Tatoeba Last Dungeon Mae no Mura no Shōnen ga Joban no Machi de Kurasu Yō na Monogatari (NL)

Volumen 6

Capítulo 3: Un Brutal Intercambio De Roles – Suponga Que Su Lugar De Trabajo Explotador Lo Transfirió A Su Peor Departamento

Parte 1

“Me niego a vivir una vida en la que alguien más me esté utilizando”. Un joven había hecho de ese el lema de su vida: Amidine Oxo.

Había sido un pilluelo de la calle, creció robando bolsillos y robando lo que podía.

“Si quiero algo, lo tomo, no importa lo que sea, no importa lo que tengo que hacer”.

Impulsado por la codicia, nunca pensó dos veces antes de unirse a la mafia Rokujou, convertirse en parte del Rising Blue Dragon.

Lo que le esperaba allí… era un trato lamentable. Él era un chico de los recados. Carne de cañón.

Solo a aquellos con conocimientos se les permitió dirigir cualquier parte del sindicato. Los jefes y los peces gordos se ganaron esos roles no a través de la habilidad en una pelea, sino de la educación superior.

Quería demostrar su valía, pero los únicos trabajos disponibles para él eran poco mejores que el pequeño robo en el que había crecido. Constantemente enfrentó la humillación de no tener nada.

Pero entonces… habían aparecido un caballero anciano y un chico bronceado.

El caballero parecía el tipo de señor del crimen veterano con cicatrices de batalla en el que se podía confiar, y Amidine no dudó en desahogar sus frustraciones.

“Lo quiero todo. Poder y fama para rivalizar con estos malditos intelectuales”.

“Entonces únete a nosotros,” ofreció el chico bronceado. “Podemos ponerte a cargo, no hay problema”.

“A cambio”, dijo el anciano, “cuando controle a la mafia, queremos que desarrolle armamento de vanguardia  y su ayuda para hacer que las

películas sean populares en todo el mundo. Con nuestra ayuda, naturalmente”.

“¿Por qué no convertirse usted mismo en el actor principal? ¡Ahí está tu fama! ¡Pasión! Suministraremos todo el equipo de cine”.

Amidine, que se le ofreció una forma de salir de su situación, aprovechó la oportunidad.

Con su ayuda, Amidine pronto se convirtió en un hombre en el Rising Blue Dragon. Y por su propio talento, había reclamado el puesto de jefe.

Ocultando ese hecho al mundo, comenzó a producir películas con él mismo como estrella. Su buena apariencia natural resultó ser muy popular, y ahora era la primera persona en la que alguien en Rokujou pensaba cuando escuchaban las palabras estrella de cine. A cambio de esta fama, ayudó al caballero y al niño con sus solicitudes, usando su estatus de estrella para impulsar a los políticos a su lado.

El Rising Blue Dragon hizo lo que tenía que hacer, haciéndose cada vez más fuerte, convirtiéndose en una parte central del gobierno. Amidine estaba a cargo y era mundialmente famosa. Tenía todo lo que había querido, excepto por una cosa.

“¡Soy solo su chico de los recados!”

Los antojos internos nunca lo abandonaron. El camino retorcido que lo impulsaba nunca lo dejó ir.

“Si tuviera su riqueza y recursos, su conocimiento… Quizás al fin me sentiría satisfecho”.

La tecnología que ofrecían estaba mucho más allá de la que tenían los demás. Y su fortuna… Si pudiera hacerla toda suya, entonces…

“Me sentiré satisfecho. Ya terminé de ser utilizado…”

Era hora de que los usara. Para hacer eso, necesitaba su confianza incondicional.

Por eso aceptó todas sus órdenes, sin importar cuán desagradables fueran. Eso fue lo que lo trajo a este día.

Amidine se levantó de la cama sintiéndose mal.

Fumando su cigarrillo matutino, se miró en el espejo y escupió: “Buenos días, idiota”.

Todavía vivía a disposición de otra persona.

“Empujar a la gente… No es diferente de cuando yo era un sicario a sueldo”.

Maldiciendo, se puso su elegante traje.

Siempre me sentí así después de un asesinato. Lo mismo que hice cuando estaba en el fondo, tratado como basura.

Una hermosa habitación, tabaco de primer nivel, un lujo con el que nunca había soñado en esos días, pero el doloroso descontento en su interior siempre lo carcomía.

Ni siquiera sé lo que buscan. ¿Por qué es tan importante hacer películas para financiar los cines de todos los países? ¿Porque quieren filmar los actos heroicos de Lloyd para que todos los vean? ¿Quién diablos es Lloyd de todos modos?

Su amor por Lloyd estaba más allá de la comprensión de cualquier hombre común.

Con los nervios al límite, Amidine se arregló el cabello con enojo.

No importa. Espera y verás. Te lo quitaré todo algún día.

Este mantra enderezó su corazón como el peine lo hizo con su cabello. Hubo un golpe en la puerta.

“¡Adelante!”

Entró un miembro del equipo de filmación, un empleado del Rising Blue Dragon.

“Buenos días jefe. Tu carruaje te espera”.

“Llámame por mi nombre”, espetó Amidine. “Ya sea que estemos en privado o no. Cambiarlo solo hará que sea más probable que tenga un desliz cuando sea importante. No queremos eso, ¿verdad?”

“L-Lo siento, Amidine… Regresaste tarde anoche. ¿Algo anda mal?”

“Envié al hombre en cuestión al puerto. Ahora es comida para peces. Espérame afuera”.

El subordinado hizo una reverencia y se fue.

Amidine se aseguró de que su corbata estuviera perfecta y luego salió de su habitación.

En el carruaje, se sentó con los brazos cruzados y los ojos cerrados, repasando los eventos de la noche anterior.

Ese hombre… Roy, ¿verdad? Su rostro cuando se enteró de que lo habían traicionado… Regresará para perseguirme algún día.

Cuando llegaron al set, las voces lo llamaron y lo saludaron con alegría.

Su mirada sombría de un momento antes olvidada, los recibió a todos con una sonrisa agradable, respondiendo a cada saludo.

Persígueme todo lo que quieras. No se puede obtener fama y tecnología revolucionaria sin algunos sacrificios. Mira con envidia como lo hago todo mío. Pero por ahora, la película. No hay tiempo para gastar en pensamientos ociosos.

Se dio una palmada ligera en la mejilla, concentrando su mente, totalmente comprometido con interpretar a la estrella de cine.

Los cadetes y soldados de Azami estaban esperando, luciendo nerviosos. Cuando vieron a Amidine mirando, comenzaron a saludarlo cortésmente.

“¡Buenos días!”

Entre la multitud… estaba Lloyd, en su forma adulta.

“¡¿Ya me estás persiguiendooooooooooooo?!” Amidine chilló. Lloyd parecía confundido. “Um, ¿pasa algo?”

“¡¿No estás?! ¡Es solo ayer! ¡Ni siquiera un día completo! Sé que estaba pensando que podrías perseguirme si quisieras, ¡¿pero no es esto demasiado pronto?!”

“¿Perseguirte? Um, ¿no nos reunimos ahora?” Lloyd en forma de Roy simplemente parpadeó.

Amidine se estaba volviendo cada vez más confuso.

¡¿Quién es este chico?! ¡Sé con certeza que le disparé en el corazón y miré el puerto durante una hora para asegurarme de que no saliera a la superficie! ¡Ningún humano puede quedarse abajo tanto tiempo!

Lloyd pudo, desafortunadamente. Es de Kunlun. Amidine aún no estaba listo.

¿Y por qué está él aquí? ¡Él sabe que soy el jefe del Rising Blue Dragon!

¡Le dije! ¡Y luego le disparé en el corazón! ¿Por qué se ve feliz de verme?

¿Quién sería? No, espera…

Amidine encontró una explicación improbable para una situación imposible.

¿Tiene amnesia? ¿Perdió tanta sangre que no puede recordar nada de eso? ¡Por supuesto! ¡Eso lo explica!

“Oh, Amidine, gracias por los consejos de actuación anoche”. “¡¿Así que te acuerdas?!”

Su última pizca de esperanza se disipó. Pero, ¿por qué lo llamaba consejos de actuación? Amidine se agarró la cabeza giratoria.

¡¿Qué significa eso?! ¡¿Por qué está bien?! ¡¿No le disparé?!

Luego se encendió una bombilla sobre su cabeza.

¡Oh! ¡Ya veo! ¡Por supuesto que un agente de Azami usaría un chaleco antibalas! ¡Y él sabe muy bien que Sardin nunca creería que soy el jefe del Rising Blue Dragon sin pruebas sólidas! ¡Por eso se está haciendo el tonto, viendo cómo reacciono! ¡Buscando su oportunidad de recuperar el colgante!

Amidine miró a Lloyd impresionado, habiéndose convencido de que admiraba el coraje de su oponente. Como el legendario duelo entre un zorro intrigante y un astuto tanuki. Como una consorte que hace de inocente y normal. Como Hajime Kindaichi, supuesto nieto de un gran detective y el culpable. De repente atrapado en una batalla de ingenio, Amidine puso su mente en marcha.

Todo esto se mostraba en su rostro, muy lejos de su habitual encanto confiado, y eso atrajo la atención de Sardin.

“¿Algo te aflige, Amidine?”

“E-En absoluto, Su Majestad.”

“¡Bueno, si tú lo dices!” La fe de Sardin en él era claramente inquebrantable.

Ahora Amidine solo tenía que hacer algo con Lloyd.

Si el recupera el colgante y lo usa para liberar a Ubi, perderemos nuestra carta de triunfo y ya no podremos obligar a Sardin a mantener a Rokujou bajo nuestro control. Peor aún, si Sardin se entera de que tengo el colgante,

¡estoy arruinado!

El colgante estaba en su bolsillo ahora mismo, un colgante que Amidine no tenía por qué aferrarse. Esta podría ser una prueba decisiva. Si lo veían con él, el rey sabría instantáneamente quién era. Estaba en problemas, como un asesino que oculta el arma homicida manchada de sangre.

Justo cuando Amidine comenzaba a entrar en pánico, vio a dos hombres mirando el set a lo lejos.

¡Los patrocinadores! ¿Vinieron a vernos filmar?

Estaban en el balcón de un café con vista al lugar. Se encendió otra bombilla, está aún más grande.

¡Sí! ¡Podría pedirles que mataran a Roy por mí! ¡Deberían estar a la altura de la tarea! ¡Y tampoco quieren que nada interrumpa el negocio del cine!

Amidine corrió hacia el café para hablar con ellos.

“Hmm, no veo a Lloyd por ningún lado… Qué lástima”.

“Escuché que los cadetes de Azami estaban aquí y vinieron corriendo, pero… hmm.”

Sou y Shouma estaban tomando té elegantemente, buscando a Lloyd. Entonces Amidine se acercó corriendo, sin aliento.

“Yo, Amidine”, saludó Shouma, parpadeando hacia él. “¿Qué pasa?

¿Correr para perder algunos kilos? ¡Pasión!”

“¡Por favor!” Amidine suplicó, haciendo una profunda reverencia. “¡Necesito tu ayuda!”

Sou y Shouma se miraron el uno al otro, desconcertados.

“Hmm, quizás empiece con un poco de agua,” dijo Sou, sirviéndole un vaso.

Amidine lo tragó y luego comenzó a explicar la situación.

Todo sobre el plan de Sardin de traer soldados Azami como respaldo. Cómo Amidine había fallado en deshacerse de su agente principal… y cómo eso podría perturbar toda la empresa cinematográfica.

Cambió entre reconocer sus propios defectos y ofrecer disculpas entre explicaciones.

Sou y Shouma escucharon con seriedad.

“Si no hacemos algo, todo podría hundirse. Pero con tu ayuda… No necesitas matarlo. Podrías encerrarlo en algún lugar o… ¡o incluso sacarlo del ejército!”

Sou no ofreció absolutamente nada.

Amidine, cada vez más desesperada, admitió: “Lo sé, mi trabajo es matar gente. Pero si hago el movimiento equivocado aquí, mi tapadera se arruina. Sabrán que estoy con la mafia”.

“Escucha. Esto es muy importante”, dijo Shouma. “¿Uno de los cadetes Azami se llamaba Lloyd? ¿Chico lindo, pelo castaño?”

“Er, no… He leído todo el papeleo y no había nadie llamado Lloyd”.

Amidine lo miró parpadeando, nerviosa por la pregunta. Sin prestar atención a esto…

“¡Entonces enviémoslos a empacar!” Gritó Shouma. “Mm.”

Accedieron fácilmente a la tarea que tenían entre manos.

¡¿Qué tiene que ver Lloyd con todo?!

Amidine mantuvo una sonrisa plasmada en su rostro, disimulando los gritos por dentro. “Gracias”, dijo, agachando la cabeza.

“Desarrollar el mundo es vital”, agregó Sou. “Si interfieren con eso, no son bienvenidos aquí”.

Amidine se relajó por fin.

Entonces Shouma preguntó: “Entonces, ¿quién no murió cuando les disparaste? ¿Selen? Su cinturón, Vritra, podría realizar un truco como ese,

¡pero no podemos matarla! Ella es la amiga de Lloyd”.

Con el viento en sus velas, Amidine señaló al hombre que se negó a morir: Roy Akizuki, también conocido como Lloyd Belladonna.

“Ese chico de ahí. Roy Akizuki”.

““………”” Ambos se congelaron instantáneamente. “¿Um? ¿Hola? ¿Hay algo mal?”

Ninguno pareció escuchar la pregunta de Amidine. Ambos miraban fijamente al joven en discusión.

“¿Qué piensas de eso, Shouma?”

“Ese es definitivamente Lloyd. La forma en que mantiene ese caramelo en la mejilla, la forma en que cambia su peso de un lado a otro, la forma en que se enreda con su cabello, todas las cosas de Lloyd”.

Estos dos adictos a Lloyd habían visto a través de su disfraz al instante. Shouma estaba siendo francamente espeluznante.

“¿Su forma actual… ha sido causada por una de las runas de Alka?”

“Apuesto a que la jefa solo quería disfrazarlo y lo convenció de que los extras deben ser altos o algo así. Y Akizuki… ¿No es ese su antiguo nombre?”

“Ruka Akizuki, creo. Eug se puso muy inteligente con eso y lo convirtió en Aruka, luego en Alka”.

Amidine se sentía completamente excluido ahora, sin entender una palabra de esto. Eligió escuchar en silencio. ¿Quiénes son esas personas? Los mataría en un segundo si no fuera por su dinero y tecnología…

***

Un momento después, ambos se volvieron hacia él.

“¿Has terminado?” Preguntó Amidine. “Entonces, por favor, elimine—”

“No seas ridículo”, espetó Shouma. “Nunca haríamos eso”.

“¿Eh?”

“Los patrocinadores exigen que coloques a Roy Akizuki en un papel principal”.

“¿Eh? Uh, espera, pero yo soy el principal…”

“Entonces abandona. Conviértete en un extra. Bríndele la ayuda que necesita”.

Amidine se volvió hacia Sou en busca de ayuda.

“Esto es obligatorio, Amidine. Si te niegas, retiraremos todo el apoyo financiero y tecnológico y expondremos todas las fechorías que el Rising Blue Dragon haya cometido. Todos sabrán que eres un jefe de la mafia. Y no quieres eso, ¿verdad?”

Amidine sintió como si el mundo se derrumbara. Jadeó en busca de aire.

Sou simplemente lo miró como un juez que acaba de dictar una sentencia. Amidine sabía que era mejor no discutir con esa mirada. Independientemente de lo que estaba pidiendo Amidine, ambos tenían esa expresión de satisfacción engreída que la gente obtiene después de obtener una buena oferta en un electrodoméstico.

“¡Así que adelante, resuélvelo! ¡Este es un giro tan apasionado, Sou!”

“¡De hecho, lo es! Podemos capturar la valentía de Lloyd en una película, editarla y tener toda la propaganda que necesitamos para los próximos días”.

“Hombre, el adulto Lloyd seguro que es un espectador. Su forma de chico no está mal, pero tiene un estilo propio. ¡Definitivamente de aspecto heroico!”

“Bastante heroico, sí”.

Pero su charla de Lloyd cayó en oídos sordos.

“Argh… no importa lo que quiera, ¿eh?” Amidine gruñó. “¿Yo… tengo que abandonar? ¿Convertirme en un extra…?”

Si insistía en ser el protagonista, su carrera terminaría a la fuerza. Mientras apretaba los dientes, Amidine sintió que le temblaban las rodillas.

Mientras tanto, el adulto Lloyd — Roy — y las chicas estaban en tiendas cercanas, maquillándose y arreglando sus disfraces.

Estaban vestidas como transeúntes, meseras, vendedoras ambulantes y cosas por el estilo.

“Uh, ¿no hay disfraz para mí?” Preguntó Riho.

“Lo siento, querida”, dijo el cliente. “Se suponía que eras un transeúnte, pero no teníamos ropa que pudiera ocultar ese brazo”.

Miró el voluminoso bulto de mithril que cubría el brazo izquierdo de Riho. “No hay problema”, dijo Riho, agitando la mano.

“¿Estás seguro, Riho?” Preguntó Lloyd. “¡No estarás en la película!”

“No, tengo peces más grandes para freír”. Riho sonrió. “¡Quiero decir, eso es una lástima! ¡Tenía muchas ganas de estar en esta película!”

“Eres tan obvio”, dijo Selen, poniendo los ojos en blanco.

Riho siempre había planeado deslizar los palillos usados por el actor principal, así que esto funcionó bien.

Se volvió para irse, sacando la lengua. “¡Qué penaaaaaa!” ella continuó. “Supongo que tendré que ir a explorar los alrededores de Amidine…”

La mano de Phyllo apretó su hombro. “¡Ow! ¿Qué diablos, Phyllo?

“… Cualquiera que no esté en el elenco es parte del equipo. Esa es la regla.”

“Tripulación… ¿Quieres decir que estamos trabajando gratis?”

Su oportunidad de hacer una fortuna se había convertido repentinamente en una oportunidad de voluntariado. Riho estaba visiblemente molesta.

“No es gratis. Ellos están pagando por nuestro alojamiento, después de todo. ¡Y podemos crear recuerdos con Sir Lloyd…!” Entonces Selen sonrió y se tapó la boca con una mano. “Pero supongo que si eres parte de la tripulación, solo puedes vernos divertirnos desde el margen”.

“…Pobrecita.” Phyllo empezó a fingir llorar.

Riho frunció el ceño. Abrió la boca para gruñir algo… pero una voz baja y triste la llamó.

“Heyyy… por aquiiiiiii…”

“¿Alguien está llorando? ¡Ugh!”

Riho se había vuelto para encontrar a Allan y un grupo de cadetes muy lúgubres transportando equipos.

“No te veas tan enojado, mercenario. ¡Eres como nosotros! Parte de la tripulación”.

Allan logró soltar una risa débil, sosteniendo un tablero reflector, la cosa blanca que usan para reflejar la luz durante una sesión, como si fuera un tesoro valioso.

“No puedes tener una película… sollozo… sin un equipo”. “¡Somos parte de las cosas! ¡Todavía!”

“Hic… Donde hay luz, hay sombra. Y nosotros… también importamos”.

El resto de los cadetes comenzaron a llamar a Riho con sonrisas siniestras en los labios. Todos eran muy malos actores… El último ni siquiera había trabajado en su línea de antemano y se había detenido durante un tiempo terriblemente largo antes de terminar torpemente las cosas.

“¡Todos pensaron que estarían en la película, pero fracasaron estrepitosamente! Fueron estampados con la marca ‘extra descalificado’ y se sumergieron en la oscuridad”, entonó Selen.

“Y… ¿tengo que ser uno de ellos?” Riho preguntó, luciendo horrorizada.

Phyllo le dio una reconfortante palmada en los hombros. “… No dejes que la oscuridad te trague”, aconsejó.

“¡No lo haré! ¡Maldita sea! ¡Esto no es justo! ¡¿Tengo que trabajar gratis y juntarme con estos perdedores?!”

Pero el lamento desesperado de Riho se desvaneció inútilmente en los cielos de Rokujou.

Entonces apareció alguien que parecía aún más desesperado, Amidine, que parecía que había dejado caer tanto su billetera como sus llaves.

Todos se volvieron a mirar, preguntándose qué había pasado.

Entonces apareció Sardin, sosteniendo un megáfono en una mano, como suelen hacer los directores de cine.

“Bueno, ahora que llegó Amidine, ¡vamos a conocernos todos! ¿Qué dices? ‘Eres famoso, rey Sardin. ¿No necesitamos presentación’? Bueno,

¿qué hay de divertido en eso?”

Habló con el entusiasmo de un chico solitario que organiza su primera y única fiesta de solteros. La risa nerviosa subió por todas partes.

Una vena tembló en la frente de Amidine. Se acercó. “¿Q-Qué pasa con Amidine? Te ves mal… ¿eh?”

“Uh, entonces”,  susurró Amidine en el oído de Sardin,  con los ojos hundidos. “Los patrocinadores quieren que el Sr. Akizuki sea el protagonista”.

Los ojos de Sardin se agrandaron, temblaron. “P-Pero…”, protestó, bajo y furioso. “¡Queríamos que se escabullera de la filmación para investigar las actividades de la mafia! Maldita sea, el Rising Blue Dragon definitivamente está detrás de esto…”

“No, esto no tiene nada que ver con ellos”, dijo Amidine. “Lo juro.”

“Er… ¿Cómo estás tan seguro?”

Después de todo, él era el jefe del Rising Blue Dragon.

Sardin se llevó una mano a la frente, luego suspiró y volvió a su acto del Tonto Dandy.

“¡Disculpen por el retraso! ¡De hecho, tengo un anuncio de casting sorpresa! ¿Están todos listos? No, tal vez ese sea el tono incorrecto para atacar…”

Rechazar el papel principal realmente no era una novedad para ofrecer como un exagerado. No querrás que un entrenador de béisbol diga: “¡Wow!

¡Acabas de ser degradado al banco!”

Al ver a Sardin perdido, Amidine explicó con indiferencia: “Lamento decirles esto a todos, pero me he visto obligado a abandonar”.

Todos tragaron saliva.

“P-Pero, ¿quién más puede ser el protagonista?” Lloyd se inquietó.

Pareciendo que había perdido su propia alma, Amidine le dio una palmada en el hombro.

“Lo hará, Sr. Akizuki.”

“”””¡¿Queeeeeeeeeeeeeeeeeeee?!”

Lloyd no fue el único asombrado por este anuncio. “Espera… ¿Qué diablos?” Riho dijo, desconcertada.

“¿No es obvio?” Preguntó Selen, luciendo muy orgullosa. “Descubrieron el imperdible talento de Sir Lloyd. ¡Mi propia estrella!”

“¡No es tuya y su audición fue cancelada!” Riho espetó. Ella le dio a Amidine una mirada sospechosa… y vio lágrimas corriendo por su rostro. “¿Por qué está llorando?”

“¡Conmovido hasta las lágrimas por el nacimiento del héroe de la nueva era!”

¿En serio? Riho le lanzó una mirada larga y escrutadora. “Malditos patrocinadores”, murmuró, temblando de rabia. “Parece estar culpando a los patrocinadores…”

“¡Los ojos de los patrocinadores deben haberse posado sobre Sir Lloyd y haber visto el aura de grandeza brillando en él! ¡Pobre Amidine ni siquiera podía competir!”

Eso no era lo que había dicho hace un momento, y Riho estaba a punto de señalarlo, pero decidió no hacerlo. “Bueno, el mundo del espectáculo es complicado”, dijo, atribuyéndolo a problemas de los adultos. Pero los adultos que causaban esto lo hacían por razones extremadamente infantiles…

“¡De todos modos, Roy! Estoy seguro de que todos, todos, tenemos opiniones sobre esto, pero como nuestro nuevo actor principal, ¿puedes decirles una palabra o dos a todos?”

Bastante nervioso por todo esto, Lloyd miró a su alrededor al elenco y al equipo.

“Er, um… Estoy tan confundido como todos, ¡pero haré mi mejor esfuerzo!”

Sí, en una situación como esta, definitivamente era lo más seguro para decir.

Las mejillas de Amidine estaban manchadas de lágrimas. Lloyd estaba totalmente perdido. La fanfarronada habitual de Sardin no ocultaba realmente su consternación, y el elenco se vio obligado a aplaudir a los tres. Pero nadie tenía muchas ganas de celebrar, por lo que los aplausos no fueron precisamente estruendosos.