Haken no Kouki Altina (NL)

Volumen 7

Capitulo 3: Rey Mercenario Gilbert

Parte 5

Incluso el no experto Regis podría decir su determinación.

Con la vista puesta en convertirse en la Emperatriz, no podía girar la cola y correr delante de un simple mercenario.

Fe absoluta en sus habilidades marciales–

Podría marcar el comienzo de un resultado que iba en contra del plan de Gilbert. La espada de Altina no pudo resistir el daño y se hizo añicos.

“¿¡Qué!? ¿¡Se rompió tan fácilmente!?”

Todavía podía esquivar los ataques, pero carecía de los medios para defenderse de ellos.

Gilbert echó atrás su cabeza de risa.

“¡Jaja! ¡Las hojsd de mi tridente están hechas de Tristei!”

“¿¡Qué dijiste!?”

“De todos modos… Primero romperé uno de tus brazos”.

Si tenía que bloquear un ataque arrollador, Altina perdería su brazo. Una bata marrón revoloteaba.

***

Era Baltasar.

Después de dar un fuerte golpe, se deslizó un poco hacia atrás. “Ku ~~ ya veo, él es fuerte”.

“¿¡Qué!? ¿¡Baltasar!?”

“Altina… Lo que deberías estar sosteniendo no es esa espada delgada ¿verdad? El herrero te está esperando”.

“P-pero… el duelo uno contra uno…” Ahora no era el momento de dudar. Regis fue encima.

Y alcanzó el lado de Altina.

Dentro del alcance del ataque de Gilbert. “¡Altina!”

“¿¡Regis!? No puedes usar una espada, ¿qué estás haciendo aquí? ¡Ni siquiera puedes vencer a un hámster!”

Qué palabras crueles.

Baltasar podría estar protegiendo el frente, pero hizo que las rodillas de Regis se debilitaran solo pensando en estar dentro del alcance del tridente del Rey Mercenario.

Pero él no puede huir solo.

Suprimiendo el miedo en su corazón, dijo:

“Yo… vine para convencerte… ¿Tu objetivo es convertirte en una santa de la espada? ¿O la emperatriz para guiar a la gente?

“¿¡Eh!? ¡Para ser la emperatriz, por supuesto!”

“Entonces, en lugar de perder correctamente como espadachín, deberías priorizar la victoria de la nación ¿cierto?”

“¿¡Ughh!?”

Ahora no era el momento de responder. Gilbert blandió su tridente.

“¡Fuera del camino viejo! ¡Ve a abrazar a un gato o lo que sea!”

“¡Tch!”

Cuando estaba frente a Altina, se contuvo el 30% para no matarla por accidente. En este momento, sus repetidos ataques parecían aterrizar al mismo tiempo.

Pero Baltasar los bloqueó a todos como si ya supiera dónde aterrizarían. Usando esta oportunidad, se acercó a Gilbert.

“¡Ja! ¡Qué alegría! ¡Aparte del caballero negro, hay alguien que puede bloquear mis ataques! ¡Y tan viejo también!”

“¡Por qué tú! Con tan refinada habilidad, ¿qué haces como mercenario? ¿¡No deberías ser un caballero y defender tu país!?”

“Mi país… ¡Es mi grupo mercenario! ¡Los protegeré! ¡No creas que voy a escuchar tus reprimendas! ¡No permitiré que la princesa escape!”

Un golpe poderoso vino.

Baltasar lo bloqueó, pero fue derribado en el suelo porque la fuerza era demasiado poderosa.

No pudo levantarse.

Intentó calmar su respiración entrecortada.

Y sonrió.

“Tal… Una pena… Si yo fuera veinte años más joven”.

Su brazo derecho sosteniendo la espada estaba doblado en la otra dirección.

¿¡Una fractura!?

Gilbert volvió a balancear su tridente. En este momento–

Altina gritó.

“¡Equipo 58º de Piqueros, vayan a la espalda del enemigo! ¡Equipos 59º al 80º de Piqueros, no permitan que los demás Mercenarios se acerquen!

Los soldados que luchaban en posiciones caóticamente se reformaron después de escuchar sus órdenes.

Altina salió de entre los soldados con sus picas elevadas. En sus manos había una nueva espada.

Gilbert torció la boca.

“¿Ho? ¿Tienes miedo de morir ahora? Cuarta Princesa del Imperio, estabas hablando de un duelo propio en un duelo anterior”.

“Debido a mi personalidad, me preocupa la batalla allí”.

“Por supuesto. La guerra se trata de que los hombres se maten unos a otros”.

“Si no estuviera preocupada… no creo que los soldados levantarían sus escudos en la batalla”.

Altina dejó caer su vaina gigante. Y desenvainó su espada

A diferencia de la espada que se rompió hace días, esta tenía una empuñadura mucho más gruesa.

La empuñadura grande era tan pesada como un martillo.

El diseño era simple, y todas las piezas tenían un tamaño más grueso.

Según el herrero Enzo, el material utilizado era completamente diferente, por lo que la espada era mucho más pesada y más dura.

La hoja había sido pulida, haciéndola más suave con un brillo plateado.

Era lo suficientemente reflectante como para poder contar las pestañas de Altina. Ella se giró hacia el enemigo.

“No voy a perder. No pretendo ser un espadachín, sino la Emperatriz, así que definitivamente no perderé… Así que, si busco ayuda para ganar tiempo, reparar esta espada o escuchar los consejos de mi estratega, haré todo lo que necesito”.

Gilbert se encogió de hombros.

“¿No es ganar un duelo uno a uno la condición para convertirse en comandante?”

“¡Le preguntaré a mis tropas sobre eso más tarde, después que te derrote!” Altina se lanzó.

Empujando su enorme espada.

A pesar de que estaban a cierta distancia, había piqueros detrás de Gilbert. Gilbert no podía retirarse.

Y lo recibió con su tridente.

La nueva ‘Grand Tonnerre Quatre’ chocó con el tridente de Gilbert, El tridente crujió bajo la presión.

Aunque estaba hecho con tristei, eso era solo para la hoja del tridente. Gilbert apretó los dientes.

“¿¡No tienes nada más para usar!? ¡Una espada extraordinaria, pero un arma tan pesada no puede seguir mis ataques!”

Al igual que como rompió la espada hace unos momentos, Gilbert desató empujones de alta velocidad.

En este momento, Baltasar, quien estaba en el suelo, gritó: “¡No te muevas! ¡Empuja hacia atrás!”

“!!”

Altina asintió.

Cuando se enfrentaba al ataque de empuje del enemigo, no debía mover su espada y debía bloquear con la espada.

Después de bloquear el ataque, empujaría al enemigo hacia atrás con su espada.

Con la empuñadura que sostenía como el pivote, la espada y la empuñadura giraron en su lugar con un simple giro.

La cuchilla podía ser enorme pero podría moverse en un gran arco. Ella desvió el ataque de Gilbert.

“¿¡Tú en serio…!?”

La oleada de ataques se detuvo.

Incluso Altina, quien contraatacó, quedó aturdida.

“Ah… ya veo… moviendo un poco la empuñadura, la hoja se moverá mucho. Siempre pensé que la hoja era demasiado pesada antes de las reparaciones, lo que afectó la empuñadura de la espada”.

“Ughh… ¡Todavía no ha terminado!”

Gilbert lanzó de nuevo sus ataques consecutivos.

Altina se movió para frenarlo, eliminando el ataque del tridente del enemigo moviendo un poco su empuñadura.

En lugar de una técnica de espada, esto estaba más cerca de usar un remo.

Si Gilbert tuviera un arma que pudiera resistir el poder de esta espada, podría optar por otra forma de luchar.

Pero probablemente nunca había visto a alguien como este antes, un oponente que podía pelear de pies a cabeza con el tridente del Rey Mercenario con una espada.

Altina no empuñaba su espada salvajemente como antes, luchando de una manera que era difícil de adelantarse y presionar a su oponente.

Numerosas grietas aparecieron en el tridente de Gilbert.

Al mismo tiempo, la lucha con el grupo mercenario ‘Renard Pendu’ se calmó.

No importa cuánto sobresaliera una persona en combate, sus armas y resistencia no podrían durar frente a enemigos que los superaran en número por decenas de números.

Debido a la fatiga y la ruptura de sus armas, fueron derrotados y sometidos uno tras otro.

Incluso el Rey Mercenario no pudo evitar la acumulación de fatiga, y sus movimientos obviamente se volvieron lentos.

Gilbert levantó su tridente alto.

“¡Por su bien, no puedo perder! ¡Hyaaa-!”

“¡Para cambiar el Imperio, debo ganar! ¡Haaaahh! ” Las armas chocaron, y Altina balanceó su espada.

Lanzando una ráfaga de viento. Soplando la hierba en el suelo.

La hoja blanca plateada brilló, y la cabeza del tridente ensangrentada, Destrozada.

Después de perder su arma, las paredes de los soldados detrás de él colocaron sus picas a escasos centímetros de su cuerpo.

Gilbert se mantuvo firme al seguir sus creencias, negándose a caer en un momento como este. Cerró los ojos mientras estaba quieto.

Las tropas estallaron en aplausos.

El alegre estado de ánimo se extendió como un reguero de pólvora. Lo que querían era un líder que les trajera la victoria.

Las voces alabando al Imperio y a la Princesa resonaron en las colinas. Regis suspiró aliviado.

Mirando desde lejos, el sol finalmente había atravesado la niebla, y el clima en las colinas se fue haciendo más claro.

“… La niebla se ha ido”. Y el viento sopló.