Jinrou E No Tensei Maou no Fukukan (NL)

Volumen 2: La Amenaza del Héroe

Capitulo 2: Las Alcantarillas se Tiñen de Rojo

Parte 10

Mientras continuábamos caminando por la calle, vimos a un grupo de dragonantes en la carnicería. Estaban calculando exactamente cuántos pollos necesitarían para la cena de hoy. Supongo que eran los subordinados de Kurtz.

Probablemente irían al taller para hacer algunos pedidos. Y por aquí tenemos… Un momento, ¿esa es Fahn?

“Fahn, ¿qué estás haciendo aquí?”

Fahn levantó la vista del grupo de caninos que la rodeaban y me saludó.

“Mi escuadrón está de descanso hoy. Solo estoy tomando el té con estos chicos. ¿Quieres unirte a nosotros, Veight?”

“¡¿Parece que puedo unirme?! ¡Te dije que un visitante importante vendría hoy, ¿no es así?!”

“Oh, cieeeeerto.”

¿Por qué su cerebro se apaga cada vez que comienza a hablar con los caninos? Podía sentir a Aram y los demás mirándome, así que tosí fuerte y dije, “Lo siento, mis subordinados carecen de disciplina.”

La mirada de Aram se volvió de un lado a otro entre Fahn y yo. Finalmente, fijó su mirada en mí y preguntó vacilante, “¿Son todos tus hombres tan… casuales contigo?”

“Preferiría si fingieras que nunca lo viste”, gruñí en respuesta y Aram asintió apresuradamente. Sin detenerme, pasé a explicar qué había en el sector oriental. “El sector oriental es donde se encuentra el taller de los caninos y puedes comprar la orfebrería que hacen aquí. Sé que los rumores dicen que su toque hace que la plata se pudra, pero en realidad son plateros muy hábiles.”

“Increíble… ¿Eso significa que ellos también fabricaron los cubiertos que me regalaste hace unas semanas?”

“Así es, de hecho.”

“Ya veo. Qué espléndida industria has construido aquí. Es alentador saber que los caninos pueden fabricar platería fina con valor artístico y cultural.”

Me alegra escuchar que te gusta. Los caninos eran como primos lejanos para los hombres lobo, así que quería aclarar los rumores desagradables que se habían difundido sobre ellos.

“Mis disculpas por asumir lo peor cuando tú, un hombre lobo, me regalaste esos cubiertos. Ahora veo que no tenías malas intenciones.” “Me disculpo también por causar cualquier malentendido.” ¡Así que por eso se veía tan asustado cuando le di ese regalo! Probablemente había asumido que estaba tratando de enviarle algún tipo de amenaza implícita dándole plata, que se suponía que era la debilidad de un hombre lobo. Necesito tener más cuidado con eso en el futuro.

Después de un recorrido por el distrito oriental, llevé a Aram al centro de la ciudad. Airia nos estaba esperando frente a su mansión, vestida con un atuendo ceremonial.

“Ha pasado un tiempo desde nuestro último encuentro, lord Aram. Tenía la intención de saludarte en las puertas de la ciudad, pero como puedes ver…”

Señaló a sus dos secretarias, cada una de las cuales llevaba una pila de papeles. Detrás de ella había una guardia de honor de 20 soldados y 20 hombres lobo. Claramente había estado ocupada con el papeleo hasta el último minuto. Probablemente sea mi culpa, ¿no? Dado que me escapaba a cada rato para ir a Shardier.

Por supuesto, había otra razón por la que no había salido a la puerta principal. Existía la posibilidad de que Aram intentara asesinarla. Ella era una de las personas más importantes en el ejército demoníaco, así como una de las más débiles. A diferencia de mí, ella no podría simplemente eludir una emboscada.

Sin embargo, Aram sonrió aliviado cuando vio a Airia. Se acercó a ella y le dijo, “Es bueno verte bien. Me preocupé cuando escuché historias de cómo te convertiste en embajadora de los demonios.”

“Como puedes ver, estoy viva y bien. Aunque de hecho estoy sirviendo como embajadora del ejército demoníaco en las naciones humanas.”

Para ser honesto, su título sonaba tan elegante que era un poco embarazoso escucharla decirlo. Probablemente ella sentía lo mismo.

“Con mucho gusto te explicaré los eventos que llevaron a la declaración de independencia de Ryunheit. Ven, entremos.”

Por invitación de Airia, Aram entró en la mansión de la virreina. Me presenté posteriormente como una cuestión de protocolo, pero honestamente, sabía que Airia podía manejar esto.

Aram asintió para sí mismo cuando Airia terminó su relato.

“Ahora entiendo… Eso explica por qué esta ciudad se ve tan próspera.” Tomó un sorbo de su té y continuó, “Si yo fuera el virrey de Ryunheit, habría hecho la misma elección. Aunque quizás no tan rápido como tú, lady Airia.”

Lo dice el tipo que vino aquí después de solo unos días. Le lancé una mirada a Aram y él sonrió amargamente.

“Dicho esto, Shardier tiene pocas tropas y no tiene muros resistentes para protegerse. A menos que el ejército demoníaco pueda proporcionar tropas para defender mi ciudad, no puedo traicionar a Meraldia.”

Tenía un punto allí. Desafortunadamente, no tenía tropas de sobra. Si bien podría ser capaz de enviar algunas en caso de emergencia, definitivamente no tenía suficientes para apostar un batallón allí de forma permanente. Mientras agonizaba sobre cómo responder, Aram agregó, “Dicho esto, no me opondría a formar una alianza encubierta con Ryunheit. Una vez que las circunstancias lo permitan, podríamos hacer pública la alianza. Naturalmente, nuestra alianza no sería solo con Ryunheit, sino también con el ejército demoníaco.”

“Esa es ciertamente una propuesta atractiva.”

Una alianza secreta no era el mejor escenario, pero era más de lo que esperaba obtener. Airia y Aram firmaron algunos documentos no oficiales que sellaron la alianza, luego se dieron la mano. Con eso, Shardier se convirtió en nuestro aliado. Cuatro de las ciudades de Meraldia estaban ahora del lado del ejército demoníaco.

Después de formar una alianza secreta con Shardier, volví al castillo del Señor Demonio para dar mi informe.

“Veo que has estado ocupado, Veight.”

“Solo encargándome de algunas pequeñas tareas, señor.”

El Señor Demonio se rió entre dientes, “Derrotar a un Héroe falso, aplastar la moral del ejército meraldiano, traer a una maga enemiga a nuestro lado y formar una alianza con Shardier no son cosas que pueda catalogar como ‘pequeñas tareas’.”

“Bueno, ya sabe…”

Comparado con lo que el Señor Demonio estaba tratando de lograr, mis logros realmente eran solo unas pequeñas tareas.

Era mejor que me encargara de estos problemas triviales para que el Señor Demonio pudiera centrarse en su gran proyecto. Sacudió la cabeza y arrojó un montón de papeles sobre el escritorio entre nosotros.

“Si consideras todo esto nada más que unas pequeñas tareas, entonces toda la misión del ejército demoníaco podría ser también una. Si tus logros aumentan más que esto, los demonios estarían mejor contigo como su señor que conmigo.”

“E-Espere un segundo. Si usted abdicara, señor, yo también preferiría retirarme y vivir mis días en el campo.”

“Debo decir que nunca he conocido a alguien con tan poca ambición como tú”, dijo el Señor Demonio con una sonrisa. Le devolví la sonrisa.

Disfrutaba siendo un vicecomandante.

“En cualquier caso, estoy satisfecho con la forma en que manejaste la situación con el Héroe falso. ¿Qué está haciendo ahora la autoproclamada

Sagrada Sacerdotisa?”

“La he contratado como mi asistente personal. Ella es una chica bien educada y no parece tener grandes ambiciones.”

Bueno, eso y ella es una maestra de la magia ilusoria. Honestamente, ella es lo suficientemente buena como para poder usarla incluso en combate. Aunque era una chica tímida, su corazón estaba en el lugar correcto. El Señor Demonio asintió.

“Tu habilidad para convertir enemigos a nuestra causa nunca deja de sorprenderme. En eso, me superas incluso a mí.”

“Me halaga, señor.”

En realidad, solo apesto en acabar con la gente. Y luego terminan siguiéndome. Quería protestar, pero como el Señor Demonio había hecho todo lo posible para alabarme, decidí no hacerlo.

“Además, tu forma de manejar al virrey de Shardier fue verdaderamente espléndida.”

“Para ser honesto, no dejaba de arruinar las negociaciones…”

Primero, juzgué mal la personalidad de Aram, luego lo amenacé cuando no tenía la intención de hacerlo y, al final, simplemente le hablé con sinceridad.

“No me consideraría experto en persuasión de ninguna manera. Solo era humano en mi vida pasada. Me tomó una eternidad darme cuenta de que

Aram solo pretendía ser un político astuto.”

“Hmm, ya veo.” El Señor Demonio asintió de nuevo. “Pero sabes, Veight, la mayoría de los demonios ni siquiera considerarían la posibilidad de que alguien pudiera estar actuando. Ningún otro vasallo mío habría podido darse cuenta de eso.”

Tenía razón. Los demonios no veían ningún propósito en crear personajes. Todo lo que importaba era la fuerza. Incluso entre los demonios de igual rango, el más fuerte tenía más autoridad. Si el otro tipo era más fuerte que tú, escuchabas lo que pedía. Si él era más débil, entonces podrías hacer lo que quisieras y tal vez protegerlos si te agradaban. Ese era el alcance de las relaciones demoníacas.

El Señor Demonio agregó, “La sociedad humana es compleja. Demasiado compleja para que los demonios—que creen en la supervivencia del más apto —lo puedan entender. Es por esa razón que necesito la fuerza de gente como tú. Aunque sé que esa dependencia excesiva debe causarte dolor de cabeza.”

Correspondí la amarga sonrisa del Señor Demonio y dije, “Estoy seguro de que mis problemas no son nada en comparación con los suyos, señor.

Cualquier cosa que necesite que haga, solo pídamelo.”

Mierda, prometí ayudar sin pensar de nuevo. El Señor Demonio asintió y respondió, “Una vez que el Virrey Aram se declare públicamente nuestro aliado, Meraldia se moverá para reconquistar Shardier. Si el ejército demoníaco puede o no proteger Shardier de Meraldia será fundamental para el futuro de esta guerra.”

“¡Sí, señor!”

Yo también había estado preocupado por lo mismo. A los humanos de este mundo les encantaba luchar entre ellos. Por otra parte, eso también podría haber sido cierto en la Tierra, simplemente vivía en un país pacífico. Por eso no estaba tan familiarizado con los casos de luchas internas.

“Fufu…” El Señor Demonio se rió y yo incliné mi cabeza en confusión.

“¿Sucede algo?”

“Oh, no me hagas caso. Es solo que… Mmm, ya veo.” ¿Qué es tan gracioso?

“Veight.”

“¿Sí, señor?”

“Ahora que hemos conquistado más territorio, necesitamos más tropas para protegerlo. Toma quinientos de mis Caballeros Azure y distribúyelos como mejor te parezca.”

Los Caballeros Azure estaban encabezados por el vicecomandante Baltze y eran las tropas de élite del Señor Demonio.

“N-No podría, señor. ¡Los necesita aquí para protegerle, ¿verdad?!” Pero el Señor Demonio solo negó con la cabeza.

“Su deber no es salvaguardarme, sino salvaguardar el futuro de los demonios. Y ese futuro no existe aquí, existe en Ryunheit.” Se levantó y puso una mano en mi hombro. “Ya he discutido esto con Baltze. Me dijo que sería reconfortante luchar a tu lado.”

“Pero entonces no tendrá a nadie que lo proteja…”

El único grupo con un poder de combate igual a los Caballeros Azure era las Escamas Carmesí y ellos habían sido enviados al norte. Si bien la mayoría de los soldados regulares del primer regimiento aún permanecerían en Grenschtat, ellos por sí solos eran insuficientes.

“No temas, Veight. Soy más que capaz de protegerme. De no ser así, nunca habría llegado a la posición de Señor Demonio”, dijo mientras me ofrecía una sonrisa tranquilizadora. “Gracias a mi mano derecha, demasiado capaz, me he encontrado con poco que hacer. Debes permitirme al menos hacer esto por ti. ¿Qué sentido tiene que yo sea el Señor Demonio de otra manera? Puedes… pensar en ello como el cariño de un padre sobreprotector, si lo deseas.”

Se rascó la mejilla torpemente mientras decía eso. No sabía que él pensaba tan bien de mí.

“En ese caso, con gusto me llevaré a los hombres.”

Me incliné profundamente, agradecido por la generosidad del Señor Demonio.

“Mis hombres están ansiosos por luchar junto al famoso Asesino de Héroes Veight”, dijo Baltze, con una sonrisa alegre en los labios.

“El Héroe que maté era falso. No es algo de lo que estar orgulloso.” “Falso o no, se había convertido en la perdición del segundo regimiento.

Ciertamente es algo de lo que estar orgulloso.”

Baltze estaba montando un monstruo de dos patas conocido como wyvern. Aunque los wyverns no eran tan robustos como los caballos, eran mucho más maniobrables. Sin embargo, su mayor ventaja sobre los caballos era su naturaleza. Es decir, que eran carnívoros. Su ferocidad a la hora de pelear los convertía en enemigos naturales de los caballos. Podrías pensar en ellos como la contraofensiva estratégica para la caballería. Sin embargo, los dragonantes eran los únicos jinetes que permitían los wyverns.

Es decir, mientras Baltze y sus hombres salieron montando del castillo, yo era el único que caminaba. Ni siquiera podía montar a caballo, ya que los wyverns lo matarían. A pesar de que se supone que soy un vicecomandante, soy el único a pie…

“Has estado haciendo una expresión rara desde que salimos del castillo.

¿Ocurre algo?”

“N-No exactamente. Aunque estoy feliz de tener a los famosos Caballeros Azure bajo mi mando, también siento que ahora tengo una gran responsabilidad sobre mis hombros.”

Baltze sonrió, “Créeme, yo siento lo mismo. Espero sinceramente no terminar siendo un lastre para ti, sir Veight.”

Vaya, qué tipo tan confiable. Pero aunque me alegraba por esta adición, significaba otra facción diferente añadida a mi unidad ya multicultural. Organizar a todos iba a ser un fastidio. Cuando regresamos a Ryunheit, los caninos estaban en medio de crear otro conjunto de establos para los wyverns de Baltze.

“Ah, lord Veight.”

“Bienvenido a casa, señor.”

“¡Vaya, ha traído dragones con él!”

No son dragones, son wyverns. Están haciendo sus establos en este momento, así que, ¿de qué se sorprenden?

“Señor, ¿podemos tratar de montarlos?”

“No lo haría si fuera tú. Solo los dragonantes pueden domar a esos tipos.” “Aww… Qué pena.”

Dejen de jugar y vuelvan al trabajo, chicos.

***

—La Tarde de los Hermanos Baltze—

Después de transferirme a Ryunheit, he podido pasar más tiempo con mi hermano Kurtz. Él es el más inteligente de todos los dragonantes azure y estoy orgulloso de lo que ha logrado.

“Hermano, ¿crees que podrías permitir que los Caballeros Azure usen también las Joyas de Dragón recientemente desarrolladas?”

“Desafortunadamente, estamos teniendo dificultades para producir en masa el polvo metálico que necesitamos para darle a las Joyas su color, por lo que no son tan versátiles como antes. Si no te importa que sean incoloras, puedo enviar a uno de mis oficiales a tu unidad.”

“Eso sería una gran ayuda.”

Pero incluso cuando almorzamos juntos, siempre terminamos hablando de trabajo. Recuerdo que una vez almorcé con lady Shure y me preguntó si alguna vez pensaba en otra cosa. En ese momento, eso me dolió bastante y me deprimí durante tres días seguidos. Desafortunadamente, realmente no sabía de qué más hablar la mayor parte del tiempo. Por esa razón, me alegré mucho de que mi hermano y sir Veight estuvieran más que dispuestos a hablar sobre el trabajo en cualquier momento.

Aunque Kurtz puede no ser un general, seguía siendo uno de los vasallos más confiables del Señor Demonio. Realmente era el dragonante más inteligente que tenía el ejército demoníaco y probablemente era su activo más valioso. Tanto Su Alteza el Señor Demonio como lady Shure pertenecían al clan de las Escamas Carmesí. A pesar de eso, el Señor Demonio no había hecho favoritismos y me dio a mí y a mi hermano puestos importantes en el primer regimiento. Lo que me sorprendió aún más, sin embargo, fue que él también trajo a Veight, que ni siquiera era un dragonante, al primer regimiento. Si tengo que ser completamente honesto conmigo mismo, siento que las otras razas no son tan inteligentes o tan racionales como los dragonantes.