Yahari Ore no Seishun (NL)

Volumen 12

Capítulo 3: Sorpresivamente, Hikigaya Komachi Empieza de Nuevo

Parte 4

En ese caso, de cierta manera, puedo usar mi talento y recompensar a Komachi.

¡Una sorpresa que sólo yo pueda hacer! Aunque, no es como si tuviera algo en particular. La única cosa que puede hacer es mostrarle a todos que tengo a la hermanita más adorable del mundo. Sin embargo, definitivamente voy a premiar a Komachi… ¿Pero qué debo hacer? Esto es algo problemático…

Mientras estaba murmurando para mí mismo, ¡mikoon!28 Una revelación divina cayó sobre mí. Oye, oye, ¿no soy un genio? Tengo que dar un premio a la hermana más adorable del mundo, y, de paso, ¿tengo que salir con la amiga más adorable del mundo? ¿No es eso una victoria? ¡Gane!

¡Hahaha!

Pero Komachi hizo una cara de disgusto.

—Uhm… Bueno, eso es…

Cuando dijo eso también hizo una «X» con sus dedos.

—¿A-Ah si? Quería darte un gusto…

Todavía no me iba a rendir en mi sueño de salir con Totsuka, pero inmediatamente me di cuenta de que no tenía el coraje para invitarlo, así que ese sueño tendrá que esperar por mientras. Sin embargo, Komachi agitó su cabeza nerviosamente.

—Los resultados todavía no han salido, así que tendré que rechazar tu oferta.

—O-Oh, ya veo…

No tiene sentido que la premie por algo que no quiere. Lo que sea que quiera ella debe ser mi máxima prioridad. En ese caso, no sé qué deba hacer…

Mientras estaba pensando, Komachi me tomó de mi manga y jaló.

—Uhm, bueno, siento que está bien… Si es solo nosotros. Creo que esos fueron muchos Komachi- points.

Komachi susurró como si estuviera tratando de esconder sus mejillas sonrojadas, y miró hacia otro lado. En respuesta, le pregunté sin querer algo que era mejor no hacerlo.

—Nah, está bien por mí… ¿pero, estás segura?

Komachi me miró y asintió con una expresión seria en el rostro.

—Sí, sí. Eres simple, útil y conveniente.

—Eso no es un halago para nada…

Aunque, si eso es lo que Komachi desea, entonces es algo que estoy dispuesto a soportar. Pensé en ofrecer un plan que iba a ser del agrado de los dos.

—¿Muy bien, a dónde vamos? ¿Lalaport? ¿Lalaport, verdad? ¿Lalaport? ¿No  es Lalaport una buena opción? Y justo ahora han puesto una máquina expendedora que sólo vende MAX COFFEE. Compremos un MAX COFFEE allí. Estoy seguro que va a ser delicioso.

—El sabor y el contenido son lo mismo…

¿Qué pasó con esa actitud tímida de antes? Komachi había hablado con una cara totalmente desanimada. Luego continuó levantando uno de sus dedos como si me estuviera regañando.

—No tiene que ser nada llamativo, y no tiene que ser especial.

—¿Oh? ¿Qué quieres decir?

Eso es, ¡¿qué quieres decir dattebayo?! Sin vacilar, Komachi movió su cuerpo hacia delante y siguió. Inhaló profundamente y exhaló despacio.

—¡Quiero ir a casa y hacer algunos quehaceres!

—¿Ehh, qué?

No entiendo. Aah… No entiendo. ¡No lo entiendo! Cuando sentí a la hada Sappari volar alrededor mío, Komachi se enderezó.

—Entonces, vamos de compras y luego a casa.

—…De acuerdo.

En todo caso, estoy feliz que pueda seguir con lo que sea que Komachi quiere. La seguí por detrás y nos dirigimos al distrito de compras.

*** 

Una vez llegamos a casa, Komachi empezó a hacer los quehaceres.

Excluyendo lavar ropa, ella continuó sin problemas hasta la cena. Antes, hubiera pensado que escuché a unos cuchillos bailar, pero ahora escucho agua y el sonido de que alguien está lavando metal. Parece que ella estaba limpiando todo mientras cocinaba. No puedo hacer nada que no sea reconocer que ella tiene talento para eso.

Durante esos momentos, me eché bajo el kotatsu mientras acariciaba a nuestro amado Kamakura, que estaba sobre mis rodillas. Si me vieran, dirían que era alguna clase de jefe malvado acariciando a su gato.

Pero, mientras miraba a Komachi moverse sin problemas, naturalmente empecé a pensar en si habría algo en lo que podría ayudar… Ese sentimiento crecía lentamente en mi interior.

—¿Te parece bien si te ayudo?

Komachi me dio una respuesta corta mientras seguía en la cocina.

—No, estoy bien. Sólo quédate allí. No serías más que un hidrante.

—Qué ruda…

Colapsé  en lágrimas  y  puse  mi  cara  sobre  Kamakura  por  accidente.  Kamakura  me  miró con molestia, y Komachi me habló en un tono cansado.

—Si me ayudas, el trabajo se volverá un barrial, aparte que ni siquiera sabes cocinar o limpiar.

—…Uhm, bueno tienes razón. No ayudaré, principalmente debido a que será un dolor hacerlo… Lo siento, Kojuuto-chan.31

—¿Quién es Kojuuto? Soy Komachi.

Al responder con insatisfacción, apagó el grifo con energía. Ya que todas las preparaciones habían terminado, quitándose el delantal, ella volvió hacia la sala.

—Además, esto es algo que Komachi quiere hacer, así que está bien. No pude hacer nada antes debido a mis exámenes y algunas tareas no se habían hecho desde entonces.

Mientras ella hablaba, tomó una olla y comenzó a hacer café. Incluso si es un café instantáneo, si dulce olor estimula a mi nariz. Mientras  disfrutaba de ese olor, Komachi preparó dos tazas. Entonces, siguió su camino hasta posicionarse diagonalmente frente a mí y me pasó mi taza.

—…También le he creado un montón de problemas a mamá.

Tenía una expresión, más o menos, de arrepentimiento. Tomé mi taza y le di las gracias suavemente. Luego puse mis pensamientos en palabras.

—No tienes que preocuparte sobre mamá. Normalmente haces un montón de cosas por nosotros, así que está bien. Te preocupas demasiado.

—Uhm… bueno, eso cierto, pero esos dos siempre están ocupados.

Ya que no pudo esclarecer el tema en su cabeza, puso una melancólica cara en su rostro. De hecho, ya que nuestros padres eran gente ocupada, hasta cierto punto, era normal para nosotros hacer los quehaceres de la casa.

Cuando Komachi todavía era joven e inexperta, yo tenía que hacer todo en la casa. Pero, desde que Komachi había dejado la primaria, mis tareas prácticamente se habían vuelto cero. Desde entonces, la principal persona a cargo de los quehaceres de la casa era Komachi. Gracias a eso, mi conocimiento sobre quehaceres paró cuando estaba en sexto grado.

Ahora que lo pensaba, estas tareas pesadas fueron algo que se lo impusimos… Sólo pensarlo me generaba algo de culpa en mi interior.

Durante los exámenes, la rutina de nuestros padres no cambiaba. En vez de eso, antes de que se genere más problemas, y ya que tenía un montón de tiempo libre, decidí cargármelo por mi propia cuenta porque Komachi estaba completamente ocupada estudiando.

—…Lo siento, sólo pensé que debía hacer algo, ¿sabes?

Cuando tragué un poco el café, las palabras que habían salido de mi boca me dieron un sabor amargo.

No, ¿en serio lo pensé? Pero, verás, uhm, si no ayudaba apropiadamente, mamá se enojaría mucho conmigo…

Si tuviera que hacer los quehaceres de la casa, sería regañado de la misma manera que Komachi lo hizo conmigo. Además, incluso si los pudiera hacer por mi cuenta, mamá estaría decepcionada pues tiene cierto estándar. Y, ya que era pésimo limpiando, terminaría sudando cuadrados como el prototipo de Roomba…

Por lo tanto, en vez de darles problemas, había llegado a la conclusión de que es mejor no hacer nada. Sin embargo, mientras lo pensaba, me sentí mal por Komachi que estaba durante su período de exámenes.

Pero, a Komachi no parecía importarle pues rió ligeramente.

—Está bien, está bien. Es mi pasatiempo después de todo.

—¿Tu pasatiempo es los quehaceres?

Cuando le pregunté, ella puso un dedo en su mejilla e inclinó su cabeza un poco. Empezó a pensar en algo.

—Uhm, bueno… quiero decir, que, ¿es mi pasatiempo mimar a mi onii-chan? Ella hizo una linda sonrisa.

—¿Qué es eso? Siento que me miman tanto que voy a llorar de alegría en cualquier momento… qué hermoso… una completa victoria. Komachi-mama

¡Komachi-mama! Quería decir eso para mí mismo, pero se me terminó saliendo. Debido a eso, Komachi volvió a tener el rostro amargado.

—Asqueroso. Estás enfermo.

—Cállate y déjame solo. Además, tú eres igual, y ese es un buen pasatiempo.

—¿Verdad, no? Sumé un montón de puntos, ¿verdad?

Komachi hizo una risita y me golpeó suavemente el hombro. Eso no era un elogio, mocosa.

Cuando miré a Komachi, ella me evitó cerrando sus ojos. Entonces, cuando puso su mano en su pequeño pecho, dejó salir un suspiro encantador e hizo una expresión hipnotizante.

—Cuando pienso en mimar a otros usando estas manos, se siente muy bien.

—Estás enferma.

Cuando dije eso, Komachi sacó su lengua astutamente y me guiño el ojo. Entonces, se golpeó la cabeza con la punta de sus  dedos. Ya que su  reacción  parecía apropósito, supe que estaba bromeando.

Después nos reímos un rato. Para sorpresa mía, Komachi había suprimido una sonrisa. Miró a las pequeñas ondulaciones del café dentro de la taza y abrió lentamente su boca.

—…Pero, es cierto que amo hacer los quehaceres.

—¿Uhmm?

—Es como que, diferente de cuando trataste de cuidarme. Puedo hacer todo tipo de cosas ahora.

Miré a Komachi de costado, pero ella no me estaba mirando a mí ni tampoco a su taza de café. Su mirada estaba puesta fuera de la ventana.

—Porque, es algo que incluso yo puedo hacer, o es algo en lo que puedo ser útil…

Cuando dijo eso, sus expresiones juguetonas desaparecieron. Sus ojos claros lucían más maduros.

—…De cierta forma, no es tan malo.

Komachi dijo esas palabras  en  un  tono  medio  de broma. Su expresión  parecía ser tímida al decirlas, y tenía esa misma expresión ahora en su rostro.

Sin duda, Komachi debió tener cosas que quiso hacer y no pudo cuando era pequeña. Ella estaba en esa edad donde todavía podía ser mimada, pero nuestros padres nunca estaban cerca. En vez de eso, la persona que estaba cerca de la casa no era otro que mí mismo, alguien a quien no le podías confiar cosas. A pesar de eso, ella pasó tiempo conmigo mientras me lanzaba sus críticas y quejas. Incluso a cuidarme en algún momento.

—No eres mala para nada, lo contrario, eres increíble.

Esta pequeña hermana mía es, ciertamente, increíble. Mientras que soy yo el que da pena. Al expresar los pensamientos de mi corazón, Komachi se rió suavemente e hinchó su pecho exageradamente.

—Bueno, ¡es porque di lo mejor de mí! ¡Por el bien de mi hermano bueno para nada, y por el peligro que tiene a su alrededor, debo hacerme más fuerte!

—¿Verdad? Soy el mejor ejemplo de alguien que no hay que seguir, y aun así, he criado a otra igual. Debes sentirte agradecida.

Cuando respondí, me acomodé el cabello de una manera suave y miré hacia el techo. Me estaba comportando altaneramente. Al ver eso, Komachi asintió.

—Sí, estoy agradecida.

—¿Eh?

No, que digas eso es honestamente problemático para mí… ¿qué ocurre? No estamos en la misma página, parece. Terminé mirando a Komachi debido a esto. Cuando ella me miró de vuelta, aclaró su garganta y apartó los ojos. Dijo algo en una manera rápida y seria:

—Pensé que debía decirte esto después de aprobar mis exámenes, pero, si apruebo, será muy vergonzoso decirlo y, si fallo, no habrá otro momento, así que pensé que sólo puedo decirte esto ahora…

Con ese comienzo, Komachi salió del kotatsu. Entonces se sentó apropiadamente y puso sus manos sobre sus rodillas.

—¿Qué? ¿Qué ocurre?

Me comencé a sentir con escalofríos cuando Komachi se enrectó su espalda y me miró directamente. Debido a eso, Kamakura, que seguía encima de mis rodillas, se levantó y se fue a otro lado. Seguía poniéndome más nervioso conforme el tiempo pasaba. Komachi hizo una sonrisa tranquila.

—Gracias. Has sido de gran ayuda.

Lo dijo mientras ponía sus dedos en el suelo y se inclinaba ante mí.

Cuando vi eso, dejé de respirar por un segundo, y me habilidad para pensar paró también. No sólo sus acciones eran inesperadas, pero su comportamiento era inusual también. Era algo hermoso de ver que ni siquiera lo podría haber imaginado. De cierta forma, estaba un poco cautivado.

Cuando noté que tenía la boca abierta, busqué en pánico algo que decir.

—…Idiota, ¿qué es eso? Es embarazoso, para con eso.

—Hehe, sólo quería intentarlo. Pensé que me daría muchos puntos.

Lo dijo de un tono de broma mientras se acariciaba su nuca, pero ya que tenía las mejillas de un color escarlata, no me iba a tragar ese cuento.

Idiota, si te vas a sentir avergonzada entonces no lo digas. Harás que yo también me sienta avergonzado. Además, si vas a mentirme, hazlo más convincente. Si quieres ocultar tu vergüenza, debes decir algo aleatorio para confundirme. Tu onii-chan ya está acostumbrado a este tipo de situaciones.

En un intento de dar un buen ejemplo, abrí mi boca.

—No obtuviste muchos puntos. Además, ¿no suena eso como si te estuvieras volviendo una novia o algo así? ¿Qué es eso? No, no apruebo que te cases con un hombre de ninguna manera. Bueno, que… realmente debes parar…

No pude terminar lo que iba a decir porque mi voz no salió.

Me entró un resfrío de repente a mi nariz, y comencé a respirar pesadamente en desesperación. Me quería dejar llevar por el momento pero la voz que quería dejar salir se había roto al igual que las palabras. Después de unos instantes, dejé salir un sonoro suspiro que había estado suprimiendo.

Con las comisuras de mis ojos volviéndose más calientes, en el momento que empezaron a doler, comencé a pestañear un par de veces. Las lágrimas corrieron por mis mejillas.

—O-Oh… por algún motivo, agua está saliendo de mis ojos… ¿Qué es esto? ¿Qué? ¿Por qué soy así? ¿Qué es esto?

Miré hacia el techo. Me mordí los labios despacio y el suspiro que dejé salir era uno tembloroso. Incluso Komachi se veía sorprendida cuando me vio de esa manera, y más temprano que tarde, empezó con una risita que terminó en una carcajada.

—Esas son lágrimas. Eres como un robot que acaba de sentir sentimientos por primera vez.

—ESTAS SON… LAGRIMAS… ESTOS SON… SENTIMIENTOS.

—No empieces con el lenguaje infantil…

Komachi lo dijo como si estuviera impactada, pero, si por lo menos no hago que esto parezca gracioso, las lágrimas realmente van a empezar a salir, y no habrá nada que hacer si llego a ese punto.

No es como si estuviera triste, o con dolor, sólo era un sentimiento de tranquilidad con un poco de soledad.

Sin embargo, expresar eso en palabras iba a ser difícil, así que la única cosa que puedo hacer ahora es aullar como un perro.

Con mi cabeza agachada y con una voz que no iba a salir, Komachi dejó en claro que no tenía otra opción aparte de reírse. Entonces se limpió sus ojos y estiró sus manos para alcanzar mi cabeza, y la acarició gentilmente.

—Voy a preparar el baño. Lo usaré primero, ¿okay?

Sonaba como si estuviera calmada, pero pude sentir que su voz era un poco temblorosa. Cuando Komachi aspiró abruptamente por su nariz, se levantó rápidamente. Entonces, sin mirar atrás, dejó la sala.

Mientras oía sus pasos volverse más distantes, finalmente dejé salir  un  enorme suspiro. Las palabras adecuadas no vendrían, así que, en vez de eso, dejé salir otro suspiro.

Mientras hacía eso, Kamakura, que se había ido antes, volvió y presionó su cabeza contra mi espalda.

Me preguntaba por quién se preocupaba, pues este gato es realmente bueno para leer el ambiente.

Levanté a Kamakura y lo puse sobre mis rodillas de nuevo.

—…¿No se está separando ella muy antes de su onii-chan? ¿Qué piensas, Kamakura? ¿No crees que está creciendo muy rápido?

Aunque intenté preguntarle sobre el asunto, Kamakura no dio ninguna respuesta, ni siquiera un miau. Sólo se quedó allí sentado mientras lo seguía acariciando.

Así que me soné la nariz.