Jinrou E No Tensei Maou no Fukukan (NL)

Volumen 2: La Amenaza del Héroe

Extra 1: La Primera Batalla Defensiva de Veight

Parte 1

 

 

Regresé a mi pueblo por primera vez en mucho tiempo. Fahn me vio mientras caminaba por la entrada y se acercó corriendo, arrastrando un oso muerto detrás de ella. Ella se había vuelto aún más hábil cazando mientras yo no estaba.

“¡Ah, Veight!”

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El oso cavó un surco en el suelo mientras ella corría.

“Fahn… ha pasado un tiempo.”

“Sí, ¿como medio año? Te ves bien. ¿Te hiciste más alto?”

“Estoy bastante seguro de que ya estoy mayorcito para seguir creciendo…”

Miré al oso que Fahn sostenía y conjuré magia para fortalecer mi cuerpo. Para ser honesto, quería mostrarle los resultados de mi entrenamiento. Una vez que mis brazos habían sido lo suficientemente fortalecidos, levanté el cadáver del oso.

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“¡Vaya, te has vuelto muy fuerte, Veight!”

“No, esto es gracias a la magia. De todos modos, te ayudaré a llevar el oso. ¿A dónde lo llevabas?”

“A la plaza del pueblo.”

***

 

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Mientras caminábamos, intercambiamos historias sobre lo que habíamos estado haciendo durante los últimos seis meses.

“¿Cómo es el ejército demoníaco? ¿Es divertido? ¿Tienes la oportunidad de matar a muchos humanos?”

“Eh, en realidad no…”

Inicialmente me uní al ejército demoníaco para ayudar a la Maestra con su trabajo. Pero antes de darme cuenta, me convertí en un mago combatiente y empecé a librar todo tipo de batallas.

“El otro día encontramos a algunos humanos tratando de minar en una de las montañas de la tribu de los dragonantes, así que los ahuyenté.”

“¿No habría sido más rápido simplemente matarlos a todos?”

“No creo que sea correcto matar a un grupo de mineros desarmados…” Los había matado del susto, así que dudaba que regresaran pronto. Además, había recibido información interesante sobre Meraldia de ellos, así que también tenía algo que valía la pena informarle a la Maestra. Fahn examinó mi expresión y luego se rió entre dientes.

“Menos mal.”

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¿Por qué? Antes de que pudiera preguntar, ella contestó mi pregunta.

“Incluso después de que te uniste al ejército demoníaco, sigues siendo tú, Veight. Me siento aliviada.”

“Bueno, sí.”

No era como si hubiera jurado lealtad al Señor Demonio o algo así. Al final, solo estaba ayudando a la Maestra porque le debía todo lo que había hecho y porque ayudar al ejército demoníaco aseguraría un mejor futuro para los hombres lobo.

***

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De camino a la plaza, vi a un hombre que no reconocí. Llevaba el atuendo tradicional de los nómadas del desierto. Cuando pasamos, me hizo una reverencia y yo le devolví el saludo.

“¿Quién es ese?”

“Es un hombre lobo de fuera del bosque. Al parecer, perdió su antiguo hogar y deambuló por ahí hasta llegar aquí.”

A los hombres lobo les costaba adaptarse a las aldeas humanas, por lo que probablemente era la razón por la que había estado viviendo como un nómada hasta ahora.

“Este bosque es básicamente el único lugar que queda donde los hombres lobo pueden vivir en paz. Está lleno de monstruos, por lo que los humanos no pondrán un pie en él al menos.” Fahn suspiró, “Es genial que los humanos no nos molesten a nosotros y todo eso, pero eso significa que tenemos que lidiar con todos los monstruos.”

“¿Qué sucede?”

Era raro ver a Fahn tan deprimida.

“Veight, ¿sabes algo acerca de un monstruo que se parece a un lagarto y tiene dientes enormes?”

“Hmm… me pregunto.”

Saqué un libro de mi mochila. Era una enciclopedia de monstruos que había recibido de la Maestra.

“Si está viviendo en el bosque es probablemente… este, ¿verdad?” Hojeé las páginas hasta que encontré la que quería.

—Lagarto Acolmillado—

Un lagarto carnívoro que habita los bosques de Meraldia. La mayoría son tan grandes como los ogros. (Alrededor de 3 metros)

Viven y cazan en grupos que van desde unos pocos hasta unos cientos.

(¿Supongo que son criaturas sociales?)

Sus colmillos están recubiertos con un veneno de acción lenta y cualquier persona herida por ellos morirá en el transcurso de unos días. La magia de

desintoxicación tiene poco efecto sobre su veneno. (¿Tal vez no sea en realidad veneno, entonces?)

Las anotaciones entre paréntesis eran todas mis propias observaciones.

Fahn miró la hoja e inclinó la cabeza.

“¿Qué es todo esto?”

Mierda, olvidé por completo que la gente no mide las cosas en metros en este mundo. Sin embargo, eso no fue lo que confundió a Fahn.

“No puedo leer todo eso.”

Oh, sí… Me había acostumbrado tanto a vivir con los discípulos de la Maestra, quienes podían leer, que había olvidado que la mayoría de los hombres lobo no se molestaban en aprender. A lo sumo, aprendían a leer y escribir números y las pocas frases básicas que necesitaban en la vida cotidiana. Las únicas cosas que Fahn podía leer eran los nombres de los vegetales y los animales. Aliviado, señalé la imagen de la página siguiente y luego el árbol detrás de mí.

“¿Se ven así, son así de grandes y se mueven en grupos?”

“Oh sí, son ellos, estoy segura.” Fahn miró la foto y asintió enfáticamente. “Nos han estado causando un sin fin de problemas recientemente. Además, apestan, así que lo empeoran todo. Oh, deja el oso allí. Lo cortaré aquí.”

Tiré el cadáver al suelo y miré a mi alrededor. Se sentía como si la aldea hubiera decaído en el medio año que me fui. Fahn desenfundó un cuchillo ridículamente largo y comenzó a cortar el oso con movimientos practicados.

Ella ya había drenado la sangre de antemano y fue capaz de despellejarlo.

“Esos, este… ¿Cómo dijiste que se llamaban esos monstruos?”

“¿Lagartos acolmillados?”

“Sí, esas cosas. Un grupo de ellos se mudó al lado del pueblo y están cazando a todos los ciervos y conejos en el área.”

“¿Y los jabaleones?”

“Todos han sido eliminados.”

Y pensar que son lo suficientemente fuertes como para matar incluso a esos poderosos jabaleones. No es de extrañar que se hayan convertido en un problema. Mientras ella despellejaba al oso, Fahn suspiró de nuevo.

“Lo único que queda por cazar aquí son osos hibernando, pero incluso esos casi han desaparecido…”

Los osos de por aquí eran duros y su carne apestaba y sabía fuerte. Pero los hombres lobo necesitaban carne para sobrevivir, así que, si eso era todo lo que quedaba para comer, aun así, lo comeríamos con gusto.

“Pero no pasará mucho tiempo antes de que nos quedemos sin osos. Ya que tanto nosotros como esos lagartos acolmillados los estamos cazando.” Eso sonaba como una situación bastante desesperada.

“Hay demasiados carnívoros en la cima de la cadena alimenticia…”

“¿Cadena alimenticia?”

“Básicamente, hay demasiados consumidores de carne viviendo en este bosque ahora.”

Le di a Fahn una explicación aproximada y luego me metí en el ayuntamiento. Era el único edificio gubernamental del pueblo y uno de los ancianos siempre estaba de servicio allí. Parecía que hoy era el turno de Vodd de mantener el fuerte. Como era un antiguo mercenario, también estaba a cargo de la seguridad del pueblo.

“Buenas tardes, Vodd.”

“¿Eres tú, Veight? Bienvenido de nuevo. ¿Hmm? ¿Te hiciste más alto?”

¿Por qué todos preguntan eso? Me senté en una silla disponible y le conté a Vodd todo lo que había estado haciendo mientras estaba fuera.

“He estado trabajando como mago en el tercer regimiento del ejército demoníaco. Esta es la paga que recibí por eso.”

Desenvolví un paquete lleno de colmillos de monstruos, pieles, algunos trozos de hierro y algunas monedas de plata. El arrugado rostro de Vodd se iluminó.

“Es un gran botín el que has traído, chico. Sin embargo, estas son las riquezas que tú te has ganado. No estaría bien que las tomara. Sentiría como si se las estuviera quitando a mi propio nieto.”

Vodd era soltero, pero había tratado a todos los niños de la aldea como a sus nietos. Era una costumbre entre los hombres lobo criar a los niños como una manada. Aun así, fue un poco embarazoso que me dijera eso.

“Estoy trabajando para el Señor Demonio como representante de esta aldea, en nombre de todos los hombres lobo. Así que esto nos pertenece a todos. Además, todos ustedes protegieron a mi madre mientras yo no estaba.”

“Por el contrario, Vanessa nos protegió. Ella siempre ha tenido un espíritu ardiente.”

Vodd no hizo ningún movimiento para tomar los tesoros que había puesto frente a él, pero de todos modos continué insistiendo. Teniendo en cuenta el estado en que se encontraba el pueblo, sabía que no era el momento de acaparar dinero.

“También tengo algunas monedas de plata que le robé a los humanos. ¿No podríamos usarlas para comprar los suministros que necesitamos de las aldeas humanas?”

“Hmm… Bueno, si insistes en darnos este dinero, entonces supongo que podríamos. Hay mucho que necesitamos, así que tendremos que decidir como pueblo qué comprar.” Vodd me sonrió mientras tomaba el dinero. “Todos se

sentirán aliviados al saber que estás de regreso, chico.”

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Aliviados, ¿eh? Esos lagartos acolmillados realmente deben estar pesando en la mente de todos.

“He oído de Fahn. Un grupo de lagartos acolmillados han hecho su nido por aquí, ¿verdad?”

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“Sí… Y son una verdadera molestia.” La tono de voz de Vodd bajó. “Hace veinte años tuvimos el mismo problema. Mataron a diez de los nuestros antes de que pudiéramos deshacernos de ellos. No quedan muchos combatientes en el pueblo, así que me alegro de tenerte de vuelta.”

Hace veinte años… Pensé en mi primer recuerdo después de haber reencarnado. El funeral de mi difunto padre. “Vodd, fue cuando…”

El anciano asintió en silencio. Lo sabía.

***

 

 

Había muchas más cosas de las que quería hablar, pero decidí volver a casa primero. Quería ver cómo la estaba pasando mi madre eternamente veintisieteañera (según ella).

“¡Estoy en casa, mamá! ¿Finalmente has cumplido veintiocho años?”

“¿Lo olvidaste otra vez, Veight? Cumpliré veintiséis el próximo año.”

¿Desde cuándo empezaste a envejecer al revés? Mi madre era mi única pariente viva, así que me alegré de ver que estaba bien.

“Escuché sobre los lagartos acolmillados, mamá. Ellos son los que mataron a papá, ¿verdad?”

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“Así es…”

Su expresión generalmente alegre se nubló mientras recordaba a su difunto marido.

“Tu padre era el guerrero más fuerte en el pueblo. Pero después de la lucha, de repente se enfermó. Ninguno de los antídotos que probamos funcionó y murió unos días después.”

Así que su veneno realmente era difícil de purgar. Qué monstruo tan molesto. Saqué la enciclopedia de la Maestra nuevamente y le expliqué sus rasgos a mi madre.

“Dado que forman grupos, supongo que son más inteligentes que un lagarto promedio. Los que escaparon hace veinte años, probablemente se criaron y multiplicaron antes de volver aquí. Hay muchos animales aquí, así que es un buen lugar para alimentarse.”

“Oh, vaya… Has aprendido mucho.”

“Bueno, estoy estudiando con la Gran Sabia Gomoviroa”, dije con un toque de orgullo.

***

 


 

Por lo que parece, esta infestación de lagartos era un problema serio. Eran lo suficientemente voraces para atacar cualquier cosa y, además, grandes devoradores. Casi todos los animales cercanos habían sido cazados hasta la extinción por ellos. Una vez que los osos desaparecieran, los únicos otros animales grandes que quedarían seríamos nosotros y ellos. Mientras consideraba cómo lidiar con ellos, fui a la casa de Jerrick para darle el hierro con el que me habían pagado.

“Hola, jefe, gracias por el metal.”

Jerrick levantó la vista de la azada que estaba reparando y se limpió el sudor de la frente.

“No hay ningún lugar para minar metal por aquí, así que no puedo herrar cosas nuevas. Afortunadamente, esto debería mantenerme estable por un tiempo.”

Mientras le entregaba a Jerrick los trozos de mineral, le pregunté acerca

de la infestación de lagartos.

“¿Qué tan bien está protegido el pueblo contra los lagartos acolmillados?”

“Estamos bien por ahora. Uno de ellos deambuló por el pueblo hace unos días, pero nos juntamos y lo matamos. No he visto a ninguno de ellos acercarse al pueblo desde entonces.”

“Bueno, eso es bueno, al menos.”

Los hombres lobo no eran mucho más fuertes que los humanos normales en su forma humana, pero no podían permanecer transformados todo el tiempo.

En ese sentido, éramos bastante débiles cuando se trataba de luchar en la defensiva. Después de todo, éramos cazadores. Jerrick ajustó el calor proveniente de los fuelles y murmuró, “Si nos enfrentáramos a un solo enemigo como la Bestia Dorada que mataste hace años, podríamos cazarlo como una manada. Pero hay más de ellos que nosotros. Si intentamos cazarlos, probablemente nos invadirán.”

El combate grupal también era una especialidad de los lagartos acolmillados. Una cosa era que estuviéramos en una llanura abierta, pero en un bosque denso como este, no había forma de saber quién acabaría con ventaja en un combate cuerpo a cuerpo. Dentro de la aldea, tal vez había 60 hombres lobo capaces de luchar contra monstruos tan poderosos como los lagartos acolmillados. El resto eran demasiado jóvenes o demasiado viejos para pelear. Peor aún, necesitábamos dedicar parte de nuestra ya pequeña fuerza a protegerlos.

“Si dividimos a todos en dos escuadrones de treinta, tal vez podríamos…

No, eso no funcionará.”

“¿Qué no va a funcionar, jefe?”

“Si cincuenta de esos lagartos atacaran la aldea, la mitad de nuestros combatientes no podrían protegerlos. Y si los cincuenta de ellos estuvieran reunidos en un solo lugar, la mitad de nuestros combatientes no podrían cazarlos sin bajas. A menos que luchemos contra ellos donde tengamos la ventaja, no podremos ganar.”

“Ya veo. Así que esto es lo que llaman táctica.”

Sentí que lo que estaba diciendo era demasiado fundamental para ser realmente llamado táctica.

“Desearía saber más sobre sus hábitos, pero la enciclopedia no tiene nada sobre ellos.”

Según la Maestra, las hordas de lagartos acolmillados habían atacado

pueblos humanos antes, pero nunca hubo sobrevivientes para contarles a otros sobre sus rasgos. Ahora, la mayoría de los pueblos humanos tenían muros para evitar las invasiones de los lagartos acolmillados, por lo que los monstruos evitaban las áreas pobladas. Ojalá tuviéramos muros. Mientras estaba agonizando sobre qué hacer, Vodd entró en la herrería de Jerrick.

“Veight, ¿podrías venir conmigo un rato? Los ancianos quieren hablar contigo.”

¿Esto va a ser sobre los lagartos acolmillados?

Como esperaba, los ancianos querían mi ayuda para lidiar con los lagartos acolmillados. Uno de los ancianos se pasó el dedo por su cabello blanco y preguntó, “Veight, ¿podrías pedirle al ejército demoníaco que nos envíe refuerzos?”

Consideré la posibilidad y me aseguré de elegir mis palabras antes de responder.

“Si les pidiéramos ayuda, probablemente nos impondrían algunas condiciones.”

“¿Cómo qué?”

“Jurar lealtad al ejército demoníaco.”

“Ya veo…”

Los ancianos de la aldea eran todos cazadores famosos y respetados por el resto del pueblo.

“Si tuviéramos que pedir ayuda, sería admitir que somos débiles. Y es la ley de la naturaleza que los débiles obedecen a los fuertes.”

Eso era de hecho una regla de hierro entre los demonios. El rostro del anciano se desanimó y dijo, “El ejército demoníaco pediría tropas o recursos si les juramos lealtad. Sin embargo, no tenemos nada de sobra. Nuestras manos están ocupadas solo protegiendo este pueblo.”

“No te preocupes. Si quieren tropas, me uniré formalmente al ejército demoníaco.”

No estaba seguro de qué tipo de persona era el nuevo Señor Demonio— Friedensrichter—pero según la Maestra era “un verdadero héroe” y “un hombre entre hombres”. Teniendo en cuenta el hecho de que me había pagado, aunque solo le presté mis servicios temporalmente, asumí que era un soberano magnánimo. Por supuesto, me había pagado más en cosas que en dinero.

“Pero incluso si aceptan ayudar, el ejército demoníaco tardará unos días

en llegar hasta aquí. En este momento están avanzando hacia las ciudades de los humanos, por lo que no tienen escuadrones apostados en el área.”

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Como el Señor Demonio era un dragonante, la mayor parte de su ejército también estaba compuesto por dragonantes. Su territorio estaba en las montañas lejos de aquí, por lo que ninguna de sus tropas estaba cerca.

Además de eso, el ejército demoníaco era bastante pequeño.

El anciano asintió y dijo, “Entendido. Intentaremos aguantar durante esos días. Por favor, envía al ejército demoníaco una solicitud de ayuda, Veight.”

“Entendido. La enviaré enseguida… Oh, un momento, acabo de pensar en algo.”

Sonreí.

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