Nihon E Youkoso Elf-san (NL)

Volumen 1.1: Capitulo De La Elfa

Capitulo 2: Bienvenida a Japón, Señorita Elfa

Parte 1

Todavía estaba completamente congelado cuando escuché a los gorriones cantar afuera para indicar que había llegado la mañana de un día laboral. Finalmente dejé escapar un respiro, saliendo como un suspiro pesado con los confusos pensamientos en mi mente.

Miré estupefacto por la ventana y murmuré para mis adentros, “Supongo que no pude dormir nada…”

Eso no fue muy sorprendente, considerando que había una elfa durmiendo en mi propia cama. Cuestionaría la cordura de cualquiera que pudiera volver a dormir en esa situación.

Mis ojos no pudieron evitar ser atraídos hacia ella. A medida que la habitación se hacía más brillante, la presencia de la elfa se hacía cada vez más difícil de ignorar.

Su cabello brillaba como la seda y la belleza de sus rasgos faciales casi la hacían parecer un hada en toda regla. Era ridículamente bonita con su piel pálida y sus labios que eran tan brillantes como una flor floreciente y no pude evitar mirarla, mirarla y mirarla.

Era una elfa, lo cual era obvio por sus orejas largas y una usuaria de Magia Espiritual y Hechicería. El hecho de que ella estuviera durmiendo en mi cama era como un sueño en sí mismo, ignorando que esto era, en realidad, solo un apartamento en Tokio.

Pero, ¿cómo exactamente apareció ella delante de mí? ¿Y qué es ese mundo que pensé que solo existía en mis sueños…?

No pude encontrar ninguna respuesta y simplemente solté otro suspiro.

Su nombre era Mariabelle. Siempre la había llamado Marie en mis sueños y fue solo recientemente que nos acercamos lo suficiente para que ella me sonriera.

Pero anoche, fuimos atacados por el aliento de la archidragona mientras la sostenía en mis brazos y me desperté con ella aquí, y junto a mí, por alguna razón u otra. Además de eso, nos despertamos en mi cama (que era muy cómoda, pero nada más).

Tantas preguntas…

Pero primero, necesito asegurarme de que no se despierte en un pánico total.

Después de todo, ella se transportó del mundo que pensé que era un sueño hasta aquí a Japón. Si estuviera en su lugar, podría no estar tan tranquilo con todas las preguntas que tendría.

En realidad, probablemente hubiera estado lleno de emoción por los eventos inexplicables… Pero saber que tenía que decirle que no había ninguna garantía de que pudiera volver a casa era una píldora difícil de tragar.

Mientras luchaba con esos pensamientos, los ojos de la elfa se abrieron lentamente.

Sus ojos claros y amatistas…

Era como presenciar una flor floreciendo frente a mí y no me hubiera sorprendido que tuvieran algún tipo de efecto hechizante. Eran tan hermosos y pude sentir mi corazón palpitando a pesar de mi edad. Simplemente observé cómo sus brillantes labios se abrían gradualmente y pronunciaban palabras en élfico.

“…¿Kazu… hiho?”

“H-Hola, Marie. Bonita mañana, ¿no?”

Los ojos adormecidos de Marie recobraron su brillo y las esquinas de sus cejas se levantaron al mirarme.

No la culpo; quiero decir, me veía de quince años en mis sueños, pero me veía drásticamente diferente ahora que tenía veinticinco años.

“¿Eh? Espera, ¿eres… en realidad Kazuhiho? ¿No eres su papá o algo así…?”

“Sí, soy yo… Te lo explicaré más tarde, pero primero, ¿estás herida? Fuiste atacada por el aliento de esa dragona antes…”

Pareció recordar finalmente los eventos de la noche anterior y arrojó la manta en un ataque de nerviosismo. Tuve un mal presentimiento cuando vi su hombro desnudo, pero de repente tuve una vista completa de la piel de la elfa. Miré hacia otro lado, pero ya era demasiado tarde.

“¡¿Q-Quuuuuuué?!”

Puede que haya sido el grito más histérico que haya escuchado en mi vida. La imagen grabada en mi cerebro era la de una piel clara y blanca y… Oh, no debería pensar en eso. Mi cara se puso roja, a pesar de que solo era una chica más joven.

Escuché un sonido que supuse que era ella tirando la manta sobre su cabeza. Estaba demasiado asustado para asegurarme, pero estaba bastante seguro de que eso era. Mi espalda y mi cuello sudaban profusamente y casi podía sentirla fulminándome con la mirada; pero entonces, con su voz temblando de rabia, me habló.

“¡T-T-Tú!”

“¡Lo siento! ¡N-No lo sabía, y no te puse un dedo encima, en serio!” Me alegraría muchísimo si me tomara la palabra, aunque probablemente también me costaría creer eso si me encontrara desnudo en la habitación de alguien. La verdadera pregunta era, ¿qué tan confiable era yo como persona?

Ella exhaló ruidosamente por la nariz, lo que tomé como ella considerando mis palabras, a pesar de su evidente ira. No éramos particularmente cercanos, pero todo lo que podía hacer era esperar que ella entendiera qué tipo de persona era.

Después de esperar por un largo tiempo, finalmente dejó escapar un suspiro. “Tal vez fue gracias a ti… pero no he sido herida. Confío en que vas a explicar lo que está pasando.”

“¡Absolutamente!”

“¡Tráeme algo de ropa primero! ¡Y no te atrevas a darte la vuelta!” Una almohada me golpeó en la cara y me vi obligado a comprar ropa de mujer. Miré por todas partes, pero no tenía ningún tipo de ropa, equipo o bolsas que pudiera usar una chica.

“Sí, sí señor. Lo siento mucho. Me aseguraré de ir mañana.”

Incliné la cabeza profundamente y colgué la llamada en mi smartphone. No pude evitar suspirar, considerando que estaba parado frente a personas con trajes que parecían estar en camino al trabajo y mirando una tienda de ropa que estaba a punto de cerrar por el día.

No me gustaba tomarme días libres cuando ni siquiera estaba enfermo, pero no tenía otra opción. No era como si pudiera decirle a mi jefe que tenía que lidiar con una elfa que salió de mis sueños.

Pero… lo hecho, hecho está, así que era hora de encontrar algo que se ajustara a ella, sin ser demasiado caro, por supuesto. Estaba seguro de que una chica linda como ella se vería genial con ropa bonita, pero no tenía el mejor sentido de la moda. No salía a menudo y ni hablemos de comprar ropa para una chica.

“Hmm… creo que solo compraré algo por ahora e iré a comprar el resto con ella.”

Eso fue lo que decidí.

No tenía idea de qué tamaño o tipo de ropa interior quería, así que le conseguiría del tipo deportivo estirable. Pensando así, fui a buscar algo de ropa interior y la puse en mi cesta, junto con una falda plisada y medias largas. Luego

escogí una camisa blanca de manga larga y unas zapatillas que parecían combinar bien. Quería al menos conseguirle unos zapatos bonitos, así que fue una pena que no supiera su talla.

No es que las zapatillas fueran malas, pero pasé mucho tiempo pensando si irían bien con trajes más formales…

Definitivamente necesito traerla la próxima vez…

La razón por la que me quejaba era porque estaba empezando a entender que era algo divertido comprar ropa de mujer tan elegante.

Todas eran prendas con colores brillantes y primaverales y la vibra de los atuendos cambiaba completamente dependiendo de las combinaciones.

Fue una experiencia completamente diferente a la de comprar ropa para hombres, que aspiraba a tener la suficiente “normalidad” para no llamar la atención. Siempre fue una lástima que solo viera a Marie vestida con una túnica, pero ahora podría vestirla según mis preferencias…

Ah… debería detenerme allí…

El personal de la tienda detrás del pilar venía a ver si yo era quien la había llamado. Me pregunté brevemente si hacer negocios aquí hacía que pareciera que me gustaba el travestismo, pero dejé pasar esos pensamientos.

Rápidamente pagué por las cosas, tiré la bolsa de compras llena de cosas comprometedoras en mi auto y decidí conducir directamente a casa.

Manejaba un auto pequeño tipo furgoneta con capacidad para cuatro personas. Su única característica era su bajo costo, pero era suficiente para conducir por la ciudad.

Golpeé el volante con un dedo mientras esperaba a que cambiaran las luces. Miré hacia la bolsa de cosas que acababa de comprar cuando surgió una pregunta:

¿Por qué estaba desnuda?

Su bastón y su bolsa también habían desaparecido y dudaba que tuviera tiempo para esconderlos de alguna manera.

Entonces me di cuenta de que yo estaba en la misma situación: tampoco pude traer ninguno de mis equipos u objetos de valor de allí a aquí. La única diferencia era que ya estaba usando mi pijama antes de dormirme aquí.

Sí, esa tiene que ser la razón…

Si ese lugar en mis sueños realmente existiera, ambos serían independientes entre sí y esta sería la primera visita de Marie a este lado, por lo que se vio obligada a comenzar desde cero, ropa y todo… Tal vez.

Pensando en eso, me pregunté si también estaría desnudo cuando llegué por primera vez a su mundo… No importa cuánto lo intentara, no podía desenterrar esos recuerdos de cuando era niño.

Entonces me di cuenta de que estaba empezando a aceptar la extraña situación en la que estaba. Siempre pensé que un sueño era solo imaginario y los eventos de esta mañana hicieron que mi cerebro diera vueltas, pero era hora de cambiar mi forma de pensar. Ahora que lo vi con mis propios ojos, no tenía más remedio que aceptar la realidad…

Sí, había una elfa en mi habitación. Nadie lo creería, pero al menos yo tenía que hacerlo. Marie era real y yo había tomado su mano y la había metido en mi cama.

Debido a que la tuve en mis brazos justo cuando morí, era muy probable que mi habilidad de “despertar en Japón cuando muera” la afectara también.

¿Pero qué pasaría si ella muriera en este mundo? Puede que vuelva a su propio mundo como yo, pero yo definitivamente no quería averiguarlo de esa manera.

La luz se puso en verde y detuve toda la especulación que no iba a ninguna parte. Pisé el pedal con el pie y el coche comenzó a acelerar lentamente.

Abrí la puerta con la bolsa de compras en la mano y encontré a Marie de pie frente a las ventanas. Estaba envuelta en mantas y estaba de espaldas a mí, así que no podía ver su expresión fácilmente.

Vivía en un apartamento de una habitación con comedor y cocina que solo tenía unos diecinueve metros cuadrados y estaba diseñado para que viviera una sola persona.

Desde la entrada, la cocina estaba directamente a la derecha, con una mesa y una silla justo enfrente. En el lado izquierdo estaba mi cuarto, que tenía un armario bajo que lo separaba del comedor. Así fue como pude ver a Marie, que estaba de pie junto a la cama, inmediatamente después de entrar.

Su flequillo ondeaba en el viento que soplaba a través de la ventana ligeramente abierta y allí estaba yo, sin palabras, al ver a una elfa en el paisaje de una zona residencial. La vista era tan mítica que me hizo cuestionarme si todavía estaba realmente en Japón.

Dejé escapar un suspiro fervoroso y luego finalmente la llamé, “Estoy en c―”

“Kazuhiho, ¿dónde es esto exactamente?” Su voz tranquila me preguntó. Así que ella realmente estaba parada allí solo para mirar la vista. Era completamente diferente de su propio mundo, así que debe haber estado en shock.

“Entiendo cómo te sientes. Cuando fui a tu mundo por primera vez, yo…”

“¡Debes ser muy rico si puedes vivir en un edificio tan alto! ¡Esto es tan increíble, Kazuhiho! ¡Nunca antes había visto una ciudad tan avanzada! ¡Ahh, mirar hacia abajo hace que me tiemblen las rodillas!”

Oh, cierto. Yo estuve en un estado de total emoción, como si hubiera ido a un divertido parque temático por primera vez.

Yo, también, siempre me entusiasmaba de esa manera cada vez que iba a su mundo. Dice el dicho, Dios los cría y ellos se juntan, pero tal vez nos habíamos reunido muchas veces porque teníamos personalidades similares. Ella era muy curiosa e inquisitiva como yo y ambos nos absorbíamos totalmente en las cosas que nos interesaban.

Me quedé allí pensando en todo eso cuando la chica señaló algo afuera. Golpeó el cristal de la ventana con el dedo y luego se volvió hacia mí con los ojos llenos de curiosidad.

“¿Qué es esa torre de allí? ¿Es ahí donde vive un archimago de gran renombre?”

“¿Torre? Oh, la Tokyo Skytree. Me tomé el día libre, ¿quieres ir a verla juntos? Es la temporada de flores de cerezo ahora mismo, así que estoy seguro de que disfrutarás del paisaje.”

Nunca la había visto sonreír tan brillantemente. No esperaba que le gustaran las cosas típicas de los turistas. Pero, para ser sincero, me alegré de que no se sintiera mal por toda esta situación.

“Entonces será mejor que aproveche mi día libre y te muestre mi mundo. Primero ponte estas ropas y…”

“¡Ah! ¡Ah! ¡Estoy tan emocionada! ¡Vamos a pasar un buen rato juntos, Kazuhiho!”

Si ella salta sobre mí para abrazarme de esa manera… Y ahí se fue la manta… Su suave y perfectamente hermoso trasero estaba en mi visión y Marie inmediatamente me cubrió los ojos con un zas. Realmente no debería haber mirado si ese era el único resultado…

En cualquier caso, no podríamos ir a ninguna parte hasta que no se vistiera.

La guié lejos de la cama y le di la ropa que estaba en la bolsa de compras. Ella siempre llevaba esas túnicas pesadas y sofocantes en su mundo, pero me habían dicho que los hechiceros cambiaban el color de sus ropas según su rango.

Escuché que el azul marino era el más alto, así que principalmente elegí ese color para su ropa. Una falda plisada que terminaba por encima de sus rodillas combinada con las medias largas le daba la impresión de una colegiala.

Y, por supuesto, me quedé boquiabierto cuando la vi salir, completamente vestida.

“¡Es tan ligero y elástico y fácil de mover! ¡Nunca antes había visto una tela con un tejido tan fino! ¿Estás seguro que puedo ponerme esto? Debe haber sido caro…”

Incluso mientras desfilaba alegremente sobre el piso, parecía preocupada por el dinero que había gastado en ella. Sus dedos estaban inquietos mientras me miraba disculpándose. Sin embargo, sinceramente, me alegré tanto de que ella pareciera disfrutar la ropa que ni siquiera me importaba el costo.

“Ahora que te veo vistiéndolas, definitivamente creo que fueron una buena compra. Siempre has sido muy hermosa, pero esa ropa realmente te sienta bien. Me sorprende lo bien que te ves.”

Marie parecía un poco sorprendida, luego hizo una expresión remilgada como si dijera, “Continúa…”

Cuando sostuvo los bordes de su falda en sus manos e hizo una linda pose, mi rostro se rompió en una leve sonrisa. Sus labios bien formados se curvaron en una sonrisa en respuesta, mostrando sus dientes blancos perlados.

“Tu edad puede ser diferente, pero me siento aliviada al ver que definitivamente eres Kazuhiho. Entonces, ¿es este el lugar “Japón” que mencionaste antes?”

También me sentí aliviado al escuchar que ella me creía.