Tokyo Ravens (NL)

Volumen 10: El Templo Del Comienzo

Capitulo 5: Templo Maldito en Llamas

Parte 3

Él reveló la sonrisa de una bestia salvaje que había atrapado a su presa. Desnudó los dientes y rugió, apretando firmemente la mano derecha,

Rompió el suelo en erupción.

El impacto resonante levantó la tierra alrededor del flujo del alcohol. Al mismo tiempo, el vestíbulo principal en el que estaba centrado fue explotado explosivamente desde el interior.

La onda de choque en la dirección del patio chocó con el torrente de Hishamaru y envió salpicaduras poderosas por todas partes. Después de que las poderosas magias del reino del

Fuego y el flujo de espíritus fueran neutralizadas, Hishamaru se quedó calmada en el patio y Kakugyouki se paró en la base de la sala principal explotada, estirando tranquilamente su cuerpo. Entonces,

Harutora se dejó caer al suelo, extendiendo las alas del Raven’s Wing. Después de terminar la oración de la purificación, él aplaudió las manos al mismo tiempo que aterrizó. El sonido que transportaba energía mágica purificaba todo el poder espiritual circundante. Entonces, Hishamaru regresó al lado de Harutora.

“Harutora-sama…” 

“Sí, he estabilizado el flujo de espíritus por ahora, buen trabajo, Kakugyouki.” 

Es demasiado pronto para darle las gracias.

Kakugyouki ya había vuelto a su apariencia original. Se acarició ligeramente la barbilla, señalando hacia el movimiento desde la dirección de la sala principal completamente destruida.

El interior de la sala principal fue elevado desde el suelo hacia el pico de la montaña. Allí se erigió una sala de reunión. Frente a la sala de reunión estaban los Ajari del Templo de Seishuku, uno al lado del otro. Los monjes soldados retirados se habían reunido nuevamente centrados en Jougen.

El rostro de Jougen era sombrío mientras miraba furioso a Harutora. Sus labios estaban apretados y sus ojos ardían con una luz viciosa como si quisiera quemar el alma de su oponente.

Hishamaru se movió inmediatamente para eliminar a los enemigos con una mirada fría. Pero Harutora la detuvo.

“Señor Jougen.”  gritó Harutora.

“¿Todavía quieres continuar?” 

“Por supuesto, este monasterio no se entregará a una fuerza exterior.”

“No planeamos hacerte rendir ni nada.”

“El resultado final será el mismo si dejamos la Agencia Onmyou sola.”

“Nunca planeé dejar la agencia Onmyou sola en primer lugar.”

 “En ese caso.”

Jougen apretó los dientes, hablando con una rabia insoportable.

“¿Por qué te niegas a salvar este monasterio cuando tienes tal fuerza?, ¿por qué abandonas este monasterio que ha marcado su marca en la historia desde la antigüedad a la Agencia Onmyou? Sin este monasterio, las hazañas que los antiguos emprendían constantemente Grandes técnicas mágicas que han existido durante tanto tiempo… ¡¿Por qué tú, que tocaste el mundo con magia y le permitías florecer, quieres abandonar este lugar? ¡Hay innumerables cosas que deberías proteger aquí! Ese grito que provenía de su alma envolvió preguntas fervientes. Harutora aceptó tranquilamente las preguntas.

“Se siente mal de ser pensado como tal, pero Sacerdote, es demasiado tarde para plantear tales críticas ahora.”

 Harutora respondió con una voz fría.

“Sacerdote, ¿cuántas” hazañas de los antiguos “crees que he aplastado y cuántas” técnicas de larga vida “crees que he cortado en el pasado para la nación? Yo soy la persona que derritió y refundió Las cosas que siempre apreciaste, forjándolas en cosas agudas como sables. Cosas que debo proteger, ¿dices? ¿Has ido senil desde la vejez? Soy el loco que una vez enlodó la magia de la nación en el caos y luego reorganizado con ellos No hay dudas, ¿sabes?”

 Las palabras de Harutora no estaban excitadas ni frenéticas. Más bien, tenían una melodía algo triste. Pero el actual Harutora llevaba una sensación anormal de presión.

Llevaba una “oscuridad” más profunda, diferente de la energía mágica o poder espiritual. La cara de Jougen palideció en un abrir y cerrar de ojos.

“Señor, has cometido un error en el momento en que me confiaste la continuidad del oscuro templo.”

 Jougen se mordió el labio con fuerza ante el tono de Harutora. Entonces, su cuerpo tembló y él gritó, volteando las mangas de la ropa de su sacerdote.

“¡Ataque!” 

Al mismo tiempo que los monjes soldados se dispersaban, un grupo comenzó a cantar conjuros como el reino del fuego, maldiciones, cadenas de Oro Inmóviles. Algunos también lanzaron encantos.

“Mi, oh mí.”

Kakugyouki sonrió ligeramente mientras cortaba todas las magias que se acercaban con un aura demoníaca en un instante. Hishamaru salió volando de delante de Harutora, liberando constantemente el foxfire azul pálido.

Una batalla mágica comenzó de nuevo en un abrir y cerrar de ojos.

Harutora no evitó las magias de asalto, ya que el Raven’s Wing no dejó que ningún ataque mágico llegara a un paso de él. Harutora avanzó con calma y los Juggernauts blindados que habían sido empujados en un rincón del patio se movieron de nuevo.

“Ya que ya no te importa el monasterio, entonces ya no necesito ser cortés, abrumado.” 

Los Juggernauts blindados que habían sido empujados por el torrente parecían mareados como si se hubieran estrellado contra un árbol gigante, pero una vez que recibieron la orden de su amo, sus juntas chirriaron instantáneamente mientras se movían de nuevo.

Estamparon el suelo con sus ocho patas mientras avanzaban. Cuando estaban a punto de estrellarse contra los monjes soldados, la expresión triste y triste de Harutora se relajó repentinamente.

Apartó la mirada de la caótica batalla del shikigami avanzando por el grupo de monjes soldados, dando la espalda al campo de batalla y caminando hacia un templo.

El templo, que daba al patio como el vestíbulo principal, ya estaba en un estado medio naufragado después de soportar la batalla mágica y las ondas de choque de los cañones.

Pero Harutora no se dirigía a la dirección de su entrada, sino al otro lado del edificio. Había una persona saliendo que había estado allí para evitar el campo de batalla en el patio.

“¡Sen-san!” 

“Hohoho, ha pasado mucho tiempo, Yakou-sama. No, ahora debería llamarte Harutora- sama.”

 El sonido de las explosiones y los gritos se superpusieron con encantamientos cantados desde el otro lado del patio. Pero el anciano que había aparecido no parecía tenso mientras caminaba tranquilamente.

Pero su sonrisa arrugada era aún más profunda. Sus ojos aún claros, aunque pasaron muchos años, contenían una indescriptible gratitud.

“Eres bastante viejo, realmente no te conocería si no pudiera” ver “claramente, pero eso es obvio, ¿cuántos años ha pasado?”

 “Bueno, este viejo también lo olvidó, dejé de contar a los noventa.”

“¿Viejo?” Hahaha, la forma en que hablas es adecuado para un viejo fogy. “

“Como dices, ya estoy llamado ‘Old Man Sen’, pero no hay nada que lo ayude, ha pasado mucho tiempo, realmente ha pasado tanto tiempo.” 

Sen rio alegremente, con nostálgicas emociones brotando de su pecho. El ojo derecho restante de Harutora se humedeció ligeramente.

“Aunque Harutora-sama es una persona diferente, la apariencia de Yakou-sama permanece allí.”

 “Es la misma línea de sangre, después de todo, bastante parecido, ¿eh?”

“Honestamente, es bastante nostálgico, ese vago hábito no ha cambiado nada.”

La mirada de Sen volteo hacia el patio mientras decía esto. En este momento, la llama estaba bailando, el agua estaba cayendo, el viento rugía, y el suelo estaba temblando allí. Una intensa batalla estaba destruyendo el pasado que los dos compartían. Qué vergonzoso.

Harutora se disculpó amargamente. “Está bien, está bien.” Sen sonrió.

“En lugar de eso, Harutora-sama, ¿podría ser que vinieras aquí especialmente para “eso”?”

 Mientras Sen decía esto, llevó a Harutora al interior del templo. Las diversas cosas que naturalmente se colocaron en el suelo aclararon los espíritus de Harutora.

“¡El tokijiku! ¡Como era de esperar, ya está dando frutos!”

 Lo que Harutora observaba era una plántula plantada en una olla dentro. El árbol en la maceta tenía menos de un metro de altura. Sus hojas se habían vuelto pequeñas y redondas para el próximo invierno, y había dos pequeñas frutas naranjas del tamaño de un puño de bebé colgando escasamente sobre él

.“Sen, ¿ayudaste a cuidarlo?”

 “Sí, no tenía nada más que hacer.” 

“Un practicante capaz de hacer fructificar esta cosa, nunca pensé que realmente habría uno.”

 “Eres demasiado amable, la crianza es muy interesante, ya se trate de seres humanos o de otras cosas.”

 Sen sonrió, inclinándose para recoger la maceta.

“Simplemente los regaba en el salón de Tachibana, como era de esperar, no estaba mal haberlos traído aquí.”

Dijo esto y luego se lo dio a Harutora.

“¿Está bien?” 

“¿Qué estás diciendo en este momento?” Sin embargo, ¿para qué quieres usar esta cosa?”

“Todavía no estoy seguro ahora.”

“Oh, ¿no está seguro?” 

preguntó Sen incrédulo, y Harutora sonrió amargamente después de aceptar la maceta.

“Para ser honesto, estoy investigando desesperadamente algo en este momento, no estoy seguro de si eso también será útil, pero planeo reunir todo lo que pueda primero.” 

Harutora se encogió de hombros, mirando la fruta del árbol con una mirada esperanzada. El Harutora actual se asemejaba a un muchacho inmaduro acorde con su edad. Sen silenciosamente miró a su buen amigo desde hace mucho tiempo.

Él habló lentamente.

“Harutora-dono, ¿podría ser que el Taizan Fukun Ritual falló?” 

Harutora se sorprendió, mostrando una expresión aturdida. “¿Cómo?”, preguntó él. Sen rió en voz alta, diciendo con un tono burlón:

“Ella está aquí ahora mismo.” 

Eh. Harutora se quedó sin habla. Entonces,

El  enorme sonido del trueno provenía del norte de la montaña. Harutora notó esa “presencia.” Su ojo derecho se ensanchó. Él suspiró y abrió la boca.

“¿Qué fue la magia del rayo en este momento?” Además, ¿no es esa aura dracónica?, ¿por qué está aquí… ah… Yasuzumi lo adivino…? “ 

Harutora  inmediatamente  entro  pánico,  inconcebible  inquietud  en  su  rostro.  Se  giró reflexivamente en dirección al patio, apretando los dientes.

Sen observó cuidadosamente a Harutora. Eliminó cualquier preocupación extraña de su tono y habló.

“Hiyakuroubou está allí también, ese tipo está moviéndose como quiere ahora mismo, no estoy seguro de los detalles.”

“………….”

Harutora volteo, llevando el moco.

“¿No vas a ir a verlos?”

“¡Hay una razón!”

“Veo… En ese caso… ¿Conocerías a alguien más?” 

¿Eh? 

Harutora se detuvo y miró hacia atrás. El anciano Sen sonrió con una expresión ilegible, mirando a Harutora.

Un momentáneo silencio cayó sobre ellos. Harutora sacudió la cabeza.

“Lo siento, Sen-san, ya no tengo tiempo para charlar contigo.”

“Entiendo, entonces es suficiente, adelante.”

La rigidez momentánea fue liberada. Sen habló con su tono original. Esa actitud firme hizo que los sentimientos de Harutora se ahogaran de nuevo.

No podría volver a ver a Sen. … No, tal vez esta sería su última despedida. Harutora se mordió el labio. Se forzó con su fuerza de voluntad a sonreír alegremente.

“Sen-san, muchas gracias, jugaré un tablero contigo la próxima vez.” 

Todavía no has tenido suficiente, eh. Harutora-dono, que todo te vaya bien.

Harutora volteó el Raven’s Wing, volando hacia el patio mientras sostenía el árbol en maceta. Voló a la batalla mágica todavía en curso, emitiendo una orden.

“¡Hishamaru, Kakugyouki, nos estamos retirando!”

***

Natsume pasó por encima de las altas copas de los cedros, constantemente corriendo hacia arriba con todas sus fuerzas. Su hermoso cabello negro se extendía detrás de ella, la cinta rosa ondeando al viento. A pesar de que su respiración era extremadamente errática, Natsume no se detuvo ni siquiera un poco.

Natsume tenía actualmente la bestia del guardián de la familia de Tsuchimikado, la bestia espiritual Hokuto, en su cuerpo. Su capacidad actual que era similar al vuelo era en realidad la manifestación de la habilidad del dragón Hokuto.

El aura dracónica que se desbordaba desde dentro de su cuerpo cumplía con la voluntad de Natsume, empujando el cuerpo de Natsume pasó a paso.

Pero no podía mantener su estado actual por mucho tiempo.

En primer lugar, era muy peligroso para un espíritu viviente utilizar la fuerza de la entidad espiritual que poseía su cuerpo, incluso si un sello mágico de cualquier interacción directa se echó sobre ellos.

Cuanto más usaban la fuerza de la entidad espiritual, más peligrosa sería la porción humana del espíritu viviente.

Además, la situación de Natsume era aún más grave. La fuerza de Hokuto que poseía su cuerpo era casi todo usado para mantener la “existencia de Natsume.” El poder espiritual que usó al liberar el primer sello fue en realidad la fuerza apropiada indebidamente que originalmente se había utilizado para mantener la “existencia de Natsume.” En otras palabras, Natsume se estaba poniendo en peligro cuando controlaba el poder espiritual de Hokuto.

…Está bien. Está bien. ¡Si es sólo a la cima de la montaña!…

Natsume pisa el aire, corriendo vigorosamente hacia la cima de la montaña junto con una ráfaga de viento.

Corrió hacia donde estaba su amigo de la infancia. Harutora

Había demasiadas cosas que quería preguntar. También había muchas cosas que quería decir.

¿Por qué? ¿Por qué deliberadamente me convocó de nuevo al mundo humano y luego me abandonó? ¿Por qué me dejaste con Yasuzumi, pero te escondiste en la oscuridad? ¿Por qué no me viste una sola vez, ni siquiera me contactaste una vez? Además, ¿Qué hacía exactamente el Harutora actual? ¿Qué tipo de objetivo tenía para rebelarse contra la Agencia Onmyou? ¿Qué estaba preparando exactamente Harutora? Se había alejado de su vida hasta ese punto y dejó a sus amigos, incluso abandonando a Natsume.

Podría ser…

¿Podría ser que Harutora se hubiera convertido realmente en Yakou?

¿Que Tsuchimikado Harutora ya no existía?

Ni siquiera podía terminar lo que quería preguntar y lo que quería decir en una noche entera. Sus dudas y su ira, su tristeza y su miedo, se derramaron incontrolablemente de su pecho. Pero no importa que—

Quería verlo.

Quería ver su rostro. Quería oír su voz.

Quería sentir su presencia.

Natsume atravesó el cielo sin tener en cuenta su propia condición, avanzando hacia la cima de la montaña.

Entonces, finalmente vio el techo de la sala de reunión en medio del bosque de montaña.

Sólo entonces,

“¡Om bishibishi karakara shibari sowaka!”

Su mirada cayó. Las cadenas de Oro Inmóviles que se desencadenaron del bosque de la montaña ataron completamente a la descuidada Natsume.

“¿¡Qué!?” 

Natsume perdió el equilibrio, cayendo del cielo. Natsume aumentó la salida del aura dracónica, desgarrando con fuerza las Cadenas Doradas y aterrizando en el suelo.

Frente a la mirada llena de ira de Natsume había un practicante.

“… Hoh.” 

Yamashiro resopló ferozmente.

“Pensé que estabas usando alguna técnica… Parece que solo dejaste que el dragón de la familia Tsuchimikado te posea, ¿eh?, una fuerza increíble. Nunca pensé que eras un espíritu de dragón vivo.”

“…… Por favor, muévete a un lado.”

“¿Y si me niego?” 

El brazo derecho de Natsume salió disparado. Relámpagos se arquearon hacia Yamashiro con un destello. Pero la magia “repelente de relámpagos” que Yamashiro había lanzado todavía era eficaz. El rayo evitó a Yamashiro, instantáneamente rasgando un cedro al lado de él. Además, este rayo de Natsume sólo había carbonizado el árbol. Sin darse cuenta se sintió un poco arrepentida. Era muy obvio que su poder había bajado claramente.

“¿Qué? ¿Finalmente me las arreglé para alcanzarte, pero estás fuera del poder espiritual?”

 Yamashiro habló y desencadenó Cadenas de Oro Inmóviles nuevamente sin cantar un encantamiento o formar un sello de mano. Natsume soltó un rayo para borrar las Cadenas Doradas, pero en el momento en que lanzó ese rayo, su visión se volvió negra. Un escalofrío la asaltó.

Podía sentir la fría presencia de “muerte” dentro de su piel. Hokuto dentro de su cuerpo le estaba enviando una advertencia aguda.