Noche.

El calor en el día se disipó, y la temperatura ahora era más agradable. La puesta de sol en el oeste teñía el cielo en amarillo anaranjado.

Las sombras de las montañas se hicieron más largas, oscureciendo la mitad occidental de la ciudad de Grebauvar.

El sol se pondría completamente pronto. Regis estaba rodeado de duros soldados.

No importaba dónde mirara, podía ver soldados con armadura sosteniendo picas y escudos, esperando que la orden avanzara.

La infantería estaba en el centro de la formación, flanqueada por ambos lados por la caballería.

En este momento, Regis estaba en el medio del grupo de infantería, donde estaban las oficinas centrales. Los oficiales a su alrededor estaban en armadura completa y montando caballos.

Regis no podía montar, así que solo podía caminar. Después de mucha persuasión y súplica, no tuvo que usar armadura, pero en su cintura había una espada larga que no había usado durante mucho tiempo. Para ser honesto, era realmente molesto.

En el Cuarto Ejército, podía montar un carruaje o cabalgar con Altina en el mismo caballo… Y, por supuesto, él no podía disfrutar de privilegios tan especiales aquí.

En lugar del éxito del plan, estaba más preocupado por mantenerse al día con la marcha.

***

Era hora.

Los trompetistas hicieron una señal de silencio. Y el lugar se calmó.

Latreille apareció a caballo detrás de las 20.000 tropas y frente a los pioneros. Luego gritó:

“¡Soldados del Imperio de Belgaria! ¡El enemigo son los despreciables High Britannians y el Reino de Langobalt que se atrevieron a entrar en nuestras tierras en medio de nuestra guerra! Esos bastardos engañaron a los soldados en la fortaleza y tomaron la ciudad con medios encubiertos. ¡Tenemos que entregar la retribución como un relámpago estruendoso a estos tontos arrogantes que imprudentemente invadieron la tierra soberana del Imperio con trucos baratos!

¡Élites del Primer Ejército Imperial, la justicia está de nuestro lado!”

¡Hooraa! El ejército respondió con un rugido intimidatorio.

Empujaron sus picas en el aire, y gritaron “¡Larga vida al Príncipe Latreille! ¡Vive l’empire!”

Latreille sacó su espada.

Era la espada del Emperador ‘Arme Victoire Volonte’. Las leyendas dicen que la larga espada de un solo filo podría traer la victoria a un ejército.

Él balanceó en el aire.

Y la apuntó hacia la ciudad fortificada de Grebauvar. “¡¡¡Avance de l’armée!!!” (Avance de las tropas)

Para transmitir las órdenes de Latreille, sonaron las trompetas. La unidad avanzó ordenadamente.

Regis comenzó a caminar también.

La velocidad coincidía con el ritmo de la infantería.

A pesar de eso, Regis tenía que hacer todo lo posible para mantenerse al día.

Aunque la infantería llevaba armadura de acero, tenía largas picas en la mano derecha y un gran escudo en la izquierda, y tenía que coincidir con las zancadas de las personas que los rodeaban, aun así podían mantener cierta velocidad.

Regis tuvo que correr para mantenerse al día.

Su respiración se volvió irregular en poco tiempo. Sus piernas temblaban.

Voy a morir. 

Quizás el primero en morir en esta guerra sea yo. La muerte por caerse– Eso sería horrible. 

A pesar de que estaba siguiendo el ritmo de las trompetas, el ritmo era cada vez más rápido.

Fue casi tan rápido como un sprint. (Una carrera)

Que está pasando. Todavía estaba a 60Ar (4287 m) de la fortaleza.

De acuerdo con los planes de batalla, deberían avanzar a 40Ar (2858m), y solo la mitad delantera de la infantería continuaría avanzando. Como el enemigo podría enviar una unidad de intercepción, la caballería de los flancos se preparó para una carga.

“¿P-podría ser que… e-estamos cargando…?”

Regis se preguntó si se había equivocado, y estaba pensando si vagaba dentro de la infantería en la mitad delantera de la formación.

Podía ver la figura del príncipe Latreille en su caballo blanco, así que no debería ser así. Se cambió el plan a todo el ejército cargando sin que Regis lo supiera, se preguntó.

Poco a poco, se quedó atrás y la infantería detrás de la base se encontró con él.

Un soldado fuertemente armado con un casco en la cabeza preguntó desconcertadamente:

“¿Cuál es el problema, Sir Estratega?”

Antes de que comenzara la batalla, Regis fue presentado como “el estratega secundado por el Cuarto Ejército, el táctico que derrotó al Fuerte Volks con solo 2000 hombres”. La historia sobre sus batallas con High Britannia ya se había extendido por todas partes.

Sin embargo, la respiración de Regis era irregular, y en lugar de un estratega, se parecía más a un paciente que estaba a punto de desplomarse.

Eso es lo que sucedería si alguien que solo lee y rara vez camina, repentinamente se lanzara a una marcha.

“Hah… Hah… Erm… necesito… recuperar el aliento…”

Regis jadeaba dolorosamente con una mano sobre su pecho. Él estaba en sus límites.

Pero sería pisoteado por los soldados detrás si se detuviera. Después de que marcharan sobre él, Regis sería aplastado como una alfombra.

Él quería vomitar.

Sus hombros fueron agarrados. Era el soldado con casco.

“¡Hey! ¡Dejen que el carruaje lo lleve! ¡Sir Estratega parece estar enfermo!” Los lacayos armados a su lado asintieron.

“¡Sí! ¡Solo caminó un poco, y su cara se está poniendo verde!”

“Su respiración es irregular, ¿es neumonía? ¡Hey, apúrate!” (Que exagerado, hasta un obeso corre más que este tipo xd)

Para ellos, esto era solo una caminata rápida, y aún podían moverse y hablar al mismo tiempo.

Como se esperaba de los elites reunidos por el Primer Ejército. O tal vez, Regis era demasiado débil.

Con el fin de transportar rápidamente a las víctimas, un carruaje de dos caballos seguía detrás de la base.

Regis fue llevado allí.

La plataforma de madera estaba cubierta de piel, pero aun así, Regis podía ver girar las estrellas después de que su cabeza golpeara la cubierta.

El doctor en el carruaje miró a Regis apresuradamente. Era bajo y gordo, lo cual era raro entre los belgarianos.

“¿Estás bien, Sir Estratega?”

“Estoy muriendo…”

“¡Qué!”

“Hah… Hah… Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que corrí tan rápido”.

“¿Hmm? Correr, ¿dónde?”

El doctor inclinó la cabeza.

Y así, Regis se convirtió en la primera víctima en la batalla para salvar a los ciudadanos de la ciudad de Grebauvar. (Donde está tu honor basura xd)

***

Latreille habló en voz alta:

“Guardias traseros, deténganse. ¡Vanguardias, sigan avanzando!”

A unos 40Ar (2858m) de Grebauvar, la mitad de la unidad se detuvo, y solo continuaron las vanguardias.

Regis, que se había recuperado en su mayoría, abandonó la plataforma de carga del carruaje médico y comenzó a observar la batalla. Este era un carruaje cubierto tirado por dos caballos, y tendría el mismo campo de visión como si montara a caballo al subirse al asiento del conductor.

“¿El enemigo… no está saliendo?”

“¿Sir Estratega? ¿Te sientes mejor?”

Fue vergonzoso, pero Regis respondió honestamente al médico.

“Estoy bien ahora. Simplemente no pude seguir el ritmo de la marcha. No esperaba que el ritmo de la infantería del Primer Ejército fuera tan rápido”.

“Ya veo… Lo importante es que no estás enfermo”. Él dijo amablemente palabras como de doctor.

Altina le pediría que cabalgara con ella en esa situación. Jerome le sermonearía: “¿¡Te llamas un soldado imperial!? ¡Tú escoria!”

Regis recordó que estaba apoyando el frente oriental y se preguntó si Jerome estaba bien.

Debe ser difícil para él ir a terrenos desconocidos. O más bien, haría que los demás sintieran que era difícil.

Regis consideró no solo escribir cartas a Altina, sino también al este. Jerome probablemente no respondería.

¡Boom! El sonido de un cañón sonó.

Humo blanco estalló en la parte de la fortaleza de Grebauvar.

La infantería que avanzaba del Primer Ejército también traía cañones, pero estaban aún demasiado lejos.

El Imperio de Belgaria capturó algunos cañones de High Britannia hace algunos días. Los que eran cañones Elswick tipo 41, con un alcance de 45Ar (3216m).

Sin embargo, había municiones limitadas, y las tropas de artillería no estaban familiarizadas con los cañones de recámara cargada. Por lo tanto, trajeron sus viejos cañones de rango medio. Su rango era de 28Ar (2000m).

Cuando el enemigo disparaba desde lo alto de las murallas de la ciudad, su alcance era aún mayor. Si los Belgarianos querían intercambiar fuego, tendrían que avanzar bajo el bombardeo para acortar la distancia.

A pesar de eso, no hubo bajas fuertes como la derrota durante la batalla de la colina de Lafressange.

La infantería se extendió en su avance, minimizando el impacto del bombardeo.

Aprendieron del Séptimo Ejército que una formación apretada no era deseable y conduciría a grandes pérdidas.

El Ejército Imperial no era retrasado. Habían estudiado y entrenado extensamente en medidas anti bombardeo.

La infantería del Primer Ejército avanzó en una formación dispersa. Si el enemigo se formaba para defender el asalto, los imperiales también se juntarán. Aprendieron esa táctica.

En el Cuarto Ejército dirigido por Altina, nadie más que Regis habría pensado en tal estrategia.

Sin embargo, el Primer Ejército tiene un estratega como Germain que era conocido como un estratega brillante. Después de que revisaron la estrategia del Séptimo Ejército en su derrota, se le ocurrió este plan.

Debido a su excelencia, Regis pasó la mayor parte del tiempo durante las reuniones solo escuchando.

El comandante de la unidad de artillería emitió su orden. “¡Preparen los cañones!”

Los Belgarianos se habían acercado lo suficiente. Con atronadores disparos de cañón, lograron golpes directos en las paredes de Grebauvar.

La niebla gris permanecía en el aire.

Los muros de piedra se convirtieron en escombros, los soldados de High Britannia cayeron por el impacto.

En comparación con los disparos que cayeron al suelo, los que golpearon las paredes de piedra eran mucho más dañinos para el entorno.

Los fragmentos de piedra volaron hacia las tropas cercanas.

El enemigo tenía la ventaja tanto en alcance como en potencia, y también tenía el terreno elevado. Aunque Regis pensó que su lado estaba muy en desventaja–

Pero los hechos no fueron así. Los disparos del ejército Belgariano estaban en realidad destruyendo los cañones de High Britannia.

No había ningún secreto detrás de esto, era puramente la diferencia de habilidades entre los soldados de artillería.

Las tropas de High Britannia estaban adecuadamente adiestradas, pero la unidad de artillería imperial escogida del Ejército Imperial de 200.000 estaba en una liga completamente distinta.

Compensaron la diferencia en especificaciones con su propia habilidad.

Regis quedó impresionado por la escena que vio desde el asiento del conductor.

— ¡La diferencia en habilidad de las unidades de artillería era tan amplia!

Sus oponentes eran bárbaros cuando Regis trabajaba en el ejército del Marqués Thénezay, los cañones eran solo para intimidación en aquel entonces. El Cuarto Ejército, o más bien, el Regimiento Fronterizo Beilschmidt se enfoca en picas y espadas, por lo que su artillería no estaba bien entrenada.

Había un gran abismo entre arqueros entrenados y no entrenados, por lo que Regis sabía que la artillería y los fusileros también se verían afectados por el entrenamiento. Pero nunca imaginó que fuera tan pronunciado.

Podía decir visiblemente que los ataques del enemigo se estaban debilitando.

Su enemigo también se dio cuenta de eso y giró sus cañones para tomar represalias.

— Ya es hora.

Regis literalmente salió del carruaje.

Pasó junto a algunos de los heridos que se llevaron desde la línea del frente. No podía acostumbrarse, sin importar cuántas veces lo viera.

La visión de los soldados sangrando y perdiendo extremidades debilitó la fuerza de Regis.

Pero Regis se recompuso y comenzó a correr.

Abriéndose paso a través de las tropas en espera, regresó a Latreille, quien estaba estacionado en la base. La distancia no era tan grande como para caerse en el camino.

“¡Su Alteza!”

“Sí… Regis eh. No te vi y me preguntaba qué pasó”.

“Lo siento. Bueno… No pude seguir el ritmo de la marcha… así que subí al vagón médico”.

“¿Durante la marcha…?” Latreille inclinó la cabeza.

Germain quien estaba a su lado preguntó:

“¿Te sientes bien? ¿Fuiste golpeado por un rebote?”

Definitivamente no entendieron que había personas que simplemente no podían seguir el ritmo de la marcha.

“Erm… Bueno, no me siento bien… algo así… ¡D-de todos modos! ¡Esta es una buena oportunidad!”

Regis señaló la formación enemiga. Latreille asintió.

“Hmm, eso es cierto. Los cañones del enemigo apuntan a nuestra artillería. ¡De acuerdo, Germain, ordena que avancen las armas de asedio!”

“¡¡Sí señor!!”

La orden fue emitida.

Los trompetistas tocaron otra melodía.

Una parte de la infantería que estaba de pie al fondo comenzó su avance. No eran soldados dentro de la división pionera, sino refugiados de guerra.