Tatoeba Last Dungeon Mae no Mura no Shōnen ga Joban no Machi de Kurasu Yō na Monogatari (NL)

Volumen 6

Capítulo 2: Una Historia Trágica – Supongamos Que Unas Vacaciones Divertidas Se Convierten En Un Viaje De Negocios

Parte 1

 “Suspiro… ¿Por qué tengo que encargarme de todos los trabajos importantes?” Choline murmuró. Era temprano en la mañana, pero sus ojos ya estaban muertos.

La brisa del mar le acarició las mejillas.

Estaban flotando en las aguas entre Azami y Rokujou.

Esa mañana temprano, había abordado un barco de vapor de alta velocidad con destino a Rokujou en el lado sur de Azami, junto con los soldados y cadetes que se habían ofrecido como voluntarios para ser extras.

Todos estaban en cubierta, charlando con entusiasmo. Entre sus papeles en la película y la rara oportunidad de viajar en un barco de vapor de alta velocidad, estaban muy emocionados. Era como si fueran vacaciones. La propia Choline había estado emocionada hasta momentos antes, posiblemente más que nadie.

No se había agotado temprano. Cada grupo de turistas tiene a alguien que se agota, pero esta vez, la causa está en otra parte.

“Nunca pensé que Rokujou estaría en una situación tan desesperada… creo que tiene sentido elegirme, ya que soy de allí, pero… no sé si estoy hecho para eso”.

De vuelta en el puerto, el propio rey Luke había informado a Choline sobre el verdadero propósito de esta excursión. El rey de Rokujou, Sardin, había entregado personalmente una solicitud de ayuda. Su historia se lee como la trama de una novela barata. Choline pensó que el rey Luke estaba bromeando y se rio en su cara.

“Desearía que no fuera cierto… pero si han reservado un barco de vapor de alta velocidad, van en serio. Uf, la presión…”

Había dejado la sesión informativa todavía luchando por creer que Rokujou estaba en tantos problemas, pero la elección del barco, no estaba segura

de haber visto uno de estos antes, la había obligado a aceptar la gravedad de la situación.

Dejó escapar otro largo suspiro, mirando las olas debajo.

“Y Chrome está en espera en casa en caso de que algo salga mal allí… Rol también es de Rokujou, pero está en el exilio… Mena está de vacaciones, ¡ojalá yo también lo estuviera! Necesito tiempo libre, mal”.

Quejarse en el horizonte solo estaba ganando sus miradas comprensivas de los soldados cercanos, como si fuera una niña pequeña que se hubiera olvidado de empacar cartas en un viaje por carretera y estuviera luchando por superarlo.

Riho y Selen salieron a cubierta.

“¡Todas las habitaciones aquí son súper bonitas! Gracias por dirigir el espectáculo aquí, coronel Choline”.

Riho movió los dedos, luego vio lo angustiada que estaba Choline y se acercó.

“¿Qué está pasando, coronel? ¿Dejas caer tus ositos de goma por la borda?

“No seas tonta, Riho”, regañó Selen. “Claramente se olvidó de empacar una baraja de cartas”.

“¡Los tengo, coronel Choline!” Ofreció Allan. “Tendremos que jugar al millonario más tarde”.

Ninguno de estos comentarios fue útil, por lo que Choline simplemente les enseñó los dientes.

“¡No es eso, payasos! No, está bien, claro, seguro, dejé caer mis ositos de goma y mis cartas en el océano”.

“……… Qué torpe.”

“…… No puedo decirte la verdadera razón, y, hombre, es tan estresante”.

Choline tenía instrucciones estrictas de guardárselo para sí misma hasta que supiera más sobre la solicitud de ayuda. Había demasiadas incertidumbres en este momento, y no podían permitirse el lujo de hacer ningún movimiento descuidado; el rey Luke había dicho que todos deberían

actuar como si realmente fueran solo extras hasta que el otro lado hiciera contacto.

Frustrada, Choline decidió preguntarle a Phyllo sobre Mena.

“Phyllo, ¿por qué tu hermana tuvo que tomarse unas largas vacaciones ahora? ¿Ha surgido algo?”

Phyllo ladeó la cabeza. “No lo sé”, admitió. “… Incluso cuando éramos mercenarias… ella desaparecía a veces”.

“Eh.”

“… Sin embargo, no necesitas preocuparte por ella. ¿Por qué preguntas?”

“¡Oh, pensé que sería genial si ella estuviera aquí para el viaje! ¡Se lo está perdiendo! ¡Es una pena!”

Choline le gritaba al agua como la estrella de un drama inspirador.

“Seguro que trajiste muchos extras”, observó Riho, mirando a su alrededor. “Todos son voluntarios, ¿verdad? Un montón de fanboys”.

“Riho”, dijo Selen, “tú también eres un poco fan”.

“¡No seas tonta! Tengo el ojo puesto en otras cosas. ¡Recogeré los palillos usados de Amidine o lo que sea y venderé esa mierda a precios enormemente inflados!”

“…… Eso es peor”, dijo Phyllo.

Riho la ignoró. “¡Ha, búrlate todo lo que quieras! Oh, ¿Micona y su gente están aquí? No pensé que fueran del tipo”.

Sus ojos se habían iluminado en un grupo de cadetes cuyos brazaletes indicaban que eran estudiantes de último año. Una de ellas era particularmente elegante, una chica cuyas cualidades de liderazgo eran tan impresionantes como sus tetas. La directora de los estudiantes de segundo año, Micona Zol.

Cuando vio a Riho mirándola, avanzó.

“Aquí viene”, murmuró Selen. “Apuesto a que estamos listos para desafiarnos a otra competencia. Aferrarse a ideas anticuadas sobre la antigüedad y la creencia absurda de que los estudiantes de último año son siempre superiores”.

Pero Micona no parecía estar de humor. Su mirada era más agresiva, francamente enojada.

“¿Qué significa esto?” Ella chasqueó.

Ella ya estaba gritando, pero nadie sabía por qué. “¿Quiere explicarse, señora?” Preguntó Allan. “… ¡Augh!”

Micona le había dado una patada a Allan en la espinilla tan fuerte como pudo. Ella estaba realmente enojada.

Allan se derrumbó y Micona pasó junto a él, mirando a las chicas. “¡Confiesa! ¡Los secretos no te servirán de nada!”

“Nadie tiene idea de lo que estás hablando”.

Ladrar enojado preguntas y órdenes sin sujetos simplemente confundía a todos.

Micona se derrumbó repentinamente en un torrente de lágrimas, como si le hubiera traído un recuerdo doloroso.

Una vez que el diluvio inicial disminuyó, se las arregló para explicar su enojo, mocos colgando de su nariz.

“¡El otro día estuve en la tienda de Marie! Con la esperanza de tener la oportunidad de echar un vistazo en su baño, gana… ¡Ejem! ¡Para atraparla recién salida del baño! ¡Me salté todo el camino hasta allí!”

“La versión corregida era casi tan mala…”

Esto requiere una explicación. Micona Zol no era un cadete más; también estaba locamente enamorada de Marie. Su pasión por Marie era igual a la de Selen por Lloyd: en términos de superhéroe, Selen era la maestra de la técnica, mientras que Micona era la maestra del poder puro. Se les podría llamar las Dobles Acosadoras. Ah, ¿y el cyborg futurista que fusionó técnica y poder? Alka.

“¡El hecho de que no pudieras espiar a Marie en el baño no te da ningún derecho a desquitarse con nosotros!” Declaró Selen. “¡Todo el mundo sabe que la mayoría de los intentos en ese sentido fracasan! ¡Debes saborear los   aromas   persistentes   de   una   llamada   cercana   y   considerarte

increíblemente afortunado si vislumbras la carne de Lloyd, o tu cordura mental nunca sobrevivirá intacta!”

“Tu mente se fue hace mucho tiempo”.

Establecer metas de bajo nivel para lograr un sentimiento constante de satisfacción era la clave para cualquier desempeño laboral exitoso. Y, bueno, la idea de Selen de un trabajo era simplemente inusual.

“Eso es útil, Selen Hemein, ¡pero no es el punto! ¡Ese no es mi problema aquí!”

¿El comentario de Selen había sido útil? Ajena a las miradas preocupadas, Micona se mordió la uña del pulgar.

“Entonces, ¿cuál es tu problema?”

“Ese día, ya no quedaba vapor en el baño. ‘Maldición, lo arruine otra vez’, pensé y me acerqué a la ventana delantera con la esperanza de al menos consolarme con un atisbo de la sonrisa de Marie”.

“Entonces, ¿haces esto todos los días?” Preguntó Riho. “Y… ¡había un hombre extraño con Marie!”

“¿Lo había?”

“¡Sí! Principios de los veinte, guapo, una sonrisa amable, ¡charlando con ella alegremente!”

En este punto, todas las chicas se dieron cuenta de lo que había sucedido. Micona claramente había confundido a Lloyd adulto con algún tipo de escolta sin cita previa.

Todas las chicas hicieron muecas, incapaces de decir simplemente: “Ese es Lloyd”. Nadie quiso dar explicaciones.

Sin embargo, Allan no tenía ni idea de lo que estaba pasando. Frotándose la espinilla, dijo: “Bien hecho, Marie”.

Ahora Micona se estaba pateando la otra espinilla. Allan aterrizó boca abajo en la cubierta.

“¡No digas eso! Pensé que Lloyd Belladonna era mi único enemigo, pero había un candidato a caballo oscuro… y lo que hicieron… ”

“…… Detalles, por favor.”

La expresión de Phyllo no vaciló, pero había un toque de ira en su voz.

“Marie, ¡por lo general tan refinada! Ella dijo: ‘¡Por fin, estamos solos juntos!’,” Explicó Micona. “Ella sentó al hombre, la lujuria animal en sus ojos… ¡y comenzó a tomar fotografías! ¡Claramente parte del paquete de escoltas de visita!”

Probablemente hubiera estado tomando fotos a la cabeza que necesitaban para los documentos falsificados. Todos los que sabían mejor dejaron pasar esto, pero…

“Ella empezó normalmente, desde el frente, pero luego se paró junto a él,

¡fotografiándolos juntos! ¡Entonces ella empezó a hacerle posar!”

Marie se había dado cuenta de que nadie estaba mirando y se convirtió en una fotógrafa, llevando las cosas demasiado lejos.

“”””……Eh.””””

“Y cuando terminó de tomar fotos… entonces… entonces…” se lamentó Micona.

“¡No puedes parar ahí!” Riho gritó.

“¡No pude soportarlo más y corrí a casa sollozando! No vi el resto”.

De hecho, las fotos habían sido más que suficientes para Marie y no había hecho nada más. Ella era fundamentalmente tímida.

Pero el testimonio de Micona que se interrumpió en lo que pareció un momento crítico golpeó como un camión sus mentes adolescentes propensas a la fantasía, y todas las mentes inundaron las vívidas imágenes de lo que Marie podría haber hecho con el adulto Lloyd.

Justo cuando los rostros de las niñas alcanzaron el máximo enrojecimiento, Lloyd regresó. Había estado mirando el océano desde la proa del barco.

“¡Los barcos son increíbles! Quiero decir, nadar sería mucho más rápido, pero realmente puedes disfrutar del paisaje en un viaje tranquilo como este. Uh, ¿algo anda mal? ¿Están mareadas?”

A nadie le importaba decir nada acerca de que Lloyd describiera a un barco de alta velocidad como “pausado”. Todas se veían sombrías.

“… Lo suficientemente cerca, Sir Lloyd”, dijo Selen. “Me siento bastante enfermo”.

“…… Mm.”

En el segundo en que vio a Lloyd, Micona avanzó hacia él.

“¡Lloyd! ¡Belladona! ¿Qué estás haciendo? ¡¿Por qué no la estás cuidando?! ¡Es tu culpa que este escolta de visita domiciliaria tenga sus garras venenosas en Marie!”

“¿Er? ¿De qué estamos hablando?” Lloyd dijo, luciendo perdido.

“¡Tonto! No, espera, Micona… mantente positiva. Puedes asesinar a esta escolta en un callejón y luego consolar a una desanimada Marie… heh- heh-heh. ¡Devuelve este barco a Azami!”

Poco sabía Micona que el chico frente a ella era este “escolta”… y pronto estaría cara a cara con él de nuevo.

Poco sabían las chicas que Marie era demasiado tímida para haber hecho cualquiera de las cosas que estaban imaginando.

A propósito…

“¡Ah-ka-choo!”

“¿Qué es esta vez, Marie? ¿Más polvo? ¿O estás realmente enferma?”

“No, creo que alguien solo está chismorreando sobre mí. Soy alérgica a los rumores”.

“Muy bueno. ¿Listo para dirigirte a Rokujou? ¡¿Una cita con Lloyd adulto en el extranjero?!” Alka, inexplicablemente, levantó una venda en los ojos.

“No estoy apoyando sus planes de citas aquí, pero… ¿eh, Maestra? ¿Para qué es eso?”

“Bueno, vamos a volar allí. Y le tienes miedo a las alturas, así que esto te ayudará a no tener problemas. ¡Te amordazaré y te amarraré más tarde!”

“¡Primera  vez  que  lo  escucho!  ¡Y  no  le  tengo  miedo  a  las  alturas!

¡Cualquiera se asustaría si los arrastras por encima del nivel de las nubes!

¡Mmph! ¡Mmph!”

“¡Deja de luchar! Por cuestiones de seguridad, ¡voy a volar muy lento!

¡Tardará todo el día!”

“¡Mm! Mmph! ¡Mmaahh! Si estoy esa altura durante un día completo,

¡literalmente moriré! ¡Aaaaah!”

Por lo tanto, el viaje de Marie a Rokujou comenzó con un chillido de horror. Poco sabía ella que le esperaba un destino aún más aterrador.

El barco hizo una parada en una ciudad portuaria en la frontera.

***

Era poco después del mediodía del segundo día…

“¡Estamos aquí, Lloyd! Los largos paseos en bote te quitan las cosas…”

Sin prestar atención a las preocupaciones de los que estaban a bordo, el barco de vapor de alta velocidad había llegado a salvo al Reino de Rokujou.

“¡Wow! ¡Así que este es Rokujou!”

La ciudad que se extendía ante los ojos de Lloyd estaba hecha de piedra, muy diferente a Azami. Era el tipo de ciudad donde cualquier ángulo haría una fotografía asombrosa. Claramente había cautivado el corazón de Lloyd.

Mientras tanto, una multitud se había reunido, esperando que los cadetes desembarcaran, todos los comerciantes con la esperanza de vender recuerdos o bocadillos.

“Oye, amigo, ¿te apetece un manju?”

“¡Consigue aquí las famosas castañas dulces de tu Rokujou! ¡Están asados con magia de fuego!”

Choline los empujó a todos hacia atrás como si estuviera acostumbrada a esto.

“Bien, bien. Lo siento amigos, estamos aquí por negocios. ¡Muévanse!”

Una vez que estuvieron seguros de que nadie estaba comprando, desaparecieron rápidamente.

Allan se quedó mirándolos, sorprendido por las agresivas ventas. Esto no parecía ese tipo de ciudad.

“Es como si hubieran mezclado el Lado Este y el Lado Oeste de Azami”, comentó.

“Ellas lo hacen.” Choline asintió. “Estás en el dinero por una vez. Parte del sabor distintivo de Rokujou es cómo los gentiles y los de mala reputación viven uno encima del otro. Las casas de lujo del Lado Oeste y los suburbios del Lado Este, todo en el mismo lugar”.

“¿No es tan malo?” Preguntó Selen.

“Siempre fue el tipo de lugar donde se reunían los intereses financieros y los comerciantes de ruedas mercantiles. Una vez que las piedras mágicas se convirtieron en un gran negocio, el gobierno invirtió un montón de dinero en la investigación de la magia y se convirtió en el reino de la magia. Pero en sus raíces, todo el país haría cualquier cosa por dinero rápido. ¡Ese es Rokujou! ¡Baja la guardia un segundo y  un vendedor ambulante sin escrúpulos te arrancará el pelo del culo, Allan!”

“¡Coronel! ¡No soy tan peludo!”

Choline dejó caer más advertencias y llevó a sus estudiantes a sus alojamientos.

Era una gran posada de piedra a poca distancia de la costa con vistas a la playa. No estaba tan lejos de la ciudad, pero lo suficientemente lejos como para que la playa se sintiera aislada. Los cadetes quedaron muy impresionados.

“¡Vaya, esto no está nada mal!” Selen notó.

“Si. Esperaba algo aún peor…”, estuvo de acuerdo Allan.

“Pfft, ustedes los nobles son tan presumidos”, se burló Riho. Selen y Allan eran ambos de las familias de los señores locales. “¿Pero por qué poner un montón de extras en un lugar agradable?”

“Buena pregunta”, dijo Choline inexpresiva. Afortunadamente, Riho fue el único que miró a este caballo de regalo en la boca. “Gracias a Dios que todos los demás están en modo de vacaciones…”

Si tan solo pudiera ser como ellos, felizmente ignorante. El coronel suspiró por enésima vez ese día.

“Coronel Choline, ¿qué debemos hacer a continuación? ¿Apoyar?” Lloyd preguntó con seriedad.

Selen agarró su mano, ya llevada. “¡Obviamente, este es tiempo libre!

¡Ven, sir Lloyd! ¡Debemos vagar por las sinuosas calles de Rokujou, acercándonos cada vez más—!”

“Te estás volviendo un poco demasiado libre allí, Selen. ¿Quieres a la policía aquí detrás de ti también?”

“¡Sí,  estás  representando  a  los  señores  locales  y  al  ejército  Azami!

¡Conténgase por una vez!”

“… Le mostraré al Maestro los alrededores. No te preocupes. Conozco a Rokujou”.

Phyllo trató de alejar a Lloyd, pero Selen la detuvo… arrojando sus brazos alrededor de él y frotando su mejilla contra la de él.

“¡Selen! ¡Phyllo! ¡Al menos dejen sus cosas en sus habitaciones primero!”

Mientras Choline les gritaba, un lujoso carruaje se detuvo frente a la posada.

Los estudiantes se volvieron para mirar, y un hombre con traje negro salió, luciendo muy apuesto.

Cabello bien arreglado, reluciente de aceites, que rezuma atractivo sexual. Caminaba como un gran empresario, de esos que se acuestan con cada clienta o socia comercial.

“Disculpe, pero  ¿serían  ustedes los  invitados  de la Academia  Militar Azami?”

“Sí, lo somos, pero… ¡Oh, tú eres…!”

La voz de Choline subió un poco. Ruidos similares se estaban extendiendo por el cuerpo estudiantil.

“¿Eh?”

“¡Oh!”

“Eso es… ¡Amidine!”

“¡Wow! ¡Amidine Oxo! Desde su debut en El Pañuelo de Algodón de la Felicidad, tuvo un gran éxito con Rokujou Holiday, ¡pero solo tiene treinta y cinco años! ¡Qué estrella! Señor, ¿me puede dar su autógrafo? Házmelo saber a Allan”.

Un fanático realmenteeeeeeeee grande aquí.

Amidine se llevó un dedo a los labios, silenciando a la multitud. Les guiñó un ojo a todos. ¡Qué encantador!

“Lo siento, son así en todo”, dijo Choline, recordando que estaba a cargo. “¿Pero qué trae a una celebridad aquí?”

Amidine se rio entre dientes y se rascó el cuello. “¿Estás a cargo, entonces? Solo estoy haciendo un recado por capricho de mi director”.

“¿El director?”

“Sí, les he traído un mensaje a todos los extras del director de esta película: Sardin Valyl-Tyrosine. Quiere comenzar con las audiciones, así que le gustaría que todos se dirigieran al lugar de inmediato”.

“¿A-Audiciones? ¿A pesar de que somos extras?”

“Bueno, más como un encuentro y saludo. Todavía hay algunas partes nombradas en juego, por lo que algunos de ustedes podrían terminar ocupando esos roles”.

“W-Wow”, Choline chilló, sorprendida.

“Nos vemos aquí en una hora”, dijo Amidine, entregándole un mapa. “Cadetes y soldados decente por igual. ¡Dile a todos!”

Con eso, se fue.

“¿Audiciones?” Choline murmuró. “¿Me pregunto si esto tiene algo que ver con la solicitud?”

“¿Qué solicitud?” Preguntó Selen.

“Oh, no, eso no importa. ¡Está bien! ¡Guarden sus cosas, cámbiense el uniforme y reúnanse en el vestíbulo! ¡Tenemos audiciones que manejar! Chicas, ¡asegúrense de que su maquillaje esté a punto! ¡Chicos, quítense los pelos de la nariz!”

Mientras tanto, Lloyd se estaba dando una charla de ánimo…

“Estará bien… La audición es realmente repentina, pero… ¡mediré casi dos metros!”

Ansiedad y esperanza arremolinándose en su interior, se preparó para las pruebas.