Sentouin, Hakenshimasu! (NL)

Volumen 6

Capítulo 4: ¡Versus el Rey Tigre!

Parte 1

El día después del caos de Adelie.

Habiendo sido invitados al palacio para discutir los eventos de ayer, Alice y yo estamos consultando con Tillis sobre cómo proceder.

“Basada en la reacción de ayer de Adelie-san, existe la posibilidad de que exagere nuestra amenaza a sus líderes, y que se muevan para atacarnos. Así que me gustaría solicitar que Kisaragi sirva de refuerzo ante esa eventualidad.”

La bola de cristal que Adelie regaló a Tillis adoptó un tono negro especialmente impresionante.

Es decir, era incluso más oscuro que cuando los antiguos dirigentes del Ejército del Señor Demonio o los empleados de una organización malvada lo tocaban.

Sea lo que sea, Tillis es una princesa. La visión de ella paralizada mientras el cristal se convirtió en un tono más oscuro de negro que para cualquier otra persona invitó a cierta lástima.

“… Bueno, el único valor de un combatiente es su capacidad de lucha, así que no nos importa la parte de la lucha…”

“… ¿Qué ocurre? Si tienes algo que quieras decir, por favor no te reprimas.”

Mientras sorbo el té servido por la criada, le pregunto a Tillis: “Tillis, ¿no me digas que en realidad siempre has sido el Señor Demonio?”

“¡Eso es ir demasiado lejos, incluso para usted, No. 6-san! ¡Por favor, no tomes en serio lo que ha dicho!”

No sé qué le pasó a Adelie, pero cuando vio que el cristal se volvía negro como el carbón, soltó un comentario extraño: “Así que el verdadero Señor Demonio estaba aquí… ¡Por lo que la saga del Elegido que derrota al Señor Demonio aún no ha empezado…!”

Después de proclamar que Tillis es el verdadero Señor Demonio, escapó de nosotros y huyó del Reino de Gracia, pero…

“Ya estoy recibiendo comentarios de la gente del castillo. Hasta ahora he escuchado: ‘¡Su Alteza, su método de gobierno no está mal! ¡Incluso si usted es el Señor Demonio, Su Alteza, la seguiremos hasta el amargo final!’ como sus intentos de aliento, ¡así que por favor no agregues nada a eso…!”

Con esto, Tillis parece bastante abatida, algo inusual en ella. Parece que el hecho de que la llamen princesa intrigante a sus espaldas le molesta.

Hasta Alice intenta mostrar algo de consideración por la desanimada Tillis.

“Su objetivo no está claro, pero parece valorar las leyendas que rodean al Señor Demonio.

En todo caso, hizo parecer que sería un problema si las leyendas no se hicieran realidad.”

“¡Francamente, todo esto es bastante molesto! ¡Todo el asunto del Señor Demonio ya ha sido resuelto!”

Cierto. Incluso para nosotros, dado que ya hemos reclutado a Vi y aceptado a los demonios en nuestro asentamiento, no podemos tener a Adelie estropeando nuestro acuerdo.

Lo que significaba que estábamos bien con ser contratados como refuerzos, pero eso todavía nos deja con un problema.

“… Era realmente fuerte…”

“Ah…”

Tillis deja escapar un suspiro ante mis palabras.

La verdad es que ayer teníamos un montón de gente preparada para el combate, yo incluido.

Y sin embargo, Adelie fue capaz de enfrentarse a nuestro poderío y luego escapar.

“Es cierto que la capacidad de lucha en este planeta cultural y tecnológicamente atrasado es toda una amenaza. Dejando de lado a la Élite Cuatro, estaba incluso al nivel de los Héroes de la Tierra.”

“Sí, eso es… Los ataques mágicos de Heine y Russell no fueron muy efectivos. Y cuando se enfrentó a nosotros, los combatientes, no sólo igualó nuestra fuerza, sino que nos hizo retroceder. Todo eso a pesar de que se supone que los residentes de este planeta son débiles…”

“Ejem, encuentro tus dos observaciones un poco groseras.”

Tillis,  una  habitante  de  este  planeta,  protesta  con  una  mirada  de  desagrado,  pero definitivamente hay algo que no funciona cuando Adelie puede igualar a un combatiente tecnológicamente mejorado que lleva una armadura de poder sólo con sus habilidades físicas.

Aunque Viper también tiene el poder de derribar al Rey de la Arena con una simple patada, se trata de un estilo de lucha que utiliza la manipulación del tiempo y que sólo puede utilizar el Señor Demonio.

Acelera la velocidad de su propio cuerpo cuando ataca, a la vez que ralentiza el tiempo de la ubicación del impacto en el contacto.

Al hacer esto, los objetos sufren un gran impacto debido a las alteraciones temporales, chocan entre sí a altas velocidades, e imparten una cantidad sustancial de energía cinética.

Esto significa que el estilo de lucha de Viper requiere magia para ser utilizado, pero no parece que Adelie necesite magia para luchar. Para colmo, sus técnicas de combate están a la altura de las de la Tierra.

“No me importa prestarles a nuestros combatientes, pero este oponente es un asunto diferente al de la gentuza habitual. Esta vez necesitaremos que nos paguen mucho más. La causa de todo este incidente se debe a que un gobernador corrupto de tu reino fue y asumió el poder en nuestra Ciudad Escondite y causó todo tipo de problemas, para luego ser retenida por ti y tu naturaleza intrigante, Princesa.”

“No, ya que Snow ha sido asignada a ti, es responsabilidad de Kisaragi vigilarla. En cuanto a las intrigas, dejando de lado el hecho de que la realeza necesita ser intrigante hasta cierto punto, toda la gente de Kisaragi también parece demasiado corrupta, ¿no? Parece que ella veía a Kisaragi con bastante hostilidad, así que dudo que se detenga en hacernos un enemigo. Así que nuestro pago sería…”

Justo cuando Alice y Tillis comienzan a tratar de culparse mutuamente como parte de las negociaciones…

Oigo a alguien corriendo por el pasillo y, poco después, llaman a la puerta.

“¡Su Alteza! ¡Tenemos un problema! ¡Alguien ha estado distribuyendo esto por toda la ciudad!”

De quien trataba la conversación, Snow, ha irrumpido por la puerta sin esperar respuesta.

Tillis, dando un elegante sorbo a su taza de té, frunce el ceño.

“¿Qué pasa, Snow? ¿Por qué tienes tanto pánico…? ¿Y qué tienes en la mano?” Snow sostiene un papel mientras se agacha y trata de recuperar el aliento.

“Oh, bueno si es la gobernadora corrupto del que ni el Reino de Gracia ni Kisaragi quieren ser responsables.”

“N-No. 6, ¡cómo te atreves a decir eso! Decir que nadie quiere ser responsable de mí es una exageración. Claro, puede que haya ido un poco lejos a veces, pero eso es lo que hacen todos los nobles en este reino. En todo caso, teniendo en cuenta que estoy produciendo resultados, probablemente soy mejor que ellos… ¿No es así, Su Alteza? Y Alice, me ha ido bastante bien en Kisaragi, ¿no es así?”

Snow no muestra ningún remordimiento por sus acciones, pero me interesa más la hoja de papel que tenía en la mano.

Como no puedo leer el idioma de este Reino, hago que Alice me lo traduzca.

“Parece ser una recompensa por el ‘Señor Demonio Tillis’ emitida por la Agencia del Orden Hiiragi. La recompensa es de cincuenta mil piezas de oro.”

Tillis —que estaba tomando un sorbo de su té— hace un impresionante escupitajo, lo que hace que Snow se limpie la cara con el papel como si no hubiera pasado nada fuera de lo normal.

“¡Creo que esta es la mujer espía volviendo a hacer de las suyas! Sin duda pretende incitar una rebelión de sus subordinados poniendo una recompensa a Su Alteza. Pero yo, Snow, aunque me gusta el dinero, soy realmente leal a usted, Su Alteza. Con lo difícil que es saber en quién confiar, ¡ahora es el momento de volverme a hacer caballero comandante! Por favor, créame, Su Alteza. No sólo amo el dinero y las espadas mágicas, sino también el poder y la autoridad. ¡En todo caso, en tiempos como estos, puede confiar más en una mujer como yo que en aquellos que le engatusan con palabras floridas!”

Snow suelta una letanía de razones que suenan convincentes y poco convincentes al mismo tiempo, pero hay algo casi refrescante en su honestidad.

La mejilla de Tillis se estremece mientras mira el papel antes de que su expresión se suavice en una pequeña sonrisa ante la insistente súplica de Snow.

“Confío en que nadie en este palacio, tu incluida, Snow, me es ileal… Sin embargo, también es cierto que hay nobles que no están de acuerdo con mi política. No hay que ser paranoico con ellos, pero simplemente dejarlos a su aire también sería un problema…”

“¡Malditos sean! ¡Por eso los nobles que sólo se preocupan por sí mismos son escoria inmunda! ¡¿Qué problema tendrían con las perfectas políticas públicas de Su Alteza?!”

“Parece que la clase alta tiene un problema con tus constantes meteduras de pata.”

Mientras la ocurrencia de Alice hace que Snow desvíe la mirada, yo estudio el cartel de se busca…

“<Hey, Alice. ¿Cuánto son cincuenta mil piezas de oro en dinero de la Tierra?>”

“<Las piezas de oro que circulan por aquí son de unos treinta gramos cada una. Así que son aproximadamente unos diez mil millones de yenes.>”

La estimación de Alice me deja en silencio, lo que hace que Tillis se esconda a espaldas de Snow.

“Me desconcierta bastante que te quedes callado después de una conversación en tu lengua materna…”

Justo cuando Tillis expresa su preocupación…

… las campanas que indican peligro suenan por la ciudad de Gracia.

***

Haciendo todo lo posible por disimular los temblores de su voz, Snow se dirige al ejército del Reino de Gracia.

“Puede que ya lo hayan oído, ¡pero el enemigo al que nos enfrentamos es un monstruo gigante con poco cerebro! ¡El arma principal de nosotros los humanos es nuestra inteligencia!

¡No es necesario enfrentarse a tal criatura de frente! ¡Si lo atacamos con armas de largo alcance, deberíamos ser capaces de someterle sin sufrir una sola baja!”

Snow —que ha acumulado un número impresionante de meteduras de pata en los últimos meses, y luego ha manchado aún más su reputación con una corrupción flagrante— pone cara de valiente, como si estuviera ciega ante la montaña de fichas que se acumulan en su contra.

Aunque soy escéptico respecto a dejar que este caballero corrupto tome el mando de la misión de exterminio de monstruos, parece que en realidad tiene una reputación decente como comandante militar.

Según Tillis, Snow está al tanto de las motivaciones de los soldados de a pie, quizá debido a sus propios orígenes humildes.

También amplió su red de conexiones con nobles y caballeros a medida que ascendía en la cadena de mando, y está bien versada en cómo tratar con individuos orgullosos como los nobles, así que si se ignora voluntariamente su núcleo podrido, es, de hecho, una comandante bastante decente.

“Hey, Alice, su voz es un poco temblorosa. ¿Estás segura de que puede manejar esto?

¿Crees que está asustada porque no ha visto un combate real en un tiempo?”

“Meh, vamos a fingir que sólo está emocionada. Si puede producir resultados en esta misión, puede volver a ser la capitana de la Guardia Real. Esta podría ser la redención que ha estado esperando.”

Durante nuestra consulta con Tillis, las campanas de emergencia sonaron, señalando la aproximación de un monstruo gigante que se acercaba a la frontera del reino.

No esperábamos que Adelie hiciera un movimiento tan rápido. Pero Snow, que estaba presente cuando sonó la alarma, tenía la misión de derrotar o capturar a la bestia.

Y si, por casualidad, ella falla su tarea…

“¿Qué se una formalmente a Kisaragi como empleada? Kisaragi no es un vertedero para las meteduras de pata.”

“En cualquier caso, si esta vez no puede dar la talla, será despedida. Tiene muchos defectos, pero sigue siendo medio decente en una pelea, así que probablemente podamos encontrar un uso para ella. Además, la corrupción es un claro acto de villanía. Si ella trabajara para nosotros, algo así no sería un problema.”

Bueno… puede que Snow tenga una personalidad basura, pero sigue estando muy buena y sabe moverse por el campo de batalla.

Está en bancarrota moral, pero pertenecemos a una organización malvada, así que…

… supongo que podemos mirar hacia otro lado cuando se trata de corrupción.

“… No, casi lo he consentido, pero la falta de honradez de Snow avergüenza incluso a Lilith-sama. He estado trabajando para una organización malvada durante mucho tiempo, y todavía encuentro las acciones de Snow excesivas.”

Es más que “un poco” corrupta.

No fue hasta después de que la atraparan que conocimos el alcance completo de lo mal que estaban las cosas bajo su vigilancia.

“Sí, aunque la corrupción es normal en una sociedad atrasada, ella simplemente no tiene sentido de la moderación. Normalmente, cuanto más dinero hay en juego, el actor corrupto empieza a echar el freno porque teme el profundo agujero en el que se ha metido, pero la avaricia de Snow no conoce límites. La cantidad de activos que incautamos era suficiente para comprar una finca privada en el Reino de Gracia.”

¿Qué pasó con la orgullosa caballera que una vez conocí?

Después de que Alice confiscase sus ganancias mal habidas, los vergonzosos llantos y súplicas de Snow hicieron imposible reconciliar a esa persona con la mujer que había conocido al llegar aquí.

“Lo que realmente me impresiona es que pudo mantener las cosas en funcionamiento a pesar de que aceptaba sobornos y se quedaba con casi todas las ganancias. Los comerciantes, los habitantes de la ciudad e incluso los trabajadores la consideraban una gobernadora capaz.

¿Cómo diablos pudo conseguir un precio tan bueno para los contratos de construcción a pesar de que seguía dando un buen sueldo y no estaba recortando los honorarios de los materiales?”

… Cuando se trata de ganar dinero, puede ser bastante aterradora.

Ya que técnicamente Kisaragi se benefició de todas sus ganancias, tal vez hubiera sido una buena idea dejarla dirigir el espectáculo un poco más…

Aun así, utilizar fondos de la empresa sin permiso y luego malversarlos es un delito, incluso si beneficia a la empresa.

En Kisaragi, el desfalco interno y la corrupción como formas de villanía son en realidad fuertemente desalentados.

“¡Muy bien, nos acercamos a la frontera del Reino de Gracia! ¡Todos ustedes, mantengan su voluntad y…!”

A lomos de su unicornio, a la cabeza del ejército, Snow grita palabras de ánimo a los soldados que vienen detrás.

Dado que está a punto de pasar de ser un caballero endeudado a un caballero criminal si las cosas siguen así, es fácil ver por qué está tan motivada.

Me alejo un poco del ejército mientras los soldados arrastran por el suelo armas de asedio como catapultas y balistas.

Los refuerzos de Kisaragi consisten en Alice, los ex-miembros de la Élite Cuatro y yo.

Grimm y Rose no están aquí, pero eso es porque cuando nos despertamos esta mañana, encontramos el cadáver de Grimm tirado en el suelo.

Como se descubrió un muñeco de vudú y unos clavos de diez centímetros de largo cerca de su cuerpo, supusimos que se había suicidado accidentalmente.

No estoy seguro de quién le enseñó lo de las maldiciones japonesas, pero podemos preguntárselo cuando la revivamos por enésima vez.

Rose  tenía  las  manos  ocupadas  llevando  el  cuerpo  de  Grimm  al  templo  para  su resurrección, y dejamos a los otros combatientes en Ciudad Escondite.

También hay una buena posibilidad de que este monstruo gigante sea un señuelo. Nuestros exploradores nos dijeron que un monstruo gigante protegía a Toris, así que es seguro asumir que el enemigo tiene un medio para controlar monstruos gigantes.

Alice ya ha declarado que este monstruo gigante es un arma viviente que pertenece a Hiiragi.

Mientras observo al ejército avanzar a duras penas frente a mí, llamo al contingente de demonios.

“Saben, esto me recuerda algo. ¿No es normalmente el trabajo del Ejército del Señor Demonio controlar a los monstruos y enviarlos a la batalla? Ahora que lo pienso, creo que nunca los he visto actuar como auténticos líderes.”

““¡¿?!””

Los antiguos miembros de la Élite Cuatro se ponen atentos al oír eso. “¡¿Q-Qué acabas de decir de nosotros?!”

“No puedo dejar pasar ese comentario. Estoy bastante seguro de que me he dado aires de demonio de élite. Cuando luché contra ti, No. 6, usé un robot gigante que encontré en las ruinas y casi te mato, ¿recuerdas?”

Parece que he tocado un nervio.

“Quiero decir, lo único que hizo Heine fue ser arrastrada a situaciones perversas a la primera de cambio. Y Russell, sólo acabó siendo un débil personaje de usar y tirar. Creo que Gallo-lo-que-sea de la Tierra era el más ‘elitista’ de la Élite Cuatro.”

Ante mi sincera apreciación, Heine y Russell se detienen en seco.

“… Llevo un tiempo pensando esto, pero realmente no nos das suficiente crédito.”

“Sí, parece que últimamente hemos sido demasiado amistosos, y has olvidado quiénes somos. No. 6, te das cuenta de que somos dos, ¿no?”

El demonio del fanservice y la doncella quimera me miran fijamente.

“Vi, Vi, están tratando de buscar pelea conmigo a pesar de que soy su jefe. ¿Podrías ponerlos en su lugar, por favor? Todo lo que he dicho es que deberían ser los demonios los que vayan por ahí controlando a los monstruos gigantes.”

“Uh-umm… Escuchen, ustedes dos. No. 6-sama es técnicamente su jefe, así que no deberían ponerse tan nerviosos por asuntos menores.”

“¡N-No es justo, No. 6! ¡No te escondas detrás de Viper-sama!”

“¡S-Sí! ¿Buscas pelea para luego retractarte e ir con el chisme? ¡¿Qué tienes, cinco años?!¡Pelea como un hombre!”

… Me pongo delante de Russell y le subo la falda. “¡¡Espe…!! ¿Q-Qué haces en público…?”

Cuando Russell se mueve con pánico para sujetar el dobladillo de su falda, aprovecho para dar vueltas detrás de él.

Entonces le aplico una llave de estrangulamiento…

“¡Hey, No. 6! ¡Russell está echando espuma por la boca! Bien, bien, aceptaremos que eres más fuerte que nosotros, ¡así que suéltalo! ¡Suéltalo!”

“¡No. 6-sama, por favor, pare! ¡ El asfixiar a alguien que parece una niña pequeña se ve muy mal…!”

Me limpio la frente con satisfacción después de mostrarle a Russell quién es el jefe.

“Sigues siendo sorprendentemente despiadado con un Russell infantil… Sobre todo teniendo en cuenta lo lindo que va vestido…”

“Creo que deberías preocuparte más por el hecho de que Russell parece estar completamente a gusto vistiendo así. De hecho, dio la respuesta adecuada a que le levantaran la falda.”

Viper, incapaz de abandonar a su antiguo súbdito, levanta a Russell y lo pone a su espalda.

Justo en ese momento, un zumbido recorre la parte del ejército que dirige Snow. Y cuando miro para ver qué está pasando…

“¡Ahí está el monstruo gigante!”

… los exploradores gritan a todo pulmón.

La voz de Snow suena por encima de las tropas.

“¡Todas las unidades, tomen sus posiciones! ¡Muéstrenles la determinación del ejército del Reino de Gracia!”

Aunque la voz de Snow está llena de entusiasmo, los soldados se mueven con lentitud. No están luchando contra un invasor que les amenaza sino contra un monstruo gigante. No hay garantía de que el monstruo dañe al Reino de Gracia si se le deja estar.