Haken no Kouki Altina (NL)

Volumen 7

Capitulo 2: Batalla de West Lafressange

Parte 1

“Ah, allí estás.”

Yoosh, Franziska se agarró a una rama y se subió. Su falda estaba dada vuelta, revelando sus muslos.

La piel blanca estaba teñida de rojo bajo el brillo del sol poniente. “¡Estoy de vuelta, gran hermano!”

“……”

Gilbert vio a su hermana, pero no respondió. Apoyado en una de las ramas más gruesas, miró a lo lejos.

Franziska se acercó a él y sacudió la rama. “¡Nyaa!”

“Qué chica tan molesta”.

“¿¡Qué está mal con eso!? Sé más feliz de ver a tu linda hermana regresar”.

“… ¿Hay una linda hermana aquí?”

“¡Yo! ¡Esa soy yo! ¡Tú linda hermana soy yo!”

“Que molesto.”

Franziska no pareció escuchar esta queja y comenzó a tararear. Miró en la dirección en la que Gilbert estaba mirando.

Ella ocultó sus ojos desde la deslumbrante puesta de sol. “Hmm ~~ ¿Qué estás mirando, hermano mayor?”

“Nada… solo tengo un sentimiento ominoso sobre ese lugar”.

“¿Huh? ¿El oeste? ¿No están luchando Oswald y el Segundo Príncipe en el este?”

“Algunos de nuestros aliados son peligrosos, pero es un tipo diferente de sentimiento”.

“¿Oeste, donde está ubicado el Segundo Ejército?”

“Ahora… ya no más”.

Gilbert ocultó la inquietud en su corazón y miró a Franziska.

“Hyaa, la mirada que incluso haría temer a un caballero, que lujosa ~~”

“Cállate idiota. La cuarta princesa que heriste con tu flecha está aquí. El 4º Ejército Imperial absorbió al Segundo Ejército y tiene 16.000… Ese ‘Caballero Negro’ también está allí.”

Franziska hinchó sus mejillas.

“Sigh… ¿En serio? ¿No estaba en la unidad de guarnición del noreste? ¿Qué está haciendo aquí en el oeste?”

“No solo eso, incluso derrotaron a la ‘Armada de la Reina’.”

“¿¡Y qué!? ¡No tiene nada que ver conmigo!”

“Según inteligencia, ese estratega llamado Regis d’Auric era el Almirante de Flota Interino. El hombre que se rumoreaba había tomado el Fuerte Volks, de quien Oswald tenía dudas”.

“Es por eso que se me encargó que lo detuviera”. Los ojos de Franziska comenzaron a tambalearse.

Ella tomó una misión antes para asediar el Fuerte Volks junto con el Gran Ducado de Varden para detener a la unidad de la Cuarta Princesa.

Pero ni siquiera logró demorarla por una sola noche. “Eh… bueno…”

“Debido a tu fracaso, la operación para perseguir al Séptimo Ejército Imperial durante la batalla de Lafressange fue obstaculizada, y los buques de suministro fueron hundidos. Esto hizo la guerra aún más difícil. Debido a que las fuerzas de High Britannia avanzan demasiado rápido, el reabastecimiento de municiones no puede continuar… Somos la única unidad de suministro que queda. Si no podemos tomar la capital de Versailles, esta guerra será nuestra derrota”.

Franziska parecía asustada y estalló en sudor frío. Gilbert suspiró de nuevo.

“Sigh… Si supiera que era un tipo tan peligroso, habría atacado personalmente el Fuerte Volks. Entonces la inteligencia de Jessica no es tan precisa después de todo”.

“¿No sentiría lastima la gran hermana si dijeras eso?”

“En este mundo, solo sobrevive el ganador. No tiene nada que ver con el esfuerzo o la posición en la que uno está. Si no quieres morir, entonces produce resultados. Si vuelves a fallar, te abandonaré incluso si eres mi hermana”.

“Ugh… ¡No hay problema! ¡Definitivamente voy a ganar la próxima vez!”

“Eso espero.”

Gilbert giró al oeste una vez más. Franziska se limpió el sudor frío en alivio. Se oyó un grito debajo del árbol.

“¡Hermano mayor ~~ hermana ~~ tiempo para la cena-!” Una estridente voz femenina.

Una niña de diez años agitó la cabeza hacia el árbol. Ella era la tercera hermana, Martina.

Mirando hacia abajo desde el árbol alto, se veía muy pequeña…

Es porque ella todavía era joven. Ella solo alcanzaba la cintura de Gilbert en altura. Franziska le dio unas palmaditas en la cara.

“Hey ~ ¡Esa es nuestra Martina!”

“… Ella no es lo suficientemente fuerte todavía… Por eso la hago ayudar en la fabricación de alimentos. Pero dejarla acumular experiencia al venir al campo de batalla no la está apresurando”.

“¿Erm- hermano mayor? ¡Estoy diciendo que Martina es realmente linda!”

“No me importan las cosas aburridas”.

“Esto es realmente importante ¿verdad?”

Gilbert estiró su espalda y saltó desde la rama del árbol. El sonido del viento llenó sus oídos.

La fuerza reaccionaria casi derribó a Franziska.

“Hyaa! ¡Espérame, hermano mayor!

Incluso si su cuerpo fuera tan ligero como un gato, no podría saltar de un árbol tan alto como ese. Usando sus manos y pies, se deslizó ágilmente por el árbol.

Martina abrazó a Gilbert que saltó del árbol. “¡Hermano! ¡Cena!”

“Bien…”

Martina se colgó del cuerpo de Gilbert como si subiera a un árbol.

No molestó a Gilbert, y él la dejó ser mientras caminaba hacia el campamento.

La unidad de suministro de High Britania se contaba alrededor de 10.000. De esos, 5.000 de ellos eran escoltas regulares del ejército, y 300 eran los élites de ‘Renard Pendu’.

Los miembros del mercenario se juntaron de inmediato.

“¡Jefe, siéntate aquí!”

“¡Ah, Jefe, por aquí!”

“¿¡Espera, no es nuestro turno esta vez!?”

“¡Hey, no presiones, te mataré!”

“¿¡Fufu, quieres intentarlo!?”

El Grupo Mercenario ‘Renard Pendu’ siempre tenía un ambiente así, después de todo era una banda de rufianes.

Gilbert suspiró:

“Molesto… debería disolver el Grupo Mercenario”. El mundo se quedó en silencio por un instante.

Pero solo por un instante. “Jajajaja!” Todos rompieron a reír.

“¡Jefe! ¡Por aquí! ¡Tenemos deliciosas carnes a la brasa! ¡Es ciervo! ¡Ciervo recién capturado!”

“Escucha, esta es mi historia…”

Normalmente, era problemático hacer fogatas individuales, por lo que harían una gran hoguera. Sin embargo, en realidad no se podía cocinar, así que era difícil elaborar algo.

Pero hoy ocuparon un campamento enemigo.

Era una gran estufa, con trozos de carne a la parrilla y una enorme olla de sopa. Una cena verdaderamente suntuosa.

Debido a que el incidente que ocurrió hace varios días les dio a los soldados una fuerte presión psicológica, Gilbert pensó que era necesario aliviarlos de su estrés, por lo que aprovechó esta oportunidad para sacar el vino de los suministros.

Ese incidente fue

Los soldados en la unidad vieron la batalla naval en el puerto de Chaineboule.

Gilbert pensó que la victoria de High Britannia era una conclusión inevitable, pero se preparó para partir con los suministros si las cosas salían mal.

Mientras los soldados observaban… Una nave de guerra de High Britannia fue arrasada por una explosión tan poderosa que nunca antes habían visto.

Los otros buques de guerra perdieron su voluntad de luchar y se rindieron uno tras otro.

Esto representó un gran golpe psicológico para Gilbert y sus subordinados.

A diferencia de las lanzas y las flechas, los humanos no podían hacer nada con respecto a una explosión similar a una erupción volcánica.

El tiempo y el vino eran necesarios para eliminar el miedo.

En este momento, los exploradores vieron las unidades enemigas que acampaban. Eran tan tímidos como un ratón, huyendo en pánico antes de incluso de pelear.

No había ninguna razón para no usar este campamento.

Después de tomar un poco de cerveza, los soldados regulares y el personal de transporte se relajaron.

Los mercenarios fueron mucho más felices que antes debido a esta buena suerte. Específicamente hablando, sus gritos eran aproximadamente 30% más fuertes.

O mejor dicho, se estaban emocionando demasiado.

Aunque pensó que era demasiado ruidoso, Gilbert todavía encontró un asiento vacío y se sentó.

Martina se apoyó en su hombro derecho. Pronto, se sirvió un tazón grande lleno de carne.

En este momento, Franziska caminó tranquilamente. “¡Espera! ¡El lado del gran hermano me pertenece!”

Exprimiendo a la persona que estaba al lado de Gilbert, ella se fue a la izquierda de Gilbert.

Gilbert suspiró.

“Qué molesto… La temperatura de tu cuerpo es demasiado alta, dame algo de espacio”.

Franziska y Martina dijeron al mismo tiempo: “¡No quiero!”

Al final, no importaba dónde se sentaba. Los mercenarios se reunían alrededor de Gilbert con cuencas llenas de comida, y hablaron con él sin reprimirse.

“¡Escúchame jefe! ¡Recibí noticias de mi ciudad natal, mi hijo ha nacido!”

“… ¡Eso es motivo de celebración, salud!”

Los mercenarios vitorearon y bebieron.

“¡Jefe! ¡Mi madre falleció! ¿Puede ir al cielo si le pido a la iglesia que diga una oración por ella?”

“No te preocupes por eso. Si ella se va al infierno, ella te verá, y puedes ser tan filial como quieras. Bueno, vive con la esperanza de que fue al cielo de todas formas”.

Todos volvieron a chocar los vasos de buen humor.

“¡Jefe! ¡Mi esposa acaba de dar a luz en mi ciudad natal también!”

“… ¡Oh, salud!”

“Hablando de eso, no he estado en casa por dos años”.

“Ya veo… ¿No es genial que el bebé no se parezca a ti? ¡Salud!”

Los hombres que parecían ahogarse en su propia repugnancia seguían bebiendo. Gilbert miró a su alrededor.

“Por cierto, ¿dónde está Jessica?”

“Ella está rezando nuevamente, ¿verdad?”

Franziska miró hacia la gran tienda que estaba lejos de la multitud ruidosa. Esa era la tienda de campaña de la mayor de sus hermanas, Jessica.

Ella era una “maga”.

Ella podía otorgar poderes con cánticos, curar heridas, adivinar el futuro y controlar el clima, al menos así es como la veía el grupo mercenario.

Ella trataba al grupo de mercenarios como a su familia también, pero le disgustaban las multitudes y no asistía a la cena grupal ocasional.

“Qué grupo indefenso…”

El sol poniéndose gradualmente tiñó el oeste de la colina en un azul rojizo, y el cielo parecía ardiente. Al mirar la parte oscura del cielo, las estrellas eran visibles.

***

Año 851 del Imperio, 3 de Junio, Noche–

El ruido de los cascos de los caballos se oía en la oscuridad.

De pie en lo alto de la llanura de hierba y levantando polvo, los caballeros con armadura negra se lanzaron hacia el enemigo.

Eran el Cuerpo de Caballeros Negros del Cuarto Ejército Imperial Belgaro.

Al frente del grupo estaban Jerome Jean de Beilschmidt, y su lanza ‘Le Cheveu D’une Dame’.