Jinrou E No Tensei Maou no Fukukan (NL)

Volumen 1: El Nacimiento de una Ciudad Demoníaca

Capitulo 1: Hechos de Plata

Parte 17

La próxima vez que tuve la oportunidad de darle mi informe personalmente al Señor Demonio, le mencioné la propuesta de Airia.

“Mmm, ya veo…”

Estábamos en su salón privado y no había nadie más en la habitación. Para lo que funcionaba como su oficina, era un espacio pequeño. El Señor Demonio asintió y dijo, “Una propuesta audaz, pero que parece razonable y provechosa. Confío en tu palabra, Wight, pero ¿qué piensas de esta virreina?”

¿Cuántas veces tengo que decirte que es Veight, no Wight? En cualquier caso, ahora era el momento de responder por Airia.

“En mi experiencia, la virreina de Ryunheit, Airia, ha sido racional y sabia. Ella siempre está trabajando sinceramente por el bien de sus ciudadanos.” Nada de lo que dije era mentira. Honestamente creía que ella era una gobernante capaz y sabia. “Además, las fuerzas de Ryunheit y las fuerzas bajo mi mando tienen una buena relación entre sí. Dudo que surjan problemas fatales de una alianza entre nosotros.”

Ahora que las tropas de la guarnición y la Orden de Sonnenlicht habían sido pacificadas, los dos grupos que podrían haber representado una amenaza ya no eran un problema.

El Señor Demonio escuchó mi caso, luego asintió solemnemente. “Esta alianza nos beneficiaría mucho. Sin embargo, también tendría una gran influencia en el curso futuro de mi ejército. Necesito considerar tu propuesta cuidadosamente.”

Así que necesita más tiempo después de todo… El Señor Demonio hojeó los informes en su mano y preguntó, “Por cierto, he oído que usaste todo el Aliento de Dragón que te envié en la batalla por Thuvan. ¿Es eso cierto?”

Supuse que lo sabía. Me enderecé y rápidamente me expliqué.

“El resultado de la batalla dependía del éxito de mi plan, así que lo usé todo para estar doblemente seguro de que tendría éxito.”

Si no hubiéramos atravesado las puertas, definitivamente hubiéramos fracasado. No me arrepiento de mi decisión de usar toda la pólvora allí. Admito que me pasé, pero solo sé eso ahora con el beneficio de la retrospectiva. Esperaba que el Señor Demonio se enojara conmigo, pero él solo asintió en silencio.

“Comprensible. Sin embargo, esta arma sigue siendo un secreto militar y no se han explorado todas sus propiedades, por lo que debes abstenerte de utilizar tales tácticas en el futuro. ¿Está claro?”

“¡Sí, señor!”

“A cambio, aceptaré tu sugerencia y les pediré a mis ingenieros que comiencen a desarrollar armas que podamos usar en asedios.”

Oh, eso definitivamente ayudará.

“También escuché que las Joyas de Dragón demostraron ser útiles en tu batalla. Ahora que su efectividad en el combate ha sido probada, se te permite continuar usándolas como mejor te parezca.”

“Gracias por su generosidad.”

Si pudiera seguir usando fuegos artificiales a partir de ahora, sería posible planificar estrategias más sofisticadas. Eso definitivamente ayudaría en las batallas por venir.

El Señor Demonio se levantó de su silla y miró por la ventana. Las pocas plantas que eran visibles a través de la niebla eran de un verde vibrante.

“Ya casi es verano. La temporada perfecta para los fuegos artificiales”, murmuró.

“De hecho, mi señor.”

Complacido por cómo había ido nuestra conversación anterior, asentí sin pensar. Un momento. Algo está mal aquí. El Señor Demonio se volvió y me escudriñó.

“¿Qué son exactamente los fuegos artificiales, Veight?”

“Eh, ellos son…”

“Las únicas armas que te di fueron las Joyas de Dragón. Así que te vuelvo a preguntar, ¿qué son exactamente los fuegos artificiales?”

“Bueno…”

Fue entonces cuando me di cuenta. El Señor Demonio había cambiado a hablar japonés.

“Parece que entiendes japonés, ¿eh, Veight?”

No solo lo hablaba con fluidez, ya no parecía tener problemas para pronunciar mi nombre. Esto no tiene ningún sentido. En realidad, no, un momento, lo tiene. Tanto el Señor Demonio como yo éramos antiguos japoneses.

“Podría ser que usted también…”

Elegí mis palabras cuidadosamente, pero el Señor Demonio respondió casualmente en japonés.

“Correcto. Como tú, soy alguien que reencarnó.”

Incapaz de controlarme, grité, “¡¿Qué?!”

El Señor Demonio me ofreció una silla y continuó en japonés, “Ven, toma asiento y cálmate. Te lo explicaré todo desde el principio.”

Demasiado alterado para discutir, me dejé caer en la silla. El Señor Demonio comenzó refiriéndose a, “No estoy seguro de si el Japón en el que yo viví y el Japón en el que viviste eran de la misma época, o incluso de la misma línea de tiempo, pero…”

Luego pasó a explicar que, cuando reencarnó, los clanes dragonantes estaban peleando entre ellos. La causa de sus divisiones habían sido los humanos.

Para poder explotar las ricas vetas de mineral en las montañas, los humanos habían expulsado a los clanes dragonantes que vivían allí por la fuerza. Los clanes desplazados se vieron obligados a migrar a las montañas habitadas por otras tribus, lo que provocó conflictos entre los recién llegados y los antiguos residentes.

Preocupado por la dirección en que se dirigía la raza, el Señor Demonio había usado la fuerza para unir a todos los clanes. Una vez que los unificó en una fuerza de cohesión, los condujo a una serie de campañas exitosas y expulsó a los humanos de las montañas.

Luego, para proteger los hábitats de los demonios por todas partes, formó el ejército demoníaco y comenzó a reclutar demonios de todas las razas.

En el pasado, había habido múltiples héroes demoníacos que se habían ganado el título de Señor Demonio, pero Friedensrichter fue el primero de ellos en dirigir un ejército compuesto por todas las razas demoníacas. Gracias al ejército eficiente y modernizado que había organizado, pudo ganar batalla tras batalla contra los humanos.

Utilizando tácticas de su propia vida pasada, fue capaz de transformar el ejército demoníaco en una fuerza invencible. Después de todo, el mundo en sus recuerdos era mucho más avanzado que este.

Maldición, eso suena muy divertido. Ojalá hubiera podido hacer eso…

“Nunca imaginé que habría otros que reencarnaron en este mundo. Pero entonces, estaba tan concentrado en mi próxima batalla que nunca tuve tiempo de considerar la posibilidad. Sin embargo, eso cambió cuando apareciste ante mí.”

Al principio, el Señor Demonio había pensado que yo era solo uno de sus súbditos más talentosos. Sin embargo, notó mi disgusto cuando se equivocó y accidentalmente pronunció mi nombre como Wight, lo que había llamado su atención. Sin embargo, eso solo no había significado mucho.

Después de todo, todos se enojaban cuando la gente pronunciaba mal su nombre. Y así, el Señor Demonio no le había prestado más atención. Sin embargo, había practicado mucho para que la pronunciación de mi nombre fuera correcta.

“Es sorprendentemente diligente sobre esto, Señor Demonio.”

“Estabas arriesgando tu vida por mí, me sentí mal por no decir al menos bien tu nombre…”

Fue solo cuando intenté hacer pólvora que él empezó a sospechar que yo no era de este mundo.

“Aliento de Dragón… alias pólvora. Cuando trataste de crearla tú mismo, pensé que podría haber una posibilidad.”

Para ser justo con él, era un elemento básico para cualquiera que reencarnara en otro mundo y terminara convirtiéndose en un soldado el intentar fabricar pólvora lo antes posible. Fue en ese momento que el Señor Demonio había comenzado deliberadamente a llamarme ‘Wight’ para evaluar mis reacciones.

Sin embargo, aún no había sido suficiente para convencerlo. Especialmente dado que un discípulo de la Gran Sabia Gomoviroa bien podría haber sido capaz de inventar la pólvora por su cuenta.

“En cualquier caso, la razón por la que estaba tan obsesionado con la idea de que podría haber otras personas reencarnadas aquí no era porque me daba nostalgia por mi vida anterior. Solo quería reclutar a más personas que tuvieran la misma riqueza de conocimiento y compartieran las mismas perspectivas de vida que yo. Si no hubieras gobernado Ryunheit como lo hiciste, probablemente habría perdido el interés en ti.”

Aunque había estado en la mente del Señor Demonio por un tiempo, no podía darme ningún tratamiento especial solo por una corazonada, por lo que había permanecido en silencio sobre el asunto.

“Sin embargo, continuaste teniendo éxito usando tu estilo de gobierno poco ortodoxo. Me llamó la atención cómo capturaste Thuvan y el hecho de que te ganaste a los soldados de Ryunheit.”

Aunque no me había dado cuenta, aparentemente fue en ese momento cuando mi fama comenzó a extenderse. El Señor Demonio sacó una lata de té familiar, junto con un frasco fragante, y los puso sobre su escritorio. Eran las hojas de té verde y el sustituto de la salsa de soja que le había enviado.

“Cuando el oficial Kurtz me envió estas hojas de té verde y este frasco de salsa de soja, supe que ya no era solo una coincidencia.”

“Un momento, ¿lo envió en un intento de investigar mi verdadera identidad, mi señor?”

“No. Mi única intención era que él te ayudara. Aunque también deseaba que él y los hombres a su cargo aprendieran de tu estilo de gobierno.”

Esa declaración me demostró que Kurtz era alguien en quien confiaba el Señor Demonio. Y como el Señor Demonio había esperado, Kurtz envió informes precisos sobre mis acciones y mi comportamiento.

“Sin embargo, hay una cosa que no entiendo. ¿Cómo es que nunca sospechaste que yo también podría haber reencarnado?”

“¿Cómo se supone que iba a adivinarlo?”

El Señor Demonio respondió con una cara seria, “¿No debería haber sido obvio después de escuchar mi nombre?”

“Por nombre… ¿se refiere a Friedensrichter?”

“Así es. Es una palabra alemana que significa ‘portador de paz’. Me puse ese nombre como recordatorio de no dejar que mi poder se me suba a la cabeza.”

Si querías que adivinara eso, deberías haber elegido una palabra en inglés.

“La mayoría de los nombres de los dragonantes me recuerdan a palabras alemanas. Así que, cuando fui coronado como Señor Demonio, no tuve más remedio que elegir algo similar como mi nuevo nombre.”

Aparentemente era porque yo no había reaccionado en absoluto a su nombre que el Señor Demonio había tenido tantos problemas para descubrir si yo había reencarnado o no. ¡¿Cómo diablos iba a adivinar algo tan oscuro como eso?!

“Con todo respeto, mi señor…”

“Habla.”

“Todo esto es tan repentino y mi mente aún no se ha recuperado del shock, así que…”

El Señor Demonios no se enojó. En cambio, me miró apologéticamente y dijo, “Espera, entiendo tu confusión, pero debes considerar mi posición aquí.”

“Entiendo su posición mejor de lo que cree, mi señor. Pero aun así, ¿no podría haber enviado un llamado para que todos los reencarnados en el ejército demoníaco se presentaran ante usted o algo así de simple?”

El Señor Demonio tosió y rápidamente dijo, “Espera un momento. Esto sigue siendo parcialmente tu culpa por no saber alemán. Nombrarme a mí mismo Friedensrichter fue el mejor compromiso que pude hacer, teniendo en cuenta mi situación.”

¿De verdad?

“Sería problemático si se corriera la voz de que había reencarnado y que estaba buscando a otros que también hubieran reencarnado. No tengo ninguna duda de que farsantes afirmando venir de un mundo diferente al nuestro habrían intentado ganarse el favor diciendo que habían reencarnado. Tenía que proceder con cautela para evitar que alguien abusara de mi autoridad.”

Ya veo. No me había dado cuenta de que ser un líder requería planificar cada movimiento con tanto cuidado. Aunque entendía su razonamiento ahora, todavía no había resuelto mis pensamientos. Y todavía estaba un poco confundido. Mi confusión debe haber aparecido en mi rostro ya que el Señor Demonio inclinó la cabeza y dijo, “Mis disculpas por ser tan indirecto. Me doy cuenta de que manejé este asunto con torpeza… No, la verdad es que simplemente tenía miedo. Miedo de saber con certeza lo que eras.”

“Oh, eh, no se preocupe demasiado por eso. Puede que no tenga tanta experiencia como usted, pero entiendo por qué lo hizo.”

Fue surrealista ver al Señor Demonio, que siempre se veía tan imponente, dándome una disculpa tan mansa. Tanto es así que me sentí un poco mal. Prefería a su habitual yo intimidante.

“Ahora bien, creo que es hora de que hable de la verdadera razón por la que te llamé aquí. Como soy un demonio, deseo proteger a mi gente de los humanos. Pero como un antiguo humano, tampoco me atrevo a odiarlos. Mi objetivo es crear un país donde los humanos y los demonios puedan vivir en armonía.” El Señor Demonio se puso de pie y se acercó a mi lado. “No tengo ningún interés en quién o qué eras en tu vida pasada. Tampoco estoy particularmente inclinado a compartir mi propia vida pasada. Pero creo que compartes estos sentimientos contradictorios. Así que, ¿lucharás conmigo y me ayudarás a cumplir mi sueño imposible?”

Ni siquiera necesito pensar en mi respuesta. Me levanté y me arrodillé.

“En este momento, soy un hombre lobo, un miembro orgulloso de la raza demoníaca. Si se trata de evitar la cantidad de sangre demoníaca y humana derramada en este mundo, entonces lo seguiré a donde sea que su camino nos lleve.”

“Gracias por permanecer leal, Veight.” El Señor Demonio colocó una pesada mano sobre mi hombro. “Ahora que he confirmado que has reencarnado como yo, sé que puedo confiar en ti. No tengo ningún inconveniente en darle la bienvenida a la Virreina Airia y Ryunheit a nuestra alianza. Arreglaré los detalles más tarde, después de tener una reunión con los otros comandantes.”

Perfecto. Estoy seguro de que Airia estará feliz de escuchar esto también.

“Espero grandes cosas de ti en el futuro. Trabaja duro por el bien del ejército demoníaco.”

“¡Sí, señor! Todavía no estoy seguro de haber superado su confesión repentina, pero haré mi mejor esfuerzo.”

“De veras que estás preocupado por eso…”

El Señor Demonio sonrió y agitó la cabeza. Alentado por su respuesta, le devolví la sonrisa.

“Bueno, no importa. Supongo que merezco un poco de rencor por eso. ¿Cenamos juntos? Necesito hablar con alguien que entienda mis problemas.”

“Será un placer.”

Después de la cena continuamos hablando hasta altas horas de la noche. Al parecer, el Señor Demonio también había tenido una buena cantidad de problemas al principio. Él había querido mejorar la escasez de alimentos dentro de los clanes dragonantes revolucionando la agricultura. Sin embargo, los dragonantes eran carnívoros que preferían comer insectos, por lo que a pesar de que había introducido granos básicos y rotación de cultivos, no sirvió de nada.

“Sin más opciones, me vi obligado a dedicarme a la apicultura y al cultivo de escarabajos.”

“¿Comenzó a criar… escarabajos?”

Una imagen del Señor Demonio usando un sombrero de paja y cavando a través de las montañas en busca de insectos pasó por mi mente.

“Los dragonantes siempre han sido cazadores-recolectores, por lo que la idea de domesticar su fuente de alimento fue una idea novedosa para ellos.”

“Hacer que todo funcionara debió haber sido difícil, ¿eh?”

El Señor Demonio asintió y cerró los ojos.

“Solo había leído los principios básicos de la agricultura y la cría de animales en mi viejo mundo y tampoco tenía experiencia práctica… Encontrar especies que fueran buenas para la reproducción también era extremadamente difícil. Nos llevó a mí y a mis ingenieros muchas noches sin dormir para crear un sistema eficiente también.”

A pesar de que podría haberle dejado todo a sus hombres, sufrió con ellos. De veras que es dedicado.

“Sin embargo, gracias a mis esfuerzos, todos los insectos que solían ser solo exquisiteces se volvieron ampliamente disponibles para todos los dragonantes. Además, todos los insectos eran ricos en proteínas, por lo que constituían un alimento básico bueno. La mayoría de los dragonantes ahora son más grandes y robustos de lo que eran hace décadas.” El Señor Demonio sonaba un poco orgulloso cuando dijo eso. “La siguiente especie en mi lista para domesticar son los saltamontes. Si todo va bien, estoy seguro de que Baltze estará feliz.”

Parece que se está divirtiendo mucho haciendo esto. El Señor Demonio había traído un montón de otras tecnologías a los clanes dragonantes, pero como era de esperar, había sido difícil. Y, como la agricultura, no todas ellas habían pegado. Después de todo, los dragonantes eran biológicamente diferentes de los humanos. Incluso cuando se trataba de usar espadas, no las manejaban de la misma manera. La estructura esquelética de sus hombros y manos era completamente diferente.

“Me di cuenta de que no podía trasplantar la cultura humana y la tecnología a los demonios así. Así que redefiní mi enfoque.”

Comenzó enseñándoles tecnologías y conceptos más fundamentales y luego observó cómo adaptaban esas ideas a sus necesidades.

Así que algo así como darles el comienzo de un árbol de habilidades y ver dónde especializaban todos sus puntos. No tenía idea si el Señor Demonio había sido un gamer en su vida anterior o no, pero si lo fue, no tenía ninguna duda de que había amaestrado los juegos de estrategia.

Su mayor preocupación por el ejército había sido lo imposible que era estandarizar las cosas. Por ejemplo, la armadura de los gigantes era demasiado grande para que cualquier otra raza la usara y la cantidad de comida que un canino necesitaba en un día para sobrevivir no era suficiente para nadie más. Además, cada raza comía cosas diferentes.

Su ideal había sido crear un ejército que superara los límites raciales, pero en la actualidad, se había visto obligado a compartimentar sus unidades por raza.

Cuanto más escuchaba, más me daba cuenta de que el Señor Demonio era alguien a quien realmente le gustaba cuidar de las personas.

Y él tenía una personalidad diligente para empezar. No había un hueso egoísta en su cuerpo y no tenía ningún interés en acumular fama o poder. Su único deseo era crear un mundo donde los demonios pudieran vivir pacíficamente.

Menos mal que terminó siendo nuestro Señor Demonio. Sentí que este tipo ridículamente sencillo era alguien a quien valía la pena servirle. Prometo que seguiré trabajando duro como su vicecomandante.

***

Unos días después de esa reunión, Airia entró a la plaza de Ryunheit con un vestido formal. Se volvió hacia las personas allí reunidas y proclamó en voz alta, “A partir de este momento, Ryunheit abandonará la Mancomunidad de Meraldia y se aliará con el ejército demoníaco.”

Su declaración fue recibida con un aplauso rotundo. Todos, desde los residentes de la ciudad, hasta sus soldados, los hombres lobo, los caninos y los dragonantes que la ocupaban, e incluso los vampiros y los kentauros que habían venido a presenciar este acontecimiento histórico, sonreían.

“¡Para celebrar la nueva independencia de Ryunheit, he preparado un gran banquete para todos ustedes! ¡Todos, coman, beban y canten a su gusto!”

El final del discurso de Airia fue ahogado por un coro de vítores. El Señor Demonio, a quien había llegado a respetar mucho más después de nuestra conversación del otro día, le había otorgado el título de Embajadora de los Demonios. Como su nombre sugería, estaba destinada a servir como un puente entre humanos y demonios. Si bien Airia era técnicamente una civil y no una soldado, el Señor Demonio le había otorgado un rango equivalente al de un comandante de regimiento.

Un momento, ¿eso no significa técnicamente que ella está en un rango más alto que yo? Tomé un sorbo de mi bebida y observé cómo la Comandante Airia se acercaba a mí.

“Felicidades, lady Airia.”

“Gracias, sir Veight.”

Ella sonrió y levantó su copa en un brindis. Levanté la mía también y los dos bebimos nuestro vino.

Hasta ahora, ella y todos los ciudadanos de Ryunheit habían sido rehenes de los demonios. Pero a partir de este momento, eran el enemigo de la humanidad.

En caso de que el ejército demoníaco fuera derrotado, serían ejecutados hasta el último hombre. La vista de los campos de ejecución de Thuvan pasó por mi mente. Si yo fracasara, ella sería la que estaría colgada allí. Por supuesto, Airia también lo entendía muy bien.

“De ahora en adelante, nuestros destinos están entrelazados, supongo.”

“Lo están. ¿Te arrepientes de tu elección?”

Ella negó con la cabeza.

“De ningún modo. De hecho, estoy feliz.”

Ella definitivamente es rara. Su sonrisa se hizo aún más amplia y dijo, “Más importante, sir Veight, técnicamente soy tu superior a partir de ahora, ¿no?”

“Hmph, creo que sí…”

Ella era una comandante honoraria ahora. Mientras tanto, yo todavía estaba estancado en el puesto de vicecomandante. Aunque a mí también me habían ascendido. Ya no era un vicecomandante en el tercer regimiento, sino en el primero. Mi jefe directo era el Señor Demonio.

Por supuesto, eso no cambió el hecho de que seguía siendo solo un vicecomandante. Yo estaba bien con eso, sin embargo.

“Eres la mejor persona para liderar a los humanos bajo nuestro gobierno, por lo que tiene sentido que seas promovida. Pero el puesto de vicecomandante le queda bien a un hombre común como yo. Buscar demasiada fama solo conducirá a la ruina.”

“Sir Veight… ¿era eso una broma?”

“De ningún modo. Sinceramente, creo que eres una líder mucho más capaz que yo.”

Por alguna razón, Airia respondió a eso con un suspiro.

“Deberías pensar más en ti mismo. Eres uno de los generales más confiables del Señor Demonio, sir Veight.”

Sin embargo, ¿es eso realmente cierto? Quiero decir, sé que he sido nombrado como ayudante personal del Señor Demonio, pero no creo que eso me convierta necesariamente en alguien tan especial en el ejército. Dado que la estructura de mando en el ejército todavía era vaga, incluso yo no estaba seguro de cuánta autoridad tenía.

A pesar de eso, a partir de ahora mi trabajo consistía en cooperar con Airia y transformar esta ciudad fronteriza de Ryunheit en una base de primera línea que acogiera tanto a humanos como a demonios dentro de sus puertas. Para ser honesto, ni siquiera estaba seguro de por dónde empezar, pero sabía que las batallas del ejército demoníaco iban a ser más duras de ahora en adelante.

Después de todo, acabábamos de escupirle en la cara a Meraldia capturando una de sus ciudades y luego convirtiéndola a nuestro lado. Al levantar la vista, vi la bandera del ejército demoníaco ondeando con orgullo desde el techo de la mansión de Airia.

“Estaré contando con tu apoyo, sir Veight.”

“Sí. Estoy deseando trabajar contigo, lady Airia.”

“Será mejor que trabajes duro, por el bien de Ryunheit.”

“Solo déjamelo todo a mí.”

Un momento, ¿desde cuándo me convertí en el recadero de Airia? Levanté la vista dudosamente, pero ella solo me estaba dando la misma sonrisa inocente que siempre hacía.