Sentouin, Hakenshimasu! (NL)

Volumen 6

Capítulo 4: ¡Versus el Rey Tigre!

Parte 4

El noble que atacó sarcásticamente a Snow se paraliza, y su mejilla se crispa mientras esboza una sonrisa.

“¡Bueno, como alguien que utiliza la misma casa comercial, me gustaría que viera mi último fracaso con un poco de indulgencia! Desgraciadamente, la gente del interior del palacio está bastante ocupada en este momento, así que le agradeceríamos que volviera otro día…”

“S-Sí, bueno, en efecto. ¡No puedo decir que no a su petición, Snow-sama! ¡Ja-ja-ja-ja!” Los idiotas no permanecen mucho tiempo como nobles.

El hombre debe haber decidido que era una mala idea meterse con Snow, que era un auténtico polvorín de problemas. Así que esboza una última y grasienta sonrisa y sale corriendo con el rabo entre las piernas.

“Esos tontos, apareciendo ahora, de todos los tiempos, solo para causar problemas. Su Alteza está demasiado ocupada para ocuparse de sus tonterías…”

Tras ahuyentar a los nobles, Snow se queja mientras nos muestra la habitación de Tillis.

“¿Los nobles de este país siempre han sido así? Según mi experiencia, estaban mucho más al margen durante la guerra con los demonios.”

“No, que actúen de ese modo es algo reciente. Debido a mi educación poco prestigiosa, nunca les he gustado. Pero les encanta molestarme por los pequeños errores. Dicho esto, en el pasado nunca han venido al palacio a presentar una queja.”

Estoy bastante seguro de que ninguno de tus errores ha sido “pequeño”.

“Y eso me recuerda. ¿No es un poco exagerada la protección alrededor del palacio?

Espero que no sea el caso, pero ¿el combatiente No. 10 ha vuelto a hacer travesuras?”

De camino a la habitación de Tillis, me di cuenta de que las caras de los soldados son sombrías, mucho más tensas de lo que estoy acostumbrado a ver.

“Están en guardia en caso de que algún noble que se deje llevar por la recompensa sobre la cabeza de Su Alteza pierda completamente el sentido común e intente algo turbio. Aunque se alegraron de tener una líder como la Princesa Tillis durante la guerra contra el Ejército del Señor Demonio…”

“Ahora que es pacífico, la princesa inteligente sólo está en el camino. Supongo que la realidad es dura sin importar que mundo sea…”

Alice, que ha estado callada hasta este momento, habla.

“Maldita sea, Adelie nos ha pillado en esta ocasión. Están fingiendo hacer cosas en nombre de la justicia para provocar una rebelión en este reino. Sólo aparentaba ser inútil y hacía que cada una de sus acciones pareciera inofensiva para hacernos bajar la guardia.”

“… ¿En serio? En lo personal no me pareció alguien tan capaz, no digamos inteligente.” Sí, en todo caso, ella parecía una cabeza de chorlito como Rose y yo.

“El vertido de cristales de agua en Gracia puede haber parecido caridad desde lejos. Pero al inundar el mercado con cristales de agua que eran difíciles de importar, hizo que todo el mundo viera a la princesa con recelo. Para los nobles, parecía que la familia real los acaparaba todos. En ese caso, lo único que tenían que hacer era difundir el rumor: ‘¡La Princesa Tillis no utilizará el artefacto reparado para poder ganar dinero con los cristales de agua que acaba de adquirir!’.”

Sí, recuerdo haberle dicho a todo el mundo que el artefacto ya estaba arreglado para que Tillis dijera la vergonzosa frase de activación, pero seguro que no es culpa mía ni nada.

“Ya veo… Así que esa mujer es toda una experta de la intriga. Debe haber programado su exposición de mi corrupción y entregado esa bola de cristal a Su Alteza para…”

“Sí, te usó como cebo para causar un escándalo y llevar a Tillis a un lugar público. Luego hizo que Tillis tocara la bola de cristal en público.”

Es decir, creo que nada de esto habría ocurrido si Snow no se hubiera dedicado a la corrupción en primer lugar. Y estoy bastante seguro de que el cristal se volvió negro porque la personalidad de Tillis es… bueno, ya sabes. Pero si mi sabia compañera Alice lo dice, tiene que ser verdad.

“¡Lo que significa que entonces declaró a la Princesa Tillis como el Señor Demonio y puso una recompensa por su cabeza para que fuese mal vista…!”

Mientras Snow se tambalea en shock, Alice señala a Snow con su dedo índice como si fuera un famoso detective.

“Sí, ese era su verdadero objetivo. Adelie quería revelar al público que Tillis tenía una personalidad podrida para poder llamarla el verdadero Señor Demonio y poner una recompensa por su cabeza. Con eso, el enemigo obtiene la justificación que necesita para invadirnos. Pueden decir que van a venir a liberar al pueblo de Gracia del Señor Demonio.”

Eh, parecía que Adelie no estaba pensando profundamente en nada y simplemente soltó que Tillis era el Señor Demonio al azar, pero dada la seguridad con la que Alice hacía esta afirmación, yo también empecé a estar convencido de ello.

“Piénsalo. El día después de que esa mujer huyera de este país, el monstruo gigante y la fuerza misteriosa vinieron a atacarnos. Esto sucedió demasiado rápido… a menos que se hayan preparado de antemano. Es decir, ¡todo fue según su plan!”

Esa fuerza se dio la vuelta y volvió a casa sin atacarnos después de atrapar al gato gigante, pero si incluso eso resulta ser una trampa de algún tipo, entonces tenemos que dejar de subestimar a Adelie.

“¡No es el momento de quedarse sin hacer nada! ¡Tengo que ir a informar a Su Alteza de inmediato!”

Alice no presta atención mientras Snow se pone a trabajar.

“<Bien, te he dado una justificación para atacar. Ahora todo lo que tenemos que hacer es luchar y ganar. Te lo dejo a ti.>”

Alice mantiene su voz baja para que sólo yo la escuche.

***

Tras hacernos pasar a su habitación, Tillis recibe el informe de Snow y escucha antes de hablar. “Bueno, esto ciertamente nos pone en un aprieto… Hacer esto bien mientras mi padre, el

rey, se fue y los nobles estaban tratando de reclamar algo de poder para sí mismos. Si no existiera la confusión en nuestras fronteras, los habría invadido…”

Es una declaración inesperadamente agresiva de la habitualmente tranquila Tillis.

“Supongo que lo más perjudicial desde su punto de vista fue saber que el artefacto estaba reparado. Parece un poco diferente de las otras medidas de carácter, pero aprovechar esta oportunidad para revelarlo… Maldita sea, Adelie sí que es astuta.”

“… Qué cosa tan terrible. La próxima vez que la vea voy a darle una buena bofetada.” Decido echar la culpa a Adelie y fingir que no sé nada.

“Tengo una petición, Su Alteza.”

Snow se arrodilla, poniendo una expresión más seria de lo que he visto en ella en mucho tiempo.

“Entiendo que no pude derrotar al monstruo gigante, pero por favor, deme una oportunidad para redimirme.”

Ah, sí, estaba a punto de ser despedida si fallaba en otra misión.

La habitual avaricia de Snow no se ve por ningún lado mientras mira atentamente a Tillis y espera una respuesta.

Sinceramente, pensé que iba a llorar y hacer un berrinche o algo así, así que estoy un poco sorprendido.

“… ¿Una oportunidad para redimirte? ¿Qué pretendes hacer? Dado que los nobles están tramando sus propios planes, ahora no es un buen momento para atacar a la Agencia Hiiragi. Y teniendo en cuenta que fracasaste en tu última misión, incluso si obtuvieras resultados, no puedo garantizar que te nombren de nuevo caballero comandante.”

“No me importa, Su Alteza. Estoy dispuesta a renunciar a mi rango de caballero. Si me lo permite, me infiltraré en Toris y realizaré misiones de sabotaje para devolverles el golpe.”

Incluso Tillis parece un poco intimidada por la enorme diferencia entre el comportamiento actual de Snow y su habitual forma de ser.

“Si nos quedamos sin hacer nada, nuestros países vecinos dejarán de tomarnos en serio. Una vez que haya derrotado a los nobles en el ámbito político, tengo la intención de enviar fuerzas contra ellos. Pero las misiones de infiltración son peligrosas. ¿No puedes esperar hasta que sea el momento adecuado? Confío en tus habilidades cuando se trata de atrapar al enemigo en una batalla de ingenio. ¿No te quedas a ayudarme…? O más bien, para preguntar con más franqueza: ¿Qué te lleva a actuar así?”

Snow enreda su respuesta inicial.

“La Mujer Serpiente… sufrió una grave herida en la última escaramuza…”

Las orejas de Snow se volvieron rojas, y murmuró su confesión con voz suave.

“Tal vez porque No. 6 no deja de llamarla Vi, siempre pienso en el Señor Demonio Viper cada vez que la miro. No pude hacer nada por el Señor Demonio que cargó con los crímenes de todos los demonios y murió por ellos. Quería hacer algún daño para vengar a la Mujer Serpiente, que había estado haciendo todo lo posible para proteger a los demonios en lugar del Señor Demonio Viper…”

En ese momento, Tillis y yo intercambiamos pensamientos a través de una mirada. Parece preguntar por qué estuve tanto tiempo sin decirle a Snow la verdad.

Verás, mi plan era que originalmente Snow se enterara de la identidad de Viper por algún suceso aleatorio y reírme de ella por el tiempo que tardó en descubrirlo.

O mejor dicho, dado que habíamos hecho de la ignorancia de Snow el tema de una apuesta, no tenía ni idea de que se lo hubiera tomado tan en serio, y ahora siento que he cruzado una línea que no debería haber cruzado.

Ignorando por completo mi confusión interior, el androide que había ideado todo el plan para  engañar  al  mundo  haciéndole  creer  que  el  Señor  Demonio  estaba  muerto  asiente atentamente a los comentarios de Snow y le da unas palmaditas tranquilizadoras en el hombro.

Es en este momento cuando confirmo que los androides son realmente despiadados y sin corazón.

“Snow-san, por respeto a su firme decisión, le permitiré actuar libremente. Y si es capaz de producir resultados, ¡volveré a nombrarte caballero comandante de la Guardia Real!”

Al parecer, Tillis no puede soportar que Snow se revuelque en su miseria por más tiempo.

Aunque el traslado de Snow a Kisaragi se había acordado prácticamente por debajo de la mesa, si puede volver a ser el caballero comandante de la Guardia Real, entonces estoy de acuerdo en que sería mejor.

“¡¿De verdad?! N-No, pero dado que he fallado repetidamente en mis misiones…”

“No. Ve y acepta esa oferta. Te has ganado ese derecho.”

“Sí, llevaba un rato pensando eso. Eres un buen caballero. Incluso durante la misión de caza de monstruos, tomaste la decisión correcta sobre la retirada, así que no creo que se pueda llamar fracaso.”

Mientras Alice y yo intentamos apoyarla, por alguna razón Snow nos mira con recelo…

“Oigan, ¿por qué me dan su recomendación? ¿Podría ser que… que realmente no quieren que me convierta formalmente en una empleada de Kisaragi? ¡¿Tanto así me odian?!”

“¡No, no es eso en absoluto! A veces eres muy difícil de manejar, ¡maldita sea! ¡Sólo me alegra tu deseo de vengar a Vi! ¡Los empleados de Kisaragi valoran a sus camaradas!”

Intento tranquilizar a Snow, que parece increíblemente preocupada, momento en el que Alice habla.

“Así que quieres contraatacar contra Hiiragi, ¿verdad? Entonces también te prestaremos nuestra fuerza. Princesa, debes velar por tu propia seguridad. Después de todo, hay una enorme recompensa por tu cabeza. No puedes bajar la guardia, ni siquiera en el palacio.”

“Sí, efectivamente… Esperaba que Snow, que era miembro de la Guardia Real, me sirviera de guardaespaldas, pero con esto, supongo que tendré que encontrar a alguien más en quien confiar…”

Fue justo cuando Tillis se aferró a la conversación y comenzó a preguntarse sobre quién usar para protegerse en un intento de seguir cambiando de tema que…

“Déjenme a mí la protección de la Princesa Tillis.”

El orador tiene una voz profunda, a pesar de que se supone que soy el único hombre en la sala.

Una sección de la pared con forma humana comienza a levantarse y aparece un hombre que se desprende del papel pintado. Nos sonríe.

“¡Guardias!”

Ante el grito de Tillis, el hombre extiende la palma de la mano y habla.

“Está bien, Su Alteza, no hay nadie sospechoso aquí. Sólo soy yo, el Combatiente No.10.”

“¡¡¡Guaaardiasssss!!!”

Al segundo grito de Tillis, más fuerte que el anterior, llega un zumbido del otro lado de la puerta.

Mirando de cerca la pared de la que había aparecido No. 10, puedo ver un agujero con forma humana en la pared.

Este hombre, al que no habíamos visto recientemente, evidentemente ha estado viviendo como parte de ese muro.

“Si No. 10 está aquí, entonces la princesa está en buenas manos. Te encargamos su protección.”

“Sí, encargare de ello.”

“¡No, no lo harás! O mejor dicho, ¡¿cuánto tiempo llevas ahí?!”

Ignorando la confusión de una Tillis en medio de un ataque de pánico, Snow sonríe a No. 10 y dice: “Su Alteza puede parecer fuerte, pero hay una parte de ella que todavía tiene miedo de cosas que cualquier chica de su edad tendría. Cuida de ella.”

“Sí, lo sé. Ya soy consciente de que se estremece con los rayos cuando hay tormenta fuera. Incluso estoy preparando un disfraz de almohada corporal para la próxima noche de tormenta.” Responde No. 10 con una sonrisa.

Tillis lo ignora y declara a Snow.

“¡Snow-san, aquí están sus órdenes! ¡Asegúrese de obtener resultados y vuelva a ser mi guardaespaldas!”

***

[Informe de Estado]

La extraña mujer de la que informé antes resultó ser una agente de inteligencia.

Aunque al principio parecía una imbécil, resultó ser mucho más capaz de lo que me gustaría admitir.

Esa mujer fue capaz de arruinar por completo la reputación de Tillis, de casi iniciar una guerra civil, de hacer que Vi resultara gravemente herida y de convertir al Combatiente No. 10 en un muro. Solo hay problemas.

Después de discutir el asunto con Tillis, hemos decidido culparla también de la corrupción de Snow.

Alice ha llevado a cabo una campaña de propaganda para convencer a la gente de que, como esta mujer controlaba a un monstruo gigante, el Rey de la Arena también debía ser un arma viviente creada por Hiiragi. Gracias a sus esfuerzos, Hiiragi se está convirtiendo en la organización más malvada de la historia.

Al resto le preocupaba que esto nos hiciera parecer menos importantes a nosotros, la malvada Corporación Kisaragi, así que nos reunimos para discutir posibles soluciones, y como resultado…

Nosotros, la rama del Reino de Gracia de la Corporación Kisaragi, declaramos la guerra a la Agencia del Orden Hiiragi, y como legítimos gobernantes de este planeta, los aniquilaremos.

Ha informado: El Combatiente No. 6, juntos con todos combatientes locales.