Yahari Ore no Seishun (NL)

Volumen 12

Capítulo 6: Repentinamente, Yuigahama Yui se Preocupa por el Futuro 

Parte 2

Aunque probablemente no habría habido ninguna diferencia ya que si me hubiera avisado antes igual habría salido con una cara roja de idiota con los ojos mirando hacia otro lado.

Por eso, bueno, imagino que la foto de ahora está mucho mejor.

—…Envíame esa foto luego.

—Sí.

Yuigahama respondió totalmente calmada al escuchar mis palabras. Su vista estaba apuntada hacia su celular. Mi celular comenzó a vibrar después de que ella manipulara el suyo por un momento. Pude encontrar un mensaje de Yuigahama cuando revisé la pantalla.

La foto animada que había venido adjuntada estaba de un tono totalmente blanco mientras podía observar estrellas cayendo por todo el lugar. Nuestras caras tenían orejas  y nariz  de perro, también unos bigotes. ……Bueno, si está así tan editada realmente ni puedo reclamar mi derecho a copyright. Bloqueo mi celular mientras sonrío forzadamente.

—Bueno, ya cumplimos nuestro objetivo. Regresemos.

—No lo hemos hecho y no podemos irnos aún…

Después de suspirar, Yuigahama jaló de mi manga mientras trataba de dar por terminada la expedición triunfantemente.

—Ah, ¿vamos entonces a Ikea? Hay muchas cosas para ver ahí.

Yuigahama apuntó hacia otro edificio. Ikea es una corporación multinacional proveniente  de Suecia dedicada a la fabricación y venta minorista de muebles y objetos para el hogar. La tienda más grande aquí en Japón se encontraba en Funabashi, Chiba. Increíble Chiba, la mejor de Japón.

Bueno, también ciertamente no era nada eficiente sólo merodear sin ningún objetivo en mente por el amplio LaLaport. Tener un lugar claro en mente el cual ir era una buena opción. Comenzamos a dirigirnos hacia Ikea después de asentir a la propuesta de Yuigahama.

La mayoría de las tiendas en esta sección se encontraban ubicadas cerca a la costa y la brisa marina que soplaba aún era muy fría en esta época, por lo cual se podía sentir vívidamente la diferencia de temperatura cada vez que salíamos de un mall. Yuigahama y yo cruzamos rápidamente el puente peatonal mientras me quejaba en voz baja del frio.

Ambos suspiramos de tranquilidad una vez  dentro de la tienda de Ikea. Dejando  de lado  el ambiente cálido que se podía sentir dentro, los sofás y alfombras ubicados en la entrada también eran reconfortantemente cálidos para la mirada.

—Demos una vuelta entonces.

Yuigahama utilizó el elevador totalmente acostumbrada. Al seguirla pude encontrar delante de mí una habitación de muestra. Todo tipo de herramientas del hogar y cosas de interior estaban ubicadas para poder tomarlas como muestra. En el lugar podían verse también diferentes áreas temáticas  como  «Departamento  para  tres  triunfante»  o  «Un  departamento  compuesto  para

enfatizar el aprendizaje» que tenían productos selectos que me hacían sentir como si estuviera en un parque de diversiones.

Eh~ Nunca había venido a una tienda de inmuebles, pero parecía bien interesante. ‘Kaguya-sama: Love is War’ era bien interesante también~ Pienso en esas cosas ingenuamente mientras observo la tienda.

Yuigahama volteó a ver un estante por el cual pasamos llamado «Vida pacífica solitaria».

Me pregunto si habría encontrado algún ítem magnífico como un sillón que no se rompiera aún después de sentarse 630000 veces mientras entro al apartado siguiendo a Yuigahama.

Un interior decorado en blanco, unos guardarropas y una vitrina bien ordenada que hacía parecer que el lugar fuera más amplio que un simple cuadrado. Al parecer hacían buen uso del espacio de las paredes y los estantes ya que los objetos pequeños estaban bien ordenados también. Al mirar más hacia adelante al parecer el espacio continuaba ya que aparentemente también  habían armado una pequeña cocina junto con una lavadora.

Ciertamente era la presentación de un espacio adecuado para vivir solo. Hachiman, ¡vive en una habitación así como esta! Dejando de lado la sugerencia de mi cerebro, Yuigahama continuaba observando el espacio.

«Hae~» Observaba Yuigahama el interior, hasta que tal vez por el cansancio decide sentarse en una de las camas pegadas a la pared. Después de hacerlo, Yuigahama volteó hacia mi lado y comenzó a hablar despreocupada.

—Hikki, ¿no vivirás solo cuando entres a la universidad?

—Dependerá de la universidad a la que vaya y a qué programa. No me darían ganas de ir desde mi casa si entro a Tama o Tokorozawa. Bueno, por lo menos a las que planeo ir por el momento están más cerca.

Mientras tomé y observé una de las botellas de adorno, Yuigahama comenzó a hablar sorprendida.

—Así que ya habías decidido a donde postular…

—No hay tantas opciones para universidades privadas de artes sociales que estén a mi nivel académico. Simplemente elegí probar con algunos programas en ese campo que me interesaban. Básicamente fue más un proceso de eliminación que tomar una decisión.

Regresé la botella vacía de decoración a su lugar y esta hace un sonido grave a pesar de que no tenía nada dentro. Agrego un par de palabras más como apegándome a ese sonido.

—No hay nada que quiera hacer particularmente después de todo.

No pude terminar de decir «Por eso es iré a la universidad a buscar ese propósito.»

Lo había empezado a notar poco a poco. Probablemente cuando fuera a la universidad ya no podría tener ningún tipo de encuentro predestinado  ni podría perseguir  ya más sueños que pudieran cambiar mi vida.

Probablemente no estuviera calificado para perseguir un sueño en primer lugar, ya que nunca había invertido tiempo en mi vida en nada particularmente. Así encontrara algo interesante de todas formas podía ver el resultado evidente, el cual sólo sería que siempre terminaría rindiéndome a mitad del camino, abandonándolo por completo o lamentándome por descubrir que realmente nunca me gustó.

Esto no era algo por lo cual deprimirse de todas formas. Probablemente la mayoría de  los humanos llevaban vidas similares después de todo.

Yukinoshita había dicho que consistía en rendirse de un par de sueños y volverse un adulto.

Sin embargo, existían las personas que en primer lugar no tenían nada a qué apuntar desde el comienzo. Por ejemplo alguien como yo. De ser así, ¿me pregunto qué será de las personas que ni siquiera tuvieron una oportunidad para abandonar sus sueños?

Finalmente logré notar que nuestra conversación se había interrumpido debido a mis pensamientos abstractos.

Al voltear a mirar a Yuigahama puedo observándola mirándome mi mano sosteniendo la botella vacía.

—Yukinon ya había decidido su carrera también. Qué rápidos…

Su susurro que podía interpretarse como un lamento o un pesar me hacen dudar en qué responder.

Sin embargo, como señalando que no necesitaba ninguna interrupción, Yuigahama suspiró y me mostró una sonrisa. Al encontrarse nuestras miradas Yuigahama probablemente había recordado que había estado sentada todo este tiempo. Después de elevar su cintura ligeramente, Yuigahama hizo un espacio para que una persona más se siente.

Escuchar el vívido sonido rechinante de los resortes de la cama me hace sorprenderme. Era un poco descortés rehusarme a sentarme después de ver que se había dado el trabajo de prepararme un espacio. ¡De hecho seguro parecía muy repugnante como si estuviera tan consiente de lo que

estaba haciendo! ¡Aunque sí estaba poniéndole mucha atención y sí  era repugnante! Por eso mismo decidí sentarme en la cama sin seguir haciéndome problemas internamente.

—Hikki, ¿cuál fue el sueño que tuviste de niño?

Probablemente por el lugar en el que me había sentado, Yuigahama había comenzado a preguntarme eso como si estuviera por comenzar a contarme un cuento de cuna. No tenía realmente un gran repertorio como para justificar un cuento, pero decido pensar en su pregunta mientras converso.

—Depende de la definición de sueño que uses pero… Si te conformas con cosas en las que pensé convertirme en algún momento pues, bueno, hubieron muchas. El jefe de una compañía, un millonario… Tal vez un jugador de béisbol profesional, un héroe, un mangaka, un idol, un oficial.

……Ah, también un médico, un abogado, el primer ministro o un presidente. También un magnate de petróleo.

—Todos por el dinero, no puedo ver tu sueño en ninguno de ellos…

—Sí. Bueno, yo también acabo de pensar «qué demonios tiene este niño» después de escucharme.

Incluso me había logrado deprimir un poco. Quién recordaría que era un niño tan antisocial, incluso como ahora… Mientras me despreciaba a mí mismo, Yuigahama parecía haberlo notado por lo cual continuó hablando apresurada.

—Ah, ¡pero, pero! ¡Pensé que querer convertirse en un idol era grandioso y soñar a lo grande!

—Tu intento de consuelo no sirvió para nada. Te lo diré para que lo tengas claro, pero mi yo de pequeño era súper lindo. De seguro si hubiera tenido la oportunidad me hubiera convertido en un idol. De hecho… ¿tú que tal?

Yuigahama cruzó sus brazos e inclina un poco su cabeza pensante al escuchar mi pregunta.

—Yo… Hmm, yo también soñé muchas cosas. ¡Una florista, una pastelera o una idol!

—Casi nada diferente a lo mío después de todo.

Le doy una sonrisa forzada a la Yuigahama que había hablado animada como un niño soñante.

Sin embargo, la cara despreocupada que había mostrado desaparece después de un momento, regresando a su expresión madura.

Yuigahama se puso de pie después de sonreír y comenzó a caminar como una niña abandonando cada uno de sus sueños con cada paso que daba.

—……También ser la prometida de alguien.

Después de decir eso dándome la espalda, Yuigahama da una vuelta.

Yuigahama estaba parada delante de la zona de la cocina dentro del estante de muestra. Las paredes y cerámicas del lugar también eran blancas allí, mientras que la luz que entraba por las ventanas modeladas como tragaluces cubría el lugar como un velo sobre su rostro.

Lo que Yuigahama había clasificado como un sueño eran algo tan realista que no podía simplemente burlarme de ello o tomarlo a la ligera.

A cambio, decidí caminar hasta la cocina, mientras pensaba en qué palabras frívolas otorgarle.

—Eso tampoco es diferente a lo mío. ……Un esposo a tiempo completo, todo un sueño.

—Si lo dices así no suena un sueño para nada…

Yuigahama dejó caer sus hombros, tras lo cual sonrió cansada. Al menos sonrió.

Sentir esa sonrisa como algo gentil dentro del tan forzado brillo de la habitación me hizo bajar mi mirada por la vergüenza.

A pesar de que la cochina preparada dentro de este estante no era para ser usada realmente, era demasiado realista porque tenía desde utensilios para la cocina hasta utensilios para la mesa. Por supuesto que tenían que ser realistas si eran utensilios reales para su venta, pero por alguna razón no podía evitar sentirlas como cosas falsas.

Los muebles, las vajillas, la cocina e incluso la cama, todas eran reales pero falsas al mismo tiempo. Mientras me pregunto qué era lo que creaba esa diferencia, inconscientemente toco los reposteros.

Al hacerlo, Yuigahama dió una palmada.

—Ah, ¿no crees que algo a mano estaría bien?

—¿Eh? ¿Un mueble?

—No. Hablo del regalo. Un pastel o algo así.

Por un momento me había puesto a pensar duramente de qué estaría hablando, pero rápidamente lo recuerdo al escucharla decir que se trataba de un regalo. ¡El regalo para Komachi! Lo sabía lo sabía, solo no lo podía recordar porque no lo había olvidado. Mientras trataba de darme una excusa fervorosamente en mi interior, la idea de Yuigahama no parecía saber lo que era detenerse.

Yuigahama alineaba un plato junto a un cuchillo y un tenedor, además de una taza delante de ella antes de continuar hablando emocionada.

—Y cuando le demos el pastel también tendrá algo para beber en una tasa… ¡Y esa tasa será el verdadero regalo~! ¡Increíble! ¡Lo digo yo pero qué llamativo!

Yuigahama comenzó a emocionarse mientras ponía sus manos en sus mejillas.

—…¿Tú crees? ¿Será llamativo?

—¡P-Pues sí! ¡Tiene un factor sorpresa por eso está bien!

Yuigahama comenzó a ponerse roja y a regresar los utensilios a sus lugares después de mi comentario calmado que probablemente le hizo perder un poco la confianza en su  sentido estilista.

—Bueno, aunque……. Imagino que algo hecho a mano tampoco estaría mal.

Su reacción engreída me había parecido graciosa, por lo cual había comenzado a reír también. Seguidamente las palabras para engreírla salen de mi boca.

—Vamos entonces a comer pasteles de paso que vemos qué elegir.

—Ah, ¡eso suena muy bien! ¡Vamos vamos!

Dejamos atrás el salón de exhibición mientras soy empujado por la emocionada Yuigahama.

La idea de regalarle algo hecho a mano no era realmente mala. Era algo que le otorgaba un fuerte impacto a la persona que lo recibía al tratarse de algo en lo cual una persona había puesto su esfuerzo y tiempo para crear. Con mucha mayor razón cuando venía de una persona cercana.

Era realmente emocionante.

…….Por eso, bueno, ¡creo que me esforzaré por Komachi y le haré un pastel! Tal vez al hacerlo descubra un nuevo sueño al cual aferrarme.

Sí, como PreCure, un Patissier legendario…

***

«Países destruidos, naturaleza existente» eran las palabras una vez aclamadas por Du Fu. Por otro lado, también existían los que entonaban el proverbio de «Sueños destruidos, realidad existente». Como yo.

Mi sueño había sido destruido. A pesar de haber dicho que comeríamos unos pasteles deliciosos para decidir qué hacer, había experimentado al mismo tiempo la cruel realidad de que nunca podría hacer algo tan delicioso como esto. Mi sueño de convertirme en un PreCure murió. Por esta razón no podía hacer otra cosa que quejarme mientras trataba de dormir al haber regresado a mi casa.

Pero de igual manera la noche continuaba avanzando.

Mi vida escolar en el día siguiente de haber salido con Yuigahama continuaba sin mayores cambios hasta llegar al fin de clases.

Al parecer como nos habían dicho ayer en el salón del consejo estudiantil, no parecía que hubiera ningún trabajo realmente relacionado a las preparaciones del baile de promo, ya que ni Yukinoshita ni Isshiki nos habían vuelto a avisar nada, hasta llegar a este momento.

Preocupado un poco sobre si realmente debería irme ya que no nos habían avisado nada hasta esta hora, volteé a mirar a Yuigahama casualmente. Si fueran a contactar a alguien probablemente ella sería la primera antes que yo después de todo.

Yuigahama asintió en respuesta después de percatarse de mi mirada. Al buscar el momento preciso para terminar de hablar con Miura y las demás, Yuigahama se aproximó apresuradamente hacía mi después de salirle de su grupo.

—Hikki, ¿qué harás hoy?

Yuigahama me hace una pregunta inclinando un poco su cuello. Su forma de preguntarlo probablemente indicaba que realmente no había nada en que ayudar del baile de promo.

—Me iré si no hay nada que hacer.

—Ya veo… Yo también me iré si no hay nada.

Al decir eso Yuigahama nuevamente regresa apresurada a su asiento, tras lo cual toma sus cosas después de despedirse con  una mano de Miura y las demás. Yuigahama acomodó su abrigo seguidamente de cargar su mochila en su espalda y enrollarse su bufanda.

—Bueno, vamos.

—Sí…

Sorprendido por el transcurso natural de los eventos que habían terminado haciendo que nos vayamos juntos, caminamos hacia la puerta delantera del salón.