Tatoeba Last Dungeon Mae no Mura no Shōnen ga Joban no Machi de Kurasu Yō na Monogatari (NL)

Volumen 6

Capítulo 4: Un Giro De La Trama Discordante – Supongamos Que Una Película Sentimental Termina Con Una Línea De Comedia De Serie B

Parte 2

Había incorporado con éxito todo lo que estaba sucediendo a su alrededor.

“¡El rey y el ejército, filmando una película en Rokujou! ¡En las sombras, Amidine y Rising Blue Dragon intentan frustrar la producción de la película! Un guion que cambia constantemente de protagonistas, y mientras corremos para mantener el ritmo, él se ríe en las sombras, ¡y terminamos con una escena de acción de gran presupuesto! ¡Nunca me di cuenta de que esta película sería un falso documental de acción!”

“Er, eh… ¿no es una película? No necesita actuar, señor”.

“¡Exactamente! ¡Ya no es solo una película! ¡Nos engañaste para que actuamos las escenas que necesitabas y las filmaste como un documental!

¡Ni siquiera necesito actuar! ¡Solo necesito ser yo mismo!”

Mientras Sardin buscaba una explicación, Choline le dio una palmada en el hombro.

“Yo soy el que está aquí en grado real, rey Sardin. Ese niño… simplemente es despistado”.

“¿D-Despistado? Uh… pero… ”

“Debió haber asumido que todo era parte de la escena y se esforzó al máximo por seguir el juego. ¡Es un buen chico!”

Mientras Sardin la miraba boquiabierta, Lloyd levantó una mano y se dirigió a todos.

“¡Pongámonos a trabajar! ¡Estoy aquí para ti!”

Se escuchó una ovación. La cabeza de Sardin todavía estaba dando vueltas, pero…

“Es mucho para tener en cuenta, Su Majestad”, dijo Choline. “Pero si lo tienes en tu equipo, has ganado. Él lo resolverá todo. No te preocupes.”

“Entonces de acuerdo. Si podemos salvar a Rokujou… y a ella…” Hizo una mueca como si estuviera sufriendo una indigestión.

Mena y Phyllo estaban haciendo la misma cara, todavía esperando una respuesta.

“En serio, ¿cuál es su ángulo?”

“… Mm.”

No tenían forma de saber que era su padre. Mena pudo haber tenido un indicio, pero su mente racional estaba ocupada diciéndole “De ninguna manera”.

Mientras tanto, en las alcantarillas debajo de Rokujou…

Los restos de las operaciones de minería de piedras mágicas máximas visibles por todas partes, estos túneles ahora se usaban para transportar agua limpia y aguas residuales fuera de la ciudad.

Era imposible escapar del hedor a moho o de los chillidos estridentes de las ratas… Nadie querría estar aquí sin una buena razón.

Sin embargo, aquí estaba un grupo con armas de fuego, frente a dos hombres muy extraños.

El último par eran Sou y Shouma, y el grupo armado eran secuaces de Rising Blue Dragon bajo el mando de Amidine.

La multitud estaba llena de tensión, pero Sou y Shouma permanecieron perfectamente relajados.

“Dijiste que estabas aquí para darnos una actualización sobre el progreso de la filmación… ¿pero creo que los planes han cambiado?” Sou entonó.

La sonrisa de Amidine se movió con enojo. “Oh, te estaremos mostrando nuestro progreso, de acuerdo. No la película, sino la de Rising Blue Dragon. ¿Bien? Gracias a su ayuda, somos una fuerza a tener en cuenta. Es hora de lucirlos”.

“No estoy interesado”, dijo Sou.

“Supongo que Lloyd asumiendo el papel principal te puso en un patético ataque. Nunca fuiste exactamente maduro”, agregó Shouma.

… No hay restricciones.

“¡Al diablo con usted!” Amidine rugió. Realmente fue arrinconado aquí. “¡Estoy harto de que me utilicen! ¡Tenemos todas estas armas! ¡Tenemos las rutas comerciales! ¡Y soy una estrella de cine famosa! ¡¿Para qué te necesito?!”

Levantó una mano. Sus secuaces apuntaron.

Si bajaba la mano, Shouma y Sou estarían plagados de agujeros. Sin embargo, Sou nunca se inmutó.

“Hmm, sabía que esto sucedería a tiempo, pero es más rápido de lo que esperaba”.

“Sí.” Shouma asintió, su tono era exactamente como si estuviera descansando en una cadena de restaurantes, charlando con amigos. “Esperábamos que los señores demonios sumergieran al mundo en el caos y que tu malvada organización intentara aprovechar eso solo para ser demolido sin piedad por Lloyd… pero te desesperaste demasiado rápido. Un verdadero asesino de pasión”.

“Tch… ¡¿Quién diablos es Lloyd de todos modos?!” Amidine refunfuñó. Claramente, estos dos habían anticipado este giro de los acontecimientos, pero no dejó que eso lo afectara. “Heh-heh-heh… Bueno, ustedes dos nunca tuvieron mucho sentido. ¡Una cosa menos de la que preocuparse! Morirán aquí, a manos de mi carta de triunfo. La dejé con vida para que Sardin cumpliera mis órdenes… pero su hija también cumplirá esa función. Ella estará aquí pronto. Pobrecita, ya no es humana”.

Murmurando para sí mismo, Amidine miró hacia las profundidades de la alcantarilla.

Sou, Shouma y sus secuaces siguieron su mirada… “Ooo… ooo… ooo… ooo…”

Un gemido espeluznante surgió de la oscuridad, sonando como una armónica hecha de gargantas humanas.

Los secuaces dejaron escapar una serie de pequeños chillidos y luego…

Aparecieron filas de rostros humanoides, construidos con tierra y arena, una mujer rubia pálida, Ubi, en el centro.

“¡Augh! ¡Mantente alejado!” Uno de los secuaces se volvió y les disparó, pero la cara a la que disparó se lo tragó por completo.

“Tch, ese tonto”, escupió Amidine. “Bueno, fue una demostración decente”. “¿J-Jefe?”

“¡Mwa-ha-ha! ¡Tomé lo que me diste, puse las mejores mentes del reino en ello y lo convertí en un arma de esta magnitud!” Sonaba como un niño presumiendo de su juguete favorito. “¿Viste lo que le pasó a mi hombre?

¡Pronto compartirás su destino!”

Ninguno de los oponentes parecía perturbado en lo más mínimo.

“Oh, ¿lo de las Legiones? ¡Veo que la estás usando como tú núcleo y forzando a los espíritus a entrar en objetos inanimados! Entonces vale la pena regalarte la joya.”

“¡Sí, serán grandes villanos para que Lloyd los frustre! Sin embargo, es difícil lucir elegante cuando estás luchando contra la suciedad literal”.

“¡¿Quién diablos es Lloyd?!” Amidine rugió. ¡Encárguense! ¡Secuaces!

¡Fuego! ¡Maten a estos dos idiotas!” Hubo una lluvia de disparos.

Una nube de tierra se elevó donde la pareja había estado. Una voz emergió de los escombros. “¿Y ahora qué, Sou?”

“… Parece que está aquí. Debemos ocultar y capturar su heroicidad con esta práctica cámara”.

“¡Oh,    tienes   razón!    Magnifico,    magnifico.    ¡Cuantas    más    imágenes tengamos, mejor! ¡Qué giro tan apasionado!”

“Deberían estar en pedazos… ¡¿Dónde están?!”

Antes de que Amidine pudiera localizarlos, sonó otra voz. “¡Alto ahí!”

“¿Eh? ¡¿Ahora qué?!”

Amidine y sus hombres se dieron la vuelta… y encontraron a Lloyd de pie en los túneles de alcantarillado detrás de ellos.

“¡Yo, Roy Akizuki, no permitiré que la villanía del Rising Blue Dragon continúe ni un momento más!”

“E-Estás… pero ¿por qué estás aquí?” Amidine gritó.

Lloyd se cruzó de brazos, con las piernas firmemente separadas. “Heh…

¡No  necesito  responder  ante  los  villanos!  ¡Ven!  ¡Tienes  el  poder  de permanecer en silencio! ¡Argh, arruiné la línea!”

“…… ¿Eh?”

“Oh, lo siento. ¡Argh, no puedo pedir perdón aquí! ¡Um! Déjame entrar de nuevo. Espero que podamos editar esta parte…”

Convencido de que había roto el carácter y arruinado la escena, Lloyd hizo una profunda reverencia y corrió de regreso por donde había venido.

Entre la entrada dramática pero cursi y la demostración de una humildad mucho más convincente, la multitud se quedó con la boca abierta.

“Jefe… ha vuelto de nuevo. ¿Ahora qué?”

“¡No me preguntes! Él nunca se cansa de burlarse de nosotros, claramente”, gruñó Amidine, rechinando los dientes.

Completamente ajeno a esto, Lloyd volvió a salir saltando de las profundidades de la alcantarilla.

“¡Alto ahí!”

“¡Ni siquiera nos estamos moviendo! ¡Y ya lo dijiste!”

“¡Yo, Roy Akizuki, no permitiré que la villanía del Rising Blue Dragon continúe ni un momento más!”

Hizo exactamente la misma pose. Amidine parecía a punto de explotar.

“¡Ya hiciste esto! ¡Es exactamente lo mismo!” chilló, una vena de su frente palpitaba.

“Eh, oh, lo siento, ¡déjame probar con uno diferente!” Lloyd asumió que había fallado la toma y trató de salir corriendo del set de nuevo.

“¡No, no, no, no! ¡¿A dónde vas?! Oh, hay más de ellos…”

Sardin, Mena y las fuerzas militares de Azami alcanzaron a Lloyd.

“¡Oye, Amidine!” Sardin gruñó. “Todo está a la vista ahora. ¡Vas a responder por tus crímenes!”

Amidine pareció aliviada de que hubiera llegado alguien sensato. A pesar de ser atrapado con las manos en la masa, gritó felizmente: “¿Finalmente lo descubriste, Tonto Dandy? ¡Y llegó justo a tiempo para morir—!”

“Lo siento, director, he estropeado una línea; entonces no le gustó mi segunda entrada. Me gustaría empezar de nuevo desde arriba, pero…

¿puedes decirme dónde están las cámaras? Quiero asegurarme de no mostrar demasiado mi trasero”.

Amidine se quedó agitando los labios inútilmente.

“Er, um. ¡Estabas bien! Podemos editar a su alrededor. No te preocupes por las cámaras tartamudeó Sardin. Claramente decidió explicar que no valía la pena el esfuerzo.”

Lloyd asintió con gravedad y volvió a inclinar la cabeza.

“¡Lo siento, sigo causando problemas! Lo entiendo, ¡estás ocultando deliberadamente las cámaras para obtener una actuación más natural! Por supuesto, eso no es en lo que debería estar pensando. Dale mis disculpas al editor más tarde”.

“S-Seguro”, respondió Sardin, sin saber qué más hacer.

Mientras esto sucedía, Mena y Phyllo vieron la condición actual de Ubi. “¡M-Mamá!”

“………! … Esto es nigromancia”.

Los innumerables rostros hechos de mugre y suciedad sorprendieron a todos.

“Eso es… incluso peor que las cosas que Rol estaba usando”. Choline se estremeció.

“Asqueroso”, espetó Riho.

“¡Vaya, hasta el productor está cubierto de barro y se une a la escena!

¡Tengo que igualar su entusiasmo!” Lloyd dijo, siempre el hombre extraño.

Micona miró a Ubi con atención. “Están usando a esta mujer Ubi como núcleo para mantener los rostros espectrales. En mi experiencia, tendremos que apuntar a ella para resolver esto”.

“Y hay una multitud de rufianes empuñando armas extrañas… Esto no será fácil”.

“¡Ha, nunca pensé que te oiría hablar derrotista, Princesa del Cinturón!” Recuerda, ¡ahora eres un jefe! ¡Entre Lloyd y nosotros, esto terminará en poco tiempo!”

“Estoy completamente de acuerdo con la parte de Sir Lloyd, pero nunca he consentido en unirme a su escuadrón de disparates”. Selen miró a Allan y su tablero reflector.

“Como sea”, dijo Riho. “¡Solo tenemos que deshacernos de ellos y sus sucios ghouls y poner a salvo a la madre de las hermanas Quinone! ¡Lloyd!” Ella le disparó con el pulgar hacia arriba. “¡Esta es la escena de acción que estabas esperando! ¡Muéstrales lo que puedes hacer!”

“Er, ¿puedo simplemente improvisar todo? ¿Director?”

“¡Adelante! ¡Asumiré la responsabilidad! ¡Solo… salva a Ubi!” Con el permiso de Sardin, Lloyd parecía listo para partir.

“¡Está bien! ¡Rising Blue Dragon! ¡Estas alcantarillas serán tus tumbas!

¡Vamos chicos! ¡Salvemos a Ubi!”

Y con eso, la multitud de soldados Azami se lanzó hacia adelante, atacando a la multitud.

“¡Ven y pruébalos! ¡Hombres! ¡Matarlos a todos! ¡O les daré de comer a los demonios!”

Eso sonó como una seria amenaza. Los mafiosos rápidamente levantaron sus armas.

Antes de que pudieran apretar los gatillos… el viento brotó de la mano de Lloyd.

“¡Aero!”

La ráfaga fue lo suficientemente fuerte como para cambiar la presión atmosférica en este espacio confinado. La mitad del pelotón de fusilamiento salió volando.

“¿Eh? ¡Wahhhh!” Amidine chilló al ver que sus secuaces se alejaban. Antes de que hubiera terminado de gritar, otro grupo de subordinados fue asaltado por las raíces de los árboles y dejó escapar otro grito.

“¡Vamos, de segundo año! ¡No podemos dejar que Lloyd Belladonna acapare todo el protagonismo!”

Micona claramente había logrado un control total sobre el poder del treant dentro de ella. Al igual que Selen, este acosador estaba dispuesto a renunciar a ser humano.

Con las raíces treant sacando a los mafiosos fuera de servicio, Micona se jactó, “¡Ha! ¡Nunca tuvieron una oportunidad ante el justo poder del ejército Azami!”

“Micona, tal vez no pretendas ser justa cuando usas el poder de un señor demonio. Es difícil saber cuál de ustedes es el verdadero monstruo aquí…”

Incluso mientras Selen hablaba, estaba ocupada estrangulando a varios secuaces con su cinturón maldito.

… Lo que, de hecho, no la hizo mejor.

Riho estaba demasiado ocupado para gritarles a cualquiera de ellos. Ella estaba usando su brazo de mithril para derribar a los ghouls que rodeaban a Ubi.

“¡Mena! ¡Phyllo!” ella gritó. “¡Primero vamos a acabar con los mafiosos y los ghouls! ¡Entonces ustedes dos agarren a Ubi!”

“¡Entiendo!”

“¡Mm!”

Trabajando en perfecta sincronía, comenzaron a atravesar a los demonios de la suciedad.

Unos minutos más tarde, bueno, frente al poder combinado de las fuerzas Azami, ni los ghouls ni la mafia tuvieron una oportunidad.

“Sí, recuérdame que nunca vaya a la guerra con Azami… ¿Verdad, Amidine?” Sardin dijo con una sonrisa confiada.

Amidine permaneció hoscamente silencioso.

“Todo ha terminado, Amidine. Devuélveme a mi esposa y ríndete”.

“¿Terminado? ¿Cómo? ¡Nada ha terminado! Eres un tonto ignorante, Sardin. ¡Aquí es donde comienza la nigromancia!”

Con una sonrisa diabólica que dejaba al descubierto los dientes, Amidine sacó una joya siniestra de su bolsillo y comenzó a realizar una especie de rito con ella.

***

Un momento después, los mafiosos caídos se pusieron en pie tambaleándose, con los ojos hundidos. Los montones de tierra esparcidos se volvieron a formar, convirtiéndose en rostros horribles una vez más.

“¿Qué?”

“¿Sorprendido? ¡Por supuesto que lo estas! ¡Limpié la pizarra! ¡Este es el poder de la nigromancia! ¡El verdadero as en mi manga!”

La joya en la mano de Amidine brilló con una luz siniestra, y Ubi se retorció de agonía.

“Gah… guhh…”

Los demonios de la suciedad, los necrófagos siniestros y los mafiosos de la mafia se agruparon alrededor de Ubi, fusionándose en una forma gigante.

“¿Qué es esta cosa asquerosa?”

“Impactante, ¿no? ¡Este es el verdadero poder de la Joya de las Legiones!

¡Innumerables espíritus se fusionaron en una horrible criatura! ¡No es algo que nadie pueda superar fácilmente!”

“… ¡Hahh!”

Phyllo lo pateó tan fuerte como pudo, enviando varios terrones de arcilla y algunos secuaces salieron volando, pero pronto volvieron a su lugar. Algunos de los hombres aún estaban conscientes, poseídos por espíritus. Aquellos a quienes pateó se lamentaron: “¡Duele, duele!” y se hundieron más profundamente en el interior de la masa.

“¡Puedo volarlos a todos con mi hechizo!” Lloyd dijo, levantando una mano.

“¡No lo hagas, Lloyd!” Choline gritó. “¡Con tu poder, también lastimarás a Ubi!”

“¿Yo… lo haré?”

Incluso mientras hablaban, el ghoul golem estaba en movimiento, tragándose a los soldados Azami en su camino.

“¡Ack! ¡Coronel Choline! ¡Necesitamos un plan!” Micona llamó, arrastrando a sus compañeros a un lugar seguro con sus raíces.

Choline repasó todo lo que Rol le había dicho sobre su investigación sobre la nigromancia, tratando de pensar en algo.

“¡Bien, luz del sol! ¡Rol estaba todo engreído por eso! Dijo que los espíritus pierden poder si los bañas con la luz del sol… pero…”

Estaban en las alcantarillas. Las piedras mágicas proporcionaban luz, pero eso definitivamente no contaba.

“¡Demasiado! ¿Quizás si abrieras un agujero en el techo? ¡Pero no hay forma de que puedas hacerlo! ¡El monstruo de tierra se los tragará a todos!

¡Prepárense para morir, soldados Azami!”

Amidine sonrió, confiado en que su plan era imposible, sin darse cuenta de que acababa de darles la pista que necesitaban.

Choline le lanzó una gran sonrisa. “¡Aha!” Ella exclamo. “¡Gran idea!

¡Vamos con eso! ¡Lloyd, haz un agujero en el techo!”

Lloyd asintió con la cabeza como si esto tuviera perfecto sentido. “¡Oh!

¡Esa sería una escena dramática! ¡Tú lo tienes!”

“¿Eh?” Amidine lo miró boquiabierta.

Lloyd se disparó hacia el techo.

“¡Hup!” gritó y pateó el techo tan fuerte como pudo. Un golpe muy fuerte sacudió las alcantarillas.

***

Un momento después, aparecieron grietas en el techo y la luz se filtró a través.

“¡Está bien! ¡Micona, usa tus raíces para evitar que todo el techo se derrumbe!”

Micona puso sus raíces en apuntalar las vigas… y el colapso se redujo. Se las habían arreglado para evitar ser enterrados vivos, al menos.

“¡¿Eres un idiota total?! ¡Casi nos matas a todos!” Riho gritó.

“Tranquilízate”, dijo Choline. “Tenemos la luz del sol, ¿verdad? No es el más brillante, pero…”

El ghoul golem estaba retrocediendo visiblemente ante la luz, aterrorizado. Amidine fue claramente sacudido por esto.

“Tch… pero… ¡un poco de luz solar no será suficiente! ¡Puede moverse hacia atrás! ¡Todavía tengo la ventaja!”

Amidine sostuvo la Joya de las Legiones en alto, moviendo a la bestia.

“¡Brigada de Tableros Reflectores! ¡Formación en V!”

Ante  el  grito  de  Allan,  su  equipo  formó  filas,  redirigiendo  la  luz  y enfocándola en el ghoul golem.

“¡¿Q-Qué?! ¿Tableros Reflectores?”

Allan sonrió. Sus paneles reflectantes mantenían a las legiones de muertos vivientes bañadas por la luz del sol.

“¡Nuestras tablas son más que suficientes para soportar esta luz! ¡Mantenlo al sol! ¡Nosotros! ¡Somos la luz!”

“””¡Sí! ¡Luces!”””

Cualesquiera que fueran los objetivos raros de Allan, los esfuerzos de su brigada fueron derribar capas de las legiones como si estuvieran aplicando gel exfoliante. Se desprendieron hojas de esbirros y trozos de tierra.

Y los necrófagos del interior se disiparon, desterrados por la luz. Ubi solo se quedó. Como núcleo designado, continuó luchando con un dolor evidente.

“¡Gahh… ahhh!” Ubi se agitó, poseído por un espíritu, cubierto de barro. Los soldados de Azami estaban tratando de inmovilizarla, pero ella era demasiado fuerte para ellos y nadie pudo detener su alboroto.

“¡Mamá!” Mena y Phyllo estaban encima de ella, tratando de contenerla. “¡Gah!” Rugió Ubi, tratando de deshacerse de ellos.

“¡Sal de ahí, mamá! ¡No es propio de ti dejar que un fantasma tonto se apodere de ti!”

“…… ¡Mamá! ¡Hice amigos! ¡Voy a la escuela! ¡Deberías venir a ver! ¡Pero primero tienes que despertar!”

“Ga…… ah…”

Las luchas de Ubi se debilitaron.

“¡Ubi! Phyllo es un poco tonta a veces, ¡pero es una buena amiga!” Selen gritó.

“¡Sí!” Agregó Riho. “¡Sus notas apestan, pero se presenta a todas las clases!”

Sometiendo a los secuaces de la mafia, los soldados comenzaron a gritar, tratando de ayudar.

Asustado de que los efectos de la joya se debilitaran, Amidine sacó una pistola de su bolsillo.

“¡Tch! ¿Realmente está tratando de escapar del poder de la joya? ¡Se supone que eres un zombi!”

Apuntó con el cañón a Mena. Ya había olvidado sus planes para hacer uso de ella.

“No puedo permitir que te comuniques con ella, ¡muere!”

Furioso porque las cosas no iban como él quería, Amidine trató de apretar el gatillo… pero Sardin lo vio justo a tiempo.

“¡Hoy no!” rugió, arrojándose encima de Amidine.

“¡Tch! ¡Maldita sea, fuera de mi camino!”

¡Bam!

Hubo un disparo ahogado.

El rojo brotó de la espalda de Sardin. La sangre empezó a fluir.

¡Bam! ¡Bam! ¡Bam! Tres disparos más.

El abrigo de Sardin se estaba volviendo carmesí, pero se negó a soltar a Amidine.

¡Maldita sea! ¡Suéltame! ¡Fuera de mi camino! ¡Todos, fuera de mi camino!

¡Eres el rey! ¡Se te entregó todo en la vida al nacer!”

“¿Lo estaba?” Preguntó Sardin, ahogándose con la sangre en su boca. Fijó una poderosa mirada en Amidine. “Difícilmente. Nunca pude contarle al público sobre la esposa que amaba. ¡Ni siquiera pude decirles a mis amadas hijas que yo era su padre! ¡No hay nada bueno en ser rey! Mientras tu…”

Sardin hizo acopio de fuerzas, empujando a Amidine hacia atrás y agitando los puños.

“¡Estás tratando de quitármelos! ¡Mi esposa! ¡Mis hijas! ¡Mi familia!” La fuerza de sus golpes hizo que Amidine se tambaleara. “¡Gahhhh!”

Sardin se balanceó de nuevo, golpeando la barbilla de Amidine con toda la fuerza de sus emociones. Amidine cayó hacia atrás, golpeándose la cabeza con fuerza contra el suelo… y dejándose inconsciente.

Sardin se agarró el vientre y se volvió hacia los Quiñones. “Ubi…”, jadeó.

A esta llamada, la luz volvió a sus ojos. “Que…rido…”