Haken no Kouki Altina (NL)

Volumen 7.5

Capitulo 4: La Promesa de las Estrellas

Parte 6

Pero fracasaron y estalló la guerra. En este momento, el país estaba yendo por el camino de la derrota.

“… Elise, no te culpes demasiado”.

“Lo sé Bastian… estoy bien”.

Roland se encogió de hombros.

“Nosotros somos los que deberíamos estar preocupados. No hace mucho, hubo incidentes de violencia y asesinatos contra los Belgarianos aquí. Los criminales fueron atrapados, pero el interrogatorio policial se llevó a cabo al azar, e incluso cuando hubo testigos presenciales, dejaron que el sospechoso fuera por cuenta de pruebas insuficientes”.

“¿¡Qué!?”

“El grupo se llamaba a sí mismo ‘Soldados Leales’, pero lo que hicieron fueron crímenes. Una banda de ladrones y asesinos. Son principalmente jóvenes que no se unieron a la guerra. Afirman que están exigiendo venganza por los High Britannians que fueron asesinados”.

“¡Pero eso no es excusa para matar a los Belgarianos que residen en High Britannia! ¡Si tanto quieren unirse a la guerra, deberían ir y hacerlo!”

“Desde la perspectiva de la nación, es difícil despertar la moral para la guerra y restringir a los ciudadanos de la violencia al mismo tiempo. Y para ese grupo: en primer lugar, no necesitaban motivos adecuados para cometer actos violentos”.

No solo Bastian, incluso Elise inclinó la cabeza. Ellos no entendieron.

“¿Pero por qué?”

“… Esta es la fealdad de la humanidad… La euforia de abusar de los demás verbal y físicamente es entretenida para ellos”.

“E-eso no puede ser”.

“Por supuesto, tu conciencia te picaría si abusas de alguien inocente. Entonces la gente no haría eso, y todos son amables. Pero si hay razones o excusas, sería un asunto completamente diferente. Armado con una razón legítima, pueden abusar de otros verbalmente sin ninguna carga para su conciencia, y seguirán atacando hasta que estén satisfechos. Ese es el tipo de personas que cometen actos de violencia contra los Belgarianos. Deben tener sus sueños también, pero han cedido a las realidades de su vida cada vez más desesperada. Y ahora, solo pudieron encontrar valor en sus propias vidas bajo la bandera de ‘justicia’.”

Elise no pudo hablar cuando escuchó las palabras de Roland. Bastian bajó la cabeza también.

“Estos tipos son solo personas de mentalidad débil”.

“Sí. Debido a que carecen del impulso y el valor, no pudieron superar los obstáculos que la vida les arrojó. Así que están celosos de los que triunfan y se burlan de los débiles… Como perros salvajes hambrientos, siguen buscando enemigos a los que puedan arrojar su martillo de ‘justicia’. Si los desprecio, entonces desde su perspectiva, soy solo uno de ellos”.

“Es verdad.”

“Después de ver las noticias del lado que perdió la guerra, los ‘Soldados Leales’ empeorarán. Acosados por la ansiedad y la sospecha, el miedo a un contraataque

Belgariano les roerá. Todo lo que pueden hacer es actuar sobre su retorcido patriotismo”.

“¿Qué debemos hacer?”

“Le diré a Marballa… que quiero regresar a Belgaria”.

“¿¡Eh!?”

“No puedo enfocarme en mi estudio ahora. En una nación donde mi vida está en peligro y donde ni siquiera puedo visitar una biblioteca, no hay razón para quedarse. Pero en High Britannia, todavía están mis parientes, amigos y ambición”.

“… ¿Ambición?”

“Ahh, en realidad… erm… Hablemos de eso la próxima vez. Comencemos moviéndonos rápidamente por ahora. Afortunadamente, la Casa Tiraso Laverde está ubicada en el sur, y no está demasiado involucrada en esta guerra. A los nobles y ciudadanos aquí no les importa tanto la guerra”.

“¿Hay barcos?”

“Estamos en medio de una guerra. Los buques de transporte civil tienen prohibido salir al mar. Sin embargo, todavía hay barcos que podrían ser utilizados”.

“¿¡Tráfico de humanos!?”

“No tan fuerte, Bastian”.

“Oh…”

Se cubrió la boca con pánico.

La habitación estaba situada en una esquina de la mansión, así que debería estar bien.

“De todos modos, voy a volver a Belgaria. ¿Qué tal? Aunque la guerra todavía está en curso, ¿quieres venir conmigo?”

“¿¡Eh, tenemos que irnos también!?”

“Si los dos se quedan aquí, y suponemos que algo va a suceder, solo le causará problemas a Marballa”.

“E-eso es verdad”.

“… Por favor, danos un poco de tiempo para pensar sobre esto”. Elise dijo en voz baja con una expresión preocupada.

Roland asintió.

“Está bien para Bastian y para mí, pero High Britannia es tu nación de origen. Es natural que te sientas confundida. Aunque las autoridades no me quieren, no quiero quedarme en la casa de Marballa. Tomará algún tiempo preparar el barco, así que piensa en ello mientras tanto”.

“Entiendo…”

Como dijo Roland, los ‘Soldados Leales’ se volvieron más agresivos.

Cubierto en la penumbra de la derrota en la guerra, el orden público en la ciudad empeoró. No solo Belgarianos, también hubo víctimas entre los High Britannians.

***

Y, una semana después —

Ellos saldrán por el puerto esta noche.

Elise aún no respondió si se iría junto con Bastian y Roland. Ella encontró difícil hacer una elección.

A pesar de que eran buscados, Bastian no podía simplemente abandonarla y regresar a casa. Y tampoco podía obligarla a irse con él.

El sol se había puesto.

Bastian y Elise fueron llamados a la habitación de Marballa. Era la sala de estudio de la cabeza de la Casa.

Las filas de estantes se colocaron a un lado de la pared, lo que hacía que pareciera una biblioteca.

En el centro había una gran mesa y al lado había una silla de cuero. Marballa, que estaba apoyada en la silla, parecía haberse adelgazado.

Ella debía haber estado bajo mucho estrés últimamente. “Señor Bastian, ¿cómo te sientes?”

“¡Mi cuerpo todavía está un poco débil, pero mis heridas ya no duelen, muchas gracias!”

“Eso es maravilloso.”

Ella colocó una pequeña caja de madera en el centro de la mesa. Elise lo miró.

“¿Has tomado la decisión de ir a Belgaria?”

“… Todavía tengo dudas… Hay cosas que debo hacer en este país, y muchos que cuentan conmigo, que me apoyan con sus propias vidas… pero fallé… y perdí todo. Sin embargo, todavía creo que puedo hacer algo por este país”.

“¿Entonces piensas que no podrás hacer nada si vas a Belgaria?”

“Así es.”

“¿Tú… te opones a esta guerra?”

“Sí, creo que nuestra nación solo puede prosperar en una atmósfera pacífica… ¿Por qué estás preguntando esto de repente?”

“Lo siento por ser tan brusca. Pero esta es una pregunta importante”.

“Ya veo.”

“Esto es… probablemente lo que estabas buscando”.

Ella le ofreció la pequeña caja de madera. Elise aceptó la caja y la abrió.

E inhaló bruscamente.

Dentro de la caja había un anillo de oro.

Era el símbolo del monarca de High Britannia, con el grabado del escudo de la Familia Real en él.

“¿E-esto es…?”

“No estaba segura de quién solicitó este artículo, pero fue una solicitud para mí. Hay barcos que sacan oro en Gray Bridge River (Río del Puente Gris). El trabajo de los extractores de oro es filtrar el oro del lecho del río, así es como encontraron este anillo”.

“Entonces así es como… ¿Pero no lo guardarían normalmente para ellos?”

“Los fundidores de oro también tienen su propio gremio. Compré esto de su Jefe de Asociación”.

Elise rodeó sus ojos. Bastian se rascó la cabeza.

“Esto es maravilloso, Elise. Erm… Gracias, Marballa.”

“¡Muchas gracias!”

Ella juntó sus manos alrededor del anillo como si estuviera rezando, y lentamente se arrodilló en el piso.

Marballa se desvió alrededor de la gran mesa y se arrodilló ante Elise.

“Nosotros somos los que deberíamos pedir su perdón por nuestra mala recepción. Su Majestad debe ser la verdadera Reina de High Britannia, Elizabeth Victoria”.

“… No… Aunque la reina Charlotte me otorgó el anillo, no llegué a la capital a tiempo. Entonces, el asunto de la sucesión es… También deseo pedir perdón por mantener este secreto a pesar de todo lo que ha hecho por nosotros, Marballa”.

“¿Qué estás diciendo? Es natural esconderlo bajo tales circunstancias”. Elise se puso de pie y tomó la mano de Marballa.

“Estoy muy agradecida.”

“Solo estuve segura después de ver este anillo. Comparado con la reina Margaret, que comenzó la guerra, Su Majestad está más preparada para ser la Reina de High Britannia”.

“… Me da vergüenza decir esto… Pero ya estoy…”

“Incluso la Casa Tiraso Laverde puede ayudarte de alguna manera. Nuestro jefe de la Casa es un ejecutivo del gremio de comerciantes”.

“Ah, ¿es así?”

“En la superficie, estamos tratando con productos de algodón. Sin embargo, también estamos ejecutando la importación de planchas de mineral de hierro y acero de alta calidad, que es uno de los negocios clave de nuestra casa. No importa el resultado de esta guerra, si High Britannia desea oponerse al Imperio, es necesario acero de alta calidad”.

“S-sí”.

“Con nuestra capital e historia, todavía tenemos algo de opinión en política. Creo que podemos ser útiles para Su Majestad”.

“… No soy la reina. Ahora, solo soy una estudiante, Elise Archibald”.

“Entiendo. Entonces, Lady Elise… Para guiar al país por el camino correcto, permita que la ayudemos en su viaje”.

“Estoy feliz de escuchar eso. Pero, ¿qué tenemos que hacer? “Es un ambiente agradable”, interrumpió Bastian.

“Tu objetivo es claro. Estoy agradecido con Marballa, pero si esto desencadenaría una guerra civil, me llevaré a Elise y correré”.

“… No quiero ser la excusa para comenzar una guerra”. Elise parecía preocupada.

Marballa dijo con una sonrisa.

“Nosotros, los mercaderes, también deseamos la paz y no haríamos nada que pueda desencadenar una guerra. Y es por eso que espero que lady Elise pueda… escapar a Belgaria”.

“¿¡Eh!?”

“Es posible que se sorprenda, pero High Britannia está en crisis en este momento. Si aparece un nuevo candidato a Reina ahora, probablemente incitaría a una guerra civil”.

“Eso sería horrible”.

“Si estalla la guerra civil en medio de la guerra con Belgaria, este país probablemente estaría acabado. Entonces tenemos que evitar que lady Elise se muestre al público”.

“Sí.”

“Puede que no confíe en mí si le digo que me deje todo aquí, pero aún tengo que decirlo. Por favor, deje todo aquí para mí”.

Elise asintió, parecía haber tomado una decisión.

“… Ahora solo soy una estudiante impotente, y dado que Marballa tiene una propuesta que beneficiaría a la nación, también quiero contribuir de alguna manera. Ahora, puedo entender por qué no podemos mostrar el anillo al mundo todavía”.

Marballa sonrió aliviada.

Bastian señaló sus propias dudas. “Elise, ¿vas a ir al Imperio de Belgaria?”

“Esta no es una decisión que pueda tomar tan fácilmente, Bastian. Tengo muchos amigos y parientes aquí después de todo”.

“Ah, es cierto, tienes mucho que considerar después de todo… pensé que lo habías pensado bien”.

“… Para ser honesta… tengo dudas”.

“Y-ya veo”.

Elise se mordió los labios.

Y apartó la mirada de Bastian.

“… Me preocupa que mis sentimientos personales estén causando un error en mi juicio…”

“¿Eh?”

Sus palabras eran demasiado vagas, por lo que Bastian no podía entender y ladeó la cabeza.

Elise suspiró. Después de esto–

Después de agradecer a su benefactor Marballa, se despidieron.

Al mismo tiempo, agradecieron a la sirvienta Shia por cuidar de ellos durante todo este tiempo.

Marballa mostró una expresión solitaria. “Cuando llegue la paz, volvamos a encontrarnos”.

Después de la puesta de sol, la luna se levantó y las estrellas centellearon, Bastian y compañía abandonaron la mansión.

Para estar seguros, no viajaron en carruajes normales y llegaron en vagones de carga al puerto.

La luna se elevó en lo alto.

Estaba cubierto de nubes de repente, borrando aún más la silueta de la luna. “… Tengo un mal presentimiento sobre esto.”

Cuando escuchó lo que dijo Roland, Bastian preguntó: “¿Qué es?”

“Odio las cosas vagas”.

“¿Te refieres a la luna?”

“Sí. Pero otras cosas también”.

“También tengo un mal presentimiento… Pero el barco saldrá pronto, ¿verdad?”

“Sí, lo estará. No podemos regresar ahora”.

Noche en el muelle.

La brisa marina era débil, y el sonido de las olas era suave. Comparado con la playa, el olor de las mareas era menos pronunciado.

Para recibir carga proveniente del exterior, había una serie de almacenes construidos detrás del puerto.

Como no había luz de luna, uno podía caer al mar con un paso en falso. Y, por supuesto, no había barandillas aquí.

“¿No hay barco aquí?”

“… Sería demasiado prominente si estuviera estacionado aquí, el barco estará aquí a eso de las 2 a. m. Fue un dolor tratar de encontrar marineros que pudieran atracar en la oscuridad total”.

Bastian y Elise lo siguieron.

Solo uno de los almacenes estaba abierto.

Había mucha gente allí, alrededor de un centenar más o menos. Todos llevaban pesadas maletas y esperaban en silencio en la oscuridad con la respiración contenida.

Después de que Bastian abrió la puerta, todos miraron hacia él.

Elise gritó en voz baja, ya que era lo espeluznante que se sentía la escena. “Soy yo, todos, no se preocupen”.

Las cien personas raras se relajaron. Bastian preguntó en voz baja.

“… ¿Son?”

“Son Belgarianos que quieren regresar como nosotros. Las cien personas extrañas aquí y el equipaje junto al almacén partirán antes del amanecer. El barco debería estar aquí pronto…”

“Por cierto, no tienes mucho equipaje, Roland”.

“Solo estoy trayendo la cantidad mínima y algo de comida”. También había un libro en su mano.

Nada estaba escrito en la portada. “¿Qué libro es ese?”

“¿No te reirás?”

Era raro ver a Roland actuando avergonzado. “No, pero me reiré si es algo divertido”.

“Qué grosero, Bastian”.

“Bueno, espero escuchar tus comentarios honestos en el futuro de todos modos. Este es un libro que estoy escribiendo”.

“¿En serio? ¿¡También estás escribiendo una historia de aventuras!?”

“Ah, no… Estoy escribiendo mis ideas después de organizarlas. No es un trabajo de entretenimiento. Normalmente, esto se escribiría en manuscritos y se enviaría a la fábrica editorial. Hay editores que se desviven por comprar manuscritos para publicar libros”.

“¿Lo estás escribiendo tú mismo?”

“Después de verte escribir tu novela… estaba pensando que organizar mis pensamientos y escribirlos es una buena idea”.

“¡Se ve genial! ¡Incluso tomaste el esfuerzo de unir los manuscritos!”

“… No lo negaré”.

Roland estaba un poco avergonzado. Bastian se rió.

Elise se rió también.